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SABE Colombia - SITUACION DE PERSONAS ADULTA MAYOR

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Published by Juan Salamanca, 2017-10-10 11:39:36

SABE Colombia - SITUACION DE PERSONAS ADULTA MAYOR

SABE Colombia - SITUACION DE PERSONAS ADULTA MAYOR

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

La discriminación percibida por la posición socioe- Pocas personas adultas mayores reportaron trato in-
conómica se encontró con mayor frecuencia en las justo en razón de la edad; este trato injusto proviene
personas más jóvenes, en los hombres, en las de con mayor frecuencia de personas del barrio (1,0%
estratos medios (3-4), en la zona urbana, en Bogo- IC95%: 0,7 – 1,6). No se encontraron diferencias es-
tá y en Cali (Tabla 19). pecíficas de acuerdo con edad, sexo, color de piel y
otras variables sociodemográficas (Tabla 20).

Tabla 20. Trato injusto por ser persona adulta mayor en diferentes situaciones.


Otras personas Su familia Al acudir al Al solicitar
en su barrio consultorio- servicios
públicos
hospital
% IC 95%
Edad % IC 95% % IC 95% % IC 95% 1,5 0,8-2,7
0,8 0,4-1,5
60 - 64 1,1 0,7-1,7 1,7 0,9-3,2 1,7 0,9-3,0 1,4 0,6-3,5

65 - 69 1,5 0,7-3,4 1,5 0,7-3,2 1,9 0,9-4,0 1 0,5-2,1
0,3 0,2-0,7
70 - 74 0,8 0,4-1,5 0,6 0,3-1,6 1,5 0,6-3,7
1,4 0,7-2,5
75 - 79 0,6 0,3-1,2 0,6 0,3-1,0 1,1 0,5-2,3 0,9 0,7-1,3

80 o más 0,7 0,3-1,6 0,3 0,1-0,6 0,4 0,1-0,9 0,9 0,5-1,8
0,9 0,5-1,8
Sexo 2,9 1,0-8,1

Hombres 1,2 0,6-2,3 1,5 0,7-3,0 1,2 0,5-2,9 1,4 0,7-2,9
0,9 0,5-1,4
Mujeres 0,9 0,6-1,4 1 0,6-1,7 1,8 1,2-2,6 1,3 0,6-2,8

Color de Piel 0

Claros 1,1 0,5-2,3 1,2 0,5-3,1 1,8 1,0-3,2 1 0,6-1,7
1,6 1,0-2,7
Medios 0,8 0,5-1,3 0,7 0,4-1,0 1,3 0,6-2,7
0,6 0,4-0,8
Oscuros 1,7 0,7-3,7 3,1 1,2-8,2 1,1 0,4-2,9 1 0,3-2,9

Estrato 1,2 0,8-1,9

1 1,3 0,8-2,2 1,3 0,7-2,6 1,1 0,6-2,0

2 0,8 0,4-1,5 0,9 0,5-1,6 1,8 1,1-2,9

3-4 1,3 0,6-2,8 1,6 0,6-4,2 1,6 0,5-4,9

5-6 0 0,2 0,0-1,2 0

Zona

Urbano 1 0,6-1,7 1,3 0,7-2,4 1,3 0,8-2,3

Rural 1,2 0,6-2,5 0,9 0,4-1,8 2,2 1,1-4,6

Región

Atlántico 0,9 0,4-2,0 0,6 0,4-0,8 1,2 0,3-4,9

Oriental 0,6 0,3-1,4 0,8 0,4-1,6 0,9 0,4-2,0

Central 1,5 0,8-2,6 1,9 0,9-3,6 2 0,9-4,1

150 Resultados Sección 3.2

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Pacífico 1,6 1,1-2,3 2,3 1,9-2,8 2,2 1,5-3,4 2,5 2,1-2,9

Orinoquia y Amazonia* 3,2 1,3-7,8 0,3 0,1-1,2 0,1 0,0-0,5 0,6 0,3-1,0

Bogotá 0,4 0,4-0,4 0,4 0,4-0,4 1,3 1,3-1,3 0,5 0,5-0,5

Ciudades principales

Medellín 2,2 2,2-2,2 3,5 3,5-3,5 4,1 4,1-4,1 1,8 1,8-1,8

Cali 1,2 1,2-1,2 2,7 2,6-2,7 1,6 1,5-1,6 2,5 2,5-2,6

Barranquilla 0,8 0,8-0,8 0,3 0,3-0,3 0,5 0,5-0,5 0,6 0,6-0,6

Total 1 0,7-1,6 1,2 0,7-2,1 1,5 1,0-2,3 1,1 0,7-1,7

* El error de estimación para esta región es mayor al diseñado para el muestreo

3.2.10 Movilidad territorial y desplazamiento de habitar la vivienda va a corresponder con su po-
der de hacerlo.
La movilidad y la migración se consideran caracte-
rísticas de las sociedades más desarrolladas, pues En casi un 80% (IC95% 76,8 - 81,1) de la pobla-
con mayor frecuencia las personas cambian de re- ción adulta mayor encuestada el sitio actual de vi-
sidencia cuando llegan a la jubilación en búsqueda vienda ha sido el mismo en los últimos cinco años.
de residencias más rurales. No obstante, en países No obstante, en total 15,4% (IC95% 12,9; 18,3)
de menores ingresos la movilidad y la migración reportó haber sido desplazada alguna vez por vio-
en población adulta mayor están frecuentemente lencia o conflicto armado. La mediana de edad del
justificadas por la búsqueda de mejores oportuni- primer evento de desplazamiento fue de 50 años
dades en áreas urbanas o por razones de seguri- (rango: 1-91). Se observaron diferencias en la ocu-
dad, como en el desplazamiento forzado, que re- rrencia de desplazamiento según etnia, región y
sulta del conflicto armado o de violencia. Según la estrato socioeconómico. Así, entre las personas
CEPAL (15) la estabilidad residencial, definida por de piel oscura el porcentaje de desplazamiento
el tiempo de residencia en la vivienda, posibilita la (24,4% IC95% 20,4; 28,9) fue mayor en compara-
vinculación social y territorial con el entorno y de- ción con las personas de piel clara (13,0% IC95%
termina el grado de seguridad de la persona con 10,7-15,7) (Figura 8).
respecto al horizonte de tiempo en que su deseo

Resultados Sección 3.2 151

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

30 Medio Oscuro
25
20
15

10

5
0

Claro

Figura 8. Distribución de la población adulta mayor alguna vez
desplazada por conflicto armado o violencia por etnia.

Las regiones en donde se reportó con ma- zonia (26,6% IC95% 21,0- 33,2) y la región
yor frecuencia desplazamiento por violencia Atlántico(21% IC95% 13.2- 31.8) (Figura 9).
o conflicto armado fueron la Orinoquia/Ama-

30 Oriental Central Pacífico Orinoquia y Bogotá
25 Amazonia

20
15

10
5

0
Atlántico

Figura 9. Distribución de la población adulta mayor alguna vez
desplazada por conflicto armado o violencia por región.

152 Resultados Sección 3.2

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

El desplazamiento por violencia o conflicto armado
fue reportado en todos los estratos, pero fue mayor
en la población de estrato socioeconómico bajo.
Mientras 23,9% (IC95% 19,5- 29,0) de la población
de estrato 1 había sido desplazada, en estratos 5
y 6 lo reportaron 10,7% (IC95% 3,8- 26,4) de las
personas. Entre quienes reportaron haber sido des-
plazados, la mayoría (87,3% IC95% 85,1- 89,3) lo
sufrió más de una vez en la vida. No se observaron
diferencias según edad, sexo, estrato, etnia, proce-
dencia, región o ciudad.

Resultados Sección 3.2 153

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Discusión

Vecindario, familia, apoyo y participación social: La percepción de seguridad en el entorno influye de ma-
nera directa en la disposición de las personas adultas mayores para moverse e interactuar con comunidad.
Esto, a su vez, afecta la independencia, la salud física, la integración social y el bienestar emocional. Muchas
ciudades son consideradas seguras respecto a daños ocasionados por terceros, pero otras claramente no
lo son. No obstante, independientemente del nivel real de peligro, casi en todas partes se expresan preo-
cupaciones referidas a la seguridad, incluyendo asuntos relacionados con falta de iluminación en las calles,
violencia, crimen, drogas y condiciones del entorno como falta de aceras, que generan gran preocupación a
las personas adultas mayores (2).

Los vecindarios con condiciones de segregación espacial plantean riesgos en términos de condiciones de
salud, calidad de vida e incluso mayor mortalidad (16-18). La manera en que el espacio y el vecindario facili-
tan o impiden el acceso a los servicios y oportunidades es importante para analizar el uso del espacio urbano
por parte de las personas mayores. En este contexto surge como protagonista el espacio público, como el
lugar de intercambio social, de construcción de comunidad y democracia.

No obstante, es evidente que la mayoría de los entornos en los barrios no están preparados para las ne-
cesidades de las personas y que por el contrario las condiciones existentes desalientan y ponen barreras
para su uso. En este estudio se encontró que en general las personas adultas mayores perciben que la
estructura física de su vecindario es negativa -andenes irregulares, falta de espacios de recreación, bajo
acceso y barreras físicas en transporte público-, y que esto puede restringir su interacción social (19,20).
Otros estudios llevados a cabo en Colombia muestran de manera complementaria que las características
del barrio, de los parques y de las áreas para caminar se asocian significativamente con el nivel de actividad
física y con el espacio de vida (21,22).
De otra parte, para el análisis del contexto social se consideró que las familias son colectivos muy importan-
tes en la organización social, representan instituciones fundamentales para entender el comportamiento de
una población, son la base formativa de los individuos, de ella se desprenden sus actitudes, aspiraciones y
valores, con ellas se construyen redes sociales básicas y es en ellas en dónde se establecen los primeros y
más elementales vínculos emocionales, instrumentales y económicos entre las personas (23). Las relaciones
interpersonales y específicamente las relaciones familiares constituyen, en consecuencia, un aspecto desta-
cado de la calidad de vida y específicamente de la satisfacción con la misma.

154 Resultados Sección 3.2

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

En Colombia, el censo general de 2005 encontró que las personas mayores de 65 años conviven en
un 98,8% con sus familias. Según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud, ENDS, 2010, entre las
personas adultas mayores hay 10% que viven solos en hogares unipersonales, 33% viven en familia nu-
clear, 52% en familia extensa y 5% en familia compuesta. En las áreas rurales es mayor el porcentaje que
pertenece a hogares unipersonales, nucleares completos -pareja con hijos- o de pareja sin hijos, en tanto
que en la zona urbana viven más en familia extensa. En este estudio, alrededor de una tercera parte de
las personas adultas mayores vive en familias nucleares, igual proporción en familias extensas, una quinta
parte vive en familias compuestas y menos de 10% de las personas viven solas.

Si bien el porcentaje de hogares unipersonales en Colombia es menor al promedio latinoamericano, mantie-
ne la tendencia creciente de la región, que pasó de 6,9% en 1990 a 9,5% en el 2010 (según la ENDS, 1990 y
2010), y llegó a un 13,4% en el 2013 (según la Encuesta Calidad de Vida 2013). En este estudio se encontró
un porcentaje de 9,2%. Estos cambios globales en las estructuras familiares se reflejan aún con mayor inten-
sidad en los hogares con personas mayores. El porcentaje de hogares unipersonales con personas mayores
prácticamente se duplicó entre 1990 y el 2010: pasó de 1,7 % a 3,3 % a escala nacional (24).

Además, según la ENDS 2010, mientras una tercera parte de los hombres mayores de 60 años convive en
hogares de dos generaciones -con su cónyuge y sus hijos-, una tercera parte de las mujeres de la misma
edad convive en hogares de tres generaciones -por lo general con sus hijos y nietos solamente-, debido al
mayor porcentaje de viudez para ellas. Es decir, la mayoría de los ancianos vive en hogares multigeneracio-
nales (53%), lo cual avala el enunciado de la CEPAL en cuanto a que la familia latinoamericana sigue sien-
do el principal ente cuidador del anciano, básicamente a causa de la carencia de ingresos y a una falta de
tradición institucional y comunitaria del cuidado. En la Encuesta SABE Colombia se encontró que en mayor
proporción los hombres tienden a vivir en familias nucleares, mientras que las mujeres viven principalmente
en familias extensas y una mayor proporción de hombres vive solo, las familias nucleares son más frecuen-
tes entre los más jóvenes y las compuestas entre los de mayor edad.

Ullmann y colaboradores (24) señalan el incremento en Colombia de los hogares nucleares monoparentales
que de un 10,9 % en el año 2000, pasaron al 13.2 % en 2010; mientras que los hogares unipersonales pasa-
ron del 7,2% al 12,6% en ese mismo periodo. Esto implica, según los mismos autores, en primer lugar, que
hay una tendencia a que las personas vivan solas y por ende a que se procuren ellas mismas su cuidado, o
a que prevean recursos suficientes para solicitar los servicios privados de cuidado, o bien que mantengan la-
zos familiares lo suficientemente fuertes como para pedir asistencia en caso de requerirla. En segundo lugar,
el incremento de los hogares monoparentales supone una sobrecarga laboral y doméstica potencial para la
cabeza del hogar, que en varios casos recae en la mujer. En la Encuesta SABE Colombia la proporción de
hogares unipersonales fue de 9,2%, menor al reportado en el citado estudio.

De otro lado, los resultados de la ENDS 2010 muestran que en todas las regiones del país, la gran mayoría
de las personas mayores se encuentra satisfecha con las relaciones personales; en la Encuesta SABE Co-

Resultados Sección 3.2 155

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

lombia los resultados fueron similares. En lo que respecta a la jefatura de hogar, los datos encontrados en
este estudio (63,8% de personas adultas mayores jefes de hogar) son cercanos a los reportados por la ENDS
2010 (60,8 %); esa encuesta también reporta que en el grupo de 60 a 69 años está el mayor porcentaje de
personas adultas mayores jefes de hogar, entre los cuales, en todos los casos, es superior el porcentaje de
hombres mayores jefes de hogar, tal como lo encontrado en la Encuesta SABE Colombia.

De acuerdo con la CEPAL (25) en los países con envejecimiento incipiente, los hogares multigeneracio-
nales constituyen cerca del 20%, y en aquellos con envejecimiento moderadamente avanzado, alcanzan
casi al 30% del total de los hogares. Algunas excepciones están representadas por Ecuador y Brasil, que
con un envejecimiento moderado tienen 27,3% y 19,8% de hogares multigeneracionales, respectivamente.

Aunque existen diferencias importantes entre los países, los datos de la encuesta SABE Internacional
muestran que, en general, las personas adultas mayores de América Latina y el Caribe cuentan con una
red potencial de apoyo social bastante extensa, representada en la familia. El número de hijos adultos y el
tamaño del hogar, dos de las más importantes fuentes de apoyo de los adultos mayores, ejemplifican esta
situación. En la muestra total del estudio en siete países, el 29% de los adultos mayores tenía cinco o más
hijos vivos, mientras que el 28% tenía tres o cuatro hijos y un 34% tenía uno o dos hijos. Casi el 10%, sin
embargo, no tenía ningún hijo vivo (26).

Según el mismo estudio, más de un tercio de los adultos mayores en México y Chile vive en hogares con
cinco o más personas, mientras que en Brasil, Uruguay, Barbados y Argentina estas proporciones dismi-
nuyen a menos de un quinto de los adultos mayores. En Cuba, la proporción que vivía en hogares con
cinco o más personas es de poco más de un cuarto de los adultos mayores. Los datos de las encuestas
SABE muestran que la proporción de adultos mayores que vive con hijos en América Latina y el Caribe es
bastante significativa. En las muestras de Brasil, Chile, México y Cuba esta proporción representa más de
la mitad de los adultos mayores. En Argentina, Uruguay y Barbados, en cambio, la proporción que viven
solos o solamente con la pareja es mayor.

Considerando la muestra agregada de las siete encuestas, se observa que la proporción de adultos ma-
yores que viven solos o con hijos casados aumenta con la edad, mientras que la proporción que vive con
hijos solteros disminuye con la edad. La proporción que vive con pareja sin hijos aumenta hasta una edad
intermedia, por cuenta de la salida de los hijos del hogar, pasando a disminuir posteriormente debido al in-
cremento de la viudez. A su vez, en un estudio sobre bienestar y envejecimiento del adulto mayor indígena
realizado en Ecuador, se identificó que los lazos sociales entre los adultos mayores y los miembros de su
familia son factores protectores de la salud y el bienestar (27).

En cuanto a la jefatura de hogar, en este estudio más de la mitad (63,8%) son jefes de hogar. De ellos,
entre los hombres hay 80,3% y entre las mujeres, 46,9%. Según el informe Misión Colombia Envejece
(2015) (24) cuando la persona mayor es jefe de hogar, en más de la mitad de los casos vive con hijos u

156 Resultados Sección 3.2

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

otros parientes, en contraste con Estados Unidos y Europa del norte donde en más del 80% de los hogares
la persona mayor jefe de hogar vive solo o con su pareja.

Estos datos demuestran la importancia de la co-residencia como mecanismo de apoyo y asistencia inter-
generacional en América Latina. En el mismo informe se reporta que entre 1990 y el 2010, el porcentaje
de hogares con una persona mayor como jefe aumentó tanto en las zonas urbanas como en las rurales,
de 20,4% a 23,8% a escala nacional. Así, en el 2010, cerca de uno de cada cuatro hogares era liderado
por una persona mayor. Esta cifra es similar a la de otros países de la región: Chile, por ejemplo, regis-
traba en el 2002 un 24% de sus hogares liderado por una persona mayor; en Panamá ese porcentaje era
del 20,8% y en México, en el 2009, de 19% (28). Esta tendencia de los hogares a ser liderados por una
persona mayor, además de relacionarse con el proceso de envejecimiento demográfico, sugiere cambios
en los arreglos residenciales.

En SABE internacional (26) la proporción de adultos mayores que recibe algún tipo de apoyo varía desde
82%, en Barbados, hasta 93% en Brasil y Cuba, mientras que la proporción de los que brindan algún tipo
de apoyo varía desde 70% en Barbados hasta 88% en Brasil y Chile; resultados similares a los encon-
trados en el presente estudio. Según Saad (26), además de ilustrar la intensidad con que ocurren los
intercambios de soporte en las personas adultas mayores en América Latina, estas cifras caracterizan de
manera inequívoca el soporte como un proceso de doble vía.

Entre los tipos de apoyo considerados en el estudio, los más frecuentemente intercambiados son los de
servicios, bienes y dinero. En casi todos los países, la proporción de adultos mayores que recibe estos
tipos de apoyo superó el 60%, mientras que la proporción de los que brinda este tipo de apoyo es algo
mayor a 40%. También la proporción de adultos mayores que reciben apoyo en la forma de compañía
(desde 9% en México, hasta 30% en Uruguay) y que brindan apoyo en la forma de cuidado a los niños
(desde 17% en Barbados, hasta 25% en Uruguay) son significativas. En la Encuesta SABE Colombia una
gran mayoría de las personas adultas mayores (entre 85% y 95%) recibe apoyo emocional en la forma de
compañía y afecto.

Respecto a las personas que dan o reciben apoyo de las personas adultas mayores, los que lo hacen
con más frecuencia son los miembros del hogar, seguidos por los hijos fuera del hogar. Con excepción de
Argentina y Barbados, en todos los países la proporción de adultos mayores que dio o recibió apoyo de
miembros del hogar supera el 70%; al igual que en este estudio, el apoyo de hermanos u otros parientes
o no parientes fuera del hogar es menos frecuente, aunque son significativas en algunos casos, como los
de Cuba y Argentina. En la Encuesta SABE Colombia también los porcentajes de apoyo por parte de fami-
liares, convivientes o no, son altos (entre 37% y 95%).

Resultados Sección 3.2 157

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

En Brasil se reportó que las mejores condiciones para la construcción de redes sociales de apoyo en per-
sonas adultas mayores se dan en las personas solteras, con niveles bajos de ingresos y de mayor edad.
Sin embargo, estas condiciones tienden a variar según las características y el tipo de red de apoyo que se
desee conformar (29).

En lo que respecta a la participación, las investigaciones en este campo han demostrado que las personas
mayores que participan en grupos sociales mantienen una calidad de vida superior a las que están social-
mente aisladas y se ha encontrado correlación positiva entre percepción subjetiva del bienestar y estilo
de vida activo (30). Altos niveles de participación social se asocian con menores niveles de suicidio, mejor
salud física, menor mortalidad y mayores niveles de bienestar psicológico. Pero la participación social no
sólo se refiere a los estilos de vida de cada persona, también está estrechamente ligada al lugar que la so-
ciedad asigna a quien envejece, es decir, a la imagen social de la vejez que en las sociedades occidentales
suele ser negativa y se expresa en representaciones de dependencia, pasividad, enfermedad, deterioro,
carga o ruptura social, situación que afecta directamente la posibilidad de participación de las personas
durante su vejez.

En relación con la participación social, en este estudio se observó que más de la mitad de la población
adulta mayor refirió participar de algún grupo. Quienes más participan son las mujeres y los de menor edad.
Los grupos religiosos son la categoría a la que asisten en mayor medida las personas mayores. Se ha
descrito que tener contactos con amigos o participar en actividades comunitarias tiene relación con mejores
resultados en salud (31). Además, la participación comunitaria es considerada como un factor crítico para el
envejecimiento exitoso. No obstante, la participación en grupos políticos que podría ser fuente de procesos
de movilización social entre las personas adultas mayores es muy escasa, lo que pude ser consecuencia
del bajo nivel educativo y de la escasa cohesión social.

Por otro lado, la evidencia muestra que el acceso a tecnologías y la participación social mejoran la salud y
la calidad de vida de las personas adultas mayores. No obstante, en esta encuesta fue evidente que un muy
bajo porcentaje de la población adulta mayor accede al uso de tecnologías como el computador y la Internet.

Estas bajas proporciones variaron según color de piel, sexo y área de residencia, y en particular las poblacio-
nes de áreas rurales, de estratos 1 y 2 y aquellas de piel más oscura, presentaron menor proporción de uso
de recursos tecnológicos, algo que también se observó en quienes viven en regiones diferentes a Bogotá.

La persona adulta mayor, usuaria de computadora o de Internet posee algunas características diferentes
con respecto a los usuarios de los otros grupos poblacionales, pues suele ser una persona que aprendió
estos usos en edades tardías, tiene ingresos económicos anuales más altos, posee una mayor funcionali-
dad en las Actividades de la Vida Diaria y un mayor nivel educativo, y el porcentaje de usuarios hombres de
esta edad es más grande que el de mujeres.

158 Resultados Sección 3.2

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Pero gran parte de los individuos que componen este grupo etario no disfruta los beneficios que ofrece la
informática y Colombia no es ajena a este fenómeno, como lo muestran los resultados de este estudio. El
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática de México reporta que en el uso de la computa-
dora predomina la población joven; en julio de 2005 el 80,1% de los usuarios mexicanos de computadora
tenía menos de 35 años; de estos, los de entre 12 y 17 años de edad componían el 29.6%, en tanto que los
mayores de 55 años apenas representaban el 2.3% del total de usuarios. En relación con los usuarios de
Internet de este grupo de edad, de 2001 a 2004 la proporción de adultos mayores de 55 años que la usaban
fue casi la misma, y fue a partir de esos años cuando creció de forma considerable (32).

Condiciones de vida en infancia y vejez: Las condiciones adversas durante la infancia se asocian con
enfermedades de la vida adulta (33). Específicamente, algunos estudios señalan cómo ciertos eventos que
ocurren desde la vida intrauterina, como dietas deficientes y el padecimiento de enfermedades infecciosas,
provocan alteraciones biológicas y daños que incrementan los riesgos de enfermedades crónicas posterio-
res (34). Así mismo, las infecciones respiratorias en los primeros años de vida están asociadas con afec-
ciones pulmonares en la etapa adulta (35). Otras circunstancias asociadas con la morbilidad y la longevidad
han sido el tamaño de la localidad de residencia, la educación y ocupación de los padres y la composición
del hogar donde se vivieron los primeros años de vida (33). La forma como estos eventos influyen en la pre-
sencia de ciertas enfermedades y condiciones, así como en la esperanza de vida, puede variar de acuerdo
con el estilo de vida que se lleve durante la edad adulta (36).

En cuanto a diferencias por sexo, muchos estudios señalan que entre hombres y mujeres hay diferencias
marcadas tanto por cuestiones genéticas o biológicas como por factores ambientales, ciclos de vida, roles
sociales, diferencias en los riesgos y comportamientos preventivos, aunque estas dos últimas condiciones
varían entre grupos sociales y culturas (37,38).

En la Encuesta SABE Colombia se encontró que 61,2% de las personas adultas mayores reportó que du-
rante la infancia su condición económica había sido regular y mala, 28% sufrió hambre, 9,8% reportó su
salud como mala y muy mala en esta etapa de la vida, 18% estuvo expuesta a condiciones de violencia
y entre 1,6% y 50% sufrió alguna enfermedad renal, hepatitis, sarampión, tuberculosis, fiebre reumática,
asma o bronquitis. Estas personas que sufrieron condiciones adversas en la infancia tendrían mayor riesgo
de desarrollar enfermedades isquémicas y del corazón, cáncer, enfermedad pulmonar crónica, fracturas y
enfermedades del hígado (39-41).

La percepción de vejez: En las sociedades occidentales el significado de la vejez ha estado bajo la domi-
nancia de un modelo senilista que la considera de forma negativa, posición con la cual los adultos mayores
deben confrontarse en el vivir diario. Los resultados de la percepción de vejez son llamativos, por ejemplo
en las personas encuestadas para el English Longitudinal Study of Aging encontraron que la vejez es una
experiencia favorable para la mayoría de los encuestados y que no piensan en ellos como ancianos. Los
de mayor poder adquisitivo y con mejor salud tienen la percepción de no ser ancianos y para ellos la vejez

Resultados Sección 3.2 159

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

inicia de forma más tardía que para aquellos con menor poder económico y salud. En los países desarro-
llados la OMS considera a una persona como adulta mayor a partir de los 65 años, y la percepción de ser
viejo inicia por lo menos ocho años después de la edad cronológica (72 años para hombres y 74 años para
mujeres) (42).

Las experiencias y percepciones acerca la vejez son importantes para las personas adultas mayores y se
relacionan con la salud, el estado de bienestar, las relaciones familiares y la funcionalidad. Las personas
adultas mayores, independientemente de su edad, se identifican con la edad de la juventud y esta iden-
tificación aumenta a medida que lo hace la edad. Usualmente cuando las personas adultas mayores se
comparan con otras de su misma edad, tienden a percibirse de forma más favorable (43).

La importancia de esta percepción radica en una relación con mejor salud física y psíquica y con el grado
de participación vital además de un efecto sobre la longevidad. Específicamente, en investigaciones como
el Estudio Longitudinal de Envejecimiento de Ohio, los individuos mayores de 50 años con autopercepcio-
nes positivas de envejecimiento viven 7,5 años más que aquellos con percepciones negativas. Esta venta-
ja es independiente de la edad, sexo, estado socioeconómico, aislamiento social y la salud funcional (44).

Maltrato: El estudio del maltrato a personas adultas mayores ha cobrado relevancia desde la década del
70 del siglo pasado. Considerado inicialmente como un problema de bienestar social y luego como un
tema relacionado con el envejecimiento, el maltrato de las personas de edad y otras formas de violencia
doméstica se han convertido en cuestiones vinculadas con la salud pública y la justicia penal (OMS, repor-
te de violencia)[8]. El mismo informe reporta una tasa de maltrato de 4% a 6% en la población de adultos
mayores de los países en desarrollo, incluyendo el maltrato físico, psíquico y económico y la negligencia.

En un estudio reciente llevado a cabo en Manizales (Colombia) y Natal (Brasil), se encontró que la expe-
riencia de violencia física ocurrida alguna vez en la vida varió entre 2,2 y 18,3% según la ciudad y el sexo.
La violencia psicológica fue más elevada en mujeres, siendo la violencia perpetrada por el compañero
25,7% en Natal y 19,4% en Manizales; y por la familia de 18,3% en Manizales y 10% en Natal. La violen-
cia actual o alguna vez en la vida fue más frecuente en las mujeres, incluso tras ajustes por covariables,
presentando razones de prevalencia entre 1,60 y 2,14 (45).

En esta Encuesta también se encontró mayor prevalencia de maltrato psicológico, y en todos los tipos de
maltrato las mujeres presentaron mayores frecuencias que los hombres. Es importante considerar que las
mujeres mayores de hoy crecieron en sociedades con roles de género marcados y aprendieron a ser su-
bordinadas. Así, la mujer mayor tolera más y está menos preparada para dejar las relaciones abusivas (46).

El Informe Mundial sobre el Envejecimiento y la Salud de la OMS en 2015 revela que la prevalencia de mal-
trato de las personas mayores en los países de ingresos altos o medianos está entre el 2,2% y el 14%, los ti-
pos más comunes de maltrato son el maltrato físico (prevalencia 0,2% al 4,9%), el abuso sexual (prevalencia

160 Resultados Sección 3.2

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

0,04% al 0,82%), el maltrato emocional (prevalencia 0,7% al 6,3%), el abuso financiero (prevalencia 1,0% al
9,2%) y la negligencia (prevalencia 0,2% al 5,5%). Por lo general las personas mayores víctimas de maltrato
son mujeres. Los resultados de la Encuesta SABE Colombia son comparables; la prevalencia de maltrato
está entre 1% y 12% y el más frecuente fue el emocional o psicológico y el de menor frecuencia, el sexual.

La comparación de los resultados de este estudio con encuestas de otros países se dificulta por diferencias en
las definiciones; además, los datos de prevalencia también pueden variar si se considera que el reporte está
influenciado por la manera en la que se informa o se denuncia la violencia en los estudios de investigación (47).

Es ampliamente reconocido que la violencia contra las mujeres es un elemento central de desigualdad y
discriminación. En efecto, de acuerdo con la CEPAL: “La cultura de la desigualdad que ampara la violencia
se inscribe en la de por sí violenta desigualdad de oportunidades, el desigual acceso a los recursos y servi-
cios de la justicia, la discriminación laboral y salarial así como la desigual distribución del poder y del tiem-
po entre mujeres y hombres. La desigualdad también se expresa en el inequitativo acceso de las mujeres
a la justicia, la disparidad de trato en los servicios públicos y las evidencias de impunidad señaladas en el
Estudio a fondo del Secretario General y estudios regionales de organismos de derechos humanos” (48).

Por su parte HelpAge International (49) refiere “La discriminación de edad está presente en variadas socie-
dades. La discriminación por edad y los estereotipos influyen sobre las actitudes y éstas, a su vez, afectan la
forma en que las decisiones son tomadas y los recursos son asignados en el plano familiar, comunal, nacio-
nal e internacional”. Los prejuicios y estereotipos sociales sobre el envejecimiento son los que justifican la
victimización social de la persona mayor y favorecen su discriminación. En 1996, la Asamblea Permanente
por los Derechos Humanos consideró necesario que este grupo etario fuese apoyado y reconocido como
sujeto de derecho, para abordar el esclarecimiento de su problemática y la denuncia de su discriminación
(50). En esta encuesta, entre 1% y 10% se sienten discriminados por alguna razón y alrededor de 1% ha
recibido un trato injusto.

En una sociedad que exalta la juventud a menudo se remite a las imágenes negativas comunes de la edad
y el envejecimiento para explicar la conducta irrespetuosa. Entre las discriminaciones contra la edad, se
considera a las personas mayores como inútiles, menos inteligentes, tacañas y una carga. En los países
desarrollados existe una percepción de que este grupo es exigente y agota los recursos públicos. Es más
probable que las personas mayores enfermas o con alguna discapacidad sean vistas en forma negativa que
aquellas que son saludables (2). En casi todas las ciudades incluidas en el proyecto de Ciudades Amigables
(2), las personas mayores informan que experimentan actitudes y conductas conflictivas hacia ellos. Por
un lado, muchas de ellas a menudo se sienten respetadas, reconocidas e incluidas, mientras por el otro
lado, experimentan falta de consideración en la comunidad, en los servicios y en el seno de la familia. Este
choque se explica en función de una sociedad y normas de conducta cambiantes, falta de contacto entre
generaciones y una ignorancia difundida hacia el envejecimiento y las personas mayores.

Resultados Sección 3.2 161

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

En lo que se refiere a desplazamiento, en la Encuesta SABE Colombia se observó que el 16% de esta
población fue desplazada por violencia y conflicto armado y de ellos, más de 80% ha sufrido este evento
más de una vez a lo largo de la vida. De acuerdo con la información disponible a 2009 (51), a diciembre
de ese año y de forma acumulada, el registro único de personas desplazadas en Colombia contaba con
un total de 3.303.979 personas registradas de las cuales el 5% corresponde a mayores de 60 años, en
comparación con 29% de menores de 15 y 51% de 15 a 59 años. Al interior del grupo de mayores de 60
años y en distribución quinquenal se encuentra que el 55% son menores de 70 años, con un peso de un
42% de personas entre 70 y 89 años y un 3% de mayores de 90, lo que establece riesgos diferenciales y
aumentados, además de lo que significa el avance en edad de toda la cohorte desplazada, en condiciones
aún no resueltas. La distribución geográfica de la población en situación de desplazamiento muestra un
patrón de concentración del 35% en las zonas marginales de 15 ciudades. El 99% se encuentra por debajo
de la línea de pobreza, el 85,4% presenta necesidades básicas insatisfechas y el 80% se encuentra en
situación de indigencia (52).

La trayectoria de vida de adultos mayores no es igual; el enfoque diferencial propuesto por el Ministerio
de Salud permite no solamente conocer las particularidades que presentan sino también las demandas de
atención y cuidado que requieren. El tiempo y la edad del desplazamiento, conjuntamente con las condicio-
nes de salud física, social, emocional y de garantías de sobre vivencia se conjugan en la violación de sus
derechos “las limitaciones pueden intensificarse, en especial si por obligación deben salir de sus espacios
cotidianos de vida”.

En esta misma perspectiva, la directriz del enfoque diferencial del Ministerio de Salud y Protección Social
(53) plantea que las personas mayores que se han desplazado tienen una trayectoria generacional dife-
rente a la actual, tienen una historia que construyeron en un pasado, pero que se entrelaza con el presente
y ante la situación de expulsión y desarraigo violento tienen que hacer visibles los equipajes culturales y
emocionales construidos. Su mundo familiar, social, cultural, simbólico y religioso, choca y se enfrenta a
una realidad que no fue decidida, ni elegida, ni vivida por ellos.

Las personas mayores colombianas en situación de desplazamiento forzado son unas de las víctimas que
presentan mayores riesgos y vulnerabilidades en el conjunto de la población desplazada por el conflicto
armado en el país. Al lado de los menores de 18 años constituyen los grupos poblacionales declarados
dependientes, demográfica y socioeconómicamente. Tienen limitada su capacidad de resistir esta situa-
ción de desplazamiento y entran a esta nueva condición con circunstancias individuales y colectivas que
no permiten reorganizar fácilmente un proyecto de vida nuevo, dado que, sólo desde la edad, su tiempo
de reconstrucción vital es limitado.

162 Resultados Sección 3.2

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

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SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Sección 3.3

3.3 Determinantes del Entorno Físico que se encuentran las personas adultas mayores
en Colombia e incluye las condiciones de la vivien-
En las personas adultas mayores es necesaria la da, servicios públicos, exposiciones ambientales
adaptación del entorno físico, no solo para com- dentro de la vivienda y el transporte.
pensar los cambios en la capacidad funcional, sino
para democratizar la participación y el bienestar (1). 3.3.1. Condiciones de la vivienda
Se considera fundamental que los ambientes ga-
ranticen dichos objetivos a través de la cohesión de Tipo de estructura
elementos naturales, sociales, culturales y urbanís-
ticos que permitan la interacción segura, la salud y La vivienda debe brindar seguridad, abrigo y con-
la calidad de vida de la población adulta mayor (2). fort a la persona adulta mayor y debe ser la base
para un entorno físico que provea bienestar y per-
En este sentido, es importante determinar las con- mita el logro de una adecuada calidad de vida.
diciones en que vive la población adulta mayor de
Colombia en relación con las características de las Las personas adultas mayores de Colombia viven
viviendas, incluyendo exposiciones que ocurren al predominantemente en casas, aunque la propor-
interior de ellas, el acceso a servicios públicos y ción de población con este tipo de vivienda varió
al transporte (1). En lo relacionado con transporte según procedencia y región. En particular, mientras
se concibe desde el envejecimiento activo que la en la zona rural casi la totalidad de las personas re-
movilidad personal depende de elementos como siden en casas, en el área urbana una quinta parte
la disponibilidad, la accesibilidad, la aceptabilidad vive en apartamentos, y en Bogotá, específicamen-
y la asequibilidad, los cuales facilitan o inhiben la te, esa proporción fue de casi el doble (Tabla 1).
autonomía en el desplazamiento (1,3). La Encues-
ta Sabe Colombia 2015 incluye en esta sección el
análisis de los determinantes del entorno físico en

Resultados Sección 3.3 169

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Tabla 1. Distribución del tipo de estructura de las viviendas de la población adulta mayor
por estrato, zona, región y ciudades principales.

Casa Apartamento Cuarto (s) Cuartos en Vivienda Otro tipo de
en otro tipo de indígena vivienda
estructura
inquilinato

Estrato % IC 95% % IC 95% % IC 95% % IC 95% % IC 95% % IC 95%

1 90 87,4-92,1 6,7 4,7-9,4 1,2 0,7-1,9 1,2 0,9-1,6 0,5 0,2-0,9 0,5 0,2-1,0

2 82,7 76,4-87,5 13,3 8,9-19,4 1,8 1,0-3,0 0,8 0,6-1,2 0,9 0,1-5,1 0,6 0,1-2,4

3 -4 70,7 53,5-83,4 27,4 15,5-43,7 1 0,5-1,8 1 0,6-1,7 0 0,0- 0,0 0 0,0-0,1

5 -6 78,3 64,0-88,0 20,8 11,4-34,9 0,7 0,1-5,7 0 0,0- 0,0 0 0,0- 0,0 0,2 0,0-1,5

Zona

Urbana 77,7 67,0-85,6 19,8 12,5-29,9 1,6 1,0-2,3 0,9 0,6-1,3 0 0,0-0,3 0,1 0,0-0,2

Rural 93,1 88,8-95,8 1,8 0,8-3,9 0,5 0,2-1,7 1,2 0,9-1,5 2 0,5-8,0 1,4 0,5-4,0

Región

Atlántico 86 82,0-89,3 9,4 5,9-14,6 0,5 0,3-0,9 0,9 0,6-1,3 1,9 0,3-10,0 1,3 0,4-4,5

Oriental 85,8 71,6-93,5 12,3 5,3-26,3 1 0,6-1,9 0,8 0,5-1,1 0 0,0-0,1 0,1 0,0-0,3

Central 81,2 70,9-88,5 16,7 9,4-27,8 1,1 0,8-1,7 0,8 0,5-1,3 0,1 0,0-0,6 0,1 0,0-0,4

Pacífico 91,9 89,3-94,0 4,9 2,8-8,4 1,4 0,7-2,8 0,9 0,5-1,8 0,4 0,1-2,7 0,4 0,1-2,1
84,6 82,0-87,0 9,8 6,3-14,8 2,6 1,8-3,9 1,8 0,5-6,6 0,3 0,0-1,4 0,9 0,2-3,5
Orinoquia y 58,8 58,6-59,0 37 36,8-37,2 2,7 2,7-2,7 1,5 1,5-1,5 0 0,0- 0,0 0 0,0-0,4
Amazonia

Bogotá

Ciudades principales

Medellín 69,9 69,9-69,9 28,5 28,5-28,5 0,7 0,7-0,7 0,9 0,9-0,9 0 0,0- 0,0 0 0,0- 0,0

Cali 89,1 88,8-89,3 7,7 7,6-7,7 2,7 2,7-2,8 0,4 0,2-0,7 0 0,0- 0,0 0,1 0,0-0,5

Barranquilla 80,2 80,2-80,2 17,7 17,7-17,7 1,3 1,3-1,3 0,4 0,4-0,4 0 0,0- 0,0 0,4 0,4-0,4

Total 81,1 71,3-88,1 15,8 9,3-25,6 1,3 0,9-2,0 1 0,7-1,2 0,5 0,1-1,8 0,4 0,1-1,0

* El error de estimación para esta región es mayor al diseñado para el muestreo

170 Resultados Sección 3.3

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Tenencia - 22,4) en arrendamiento. Sin embargo, la tenencia
varió según procedencia, región y ciudad (Tabla
Tener vivienda propia es una meta de desarrollo 2). Específicamente, la proporción de la población
personal y social que en las personas adultas ma- adulta mayor que vive en arrendamiento fue casi
yores provee estabilidad y seguridad. Dadas las tres veces más alta en la zona urbana en compa-
condiciones económicas precarias de una alta pro- ración con la rural. A su vez, la región Atlántico y la
porción de las personas mayores de 60 años en ciudad de Barranquilla presentaron la mayor pro-
Colombia, caracterizar la tenencia es fundamental porción de quienes residen en vivienda propia ya
como un indicador de calidad de vida. pagada y por tanto, la menor de quienes viven en
arrendamiento (Tabla 2).
La población adulta mayor vive principalmente en
viviendas propias ya pagadas (62,5% IC 95% 58,8
- 66,1) y en menor proporción (18,1% IC 95% 14,5

Tabla 2. Distribución del tipo de tenencia de las viviendas de las personas adultas
mayores por estrato, zona, región y ciudades principales.

Arriendo o Vivienda propia Vivienda Vivienda en
subarriendo pagando propia usufructo
paga
(Hipotecada) % 95% CI
% 95% CI
  % 95% CI % 95% CI

Estrato 1,4-3,0
3,2-5,5
1 9,1 6,6-12,4 2,1 2,3-3,6 70,4 66,9-73,6 2,0 1,4-2,8
2,7-16,8 61,1 56,6-65,4 1,3 0,8-2,0
2 18,9 15,7-22,7 4,2 57 52,1-61,8 2,2 0,8-5,7
2,8-4,4 62,3 40,5-80,1 0
3-4 25,5 21,3-30,1 2,9 1,2-3,9

5-6 21,1 9,0-41,9 7,0 0,8-2,0
1,9-5,1
Zona  2,6-3,4
3,9-6,2
Urbano 21,1 17,7-24,9 3,5 3,7-14,3 60,1 56,6-63,5 1,7 0,8-3,4
4,0-4,0 71,1 66,1-75,7 2,0 1,4-2,8
Rural 7,8 3,7-15,4 2,2

Región 

Atlántico 8,3 6,2-11,0 1,3 71 68,7-73,2 1,7 1,3-2,2
64,2 60,7-67,5 2,0 1,4-2,8
Oriental 17,4 13,8-21,6 3,1 60,9 53,5-67,9 2,9 1,7-5,0
59,2 51,7-66,2 1,2 0,7-2,0
Central 22,4 16,1-30,2 3,0 58,3 48,4-67,5 0,6 0,3-1,1
57,4 57,4-57,5 0,3 0,2-0,3
Pacífico 18 10,1-29,9 4,9

Orinoquia y Amazonia* 18,6 15,1-22,6 7,4

Bogotá 23,5 23,5-23,6 4,0

Resultados Sección 3.3 171

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Ciudades principales 

Medellín 25,1 25,1-25,1 3,0 3,0-3,0 54,8 54,8-54,8 5,9 5,9-5,9
3,7-3,9 56,6 56,6-56,6 1,0 1,0-1,0
Cali 26,5 26,0-27,0 3,8 0,2-0,2 71,3 71,3-71,3 2,6 2,6-2,6
2,6-4,0 62,5 58,8-66,1 1,7 1,0-3,0
Barranquilla 9,1 9,1-9,1 0,2 2,6-4,0 62,7 59,0-66,2 1,8 1,0-3,0

Total 18,1 14,5-22,4 3,2

Total 18,1 14,5-22,4 3,2

Vivienda Posesión sin título Propiedad Vivienda
en empeño (Ocupante de hecho) Colectiva Familiar

  % 95% CI % 95% CI % 95% CI % 95% CI
Estrato
0,0-0,0 1,7 1,3-2,3 1,1 0,5-2,2 13,6 12,1-15,2 12,0-15,1
0 0,0-0,2 1,4 0,8-2,5 0,7
0,1 0,0-0,7 0,9 0,3-2,7 1 0,5-1,0 12,4 10,2-14,9 10,2-14,7
0,2 2,6
0,4-2,5 10,4 8,6-12,6 8,5-12,3
0,8-1,5
0 0,2 0,0-1,5 1,3-3,3 0,5- 6,9 1,8-23,0 1,9-23,1
11,4
1,0-3,5
Zona 1,1-1,8
1,2-1,6
Urbano 0,1 0,0-0,3 1,1 0,2-2,6 0,8 0,5-1,1 11,7 9,9-13,7
0,0-0,2 2,1 0,1-1,7 1,5 0,8-2,8 13,3 10,6-16,5
Rural 0 1,2-1,2
0,1-0,2 1,9
Región 0,0-0,1 1,4 2,2-2,2
0,0-0,3 1,4
Atlántico 0,1 0,0-1,3 0,7 0,9 0,3-2,7 14,9 13,3-16,6
0,5 1,3 0,8-2,4 10,6 8,7-12,9
Oriental 0 0,2-0,2 1,2 0,8 0,5-1,3 8,5 7,2-10,0
1,1 0,5-2,3 14,8 11,9-18,1
Central 0,1 2,2
0 0,0-0,2 14,7 9,7- 21,6
Pacífico 0,2
0,7 0,7-0,7 12,9 12,9-12,9
Orinoquia 0
y Amazonia

Bogotá 0

Ciudades principales

Medellín 0,2 0,5 0,5-0,5 8,3 8,3-8,3

172 Resultados Sección 3.3

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Cali 0,1 0,1-0,1 0,2 0,1-0,5 0,2 0,2-0,2 11,6 11,2-11,9
Barranquilla 0 0,0-0,2 0,6 0,6-0,6 0 16,2 16,2-16,2
Total 0,1 1,3 1,0-1,7 0,9 0,6-1,3 12,0 10,5-13,8

* El error de estimación para esta región es mayor al diseñado para el muestreo

Materiales de la vivienda este fue hasta seis veces más frecuente, como en la
Orinoquia/Amazonia (30,8% IC95% 12,3-58,5).
La calidad de los materiales de la vivienda sirve para
evaluar si existen deficiencias en la estructura que Casi todas las viviendas tenían materiales consi-
no hacen favorable su habitabilidad. Su análisis es derados adecuados en las paredes exteriores (es-
necesario para identificar el déficit habitacional cua- tos incluyen: bloque, ladrillo, piedra o madera puli-
litativo y la definición de políticas de vivienda (1,4). da) (99,6% IC95% 99,4 -99,8) e interiores (99,6%
IC95% 99,4 – 99,7) (Figuras 2 y 3). No obstante,
Los materiales de techos, paredes y pisos se en- hubo diferencias en la presencia de materiales ade-
contraron más deficientes en viviendas ubicadas en cuados en las paredes exteriores entre las áreas
menor estrato socioeconómico, en la zona rural y en urbana (94,0% IC95% 91,4 - 96,4) y rural (60,0%
regiones diferentes a Bogotá. En particular, mien- IC95% 49,0 - 71,3) y por estrato (estrato 1 solo
tras que la proporción de viviendas de mayor estrato 73,0% IC95% 64,7 - 79,3) (Figura 2). Similares dife-
con techo de zinc fue menor de 1% (0,2% IC95% rencias se observaron en el material de las paredes
0,0 - 1,4), esta proporción fue 30 veces mayor en interiores (Figura 3).
viviendas de estrato 1 (29,5% IC95% 24,1 - 35,6).
En más de dos terceras partes de las viviendas
En áreas rurales, la teja de zinc fue tres veces más del área urbana (68,5% IC95% 63,3 - 73,3) se en-
frecuente que en el área urbana (Figura 1). Ade- contró que cuentan con pisos de baldosa, vinilo,
más, mientras que en la zona urbana se halló que el tableta o ladrillo, y sólo una cuarta parte de las ubi-
material más utilizado en los techos de las viviendas cadas en la zona rural tienen estos materiales en
es el cemento (48,6% IC95% 34,7- 62,7) en el área el piso (25,7% IC95% 15,7 – 39,0). En la zona rural
rural en 7,4% (IC95% 4,8-11,2) de los hogares se el cemento y la gravilla se hallaron en casi la mitad
encontró ese tipo de techo. de los pisos de las viviendas (49,4% IC95% 42,7
– 56,2) y casi una quinta parte tenía piso de tierra
En Bogotá menos del 5% de las viviendas tenían (18,2% IC95%11,6 – 27,3) (Figura 4).
techo de zinc, mientras que en las demás regiones

Resultados Sección 3.3 173

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

60

50 Cemento
Teja Eternit
40 Teja de Barro
Teja de Zinc
30 Teja de Plástico
Palma u otro Material Vegetal
20 Madera

10

0 Urbana Rural

Zona de Procedencia

Figura 1. Distribución del tipo de techo de las viviendas de la población adulta mayor
según procedencia.

100

90

80

70 Cemento, Ladrillo, Piedra, Madera Pulida
Tapia pisada, Adobe
60 Bahereque Revocado
Bahereque sin Revocar
50 Madera Burda
Material Prefabricado
40 Guadua, otro Material Vegetal
Zinc, Tela, Lona, Cartón, Latas, Desechos
30 Sin Paredes

20

10

0 Rural
Urbana

Zona de Procedencia

Figura 2. Distribución del tipo de paredes exteriores de las viviendas de la población
adulta mayor según procedencia (urbana rural).

174 Resultados Sección 3.3

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

100

90

80

70 Cemento, Ladrillo, Piedra, Madera Pulida
Tapia pisada, Adobe
60 Bahereque Revocado
Bahereque sin Revocar
50 Madera Burda
Material Prefabricado
40 Guadua, otro Material Vegetal
Zinc, Tela, Lona, Cartón, Latas, Desechos
30 Sin Paredes

20
10

0 Rural
Urbana

Zona de Procedencia

Figura 3. Distribución del tipo de paredes interiores de las viviendas de la población adulta
mayor según procedencia (urbana - rural).

70

60

50 Mármol
Alfombra, o tapete de pared a pared
40 Baldosa, vinilo, tableta, ladrillo
Madera pulida y lacada, parqué
30 Madera burda, tabla, tablón, otro vegetal
Cemento, Gravilla
20 Tierra, Arena
10

0 Rural
Urbana

Zona de Procedencia

Figura 4. Distribución del tipo de piso de las viviendas de las personas adultas mayores
según procedencia (urbana - rural).

Resultados Sección 3.3 175

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Espacios y hacinamiento sin hacinamiento (<4 personas por dormitorio), 1%
vive en hacinamiento mitigable (4 personas por
El hacinamiento, entendido como un indicador de dormitorio) y 11,2% viven en condiciones de haci-
déficit cualitativo de las viviendas, se refiere al co- namiento no mitigable (5 o más personas por dor-
ciente entre el número de personas en el hogar por mitorio). Hubo mayor frecuencia de hacinamiento
cada cuarto o pieza donde duermen las personas. no mitigable en personas entre 80 y 84 años, en
En la zona urbana se considera hacinamiento mi- población de estrato 1, en la región Orinoquia/
tigable y no mitigable, mientras que para la rural Amazonia y en Cali (Tabla 3).
solo se considera el hacinamiento mitigable (2,4).

En este estudio se encontró que la mayoría de la
población adulta mayor colombiana (87,8%) vive

Tabla 3. Distribución de hacinamiento mitigable y no mitigable por edad, sexo,
color de piel, estrato, zona, región y ciudades principales.

  No mitigable Mitigable No hacinamiento

Edad % IC 95% % IC 95% % IC 95%
60 - 64 1,2 0,7-2,1 10,3 8,6-12,2 88,6 86,9-90,0
65 - 69 0,6 0,4-1,1 11,9 9,2-15,2 87,5 84,3-90,1
70 - 74 0,8 0,4-1,5 10,5 8,6-12,8 88,7 86,4-90,7
75 - 79 0,7 0,3-1,5 9,9-14,4 87,3 85,1-89,3
80 + 2 0,8-5,3 12 8,7-14,9 86,5 82,3-89,8
11,4
Sexo
Hombres 1,3 0,7-2,1 12,1 10,7-13,8 86,6 84,9-88,1
Mujeres
0,8 0,6-1,2 10,2 8,6-12,0 89 87,3-90,5
Color de piel
Claros 0,6 0,4-1,0 11,3 9,6-13,3 88,1 86,2-89,8
Medios
Oscuros 1,6 1,0-2,6 10,6 8,9-12,5 87,8 85,9-89,4

Estrato 1,4 0,8-2,3 11,5 9,5-13,7 87,2 85,0-89,0
1
2 2 1,3-3,0 12,8 11,0-14,8 85,2 83,8-86,6
3-4
5-6 1 0,5-2,0 9,8 8,9-10,8 89,1 87,9-90,3

0,2 0,1-0,6 11,2 8,0-15,4 88,6 84,2-91,9

0 9,6 4,3-20,3 90,4 79,7-95,7

176 Resultados Sección 3.3

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Zona 0,6 0,4-0,8 10,8 9,1-12,7 88,6 86,8-90,2
Urbana 85,3 84,3-86,3
Rural 2,6 1,8-3,7 12,1 10,7-13,6
91 88,5-93,0
Región 1,8 1,0-3,1 7,2 5,7-9,2 88,2 86,7-89,5
Atlántico 87,9 84,6-90,6
Oriental 1,1 0,3-3,6 10,7 9,2-12,5 86,2 85,0-87,4
Central 84,5 78,1-89,2
Pacífico 0,8 0,4-1,5 11,3 8,7-14,4 86,1 86,1-86,1

Orinoquia y Amazonia* 1,1 0,4-2,6 12,7 12,0-13,5 90,2 90,2-90,2
Bogotá 84,9 84,6-85,3
0,4 0,1-1,6 15,1 10,5-21,2 94,2 94,2-94,2
Ciudades principales 87,9 86,5-89,2
Medellín 0,5 0,5-0,5 13,4 13,4-13,4
Cali
0,8 0,8-0,8 9 9,0-9,0
Barranquilla
Total 0,1 0,1-0,1 15 14,6-15,3

1 1,0-1,0 4,8 4,8-4,8

1 0,7-1,5 11,1 9,7-12,6

* El error de estimación para esta región es mayor al diseñado para el muestreo

3.3.2. Servicios públicos

Los servicios de agua, energía, gas y alcantarillado Sin embargo, se halló menor cobertura en algu-
se consideran entre los principales atributos que nos de estos servicios en la zona rural. El 97,9%
definen la calidad de una vivienda y sirven también (IC95% 96,4-98,7) de las viviendas en las zonas
para estimar déficit habitacional de tipo cualitativo. urbanas tienen cobertura de agua y 63,9% (IC95%
54,0 -72,8), en el área rural. De manera similar,
La Encuesta SABE Colombia mostró que la mayo- mientras 95,0% (IC95% 90,9-97,3) de las vivien-
ría de las personas adultas mayores reside en vi- das de la zona urbana dispone de servicio de al-
viendas que cuentan con servicios de energía eléc- cantarillado, 24,8% (IC95% 16,8-35,0) de aquellas
trica (98% IC95% 95,7-99,1), acueducto (90,4% de la zona rural tiene dicho servicio (Figura 5).
IC95% 84,3-94,3), alcantarillado (79,5% IC95%
67,7-87,8), gas natural (67,6% IC95% 55,8-77,5) y En la zona urbana la mayoría de la población
recolección de basuras (85,3% IC95% 75,7-91,5). (95,7% IC95%: 92,1-97,6) tenía abastecimiento de

Resultados Sección 3.3 177

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

100

90

80

70

60 Energía
Gas natural conectado a la red pública
50 Acueducto
Alcantarillado
40

30

20

10

0 Rural
Urbana

Zona de Procedencia

Figura 5. Distribución de servicios públicos de las viviendas según procedencia.

agua de acueducto, mientras que en las viviendas La cobertura de gas natural aumentó con el estrato
rurales, solo el 36,9% (IC95% 25,6-49,8). Las otras económico, a la vez que disminuyó el uso de gas
fuentes de agua de las personas adultas mayores en cilindros o pipetas. Así, mientras en el estrato 1
en la zona rural fueron los acueductos comuna- la proporción de viviendas que utilizan gas natural
les (26,7%; IC95% 20,4-34,1) o directamente de fue 41,4% (IC95% 30,4-53,4), en estratos 5 y 6 di-
ríos (15,4% IC95% 10,6-22,0), pozos sin bombas cha proporción fue de88,3% (IC95% 80,1-93,4). La
(6,8% IC95% 3,8-12,0) o agua lluvia (6,3% IC95% proporción más baja de hogares con gas natural se
3,1-12,8). observó en la Orinoquia/Amazonia (49,5% IC95%
27,0-72,2), mientras que en las demás regiones
En relación con el tipo de energía o combustible pa- fue superior a 60%.
ra cocinar, casi una quinta parte de los hogares de
las personas adultas mayores utiliza gas en cilindro En la población de menos recursos se observó
o pipeta (19,5% IC95% 13,6-27,2) y 10% (IC95% menor cobertura del servicio de recolección de ba-
5,8-16,3) usa leña, madera o carbón de leña. En la suras. Específicamente, todos los hogares en los
zona rural, los combustibles más utilizados son la estratos 5 y 6 presentaron recolección de basuras,
madera (41,5% IC95% 31,0-52,9) y el gas en cilin- mientras que en el estrato 1 de este servicio dispo-
dro (40,2% IC95% 31,7-49,3) (Figura 6). nía el 65% (IC95% 53,6-74,9). En consecuencia,

178 Resultados Sección 3.3

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

90

80

70 Gas natural conectado a red pública
Gas en cilindro o pipeta
60 Kerosene, petróleo, cocinol. ACPM, gasolina
Electricidad
50 Leña - Madera - Carbón de Leña
Carbón mineral
40 Material de desecho
No cocinan
30

20

10

0 Rural
Urbana

Zona de Procedencia

Figura 6. Distribución del tipo de energía o combustible para cocinar según procedencia.

22,8% (IC95% 15,9-31,5) de los hogares de estra- ciones fueron 98,8% (IC95% 97,5-99,4) y 0,5%
to 1 tira la basura en cercanías de la vivienda. (IC95% 0,2-1,1) respectivamente (Figura 7).

Adicionalmente, en la zona rural el servicio de re- En relación con el tipo de servicios sanitarios con
colección lo reportaron 37,6% (IC95% 24,5-52,7) que cuentan las personas adultas mayores, se
de los hogares y en 41,3% (IC95% 31,7-51,6) se encontró que 78,8% (IC95% 66,5-87,4) de la po-
identificó que arrojan los residuos en cercanías blación cuenta con inodoro conectado a alcanta-
de las viviendas; en el área urbana dichas propor- rillado; 14,8% (IC95% 8,7-24,0) tiene inodoro co-

100

80 Recogen servicios de aseo
Recoge servicio informal
60 La entierran
La tiran al río
40 La queman
La tiran al patio
20

0 Rural

Urbana

Zona de Procedencia

Figura 7. Distribución de la forma de eliminación de basuras según procedencia.

Resultados Sección 3.3 179

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

nectado a pozo séptico y 3,3% (IC95% 1,8-6,1) no inodoro conectado a pozo séptico y 13,6% (IC95%
cuenta con sanitario. En las zonas rurales, 53,3% 7,8-22,5) no cuenta con sanitario (Figura 8).
(IC95% 47,9-58,5) de las viviendas cuentan con

100 Inodoro conectado a alcantarillado
90 Inodoro conectado a pozo séptico
80 Inodoro sin conexión
70 Letrina (pozo negro - hoyo)
60 Bajamar
50 No tienen sanitario
40
30 Rural
20
10
0 Urbana

Zona de Procedencia

Figura 8. Distribución del tipo de servicio sanitario de las viviendas según procedencia.

3.3.3. Exposiciones ambientales al interior 29,5), en comparación con los de la zona urbana
de la vivienda (49,5% IC95% 45,0-54,1). La menor proporción de
uso de insecticidas se registró en Bogotá (25,5%
Las personas adultas mayores permanecen dentro IC95% 25,3-25,7), y la mayor en la Amazonia/Ori-
de la vivienda la mayor parte del día y en ese sitio noquia (64,3% IC95% 53,9-73,6) (Figura 9).
pueden exponerse a riesgos ambientales prove-
nientes del interior y del exterior de la misma. En En general, la presencia de manchas de moho y
esta encuesta se preguntó por aquellos factores fí- hongos en la vivienda fue de 11,8% (IC95% 9,8-
sicos del interior de la vivienda que podrían afectar 14,2). No obstante, a mayor estrato se encontró
la salud por exposición aguda o crónica. menor frecuencia de estas manchas en la vivienda:
de 14,0% (IC95% 11,8 -17,1) en el estrato 1, a 6,6%
Se observaron altas proporciones de uso de am- (IC95% 2,8-12,5) en los estratos 5 y 6 (Figura 9).
bientadores, inciensos, aerosoles e insecticidas.
Los hogares del área rural tienen menor frecuen- En relación con otras potenciales exposiciones se en-
cia de uso de ambientadores (24,8% IC95% 20,6- contró que 4,8% (IC95% 3,8-6,2) de la población adul-

180 Resultados Sección 3.3

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

50

40 Hay manchas de moho y/o hongos en alguna de las
habitaciones de su casa, excluyendo baños y cocina
30
Utiliza en su casa ambientadores, inciensos, aerosoles.
20
Usa dentro o fuera de su casa insectisidas para el
10 control de plgas como: mosquitos, cucarachas, hormigas,
pulgas, garrapatas, ratas, moscas.

0 Rural
Urbana

Zona de Procedencia

Figura 9. Distribución de viviendas con exposiciones a riesgos ambientales al
interior de la vivienda.

ta mayor tiene pinturas en su residencia; 2,2% (IC95% 8,6% (IC95% 5,9 - 12,4); rural 16,0% (IC95% 11,9-
1,5-3,3) tiene algún tipo de combustible en hogar y ca- 20,6); desplazamiento en motocicleta: urbano 6,3%
si el 5% (IC95% 3,1-7,5) almacena pesticidas. (IC95% 3,6 - 10,9); rural 14,3% (IC95% 9,3 - 21,4)
(Figura 10).
3.3.4. Transporte
Se observaron también diferencias en el medio de
El transporte permite tener acceso a diferentes transporte usado según edad y estrato. En particu-
servicios y recursos del bienestar y debe proveer- lar, se observó que mientras en las personas de 60
se con las condiciones adecuadas para las perso- a 64 años la proporción de uso de transporte pú-
nas adultas mayores, de manera que no constituya blico masivo fue 55,2% (IC95% 46,3 - 63,7) y la de
riesgos para su integridad física. uso de taxi fue 6,2% (IC95% 4,8 - 7,9), en las ma-
yores de 85 años las proporciones fueron 21,7%
El transporte público masivo es el principal medio (IC95% 18,1- 25,8) y 42,7% (IC95% 35,3 - 50,4),
de transporte que utiliza la población adulta mayor respectivamente. Es decir, a mayor edad disminu-
de Colombia (52,0% IC95% 44,5 - 59,6), seguido yó la proporción de personas que usa transporte
de los taxis (14,0% IC95% 11,5 - 17,1) y las motoci- público masivo y aumentó el uso de taxi.
cletas (8,0% IC95% 5,1 - 12,6).Otro 10,0% reportó
desplazarse caminando (IC95% 7,3 - 13,9) y no uti- A su vez, mientras que en las personas de estra-
lizar medios motorizados. Según procedencia, se tos 5 y 6 el 30% (IC95% 9,2- 64,5) se transporta
observó que aunque en la zona rural 40% de las en automóviles de uso propio, en los de estratos
personas adultas mayores utiliza medios de trans- más bajos esta proporción fue menor: En estrato 1
porte público masivo, en comparación con la zona fue 0,9% (IC95% 0,6- 1,4) y en estrato 2 fue 1,5%
urbana, son más frecuentes los desplazamientos a (IC95% 1,0- 2,3).
pie o en motocicleta: desplazamiento a pie: urbano

Resultados Sección 3.3 181

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

60 Taxi
Transporte de la empresa
50 Transporte Público Masivo
Automóvil propio manejado
40 Automóvil propio manejado por otra persona
Transporte Particular
30 Moto
Bicicleta
20 Transporte Acuático
A píe
10 No sale de casa

0 Rural
Urbana

Zona de Procedencia

Figura 10. Distribución del medio de transporte principal usado por la población adulta
mayor, según procedencia.

En relación con la independencia de las personas chos, las paredes y el piso de la vivienda. Se ob-
adultas mayores para el uso del transporte público servó que aquellas ubicadas en el estrato 1, en la
se encontró que 69,5% (IC95% 66,6- 72,3) lo usan zona rural y en la región Orinoquia/Amazonia tien-
sin ayuda de terceros, 15,1% (IC95% 13,9- 16,4) den a conglomerar diferentes tipos de condiciones
requieren ayuda y 15,4% (IC95% 12,5- 18,8) no lo de estructura deficientes.
usan. Esta independencia disminuyó con la edad.
Mientras 80,9% (IC95% 76,6- 84,6) de las perso- Mientras 1,7% de las personas adultas mayores en
nas entre 60 y 64 años son independientes, esta estratos 5 y 6 se encuentran en residencias que
proporción disminuyó a 19,4% (IC95% 15,1- 24,6) presentan una o más deficiencias en techos, pa-
en las personas de 85y más años. redes o pisos, 29% de las viviendas del estrato 1
presenta algún tipo de deficiencia en su estructura
3.3.5. Análisis conjunto de indicadores (Tabla 4). En la zona rural 43,3% de las personas
ambientales residen en viviendas con 1 y 2 condiciones inade-
cuadas. En comparación con otras regiones, en
Se hizo un análisis de tres aspectos: Caracterís- la Orinoquia/Amazonia se presenta la mayor pro-
ticas físicas de la vivienda, cobertura de servicios porción de viviendas con una o más condiciones
públicos y hacinamiento. En primera instancia se de estructura deficientes. Mientras 7,7% de las vi-
desarrolló un análisis para estimar la proporción viendas de las personas adultas mayores ubicadas
de personas adultas mayores que residen en vi- en Bogotá presenta una o más deficiencias en la
viendas con múltiples características físicas que estructura, en la región de Orinoquia/Amazonia el
presentan deficiencia. Específicamente, en un solo 31,5% las presenta (Tabla 4).
indicador se agregaron las condiciones de los te-

182 Resultados Sección 3.3

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Tabla 4. Distribución del número de características deficitarias en la estructura de
las viviendas por estrato, zona, región y ciudades principales.

 0 12 3 4
% IC 95% % IC 95%
Estrato % IC 95% % IC 95% % IC 95% 0,3 0,1-0,5 0,3 0,1-0,5
0,2 0,1-0,7 0,1 0,0-0,4
1 61,5 54,5-68,1 29,0 24,0-34,5 9,0 6,0-13,3 0 0,0-0,1 0 0,0-0,0
0,2 0,0-1,5 0
2 82,5 76,0-87,5 14,6 11,0-19,2 2,6 0,8-7,5
0,1 0,0-0,1 0,1 0,0-0,1
3-4 94,9 91,9-96,8 5,0 3,1-8,0 0,1 0,0-0,4 0,5 0,3-1,1 0,3 0,1-0,8

5-6 98,1 95,2-99,3 1,7 0,6-4,6 0 0,3 0,1-1,3 0,3 0,1-0,9
0,2 0,1-0,5 0,2 0,0-0,6
Zona 0,2 0,1-0,5 0
0,1 0,1-0,2 0 0,0-0,2
Urbano 87,5 82,5-91,2 11,5 8,2-15,9 0,9 0,4-1,8 0,4 0,1-1,7 0,7 0,2-2,6
0 0,0-0,2 0,1 0,1-0,1
Rural 56,2 46,3-65,5 29,9 24,1-36,5 13,1 7,6-21,6
0 0
Región 0,2 0,2-0,2 0
0 0
Atlántico 74,7 56,9-86,9 13,8 7,9-23,1 10,8 4,7-23,0 0,2 0,1-0,3 0,1 0,1-0,2

Oriental 80,4 74,1-85,4 17,2 13,3-22,0 2,1 1,1-3,9

Central 77,7 56,5-90,3 19,3 9,0-36,4 2,9 0,6-12,1

Pacífico 81,2 59,5-92,7 16,8 6,6-36,6 1,8 0,6-5,4

Orinoquia y 69,1 40,9-87,8 28,2 11,7-53,8 1,6 0,4-5,6
Amazonia*

Bogotá 92,3 92,3-92,4 7,5 7,5-7,5 0 0,0-0,0

Ciudades principales

Medellín 94,6 94,6-94,6 5,4 5,4-5,4 0

Cali 95,6 95,3-95,9 3,6 3,3-3,9 0,5 0,5-0,6

Barranquilla 97,8 97,8-97,8 1,8 1,8-1,8 0,4 0,4-0,4

Total 80,6 73,3-86,3 15,6 11,4-20,9 3,6 1,9-6,6

* El error de estimación para esta región es mayor al diseñado para el muestreo

Adicionalmente, se evaluó la falta de cobertura en En particular, se observó que la proporción de la
uno o más servicios públicos, incluyendo acueducto población con todos los servicios es 44,9% en el
público, alcantarillado, energía eléctrica, gas natu- estrato 1, mientras que en los estratos 5 y 6 es casi
ral y recolección de basuras. De manera similar que 100% (Tabla 14). Adicionalmente, mientras que la
con la estructura de las viviendas se encontró mayor proporción de personas con cobertura de todos los
déficit de cobertura en servicios públicos -ausencia servicios públicos en la zona urbana fue 91,6%, di-
de uno o más servicios públicos- entre las personas cha proporción fue de 14,4% en la zona rural. Entre
adultas mayores en el estrato 1, en la zona rural y las personas de la zona rural se observó una mayor
en regiones diferentes a Bogotá (Tabla 5). proporción de hogares con ausencia de varios servi-

Resultados Sección 3.3 183

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

cios públicos, específicamente, mientras 15,4% de un tipo de servicio, 33,7% presentó deficiencias en
los hogares del área rural tiene deficiencia en solo todos ellos (Tabla 5).

Tabla 5. Distribución de déficits de servicios públicos de las viviendas por estrato,
zona, región y ciudades principales.

  01234

Estrato % IC 95% % IC 95% % IC 95% % IC 95% % IC 95%
1 44,9 34,3-55,9 14,1 10,1-19,2 10,4 8,0-13,5 14,3 9,6-20,9 16,4 11,2-23,2

2 79,1 65,8-88,1 7,3 4,3-12,4 3,2 1,5-6,5 3,4 1,7-6,6 7,1 3,4-14,2

3-4 95,6 90,3-98,1 3,8 1,6-8,6 0,3 0,1-1,2 0,2 0,0-1,0 0 0,0-0,3

5-6 99,6 97,1-99,9 0,4 0,0-2,8 0,1 0,0-0,3 0 0

Zona 91,6 85,7-95,2 6,0 3,5-10,0 1,7 0,8-3,5 0,5 0,2-1,2 0,1 0,0-0,4
Urbano

Rural 14,4 7,9-24,7 15,4 9,9-23,0 13,5 10,7-16,9 23,1 17,8-29,2 33,7 23,4-45,9

Región

Atlántico 59,2 35,1-79,6 13,2 8,0-21,1 7,4 4,0-13,2 7,8 2,7-20,4 12,4 4,7-28,8

Oriental 70,6 44,0-88,0 8,2 4,3-15,3 3,7 1,3-10,2 7,4 2,6-19,0 10,1 3,3-27,3

Central 79,3 45,1-94,7 5,5 2,2-13,5 3,8 1,2-11,4 5,1 1,1-21,1 6,3 1,5-22,5

Pacífico 68,5 28,9-92,1 9,6 2,9-27,5 6,3 1,7-21,3 6,9 1,8-23,0 8,7 1,7-34,1
50,6 17,9-82,8 42,6 14,6-76,4 5,1 1,4-17,0 1,2 0,3-4,2 0,5 0,1-2,3
Orinoquia y 98,1 97,6-98,6 1,6 1,5-1,6 0,2 0,1-0,4 0,1 0,0-0,6 0,1 0,0-0,9
Amazonia*

Bogotá

Ciudades principales

Medellín 99,2 99,2-99,2 0,7 0,7-0,7 0,1 0,1-0,1 0 0,0-0,0 0

Cali 99 95,7-99,8 0,9 0,3-2,8 0,2 0,0-2,7 0 0

Barranquilla 96,5 96,5-96,5 3,0 3,0-3,0 0,4 0,4-0,4 0,1 0,1-0,1 0

Total 74,8 61,1-84,9 8,0 5,0-12,6 4,3 2,5-7,2 5,4 3,0-9,7 7,5 4,2-12,8

* El error de estimación para esta región es mayor al diseñado para el muestreo

184 Resultados Sección 3.3

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Finalmente se analizó la agregación de déficits en en las personas adultas mayores de estratos bajos,
estructura, en servicios y además en hacinamiento. en la zona rural y en regiones diferentes a Bogotá
Nuevamente se encontraron mayores deficiencias (Tabla 6).

Tabla 6. Distribución de déficit agregado de condiciones de estructura, de servicios y
hacinamiento de las viviendas por estrato, zona, región y ciudades principales.

  Ninguna Una condición Dos y más
condiciones
Estrato % IC 95% % IC 95% % IC 95%
1 29,9 21,9-39,4 35,9 31,3-40,9 34,1 27,7-41,3
2 63,7 53,3-73,0 23,1 18,5-28,5 13,2 8,2-20,6
3-4 80,9 76,1-85,0 14,9 12,5-17,7 4,2 2,4-7,1
5-6 88,0 77,9-93,9 4,7-17,1 2,9 0,6-13,3
9,1
Zona 7,4 4,9-10,8
Urbano 73,5 68,1-78,3 19,2 16,7-21,9 47,9 38,1-57,9
Rural 10,7 5,9-18,6 41,4 35,1-47,9
24,1 12,1-42,1
Región 51,5 29,4-73,1 24,4 15,9-35,6 15,5 9,3-24,5
Atlántico 55,7 36,2-73,5 28,9 17,9-43,0 15,8 5,0-40,2
Oriental 60,4 34,5-81,6 23,8 15,8-34,1 19,9 7,4-43,7
Central 55,7 27,1-81,0 24,4 13,9-39,2 27,3 9,8-56,4
Pacífico 33,6 10,3-69,0 39,1 28,0-51,4
78,5 78,1-78,8 17,3 17,0-17,5 4,3 4,2-4,4
Orinoquia y Amazonia
Bogotá 84,3 84,3-84,3 14,9 14,9-14,9 0,8 0,8-0,8
80,3 78,9-81,5 13,2 12,4-13,9 6,6 6,0-7,2
Ciudades principales 89,6 89,6-89,6 1,4 1,4-1,4
Medellín 59,8 48,8-69,8 8,9 8,9-8,9 16,2 10,7-23,9
Cali 24,0 19,6-29,0

Barranquilla
Total

Resultados Sección 3.3 185

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Discusión

El entorno físico representado en este capítulo en las características de la vivienda, los servicios públicos,
las exposiciones ambientales y el acceso a transporte, integra condicionantes básicos del bienestar que
deben analizarse a la luz de otras características estudiadas en la Encuesta SABE Colombia, como son
las del entorno social, pero también con los determinantes personales y conductuales.
La vivienda es considerada un bien complejo que permite garantizar el desarrollo de funciones básicas co-
mo la alimentación, el aseo y el reposo de los miembros del hogar y además favorece la protección frente
al entorno físico y social donde se encuentra ubicada (4).
Aunque en esta Encuesta se observó que más de 60% de la población adulta mayor reside en viviendas
ya pagadas, aún es alta la proporción que vive en arrendamiento, especialmente en la zona urbana. Estas
cifras contrastan con 41% de hogares con vivienda propia y 37% como arrendatarios reportados para la
población general de Colombia en 2014-2015 (5). En comparación con otros países latinoamericanos,
Colombia es el país con menor proporción de hogares propietarios de las viviendas que habitan, mientras
las cifras son menores a la mitad, para los demás países son de 60% o mayores, especialmente en Pana-
má, Paraguay y Venezuela donde el porcentaje de hogares propietarios es superior a 80% (6). En nuestro
contexto, contar con una propiedad es percibido como parte de la seguridad y respaldo económicos para
los hogares actuales y para las generaciones venideras y como parte de los indicadores de superación de
la pobreza (7). En este sentido, podría afirmarse que a pesar de los esfuerzos de las políticas de vivienda
aún existe un déficit importante de viviendas en el sentido cuantitativo del término.
No obstante, se ha hecho énfasis en la necesidad de considerar no sólo la tenencia sino las condiciones
que garanticen una vivienda digna como un derecho. En particular, el espacio del que se dispone, las
condiciones de la estructura interna y los servicios con los que se cuenta hacen parte de las dimensiones
consideradas para garantizar una vivienda en condiciones óptimas para sus habitantes (4,7,8,9).
De manera similar a la situación observada en Colombia, en otros países Latinoamericanos como en Bo-
livia, Ecuador, Costa Rica y México, la mayor parte de la población adulta mayor reside en viviendas tipo
casas (8). La residencia en apartamentos y espacios reducidos en general ha sido considerada un indica-
dor de la afectación del bienestar de la población adulta mayor. En particular, se ha reportado la relación
entre este tipo de espacios y el deterior de las condiciones de salud física y sicológica de las personas
adultas mayores (10,11).

186 Resultados Sección 3.3

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

En esta encuesta se midieron indicadores que hacen evidentes las privaciones de los hogares donde re-
siden las personas adultas mayores (9). De forma general, se observó que quienes viven en la zona rural
son de más bajo estrato socioeconómico y que quienes están en regiones diferentes a Bogotá presentan
peores condiciones en su entorno físico: tienden a tener condiciones estructurales deficitarias por los ma-
teriales de sus pisos, paredes o techos, tienden a tener menor cobertura en servicios públicos, a vivir en
condiciones de hacinamiento y a presentar riesgos ambientales y físicos al interior de la vivienda.

En relación con las condiciones estructurales de la vivienda, se identificó que entre 16% y 24% presenta
conglomeración de deficiencias de materiales en techos, paredes y pisos, lo cual expone a las personas
adultas mayores a inclemencias climáticas, inseguridad, exposiciones que generan riesgos a la salud y en
consecuencia a alteraciones en la calidad de vida. La situación evidenciada en esta encuesta es más pre-
caria a la observada en 2014 en el total de hogares de Colombia, donde se reporta que 5% de los hogares
del país reside en viviendas con pisos inadecuados, 2% con paredes en materiales deficitarios y 11% sin
acceso a fuente de agua potable e inadecuada disposición de excretas (9). Más aún, en esta encuesta se
observó que dichas deficiencias están presentes en más de la quinta parte de los hogares de la zona rural,
de estratos bajos y en los residentes de la región Orinoquia/Amazonia. De manera similar, la Encuesta
de Demografía y Salud de 2010 hizo evidentes las brechas de los hogares con estas características, en
comparación con el resto del país.

A su vez, aunque en general la cobertura de servicios públicos en Colombia es alta, existen mejores con-
diciones en las áreas urbanas y en los estratos más altos. Las coberturas observadas en esta encuesta
son consistentes con las reportadas en 2014 para el país respecto del suministro de energía eléctrica,
gas natural, acueducto, alcantarillado y la recolección de basuras, con lo cual se confirman las brechas
de calidad de vida de la población adulta mayor (5). En contraste, en Ecuador solo el 74% de la población
mayor de 60 años tiene acceso a acueducto (10). Estas brechas de calidad de vida también se han hecho
evidentes al identificarse que en Colombia la tercera parte de la población adulta mayor vive en con défi-
cit cualitativos, ya sea por servicios públicos, material de paredes, hacinamiento, la tenencia y el tipo de
familia en que vive (12,13).

En consecuencia, las condiciones de vivienda de la población adulta mayor requieren ser foco de atención
de las políticas y programas de las cuales son sujeto; especialmente para mejorar las condiciones de vida
de quienes residen en los menores estratos socioeconómicos, de quienes viven en áreas rurales y en la
región Orinoquia/Amazonia donde son evidentes la conglomeración de inequidades.

Respecto al uso del transporte entendido como un servicio que facilita el acceso a servicios y oportuni-
dades de integración, en esta encuesta se hizo evidente que si bien la mayoría de las personas adultas
mayores utiliza transporte público masivo (52%), quienes tienen mayor edad (21,7%) lo usan menos y en
consecuencia, cuando necesitan movilizarse, deben hacerlo utilizando servicio de taxi. A su vez, aproxima-
damente 70% usa este medio de transporte sin requerir ayuda de terceros.

Resultados Sección 3.3 187

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

El uso del transporte público por parte de las personas adultas mayores se ha recomendado por favorecer
la participación en actividades sociales y porque está indirectamente relacionado con las mejores condi-
ciones de salud física y mental (14,15). Así mismo, el uso del transporte público refleja condiciones del en-
torno físico y social. En particular, en entornos inseguros o con barreras físicas para acceder al transporte
público dificultan su uso y por tanto los beneficios derivados de su uso (15).
Elementos como la disponibilidad, la accesibilidad, la aceptabilidad y la asequibilidad son fundamentales
para la elección y uso de un medio de transporte (1,12). Por ejemplo, en países de altos ingresos los autos
particulares son el principal medio utilizado por las personas mayores, quienes usualmente los conducen.
Sin embargo, en el contexto de la Encuesta SABE Colombia 2015 el transporte público masivo es el princi-
pal medio de transporte para la población mayor de 60 años. Adicionalmente, una proporción importante de
la población adulta mayor (16,0% IC95% 11,9 - 20,6) se desplaza a pie en las áreas rurales, posiblemente
por las condiciones de “caminabilidad” que brinda el entorno y propicia la actividad física por transporte
(14,15). No obstante, se reporta que la población de menores estratos, aquellos de mayor edad y quienes
residen en ambientes inseguros o con barreras físicas tienden a privarse de este tipo de beneficios (16).

188 Resultados Sección 3.3

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

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Resultados Sección 3.3 189

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SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Sección 3.4

3.4 Determinantes relacionados con forma de afiliación al Sistema de Seguridad Social,
factores personales zona geográfica o por estrato socioeconómico. En
Bogotá la proporción de personas adultas mayores
Los factores personales constituyen una categoría que manifestó ser religiosa fue ligeramente menor
de análisis dentro de los Determinantes del Enve- al promedio nacional. Se presentó una menor dis-
jecimiento Activo. En particular, en esta sección se minución de la apreciación de religiosidad a medida
abordan los hallazgos de la encuesta relacionados que aumentan los ingresos económicos y el nivel
con aspectos de religiosidad, sexualidad, autoper- educativo. En la Tabla 1 se muestra la distribución
cepción de salud, espacio de vida, amputaciones, de la importancia de la religiosidad de acuerdo con
funcionalidad, limitación funcional y discapacidad las variables demográficas.
de las personas adultas mayores.
Tres cuartas partes de los encuestados conside-
3.4.1 Religiosidad raron que la religión era una fuente importante de
fortaleza y confort, y este hallazgo fue aún más
La religiosidad es la forma de expresión por me- frecuente en las personas mayores de 75 años,
dio de los ritos, oraciones, signos y celebraciones, en las mujeres y en las personas adultas mayores
que son parte del resultado de la relación particular sin pareja. La región de la Orinoquia y Amazonia,
con lo divino (1). En la Encuesta SABE Colombia, seguido de la región Atlántico fueron las zonas del
dos terceras partes de los encuestados reportaron país donde fue mayor esta percepción, y más fre-
ser muy religiosos, con mayor proporción las mu- cuente en Barranquilla como ciudad. Entre menor
jeres y algo más las personas solteras, separadas escolaridad y menores ingresos económicos fue
o viudas. La importancia de la religiosidad aumen- ligeramente superior la percepción de importancia
tó a medida que incrementó la edad, desde 78,8% de la religión. No hubo diferencia por color de piel,
(IC95% 74,2 - 82,8) en las personas de 60-64 años zona urbana o rural, o en la pertenencia a algún
hasta 85,5% (IC95% 81,7 - 88,6) en las personas de régimen de seguridad social.
85 años y más. No hubo diferencia por color de piel,

Resultados Sección 3.4 193

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Tabla 1. Percepción de importancia de la religiosidad en la vida de las personas adultas
mayores según características sociodemográficas.

Percepción de la religión como fortaleza

Variable Nada/Un poco Mucho

Edad % IC 95% % IC 95%
60 - 64
65 - 69 21,2 17,2-25,8 78,8 74,2-82,8
70 - 74 74,3-80,3
75 - 79 22,5 19,7-25,7 77,5 76,6-82,2
80 + 82,6-88,1
20,4 17,8-23,4 79,6 81,7-88,6
Sexo
Hombres 14,4 11,9-17,4 85,6 67,6-75,0
Mujeres 85,5-88,6
14,5 11,4-18,3 85,5
Color de piel 78,2-82,3
Claros 28,6 25,0-32,4 71,4 76,4-83,3
Medios 69,8-82,0
Oscuros 12,8 11,4-14,5 87,2
77,3-81,7
Estrato 19,7 17,7-21,8 80,3 79,4-82,7
1 72,6-83,1
2 19,9 16,7-23,6 80,1 71,7-90,8
3-4
5-6 23,6 18,0-30,2 76,4 76,9-82,2
78,5-82,6
Zona 20,4 18,3-22,7 79,6
Urbano 79,2-84,2
Rural 18,9 17,3-20,6 81,1 77,1-85,1
77,9-81,5
Región 21,7 16,9-27,4 78,3 79,5-82,8
Atlántico
Oriental 16,7 9,2-28,3 83,3
Central
Pacífico 20,3 17,8-23,1 79,7

19,4 17,4-21,5 80,6

18,2 15,8-20,8 81,8

18,6 14,9-22,9 81,4

20,3 18,5-22,1 79,7

18,8 17,2-20,5 81,2

194 Resultados Sección 3.4

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Orinoquia y Amazonia 12,4 5,0-27,6 87,6 72,4-95,0
Bogotá 25 25,0-25,1 75 74,9-75,0

Ciudades principales 19,8 19,8-19,8 80,2 80,2-80,2
Medellín 19,4 19,2-19,6 80,6 80,4-80,8
Cali 16,3 16,3-16,3 83,7 83,7-83,7

Barranquilla 20,8 16,9-25,3 79,2 74,7-83,1
Régimen de Seguridad Social 19,6 18,2-21,1 80,4 78,9-81,8
14,4 85,6 77,7-91,1
Contributivo 20,2 8,9-22,3 79,8 69,8-87,1
Subsidiado 12,9-30,2
De excepción/Especial 22,9 72,6-81,2
No afiliado 18,5 18,8-27,4 77,1 80,1-82,8
Nivel educativo 19,8 17,2-19,9 81,5 74,8-84,7
23,9 15,3-25,2 80,2 66,0-83,9
Ninguno 26,5 16,1-34,0 76,1 65,2-80,4
Básica Primaria 19,6-34,8 73,5
Básica Secundaria 19,4 77,7-83,2
Técnico o Tecnológico 19,8 16,8-22,3 80,6 78,1-82,1
Universitario o Postgrado 30,2 17,9-21,9 80,2 63,6-75,3
Ingresos 24,7-36,4 69,8 70,3-85,7
21 14,3-29,7 61,4-87,8
<1 SMMLV 22,8 12,2-38,6 79
1 -2 SMMLV 77,2 73,8-80,2
3-4 SMMLV 22,8 80,8-85,1
Más de 4 SMMLV 16,9 19,8-26,2 77,2 79,3-87,2
16,4 14,9-19,2 83,1 77,5-81,9
NS/NR 20,2 12,8-20,7 83,6
Estado Civil 18,1-22,5 79,8

Casado(a)/Unido
Separado(a)/viudo(a)

Soltero(a)
Total

Resultados Sección 3.4 195

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

3.4.2 Sexualidad En este estudio cerca del 50% de las personas
adultas mayores refiere que la sexualidad es im-
La sexualidad es un aspecto central del ser huma- portante o muy importante en su vida. Esta pro-
no a través de su ciclo de vida que comprende se- porción es mayor en los de 60-64 años (54,9%
xo, identidad de género y roles, orientación sexual, IC95% 52,3 - 57,5) y menor en los 85 y más años
placer e intimidad y la reproducción. Sin embargo, (31,9% IC95% 27,1 - 37,0). La sexualidad es tres
con frecuencia se trata a las personas adultas ma- veces más importante en los hombres que en las
yores como personas asexuadas y no atractivas mujeres, es mayor en personas con pareja, en
para el sexo opuesto. En consecuencia, los temas personas de piel oscura, en las regiones Atlántico
de sexualidad son usualmente omitidos entre las y Pacifico y en la ciudad de Cali. Adicionalmente,
personas adultas mayores, desconociendo que la las personas adultas mayores con mejor situación
práctica de una sexualidad plena es fundamental socioeconómica y mayor nivel educativo refieren
para un envejecimiento saludable (2). mayor importancia de la sexualidad (Tabla 2).

Tabla 2. Percepción de importancia de la sexualidad en la vida de las personas adultas
mayores según características sociodemográficas.

Edad Muy importante Poco /Nada importante/
60 - 64 /Importante Sin interés
65 - 69
70 - 74 % IC 95% % IC 95%
75 - 79 54,9 52,3-57,5 45,1 42,5-47,7
80 + 51,9 48,0-55,7 48,1 44,3-52,0
45,2 41,9-48,6 54,8 51,4-58,1
Sexo 41,0 36,8-45,3 59,0 54,7-63,2
Hombres 31,9 27,1-37,0 68,1 63,0-72,9
Mujeres
73,3 68,9-77,2 26,7 22,8-31,1
Color de piel 27,9 25,4-30,5 72,1 69,5-74,6
Claros
Medios 47,8 45,2-50,3 52,2 49,7-54,8
Oscuros 48,7 44,5-52,8 51,3 47,2-55,5
58,4 53,5-63,1 41,6 36,9-46,5

196 Resultados Sección 3.4

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

Estrato

1 46,3 42,2-50,5 53,7 49,5-57,8
43,1-51,8 52,6 48,2-56,9
2 47,4 51,7-56,6 45,9 43,4-48,3
19,4-65,1 59,8 34,9-80,6
3-4 54,1
47,4-51,9 50,3 48,1-52,6
5-6 40,2 40,0-53,5 53,4 46,5-60,0

Zona 50,8-61,4 43,8 38,6-49,2
38,0-45,5 58,3 54,5-62,0
Urbano 49,7 45,9-50,4 51,9 49,6-54,1
46,9-58,0 47,5 42,0-53,1
Rural 46,6 38,5-44,7 58,4 55,3-61,5
49,1-49,1 50,9 50,9-50,9
Región
49,2-49,2 50,8 50,8-50,8
Atlántico 56,2 57,2-57,2 42,8 42,8-42,8
47,1-47,1 52,9 52,9-52,9
Oriental 41,7
48,8-55,5 47,9 44,5-51,2
Central 48,1 40,7-47,3 56,0 52,7-59,3
56,3-69,1 37,0 30,9-43,7
Pacífico 52,5 52,5-74,9 35,5 25,1-47,5

Orinoquia y Amazonia 41,6 37,7-47,4 57,5 52,6-62,3
42,6-47,8 54,8 52,2-57,4
Bogotá 49,1 50,0-57,8 46,1 42,2-50,0
47,6-69,5 41,0 30,5-52,4
Ciudades principales 54,6-75,2 34,3 24,8-45,4

Medellín 49,2 39,9-45,5 57,3 54,5-60,1
52,4-62,1 42,7 37,9-47,6
Cali 57,2

Barranquilla 47,1

Régimen de seguridad social

Contributivo 52,1

Subsidiado 44,0

De excepción/Especial 63,0

No afiliado 64,5

Nivel educativo

Ninguno 42,5

Básica Primaria 45,2

Básica Secundaria 53,9

Técnico o Tecnológico 59,0

Universitario o Postgrado 65,7

Ingresos

<1 SMMLV 42,7

1 -2 SMMLV 57,3

Resultados Sección 3.4 197

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

3-4 SMMLV 68,4 63,8-72,6 31,6 27,4-36,2
Más de 4 SMMLV 57,6 30,5-80,8 42,4 19,2-69,5
54,1 41,6-66,1 45,9 33,9-58,4
NS/NR
Estado Civil 61,5 58,1-64,8 38,5 35,2-41,9
32,7 30,1-35,3 67,3 64,7-69,9
Casado(a)/Unido 35,1 31,5-38,9 64,9 61,1-68,5
Separado(a)/viudo(a) 49,1 46,8-51,4 50,9 48,6-53,2

Soltero(a)
Total

* El error de estimación para esta región es mayor al diseñado para el muestreo

Respecto al conocimiento de los derechos sexua- men subsidiado del Sistema de Seguridad Social.
les 70,7% (IC95% 65,9-75,0) conocían el derecho Aquellos con ingresos menores a un salario mínimo
a una vida sexual libre de violencia. No obstante, mensual y con cinco años o menos de educación
hubo menor conocimiento en estratos bajos, en las tenían menos información de este derecho.
personas de piel oscura, en el área rural y en las
personas que reciben menos de un salario mínimo. Sobre el derecho a una vida sexual placentera, un
No se evidenciaron diferencias entre hombres y poco más de dos terceras partes de los encuesta-
mujeres. dos afirmaron conocerlo, en su mayoría hombres
y residentes del área urbana. Este conocimiento
De otra parte, el conocimiento de los derechos es menor en las personas del estrato uno (59.4 %
sexuales aumentó a medida que las personas te- IC95% 54,6-64,1) y aumentó con el estrato hasta
nían mayor nivel educativo -casi la totalidad de los 88,6% (IC95% 74,4-95,4) para estrato cinco y seis.
encuestados que tenían estudios universitarios Similar tendencia se presenta entre las personas
afirmaron tener conocimiento de sus derechos se- de acuerdo con los ingresos yconel nivel educativo.
xuales-. En el caso de estar en alguna situación de En particular, la proporción es de 53,5 % (IC95%
violencia, la mayoría de los encuestados afirmó re- 44,9-62,0) para ningún grado de escolaridad y de
currir a la Policía, a la Fiscalía o a la Comisaría. 95,5% (IC95% 92,7-97,3) para aquellos con estu-
dios universitarios o de postgrado.
Acerca del derecho a relacionarse con personas
del mismo sexo, 73,1% (IC95% 68,0-77,7) de los 3.4.3 Autopercepción del estado de salud
encuestados afirmó conocerlo. Este conocimiento
fue más frecuente en las personas menores de 80 La noción de autopercepción de salud se empezó
años, y no hubo diferencias entre hombres y muje- a utilizar en la década de 1950 y desde entonces
res; fue menor en las personas residentes en zona numerosos estudios han documentado la validez
rural, en la región Central y Oriental del país, en de su medición. Ha sido ampliamente aceptada
el estrato uno y en las personas afiliadas al régi- como una medida sensible y confiable del estado

198 Resultados Sección 3.4

SALUD, BIENESTAR Y ENVEJECIMIENTO EN COLOMBIA

de salud general, puesto que se ha comprobado do de salud es ligeramente inferior en la población
que es un predictor independiente y significativo de con piel oscura. Las personas adultas mayores per-
morbilidad, mortalidad, calidad de vida, estado de tenecientes a los estratos altos y con mayor nivel
salud a nivel físico y psicológico en personas adul- educativo calificaron mejor la salud (Tabla 3).
tas mayores (3).
La población adulta mayor residente en la zona
La mitad de las personas adultas mayores (51,3%) rural percibe su salud más mal que la residente
reportó una autopercepción de salud buena y muy en la zona urbana. La zona geográfica donde una
buena, 7,4% mala y muy mala, y el restante 41,4%, proporción mayor de personas reportaron una sa-
regular. El porcentaje de adultos mayores que refie- lud buena y muy buena fue Bogotá y la ciudad con
ren su salud como buena y muy buena disminuye mayor proporción de personas con buena autoper-
con la edad; a su vez, el porcentaje de los que la cepción de salud fue Barranquilla. La autopercep-
refieren regular, mala y muy mala, aumenta con la ción de salud mala y muy mala fue similar en todas
edad. En general las mujeres califican su salud más las regiones con una ligera mayor frecuencia en la
mal que los hombres. La autopercepción del esta- Amazonia y Orinoquia.

Resultados Sección 3.4 199


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