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Published by Karen Solares, 2018-11-15 12:17:02

Libro v1 (baja)

Libro v1 (baja)

Puente sobre el río Santa Clara. en 1995 aún montados en mi Patrol. Hoy las rocas
aún existen, pero no es posible verlas porque un
puede estabilizar mejor agarrándose de uno de zacatal de 1.70 m de alto lo impide y uno solo sigue
ellos y caminando sobre otro. Pasando el puente se caminando por una angosta vereda de solo 25-30 cm
termina la sombra, hay una subida muy inclinada de de ancho que cuesta ver, pues el zacate de las orillas
solo unos 40 m pero con tierra muy fina y pequeñas se entrecruza y uno solo va adivinando por dónde
piedras sueltas que hacen riesgosa la subida por lo sigue. En algún momento conmigo a la cabeza, nos
resbaloso. El inclemente sol en su zenit calienta la desviamos un poco a la derecha, hacia el río, en
cabeza, el tronco, los brazos, pulmones, glándulas lugar de hacerlo a la izquierda, hacia la base de la
suprarrenales, hipófisis y hasta a mi amigo bordón montaña, y aunque íbamos bien orientados hacia el
-a quien ya perdoné-, es un calor seco, calcinante; el filón al que debíamos llegar, sí caminamos un trecho
aire que se respira seca la saliva y la tráquea. Estamos de más con aquel “calorcito”. Retomamos más
a 38.5°C. y ahora entramos al Valle de Las Vegas adelante la vereda llegando finalmente al río Don Po
que en el pasado estaba cubierto de pasto como (que nace en la parte alta del cerro La Cucaracha),
grama y “sembrado” de cientos de grandes rocas el que atravesamos sin problemas, y más adelante
por todos lados. Este “cultivo” de rocas se veía a lo llegamos a la salida del río Santo Domingo que es el
largo y ancho de una franja de más o menos 400 m límite entre el valle y el inicio de la montaña. Hasta
de ancho y unos 600 m de largo; valle que pasáramos aquí llegué en mi carro en 1995 después de sortear
el mar de rocas y avanzar por donde era posible
hacerlo por no existir camino definido. Por cierto
fue la única vez, pues luego una serie de derrumbes
poco antes de bajar al río Santa Clara impidieron
totalmente el paso, teniendo que dejar el vehículo
en El Aguacate y caminar hasta aquí, al río Santo
Domingo (más o menos 2 h), y luego lo más difícil,
subir la misma distancia al regreso. Pues bien, este
río Santo Domingo nace al occidente del cerro
Raxón, y forma la doble catarata del mismo nombre
como a unos 2.5 km río arriba de donde estábamos.
Aquí el río tiene unos 4 m de ancho procediendo
entonces a cruzarlo, lo cual todos lo hicieron con
cierta facilidad saltando de roca en roca, pero a
mí me costó, porque mis botas resbalaban con
facilidad, sintiéndome inseguro cuando me paraba
en las piedras mojadas. Pasamos a la margen oriental
donde yo recordaba existía la vereda y efectivamente
allí estaba perfectamente identificable, pero después
de más o menos 10 minutos de recorrido se terminó
y buscando y buscando encontramos otra que
subiendo un poco por la ladera nos permitía avanzar;
aunque yo sabía que no era la que había pasado hacía
11 años. Seguimos caminando subiendo y bajando
15-25 m desde la orilla del río prácticamente sin

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vereda con gran desgaste físico, pues aunque vamos montañistas, cada uno imaginando cómo será en
entre bosque mixto y hay sombra, el calor es muy realidad el ascenso, la vereda, la cumbre, etc. Poco
intenso. Finalmente y siguiendo mi sentido de a poco yo me voy quedando atrás, Luis Luján sube
orientación, fuimos llegando a la base de El Caracol, con evidentes buenas condiciones físicas, y cuando
que da inicio al ascenso de la larga estribación o filón pasa a mi lado solo siento la turbulencia del aire y le
de más o menos 5 km hasta la base de la cumbre del veo colgando atrás los correajes de su mochila; los
cerro propiamente dicha. Esta zigzagueante vereda porteadores por supuesto suben como si caminaran
en caracol con una inclinación de 45° y un recorrido en terreno plano, solo de vez en cuando voltean
en de más o menos 1.2 km hasta la parte más alta, para ver al resto de atrasados subirmontes. Yo me
estaba antes totalmente cubierta por un zacatal de voy quedando señero, rezagado, pero sintiéndome
1.5 m, de alto; hoy no había zacate, toda la parte baja feliz de andar en mi querida montaña. El sol nos
de la ladera estaba cultivada de frijol. Iniciamos el cae inmisericorde verticalmente como una barra de
lento ascenso después de 45 minutos desde la salida hierro incandescente que lo atraviesa a uno desde el
del río al valle, estamos a 940 ms.n.m. y son las 12:25 sombrero hasta las suelas de las botas, respiración
horas. Se forma de nuevo la fila india de callados jadeante, boca de loro, el aire entra secando las vías
aéreas, los pies se van horneando dentro de las botas
y la mente por instantes se turba.

Vista desde la cumbre de El Caracol. Terminando la parte cultivada de frijol, se entra a
la parte donde ya hay zacatonal y la angosta vereda
se pierde por trechos cubierta por el montarral,
tornándose peligrosa porque la inclinación es muy
marcada y el suelo está cubierto por una capa de
rocallas que sirven de rodillos cuando uno los pisa,
y con una pequeña falta de concentración puede
caer unas cuantas docenas de metros, sin tener
posibilidades de detenerse porque no hay de donde
asirse en el trayecto. En el sendero ocasionalmente
hay un pequeño matorral o chirivisquero que ofrece
una tenue sombra y uno trata de cubrirse un instante
aunque sea solo la cabeza. Después de más o menos
2 h se llega a la parte donde existen desperdigados
los primeros pinos y encinos, pero que dan sombras
más amplias que permiten sentarse unos momentos
para descansar, abrevar para mitigar la sed y comer
algo; además para aprovechar deleitándose desde lo
alto con las hermosas vistas del río serpenteando
por el valle y ver el camino recorrido. No sé si
esas sensaciones o el encontrarme al borde del
desfallecimiento me hacen permanecer absorto
por unos momentos, casi ausente, hasta que
vuelvo en sí, capto algunas fotos, retomo la vereda
y veo hacia arriba cómo los compañeros siguen

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encaramándose, envidiándoles la facilidad con lo y para acomodar los bártulos, etc., pronto se vio un
que lo hacen mientras yo voy casi eviscerándome del desbarajuste de toda clase de chunches regados por
esfuerzo, pero ahí voy…, en mi modelito 1935 con el suelo. Algunos de los caminantes, con Luis Luján
doble “overholeada”. Sigo subiendo encontrando a la cabeza, empezaron a degustar algún entremés
cada vez más coníferas y rocas grandes que hay antes de preparar la suculenta cena que ya se veía
que bordear o escalar para continuar ascendiendo. venir. Los muchachos armaron la champa para ellos
Se ve la cumbre a unos 70 m y cuando llego… ¡A tres y encendieron la fogata con mucha precaución
la p…! Es una falsa cumbre y aún quedan unos 70 pues soplaba mucho viento. Yo armé una champa
m más, y después de 15-20 minutos finalmente para Luis y para mí, percatándome de que Mario no
estoy en la cumbre de El Caracol a 1440 ms.n.m., he había llevado plástico para la suya e iba a compartir
subido solo 500 ms.n.m. en 3:45 h desde el río (los con Luis De La Vega el suyo, que no era muy
primeros hicieron como 3:30), y son las 15:25 horas. grande. Como empezaba a lloviznar y amenazaba
Ya juntos aprovechamos para descasar un rato más con arreciar, tuvimos que modificar nuestra champa
prolongado y comentar la j… que habíamos llevado, para que Mario pudiera caber también, haciéndose
y prepararnos para seguir por un filón de unos 10- menos amplia e incómoda, lo cual no es lo ideal pues
12 m de ancho y tan solo 10°-15°de inclinación, el buen dormir es la fuente reparadora de energía
que se siente como un bálsamo para el cuerpo pero en estas demandantes expediciones y al parecer
especialmente para los maltratados pies. Tratamos esta noche no sería la mejor para lograrlo. En fin,
ahora de llegar a una primera meseta especie de se preparó la cena y se formó la tertulia y entre
collado donde acampáramos en 1998. En 30 minutos comentarios, anécdotas y chascarrillos fue pasando
llegamos a ella a 1520 ms.n.m. y encontrándonos en el tiempo y engullendo la cena: sopa, frijoles, pan,
buenas condiciones y aún con tiempo disponible, sándwiches, refrescos, y alguna que otra “delicadeza
decidimos avanzar a la siguiente meseta que está culinaria” que los Luises siempre se van sacando
a 1620 ms.n.m., llegando a ella a las 16:17 horas. de las mangas “para darnos carita”. Los muchachos
Hemos caminado 4:37 h desde que dejamos el nos convidaron como siempre con tortillas que
carro y ascendido un total de 550 ms.n.m. desde habían llevado como para un regimiento. Después
el río Santa Clara (los últimos 180 en 52 minutos). de quedar como anacondas después de tragarse un
A esta altura y por estar situados en un collado, el ciervo entero, dispusimos acostarnos a las 20:30
viento sopla y nos refresca agradablemente, algo horas, incómodos por las modificaciones que
que necesitábamos con ansias; además de gozar del tuvimos que hacer a nuestra champa, compensados
ulular del viento al pasar entre el pinal, llenando el solo por los agradables sonidos de la montaña…
ambiente con aroma que recuerda las parrandas de
antaño cuando se regaba hoja de pino en el suelo de Primer Campamento.
las casas. Por si fuera poco, también se escucha el
ruido de la catarata del río Santo Domingo que se
despeña unos 300 m más abajo por el lado occidental
del filón, característico sonido que nos acompañará
por unos 45 minutos más durante el ascenso,
alejándose paulatinamente hasta desaparecer.
Pues bien, según la estrategia consensuada entre
el grupo, acamparíamos en esta meseta, por lo que
procedimos a escoger el lugar más adecuado para
instalar la champa, el lugar para encender la fogata,

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DIA 2:

Despertamos a las 6:00 horas, y yo en particular Los Pashtales.
no dormí casi nada, pues finalmente me tocó un
lugar en la champa algo inclinado, por lo que a cada Se forma la fila de trotacerros y ascendemos
rato me iba resbalando, amaneciendo finalmente lentamente llegando a los 1700 ms.n.m., donde
“sedimentado” por la gravedad en la parte baja hecho encontramos un grupo de 10-15 encinos de 15-
un tanate con el colchón y la bolsa de dormir; por esto 25 m de altura, literalmente “bañados” de pashte
el sueño no fue lo reparador que debió ser. Después (tillandsia Usneoides), en forma de enormes cortinajes
de desayunar algo ligero levantamos campamento, de 4, 6, y 8 m de largo que cuelgan hasta llegar
dejamos un envase con agua colgado de una rama prácticamente al suelo; la visión es de fantasía, como
para el regreso, por si acaso..., y partimos como una escena de película de miedo tipo Frankestein o
siempre con nostalgia, pues independientemente de algo así, solo que siendo de día la escenografía no
que haya sido o no un buen descanso, la experiencia es tenebrosa sino muy bella, pues los rayos de luz
montaraz en esos parajes siempre se recordará con del sol hacen ver aquellos cortinajes como los que
agrado. Por otro lado en mi caso, fue en este lugar se ponen en las iglesias, con un contorno reluciente
donde DonToñonosesperóaquebajáramosen1998, por la incidencia de la luz, lo cual hace del paisaje
teniéndonos agua que había recogido en un venero algo hermoso que invita a tomar la obligada foto
que encontró en la ladera oriental del filón, venero y solazarse unos momentos pensando en la suerte
que hoy sabemos llega a ser finalmente el río Negro, que tenemos de poder estar en este lugar. Unos
el que más abajo desemboca en el río Teculután; metros más adelante siendo las 8:10 horas y a 1735
por eso hoy llamamos a ese venero: de Don Toño. ms.n.m., se encuentra una enorme roca de unos 3
Pues bien, reiniciamos con nuevos brillos el ascenso m de ancho por 3 de alto, con una increíble forma
del filón que como hemos dicho antes termina en de cabeza de serpiente con la boca media abierta y
la base del macizo del Raxón. Eran las 7:30 horas, por coincidencia con una placa de musgo en forma
un clima agradable y cielo totalmente despejado que de chibola en el sitio correspondiente al ojo, con su
presagiaba día soleado y caluroso. A partir de aquí respectiva ceja y sus fosetas oreales; todo lo cual le da
en todo el trayecto caminaríamos entre bosque de a la piedra esa impresionante semejanza zoomorfa.
pinos y encinos altos, siendo el sotobosque bajo, Paramos aquí para disfrutar del lugar, el que hicimos
donde van encontrándose palmitos y mucho guatal notar en nuestro reporte de la expedición de 1998
variado, chirivisqueros, charrales y matorrales, y al que hoy nombramos “oficialmente” como: “el
maleza que hace inextricable por momentos el paso de la Culebra”. Después de encaramarnos en la
paso, y en medio de ese verdor aparecen los odiados roca para las obligadas fotos, descansamos, bebimos
zarzales que hieren la cara, arrebatan el sombrero, y comimos alguna cosa que encontramos hurgando
sus espinas se ensartan en los brazos o se prenden en la mochila, mientras tanto Roberto y compañía,
en las mangas y por si fuera poco, cuando uno aparta
las ramas estas reviran chicoteándonos con fuerza
como contraatacando. En fin, estábamos preparados
para seguir ascendiendo y solo ascendiendo, pues de
aquí en adelante solo encontraríamos otra meseta
hasta llegar a la cumbre de la sierra donde termina
el filón.

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La Piedra de la Culebra (C’anti Pe’k). mayor preocupación, lo que si pasa cuando uno
apenas empieza en este deporte, y de hecho nos
con ese “olfato” de hombres campiranos avezados sucedió a nosotros siendo ya “experimentados
en situaciones algunas veces de sobrevivencia, trotacerros”, cuando en este ascenso en 1998 nos
husmeaban varios metros abajo por la ladera extraviamos dos veces en el descenso con Roberto de
oriental del filón, en busca del mismo riachuelo que León y Margarita López, al tomar por unos metros
encontrara Don Toño en 1998; no pasaron ni 10 filones equivocados. Precisamente por eso en esta
minutos cuando gritaron que habían encontrado el ocasión había sugerido a mis amigos llevar un poco
preciado líquido en aquel ignoto y prístino rincón, en de retazos de papel para irlos dejando tirados en la
forma de un hermoso riachuelo que naciendo unas vereda a manera de señal, pero ninguno los llevó; en
centenas de metros más arriba como un precioso mi caso contaba con una cantidad de pequeñas tiras
venero, va creciendo hacia abajo al unírsele otras de papel -que es biodegradable-, para dejarlas tiradas
pequeñas vertientes del filón de enfrente (oriente), y en los lugares que ofrecen más riesgo de extravío.
finalmente llegar a formar en el fondo de la cañada el Como a los 1800 ms.n.m. se pasa por un roquedal
río Negro, el que llega a desembocar al río Teculután que se queda a unos 50-60 m a la izquierda de la
ya en el valle de Las Vegas. El hallazgo de esta otra vereda y que no es sino el inicio de otro filón, el que
fuente de agua, que llamamos en idioma k´ekchí si uno sigue equivocadamente al ir descendiendo,
“C´antí Pe´k Ha “(Agua de la Piedra de la Culebra)”, lo lleva a unos enormes desfiladeros o acantilados
da al “Paso de la Culebra” una enorme importancia que terminan en un profundo cañón de más de
de sobrevivencia para todo aquel solitario caminante 600 m, entre el filón que llevamos y el de enfrente
que se arriesgue por esos arcanos lugares: “por ahí..., (hacia el occidente), que llega al cerro La Cucaracha.
entre ninguna parte y el paraíso... y muy cerca del Seguimos ascendiendo -no hay otra opción-, entre
cielo...” los grandes pinos que se yerguen inhiestos y cuya
sombra se siente muy agradable. Conforme vamos
Después del acto protocolario del formal encumbrando el clima va cambiando y ya a los 1800
nombramiento del Manantial de Don Toño o ms.n.m., sopla un agradable viento fresco que pasa
la Piedra de la Culebra, fuimos subiendo con sobre la montaña como un chiflón. A estas alturas
una inclinación de 35°-40°; la vereda se hace por ya me siento un poco cansado pero con mucho
momentos imperceptible y solo la experiencia entusiasmo y deseos de llegar al punto siguiente de
adquirida lo largo de más de 50 años de montañismo, destino, que es la meseta en la cumbre del filón, la que
hace posible seguir los vestigios de ella y aun así se me hace muy distante. Finalmente la alcanzamos
perderla por unos cuantos metros para volverla a a los 2000 ms.n.m. siendo las 12:20 horas; hemos
retomar un poco más adelante sin que nos cause caminado 4:50 h y por fin un lugar plano. Aquí se
tiene la vista de una serie de cerros entre los que se
destacan Las Chiches o Gemelas, dos mogotes como
a unos 2 km de distancia en línea recta, sobre el filón
que hemos venido viendo a la derecha u oriental
durante el ascenso, y donde en el fondo del cañón
que nos separa de él, nace el antes mencionado río
Negro. En las laderas de ese filón también se ve a lo
lejos una catarata como de unos 20-30 m de altura
tal vez y señales de un derrumbe o lahar que ocurrió
al parecer durante el reciente invierno. Por el lado

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Cerros Las Chiches. embargo llevaba ya 1:20 h y el ascenso seguía sin
señas de terminar; a estas alturas no me podía
izquierdo u occidental nos queda el fondo de la acobardar, aun cuando ganas no me faltaban, y
cañada donde nace unos de los tributarios del río solo me detenía a cada poco para abominar con las
Santo Domingo. Siguiendo un poco sobre la vereda consabidas palabras de las series: p, m, ala ch…, y un
vemos la magnífica imagen del enorme e imponente rosario de etcéteras, por andar sufriendo de nuevo
macizo que conforma el verdadero peñón de en esos parajes de la China Hilaria...; Luis Luján y
la cumbre del Raxón. En mi caso aun siendo la los porteadores iban adelante casi carrereando sin
cuarta vez que vengo, esta visión aun me provoca podérseles ver ni el polvo o mejor dicho ni el rastro,
una inexplicable sensación de profundo respeto, así que como solitario viandante seguí cresteando
admiración, temor y placer que raya en la fruición; aquella bella montaña, ahora con más dificultad,
su belleza es única, como la belleza muy particular pues la vereda estaba más cerrada encontrando en
que tiene cada cerro, cada montaña, cada roca, cada esta parte mucho bejuco rastrero, que como mecates
catarata; pero esta, es especial. No escuché expresión se enredan adrede en los pies y piernas, haciéndolo
alguna de ninguno de los miembros del grupo, lo a uno trastrabillar y maldecir por enésima vez. Luis
cual me llamó mucho la atención, pareciéndome que y Co. me esperaron más arriba, donde tuvimos la
solo yo percibía así a “mi” Raxón… agradable experiencia de encontrar por primera vez
en la montaña, una pequeña tarántula marrón como
de 5 cm, le tomamos fotos y yo al recordar con la

Descansamos un poco en esta meseta y tomamos Tarántula.
fotos. Yo estaba cansado pero recordaba que la parte Heces de Felino.
que nos faltaba era más o menos fácil y corta, lo
cual me consolaba. En esta parte plana de la meseta
me llamó la atención encontrar dos defecaciones
grandes, que a juzgar por el calibre de los cilindros
de heces, escíbalos o estercolitos, no podían ser de
otro animal que no fuera un gato grande o felino;
las observé y seguí mi camino siempre un poco
atrasado, pero esta vez Luis De La Vega y Mario se
quedaron atrás de mí. Después de esta parte plana
empieza un ascenso difícil por lo inclinado y por
lo intrincado de la maleza que cierra por completo
la vereda, pues hay mucha zarza y porque… yo
ya estaba agotado. Pensé que la caminata desde
la planicie sería de aproximadamente 1 h.; sin

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facilidad con que las manipulan en “Animal Planet manos vacías, no podía creer que la hubiera tirado;
Channel ”, me atreví a acercarle la mano para que se la duda le invadió por unos instantes pues mi actitud
me subiera…, y mi susto fue ver cómo se me lanzó era muy convincente y antes de que soltara en llanto,
extendiendo los colmillos para atacarme; desde esa me bañara de improperios o me matara, mejor se
vez no creo en lo que veo en la TV…, ja, ja. la “volví” a aparecer en mi mano recuperando de
inmediato su facies sonriente de siempre.
Las paradas para breves descansos se hacen más
frecuentes y seguimos subiendo..., han pasado dos Pues bien, nos encontrábamos en la última cumbre
horas desde la meseta y aun no se ve cumbre; me antes de descender ya solo unos 100 m hasta la base
doy cuenta que en 11 años olvidé completamente del macizo rocoso del Raxón, que ahora nos parecía
lo largo que era realmente este tramo, lo que me tenerlo encima de nosotros. Este punto es una especie
hizo concebir falsas ilusiones de que era mucho, de collado o portezuelo entre la pared del macizo y
pero mucho más corto; quizás esperaba encontrar la pequeña cumbre donde nos encontrábamos; eran
aquel corto tramo con los restos de matorrales las 14:40 horas a 2600 ms.n.m., habíamos caminado
chamuscados por los incendios provocados por los 7:10 h desde el campamento. Luis hubiera llegado
rayos y que en esa oportunidad nos tiznaban toda por lo menos media hora antes sumando todas las
la ropa; esa parte de la caminata ha sido substituida esperas que me hizo, lo cual siempre le agradezco. El
por maleza mixta alta y guatales que impiden toda siguiente paso era la selección del mejor lugar para
visibilidad hacia adelante. Luis y los porteadores colocar mi champa; pensé quedarme en el mismo
se habían adelantado de nuevo y para consolarme lugar donde nos quedáramos con Oliverio, pero era
o desilusionarme..., pegué un par de gritos con la pequeño, por lo que escogí otro mejor unos metros
esperanza de obtener respuesta de los punteros y más abajo. En eso estaba cuando finalmente llegaron
calcular que tan adelante andaban, Luis me contestó Luis De La Vega y Mario, quien venía muy cansado,
diciéndome que habían llegado a la parte más alta y en parte por su pesada mochila y porque no pensó
que tenía algo importante que enseñarme, pensé que que la caminata fuera tan larga y difícil. En fin ya
se trataría de una serpiente, un insecto o una flor estaba allí y ahora debía armar su champa previa
y calculé que en unos 10 minutos llegaría a donde chapeada del lugar. Aquí se le presentó de nuevo el
se encontraban. Cuando por fin alcancé el punto, problema por no tener una pieza de nylon con qué
me di cuenta que era el sitio donde acampamos hacerla, teniendo de nuevo Luis y yo que modificar
con Oliverio Guerrero la primera vez que ascendí nuestra champa para compartirla con todos, y en la
este cerro en 1995. Sentí mucha nostalgia. Luis me repartición de lugares para dormir, a mí me tocó
mostró una preciosa garra de felino que medía unos uno con una punta de piedra a manera de “iceberg”,
3-3.5 cm de largo, contándome que Roberto la había que sobresalía del suelo sin poderse sacar, de ella me
encontrado hurgando entre una de las defecaciones di cuenta hasta el momento de acostarme.
que vimos más abajo. El hallazgo me hizo elucubrar
sobre su procedencia y concluir hipotéticamente Con las indicaciones que me había dado Oliverio
que podía pertenecer a un jaguar. Con algo de sobre la existencia de agua en las cercanías, los
sana envidia por tan significativo trofeo, antes muchachos fueron a buscarla, llevando cada uno los
de devolverle la preciosa garra a Luis, le jugué la respectivos envases vacíos que pudieron; como a los
broma de que era un hallazgo sin importancia por 15 minutos regresaron confirmando el hallazgo del
lo que simulé lanzarla entre la maleza con un rápido líquido de la vida como a 60 m abajo sobre la ladera
movimiento de manos; me hubiera gustado tomarle noroccidental del filón, en forma de un nacimiento
una foto a la cara que puso Luis cuando vio mis con abundante caudal de la más pura y cristalina agua

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de montaña. Este venero al que sus descubridores
-el grupo de Cobán-, bautizaron como el Chabil’Ha;
que en idioma K´ekchí significa: Agua Buena, es el
origen mismo del manantial, más tarde riachuelo,
quebrada y finalmente río Santo Domingo en el
fondo de la cañada que nos separa del filón que llega
a La Cucaracha, río cuyo caudal se despeña más
abajo formando una hermosísima doble catarata de
más de 80 m de caída libre, motivo de mi especial
interés, y la que más adelante describiré en detalle.
El hallazgo de agua en este lugar nos tranquilizó,
pues nuestras reservas estaban milimétricamente
calculadas solo para intentar la exploración del
avionazo sin eventuales necesidades extras, y ahora
podíamos satisfacer todas nuestras necesidades sin
ninguna limitación y además esta nueva fuente
significa, junto al manantial C´anti Pe´k Ha, la
posibilidad de diseñar una estrategia totalmente
diferente para escalar el Raxón, tomando en cuenta
que el agua era hasta hoy la carga más pesada al tener
que traerla para tres, cuatro o cinco días a razón de
tres a cuatro litros promedio mínimo diario por
persona (tomando en cuenta lo que se utiliza para
café, sopa, etc.), lo cual representa mucho peso y
volumen.

Las vistas de las cumbres más cercanas desde este Collado de la cumbre.
campamento son muy bellas: extensos bosques
vírgenes principalmente de pino, e impresionantes cortar una buena cantidad de palmitos que pusieron
acantilados de más de 400 m de altura en la cara sur a asar a fuego lento junto al rescoldo que dejaban
del Raxón que parecen como cortados con cuchillo. los leños al irse quemando; a los Luises y a Mario
Fue aquí en su hábitat, donde vimos con Oliverio no les gustaron mucho, a mí en cambio sí, de modo
en 1995 nuestra primera águila muy probablemente que también me comí con sal como seis que estaban
Arpía. Todo en el lugar era fantástico. La oscurana muy tiernos y deliciosos; por cierto que eran de una
iba llegando poco a poco y el friíto aumentaba especie diferente a la que habíamos comido en otras
por el paso del viento sobre el portezuelo en el oportunidades, pues solo medían 1.5 cm de diámetro,
que estábamos. Cada quien en el grupo empezó la ya que los hay de tres, cinco y más gruesos, todos
preparación de su cena y como siempre Luis sacó exquisitos; especialmente cuando el hambre aprieta
de su despensa toda una variedad de “exquisiteces en esos lugares. Después de la comilona se formó
culinarias”. Por mi parte solo puse a calentar dos una prolongada y amena tertulia junto a la hoguera,
tamales colorados de los que vienen enlatados, donde abundaron los comentarios sobre la caminata,
me comí el último sandwich y bebí mucho líquido la comida, jocosos chascarrillos y por supuesto no
como sediento naufrago. Los sherpas habían ido a podían faltar una que otra de las ya mil veces oídas

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fábulas sobre el tigre, las grandes serpientes, las estaba molesto y no teniendo mayor interés de hacer
enormes cavernas sin fin, los espantos de la noche cumbre por cuarta vez y pensando en el esfuerzo
como la llorona, la ziguamonta, la mujer sin cabeza, que me impondría el resto de la caminata, decidí no
el cadejo, la ziguanaba y sin faltar por supuesto las ir, sino quedarme para iniciar el descenso hasta el
del pobre coyote minusválido..., es decir cojo... río, pues me interesaba más ir a la catarata y pasar
una noche reparadora por allá abajo, en lugar de
Después de ver pasar el conocido avión de las 20:00 volver a pasar otra terrible noche aquí al regresar de
horas (que esta vez se retrasó pasando a las 20:15 cumbre. Cuando planificamos este viaje yo deseaba
horas… ja, ja), decidimos acostarnos, empezando llegar hasta los restos del avión, y de hecho cuando
aquí mi suplicio; el “iceberg” del suelo en el lugar que nos levantamos físicamente me sentía bien, con
me tocó, me quedaba en la parte baja de la espalda la capacidad de seguir, pero anímicamente no; de
del lado izquierdo, apachándome el riñón casi manera que preferí sacrificar el resto de la caminata
exprimiéndomelo sin poder moverme para ningún por el placer de un buen descanso y el de tomar
lado, pues a mi derecha tenía durmiendo a Luis nuevas fotos de la catarata que tanto deseaba, y por
Luján y a la izquierda estaba la orilla de la champa, otro lado si iba al resto de la caminata, era probable
completamente abierta con una altura de 80 cm, que no las podría obtener por falta de tiempo y por
“ventanal” que traté en vano de cubrir con una bolsa el cansancio que traería cuando fuéramos llegando
grande de nylon durante la noche, pues aumentó el al río en el regreso, suficiente para ya no querer ir a
viento y lloviznó un poco dándome todo en la cara. la cascada.
No pude detener la bolsa con nada, quedándose
dicho ventanal abierto. Así fue pasando la noche Pues bien, como yo no tenía prisa alguna, aún pude
amenizada con la brisa, el viento, el canto de uno ver cuando los Luises y Mario acompañados de
que otro tecolote, el rugido lejano pero siempre Rolando y Armando salían con mochilas de asalto
intimidante y sonoro de los zaraguates, el cercano rumbo a la cumbre, eran las 7:30 horas. Tomé
y “melódico” ronquido de mi amigo L. Luján, y la algo ligero como desayuno y empecé a acomodar
inmisericorde puñalada de la piedra en mi dorso. el jaracatal de chunches, y Roberto quien se quedó
Solo me recompensaba la belleza del cielo despejado conmigo, saco costal, rede, mecate y mecapal para
con sus miríadas de estrellas y me consolaba el darme armar una especie de cacaxte para llevarlo todo a
cuenta que cada hora que pasaba me acercaba más al miches; aunque ahora ya con menos agua y comida
momento de levantarme. Mi estado de ánimo estaba dicho bulto ya no pesaba como durante el ascenso.
francamente alterado, enojado por haber pasado una Siendo las 8:00 horas y acompañados de los gritos
segunda noche lamentable, rayando en lo horrible. de zaraguates que se oían muy cerca en el macizo
Lo cierto era que yo no me había recuperado ni de la de la cumbre, empezamos a desandar la vereda
primera sufrida noche. rumbo al río. Ahora lentamente y sin prisa alguna
yo iba observándolo todo alrededor y admirando la
DIA 3: magnificencia de esas montañas. La brecha recién
abierta durante el ascenso ahora era fácil de seguir,
Habíamos decidido levantarnos a las 6:00 horas para sin embargo como es del conocimiento de mis
escalar el macizo, hacer cumbre y descender por el congéneres montañistas, el descenso es más difícil
filón de la cara oriental para tratar de llegar al sitio y peligroso que el ascenso, porque se tiene menos
del accidente aéreo; sin embargo yo que no había control del peso del cuerpo a favor de la gravedad,
podido dormir y recuperarme, no estaba de ánimo, aunado a gradas, agujeros, troncos, bejucos, etc.
etc., que hay en la vereda, la que a veces no se ve,

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sino que solo se intuye que por ahí va. Así vamos central, dicho así parece fácil, pero ya en el bosque
bajando y bajando sin cansarnos, desviándonos del no lo es, y lo digo por la experiencia que vivimos
sendero por unos momentos, el cual retomábamos con Roberto de León y Margarita López en 1998,
unos cuantos metros más abajo. Después llegamos cuando nos desviamos como 100 m antes de darnos
al punto de “las gracias del gato”…, y con la ayuda de cuenta de la equivocación, y tenerlos que volver a
dos palitos me puse a desmenuzar los escíbalos de subir cuando uno ya va para abajo, es siempre muy
heces que según calculé tenían unos cinco o siente desgastante y desagradable y nos provoca expresiones
días de excretados; no eran fétidos, sino despedían que no se pueden reproducir por el respeto que nos
un penetrante olor amoniacal; en el interior logré merece el apreciado lector. A estas alturas tuvimos
encontrar dos garras como la que había encontrado el agradable encuentro con una pequeña serpiente
Roberto pero más pequeñas (2 y 2.5 cm), huesos como de 80 cm (si fuera pescador diría que eran 2
de falanges de dedos y otros más no identificados y m), de un color verde amarillento, con una delicada
entremezclado, mucho pelo color café amarillento. franja negra a lo largo de todo el dorso; logramos
Esta nueva evidencia me hizo complementar la fotografiarla y luego a una velocidad sorprendente
elucubración hipotética sobre la procedencia de esos desapareció entre la maleza. Aunque estoy seguro de
restos, que ahora me sugerían que un jaguar había que se trataba de una sabanera y no era venenosa,
devorado un cachorro de puma, o que un puma esta vez no traté de manipularla como en la TV…
había devorado un cachorro de jaguar, o en otro
caso, que cualquiera de los dos habría practicado Seguimos bajando pasando por el roquedal que
canibalismo con un cachorro; por cierto no muy ahora dejamos a la derecha, luego por el paso de
pequeño a juzgar por el tamaño de las garras. Tomé La Culebra y los pashtales, hasta llegar al primer
las garras como evidencia irrefutable de la existencia campamento donde recogí mi bote de agua que
de gatos grandes en esas montañas, confirmando las preventivamente había dejado por si acaso..., y que
sospechas que tuve hace algunos años, cuando en el ahora afortunadamente nos sobraba. Descansamos
cerro El Siglo yendo con mi amigo Mario Da Silva, un poco, comimos Pollo Campero ya de tres días de
tuvimos la experiencia de escuchar el característico antigüedad el cual degustamos sintiéndolo delicioso,
rugido del jaguar cerca de nuestro campamento, y galletas, gomitas y Pepsi Cola; ¿qué más se puede
en otra ocasión, cuando acompañado de Herlindo pedir en plena ubérrima Sierra de Las Minas, al
Gutiérrez oímos el rugido a unos 70 m del llegar al tercer día de andar pisando sus dominios?
campamento, y al día siguiente encontramos las Eran las 12:00 horas y aún faltaba llegar a la parte
heces con huesos y pelos, heces que por el tamaño alta del caracol y empezar el inclinado, caliente y
no podían ser de otro animal que no fuera un gato peligroso descenso por entre los altos pastizales y la
grande (no ocelote), o de coyote; aunque quizás sea estrecha vereda cubierta de rocalla suelta; todos los
más raro por estos parajes el coyote, excepto por ingredientes para que perdiendo la concentración
supuesto, el minusválido… por un segundo, uno se zampe un somatón con
consecuencias lamentables, pues por lo inclinado de
Después de la “disección” de los bodoques de heces la ladera si uno resbala y no logra detenerse entre el
coloquialmente hablando, seguimos bajando hasta zacatal en los primeros 2 m, el cuerpo no encuentra
el punto donde convergen de abajo hacia arriba ninguna resistencia y puede caer decenas de metros
tres extremos de filones, que es el punto donde se antes de detenerse hecho una gran albóndiga de
debe poner atención para no desviarse e ir a parar al carne humana, por lo que se debe poner mucha
fondo del cañón del río Santo Domingo a la derecha, atención al ir colocando los pies en cada paso.
o del río Negro a la izquierda. Se debe seguir el filón Con esto en mente, iniciamos lentamente y con

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“retranca” el peligroso descenso, que comienza en aquí también podíamos beber el agua directamente
la parte alta con algo de bosque de pinos y encinos, de la poza sin peligro alguno como lo hemos hecho
llegando luego a la parte del frijolar a pleno ardiente en muchos ríos que hemos encontrado en nuestras
sol y volvernos a sentir abrasados por el calor. No andadas montañistas. Estuve en mi piscina privada
hay donde descansar, el aliento caliente se parece como 30-40 minutos aprovechando para lavar la
más al de un dragón de la mitología china. ropa que llevaba puesta desde hacía tres días, con
inmundicias acumuladas entre sudor, tierra, restos
Desde lo alto pudimos planificar anticipadamente la de hojas, musgos, sangre de las caricias de los
ruta a seguir, después de hacer el largo recorrido en zarzales, insectos y hasta heces de felino y más..., así
zig zag de la parte alta del caracol, para llegar a la parte que este hermoso río se contaminó de pronto con
baja caminando entre el frijolar, y caer directamente una serie de productos orgánicos de aquí hasta el
a la mera orilla del río. Eran las 14:00 horas, habíamos Océano Atlántico.
caminado 6 h desde el campamento de cumbre y
descendido 1160 ms.n.m, por una distancia de más Dejé mi ropa y botas secándose sobre unas grandes
o menos una legua y media (6 km). Yo no estaba piedras, que a pleno sol servían de planchas calientes
realmente cansado pero el infernal calor hacía que que hacían levantar vaho de ellas. Cuando salí de la
en ese momento solo deseara meterme al agua lo poza Roberto se encontraba nivelando con los pies
más pronto posible, por lo que llegando al río decidí un área de playa de más o menos 4 m2 de la misma
tirarme a una hermosa poza con ropa y botas, llegué arena blanca y fina, ayudándolo para que quedara
al otro lado del río a un lugar que había divisado perfectamente plana. Esta área quedaba a unos 3-4
desde que venía por el frijolar y entonces me quité m de la orilla del río y en la parte de atrás la limitaba
la ropa ya mojada, y tal como vine al mundo, me tiré un paredón con un gran árbol parecido a un encino,
de nuevo a esa hermosa poza de unos 4x6 m y 1.5 de que nos prodigaba una agradable sombra sobre el
profundidad. El agua más bien fría, de color ámbar, área que habíamos limpiado y en la que acto seguido
pero de la más absoluta transparencia, podría decirse sembramos seis zampas y travesaños que servirían
“diáfana en color ámbar”, y en el fondo arena fina para tender la pieza de plástico que sería nuestra
inmaculadamente blanca. A unos 20 m río arriba el champa, que inclusive tendría una especie de porche
caudal caía por una pequeña cascada, provocando al frente Arquitectónicamente era muy elegante.
gran turbulencia en otra poza formando un “jacuzzi”
natural del cual también gocé por unos momentos, Tendimos otro nylon sobre la arena y encima de
para luego regresar a la poza de agua mansa, quieta, él mi bolsa de dormir y las tujas de Roberto; ni la
casi inmóvil; pudiéndose ver en el fondo hasta los más pequeña piedrecilla, semilla o fragmento de
más pequeños guijarros y uno que otro tepocate. rama, nada se interpondría entre la “mullida” arena
Roberto me había prevenido para que no me metiera como suelo y mi desvencijada espalda esta noche;
al agua “con el cuerpo caliente”, porque él sabía que la primera después de las dos anteriores que fueron
era peligroso para la salud; me costó convencerlo una verdadera tortura parecida a la del chino…
de que no era así y finalmente él también se metió, Preparada la “suite cinco estrellas”, me recosté cuan
disfrutando del placer inmenso que ofrece un río largo soy para estrenar mi cama “King Size” en
absolutamente limpio (hasta nuestra llegada), ya que medio de un “silencio ensordecedor”, excepto por el
río arriba solo existen montañas desde su nacimiento murmullo del río, a lo lejos el ruido de la catarata
entre el macizo del Raxón al oriente y la montaña que está como a medio km río arriba, el canto de una
La Cucaracha al occidente, sin más contaminación paloma calentura y un cheje que a lo lejos perforaba
que la que ocurre en la naturaleza misma, por lo que un tronco construyendo su nido. En ese estado

261

cogitabundo me encontraba, cuando una abeja se absorto, y en mi pensamiento no terminaba de
posó instantáneamente en mi antebrazo y aunque dar gracias quizá al numen Tzuul Tak´a, deidad
reaccioné en una milésima de segundo, la abeja fue que inspiraba en mí las más profundas reflexiones
más rápida y me ensartó el shute que se me quedó sobre estos momentos. Siendo como las 20:45 horas
clavado, contrayéndose para terminar de inyectar (después del paso del avión de las 20:00 horas...),
la ponzoña que me producía un ardor/dolor muy terminó el conversatorio, nos dimos las buenas
intenso el que afortunadamente solo me duró un noches y sin siquiera meterme en la bolsa porque
rato. Roberto atizaba la fogata que había encendido el clima era de lo más agradable, nos dispusimos
al frente de la “casa”, y empezaba a calentar tortillas y a disfrutar de aquella cama con todo el espacio
frijoles, yo aún tenía suficiente comida, pues habían disponible, completamente “desencuadernados de
sopas, salchichas, cuatro grandes piezas de pollo (de patas” y cubiertos con techo de cabo a rabo; solo me
tres días de edad), pan, café y de postre, platanitos inquietaba un poco que pudiera haber un desfile de
fritos que mi hada madrina de la montaña Antonieta, cangrejos u otros bichos hacia el río, o peor aún, que
me había preparado para la ocasión. Siendo las 17:00 se quedaran haciéndome indecorosa compañía...,
horas el sol ya no entraba al fondo del cañón, por lo entre las chamarras.
que fui a recoger mi ropa para terminar de secarla
poniéndolos encima de unos arbustos cercanos a la DIA 4:
fogata y las botas sobre unos leños. Preparamos el
almuerzo/cena que degustamos con placer, hasta A las 6:15 horas abrí mis bellos ojos color café
quedar con una timba de patojos lombricientos. (aunque eran azules cuando nací, pero debido a la
Platicamos de todo un poco, Roberto se quedó contaminación ambiental me cambiaron, ja, ja.), y me
junto a la hoguera, y yo me recosté en la “cama”; doy cuenta que he amanecido vivo y aunque aún no
aprovechando para hacerle conciencia sobre cómo quiero levantarme, mi vejiga un tanto obligada por
evitar la contaminación de nuestras montañas, la próstata me ordena que tengo que incorporarme
fuentes de agua, caminos etc., etc., hablamos de la rápidamente y cumplir con el imperioso mandato
familia, el trabajo, la chibada situación en general fisiológico...; me vuelvo a colocar en cómoda
y más. En eso estábamos cuando me dijo: ¡¡¡Don posición decúbito dorsal, me empiezo a desperezar
Carlos, no se mueva!!!, yo pensé… ¡Una culebra!, y a planificar las actividades del último día. Roberto
pero luego agregó: un cangrejo está a su lado, si se quien se había levantado a las 5:00 horas ya había
mueve lo apacha; se acercó y lo tomó, no sin antes reavivado la fogata a partir de los tizones aún
sufrir una fuerte mordida con sus tenazas, pues era humeantes que encontró entre el rescoldo, había
un cangrejo de unos 10 cm de largo de cuerpo (e reacomodado las botas que eran las únicas que
insisto que no soy pescador), que había bajado de la
ladera de atrás de nuestra champa y dirigiéndose al Roberto calentando tortillas y secando ropa.
río tenía que pasar por mi cama. Roberto lo metió
en una bolsa de plástico y lo colgó en una rama pues
nos lo desayunaríamos al día siguiente. Pasaron las
horas, llegó la noche, empezaron a aparecer estrellas
y la reina Selene se asomó tímida en pleno cuarto
creciente, dando al paisaje una pincelada de fantasía
con los reflejos del río, las siluetas de las montañas
y los árboles; mientras en la fogata chisporroteaban
los leños. En fin, aquello era un sueño. Me quedé

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no se habían secado completamente y ya estaba última vez nuestros bártulos en los botes, bolsas
calentando tortillas. Me levanté y al ver la piscina y costales, hasta dejar todo aquel desbarajuste
frente a la champa a solo unos metros de distancia, reducido a la mínima expresión posible y ahora casi
por un momento tuve la aberrante intención de sin peso. Todo lo hacíamos a la velocidad de osos
darme un chapuzón, pero mi valentía no llegó a tal perezosos pues teníamos todo el tiempo disponible,
extremo conformándome con ver aquella estampa porque sabíamos que los otros miembros del grupo
y solo darme una “manita de gato” con el agua. Nos harían como 4:30- 5:00 h desde el campamento de
dimos cuenta que nuestro prisionero y potencial la cumbre y que si salían a las 7:30-8:00 estarían
desayuno se había escapado, por lo que tuve que llegando alrededor del medio día. Yo tenía el deseo
cambiar la mariscada del desayuno, por un simple de ir a la catarata y solo esperaba que la hora fuera
jugo y galletas; afortunadamente Roberto puso a la más adecuada para que la luz del sol la iluminara
chalambrear las dos últimas piezas de Campero, que completamente y así lograr las mejores fotos.
al 4° día estaban todavía en “perfectas condiciones de Cuando eran las 9:15 horas, salimos para la cascada
salud” y que degustamos acompañándolas con unos y coincidentemente la vereda que nos llevaba a
platanitos fritos que aún quedaban. ella la encontramos justamente a solo 4 m atrás
de nuestro campamento, caminamos en ella como
Después de tomar fotos del campamento y de la 500 m siguiendo la margen izquierda río arriba
piscina; descansamos un poco ¿de qué?..., y luego oyendo cada vez más cerca el ruido característico.
empezamos a desarmarlo todo acomodando por Finalmente allí estaba la catarata del río Santo
Domingo, catarata hermosa, impresionante; que se
Campamento en la rivera del Río Santo Domingo. despeña por una estrecha garganta entre dos laderas
a unos 80 m de altura en caída libre, y que más o
menos a los 45-50 m se estrella en la roca formando
una primera gran poza de unos 6 m de diámetro,
cuyo rebalse forma una segunda cascada de 35-40 m
de altura siempre en caída libre, que a su vez forma
una segunda poza de unos 7 m de diámetro en la
base. Me engolosiné tomando gran cantidad de fotos
desde todos los ángulos posibles y a Roberto con la
cascada de fondo. Nos sentamos un rato a admirarla,
dándome cuenta que había cambiado un poco de
cuando la vi hacía 11 años, pues las paredes laterales
tenían menos musgo, helechos y vegetación que
entonces; pero aun así era muy bella.

“Piscina Privada” frente al Campamento. Decidimos regresar al campamento y descansar un
rato para dar más tiempo a los amigos que ya vendrían
bajando. Di algunos gritos que se magnificaban por
el eco de las montañas que formaban el profundo
cañón donde nos encontrábamos, con la idea de
que si los compañeros ya venían llegando a la cima
del Caracol pudieran oírme y respondieran, sin
embargo no obtuve respuesta. Esperé 40 minutos

263

Catarata del Río Santo Domingo. frijolar, bajando de nuevo más adelante a la orilla del
río, el que ahora debíamos atravesar hacia la margen
intentándolo de nuevo, y esta vez sí escuché la oriental. Esta pasada no era fácil para mí, porque
respuesta lastimera de L. Luján quien empezaba siempre tengo el temor de que mis botas resbalen.
el descenso del mal recordado Caracol. Con la Con la ayuda de Roberto y mi leal bordón pude
tranquilidad de oírlo y minutos más tarde de verlo hacerlo, y ya del otro lado encontramos un buen
apenas como un puntito móvil allá a lo lejos en las lugar sombreado donde nos detuvimos para esperar
alturas y siendo las 11:00 horas en punto, decidimos a Luis que ya venía llegando a la parte más baja del
empezar a caminar rumbo a la salida del río hacia el Caracol, y como ya nos había visto desde las alturas
valle; esta vez no lo haríamos por la margen izquierda seguiría nuestra misma ruta. Para entonces Luis
u oriental por donde lo habíamos hecho a la ida, sino De La Vega y Mario iniciaban el descenso del muy
trataríamos de seguir la misma vereda que tomamos mencionado Caracol. L. Luján nos alcanzó y yo tenía
para ir a la cascada, solo que en sentido contrario. mucho interés en saber cómo les había ido, que me
La vereda está bien marcada y sigue un trecho por contara con lujo de detalles cómo era ese enigmático
una franja de tierra paralela a pocos metros del río, sitio del avionazo. Lo primero que me dijo fue: ¡no
para luego apartarse de él por una ladera que fue llegamos al avión! Me relató -y más tarde Luis De
completamente deforestada para sembrar frijol; es La Vega me confirmaba- que habiendo salido del
un área como de tres manzanas, con una inclinación campamento de “Agua Buena” a las 7:30 horas el día
de más de 35° y literalmente “alfombrada” de rocas anterior hacia la cumbre, efectivamente encontraron
de todos tamaños, donde para sembrar tuvieron los zaraguates como a 200 ms.n.m. antes de llegar
que quitar piedras para llegar a la tierra. Las matas a la cumbre, pudiéndoles tomar algunas fotos.
de frijol tenían ya como 30 cm de altura, por lo que Llegaron a la cima a las 9:15 horas encontrando el
tuvimos que tener mucho cuidado al caminar para reporte que dejáramos con Margarita y Roberto de
no pisarlas y dañarlas, y para no tropezar con las León en el 98, y dos manojos de flores de plástico
rocas y caer sufriendo una fractura o un esguince en los cuales nosotros no vimos, y que probablemente
los tobillos. Caminamos por el límite más alto del otros montañistas dejaron. Con un día despejado
pudieron tomar fotos de los cerros cercanos. Luis
L., Armando y Rolando continuaron la caminata
por la cara oriental del coloso, y contrario a lo
esperado encontraron la brecha que dejara el grupo
de Cobán en 1997 aún fácilmente identificable, y en
algunas partes se la podía ver aún a larga distancia.
El grado de dificultad de la caminata no era exigente,
encontrando algunos lugares apropiados para
acampar en futuras expediciones. Después de 1:30
h desde la cumbre llegaron a una especie de planicie
y poco más adelante hallaron un pequeño agujero
como de 20 cm de diámetro conteniendo agua, lo
cual fue un hallazgo de gran importancia porque
facilitaría cualquier otro intento futuro para llegar
a esos remotos lugares. Siendo aproximadamente
las 13:30 horas (4:15 h desde la cumbre), y siempre
hacia abajo, Luis L. al hacer un fuerte movimiento

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de rotación con el brazo derecho hacia arriba y atrás, juntos al campamento. Total una caminata efectiva
sufre la luxación del hombro de ese lado; la cual por de aproximadamente siete horas para Luis L. y
cierto es una condición muy dolorosa. En un intento nueve horas para Luis De La Vega, y más o menos 8
de reducirla y sin contar con los mínimos recursos, km de recorrido. En fin, a pesar de la frustración, la
excepto el conocimiento del caso como médico, experiencia enseñó mucho y nos sirve de estímulo
con mucha determinación y valentía opta por hacer para planificar un nuevo intento, esperando que sea
dicha maniobra con la ayuda de Rolando, uno de pronto…
los porteadores, pidiéndole que lentamente pero
con fuerza el miembro superior lesionado y así con Mientras L. Luján me relataba esta odisea en aquel
esa tracción hacer llegar los huesos del hombro a su sombreado lugar cerca del río, fuimos dando tiempo
lugar. Aun cuando en principio el problema estaba al otro Luis y a Mario para que llegaran a reunirse
resuelto, el dolor intenso le impedía hacer algunos con nosotros, y después de un rato estaba de nuevo
movimientos y fuerza con ese miembro, por lo que el grupo completo de viandantes reiniciando la
tomó la acertada decisión de regresarse desde donde caminata y llegando al punto donde se atraviesa
había llegado. Luis De La Vega y Mario quienes el río por primera vez a la ida. Luego iniciamos el
venían atrás de L. Luján decidieron seguir adelante largo recorrido de la planicie entre el zacatal del
un poco más, caminando por laderas empinadas con Valle de Las Vegas, solo que ahora sí tomaríamos
grandes árboles ya sobre la vertiente del río Polochic, la vereda correcta que es un poco más directa y con
encontrando algunas evidencias que les sugerían que tramos más sombreados incluyendo el sitio donde
estaban cerca del avión; sin embargo, habiéndose estaba la casa de una finca ganadera que conocimos
impuesto como límite para iniciar el regreso las en 1995, y que es exactamente el lugar donde se
14:30 horas hubieran o no encontrado los restos, y inicia el ascenso al filón que lleva a La Cucaracha. A
pensando con muy buen criterio en las dificultades partir de allí, sigue una parte con mucho mozote “de
del retorno, tuvieron que suspender la búsqueda lanza y de bolita”, que se me prendía en las medias
para desandar lo caminado con la consiguiente causándome mucho escozor en las piernas y que me
frustrante desilusión. Encontrándose en un lugar duró hasta que regresé a casa; aún más, después de
tan remoto, en donde sin embargo no podían decir lavadas las medias, la quitada de esos mozotes tomó
que no había ni un alma, pues probablemente los tiempo, pues eran cientos de ellos enredados en la
acompañaban las 26 de las víctimas mortales de aquel gruesa lana. Igual que a la ida la hora en que íbamos
fatídico accidente; decidieron echar marcha atrás, pasando por el valle era de lo más calurosa, eran las
aun cuando calculaban que en 1-1:30 h más quizás 13:30 horas y el sol literalmente nos quemaba y de
hubieran llegado al objetivo. En todo caso creo que nuevo la respiración era jadeante y la transpiración
fue una difícil pero atinada decisión, aunque también profusa. Poco a poco fuimos llegando al puente
creo que corrieron riesgo porque todavía faltaba sobre el río Santa Clara, donde los Luises y Mario
ascender a la cumbre de regreso donde los esperaba se dieron un refrescante chapuzón por unos
Luis L. para descender juntos al campamento base minutos, sin percatarse que por allí ese río ya iba
al que llegaron como a las 18:00 horas, cuando ya contaminado..., luego venía la subida hasta donde
entraba la noche y que era precisamente lo que se estaba el pick up, y aquí de nuevo mi memoria
trataba de evitar. Fue una dura jornada de búsqueda reciente me falló, pues no recordaba bien cuánto
con un doloroso accidente para Luis L., quien ya habíamos bajado hasta el río; lo cierto es que se me
no pudo llegar más allá mientras resolvía su difícil hacía muy largo y empinado el tramo, y al llegar al
situación y luego una sufrida espera de más de dos pick up eché sapos y culebras por la boca… Eran las
horas en la cumbre por sus compañeros para bajar 15:00 horas, procediendo de inmediato a acomodar

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nuestros tepalcates en el vehículo y acto seguido a chicharroncitos de ley, decidimos dirigirnos hacia
iniciar el ascenso hasta el cruce de El Aguacate, que Teculután para tomarnos una cerveza de barril en
ahora yendo hacia arriba se hizo más fácil. Desde el restaurante “El Tarro Dorado”, con tan mala suerte
este punto en adelante empieza el mejor camino, el que este restaurante cambió de propietario y ahora
trayecto hacia el collado de El Siglo, donde paramos ya no servían cerveza de barril, teniéndonos que
como tres o cuatro veces para deleitarnos con las conformar con celebrar la caminata con cerveza
mejores vistas de la sierra que hemos tenido en todos Dorada Ice. Siendo las 19:30 horas tomamos rumbo
los viajes por esos lares. Se veía todo el cresterío sin a casa a donde llegamos sin contratiempo a las 22:10
ninguna nube, pudiéndose identificar en toda su horas, después de una preciosa actividad montañista
extensión el trayecto de la caminata efectuada, la donde hubo de todo: exigencia física, determinación,
cual desde aquí parecía imposible haberla llevado perseverancia, belleza de paisajes y mucha enseñanza
a cabo. por parte de nuestra Madre Naturaleza..., además de
muchas anécdotas para pervivirlas.
Pasamos las puertas del portezuelo de El Siglo,
tomamos fotos del cerro de Mansilla y pasamos la Esta narrativa es fiel y con todos los detalles de lo
puerta de La Constancia para llegar finalmente a la que fue esta expedición, y al transcribirla así solo
casa de Herlindo, dejar a los muchachos y efectuar la pretendo que cuando alguien la lea muchos años
distribución de la ropa y juguetes que L. Luján había después, lamentablemente podría haber llegado
llevado. Todos, adultos y niños se veían muy felices el día cuando los zaraguates, las tarántulas, las
y agradecidos. La esposa de Herlindo nos ofreció águilas, las serpientes, los gigantes pinos y cipreses,
un oportuno tentempié comiéndonos unas tortillas los jaguares, los arcanos y vírgenes bosques, los
calientes con sal y un refresco para luego despedirnos cristalinos veneros, manantiales, ríos y cascadas no
hasta la próxima vez… Enfilamos hacia El Jute y contaminadas; no serán sino una incrédula fábula
calculando que no llegaríamos a tiempo al Rancho más, debido a la destrucción de las montañas por
para ir al restaurante de Don Carlos y degustar los nosotros los humanos.

Cerro de Mansilla.

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Segundo Intento
(1, 2, 3 y 4 de mayo del 2015)

“La ruta y la cima no serán nunca la meta, lo será la actitud para alcanzar
la frontera o los límites de nuestras posibilidades”
Anónimo

Participantes: Guías:
Carlos Beteta, Luis De La Vega, Herlindo Gutiérrez, José Gutiérrez,
Marco Tulio Rodríguez y Roberto Jacinto
Luis Luján y Diego Gálvez

Después de la fallida expedición al cerro Raxón de simpatía que lo hace ser aceptado fácilmente en
llevada a cabo en octubre del 2009 con el objeto de nuestro “cerrado grupo”, lo cual percibo a través de
llegar al sitio de la catástrofe aérea ocurrida el 24 la actitud de los demás miembros hacia él. Diego me
de mayo de 1956, donde murieron 26 personas y ha acompañado anteriormente a caminar y acampar
hubo un solo sobreviviente, siempre nos quedó la por varios días, a otros destinos en la SM, tales como:
“espinita” por hacer un segundo intento que nos río Agua Fría en San Lorenzo Mármol, las cataratas
llevara a alcanzar ese fatídico lugar, primero como de Santa Rosalía, a la conquista del cerro Mululjá,
una forma de nuestro grupo de patentiza in situ cuya cumbre yo no logré alcanzar pero él sí; además
un sentimiento para conmemorar el lamentable hicimos un precioso periplo por el departamento de
suceso y segundo, porque desde el punto de vista Huehuetenango conociendo cenotes, lagunas, ríos,
montañista se nos había negado ese deseo en y el bello bosque de los cipreses sabinos gigantes.
un primer intento. Desde esa primera incursión Estoy seguro que ante tal “exposición” Diego ya se
llevamos a cabo muchos proyectos montañistas, encuentra totalmente contagiado de “montañitis”
que de alguna manera distrajeron temporalmente incurable, lo cual en mi caso contradictoriamente
nuestro interés por hacer un nuevo intento al como médico, no solo no lo puedo curar, sino no lo
“avionazo”, por lo que nuevamente retomábamos quiero curar; antes bien, deseo que los síntomas y
esa inquietud quizás porque ahora existía por parte signos se manifiesten con mayor intensidad.
mía un interés más, el hecho que deseaba que mi
nieto Diego (hijo del mayor de mis hijos: Ingrid Después de este permitido prolegómeno, paso a
Patricia), fuera con nosotros y que al hacer realidad contarles que finalmente se reunió el grupo de
esa ilusión establecería un record al estar abuelo y subirmontes para afinar detalles del viaje, para lo
nieto en la cumbre del emblemático cerro Raxón, cual era indispensable primero contactar con los
el más alto de la Sierra de Las Minas -SM-. He de porteadores que nos ayudarían a transportar el
decir que Diego me ha demostrado un genuino catizumbal de bártulos que compondrían nuestro
interés por la práctica del montañismo tal como bagaje. Con tal objeto me comuniqué con nuestro
lo practicamos con el Grupo Tzuul Tak´a, además viejo conocido (pero joven de edad), Herlindo
de tener a sus apenas 28 añitos, las envidiables Gutiérrez, en La Montañita, cerca ya del inicio
condiciones físico-atléticas propias de esa edad y propiamente dicho del acercamiento al corazón de
sobre todo una personalidad que irradia un carisma la SM, en juridicción de Teculután, departamento de

267

Zacapa. Desde las primeras pláticas noté en Herlindo trato entre sí, forma de caminar, el compartir y sobre
una preocupación inusual por cerciorarse de que todo el qué esperar unos de otros en momentos
tuviéramos el permiso de paso por los terrenos que en que la amistad y la lealtad debe aflorar. Por
deberíamos atravesar, a pesar de haberle asegurado esto prácticamente eran dos grupos diferentes
que Luis Luján ya lo había obtenido. Tanta era su yendo a un mismo destino, tal como ocurre en
preocupación que ya estando en su casa me volvió a las expediciones a lugares multitudinariamente
insistir, diciéndome que lo hacía porque el grupo que visitados, ej. El Pico Aconcagua, Himalaya, etc. En
habitaba esas tierras era gente “difícil”, entendiendo el caso particular de esta expedición, obviamente
el término en una forma eufemística que significaba los intereses de los miembros de ambos grupos
en realidad: gente peligrosa... eran totalmente distintos; unos íbamos con el más
genuino espíritu montañista, otros con el interés
Hechos los arreglos necesarios salimos el viernes primordial de mejorar el conocimiento del área para
1 de mayo a las 4:45 horas en el poderoso pick up mejorar su rendimiento laboral. Mucho más allá de
Isuzu Dmax de Diego, rumbo al oriente con destino las condiciones físicas, mentales y emocionales del
al kilómetro 111 de la carretera CA9, donde se grupo, de las condiciones climatológicas, de todas las
nos unirían en otro vehículo un grupo de tres vicisitudes que puedan presentarse en la montaña;
guardabosques de Defensores de la Naturaleza (una el éxito de una actividad montañista depende en
ONG), encargados de la protección y vigilancia de la principio de saber elegir al compañero(s) con
SM, quienes aprovecharían nuestro conocimiento quien(es) se comparte.
de la región para escalar el cerro Raxón, pues ellos
no había llegado hasta allí y deseaban hacerlo por la Pues bien, con nuestro pick up adelante, los dos
importancia que ello representaba para su trabajo. vehículos iniciamos la marcha pasando primero por
Juntos enfilamos hacia La Montañita, llegando a la puerta de lo que antes era la finca La Constancia,
las 8:15 horas donde ya nos esperaban nuestros de la empresa Maderas El Alto S.A. -MEASA-,
campiranos amigos, excepto uno que finalmente donde sin problemas nos permitieron el paso, para
desistió, por lo que tuvimos que ir a conseguir empezar desde allí la encaramada de la inclinada
de emergencia un substituto a El Chico, la última pendiente hacia el collado entre los cerros El Siglo
pequeña aldea que recién habíamos pasado lo y el Bandera Perdida, por un camino de tierra en
cual nos hizo perder valioso tiempo. Finalmente regulares condiciones con algunos reventones
se conformó así y por primera vez en la historia en mal estado pero no ofrecían dificultad para el
de nuestras caminatas, un numeroso grupo de potente Isuzu. Cuando llegamos al portezuelo llamó
11 personas, lo cual siempre ha ido en contra de la atención la presencia de una puerta de golpe con un
mi especial manera de hacer montañismo, pues letrero “Propiedad privada. Prohibido el paso”. Con
estoy firmemente convencido de que el grupo la seguridad de que habiendo tomado la precaución
ideal de miembros para la práctica de “nuestro de que Luis Luján pidiera telefónicamente el
montañismo” no debe de ser mayor de cuatro, esto permiso de paso, al señor César Montes, persona
porque la experiencia me ha demostrado que las ampliamente conocida por haber sido un
innumerables decisiones que se toman a lo largo de “prominente comandante” de los guerrilleros, del
estas actividades pedestres, son mucho más fáciles conflicto armado, que por muchos años mantuvo
de tomar entre menos personas intervienen en ellas, a Guatemala hundida en una lucha fratricida sin
y por supuesto que aun cuando sean pocas personas, sentido y que hoy es la persona “responsable” de
se sobreentiende que debe ser un grupo muy los grupos de comuneros, que desde hace unos
homogéneo en cuanto a personalidades, intereses, años llegaron a habitar los terrenos que antes eran

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propiedad de MEASA y quienes vigilan y controlan Después de recorrer unos 6-8 km desde la puerta,
a todo aquel que llega por esos apartados lugares; llegamos al cruce hacia El Aguacate a la izquierda
traspasamos la puerta y empezamos el descenso y hacia la derecha la brecha que nos llevaría al río
hacia lo que antes era el campamento El Aguacate, Santa Clara en el fondo del cañón. Desde aquí ya
siempre de la misma empresa. El camino ahora en no había camino, era una reminiscencia de brecha
muy buenas condiciones, con señales de recibir en malas condiciones sobre la ladera de la montaña,
mantenimiento frecuente, llamando la atención brecha que aun cuando la había pasado en cuatro
encontrar varias bifurcaciones de caminos que antes ocasiones anteriores cuando estaba flanqueada
no existían, en dirección a lo profundo del cañón del por tupida maleza y árboles; hoy con el terreno
río Teculután, hacia el extremo oriental del valle de totalmente arrasado no la podía reconocer, el
Las Vegas. Continuamos bajando hasta empezar a paisaje me era totalmente desconocido, y por
ver al otro lado del cañón el siempre impresionante cierto desagradablemente desolado… Seguimos
conjunto de los cerros: La Cucaracha, El Caquipec, bajando despacio, encontrando dos o tres casitas
El Raxón, La Peña Rajada, el filón donde están los abandonadas más y después de unos 2 km
restos del avionazo y mucho más de la imponente desde el cruce, al final de una empinada bajada
SM. Más abajo fuimos encontrando grandes áreas abruptamente la brecha terminaba en un pequeño
de dos, tres, cuatro y más manzanas de bosque espacio más ancho, dejado así como para que un
quemadas a uno y otro lado del camino, como vehículo pudiera dar vuelta. En ese momento
resultado de las “rozas” que los nuevos habitantes vimos acercarse a pie a un hombre armado con
hacen con el objeto de arrasar con todo para dejar escopeta y a otro que rápidamente bajaba en moto
la tierra “pelona” para sembrar maíz, por cierto en por el camino, quienes llegaron a cierta distancia
un terreno totalmente inapropiado para ese cultivo, del grupo que ya se había bajado de los vehículos
por la gran cantidad de piedras y enormes rocas que para investigar por dónde seguiríamos. El de la
existen. Se veían muchos grandes árboles de pino escopeta era un hombre delgado de gruesos bigotes,
que habían sido talados y gran cantidad de madera serio y de aspecto relajado pero no amigable, el de
aserrada apilada a la orilla del camino, se veían la moto por el contrario ríspido, un típico palurdo
también árboles humeantes aún, y el sotobosque y zaíno hombre del área rural, que obviamente no
desaparecido, excepto unos que otros palmitos era de la región, sino claramente “importado” para
sobrevivientes de tal depredación. Algo que para el trabajo especial que desempeñaba. En forma
mí en particular que había visto en esta misma área, poco amable, prepotente y descortés, dejando ver
hermosos y frondosos bosques hasta hace no mucho intencionalmente una escuadra que portaba en la
años, me produjo sentimientos encontrados de cintura, que claramente nos enviaba el mensaje de
indescriptible tristeza y rabia. Encontramos también quién era el que mandaba; preguntó quiénes éramos
varias pequeñas casas hechas de gruesas tablas de y que andábamos haciendo por ahí porque esa era
madera, abandonadas notoriamente poco después una propiedad privada. Nos identificamos como
de ser habitadas, como si a sus habitantes finalmente montañistas (sin mencionar que también iban
no les hubieran “gustado” el lugar, dejando eso sí, el miembros de Defensores de La Naturaleza, porque
área totalmente deforestada, desértica. Otras chozas ellos no son bienvenidos por obvias razones),
más habitadas aún pero sin que la gente se dejara quienes habíamos ido muchas veces a esas montañas
ver, solamente unas cuantas gallinas y desnutridos y que hoy nos dirigíamos a escalar el Raxón, para
perros que hacían un gran esfuerzo por ladrarnos o lo cual contábamos con el permiso expreso del
quizás pedirnos auxilio… señor César Montes. Nos dijo tajantemente que el
señor Montes no les había comunicado nada y que

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por lo tanto no podíamos seguir, y que debíamos horqueta como a 2-3 km de la misma. Tomamos
irnos de inmediato. Empezaron las negociaciones esa desviación y a solo unos 600 m encontramos
que incluían infructuosos repetidos intentos por una puerta de golpe construida de tubos de hierro
comunicarnos telefónicamente con el señor Montes, de 2½ pulgadas de diámetro, cerrada con cadena y
debido a que en ese recóndito lugar no había señal candado, cuya llave andaba llevando el hombre de
para celulares, entretanto el mismo “amigable” la moto quien ahora era nuestro guía. Seguimos
personaje subía un trecho del camino para tratar bajando por ese camino que llamaba la atención
de lograr señal y comunicación. Mientras tanto por las buenas condiciones en que se encontraba
Luis Luján se alejó como 150 m colina abajo para y el terreno en el que se había abierto, ya que se
confirmar la existencia de un derrumbe que según veían enormes rocas que solo habrían podido ser
los mismos hombres impedía el paso de los carros, y empujadas por maquinaria pesada. Más abajo nos
que era otra razón para impedirnos seguir. Luis nos llamó poderosamente la atención ver en el fondo
confirmó el derrumbe por lo cual de poder seguir por del cañón, lo que a lo lejos parecía ser una pista de
esa misma ruta, lo tendríamos que hacer a pie desde aterrizaje de unos 500 m de largo y unos 10-12 de
donde nos encontrábamos, lo que representaba ancho, construida a lo largo de lo que antes era el
unos 4-5 km de caminata hasta el valle de Las Vegas Valle de Las Vegas, extendiéndose desde la entrada
y la desembocadura del río Santo Domingo donde del río Santa Clara a dicho valle, hasta cerca de la
empieza el ascenso al Caracol, y que siendo en esos desembocadura del río Santo Domingo; además
momentos las 11:45 horas nos tomaría como 2:30 se veían unas cuantas construcciones parecidas a
h, incidiendo significativamente en el consumo de bodegas y dos o tres casas pequeñas. Esto nos hizo
energías y de tiempo y alterando completamente el pensar y sacar a priori no pocas conclusiones...,
cronograma del itinerario previamente planeado. que inmediatamente fueron objeto de comentarios
Esto a mí en particular me hacía pensar en desistir suspicaces entre nosotros, explicándonos el porqué
del viaje, porque no pensaba “invertir” esfuerzos de tanta negativa para transitar por la zona, la
extra que no me sobraban. Afortunadamente (y excesiva vigilancia con personal armado y el
lo digo a posteriori), finalmente no fue posible oneroso gasto al construir semejante camino por
establecer contacto con el señor Montes y la negativa el que bajábamos; a la vez que entendíamos ahora
para poder continuar fue categórica por parte de el justificado temor manifestado por Herlindo y
los armados, diciéndonos que nos acompañarían compañeros.
de regreso hasta la puerta del collado, donde tal
vez sería factible obtener señal telefónica para que Finalmente nos encontrábamos frente al río
hiciéramos la tan ansiada llamada. Teculután el que cruzamos sin problema con los
vehículos, llegando unos metros más adelante
Con sentimientos de gran frustración dimos hasta una de esas bodegas de lámina, donde fuimos
marcha atrás, viendo consumirse precioso tiempo recibidos por una jauría de aproximadamente 10
que deberíamos estar ocupando ya en el ascenso al perros sabuesos que nos ladraban sonoramente,
cerro. Llegamos de nuevo al collado y Luis logró pero sin mostrar real agresividad. Al poco rato fue
comunicarse al fin con Montes, quien le dijo que sí apareciendo por ahí un señor que por cierto fue muy
había avisado de nuestra llegada..., que no tuviéramos amable en su trato, escuchando nuestro propósito e
pena, pero que debido al derrumbe podríamos bajar indicándonos dónde estacionar los carros mientras
a Las Vegas por un camino que los “guardianes” nos durara nuestra actividad. Para estos momentos
indicarían y nos guiarían. Ese camino era una de las eran cerca de las 13:00 horas y el sol inclemente nos
desviaciones que mencionamos al ir bajando de la perforaba el occipucio y la tierra nos quemaba las

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plantas de los pies atravesando las suelas de las botas. la hora en que en las cuatro ocasiones anteriores
Decidimos comer algo a manera de almuerzo antes hemos iniciado la escalada del Caracol, pues siempre
de iniciar la caminata. Los porteadores acomodaron lo hemos hecho rondando las 12 del día, aunque esto
los bultos con nuestras vituallas, avíos y tujas y las no evitaría que el sol como siempre literalmente
propias que entre redes y con mecapal se echarían nos calcinara durante su ascenso, pero el retraso
a tuto, y poco después hacer lo mismo nosotros sí incidiría en el tiempo en que alcanzáramos el
al echarnos nuestras sendas mochilas también a lugar para montar nuestro primer campamento,
miches, para empezar la marcha a las 13:14 horas sin que antes nos llegara la oscurana. Todo el grupo
estando a 1035 ms.n.m. -incluyendo aquel “octogenario” que les cuento-, se
encontraba física y anímicamente bien, por lo que
Al nomás empezar a andar se formaron dos grupos con mucho entusiasmo fuimos saliendo uno a uno
de caminantes, el de los miembros de Defensores los trotacerros y formando la fila india, la que se
acompañados de Luis Luján adelante, y el de Diego, fue estirando a lo largo del zigzagueante recorrido
el suscrito, y como no podía ser de otra manera del famoso Caracol de acuerdo con la diferente
Luis De La Vega de último, como mi “Ángel de La capacidad de velocidad de marcha de los mismos;
Guarda”. Caminando apenas unos 60 m se llega al así cuando los primeros alcanzaban ya la primera
río Santo Domingo que por aquí corre paralelo al falsa cumbre, este senescente servidor cargando
Teculután, para finalmente unírsele solo un poco el pesado cacaxte con los “80” adentro, apenas iba
más adelante. Se cruza brincando entre grandes por el roquedal que marca el primer tercio de ese
rocas para quedar en la margen oriental y caminar tramo, lo que significaba una diferencia en tiempo
entre el bosque por una vereda bien marcada hasta de aproximadamente 15 minutos con los punteros.
llegar a una joyita donde habían tres chozas, una Lentamente pero sintiéndome mejor de lo que
que se asemejaba más a una troja para maíz, una que esperaba y apoyándome firmemente en mi fiel
estaba vacía con paredes incompletas de lepa y palos, bordón de liquidámbar, fui recorriendo la sinuosa,
y una más que estaba habitada por un hombre bajito estrecha, muy inclinada y peligrosa vereda, que llena
de aparentes 75 y piquito de años, acompañado de pequeñas rocallas y arena suelta, hacen fácil el
de dos chuchos escuálidos pero que ladraban con que uno pueda derrapar y caer por la ladera de unos
mucha agresividad; aquí nos enteramos que este 40°-45° de inclinación hasta el fondo del cañón de
señor nos acompañaría en la expedición, no sé si donde veníamos y pegarse un soberano cachimbazo
por propia decisión o sugerido por el hombre que de pronóstico reservado. Llegué jadeando hasta los
nos había recibido junto a la bodega; lo cierto era primeros árboles de encino, ya que la mayor parte
que Don Cartucho -así le llamaban todos-, parecía de este tramo solo está cubierto de un muy escaso
un personaje simpático con quien sería agradable zacatal, seco y polvoriento, del cual no sería posible
compartir la pastoril experiencia. Después de aferrarse a la hora de caer. Poco más adelante se
echarse a tuto una pequeña y muy maltratada llega a la primera falsa cumbre donde hay más
mochilita, Don Cartucho y sus dos perros -que fue pinos y sopla ya un viento fresco muy agradable.
imposible hacerlos quedarse en la casa-, se unieron Seguimos encumbrando hasta alcanzar la segunda
al grupo de los “atrasados” y seguimos la marcha falsa cumbre y poquito más adelante finalmente la
siempre siguiendo cerca de la margen oriental del cumbre verdadera del Caracol. Al llegar encontré
río Santo Domingo, acercándonos a la base del a los punteros acostados descansando y ya listos
temido Caracol que marca el verdadero inicio de la para salir de nuevo cuando yo apenas quería
ascensión al Raxón, llegando a el a las 13:35 horas. sentarme por unos momentos; y así fue, pues
Para este momento estábamos 1:35 h atrasados de solo unos minutos después todos reiniciábamos la

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marcha, pero solo que ahora lo hacíamos por un querido Raxón había sido incendiado, no podíamos
filón con una inclinación de unos 15°-20° lo cual dar crédito a lo que veíamos. De aquella ubérrima
requería menos esfuerzo y además aquí soplaba ese tierra solo quedaba gran cantidad de ceniza en el
agradable chifloncito que nos revivía cuando más suelo y unos cuantos pinos aún inhiestos, con los
lo necesitábamos. Estábamos a 1400 ms.n.m. y eran troncos quemados y en lo alto las ramas ahumadas,
las 15:35 horas. Siempre con el pelotón puntero con sus hojas prendidas aún pero ya amarillentas
adelante, seguimos ascendiendo pensando en llegar debido al calor que pudo haber prevalecido durante
al lugar del primer campamento aún a buena hora la mayor actividad del incendio. Del sotobosque solo
para armarlo. Llegamos a la primera meseta a 1500 quedaba un varejonal de los arbustos chamuscados,
ms.n.m. y de allí en adelante sin volver a ver para secos y tiznados. No puedo describir el cúmulo de
nada a los primeros, Diego adelante, el que escribe sentimientos encontrados que me invadieron en
y Luis De La Vega atrás; seguimos cresteando por esos momentos y confieso que no pude evitar el
un sendero reconocible sin mayor esfuerzo, hasta dejar que por ahí involuntariamente se me escaparan
alcanzar una segunda meseta a los 1600 ms.n.m., un par de lágrimas furtivas por tan desgarrador
lugar de gratos recuerdos para mí, pues me desastre ecológico. Mi Raxón, cerro emblemático
retrotransportaba a momentos compartidos con el de la Sierra de Las Minas, iglesia esta donde
decano de los guías en el Raxón: Don Toño Alonso, nuestro grupo le ha rendido admiración y respeto
en un ya lejano 1998, cuando acampáramos allí y a Tzuul Tak´a Dios del Cerro y del Valle, del reino
Don Toño encontrara agua en un venero cercano. K´ekchí, estaba devastada por la mano asesina del
Al ir por estos recónditos parajes vimos con asombro “ombre”. El “paisaje” era imposible de creer, el cual
e incredulidad una pequeña choza sobre el filón pervivirá en mi mente por siempre, porque no se
vecino hacia el oriente (el que lleva a los cerros Las trata solamente de la pérdida de la biomasa arbórea
Chiches), un lugar en donde en los últimos 20 años per sé, es la destrucción de todo un ecosistema a
de andar por esta hermosa sierra jamás hubiéramos través de siempre. Con cada vez más tristeza fuimos
pensado encontrarla, y al indagar entre los presentes, avanzando entre las cenizas y tiznándonos la ropa y
Don Cartucho nos contó que él pasaba la mayor la piel al rozar con las varas chamuscadas, pensando
parte del tiempo en esa choza solo con sus chuchos, por analogía que era la sangre de la montaña que
que sembraba un poquito de maíz, frijol, algunas nos marcaba como triste evidencia de sus mortales
verduras por ahí y que lo que necesitaba demás lo heridas. A nuestro paso íbamos levantando ceniza
compraba en El Jute de vez en cuando. En realidad del suelo que molestaba para respirar. No se veía
Don Cartucho era increíblemente un ermitaño en a lo lejos una sola hoja verde, ni un solo animal
pleno siglo 21, su pobreza era obvia, por lo que no insecto o pájaro, ni la más leve señal de vida, ningún
nos explicábamos cómo podían sobrevivir él y sus ruido, ningún trino, nada; aquello era un enorme
perros en ese inhóspito y arcano lugar… desierto, que se extendía hasta los filones vecinos, es
decir el del río Santo Domingo que lleva al cerro La
Sintiéndonos en buenas condiciones para seguir, Cucaracha al occidente y el del río Negro que lleva
decidimos tratar de ascender un poco más para que a los cerros Las Chiches al oriente, arrasando un
al día siguiente nos quedara un tramo más corto área total aproximada de unos 6 km2 equivalentes a
y el descanso para encarar el asalto a la cumbre al 600 hectáreas convertidas ahora en desierto. Fotos
tercer día fuera más fructífero. Pues bien, seguimos tomadas de la misma región ahora, comparadas con
cresteando y poco más adelante con mucho las tomadas en el 2009 muestran patéticamente la
asombro, incredulidad, tristeza y rabia empezamos diferencia.
a ver cómo nuestra querida montaña, nuestro

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de lo incendiado no parecía tener fin, por lo que
teníamos que seguir caminando con la esperanza de
encontrarlo. Cuando estábamos ya a 1896 ms.n.m.
había una especie de isla de guatal medio quemado
y en medio de ella unas pequeñas áreas de suelo y
matochos que se habían salvado del fuego, pequeños
lugares que tuvimos que aprovechar para que cada
uno armara como pudiera su champa para pasar la
noche; en realidad eran tan pequeños los espacios
que de todos modos terminaba uno por tiznarse en
las orillas del sitio escogido, excepto Luis Luján que
era el único que llevaba su carpa individual “cinco
estrellas”. Eran las 17:18 horas cuando llegamos a
nuestro primer campamento. Habíamos caminado
3.4 km desde el carro según el odómetro de Luis De
La Vega y el cansancio ya cobraba su factura en el
grupo después de 4:04 h de una sufrida caminata
efectiva.

Áreas quemadas. Con Diego procedimos a armar nuestro refugio
amarrando una cuerda de un arbusto a otro y
La misma área en el 2009. tendiendo sobre él una pieza de nylon, quedándonos
una champa de más o menos 2.50 m de largo por 0,9
Debido al momento el grupo de reunió comentando m de ancho, la cual era muy estrecha pero no había
el terrible espectáculo, aunque era obvio que la más terreno para hacerla más ancha pues todo estaba
magnitud del mismo era dimensionada y sentida quemado. Después de acomodarnos todos en forma
de muy diferente manera por unos y por otros. desperdigada en un área de unos 80 m2, llamaba la
Ante tal situación y volviendo a la realidad, ahora atención la pequeña champita de Luis De La Vega,
teníamos el problema de no poder encontrar un pero quizás la más funcional, por el contrario el
lugar apropiado para acampar, ya que la desolación grupo de “Defensores” construyeron una champa
gigante tipo circo, con una gran pieza de plástico y
muy alta, que a Diego y a mí nos causaba envidia. Los
perros solo se echaron cómodamente enroscados
entre la hojarasca. Finalmente escogimos el lugar
para la fogata, y como por arte de magia fueron
apareciendo por ahí y por allá los botes, una olla,
una sartén, tazas, vasos y una que otra “delicatessen”
para empezar a picar algo y reponer parte de las
energías gastadas en esta etapa.

Yo empecé a sentirme un tanto “indispuesto” con un
poco de náusea, ruidero de tripas, con el abdomen
como tambor, total inapetencia y un muy insipiente

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deseo de ir al “WC”. Opté solo por tomar mucho y tolerancia llegaron a su máximo umbral y en un
líquido, pues tampoco lo había hecho en suficiente arranque de desesperación, lancé un “muchachos
cantidad durante esta primera etapa, al poco tiempo por favor cállense ya, y déjennos dormir un poco”;
el sutil deseo de ir “al baño” se convirtió en una a lo que respondieron terminando abruptamente el
imperiosa y urgente necesidad, por lo que tuve que diálogo. No sé a qué hora de la madrugada oí llover
apresurarme a retirarme una distancia prudencial, aunque no muy recio, pero sí nos lograba llegar
confirmándose que padecía de una enteritis aguda algo de briza por momentos. Así pasó el resto de
y que por la persistente náusea pronto podría llegar la noche con mucha incomodidad, principalmente
a ser una gastroenteritis. Entretanto se había porque como dije el espacio de suelo en el que
formado un real conversatorio alrededor de una estábamos jateados era muy pequeño y con cualquier
hermosa fogata y los comensales platicaban de movimiento uno incomodaba al otro, de manera
todo un poco entre jocosos chascarrillos, curiosas que no fue precisamente un sueño reparador. Como
anécdotas y profundas reflexiones, y por supuesto es costumbre ya conocida, nuestros porteadores se
ocupaban las manos para ir comiendo y bebiendo levantaron como a las 5:00 horas hablando en voz
de lo que iba apareciendo en el entorno, siendo lo alta sin ninguna consideración para con los que aún
primero el café endulzado con rapadura que era deseábamos dormir otro poquito. Uno a uno nos
apetecido con urgencia especialmente por Luis fuimos levantando. Luis L. preguntó de inmediato:
Luján; además, habían sopa de pollo con verduras, “Muchachos, ya hay cafecito”. Yo me levanté a las
frijoles, tortillas, pan y algunas “cositas raras” que 6:00 horas y Diego se quedó como 15 minutos más
salían de las mochilas de Luis L. y Diego. En un y ya juntos procedimos a levantar campamento
momento tuve la necesidad de comer algo y pedí a doblando, ordenando y guardando la retahíla de
los muchachos un par de tortillas calientes con sal, tepalcates dentro de los dos costales que cargaban
que me las pasé con un Gatorade de naranja, y eso fue nuestros porteadores. Yo me sentía mal, sin apetito
todo. Mientras tanto el grupo arreglaba el mundo y con deseos de satisfacer una vez más imperiosas
y se escuchaban de los porteadores las consabidas necesidades intestinales, de manera que me retiré del
anécdotas del tigre come vacas, las grandes campamento y me di cuenta que el problema seguía
serpientes que siguen a las personas y por supuesto y me empezaba a sentir ligeramente deshidratado.
la del coyote minusválido...; así como las leyendas de El grupo había terminado de desayunar y yo solo
espantos como: La Siguanaba, el Cadejo, La Mujer me tomé un jugo de verduras y una galleta. Cuando
Sin Cabeza, La Siguamonta y demás personajes de eran las 7:00 horas salimos del campamento I y como
las ancestrales fábulas chapinas... siempre, se formó la fila de andarines en el mismo
orden del día anterior y ahora con mayor razón
Cuando eran como las 20:00 horas yo me acosté yo me quedé hasta atrás como señero caminante
con la intención de dormir y reponer energías, pues me sentía un tanto débil. A los pocos metros
y porque se había acordado levantarnos a las 6:30 del campamento dejando el “islote medio verde”,
horas. Sin embargo venía lo peor, cuando terminó entramos de nuevo a la montaña quemada, tierra
la tertulia y cada uno se fue a su champa como a las calcinada que al ir caminando se levantaba una nube
21:15 horas, casi todos efectivamente se fueron a de ceniza que le entraba a uno hasta los bronquios y
dormir, pero dos de ellos permanecieron hablando más allá, además abundaban los zarzales y matorrales
y hablando, de manera que yo no podía conciliar el cuyas ramazones chamuscadas no se podían tronchar
sueño, al extremo que cuando eran como las 11:45 por lo duro.
horas y en medio del silencio de la montaña sus
palabras me retumbaban en la cabeza, mi paciencia Al llegar a una altitud de 2000 ms.n.m., es cuando

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en expediciones anteriores empezábamos a cuántos minutos esa pobre mariposa que apenas
encontrar las primeras palmáceas, entre ellas los había nacido, tendría irremediablemente que morir
deliciosos palmos que comíamos asados a las brasas, de calor y sed?... Las lágrimas que hasta entonces
apareciendo además los grandes pinos y empezaba la había podido reprimir, no fue posible contenerlas
selva húmeda donde se veían infinidad de bromelias, más; podrá parecer cursi pero así fue.
tillandsias,musgos,helechosylíquenes;ypoquitomás
arriba encontrábamos ya especies muy singulares de Seguimos encumbrando ensimismados conversando
cactus, hermosas orquídeas, y verdaderas alfombras sin hablar, y después de unos 2 km de caminata a lo
de hongos de las más caprichosas formas, tamaños y largo de esa montaña muerta (de más de 3 km de
colores. Hoy solo se veían pinos medio quemados, ancho), con gran alegría empezamos a ver montaña
algunos grandes troncos caídos y humeantes aún verde de nuevo; grandes pinos, sotobosque y
como gigantescos cigarros puros y todo el guatal palmáceas alegraban el paisaje, ya no había ceniza y
que antes era de un casi refulgente verdor, hoy era el aire que se respiraba llegaba sin obstáculo alguno
solo un varejonal inextricable de abrasada ramazón hasta los alvéolos más profundos. El ánimo cambió
entretejida y tremendamente endurecida por el en mí y en todo el grupo, pues cuando nos juntamos
calor. Por todos lados habían tizones humeantes que de nuevo como a las 9:45 horas y más o menos a
impedían el paso teniendo que ir bordeando islotes 2400 ms.n.m. había euforia en el ambiente, porque
de este tipo de obstáculos para poder avanzar, no sin además habíamos llegado a la cumbre del filón donde
antes recibir unos cuantos puyones con las puntas se goza por primera vez del avistamiento aún un
de los varejones; además que en algunos tramos la poco lejana, del impresionante tetuntón del macizo
zarza igualmente chamuscada y dura se ensartaba en del Raxón, así como de la vista de Las Chiches o Las
piel y ropa como queriéndose vengar con nosotros Gemelas, un par de mogotes al final del filón del
del ultraje ocasionado por otros. Insisto en que río Negro que siempre nos han retado a intentar su
no hay posibilidad de describir lo triste que era ir conquista desde que las vimos por primera vez en
caminando por los mismos lugares que antes eran 1995…
un verdadero paraíso, donde tuvimos el privilegio
de ver en su hábitat desde tarántulas y otras arañas,
avispas, gusanos, mariposas, alacranes, etc., hasta
pizotes, muchas serpientes, infinidad de pajarillos,
tecolotes, especies de águilas, muchos zaraguates,
evidencias de la posible existencia de felinos grandes,
etc., etc.

Hoy el solo pensar que en kilómetros a la redonda Primera vista de los cerros “Las Chiches”.
no habría ni un solo insecto, ni una ave, réptil
o mamífero, me producía una enorme nostalgia Desde este punto se empieza el verdadero
entremezclada con ira y deseos de encontrar a los acercamiento a la base de la cumbre, el que hasta
culpables. Para aumentar esos sentimientos, en un hace como cinco o seis años era muy agradable
hecho irónico que no tenía explicación lógica, en porque marcaba un cambio muy bien definido del
un momento pasó volando frente a mí una pequeña tipo de bosque caracterizado por mayor humedad
mariposa blanca como queriendo encontrar aunque
fuera una hoja (ya que una flor era totalmente
imposible), en la cual posarse, y yo pensé: ¿En

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y más frío, porque se camina sobre un filón Cerca de la base del Raxón.
flanqueado siempre por el de La Cucaracha al
occidente, y al oriente se extiende una gran cadena para colocar adecuadamente ni una sola tienda -si
de montañas que se pierden de vista y de donde la hubiéramos llevado-. Cuando los tres solitarios
sopla mucho el viento. Fue en esta parte donde rezagados (por mi culpa), llegamos al campamento
encontramos en el 2009 la probable evidencia de II, ya los punteros habían “juntado el fuego” y
la existencia de jaguar en estas montañas, además descansaban comentando la caminata, mientras
de gran cantidad de zaraguates, varias serpientes, algunos ya andaban por ahí tratando de encontrar
una tarántula, y en otra ocasión pizotes y gavilanes; un “buen lugar” para instalar su champa. Al nomás
además de una espectacular variedad de hongos, llegar como si hubiera sido el límite del tiempo
helechos, bromelias y orquídeas. Hoy nada de esto permitido por mi cuerpo, se presentó la emergencia
existía, aunque si había verdor alrededor incluyendo y tuve que cumplir con el llamado imperativo de
gran cantidad de zarza y bejuco que dificultaban la mi intestino en el lugar más apartado que pude,
marcha. Poco a poco fueron yéndose los caminantes el cual estaba ya en la mera ladera del filón, por lo
para reiniciar la ascensión y desapareciendo entre el que en esas precarias instancias corría el riesgo de
bosque, mientras yo aún permanecía sentado a la embarrancarme. Ya más tranquilo me uní al grupo
vera del sendero, pensando en lo agotador que era y compartimos chascarrillos y risas. Como era muy
lo que aún faltaba por andar, aunque solo eran como temprano aún, sobraba tiempo para tomar todo con
400 ms.n.m. y aproximadamente 1-2 km de distancia;
sin embargo ya el cansancio empezaba a sentirlo mi
desvencijada humanidad y mi sistema digestivo daba
indicios de que estaba esperando el momento para
“manifestarse” de nuevo. Afortunadamente Diego
y como siempre Luis De La Vega venían a la zaga
con el viejito, y paso a paso fuimos ganando altura
admirando las montañas y viendo cómo se nos
iba “acercando” el macizo de cerro que parecía por
momentos venírsenos encima. Por cierto que como
siempre me pasa, este tramo final me parecía muy
largo y desconocía por momentos la vereda; no cabe
duda que seis años hacían una gran diferencia en la
montaña y más aún en este modelito 1935 hoy con
problemas en el “mofle”.

Cuando eran las 14:15 horas oímos el murmullo del
resto del grupo que ya había parado, y al llegar me
di cuenta que era la base del cerro a 2580 ms.n.m.
pero que no la podía reconocer, estaba totalmente
diferente como si se hubiera derrumbado parte
de aquel bonito collado que yo recordaba y donde
antes acampábamos, hoy todo era un lugar umbrío,
abarrancado, habían grandes zanjas, hoyos y
paredones que no dejaban espacios disponibles

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calma, y no fue sino cuando eran como las 16:30 pero si gozaba de una protección total en caso de
horas y el cielo se empezaba a aborrascar amenazando lluvia. El grupo de Defensores de nuevo instaló su
posible lluvia, que Diego y yo decidimos armar gran abitaque para cuatro personas, los porteadores
nuestra champa aprovechando dos árboles separados armaron sus pequeños refugios, y finalmente los
como 5 m, a los que amarramos una cuerda sobre la perros se acurrucaron primero cerca del fuego y
que tendimos la pieza de nylon a manera de tienda más tarde se echarían fielmente cerca de la pequeña
de dos aguas. Sin embargo una vez más el ancho de champa de su amo Don Cartucho.
terreno disponible para acostarnos, no era mayor
de 1 m y no había manera de encontrar otro sitio Más o menos a las 18:00 horas de nuevo tuve que
mejor en las cercanías, de manera que procedimos a acudir al llamado de la naturaleza y para entonces
sacar nuestros aperos y arreglar nuestros nidos por los signos y síntomas de deshidratación se hicieron
aquello de tener que correr si se presentaba la lluvia presentes y el malestar me hizo retirarme a mis
súbitamente, tal como ocurre en esta montaña. aposentos, no sin antes ingerir una buena cantidad
de líquidos. Mientras tanto yo oía que empezaban a
Luis De La Vega armó su nido en una oquedad de preparar la cena y hablaban de sopa, pollo, frijoles,
un pequeño paredón muy cerca de nuestra champa, tortillas, pan, café y una serie de “delicatessen” que
el cual no medía más allá del largo de su cuerpo se ofrecían entre los comensales, yo los envidiaba,
y cuando se metía dentro parecía un capullo de pero no sentía deseo alguno de ingerir alimento
gusano de seda. Luis Luján armó su suite individual, alguno, más aún, sentía un poco de náusea, de
aun cuando el terreno no era perfectamente plano, manera que solo oía y de vez en cuando tomaba
unos tragos de Gatorade o simplemente agua que no
era precisamente lo más sabroso. Como a las 19:30
horas tuve el deseo de comer algo salado y me comí
dos tortillas con sal que fueron toda mi cena, la que
compartí uniéndome al grupo que seguía riendo y
comentando de todo un poco, arreglando el mundo
y galaxias circunvecinas, y dando rienda suelta a las
experiencias, anécdotas, comentarios, consejos, etc.,
etc.

Como a las 20:00 horas empezó a llover y todos
tuvimos que correr a refugiarnos a nuestros
respectivos nidos. Nuestra estrecha champa permitió
que la lluvia mojara las orillas de las bolsas de dormir
y a mí la briza me humedeciera el chuyo peruano
que me cubría la cabeza, total, otra aciaga noche por
cualquier lado que la viera.

Nuestro Campamento II. Se había acordado levantarnos a las 6:00 horas para
salir a las 7:00 horas. Me levanté y lo primero que
tuve que hacer, lo tuve que hacer…, para entonces
mis condiciones físicas estaban deterioradas aunque
no tanto como para no desear seguir adelante. En lo

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que el resto de trotacerros desayunaban de todo un Me sentía mal físicamente pero inmensamente feliz,
poco, yo me logré tomar un jugo de vegetales y unas orgulloso y satisfecho de estar haciendo historia al
galletas. Cuando eran las 7:02 horas todos estuvimos ser la primera persona octogenaria en llegar a esa
listos llevando equipo completo, ya que se había emblemática cumbre y además porque con mi nieto
planificado hacer esta última etapa armando el último Diego, estábamos representando a dos generaciones
campamento cerca del sitio donde se encontraran distintas de Beteta en ese prístino lugar, me
los restos del avión... Empezamos a caminar y como sentía muy emocionado. Había llevado conmigo
siempre L. Luján y su grupo de Defensores se fueron un emblema de nuestro Grupo de Montañismo
adelante y ya no les vimos ni la placa, mientras L. De Tzuul Tak´a para entregárselo simbólicamente a
La Vega, Diego, mi porteador Roberto y yo, salimos Diego como nuevo miembro, lo cual fue realmente
de último. El ascenso de la última parte del cerro es emotivo para mí. Nos tomamos fotos, bebimos y
una escalada de más o menos 450 ms.n.m. y unos 600 yo logré comer un pedazo de pollo y una galleta.
m de distancia, con una inclinación sostenida de 40°- Descansamos y decidimos seguir con el plan de
45°, con cortos reventones aún más inclinados que continuar el descenso por la ladera oriental del cerro
se tienen que escalar en “cuatro patas” y guindándose para buscar el ansiado sitio del avión siniestrado.
de lo que se pueda. La selva aquí es muy húmeda,
con grandes árboles añosos de variedad de especies, En la Cumbre del Raxón.
gruesas lianas que descienden 20-25 m desde el
alto dosel, muchas palmáceas comestibles, y en fin Plaqueta en la Cumbre.
un sotobosque inexpugnable que condicionaba ese
frescor de bosque tan agradable. Cuando apenas
habíamos caminado como 1:30 h, de nuevo recibí
la llamada imperiosa para apartarme del sendero
con mi respectivo rollo de serpentina de la ancha
y tener la quinta..., fue en este momento cuando se
unieron en mí contra el esfuerzo y la enfermedad,
empezando dudar sobre la factibilidad de llevar
a cabo la actividad hasta el final. A pesar de ir
ingiriendo frecuentemente sorbos de líquidos me
sentía deshidratado y débil, sin embargo seguí
adelante pensando en que por lo menos debía llegar a
la cumbre, pues tenía que cumplir con el vehemente
deseo de llegar allí con mi nieto, no era momento
de amilanarse, era una prioridad entre mis metas.
Estoica, lenta pero decididamente seguí escalando.
La selva en esta parte es muy húmeda, con mucha
hojarasca y por las lluvias lodo en algunas partes. Yo
desconocía la ruta que transitaba por cuarta vez, solo
recordaba que tenía que pasar dos falsas cumbres y
luego la cima estaría cerca. Cuando era las 10:30
horas (3:28 h de caminata), puse pie en la cima del
Raxón por cuarta vez, llegué de último cuando los
punteros tenían como 20 minutos de estar allí.

278

Al seguir por esta ladera del Raxón, solo se encuentra suelo, me acosté en lo que más bien tenía una forma
un casi imperceptible sendero, el que dejaran los nada estimulante de ataúd, pero que me protegía
Luises en el 2009 durante el primer intento al del viento y me hacía sentir menos frío. Tomé
“avionazo” y que hoy se hallaba parcialmente oculto los últimos sorbos de Gatorade que me quedaban,
por ese característico arbusto de las altas cumbres y me dispuse a esperar. Al poco rato tuve que ir
parecido a la hiedra, arbusto muy difícil de cortar ineludiblemente por ahí para la sexta..., para volver
con el machete y que cubre el piso impidiendo a acostarme. No sé cuánto tiempo pasó porque me
que uno vea los hoyos que hay en él, corriendo el quedé dormitando, incorporándome al oír las voces
riesgo de caer en ellos. Este filón forma la cumbre de Diego y Roberto que regresaban, contándome
lineal de la sierra, es el verdadero rompeaguas que Diego que había alcanzado al resto como a 1.3 km
por el lado nororiental mira hacia la vertiente del adelante y a 2874 ms.n.m. (a solo 103 ms.n.m. de la
río Polochic y hacia el lado suroccidental hacia la cumbre), y que estaban platicando para decidir qué
del extenso valle del río Motagua. Hacía frío pues hacer, porque el paso por una vereda prácticamente
el viento ululaba por momentos, arrastrando las inexistente era sumamente agotador, difícil y lento,
nubes que arremolinándose sobre nuestras cabezas porque las mochilas grandes continuamente se
desaparecían vertiginosamente como fantasmas; quedaban trabadas, y calculaban que les llevaría
luego todo se quedaba como en una silenciosa mucho tiempo llegar al punto planeado que según
eternidad, dando la sensación de ser las montañas los cálculos estaría como a 2.5-3 km más adelante
el nexo entre lo real y la fantasía, algo esotérico. El y solo se tendrían unas cuatro horas de luz, por
paisaje es único aquí, uno se siente como cóndor lo que tomando en cuenta el tiempo que tomaría
en las alturas. Hay pinos juníperos propios solo de encontrar el avión y regresar al campamento II,
estas altitudes, así como una especie de musgo muy obligaría a prolongar un día más la expedición,
grueso y de una inmaculada nívea blancura que no lo cual no era factible para todos; de modo que
he encontrado en ningún otro sitio. cuando llegó Diego contándoles de mi problema,
esto sirvió para que tomaran la decisión final de no
Cuando habíamos caminado como 1.6 km yo me continuar. Quiero pensar que el motivo principal
iba sintiendo cada vez peor, me costaba caminar fue el insuficiente tiempo y las grandes dificultades
en ese terreno tan agreste, estaba deshidratado, para continuar por la brecha y no mi problema de
con nausea, débil y azurumbado, literalmente salud lo que hizo al grupo desistir del intento, ya
desfallecido. Tomando la más difícil decisión de un que de no ser así tendría un sentimiento de culpa
montañista, opté por abortar el intento y regresar muy grande, porque la planeación de una actividad
desde allí. Le dije a Diego que se fuera y alcanzara como esta implica toda una logística y estrategia
al resto del grupo y que juntos continuaran hasta el que involucran disponibilidad de tiempo, dinero,
avión, y que solo le dijera a Roberto que se regresara condiciones climatológicas, permisos de paso,
con mi costal porque en él tenía todas mis cosas: vehículos, etc., por lo que no es fácil para ninguno
bastimento, líquidos, ropa, nylon para champa, etc., decir que pronto se hará un nuevo intento, más aun
etc. Diego no aceptó la propuesta de irse con el con las dificultades que encontramos con la gente
grupo, pero si iría por Roberto y volvería. Yo me que controla la región…
quedé esperando tiritando del frío porque solo tenía
puesta la camisa sudada. En una parte de la vereda Pues bien, ya con la decisión tomada, empezamos
especie de zanja, teniendo ese arbusto parecido a la a desandar hacia la cumbre mientras el resto del
hiedra como paredes y colocando gran cantidad del grupo nos alcanzaba. Con gran dificultad fui
musgo grueso y algunas hojas de palmas enanas en el subiendo de regreso y así cuando faltaban como

279

unos 15 m para llegar a la cima de nuevo, el grupo de primera vez en dos días tenía deseos de comer algo
punteros nos alcanzó. Sin muestras de frustración sólido, algo más consistente porque mi estómago
por no haber podido seguir y siendo apenas las estaba completamente vacío. Diego me preparó una
13:31 horas, todos se relajaron y volvieron a comer sopa de pollo con fideos que la sentí deliciosa, comí
algún tentempié, beber y comentar lo ocurrido. En galletas saladas que mi organismo ya me exigía,
esos momentos yo solo deseaba vehementemente además unas tortillas media tostaditas con sal, y por
regresar al campamento II para armar mi champa, si fuera poco también comí Pollo Campero ya de tres
tender mi “sleeping” y desparramarme en el suelo días de edad, pero que pasaba las pruebas salubridad
a descansar sin pensar en caminar más por varias satisfactoriamente, todo acompañado de una buena
horas. Como el resto del grupo ya estaba relajado cantidad de té frío y otras bebidas. En fin, una opípara
sin presión alguna y sin prisa, dispusieron descansar cena digna de emperadores que yo esperaba me
un rato más prolongado en la cumbre, por lo que duraría poco tiempo para expulsarla; sin embargo
yo opté por salir primero en solitario ya que de afortunadamente no fue así e irónicamente me
todos modos me alcanzarían en el camino. Así fui sentí cada vez mejor y sin deseos de la séptima… y
bajando sin acuciar el paso pues me sentía bastante afortunadamente, porque mi dotación de serpentina
débil y deshidratado, porque los líquidos ingeridos de la ancha (así le llamamos al papel higiénico en el
no habían sido suficientes en comparación con las argot del grupo), ya se me había agotado. El grupo
pérdidas tanto intestinales como por la profusa seguía en su jolgorio, entrecruzando preguntas y
sudoración, no así por orina ya que solo había comentarios, y metiendo las manos en ollas, botes
orinado una vez una especie de té concentrado… y cajas, y metiendo y sacando tortillas del fuego,
Apoyándome en mi fiel bordón fui descendiendo calentando pollo a las brasas y sirviendo café caliente
y salvando inclinados resbaladeros de hojarasca y a diestra y siniestra; aquello era un constante
tierra húmedas, sin que afortunadamente sufriera engullir de todo un poco. Inclusive los chuchos
ninguna caída, pero sí ensartándome un par de gozaron una vez más de comida que seguramente no
shutes de una especie de palmita llamada chichón. habían probado en su vida, pues se olvidaron de las
En el camino me fueron alcanzando los primeros memelas y pishtones para adentellar restos de pollo
subirmontes, y al final siempre llegué de último al con roznar de huesos incluido, pan y muchas cosas
campamento II acompañado de Diego y Luis De La jamás degustadas. Cuando eran como las 20:30 horas
Vega siendo solo las 15:50 horas. Entre caminata y empezó a pringuear y pronto a llover, por lo que poco
descansos habían transcurrido 8:48 horas desde que a poco cada uno de los comensales se fue a refugiar
salimos por la mañana. a su respectiva champa y así los temas de la plática
se seguían oyendo en forma estereofónica dentro
Creo que al llegar solo tiré al suelo mi mochila y del perímetro del campamento y con el transcurrir
saqué del costal el jaracatal de chunches para armar del tiempo se fueron apagando las voces y quedando
inmediatamente nuestra champa, pidiéndole a el campamento en el más ensordecedor silencio de
Diego que me ayudara, y ya con todo ordenado me la montaña, interrumpido solamente por el grito
tiré panza abajo para descansar. No sé cuánto tiempo lejano de un grupo de zaraguates. Más tarde y aún
pasé dormido, pero desperté con el bullicio del grupo lloviendo, tuve que salir de la champa para “regar”
que ya preparaba animadamente la cena; la cual sería la selva con lo que ya era más parecido a una orina
una cena de despedida por el incentivo de ser la normal. De nuevo la lluvia mojó nuestras bolsas de
última que pasaríamos en la montaña y por tanto dormir y la briza nos llegaba a la cara, de manera que
sería abundante y variada. Para ese momento me así jateados como estábamos en ese estrecho lugar
sentía mejor, aunque las tripas me rechinaban y por no fue una noche muy cómoda, pero aún así si fue

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altamente reparadora para mí, tomando en cuenta la avanzando y sin percatarnos de lo que caminábamos
rompida que había llevado. nos fuimos acercando al punto donde inicia el filón
que baja directamente hasta el río, donde a poca
Como siempre los porteadores se levantaron como distancia se llega a la parte quemada del bosque,
a las 5:00 horas y hablando en voz alta despertaron donde nuevamente mi estado anímico me deprimía
a todo el grupo. Sabiendo que era la última jornada al ver aquella desolación. Dejábamos de respirar el
por caminar todos estábamos relajados y sin prisa más puro aire de montaña y sentir el frescor del
alguna, de manera que no fue sino como a las 6:15 bosque, para entrar en un cementerio de vida vegetal
horas cuando empezaron a levantarse todos. Yo y obviamente animal también, donde como horrible
amanecí muy bien comparado con los dos días testimonio solo quedaba bosque aún humeante,
anteriores, sin sensación de “urgencia”, con deseos chirivisquero medio calcinado y una capa gruesa
de tomar algo, animado y con entusiasmo por de ceniza substituyendo a una igualmente gruesa y
efectuar el descenso final, aunque en mi interior húmeda capa de humus y hojarasca, que a manera de
estaba ese sentimiento de frustración que se percibe alfombra en ocasiones anteriores pisamos. Tuvimos
cuando no se logra la meta que nos hemos impuesto, que tomar la precaución con Diego de mantener una
y que ya en otras ocasiones la hemos experimentado. distancia prudencial entre los dos al ir bajando, ya
que al pisar la capa de ceniza se levantaba una densa
Como mi desayuno siempre es muy simple: jugo de nube de ella que se metía por ojos, nariz y boca que
vegetales, un par de barras de cereales y una naranja, dificultaba la visión y la respiración, algo insólito
pronto estuve listo para empezar a levantar nuestra que ocurría en nuestra querida montaña. Con gran
champa y acomodar el montón de chunches en los dificultad fuimos descendiendo llegando a la Piedra
dos costales que cargarían los muchachos. Diego se de la Culebra, donde antes parábamos para tomar
tomó su tiempo para activarse, luego como siempre fotos del lugar por su verdor y por aquellos enormes
desayunó en “forma” y luego me ayudó a terminar de cortinajes de pashte de más de 15-20 m de largo que
doblar, meter en bolsas, amarrar y guardar aquella colgaban de los grandes encinos y pinos, hoy no había
caterva de tiliches de montaña. Mientras tanto nada de eso, todo estaba devastado por el fuego, era
el resto del grupo hacía lo propio y pronto todos un paisaje adusto. (Ver fotos comparativas). Solo me
estuvimos listos para partir. Siendo las 7:34 horas queda el grato recuerdo y las fotos que tomé antes
y con un día esplendoroso salimos del campamento en ese mismo lugar para compararlas con las que
II, y lo hacíamos un día antes del plan original, el tomaba ahora, las que realmente me entristecen.
cual contemplaba que este día regresaríamos del
“avionazo” para pernoctar otra noche más aquí; sin Áreas devastadas.
embargo dicho plan se frustró y ahora descendíamos
para dar por terminada la andada. Se formó la fila
de andarines, quedándonos Diego y yo hasta atrás,
caminando muy lentamente para ir enseñándole al
nieto todo lo que tiene que saber de esta montaña,
tomándonos fotos, señalándole y nombrándole
los cerros que se veían a la distancia, así como
observando la capacidad que él tenía para reconocer
la vereda, que por cierto es muy buena, tomando en
cuenta el relativo poco tiempo que tiene de caminar
por estas montañas. Así sin prisa alguna fuimos

281

Áreas devastadas. Piedra de la Culebra en el 2015.

Cortinaje de Pashte en el 2009 y 2015

Por cierto que en este lugar dejé olvidado un par de guantes de cuero nuevos, que serán un tributo de duelo
de mi parte para esta otrora bella montaña. Esta vez no fuimos a proveernos de agua al venero de C´anti
Pe´k Ha que está muy cerca en el zanjón del río Negro, pero tengo la impresión de que también pudo haber
desaparecido por efecto del incendio.

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Sin haber sabido nada del resto de los viandantes fuimos acercándonos a la cumbre del peligroso Caracol,
donde paré para tomar fotos del valle, de la gran deforestación circundante que ya dejaba al descubierto la
catarata del río Santo Domingo, de las casas que hoy habían allí, y especialmente de la pista de aterrizaje que
era una agresión ecológica a la Sierra de Las Minas. (ver fotos comparativas).

Salida del río Santo Domingo al valle de las Vegas en el 2009 y 2015 (se ve el extremo de la pista de aterrizaje).

Decidimos empezar a bajar, encargándole a Diego absolutamente transparentes, invitaban a meterse
que guardara el máximo cuidado al dar cada paso para de inmediato; en lo que lo hacía oí que Diego
no sufrir una caída con consecuencias lamentables. profería una ensarta de las más rebuscadas palabras
De hecho yo me fui adelante mientras él se quedaba del diccionario procaz que jamás le había oído, como
unos momentos más en la meseta antes del iniciar reacción a lo frío que estaba el agua; cuando me
el descenso. El calor en esta parte era insoportable, tocó entrar a mí, la reacción fue igual, solo que yo
sudábamos como acémilas cargadas y para entonces no sabía ninguna palabra similar que pronunciar…
casi se nos habían agotado los líquidos. Después Luego de adaptarnos al agua deliciosamente fría, nos
de zigzaguear poco más de la mitad del inclinado quedamos un rato para disfrutar del reconfortante
caracol Diego me alcanzó y se adelantó porque yo iba baño para después vestirnos y caminar los últimos
muy despacio, pues realmente le temo a una caída 800 m que faltaban, pasando por las chozas donde se
aquí, porque de ocurrir, sé que uno no pararía sino quedó Don Cartucho con sus perros y más adelante
muchas decenas de metros abajo como una masa llegando a cruzar a la margen suroccidental del
informe de carne y huesos, y porque estoy consciente mismo río Santo Domingo para llegar finalmente
de que para mí ya no hay repuestos… Finalmente al pick up, que en ese momento estaba a punto de
estábamos en la salida del río Santo Domingo al fundirse por estar bajo el inclemente sol. Eran las
valle de Las Vegas, de gratos recuerdos cuando aún 13:00 horas y como ocurre siempre, lo que me
era una zona prístina y salvaje. Cuando llegué al había llevado 11:19 horas de tiempo efectivo para
río Diego ya se encontraba en paños menores listo ascender desde el río al segundo campamento, lo
para zambullirse en una linda poza y Luis De La había descendido en solo 5:26, es decir menos de la
Vega, último del pelotón puntero estaba recostado mitad.
descansando en una sombra. Cuando llegué también
me preparé para el obligado baño pues el calor era Ya en el lugar donde estaban las “bodegas” y la jauría de
infame y esas lindas pozas de un color ocre pero sabuesos no aparecía nadie, percatándonos entonces

283

de que la persona que se había comprometido que desistir…, aprovechando para abominar de
a esperarnos allí con la llave del candado de la nuevo. La exasperante espera se prolongó hasta
puerta en el camino, lo había hecho sabiendo los 150 minutos (2 horas 30 minutos), hasta que
que regresaríamos un día más tarde de lo que lo fue apareciendo el emisario, quien sin dar mayores
estábamos haciendo, por lo tanto no tendríamos explicaciones (las que nosotros tampoco deseábamos
esa llave. Pensando ya en la posibilidad de tener escuchar), nos abrió la %#$& puerta y siendo ya las
que pernoctar allí esa noche, providencialmente 17:15 horas nos dirigimos primero a La Montañita
apareció un muchacho quien nos ofreció irse con a casa de Herlindo para arreglar cuentas y aceptar
nosotros hasta la puerta y de allí él iría a pie a traer de su amable esposa la invitación (porque ya nos
la llave hasta donde se encontraba el encargado, así moríamos de hambre), para degustar un delicioso
lo hicimos emprendiendo la subida de la inclinada plato de caldo de gallina, una palanganada de
cuesta por ese camino recién abierto, que como dije verduras y un muñeco de tortillas recién sacadas del
antes era una verdadera obra faraónica; así fuimos comal, todo acompañado de varios picheles de fresca
ascendiendo y parando un par de veces para tomar limonada. Ya con la barriga como de tepocates,
otras fotos de la pista de aterrizaje y de las áreas de nos despedimos de los muchachos y del grupo
deforestación en las cercanías. de “Defensores”, pues ellos al llegar a la carretera
CA9, tomarían hacia Teculután y nosotros hacia
Finalmente llegamos a la famosa puerta siendo las la capital, por lo que ya no nos hablaríamos otra
14:45 horas, donde el muchacho que nos acompañaba vez. Nos acomodamos en el carro y nos dirigimos
se bajó y salió a pie para ir a buscar la famosa llave al Jute y luego al entronque de la CA9 y de allí ya
de la puerta. El calor era sofocante, a pesar de estar a anocheciendo llegamos al restaurante “Sarita” en el
mayor altitud y bajo la sombra del bosque de encino entronque hacia Cobán, para comer algo pues aún
por lo que era imposible mantenerse dentro de los nos quedaba un “hoyito” por llenar en nuestros
vehículos sin aire acondicionado, de manera que estómagos. Fue increíble lo que cada uno comimos
todos nos salimos aprovechando para comer algo todavía: carne asada, chiles rellenos, arroz, ensalada,
y tomar lo último de líquido que cada quien tenía, tortillas, cervezas, refrescos, y de postre un helado.
con la esperanza de que pronto saldríamos de allí ¡Pobres muertos de hambre aquellos!... Yo temía
y enfilaríamos al restaurante “Chicharrones Don que algo… pudiera pasar con mi estómago, pero
Carlos”, donde nos esperaban unas frías y deliciosas irónicamente no fue así.
cervezas y más… Jamás contamos con que la espera
sería larga, pues pasaron 30, 60, 120 minutos y el Salimos ya casi dormidos del restaurante, menos
mensajero con la llave no aparecía; gritábamos y Diego quien tenía que conducir, y nos dirigimos
sonábamos las bocinas de los carros sin obtener la finalmente a Ciudad Guatemala a donde llegamos a
más mínima respuesta y la desesperación bullía en las 23:30 horas
el grupo junto a los más diversos vituperios a cuales
más ofensivos, contra toda la gente responsable de COMENTARIO:
tenernos detenidos tanto tiempo allí, ya sin nada
que beber, ni comer e irónicamente ya con un Estoy casi seguro que esta fue la última vez que
poco de frío por el viento que empezaba a soplar. llegué no solo al Raxón, sino a la Sierra de Las Minas
Por momentos tuvimos el decidido deseo de tirar por la ruta del Jute, pues fue la experiencia más triste
la puerta, sin embargo esta había sido construida a que he tenido en los 22 años a la fecha, que tengo de
prueba de desesperados con tubos de metal gruesos andar por esas maravillosas montañas, al ver el grado
y postes fundidos en cemento, por lo que tuvimos de la infame depredación que en los últimos cinco o

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seis años ha sufrido a manos de pseudocampesinos nuestro Grupo Tzuul Tak´a.
“necesitados” de terreno para cultivar, cuando Como el lector puede darse cuenta, a manera de
no son más que oportunistas invasores guiados colofón voy a comentar el hecho del sentimiento de
por pseudolíderes que solo buscan satisfacer frustración con el que regresé por no haber podido
aviesos intereses personales. Personas ligadas a lograr el objetivo que nos habíamos propuesto por
poderosas mafias de narcotraficantes y similares, segunda vez, debido en principio a un problema
protegidas por corruptos miembros de instituciones impredecible de salud que no me permitió
gubernamentales, malditos apátridas que venden continuar cuando estábamos a poco menos de 3 km
a la tierra que en mala hora los parió, por obtener del objetivo y luego a un factor de tiempo que no
jugosos beneficios económicos, políticos y de toda permitía a varios miembros del grupo prolongar la
índole. En fin, el daño irreversible del que fui testigo, expedición, la cual se tornó técnicamente muy difícil
no me permite volver, regresé inmensamente en la última parte. Pues bien, aunque esa sensación
afectado porque jamás pasó por mi mente que algún de fracaso puede afectar el ego de algún novel
día podría llegar a ver a mi Raxón, aquel prístino, montañista, para los que hemos andado y andado
primitivo, original, ubérrimo, refugio natural de por mucho tiempo entre cerros, valles y montañas,
plantas y animales; tan horriblemente agredido y el no lograr conseguir siempre la cima, jamás será
devastado por la mano del “ombre”. Por eso no creo un fracaso, porque siempre tuvimos el privilegio de
que pueda tener el valor de volver por esos lugares estar en una preciosa comunión con la naturaleza,
que para mí son sagrados. aunque en esta ocasión circunstancias especiales no
nos permitieron gozarla como siempre lo habíamos
Afortunadamente en las más de 17 expediciones que hecho; aun así a mí me queda la satisfacción de una
llevé a cabo solo por esa ruta a la Sierra de Las Minas, andada efectiva de: 21 km en 23:50 horas (para el
pude conocer prácticamente todos los destinos resto del grupo fueron 2.6 km más), durante
importantes que como amante del montañismo me una expedición de cuatro días, lo cual parece
podían interesar, sin embargo tenía aún el deseo de fácil, ¿no les parece...?
poder volver para llevar a mi nieto Diego a varios
de esos bellos lugares. Ahora solo me queda la Nota: Cuando se comparan las distancias recorridas
esperanza de poder seguir yendo por otras rutas a esa en kilómetros consignados en el cuadro del primer
emblemática sierra, y tiene que ser pronto porque intento, con las que se indican de este segundo, se
la voracidad insaciable de los depredadores no tiene notan diferencias que se deben a que en ese primer
límites, y más pronto de lo que pensamos la Sierra de intento dichas distancias se calcularon en forma
Las Minas desaparecerá como prácticamente todos subjetiva de acuerdo con lo que el grupo consideraba
los demás sistemas montañosos de Guatemala, pues haber caminado después de cada etapa; en este
aún la parte de la Sierra Lacandona y la “colita” de segundo intento por el contrario, se fue midiendo
las Montañas Mayas que le pertenecen a Guatemala con el odómetro digital de Luis De La Vega.
en el departamento del Petén, corren ya el mismo Intencionalmente no hicimos las correcciones en el
inminente riesgo. Otro componente que hizo de cuadro de ese primer intento, para dejar constancia
este viaje una experiencia atípica para mí, fue el de esas diferencias que existen entre los dos métodos.
hecho del numeroso grupo que participó, pues el
compartir no fue como siempre lo hemos hecho,
teniendo la sensación de ir dos grupos que solo
coincidíamos en un mismo destino, sin que nos
uniera esa hermandad que siempre ha existido en

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CERRO DE LOS SIETE

Primera Intento
(31 de marzo y 1 de abril del 2008)

“No es la montaña que tienes que escalar lo que te agota, es la piedrita en el zapato...”
Muhammad Alí

Participantes: Guías y porteadores:
Carlos Beteta y Luis De La Vega Guadalupe (Lupe) Reyes,
Juan de Dios Reyes y Erwin Reyes

Revisando como siempre el mapa geográfico de Hicimos todos los preparativos y diseñamos la
Guatemala a escala 1/50000, encontramos por la logística de la expedición, hasta quedar con Don
región de Gualán, departamento de Zacapa; un cerro Lupe en que llegaríamos el lunes 31 de marzo por
que siendo más alto que El Cañital que aparece con la mañana. Salimos ese lunes a las 5:00 horas rumbo
1882 ms.n.m., este no tiene nombre, solo aparece a Mayuelas en el kilómetro 164, a 130 ms.n.m.; de
con altitud de 2035 ms.n.m. y aparentemente ofrece allí nos desviamos al norte por un casi inadvertido
un grado de dificultad importante para escalarlo por caminito de terracería y como en la mayoría de
la distancia a caminar y la topografía que presenta. accesos a la SM, este con muchas piedras y más
Estos datos despertaron en el grupo la inquietud, adelante con tramos cortos de lodazales provocados
esa bendita espinita por intentar ascenderlo, más por las lluvias intermitentes de la época, lodazales
cuando nos dimos cuenta que está localizado en en los que por el paso de camiones madereros se
la misma cordillera, en el mismo filón del cerro forman grandes zanjas y camellones en el centro
El Picudo (1995 ms.n.m.), y que siendo más alto del camino, que hacen que vehículos más pequeños
que este es el último en importancia y altitud puedan topar por abajo, con riesgo de dañarse al
en el extremo oriental de la Sierra de Las Minas quedar literalmente de panza con las llantas al aire;
-SM-. Por estas razones decidimos informarnos esto no nos sucedió y así fuimos avanzando despacio
sobre posibles accesos de acercamiento y tratar de y con cuidado, con un clima caluroso en los primeros
contactar a personas que nos pudieran ayudar como 10-12 km, luego al entrar a la parte boscosa de pino
guías y porteadores, así pudimos encontrar a Don a más de 1000 ms.n.m. se siente un agradable frescor
Guadalupe Reyes quien reside en una muy pequeña y el aroma a esa conífera.
aldea llamada El Limo, que está a 23 km de Mayuelas,
el punto sobre la carretera CA9 por donde se inicia Finalmente llegamos a El Limo a 1330 ms.n.m.,
el acceso. Por cierto que esta aldea marca el final del villorio de unas 10-12 casas desperdigadas entre el
camino hasta donde se puede llegar en carro. monte y unos 80-90 habitantes. Allí localizamos
a Don Lupe Reyes, típico hombre del oriente de
A pesar del entusiasmo que despertó el proyecto nuestro país, sonriente, amable, franco, que al
dentro de los miembros del grupo, por circunstancias conocerlo después de haberle hablado solo por
ineludibles no todos podían ir, de manera que teléfono, me hizo sentir como si lo conociera desde
quedamos solo Luis De La Vega y el suscrito. hacía mucho por esa personalidad afable y simpática.

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Don Lupe nos presentó a un hermano suyo Don La caminata aunque con una inclinación moderada
Juan De Dios Reyes, y a su sobrino Erwin Reyes, sí se siente, y después de unos 3.5 km llegamos hasta
quienes también nos acompañarían para portear donde el camino empieza a bajar dirigiéndose a una
nuestros bártulos y vituallas. Ultimamos detalles del finca, El Mangal, a unos 500 m más adelante; pero
viaje y arreglamos en sendos bultos aquel jaracatal nosotros tomamos hacia el noreste subiendo por
de chunches para que fueran cargados a miches con una ladera sin bosque de unos 35° de inclinación,
redes y mecapal por nuestros porteadores. Siendo terreno dedicado a pastoreo de ganado vacuno.
las 12:18 horas iniciamos la andada por un camino En esta parte el sol inclemente nos achicharra por
en buenas condiciones, tanto como para poder andar en un área totalmente pelona de árboles.
haber seguido en nuestra inseparable Patrol, camino Avanzamos lentamente y como a los 30 minutos se
que recorre precioso bosque de pino a lo largo de ve la cumbre de un cerrito en la que hay una torre de
unos 2 km, seguidos por uno de espectacular bosque regular altura; seguimos caminando en esa dirección
de liquidámbares como nunca antes habíamos visto, hasta el límite del potrero con el bosque, y al nomás
por su altura y el hermoso follaje de un color verde entrar a éste, dejamos las mochilas en la vereda
claro que contrastaba con el verde obscuro del pinal. para ascender directamente a la cima y regresar.
El aire que aquí se respira es absolutamente limpio. La trepada tiene una inclinación de unos 45° por
Uno siente cómo no llega solamente a los pulmones, unos 200 m de distancia. Alcanzamos la cumbre del
sino hasta el bazo, los huesos sesamoideos, la cerro El Mojón de El Cañital a 1735 ms.n.m., hemos
pituitaria, el núcleo óptico y las uñas. Fortifica ascendido 405 ms.n.m. en 57 minutos (son las 13:15
inmediatamente todo el cuerpo. horas). Tomamos algunas fotos de los restos de la
torre y la pequeña caseta casi derruida.

Vista de la cumbre del cerro Mojón de El Cañital.

287

Caseta y torre de El Mojón de El Cañital. agotadora pero emocionante, más cuando desde allí
se tienen las hermosas vistas hacia el Lago de Izabal,
Después de unos minutos descendimos hasta la el río Polochic, la cadena de cerros de la SM: El
vereda para recoger nuestras mochilas y seguir Raxón, El Picudo que se ve cerca..., quizás El Santo
entonces entre el cerrado bosque, pues se nota que Toribio y muchos más; pero un poco hacia el norte
por aquí no ha pasado gente en mucho tiempo y el vemos el cerro que era el objetivo final de este viaje,
sendero se identifica con alguna dificultad. Después como a 5-6 km de distancia en línea recta, pero
de un rato donde la caminata se ha hecho más separados de él por una profunda cañada de selva
difícil por lo inextricable del bosque, llegamos a una virgen muy cerrada. Esta vista aunque muy hermosa
pequeña meseta muy enmontada por zacatal alto y en verdad, nos hizo ver que nuestro objetivo no lo
guamilar mixto, la que atravesamos haciendo brecha podríamos lograr en este viaje, porque nos faltarían
por unos 100 m hasta llegar a la base de otro cerro, dos días más de caminata como mínimo, pues desde
cuya cima se ve más alejada y su ascenso más difícil donde estábamos tendríamos que avanzar abriendo
por lo cerrado del montarral, lo inclinado del terreno brecha, porque nadie antes había intentado llegar a
y el insoportable calor. Los muchachos blandiendo a la cumbre de ese cerro, y por otro lado ignorábamos
diestra y siniestra sus machetes corvos y calabozos si habría agua en el trayecto y nosotros solo teníamos
van adelante abriendo la brecha, y nosotros atrás ya agua para dos días, lo cual no era suficiente porque
con la carretera abierta, la cual sin embargo no es uno no sabe las situaciones que pueden ocurrir y
de la calidad de la que habrían nuestros amigos allá prolongar el tiempo originalmente estimado, con
en el ascenso a El Picudo, pues aquí aún tenemos el consiguiente aumento de los requerimientos
que ir peleando con zarzales, bejucos, troncos y toda del vital líquido lo cual puede convertirse en una
clase de ramas; en fin, seguimos subiendo hasta que emergencia.
la inclinación disminuye y aparecen matorrales que
nos recordaron a los que encontramos precisamente Aunque esta realidad fue frustrante, a la vez
en El Picudo y La Cucaracha, que es aquella parecida -muchos no podrán entenderlo-, fue estimulante
a la hiedra o al ficus, un arbusto de solo unos 60- porque de pronto se convirtió en un nuevo desafío
80 cm de altura, de ramazón muy dura y difícil de para enfrentarlo a corto plazo, y nos hizo relajarnos.
cortar. Seguimos encumbrando y súbitamente Una grata sorpresa fue el encontrar en esa cumbre
aparece ante nuestros ojos una caseta y una antena una torre de triangulación con su respectiva placa de
abandonadas, estamos en la cumbre del cerro El bronce como mojón que aún no la habían robado,
Cañital a 1882 ms.n.m., son las 14:12 horas, hemos como en otras cumbres; en dicha placa se podía leer
ascendido 552 ms.n.m. en 1:54 horas desde El la ya conocida frase: “Prohibido Maltratar. Instituto
Limo. La llegada como a todas las cumbres es muy Geodésico Nacional. Cerro El Cañital”, pero no
indicaba la altitud, aunque en el mapa geográfico
oficial de Guatemala a escala 1/50000 aparece la
altura de 1882 ms.n.m. sin el nombre del cerro.
Nos subimos al techo de la caseta (cerrada con una
“señora” chapa Yale), para tomar las fotos de las
vistas antes mencionadas, las cuales eran realmente
impresionantes, incluyendo la de una lejana catarata
por el rumbo de El Arenal y el cerro San Antonio,
que sería otro destino en nuestro portafolio de
montaña para un futuro.

288

Vista de El Picudo desde el cerro Cañital. Como aún era temprano decidimos hacer una
Caseta y torre de El Mojón de El Cañital. caminata de exploración por la cañada hacia el cerro
Vista del cerro De Los Siete desde El Cañital. destino de esa próxima excursión. Empezamos a
bajar haciendo brecha por una ladera poco inclinada
y un par de columpios entre selva húmeda, hasta
que finalmente se veía un largo filón que asumimos
llegaría a la horqueta entre los dos cerros y que
sería una caminata que calculamos nos llevaría unas
dos y media horas. El intenso calor húmedo nos
hacía transpirar como caballos de carrera. Cuando
habíamos bajado como 1 h, se me ocurrió que yo en
particular estaba caminando y gastando energías sin
objeto, porque no estaba ayudando a hacer la brecha y
ese mismo camino lo recorrería al día siguiente para
avanzar lo más posible y dejarlo listo para el próximo
viaje. Con esto en mente y porque empezaba a sentir
cansancio, decidí regresarme con Erwin para armar
el campamento antes de que oscureciera, mientras
el resto del grupo seguirían avanzando por 1 h más
y luego regresarían encontrando el campamento ya
armado.

Así lo hicimos, llegando a la cumbre donde
buscamos el sitio ideal suficientemente amplio
para cinco personas y protegido del viento que en
esa cumbre soplaba fuerte y porque además existía
la probabilidad de lluvia. Con Erwin logramos
construir una buena champa con dos grandes piezas
de nylon y colocando bastantes hojas como colchón,
aún cuando el suelo no era tan duro; después Erwin
hizo una fogata con la poca leña que se consiguió y
restos de madera de la caseta.

A las 16:50 horas regresaron los de avanzada,
contando que habían llegado cerca de la base del
cerro, pero que definitivamente al día siguiente no
podríamos llegar a la cumbre, pero si podríamos
adelantar un trecho más la brecha como para que
en un segundo intento lográramos nuestro objetivo
en tres días, esto lo confirmó Luis quien después del
esfuerzo se notaba solo un tantito cansado.

289

Atardecer en la cumbre de El Cañital.

Finalmente llegó la noche después de una avanzamos rápidamente por el filón, a veces muy
espectacular caída de sol justo atrás de El Picudo. angosto y con profundos cañones a ambos lados;
Acto seguido procedimos a elaborar una suculenta al sur hacia el río Mayuelas y hacia el norte el río
cena de gala: sopa de pollo y gallina criolla con arroz, Los Achiotes, ambos dirigiéndose hacia el valle del
frijoles volteados, café, pan y tortillas; además los Motagua. Después de 2:12 horas (eran las 10:11 de
muchachos habían cortado como 12-15 palmitos o la mañana), y llegando muy cerca del collado entre
palmos, los que asados a las brasas sabían deliciosos los dos cerros a 1700 ms.n.m., decidimos suspender
untándoles solamente sal. Luego de comer vendría la caminata de acercamiento con la casi seguridad
la obligada plática postprandial y los comentarios de poder llegar a la cumbre a 2035 en el segundo
de la jo…rnada del día y de los planes logísticos y viaje. Con ese sentimiento de resignación echamos
estratégicos para el segundo viaje por el mismo marcha atrás, sentimiento que los montañistas
rumbo, cuya brecha quedaría adelantada desde experimentamos cuando no logramos una cumbre
ahora. y que ya hemos sentido muchas veces cuando
hemos tenido que repetir hasta cuatro intentos para
Cuando eran como las ocho de la noche decidimos lograrla, sentimiento de frustración al cual uno no se
acostarnos para levantarnos a las 7:00 horas y acostumbra pues cuando se planifica una expedición
salir a las 8:00 horas para tratar de adelantar lo como ésta, se convierte en un proyecto onírico y se
más posible después del punto hasta donde se desea realizar tal y como uno lo ha concebido; sin
había llegado hoy y así asegurar la conquista de la embargo la montaña le tiene preparado a los intrusos
cumbre en el segundo intento. La salida fue a las montañistas su propios planes. En fin, cogitabundos
7:29 horas y descendiendo por la ruta recién abierta y medio cansados empezamos a desandar hacia

290

la cumbre a la que llegamos a las 11:11 horas (1 h viaje para asegurar el éxito del nuevo intento.
de regreso), procediendo de inmediato a levantar Quedamos formalmente comprometidos y que nos
campamento, lo que para este “modelito 1935” comunicaríamos por teléfono cuando estuviéramos
siempre es lo más difícil y triste, porque nunca puede listos para llegar. Nos despedimos de nuestros
uno estar seguro de regresar a esos parajes que ha amigos con la promesa de regresar muy pronto para
gozado tanto. Así, después de acomodar aquella conformar el mismo grupo, más el nuevo miembro:
caterva de cosas entre vituallas y avíos que ahora Chico. Nos encaramamos en nuestra querida Nissan
por lo menos pesaban mucho menos, empezamos y enfilamos contentos por el camino lodoso, a veces
el definitivo descenso a las 11:45 horas. La primera polvoriento, fresco o caluroso, hasta llegar a la
parte que es la falda de la cumbre es la más difícil carretera CA9 para dirigirnos a Teculután, donde
por lo inclinado y de nuevo por el intenso calor, pasamos a atragantarnos un delicioso gran pichel de
luego viene la meseta con zacatonal y zarza, pasamos fría cerveza de barril y una parrillada de lomito, que
luego por el bosque húmedo para salir a la base de acompañaron a los comentarios sobre la preciosa
El Mojón de El Cañital y empezar el descenso por andada que habíamos efectuado y con el entusiasmo
la larga colina de potreros hasta llegar a la finca El por las nubes para hacer el segundo intento que ya
Mangal, y finalmente recorrer el agradable bosque se estaba cocinado.
de liquidámbares y pinos con sus vívidos distintos
tonos de verde, que enmarcan un precioso paisaje Una vez más me congratulo por tener la ilusión, el
montaraz a lo largo de los últimos 3 km antes de espíritu y aún la capacidad física para llevar a cabo
llegar a El Limo a las 13:49 horas, después de haber estas caminatas, las que nacen partiendo de cero,
ascendido 552 ms.n.m., caminado un total de 9:10 al buscar en el mapa de Guatemala un destino que
horas efectivas y recorrido aproximadamente reúna los siguientes requisitos:
unos 14 km en total. 1) Que esté alejado de aldeas importantes. 2) Que no
sea conocido o sea solo poco conocido. 3) Que según
Cuando llegamos a El Limo nos encontramos con el mapa ofrezca un grado de dificultad que valga la
el señor Francisco (Chico) Ichich, oriundo de Baja pena para nosotros. 4) Que podamos contar con
Verapaz, quien al enterarse de nuestro fallido intento contactos para porteadores, ya que los guías no son
nos dijo que él conocía una ruta hacia el cerro que estrictamente indispensables, pero si los hay, nos
deseábamos escalar, por la que no solo no teníamos facilitan la exploración, y 5) Que haya un camino
que subir de nuevo a El Cañital, sino que tampoco de acercamiento para nuestro 4x4. Si logramos o
teníamos que llevar agua pues en el trayecto había no nuestro objetivo no es lo más importante, sino
un río y además conocía un nacimiento cerca del la experiencia per sé en compañía de mis buenos
lugar donde acamparíamos antes de intentar la compañeros de montaña.
cumbre. Aseverándonos lo dicho y olvidándonos
del trabajo efectuado en la hechura de la brecha de Mis amigos dicen que soy muy necio, empecinado y
avanzada; sin pensarlo un momento decidimos de obcecado cuando de un destino montañista se trata,
una vez hacer el segundo intento por la nueva ruta lo cual no es cierto, lo que pasa es que siento que me
dentro de tres o cuatro días. Como suponíamos queda poco tiempo por delante..., y tengo muchos
que el camino sería semejante a la última parte del deseos de llevar a cabo todos los proyectos que aún
presente intento, contratamos a Chico para que con revolotean en mi mente...
el propósito de ganar tiempo, fuera acompañado
de alguien más por uno o dos días, para adelantar
haciendo la brecha que seguiríamos en el próximo

291

Segundo Intento
(4 y 5 de abril del 2008)

“Todo lo que el ser humano agrega a la naturaleza está demás, incluido él mismo”
Muhammad Alí

Participantes: Guías y porteadores:
Carlos Beteta, Luis De La Vega, Juan de Dios Reyes, Erwin Reyes,
Luis Luján y Arnoldo MacDonald Manuel Reyes y Francisco Ichich

Solo tres días después del primer intento fallido, Nissan Patrol modelo 1990, pues viajaríamos en el
estábamos listos para llevar a cabo el segundo nuevo extraterrestre de Luis Luján, un pick up Mazda
para escalar uno de los más importantes cerros de modelo 2008. Cuando estacioné mi Patrol en casa del
la Sierra de Las Minas -SM-, casi en su extremo Dr. MacDonald desde donde partimos juntos, creí
nororiental, un cerro innominado pero cuya altitud oír que mi camioneta me transmitía su tristeza, sus
si está indicada en el mapa geográfico de Guatemala celos y su enojo por abandonarla; me despedí de ella
y hasta donde sabíamos nadie había puesto pie aún diciéndole que aprovechara para descansar después
en su cima. Decidimos efectuar la expedición: Luis de 18 años de acompañarme y que al fin y al cabo ella
De La Vega, Luis Luján y el que escribe, invitando en ya conocía ese camino, ja, ja, ja.
esta ocasión a nuestro dilecto amigo el Dr. Arnoldo
MacDonald Kanter, quien en varias oportunidades Pues bien, enfilamos hacia Mayuelas (kilómetro 164
nos había mencionado su interés por acompañarnos de la carretera CA9), y unos 3 km antes de llegar
en alguna de nuestras andadas montañistas, por lo nos desviamos hacia el norte por un insignificante
que ahora se nos uniría, algo que para mí era muy camino de terracería, en el que al haber caminado
significativo porque sé lo que él ama la naturaleza solo como 1 km, ya nos encontramos con mucha
y lo que le agrada caminar por los montes. De piedra, lodo y altos camellones, y empezamos a
antemano nos habíamos apalabrado con nuestros pasar varias puertas de golpe que retrasaban mucho
cuatro guías/porteadores de la aldea El Limo, en el viaje, y todo esto cuando ya se sentía mucho calor,
jurisdicción de Mayuelas en el departamento de el cual disminuye agradablemente cuando se entra
Zacapa. Por primera vez en la historia de andarines al pinal como a los 12 km de la carretera CA9. Más
y trotacerros se conformaba un grupo de ocho o menos en el kilómetro 18 nos esperaban según lo
personas, pues por experiencia sabemos que con convenido telefónicamente, los tres Reyes (no eran
más de cuatro o cinco, los problemas de logística, el trío de cantantes precisamente), Erwin, Juan de
estrategia, toma de decisiones y relaciones entre Dios y Manuel, para seguir juntos hasta el pequeño
grupo para esta clase de actividades se complican, villorrio El Limo, donde se nos uniría Francisco
aun cuando por otro lado al costear con nuestros (Chico) Ichich. Llegamos a El Limo como a las 9:00
propios peculios estas expediciones, al aumentar el horas, a 1330 ms.n.m., y contrario a lo que hicimos
número de participantes disminuye nuestro insumir en el viaje anterior, ahora sí seguiríamos en el
personal. En esta ocasión también y por primera vez vehículo por aquel camino entre precioso bosque de
en 16 años no nos iríamos en mi querida camioneta grandes pinos y hermosos liquidámbares, los cuales

292

Camino a la aldea El Limo.

describimos en el relato del viaje que nos llevó al Camino a la aldea El Limo.
ascenso de los cerros El Cañital y Mojón del Cañital
por este mismo rumbo, tan solo tres días antes. como oxígeno puro, que uno quisiera envasarlo
Este camino después de unos 4 km llega a la finca para llevar un poco de regreso a casa. Así caminando
El Mangal, donde el guardián nos permitió dejar tranquilos, comentando y solazándonos con la vista
nuestro vehículo. Eran las 10:13 horas y estábamos de ubérrimas montañas fuimos avanzando, en mi
a 1515 ms.n.m. (185 ascendidos desde El Limo). caso apoyándome en mi fiel bordón precisamente
Preparamos como siempre todo aquel volcán de de liquidámbar. Por el rumbo que tomábamos asumí
tanates con tujas, bolsas, piezas de plástico, botes que empezábamos a bordear la ladera suroccidental
con vituallas, cuerdas, y muchas etcéteras más, del cerro Mojón del Cañital, el cual ascendimos en
para liarlos todos con pitas y meterlos en sendos el viaje anterior.
costales para ser cargados con mecapal a tuto por
los porteadores. En esta ocasión el peso de los Poco más adelante tuvimos la primera emoción
bultos era mucho menor que el del viaje anterior, al avistar entre las ramas de los árboles un cerro
porque ahora no llevábamos más agua que la que grande, cuya encumbrada cima se veía tan lejana,
nos serviría para la parte inicial de la caminata y por que en nuestro yo interno hacíamos las cuentas
otro, también íbamos más tranquilos y confiados de las difíciles horas que nos llevaría la osadía de
porque esperábamos se nos facilitara un poco dicha alcanzarla, aunque ninguno se atrevió a comentarlo
caminata en la parte selvática, porque de acuerdo a de viva voz. Lo cierto era que la vista era intimidante
lo convenido, Chico y compañía habían ido durante
dos días previos a adelantar una parte de la brecha, lo
cual era un aliciente especialmente para mi vetusta
humanidad.

Con todo debidamente arreglado iniciamos la
caminata a las 10:13 horas por un angosto e inclinado
camino al principio, el que pronto se convirtió
en una ancha vereda plana y agradablemente
sombreada entre liquidámbares y aromáticos pinos,
que hacían que el aire que respirábamos se sintiera

293

y estimulante a la vez en esos momentos iniciales del bejucos y piedras. Esta primera parte asciende
acercamiento. Más adelante comenzamos un largo lentamente yendo paralela al curso de la quebrada
pero suave descenso en un ambiente más húmedo de la cual seguimos oyendo su suave murmullo,
pero agradable, y de pronto empezamos a oír el para después de un rato volver a bajar hasta ella
suave murmullo característico del discurrir de agua teniendo que cruzarla en tres oportunidades más
de un río en el fondo del cañón, murmullo que se al ir siguiendo su mismo rumbo para avanzar. En
iba haciendo cada vez más claro y fuerte. A los pocos esta parte nos extasiamos ante la belleza de una poza
minutos llegamos a una joyita como de 70x150 m a la como de 4 m de diámetro y 1.25 m de profundidad,
orilla de un pequeño río como de 4 m de ancho, con absolutamente limpia, con arena blanca en el fondo,
agua de un color ligeramente ocre, similar al de los que invitaba a todos a darnos una zambullida; pero
ríos Teculután, Pasabién, río Hondo y Jones; todos lo más espectacular que nos dejó absortos a todos,
descendientes de la vertiente del Valle del Motagua. fue la existencia de un grupo de impresionantes
Este pequeño río era la quebrada La Providencia que liquidámbares, de los cuales unos seis u ocho de
nace como a 1.5 km más arriba justo en las faldas ellos erguidos al cielo a unos 60-70 m de altura, nos
del cerro motivo de nuestra expedición. En la bella hacían sentir como diminutos pigmeos a la par de
planicie cubierta de pastizales existían dos rústicas esos gigantes y hermosísimos árboles de más de
chozas de madera y lámina, a manera de pequeñas 5 m de circunferencia en sus troncos y con pocas
bodegas o trojas ya abandonadas y descuidadas, pero ramas en los primeros 50 m, y luego una frondosa
que uno quiere verlas con otros ojos, imaginándolas copa de hojas de ese color verde claro característico
como una bonitas cabañas con huertos, flores y de la especie, aspecto que les daba una semejanza
barandales pintados de blanco, con la quebrada de gigantescos plumeros. Todos coincidimos en
serpenteando y formando unas preciosas pozas de que jamás habíamos visto liquidámbares de tan
agua fresca y transparente, y todo enmarcado en superlativo tamaño, los cuales solo eran superados en
un entorno de frondoso bosque, que en conjunto Guatemala por los Cipreses Sabinos que hemos visto
no sería ni más ni menos que un auténtico paraíso en la aldea Chaquial en Nentón, Huehuetenango.
donde uno quisiera vivir. Hoy es solo un yermo de Fue un momento muy emotivo y significativo para
los muchos que encontramos en nuestros viajes y que nosotros, aunque obviamente a los porteadores les
vemos con deseos de poseerlos. En este paradisíaco extrañó mucho nuestro asombro. Otra vez fotos
lugar era obligado parar para abrevar, comer un y comentarios. Atravesando por última vez la
tentempié, tomar fotos y comentar maravillados quebrada, nos internamos de nuevo en la montaña
sobre aquel lejano e inmensamente agradable paraje cada vez más cerrada y cada vez más inclinada. Debo
en lo más recóndito de nuestras montañas. decir que yo me sentía físicamente muy bien, de
manera que como cosa rara tomé la punta del grupo,
Después de un rato retomamos nuestro camino con la confianza que me da la experiencia de muchas
y a partir de ese punto dejamos el sendero ancho décadas para poder seguir las brechas aun cuando
y limpio para meternos ya en la montaña por una sean apenas perceptibles para algunos. Así tomé
angosta y poco visible brecha, a pesar que desde aquí mi paso y sin darme cuenta me adelanté mucho,
suponíamos que empezaba ya el trabajo efectuado al extremo que como a la media hora y siendo las
por Chico y Co., sin que esto fuera muy obvio. Sin 12:45 horas, oí que me gritaban que parara para
acuciar el paso pues ahora iniciábamos el ascenso almorzar, cosa que me extraño porque usualmente
por la ladera de la cara occidental del otro cerro que lo hacemos más tarde. Como había avanzado
también subiéramos hacía tres días, El Cañital, fuimos bastante y en subida, no regresé sino que paré un
avanzando esquivando ramas, troncos, espineros, rato; no quería descansar mucho pues me conozco

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y sé que si me “enfrío” después me cuesta mucho por haber venido y no aceptaba ninguna justificación
empezar de nuevo y retomar mi paso, cosa que a para sufrir este grado de sacrificio y fatiga extremos,
veces ya no consigo (recordando lo que me pasó en y menos que nosotros lo tomábamos como deporte.
la caminata Chilascó - Finca San Rafael). Como el
resto no aparecía, después de un rato decidí seguir No habían palabras para consolar a mi amigo, quien
andando muy despacio dando así tiempo para que al llegar al punto se tiró al suelo con evidente dolor
me alcanzaran; Manuel, Erwin y Chico lo hicieron, que según él jamás había experimentado. Yo procedí
quedando cerca el resto del grupo. a darle masaje en piernas y muslos y a hiperflexionar
los pies para aliviarlo, sin embargo a cada poco
Al poco tiempo volví a tomar la punta junto a Luis volvía a presentar las crisis de hipertonía dolorosa
Luján. Según las indicaciones del falsario y lenguaraz que lo hacían engarrotarse en forma impresionante.
de Chico, el plan era llegar a una parte plana como Para tratar de consolarlo le conté lo que me pasó
una meseta muy amplia, tanto como un campo de en mi primera excursión con la Asociación de
foot..., (palabras textuales), donde acamparíamos Andinismo de Guatemala al volcán y laguna de
para efectuar el asalto a la cumbre al día siguiente. Chicabal, donde a pesar de no ser ni la centésima
Era el sitio ideal pues también había agua cerca. Con parte de difícil de lo que era la presente caminata,
esta imagen tan prometedora, yo seguí adelante sufrí unos calambres en miembros inferiores que
reconociendo con dificultad la casi inexistente ruta me hicieron revolcarme como lombriz con sal entre
a seguir en esa inextricable selva y esperando ver en unos papales cerca de la cumbre, donde mis amigos
cualquier momento aquel “espectacular” lugar que Pedro Samayoa y Margarita López a quienes apenas
nos había pintado Chico, aunque lo consideraba poco conocí en esa ocasión, fueron los que me auxiliaron
probable pues íbamos ascendiendo prácticamente y consolaron con una actitud fraternal que valoro
sobre un filón relativamente angosto. con imperecedera gratitud. Después, en el curso de
tantas y tantas encumbradas por cientos de cerros y
En fin, no quedaba otra que seguir encaramándonos, montañas, he sufrido -como muchos montañistas-,
y cuando eran ya las 14:36 horas de nuevo el grito de innumerables crisis de calambres, que uno aprende
Luis Luján diciéndome que me había pasado del lugar a superar muchas veces con un rato de descanso o
para acampar, ¿cómo pudo ser? Yo había subido la después de una noche de reparador sueño; después
parte más inclinada por unos 15 minutos más arriba de lo cual se puede seguir caminando, y si se vuelven
del sitio en cuestión, 15 minutos de oro por el gran a presentar pueden bastar descansos intermitentes
esfuerzo que eso significaba, pues eran como 100 m e ir tomando soluciones cítricas y sal, en ausencia
de distancia y unos 80 ms.n.m. Un tanto frustrado específicamente de fuentes de potasio.
descendí hasta donde se encontraba el grupo y por
supuesto no era lo que Chico nos había pintado, Muchas veces las crisis más dolorosas las he sufrido
razón por que yo lo había pasado desapercibido ya cuando voy en el carro de regreso, lo cual me
sin pensar siquiera que por ahí podía ser el lugar ha dificultado la conducción, o bien se presentan
para acampar. Cuando llegué al grupo, me enteré cuando ya estoy en casa acostado siendo muy, pero
que Arnoldo venía sufriendo fuertes calambres en muy dolorosas.
muslos y piernas, muy cansado, echando sapos y
culebras por la boca y bañando a todo el mundo con A pesar de haberle yo contado mis anécdotas y
las palabrotas de las series: ALGP…, M…, y otras, las algunas mas otros miembros del grupo, Arnoldo
cuales no puedo ni siquiera escribir las iniciales por seguía inconsolable echando maldiciones y
respeto a las inocentes pupilas del lector. Se culpaba sintiéndose incapaz para este tipo de “deporte”.

295

Yo le expliqué que él se encontraba en excelentes Se hizo una gran fogata y los muchachos fueron a traer
condiciones físicas, pero que este tipo de actividad agua, pues efectivamente como a 80 m de distancia,
exigía un esfuerzo de todos los músculos del cuerpo estaba un venero que no era sino el nacimiento
casi simultáneamente, pues se avanza, se salta, se de la quebrada La Providencia (la que finalmente
extiende, se presiona, se flexiona, se sostiene, etc., llega a ser el río Mayuelas). En los alrededores del
en cada paso; y que quizás solo era cuestión de falta campamento habían gran cantidad de palmitos y
de entrenamiento, el que ya había hecho el día de pacayas tiernas, de las que los muchachos cortaron
hoy y que después del descanso y la dormida, estaría como 25 que pusieron a asar. Los chefs prepararon
como nuevo mañana, para intentar la cumbre que una suculenta, nutritiva y reconfortante cena con
estaba a menos de dos horas de camino, lo cual él sopa mixta de pollo con fideos y en la misma olla
no quería ni oír y menos aún tener la intención de otra de res con verduras; además teníamos frijoles
intentarla. volteados, tortillas, pan, café, y por supuesto una
serie de personales “gustitos” que llevaban Luis
Luján, Luis De La Vega y Arnoldo. Yo me comí
además el sandwich que llevaba para el almuerzo,
refresco, galletas y como cuatro deliciosos palmitos
y unas pacayas con sal.

Campamento ruta al cerro De Los Siete. Llegó la noche y con ella llegaron los tecolotes y los
indeseables zancudos que empezaron a desesperar a
Pues bien, el sitio para acampar era una pequeña la concurrencia, por lo que tuve que sacar a relucir
área más o menos plana, a 1845 ms.n.m. como con presunción mi máximo invento contra este
de 3.5x6 m, donde armamos una champa de una molesto enemigo, el mosquitero práctico, barato,
sola agua con una pieza grande de nylon que los pequeño, liviano y 100% eficiente: una pieza de velo
muchachos llevaban. Allí nos acomodamos todos de novia de más o menos 80x1.40 m, este invento
jateados, colocando nuestros colchones y bolsas. que aún no he patentado, es la envidia de mis
En un momento volví a dar masaje a Arnoldo en compañeros en la montaña, cuando ven protegida
las piernas, lo que fue motivo de risas pues cada vez mi cabeza envuelta en mi “Protek Zank” TM...
me pedía que lo hiciera más arriba y ya poco faltaba
para llegar a zonas prohibidas...; lo cierto es que Por un rato se formó la acostumbrada tertulia,
aparentemente de algo sirvió y después de un rato surgiendo como siempre los chuscos chascarrillos,
mi amigo estaba más tranquilo y empezó a confesar las anécdotas jocosas, las leyendas, costumbres y
que el viaje le gustaba mucho, admiraba el tipo de prejuicios de nuestros montaraces porteadores
selva, por supuesto los hermosos liquidámbares, la y otras más del resto de viandantes aventureros.
brecha y el tipo de actividad física tan exigente… Cuando eran como las 20:30 horas, con una noche
un poco nublada que solo permitía ver una que otra
estrella entre el dosel del bosque, nos acostamos
un tanto incómodos por la cercanía de uno con el
otro en que finalmente quedamos, sin embargo el
cansancio y el sueño finalmente nos invitaban a
internamos en el reparador mundo de Morfeo, no
sin antes tener en mente la última etapa del día

296

siguiente: ascender los últimos 210 ms.n.m. que nos sufrir de nuevo los terribles calambres; yo le dije que
faltaban para llegar a la cumbre, y que calculábamos por experiencia personal durante muchos años, le
serían como 1:30 h de ida y un poco menos de aseguraba que este día sería mucho mejor que ayer,
regreso, pero que sería la parte más inclinada y pues si llegara a presentar crisis, estas serían mucho
difícil del viaje. Cuando estamos en casa y mientras menos severas, soportables y pasajeras. Finalmente
nos logramos dormir, siempre hay un momento aceptó seguirnos de último y despacio, y que de no
para la meditación y las reflexiones sobre los sentirse bien subiendo se regresaría y nos esperaría
diferentes temas que usualmente agobian nuestra en el campamento, el cual se quedaría armado para
vida cotidiana. En la montaña nuestro pensamiento levantarlo cuando regresáramos de la cumbre. Siendo
vuela hacia lo etéreo, todo aquello que nos produce las 8:16 horas iniciamos el ascenso final, y tal como lo
inmenso placer y felicidad, pensamos por supuesto habíamos sospechado esta parte era muy inclinada,
en lo afortunados que somos por andar en esos 40°-50°; encaramábamos en partes en “cuatro patas”,
prístinos parajes, lejanos, mágicos, casi irreales, agarrándonos de cuanto tronco, rama, raíz, arbusto
donde no podemos encontrar ni una alma… por lo o bejuco encontrábamos, apoyando pies, manos,
menos una forrada de piel, huesos y vísceras; son hombros o cabeza para poder avanzar en medio de
dominios tan alejados donde más de una vez nos han aquella gruesa capa de humus milenario, compuesto
mandado para no volvernos a ver, son los dominios de hojarasca, troncos semi podridos y tierra fértil
de la China Hilaria… a más de 40 cm de profundidad. En algunas partes
se ve tierra negra a simple vista, y por todos lados
Pues bien, finalmente nos dormimos como troncos, grandes troncos de vetustos árboles caídos por efecto
solo que algunos de esos troncos roncaron como del viento y de su edad, pero que aún dan cobijo a
leones en celo, y de ellos mi querido amigo Luis hermosas orquídeas, impresionantes bromelias,
Luján es el campeón mundial indiscutido, de lo cual helechos, musgos y diminutas tillandsias; todas con
el Dr. MacDonald puede dar fe porque estaba a su diversidad de colores, texturas, formas, tamaños y
lado. aspecto. Todo esto formando parte de la inmensa
biodiversidad de estas increíbles y espectaculares
Despertamos como a las 6:00 horas, siendo los selvas. Llegamos a un lugar donde nos encontramos
primeros por supuesto los porteadores liderados frente a unas enormes rocas de 8-10 m de altura, casi
por su corifeo Chico, quienes hablaban y reían a verticales, que serían del agrado de los escaladores
carcajadas sin ninguna consideración para quienes de roca; algunas de estas piedras tienen en la base
hubiéramos querido seguir durmiendo; ya despiertos oquedades que bien podrían servir de refugio a una
no nos movimos, sino hasta como a las 7:15 horas o dos personas, algunas hasta tres; así como podrían
cuando ya estaba encendida la fogata y Luis Luján se ser madrigueras de mamíferos como coches de
apresuraba a tomar el cafecito matutino para que su monte, mapaches, pizotes, coyotes y por qué no,
fisiología pudiera activarse. Nos levantamos y unos también jaguares.
procedimos a acomodar las mochilas de asalto para la
última jornada y comer algo a manera de desayuno, Después de bordear las rocas llegamos como en 40
en mi caso una compota Mutt’s recomendada por minutos a una falsa cumbre donde descansamos un
el Dr. Luján, una galleta de cereal y un jugo; otros poco y seguimos después siempre por el filón de
comieron frijoles con tortilla, café y pan. montaña, por el que sin poder ver cumbre alguna en
ningún momento, nos tendría que llevar finalmente
Cuando se acercaba la hora de la salida, mi amigo a ella. Lentamente seguimos avanzando cada vez
Arnoldo decidió no seguir a la cumbre por temor a con mayor dificultad pues hay grandes agujeros en el

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suelo y vamos caminando sobre la ramazón que los subiendo, teníamos vista libre a los 360°. Como dije,
cubre, mezclada con hojarasca, bejucos y una gruesa en el sitio solo podíamos estar dos personas al mismo
capa de musgo; nuestro bordón se hunde a veces sin tiempo, ya no había más espacio y nos estábamos
tocar fondo y a veces es una pierna la que se nos sosteniendo de delgadas ramas y casi acurrucados,
hunde con el riesgo de lesionarnos los “tesoros de la pues cuando nos dimos cuenta de donde estábamos
corona”… Como a 1:20 horas desde el campamento, parados nos invadió el temor de caer. Estábamos
Chico, quien iba adelante con los otros muchachos en una cumbre atípica, pero cumbre al fin, porque
abriendo brecha, nos gritó que había llegado a la habíamos subido a ella; ¿en qué momento dejamos
cumbre. Lo alcanzamos encaramándonos encima de pisar tierra firme?, no nos dimos cuenta, solo lo
de promontorios de cañitales, chirivisqueros, supimos al ir bajando cuando nos percatamos de
matorrales y guamilares. Eran las 9:25 horas y que habíamos llegado por una ladera que de pronto
estábamos a 2028 ms.n.m. Era un área parecida a terminó y nosotros continuamos sin darnos cuenta
una cumbre pero sin forma de cumbre..., y lo más caminando, por unos cuantos metros más sobre esa
raro, sin suelo; es decir sin piso de tierra, estábamos maraña de vegetación, que pertenecía en realidad
parados sobre un enorme colchón de ramas, hojas, a la selva que estaba en dicha ladera. Lo cierto era
bejucos, cañitas y una especie de musgo; llamando la que allí estábamos disfrutando de algunas vistas:
atención que sobresalían algunas ramas de árboles hacia El Picudo y hacia el Cañital donde habíamos
que estaban varios metros debajo de nosotros. estado apenas tres días antes y que se veía muy
Después de observar detenidamente yo me di cerca; desafortunadamente no podíamos ver el Lago
cuenta que hacia el nororiente, había como a 15 de Izabal ni el río Polochic porque la ramazón nos
m de distancia una parte ligeramente más elevada lo impedía y no la podíamos alcanzar para cortarla
que la que estábamos pisando, diciéndole a Chico por la precaria situación en que nos encontrábamos
que esa era la verdadera cumbre, y que teníamos en esa “cumbre”. Nos fuimos turnando el lugar por
que intentar llegar hasta ella; me contestó que no, parejas para que todos pudiéramos experimentar la
asegurando que era donde nos encontrábamos, lo sensación de haber estado haciendo equilibrio en
cual fue aseverado también por Erwin. Yo insistí una cumbre “voladiza”, sensación parecida a la que
pidiéndoles que tratáramos de avanzar unos metros experimentamos antes en las cumbres de El Picudo
más. De no muy buena gana empezamos a tratar de y del cerro Verde.
atravesar primero el “suelo” formado por el cañital
y la ramazón, para luego bajar por las ramas de los Regresamos a la “primera cumbre” para tener más
árboles grandes que estaban abajo y volver a subir espacio aunque sin poder estar todos juntos sino
a una parte ligeramente más alta del mismo tipo de desperdigados. Descansamos, comimos nuestro
piso, donde sobresalía una rama como a 2.5 m de “pollito” y otras delicatessen, bebimos algo y
nosotros de la cual nos agarramos. Era un pequeño comentamos las vicisitudes del viaje y especialmente
espacio donde solo podíamos estar dos personas a lo de tan especial cumbre, tomamos algunas fotos
la vez, percatándonos de que en realidad estábamos y dejamos un reporte en un envase de película
casi en la copa de los árboles y hacia abajo había un Kodak metido en una bolsa de plástico y esta colgada
abismo de más de 8 m de altura. Eran las 9:36 horas en una rama; no sé para qué lo dejamos, pues las
(1:20 h desde el campamento), y estábamos a 2035 probabilidades de que alguien llegue allí alguna vez y
ms.n.m. ¡Esta era la verdadera cumbre! Erwin me lo encuentre son remotísimas, prácticamente nulas.
felicitó porque yo tuve la razón por 7 ms.n.m. más.
Estábamos seguros que a esta cima nadie había
Desde donde estábamos ya no se podía seguir llegado antes, por lo que éramos los “descubridores

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y conquistadores”, y como no tenía nombre oficial, Había una impresionante e intimidante actividad
nos abrogamos el derecho de bautizarla con el de: electroatmosférica. Seguimos caminando por aquel
CERRO DE LOS SIETE, como reconocimiento a precioso bosque y poco tiempo después cesó la lluvia
los siete miembros de la expedición que logramos como si se hubiera tratado solo de una “pasadita de
su cumbre. nube”, y unos 20 minutos después llegábamos al
lugar donde estaba el Mazda BT50 de Luis. Eran las
Alas10:31horasiniciamoseldescensoalcampamento 15:43 horas (3:18 h desde el campamento y 4:30 h
que ahora era más fácil y rápido por la brecha ya desde la cumbre). Nos cambiamos de ropa y nos
trillada, y así entre resbalones, sentones, espinadas, quitamos las enlodadas botas para no ensuciar el
puyones, ayes y palabrotas disonantes, en solo 1:12 reluciente pick up de Luis, y enfilamos primero hacia
h arribamos al campamento (eran las 11:43 horas). El Limo para hacer cuentas y agradecer a nuestros
Arnoldo nos esperaba contándonos que había subido porteadores su siempre valiosa ayuda, sin la cual
como 25 minutos más y decidiendo no continuar, y no hubiera sido posible el éxito de esta preciosa
que aprovechó para descansar y arreglar sus bártulos actividad montañera. Dejamos a Chico en El Limo,
para el descenso final. Nosotros descansamos un mientras los “Tres Reyes” siguieron con nosotros
rato y luego deshicimos la champa y acomodamos para quedarse unos kilómetros más adelante para el
el cachimbazal de telenques en sendos bultos y show que tenían programado, ja, ja.
estos en sus respectivas redes para ser cargadas a
memeches por nuestros porteadores; finalmente El retorno por esos 23 km de terracería se hace muy
tomamos nuestras mochilas de asalto y bordones y despacio para no maltratar el vehículo, finalmente
siendo las 12:25 horas empezamos a desandar hacia entroncamos con la carretera CA9 y pensando en
abajo. El cielo empezaba a aborrascarse amenazando llegar a tiempo al restaurante de los chicharrones
con lluvia más tarde. Como sucede siempre al ir donde dejan de atender a las 18:00 horas, nos fuimos
descendiendo es fácil perder el sendero si no se tan rápido como el tráfico nos lo permitía, llegando
tiene experiencia, por lo que cuando iba adelante justo a las 17:45 horas cuando estaban por cerrar,
aprovechaba para perfeccionar mi propio instinto pues ya no había ni un solo comensal; como una
para poder seguir señales tan sutiles como estas. deferencia nos atendieron pero ya bajo la presión del
Así fuimos bajando por el largo filón hasta llegar a cierre, de manera que no pudimos gozar las cervezas
escuchar de nuevo el suave murmullo de la quebrada, y chicharrones con la tranquilidad de otras veces.
admirar otra vez la belleza de las hermosas pozas y la
espectacularidad de los majestuosos liquidámbares; Terminamos y emprendimos el regreso a la capital
llegamos a la joyita de la choza con la quebrada, a donde llegamos a las 21:45 horas, muy contentos
quebrada que por aquí ya merece el nombre de río y satisfechos después de una buena andada efectiva
La Providencia por el caudal que arrastra. Como el de 10:13 horas y aproximadamente 12 km de
grupo venía disgregado esperamos precisamente en distancia. Este cerro representó para mí el
la joyita para reunirnos y seguir juntos. La lluvia era número 234 en toda Guatemala, el número
inminente. Arnoldo y yo nos quedamos a la zaga 42 solo en la Sierra de Las Minas, y el 7° de los
aprovechando ya sin presión alguna -excepto por la cuales hemos sido las primeras personas en
amenaza de lluvia-, para ir platicando, pues esta es la alcanzar su cumbre.
parte donde la vereda se vuelve ancha y podemos ir
a la par. Eran las 14:45 horas, y precisamente cuando
ya íbamos por el bosque de pinos y liquidámbares
empezó a llover, teniendo que sacar nuestras capas.

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CERROS DE LA MONTAÑA “MONTE VERDE”

Cerros de La Cruz, Cerro Tabla de Mesa y Cerro Chimili

Primera Parte
(1 y 2 de mayo del 2010)

“No es más quien más alto llega a la montaña, sino aquel que influido por la belleza
que la envuelve, más intensamente la siente”
Carlos Beteta

Participantes:
Carlos Beteta y Luis De La Vega

Después de muchas incursiones a la Sierra de Las muy escarpadas y muy inclinadas con paredes
Minas -SM-, ingresando por la Aldea Jones, río rocosas, acantilados y grandes canaletas. A lo largo de
Hondo, Zacapa; siempre nos había llamado la su extensión en la cima, existen bosques de encinos
atención una pequeña… sierra llamada: Montaña y hermosos pinares. Aunque su máxima altitud es
Monte Verde situada al suroccidente de dicha de solo 1500 ms.n.m. (Jones está a 495 ms.n.m.), es
población, que no es sino una de tantas subdivisiones decir a solo 1005 ms.n.m. de diferencia con la de la
de la SM, como lo son también las Montañas del aldea que es de clima muy cálido; esta montaña por
Licenciado, las de Cabrera, las de Cordón, las de ser un estrecho filón se mantiene constantemente
Miranda y otras. Se encuentra enclavada entre el más fría por las corrientes de vientos provenientes
cañón del río Cañas que la separa precisamente de del Valle del Motagua y principalmente de los que
las montañas Del Licenciado y los cerros De La Vista bajan del norte de la parte alta de la SM, razón por
y Colorado por su cara nororiente y el gran Valle la cual esta pequeña montaña es per sé un ecosistema
del Motagua hacia donde se desvanece su ladera diferente, con un clima significativamente más
suroccidental. Esta pequeña montaña nos parecía fresco y agradable que el de la aldea.
fácil de acceder desde la misma periferia de la aldea
sin que fuera necesario hacer muchos preparativos, Con el entusiasmo de siempre decidimos un fin de
por eso habíamos pensado llevar a cabo la ascensión semana cualquiera llevar a cabo la excursión, para la
de la más cercana de las tres cumbres que forman esa cual lamentablemente solo podíamos ir Luis De La
montaña, precisamente la que está en su extremo Vega y el escribiente, pues Luis Luján tenía pacientes
suroriental, y en una siguiente ocasión subir los que vigilar que le impedían darse su escapadita.
otras dos cumbres que sí requerirían una mejor
planificación. Arreglamos nuestros avíos y bastimentos y salimos
el sábado 1 de mayo a las 6:00 horas rumbo a Jones,
La sierra en cuestión es una montaña con y a las 9:20 horas habíamos recorrido los 135 km
características de filón con dirección de noroccidente sobre la carretera CA9 Norte y los 15 km desde
a suroriente, de unos 6-8 km de largo, con laderas allí a la aldea Jones. Como 1 km antes de entrar

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