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SABE Colombia - SITUACION DE PERSONAS ADULTA MAYOR

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Published by Juan Salamanca, 2017-10-10 11:39:36

SABE Colombia - SITUACION DE PERSONAS ADULTA MAYOR

SABE Colombia - SITUACION DE PERSONAS ADULTA MAYOR

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Tabla 15. Distribución de los motivos para no participar en programas
de actividad física en personas adultas mayores.

No tienen El médico no lo No tuvo dinero No tenía quien Es muy lejos
servicio envió o remitió lo llevara % IC 95%
Variable
% IC 95% % IC 95%
% IC 95% % IC 95%

Estrato

1 31,2 27,8-34,9 28 25,3-30,8 2,6 1,9-3,5 1,8 1,1-3,1 7,8 5,8-10,4

2 22,4 18,3-27,2 33,6 29,7-37,7 1,8 1,1-2,8 1,5 1,0-2,2 7,2 4,8-10,4

3 -4 23 17,2-30,1 34,3 31,5-37,2 1,1 0,6-2,0 1,9 1,2-3,2 4,3 2,8-6,4

5–6 21,5 10,6-38,7 47,9 24,3-72,4 1,9 0,3-10,2 5,5 1,5-17,9 2,7 0,8-8,7

Zona

Urbana 23,5 18,7-29,0 35,5 32,7-38,5 1,4 1,2-1,7 1,8 1,2-2,8 4,3 3,1-5,8

Rural 30,9 25,9-36,3 21,9 18,5-25,7 3,1 2,2-4,4 1,8 1,0-3,1 13,9 10,8-17,8

Región

Atlántico 26,3 22,6-30,2 34,5 29,8-39,4 1 0,6-1,7 0,9 0,4-1,7 4,2 3,1-5,7

Oriental 25,4 17,8-34,7 31 22,9-40,5 2,2 1,1-4,6 2,1 1,7-2,5 10,5 7,5-14,7

Central 31 27,9-34,3 30,7 25,7-36,2 2,2 1,6-3,1 1,3 0,5-3,5 5,2 2,7-9,9

Pacífico 21,4 14,4-30,5 27,8 23,6-32,4 1,9 1,3-2,8 2,2 1,8-2,9 8,2 3,9-16,2
Orinoquia y 33,4 16,4-56,2 41,2 31,1-52,2 0,5 0,1-1,7 0,8 0,3-1,8 3,3 1,6-6,6
Amazonia

Bogotá 17,6 17,6-17,6 38,9 38,8-39,0 1,6 1,6-1,6 3 3,0-3,0 4,8 4,8-4,9

Ciudades principales

Medellín 34,4 34,4-34,4 29 29,0-29,0 2,1 2,1-2,1 0,3 0,3-0,3 2,4 2,4-2,4

Cali 15,9 15,5-16,3 29,8 29,1-30,4 1,7 1,6-1,7 3 3,0-3,0 4,9 4,8-5,0

Barranquilla 20 20,0-20,0 46,7 46,7-46,7 1,8 1,8-1,8 1,7 1,7-1,7 4,5 4,5-4,5

Régimen seguridad social

Contributivo 19,9 15,5-25,1 37,2 34,5-40,0 1,2 0,8-1,7 2,2 1,4-3,4 5,5 4,0-7,4

Subsidiado 30,1 26,2-34,4 28,4 25,1-31,9 2,4 1,8-3,3 1,5 1,0-2,2 7,2 5,4-9,7

De excepción / 20,9 15,7-27,3 33,9 25,9-42,9 0,1 0,0-0,4 0,4 0,1-1,5 12,8 5,4-27,6
Especial 0,0-0,4 1,7 0,6-4,4
43,6 28,9-59,6 3,9 1,9-7,8 5,7 2,4-12,9 0
No afiliado

Plan complementario

Sí 19 12,8-27,3 32,2 27,0-37,8 1,8 0,7-4,1 2,4 0,9-6,5 3 1,7-5,2

No 20,3 16,2-25,1 38,4 35,2-41,7 1 0,6-1,8 2,1 1,3-3,3 6,3 4,8-8,1

450 Resultados Sección 3.7

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Ingresos 28,1 24,1-32,5 30,6 27,2-34,2 2 1,7-2,4 1,8 1,1-2,7 6,9 5,3-9,1
<1 SMMLV 21,8 16,0-29,1 35 31,0-39,3 0,9 0,6-1,4 2,1 1,2-3,8 4,8 3,2-7,0
1 -2 SMMLV 0,9 0,3-2,8 0,5 0,2-1,0 8,3 4,3-15,4
3-4 SMMLV 18 14,9-21,5 27,4 18,3-38,9 1,9 0,4-9,1 0,5 0,1-3,7 3,3 1,5-7,1
15,6 7,0-31,1 50,2 27,6-72,7 0,9 0,3-2,3 1,0-9,2 3,6 2,1-6,2
Más de 4 SMMLV 21,9 13,4-33,7 32,1 16,8-52,6 1,8 1,5-2,2 3 1,2-2,6 6,4 4,9-8,3
NS/NR 25,1 21,0-29,8 32,5 29,4-35,8 1,8

Total

Continuación Tabla 15

Tuvo Mucho trámite Responsabili- No quiso ir Creyó que no lo
en EPS/IPS dades familia- necesitaba
Variable problemas de
transporte res

% IC 95% % IC 95% % IC 95% % IC 95% % IC 95%

Estrato

1 1,8 1,3-2,4 1 0,6-1,6 1,1 0,7-1,7 17,9 15,6-20,4 11,3 8,9-14,1

2 1,3 0,7-2,3 1,1 0,7-1,6 2,8 2,0-3,9 22,7 19,1-26,9 10,4 8,8-12,3

3 -4 0,6 0,3-1,3 2,5 1,2-5,4 2,9 1,9-4,2 22,1 19,2-25,4 11,4 8,4-15,3

5–6 0 0,2 0,0-1,3 6,9 1,8-22,7 22,5 11,3-39,7 4,3 1,6-11,2

Zona

Urbana 0,7 0,5-1,0 1,5 0,8-2,7 2,6 1,9-3,5 22,1 19,7-24,8 10,1 8,8-11,7

Rural 2,8 1,5-4,9 1,3 0,6-2,7 1,8 1,1-3,0 17,7 14,0-22,2 13,3 10,2-17,1

Región

Atlántico 0,8 0,6-1,1 0,5 0,3-1,0 1,9 0,9-3,9 17,9 14,9-21,3 12,6 9,5-16,7

Oriental 1,6 0,9-2,6 1,7 1,3-2,4 1,9 1,3-2,7 21 15,8-27,4 12,1 8,7-16,6

Central 0,6 0,3-1,2 0,7 0,4-1,2 1,8 1,5-2,2 19,7 17,7-21,8 9,2 7,3-11,6

Pacífico 2,3 0,8-6,3 1,6 0,8-3,6 3,8 2,8-5,1 23,1 19,4-27,2 12,1 10,9-13,4
0,6 0,2-1,8 0,6 0,3-1,3 1,6 0,8-3,3 18,1 12,7-25,3 6,1 4,2-8,7
Orinoquia y
Amazonia

Bogotá 1 1,0-1,0 3,3 3,2-3,3 3,2 3,2-3,2 25,6 25,5-25,7 9,1 9,1-9,1

Ciudades principales

Medellín 0,2 0,2-0,2 0,8 0,8-0,8 2 2,0-2,0 22,3 22,3-22,3 7,7 7,7-7,7

Cali 1,1 1,1-1,2 0,6 0,6-0,7 2,9 2,8-3,0 26,7 26,6-26,8 12,7 12,6-12,8

Resultados Sección 3.7 451

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Barranquilla 1 1,0-1,0 0,4 0,4-0,4 1,5 1,5-1,5 12 12,0-12,0 8,1 8,1-8,1

Régimen seguridad social

Contributivo 1 0,7-1,4 1,7 0,8-3,8 2,8 2,0-3,9 22 18,7-25,7 10,9 9,2-12,8

Subsidiado 1,4 1,0-2,1 1,2 0,8-1,8 1,7 1,2-2,3 20,5 18,4-22,7 10,9 9,2-12,9

De excepción / 1,2 0,2-6,0 1,3 0,5-3,3 12 4,7-27,4 15 6,9-29,6 10,1 3,9-23,7
Especial

No afiliado 0 0,4 0,1-2,1 0,3 0,0-2,4 25,5 9,9-51,6 6,2 3,0-12,3

Plan complementario

Sí 1,1 0,4-3,2 6,7 2,1-19,5 2,7 1,0-6,7 24,5 19,4-30,4 9,1 6,2-13,0

No 1 0,7-1,4 0,8 0,5-1,3 3,3 2,3-4,6 21,3 18,2-24,8 10,8 9,3-12,4

Ingresos

Menos de un 1,4 0,9-2,0 1,7 0,8-3,5 2,2 1,5-3,3 19,7 17,3-22,3 10,1 8,3-12,1
SMMLV

1-2 SMMLV 1 0,5-2,0 1 0,7-1,4 2,3 1,7-3,0 23,2 18,6-28,5 10,6 7,8-14,1

3-4 SMMLV 0,4 0,2-0,9 3,2 1,8-5,5 7 3,3-14,3 26,3 22,6-30,3 16,1 14,1-18,4

Más de 4 SMMLV 1 0,1-6,4 2,3 0,6-8,3 2,1 0,2-15,9 14,2 6,5-28,1 13,6 9,1-19,8

NS/NR 0 0,2 0,1-0,7 3,3 1,0-10,4 18,5 12,3-26,9 14,1 6,6-27,6

Total 1,2 0,8-1,7 1,5 0,9-2,4 2,4 1,9-3,1 21,1 18,8-23,6 10,9 9,4-12,5

* El error de estimación para esta región es mayor al diseñado para el muestreo

Respecto a los eventos de hospitalización en la po- ciones en el último año (13,5% IC95% 12,4-14,8),
blación se indagó la ocurrencia de hospitalizacio- así como en quienes tienen menor nivel educativo
nes en el último año y la frecuencia de hospitaliza- (13,9% IC95% 11,7-16,4).
ciones mayores a dos días y a 14 días (Tabla 16).
Se encontró que el12,9% (IC95% 11,6-14,4) de las El 16,8% (IC95% 13,9-20,2) de la población refirió
personas adultas mayores del país estuvo alguna haber tenido hospitalizaciones mayores a dos días
vez hospitalizada en el último año. Esta prevalencia en el último año. Se encontró que esta prevalencia
de hospitalizaciones fue mayor en mayores de 75 fue mayor en hombres (22,2% IC95% 16,1-29,8).
años. Específicamente, en las personas de 75 a 79 Los que menos estuvieron hospitalizados por más
años fue 17,9% (IC95% 14,4-22,1), entre aquellos de dos días residían en las regiones de Orinoquia
de 80 a 84 años fue de 18,1% (IC95% 15,9-20,6) y Amazonia (8,9% IC95% 2,2-30,3) y en Bogotá
y en los mayores de 85 años fue de 17,5% (IC95% (8,9% IC95% 8,7-9,2), eran solteros (9,8% IC95%
13,6-22,2). En cuanto a los ingresos económicos, 5,5-17,0) y tenían ingresos mayores a cuatro sala-
en la población que recibe menos de un salario mí- rios mínimos (1% IC95% 0,1-9,9) (Tabla 16).
nimo se observó mayor frecuencia de hospitaliza-

452 Resultados Sección 3.7

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Las hospitalizaciones prolongadas (mayores a 14 de hospitalizaciones prolongadas (9.6% IC95%
días) se presentaron en 15,3% (IC95% 11,7-19,5) 9,5-9,6), así como las personas con nivel educativo
de las personas adultas mayores. Se observó que universitario o postgrado (3,8% IC95% 1,1-12,8).
quienes viven en Cali tuvieron menor ocurrencia

Tabla 16. Distribución de la frecuencia de hospitalizaciones durante el
último año y tiempo de hospitalización en población adulta mayor.

Hospitalización en el Frecuencia hospitaliza- Tiempo hospitalización
último año ción en un año

Variable Sí Más de 2 días Más de 14 días
% IC 95% % IC 95% % IC 95%
Edad
60 - 64 10,1 8,4-12,0 10,6 7,2-15,5 13,8 8,9-20,6
65 - 69 11,8 10,5-13,2 11,7 7,6-17,7 11 7,4-16,0
70 - 74 12,5 9,9-15,7 22,2 16,0-30,0 11,2-22,6
75 - 79 17,9 14,4-22,1 25,1 14,8-39,1 16,1 8,0-21,8
80 + 18,1 15,9-20,6 20,4 13,9-29,0 13,5 14,0-35,9
23,2
Zona 
Urbano 13,7 12,1-15,5 16,9 13,7-20,7 15,8 13,4-18,5
Rural 10,3 8,7-12,1 18,3 11,8-27,2 12,2 7,5-19,4

Región  13 11,0-15,2 16,3 11,7-22,4 15,9 8,6-27,5
Atlántico 14,2-21,2 19 15,8-22,7
Oriental 12,3 10,9-13,7 17,4 15,9-24,6 13,0-16,7
Central 17,9-23,4 14,8
Pacífico 15 12,4-18,1 19,9 11,9 9,5-14,8
2,2-30,3 15,1 7,8-27,2
Orinoquia y Amazonia* 12,4 11,3-13,5 20,5 8,7-9,2 14,5 14,3-14,8
Bogotá
14 11,3-17,2 8,9
Ciudades principales
Medellín 11 11,0-11,0 8,9
Cali
19 19,0-19,0 21,3 21,3-21,3 16 16,0-16,0
Barranquilla 12,6 12,4-12,9 23,9 23,4-24,4 9,6 9,5-9,6
16,6-16,6 33,9
15 15,0-15,0 16,6 33,9-33,9

Resultados Sección 3.7 453

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Ingresos 13,5 12,4-14,8 15,1 11,4-19,8 15,2 11,7-19,5
<1 SMMLV 14,0-29,9 16,9 13,9-20,4
1 -2 SMMLV 12,8 9,3-17,4 20,8
3-4 SMMLV 0,9-14,6 6,5 2,7-14,6
6,6 4,8-9,0 3,7 0,1-9,9 9,6 1,5-42,9
Más de 4 SMMLV 8,2 2,6-23,1
NS/NR 5,6 2,2-13,8 1 3,1-28,1 15,3 13,1-17,7
13,9-20,2
Total 9,5 5,3-16,5 10

12,9 11,6-14,4 16,8

* El error de estimación para esta región es mayor al diseñado para el muestreo

Finalmente, en la Encuesta SABE Colombia se in- No se observaron diferencias en las variables que
dagó la satisfacción de la población con los servi- podrían determinar percepciones diferentes de sa-
cios de salud recibidos. Se encontró que más de tisfacción, tales como régimen de seguridad social,
la mitad de las personas adultas mayores (55,7% estrato socioeconómico o nivel educativo.
IC95% 53,1-58,4) considera que la atención recibida
es muy buena o buena, seguido de 32,8% (IC95%
30,2-35,5) que consideran que la atención recibida
en los últimos cuatro meses fue regular o muy mala.

454 Resultados Sección 3.7

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Discusión

Los resultados de la Encuesta SABE Colombia mostraron que, de manera similar a otros países
de América Latina, existe alta necesidad de atención en las personas adultas mayores y que el
acceso a servicios aún tiene barreras de tipo individual, comunitario, económico, social y cultural.
Específicamente, en este estudio se encontró que las barreras de acceso a diferentes servicios
de salud se presentan en población de estrato socioeconómico y nivel educativo bajo.

Respecto al uso de servicios ambulatorios, la tercera parte de la población solicitó atención du-
rante el último mes. Entre quienes consultaron se observó que la mayor proporción de personas
se encuentra en los estratos más altos y que tienen planes complementarios de salud. La mayor
parte de las consultas se reportó a los servicios de medicina general y especializada. No obstan-
te, son los adultos mayores de estratos altos y que cuentan con planes complementarios de salud
quienes solicitan servicios diferentes (odontología, optometría); por el contrario las personas que
no se encuentran afiliadas prefieren acceder a tratamientos alternativos. La población que decide
no consultar a ningún servicio de salud refirió que su condición de salud no requiere atención,
que existen demasiados trámites y que el nivel de calidad en la atención no es bueno, lo cual
evidencia barreras relacionadas con el acceso potencial y con la satisfacción frente a los servicios
recibidos (10).

Alrededor de 10% de la población no recibió atención cuando la solicitó. Al respecto se presenta-
ron diferencias según sexo, estrato socioeconómico, región y ciudad de residencia. Se observó
menor oportunidad de atención en personas de estratos bajos y en las mujeres se consideró que
la solicitud de atención no era pertinente. En las zonas costeras del país se presentaron mayores
dificultades y demoras en la consecución de las citas médicas. Otras encuestas relacionadas con
acceso han mostrado que la oportunidad de atención está determinada por el tipo de asegura-
miento y el nivel económico de la población (25-28).

En cuanto a la prescripción de medicamentos y otros procedimientos derivados de la consulta
médica también se encontraron barreras de acceso, en su mayoría más relacionadas con carac-
terísticas propias del Sistema de Salud (disponibilidad, costos, recursos), que con características
propias de la población a quien se prescribieron los medicamentos o procedimientos; por esto la
prescripción de medicamentos en las personas adultas mayores es uno de los retos a los que se
enfrenta la salud pública (29, 30).

Discusión Sección 3.7 455

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Se ha identificado que en población adulta mayor se presenta un mayor gasto de bolsillo en me-
dicamentos; además, debido a la transformación en los perfiles de soporte social relacionados
con cambios en la estructura y composición familiar, la atención a las necesidades de consumo
de medicamentos de la persona adulta mayor tiende a ocurrir en un marco de restricciones fami-
liares y sociales (31-33).

En este estudio se observó que a pesar de que en un 80% de la población consultante se prescri-
ben medicamentos, la proporción de entrega parcial o de no entrega oscila entre 10% y 16%. Este
fenómeno se concentra en personas de estrato socioeconómico bajo, con menor nivel educativo
y en residentes en la Orinoquia y Amazonia. Al evaluar la estrategia de entrega de medicamentos
en casa se encontró que la proporción de personas que recibe de manera efectiva este servicio
es baja y en su mayoría son personas residentes en la zona Central del país y de estrato socioe-
conómico alto, en quienes las barreras económicas o geográficas para obtener los medicamentos
no se han identificado como un factor determinante (14,34). En general, las razones que manifes-
taron las personas adultas mayores para no acceder a los medicamentos, en su mayoría, están
relacionadas con el alto costo y la poca disponibilidad de los mismos.

En más de la mitad de la población se prescribieron pruebas de laboratorio clínico u otras prue-
bas diagnósticas después de la consulta médica. Se observó que la frecuencia de formulación de
pruebas diagnósticas es mayor en las mujeres, en personas de estratos altos y de mayor nivel
educativo. Para las personas incluidas en este estudio, la importancia de practicarse las pruebas
prescritas es alta, pues alrededor del 80% las han realizado. Las personas que no se realizaron
ninguna de las pruebas formuladas en la consulta pertenecen en su mayoría al régimen subsidia-
do o no tienen cobertura de afiliación; las razones principales para no realizar la prueba diagnós-
tica se relacionaron con los altos costos de los exámenes y la poca disponibilidad de los mismos
en su sitio de residencia.

Dada la importancia de la atención integral en los adultos mayores, en la Encuesta SABE Colom-
bia se indagó acerca de la oportunidad de atención integral y preventiva. Al respecto se exploró
la frecuencia de atención por otros profesionales de salud, la participación en programas de
actividad física, los motivos para no participar en este tipo de actividades y la satisfacción de los
usuarios con los servicios de salud recibidos.

En relación con la oportunidad de atención integral y preventiva, se observó una baja frecuencia
de atención por profesionales de otras áreas. Esto hace evidente el déficit de atención en una
población que presenta prevalencias elevadas de alteraciones odontológicas, trastornos visuales,
deterioro cognoscitivo, discapacidad y malnutrición, entre otras. En este estudio no se observaron
diferencias en cuanto a estrato socioeconómico o tipo de afiliación y la asistencia a consulta con

456 Discusión Sección 3.7

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

otros profesionales o actividades preventivas. Las diferencias se presentaron en cuanto al nivel
educativo de la población, evidenciando que las personas con mayor nivel educativo asisten de
manera más frecuente a este tipo de actividades. Lo anterior puede estar relacionado con la
percepción diferencial de riesgo en población con mayores oportunidades de educación (35-37).

En este estudio solamente 10% de los adultos mayores reportó asistirá programas de actividad
física. Esta prevalencia resulta muy baja, dado el perfil de riesgo de la población adulta mayor
en América Latina (38-41).Se encontró además que el nivel educativo determinó en gran medida
la participación en esta actividad, pues las personas con nivel educativo más alto tuvieron una
frecuencia de asistencia mayor. En otros estudios se ha evidenciado que existen desigualdades
por sexo, nivel socioeconómico y nivel educativo (41). Dentro de las razones más frecuentes para
no asistir a programas de actividad física se encontró que el médico no remite a la población a
grupos de actividad física; esto tiene relación con la baja percepción de riesgo y necesidad de
atención preventiva en los adultos mayores (42-44).

En cuanto a los servicios de hospitalización en adultos mayores se observó que la edad deter-
mina de manera importante la necesidad de ser hospitalizado, pues se encontraron mayores
frecuencias en población mayor de 75 años. Quienes tuvieron hospitalizaciones durante el último
año pertenecen al estrato socioeconómico y nivel educativo más bajo. Lo anterior podría, al me-
nos en parte, tener relación con el menor acceso a consultas médicas y actividades preventivas,
así como con un bajo seguimiento de las recomendaciones dadas en estas consultas (45,46). Re-
sultados de estudios recientes han mostrado que la percepción de tener una mayor edad predice
la ocurrencia de eventos de hospitalización; este hallazgo se ha asociado con el nivel educativo
de las personas (46,47).

Finalmente, uno de los factores importantes en la evaluación del acceso a los servicios de salud
es la satisfacción de los usuarios, para definir continuidad en la prestación de los servicios (9).
En la Encuesta SABE Colombia más de la mitad de la población encuestada consideró que la
atención recibida en los últimos cuatro meses fue buena o muy buena; por el contrario, cerca de
30% de los adultos opinaron que la atención recibida fue de baja calidad. Este hallazgo es con-
sistente con otras encuestas de satisfacción con atención en salud en las que se evidencia que la
mayoría de las personas valora ampliamente la comunicación que establece con el médico o los
demás profesionales de salud, además de que los usuarios de los servicios otorgan importancia
a la facilidad de acceso y al menor tiempo de espera (48,49).

Discusión Sección 3.7 457

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462 Referencias





4.

CAPITULO

PRINCIPALES HALLAZGOS Y
RECOMENDACIONES A LA POLíTICA PúBLICA

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Los resultados de la Encuesta SABE Colombia ponen de manifiesto diferentes tipos de brechas
sociales entre las personas adultas mayores del país. En particular, entre las personas adultas
mayores existen inequidades en las condiciones socioeconómicas, en las viviendas y su entorno,
en la participación y el apoyo social, en sus condiciones de bienestar/enfermedad y en el acceso
a los servicios sociales y de salud. Esta situación es más crítica para las mujeres, para la per-
sonas de más años de edad, para quienes viven en áreas rurales y en zonas con menor estrato
socioeconómico, para personas con piel oscura y para quienes viven en regiones diferentes a
Bogotá, especialmente en la Orinoquia/Amazonia y en la región del Atlántico.

A la luz de las mútliples dimensiones de las desigualdades observadas en la SABE Colombia,
y en coherencia con la Política Nacional de Envejecimiento y Vejez 2007-2019, es necesario
abordar estas diferencias con una aproximación de protección social integral, en la que se con-
sideren estrategias de manejo social del riesgo que prevengan, mitiguen y permitan superar las
consecuencias de dichas inequidades. En particular, el diseño de estrategias de intervención con
un abordaje intersectorial debe trascender al sector salud para que se procure garantizar la segu-
ridad económica, la vivienda y los entornos saludables, la seguridad alimentaria, el acceso a los
servicios de salud, a la promoción y la asistencia social y el derecho a una vida digna.

Una política pública centrada en la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad re-
quiere un abordaje de ciclo de vida y hacer énfasis en reducir en las nuevas generaciones las
brechas relacionadas con el género, la etnia, la posición social y las diferencias geográficas.
Obliga además promover el acceso a la educación, al empleo formal y calificado, a los sistemas
de protección social, de promoción y prevención en salud.

Se necesita, entonces, avanzar hacia la garantía del acceso a la educación de calidad básica,
media, secundaria, técnica y superior independiente del sexo y del nivel socioeconómico. Un
mayor nivel educativo contribuiría a la generación de ingresos a través del desempeño de acti-
vidades más calificadas, un mayor acceso al empleo formal, la obtención de mayores niveles de
ingresos y la seguridad económica. Es perentorio mejorar la cobertura y continuidad de la pobla-
ción que cotiza a pensión, a la vez que se fortalezcan las estrategias de generación de empleo y
de ingresos para todas las etapas de la población en edad de trabajar.

No obstante el trabajo que se requiere realizar para la prevención de la perpetuación de los
déficits presentados en esta encuesta, es necesario mitigar y contribuir a superar su presencia
y consecuencias en la población que ya es adulta mayor. En particular, es necesario mejorar la
cobertura de los programas de protección social, dado el alto porcentaje de la población que no
recibe ingresos. De esta manera, es perentorio que los subsidios en efectivo y en especie alcan-
cen a la población adulta mayor en condiciones de vulnerabilidad.

466 Principales Hallazgos y Recomendaciones a la Politica Pública

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

En particular, se debe fortalecer la cobertura de programas alimentarios, de condiciones de vi-
vienda y de apoyo y participación social, especialmente en personas adultas mayores de estratos
socioeconómicos bajos y residentes en la zona rural. Es preciso tener en cuenta que esto exige
la articulación de programas intersectoriales para optimizar los resultados y la asignación de los
mismos entre la población teniendo en cuenta criterios que permitan discriminar las diferencias
que puedan existir dentro de los diferentes grupos poblacionales.

Si bien los resultados de la Encuesta mostraron en promedio peores condiciones en la población
adulta mayor residente en regiones diferentes a Bogotá, es prudente considerar que al interior de
cada región existen diferencias que requieren ser consideradas en la priorización de las iniciativas
por implementar. No toda la población de Bogotá está libre de tener condiciones de vulnerabilidad
ni toda la población de fuera de la capital del país es vulnerable.

Además de considerar la integralidad de las coberturas, es perentorio aumentar el valor de los
subsidios entregados, de manera que sea factible asegurar las necesidades alimentarias, de
salud, recreación, vivienda y de vestuario de sus beneficiarios. En aras de garantizar el éxito de
estos programas es necesario considerar su evaluación periódica, de manera tal que se puedan
identificar los factores que facilitan y limitan la efectividad de las acciones diseñadas.

Como parte de las estrategias intersectoriales es necesario fortalecer aquellas orientadas a ga-
rantizar viviendas en condiciones adecuadas. En particular, es de suma importancia mejorar el
acceso a servicios públicos, contribuir a mejorar los materiales de la vivienda de la población de
estratos socioeconómicos bajos y de quienes viven en áreas rurales. En este sentido, es necesa-
rio garantizar programas de mejoramiento de condiciones de las viviendas, principalmente a tra-
vés de subsidios y créditos que no pongan en riesgo la seguridad económica de los beneficiarios.

Es perentorio lograr la articulación real con los sistemas de transporte públicos de manera que se lo-
gre sino la gratuidad, al menos tarifas diferenciales para la población adulta mayor. De esta manera,
se podría favorecer el acceso y la participación a servicios que promuevan el envejecimiento activo.
En este punto, es de vital importancia considerar la construcción y modificiación de la infraestructura
que facilite la movilidad de la población adulta mayor con mayor autonomía y seguridad.

Así mismo, es necesario realizar sensibilización frente a los procesos de construcción de edifi-
caciones, tanto a nivel de las instituciones como de las familias, para garantizar la seguridad y
el bienestar de la población adulta mayor. En particular, es necesario considerar los riesgos a la
población adulta mayor inherentes al diseño de las viviendas y los derivados de las exposiciones
generadas en el diario vivir.

En cuanto a las condiciones específicas que afectan la salud, la población adulta mayor colombia-
na tiene una gran carga de morbilidad debida principalmente a enfermedades cardiovasculares,

Principales Hallazgos y Recomendaciones a la Politica Pública 467

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

condiciones crónicas en órganos de los sentidos y síntomas depresivos. Las mujeres presentan
una mayor carga en comparación con los hombres. En ese sentido, es clave implementar y forta-
lecer programas de promoción de la salud y prevención de la discapacidad.

El 85% de la población encuestada reportó padecer más de una condición crónica de salud.
Esta situación está asociada no solo con los cambios relacionados con el envejecimiento, sino
con el aumento de las enfermedades crónicas en los países de bajos y medianos ingresos como
Colombia. Lo anterior demanda un abordaje integral en la atención ofrecida al adulto mayor en
los diferentes servicios.

La población femenina reportó una mayor ocurrencia de multimorbilidad (esto es, dos o más en-
fermedades simultáneamente) en comparación con los hombres. Esta observación adicionalmente
se correlacionó con una mejor autopercepción de la salud en los hombres en comparación con las
mujeres. Lo anterior sugiere la necesidad de revisar tanto el acceso a los servicios por parte de la
población femenina como las condiciones que están generando mayor morbilidad en las mujeres.

El patrón de ocurrencia observado en las enfermedades crónicas se asemeja más al observado
en países de altos ingresos. Tanto la prevalencia de hipertensión arterial como de diabetes fueron
más altas que la identificadas en otros países de América Latina. Esto plantea varios retos rela-
cionados con la atención de esta población y con la prevención de estas condiciones. En relación
con la atención, el control de las enfermedades crónicas requiere de programas especiales para
el adulto que le faciliten modular las condiciones ambientales y biológicas que potencian la pre-
sencia de estas enfermedades. Es decir se trata no solo de garantizar el acceso a medicamentos
sino de la modulación de los factores más fuertemente asociados a estas condiciones como son
la dieta y la actividad física.

Sin embargo, la ocurrencia de las enfermedades crónicas cardiovasculares y de hipertensión
fue mayor en la zona urbana que en la zona rural, lo cual está acorde con la influencia de la ur-
banización en el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares, en gran parte atribuible a la
disminución en la actividad física y a dietas altas en grasas y carbohidratos.

La prevalencia de hipertensión demanda una intervención desde etapas tempranas en la vida.
Es reconocido que las intervenciones relacionadas con el control de los factores de riesgo para
el desarrollo del aumento de las cifras de presión arterial pueden contribuir a la disminución de
la prevalencia de este factor de riesgo. No obstante, el porcentaje observado de población hiper-
tensa con cifras de presión arterial controlada es bajo. Las consecuencias de un pobre control
no solo están asociadas con la mortalidad por enfermedad cardiovascular sino también con la
morbilidad y discapacidad derivada de la enfermedad cardiovascular. Por lo anterior, se requiere
una revisión de los programas de hipertensión que atienden al adulto en relación con los objetivos
terapeúticos y las metas definidas para esta población.

468 Principales Hallazgos y Recomendaciones a la Politica Pública

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

La prevalencia de Diabetes mellitus es más cercana a la observada en países de alto ingreso
que la observada en otros países de América Latina, con excepción de México. Adicionalmente,
los niveles de glicemia documentados muestran una población en estado prediabético. Es decir
que la población adulta mayor está a riesgo de desarrollar diabetes. Similar a lo expresado para
hipertensión arterial se requiere de una intervención tanto en la provisión de medidas terapeúticas
como en la modulación de los factores que contribuyen al desarrollo de diabetes. En esta condi-
ción particular, se recomienda una intervención en la población clasificada como prediabética, en
la cual es posible modular el desarrollo de la enfermedad independiente de la edad.

Las enfermedades cardiovasculares más frecuentes fueron las que comprometen el corazón,
mientras la enfermedad cerebro-vascular tuvo una prevalencia menor. Esto plantea un abordaje
preventivo orientado a esta condición en particular. Aunque la enfermedad isquémica cardíaca y
la enfermedad cerebro-vascular están dentro un mismo grupo de enfermedades el impacto de los
factores de riesgo es diferente para cada entidad.

La población adulta mayor requiere además una atención integral que involucre aspectos relaciona-
dos con la salud mental. La alta frecuencia de síntomas depresivos soportan esta recomendación.
En particular, la alta prevalencia de enfermedades relacionadas con trastornos cognitivos en los
estratos bajos amerita el fortalecimiento de las estrategias preventivas en este grupo poblacional.

De otra parte, la frecuencia observada de alteraciones a nivel de órganos de los sentidos está
dentro de las cifras esperadas en relación con el envejecimiento y va en aumento en cifras ab-
solutas. En consecuencia, los programas de atención requieren la inclusión de programas que
permitan la rehabilitación y recuperación, pues la disfunción a nivel de los sentidos deteriora la
calidad de vida del adulto mayor, limita la funcionalidad y genera aislamiento.

La prevalencia de cáncer fue menor a la observada en países de altos ingresos y más relacionada con
países de bajo ingreso. La alta frecuencia de cáncer de cérvix en la mujer y de próstata en el hombre
refleja la necesidad de fortalecer la prevención de estas condiciones a edades más tempranas.

Las brechas sociales se manifiestan también en el acceso a tratamientos. Específicamente, el
acceso a medicamentos y atención de los condiciones crónicas fue mayor en la personas perte-
necientes a estrato socio-económico alto y en aquellas con mayor nivel educativo.

Las condiciones encontradas tienen un alto potencial de ser prevenidas, pero adicionalmente
demandan el desarrollo servicios de atención integrales para el adulto mayor. Se requiere una
revisión en las estrategias de detección y tratamiento con el objeto de mejorar el acceso en la
población perteneciente a estratos socio-económicos bajos.

Uno de los temas importantes en cuanto a calidad de vida es en qué condiciones se está llegan-
do a la vejez. Las cifras y los análisis muestran que la mayoría de las personas adultas mayores

Principales Hallazgos y Recomendaciones a la Politica Pública 469

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

tienen problemas en aspectos que son básicos para una vida digna, están llegando sin recursos
económicos, es decir su calidad de vida se encuentra comprometida. Las voces de las personas
adultas mayores en Colombia claman por ingresos, alimentación, pensión, vivienda, participa-
ción, salud y acceso a servicios de calidad; más que enunciaciones son necesidades que brotan
de las situaciones que se viven en la diferentes regiones de Colombia, no son conceptos fosiliza-
dos sino vivencias reales, que emergen de las experiencias, las cifras muestran lo mismo.

Aquí se encuentran relaciones directas con las políticas como disposiciones y las experiencias
como los acontecimientos mismos que deben ser intervenidos. Según el Plan Decenal de Salud
Pública de 2012-2021, la calidad de vida se explica mediante la combinación de las condiciones
de vida que se poseen y la satisfacción con la vida que las personas experimentan. El primer
componente hace referencia a tener los medios o condiciones necesarios para la satisfacción de
las necesidades humanas; y el segundo, a estar o sentir agrado o bienestar, en el plano físico y
psíquico. Las personas adultas mayores colombianas no tienen ni lo uno ni lo otro. Las desigual-
dades en la sociedad limitan las posibilidades de desarrollo y de gozar de buena salud en todas
las etapas del ciclo de vida. Es por esto que frente a estas diferencias injustas que determinan el
grado de desarrollo social y la salud de las personas, el Estado debe garantizar una respuesta
equitativa que garantice unas condiciones de vida que favorezcan el desarrollo humano.

Las personas mayores no están preparadas económicamente para la vejez, y su situación laboral
después de los 60 años refleja las dificultades económicas que enfrenta la mayoría. Hacemos
dos recomendaciones para enfrentar este fenómeno: En primera instancia, diseñar y aplicar po-
líticas específicas para que las cohortes más jóvenes –el actual bono demográfico– lleguen más
preparadas económicamente para la vejez. Adicionalmente, es imperativo hacer los cambios ne-
cesarios para mejorar la situación laboral y económica de las personas mayores en la actualidad.

Personas cuidadoras familiares

El acto de cuidar no es propio de la vejez, se puede requerir asistencia o cuidado de otras per-
sonas en diversas etapas de la vida. Sin embargo, independiente de la edad, la diferencia radica
en el tipo de cuidado requerido, las habilidades, competencias del cuidador, el tiempo destinado
al cuidado, las actividades específicas que requieren cuidado y la condición de salud no solo del
usuario sino también del cuidador.

El estudio de caracterización de las personas cuidadoras familiares de personas adultas mayo-
res realizado en la SABE Colombia es el primero de esta envergadura que se realiza en el país.
Aunque el tipo de muestreo no permite la generalización de los resultados, ni la desagregacion
regional, el estudio aporta elementos suficientes para la comprensión de la situación de los cui-

470 Principales Hallazgos y Recomendaciones a la Politica Pública

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

dadores y la implementación de programas de atención y formación a este grupo de personas.
Adicionalmente, posibilita el cumplimiento de algunas metas de la Política Colombiana de Enve-
jecimiento y Vejez 2007-2019.

La caracterización de las personas cuidadoras se puede resumir de la siguiente manera: Se tra-
ta de mujeres, hijas, casadas o solteras, con edad promedio de 49 años, la mayoría vive con la
persona a la que cuida, cotiza al Sistema de Salud, pero solo una pequeña proporción lo hace al
régimen de pensiones. Cerca de la mitad ejerce simultáneamente un trabajo diferente al cuidado;
una muy pequeña proporción recibe salario, recompensa o ayuda económica por sus labores de
cuidado y más de la tercera parte los invierte en los gastos que demandan el cuidado o la persona
cuidada. Se sienten saludables, aunque reportan síntomas como pérdida de memoria y fatiga. La
propia iniciativa es la razón principal para cuidar. Salir a la calle, hacer compras, ir al médico son
las actividades de ayuda que realizan con mayor frecuencia. La gran mayoría cuida todos los días.

Al igual que en América Latina, la feminización del cuidado es una realidad en el contexto colombiano.
Esta feminización del cuidado implicará, por una parte, el riesgo de que la mujer entre en un círculo de
pobreza, dado que no recibe ingresos por este concepto y no cotiza al sistema de pensiones.

Los hallazgos en los diferentes componentes del estudio SABE Colombia cobran mayor relevan-
cia cuando se analizan desde sus diversas interacciones. Por ejemplo, en lo que refiere a cuida-
dores, la feminización del cuidado y la discapacidad en la vejez, pueden potenciarse conforme
avanza la edad, causando un incremento en la posibilidad de tener limitación funcional especial-
mente en las mujeres. En consecuencia, el abordaje del envejecimiento y la vejez y de aquellas
personas que cuidan a quienes envejecen, requiere de un gran enfoque diferencial que impacte
la salud de la mujer en su trayectoria de vida.

Lo anterior requiere de planes, programas y proyectos de gobierno desde un enfoque social y de
salud de manera que se favorezcan rutas de atención diferencial para la detección temprana, la
psico educación a familiares y el reconocimiento y cuidado de los cuidadores. De igual manera,
es importante dentro de la promoción de la corresponsabilidad del cuidado, brindar herramientas
que faciliten el empoderamiento de los hombres en el cuidado de la persona adulta mayor dentro
de un nuevo “deber ser” del comportamiento masculino. Adicionalmente, las relaciones interge-
neracionales son fundamentales en la atención a las personas adultas mayores en nuestro país,
incluso podría ser más importante que el cuidado de los cónyuges o parejas.

El cuidado en Colombia es una preocupación social reciente. Hoy en Colombia los estudios des-
criben que hay incremento de las personas mayores que requieren ser cuidados por familiares y
mayor demanda de cuidado institucional. La casi totalidad de la población encuestada (cuidador
familiar y cuidador institucional) no ha recibido capacitación ni formación por parte de institucio-
nes de educación formal o de educación para el trabajo para ejercer la labor de cuidado, lo cual

Principales Hallazgos y Recomendaciones a la Politica Pública 471

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

incrementa su vulnerabilidad. Esto refleja claramente la necesidad de formación de cuidadores
para la persona adulta mayor, y requiere de un trabajo en red que involucre academia, entidades
de salud, sector público, privado y adultos mayores para así garantizar el intercambio no solo de
las necesidades sino también de los beneficios para quienes reciben y brindan cuidado.
La Política Nacional de Envejecimiento y Vejez, 2007-2019, como parte de la línea estratégica
sobre formación del talento humano, establece nueve líneas de acción relacionadas con el desa-
rrollo de planes de formación de recursos humanos en Gerontología y G eriatría, la formación
de recurso humano técnico y auxiliar orientado al manejo de población adulta mayor dependiente
y el desarrollo de estrategias de capacitación, soporte social y afectivo, dirigidas a las familias y
cuidadores de personas adultas mayores.

472 Principales Hallazgos y Recomendaciones a la Politica Pública






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