A mi familia, Ernesto, Vicky, Oscar e Imanol Y a mi amada Nación Chichas
Agradecimientos A la concejala de Vitichi, Sandra Aucachi Mollo, que con todo desprendimiento me acompañó, condujo hasta Calcha se predispuso a lucir su traje originario. Al Agente cantonal de Talina, Bernardo Puma y su familia, por la inmensa acogida y guía de turismo, igual que al Catequista del lugar, Máximo Mamani Girón. Al Ministerio de Culturas por la confianza que deposita en esta investigación y la autorización para su edición e impresión, basados en las amplias políticas de Estado.
INDICE Introducción 13 PRIMERA PARTE 17 Estructuración de los pueblos chichas bajo ordenamiento español 17 Reducciones chicheñas 18 Curatos 30 Explotación de mineral 39 SEGUNDA PARTE 45 Relación laboral de los chichas con autoridades españolas 45 Tarija y los chichas 46 Alianza españoles – chicheños 49 Talina 55 El cacique Diego Espeloca 62 TERCERA PARTE 67 Apogeo de la región 67 Decaimiento del cerro rico, 68 auge agrícola y minero en Chichas 68 Lípez 77 San Pedro de Atacama 84 Ruta inmejorable 87 Camino real del correo 88
CUARTA PARTE 91 Despojo de tierras 91 Composición 92 Oploca - Condado 97 Yavi -Marquesado 100 Mojo 104 Chacras y pasturas 108 QUINTA PARTE 113 Oficios de los chichas y relaciones comerciales en la zona 113 Tributarios chicheños 114 Mitayos 114 Yanaconas 116 Arrieros 119 Comercio 120 Tabaco 122 Coca 122 SEXTA PARTE 125 La Iglesia Católica y los sacerdotes 125 Curas 126 Fray Vicente Bernedo 133 SEPTIMA PARTE 141 Rebelión de “yndios chichas” en la Colonia 141
Primer levantamiento indígena chicheño 142 La Gran Chocaya 145 Tupiza 153 Calcha 157 Contexto revolucionario 161 OCTAVA PARTE 165 Consecuencias de la rebelión 165 Represión 166 Aborígenes de Jujuy 175 Derivaciones 177 Bibliografía 181 Entrevistas y testimonios 186
LOS CHICHAS EN LA COLONIA María Elena Chambi Cáceres
LOS CHICHAS EN LA COLONIA - 13 - Introducción Este documento presenta los resultados de una investigación llevada a cabo con la meta de descubrir la realidad de los pueblos indígenas que habitaban en el Partido de los Chichas desde la segunda mitad del siglo XVI hasta finales del siglo XVIII, vale decir durante la colonia. La investigación realizada consistió en revisar y analizar documentación primaria de manuscritos que constituyen joyas de la época colonial con las que cuenta el Archivo Histórico de Bolivia, donde se describe de manera textual los episodios que vivieron los chicheños y españoles en esta región entre los siglos XVI y XVIII, hecho que enriqueció el trabajo y ayudó a comprender las causas de la primera rebelión chicheña de finales del siglo XVIII. No es de menor relevancia la exploración de documentos originales que resguarda la Casa de la Moneda de Potosí, de los que se extractó material relativo a los libros contables reales que se depositaban en las cajas reales enviadas hasta España, es decir, testimonio fidedigno de los negocios en la colonia. Por otra parte, fue imprescindible la revisión de la legislación de la época, depositada en el Congreso de Perú, para entender los márgenes legales en los que se desenvolvía ese régimen. Del mismo modo, fueron de utilidad los documentos de archivo de Indias. Esos elementos permitieron desentrañar las vulneraciones cometidas por los europeos a su propia normativa y fue eso mismo lo que generó como consecuencia una sanguinaria insurrección indígena en todo el Virreinato y, en nuestro caso, se analiza lo sucedido en la jurisdicción que abarcaba el partido de Chichas, intensificando su efecto en Ubina, Tatasi, Portugalete, la Gran Chocaya, Tupiza y Calcha trascendiendo la misma hasta los poblados de Cochinoca y Casabindo del actual norte argentino e inclusive llegando hasta Atacama, que en la actualidad forma parte de Chile. Fueron de vital importancia los materiales del Archivo General de la Nación Argentina, de Salta y de Jujuy. La colección de publicaciones históricas de la Biblioteca del Congreso Argentino, igual que la colección de obras y documentos relativos a la Historia Antigua y Moderna de las provincias del Río de la Plata.
María Elena Chambi Cáceres - 14 - Indudablemente, las colecciones que conservan el Archivo Histórico de La Paz y la Biblioteca Central de la Universidad Mayor de San Andrés, nutrieron al trabajo de vasta documentación. Crónicas como “El Viagero Universal”, publicado en Madrid el año 1798, se suman a ese legajo elemental escudriñado, combinándose con las cartas y papeles de los gobernantes del Perú, junto con la correspondencia de Presidentes y Oidores en el siglo XVI. Las narraciones de Bartolomé Arzans de Orsúa y Vela, libros de Pedro Ignacio Cañete y Domínguez relativos a la colonia en Potosí. Para lograr entendimiento de la labor y el grado de influencia de la iglesia católica, se revisaron documentos sobre la organización de esta institución en el Virreinato de Perú, en el siglo XVI, su relación con la empresa de indias y actas de cabildos eclesiásticos, además de la Historia de las Indias, con el enfoque de Gonzalo Fernández de Oviedo, publicado por la Real Academia de Historia de España. La labor de los actores de la sociedad colonial, su actividad productiva y el comercio en Bolivia durante esa época fue recogida de una bibliografía actualizada de los experimentados bolivianos: Laura Escobari de Querejazu, Gunnar Mendoza, Alberto y Alfonso Crespo, de la argentina Silvia Palomeque, el peruano Nicolás Sánchez Albornóz, todos peritos esta materia. Naturalmente no se dejó de lado la valiosa información de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, sobre rebeliones indígenas, la historia y evolución del movimiento popular y por supuesto la bibliografía de Carlos Serrano sobre la minería en Bolivia. Finalmente, el trabajo de campo y la recolección de documentación apreciable del Gobierno Municipal de Santiago de Cotagaita contribuyeron al trabajo. El objetivo central de las indagaciones fue descubrir las características de la sociedad chicheña, sus peculiaridades, dimensiones política, social y económica, ubicación geográfica de los Chichas, características climáticas y las razones que indujeron a los españoles a habitar y transitar esta ruta, en suma, conocer los antecedentes históricos de la Nación Chichas. Interesa conocer cuál fue la lógica de vida de la población chicheña en la colonia, para entender mejor las particularidades que heredaron a la población que hoy habita en esa región del país, lo cual se traduce en parte de su identidad. Naturalmente está implícito el conocimiento también de la importancia que tuvo esta zona para lo que después sería Bolivia. Chichas, Tarija, el norte argentino y los Cintis de la actualidad, fueron un solo territorio e indiscutiblemente existe un vínculo innato entre estas regiones, que aún hoy se refleja en sus habitantes. Fue también determinante el lazo con Potosí
LOS CHICHAS EN LA COLONIA - 15 - por el cerro rico, explotado intensamente con la llegada de los españoles, quienes al relacionar la cantidad de minas, la calidad de los valles y habiendo hallado el trayecto más óptimo hacia Buenos Aires y con ello a Europa, por el territorio chicheño, decidieron adscribirlo a la jurisdicción de la Imperial Villa. En ese marco, este trabajo revela pasajes históricos extractados de los diarios, itinerarios, cartas e informes de la época, referidos al descubrimiento de la zona, la apertura de la ruta comercial, la organización político-administrativa de los Chichas y sus parcialidades; la organización eclesial en base a nueve jurisdicciones denominadas curatos y su organización económica. Asimismo, la información recogida narra los acuerdos que tuvieron los indios chichas con los españoles en el tema de la mita, el quebrantamiento de esos convenios, la contribución indispensable al poblamiento y formación de Tarija y la posterior escisión del territorio en dos: Chichas y Tarija.
PRIMERA PARTE Estructuración de los pueblos chichas bajo ordenamiento español
María Elena Chambi Cáceres - 18 - Reducciones chicheñas Al parecer, el territorio Chichas adquirió ese nombre del ayllu1 que con ese denominativo, cubría gran parte del sur de Bolivia, incluyendo a Calcha, Cotagaita Tupiza, Talina, Suipacha, Mojo, Lonte, Moraya, Moreta, Casabindo, Calahoyo y Tarija, que limitaba con la jurisdicción de Jujuy (Argentina), manteniendo una relación cercana con los ayllus Cochinocas y Omaguacas, (Yavi - Argentina); y en Lípez con los Atacamas y Apatamas (San Pedro de Atacama - Chile). Intentando precisar la ubicación geográfica de los chichas, Silvia Palomeque asegura que éstos se habían asentado a lo largo del camino del inca y esencialmente en zonas donde existen ríos2 , pero que no avanzaron debido a los enfrentamientos con los chiriguanos, quienes más bien invadieron en determinado momento tierras chicheñas. Existen evidencias de que los pobladores chichas se encontraban establecidos en Tupiza, Talina, Suipacha, Moreta3, Cotagaita y Calcha y que el primer ingreso de los españoles por esa provincia fue en abril de 1535, cuando un grupo comandado por Diego de Almagro, que se dirigía desde Cuzco hasta Chile, con el objetivo de fundar este último, habitó esas tierras, acompañado del hermano del Inca que gobernaba en Cuzco, Paulo Inca y el sumo sacerdote, al que se lo denominaba Vilahoma4. Almagro envió inicialmente su avanzada, a Tupiza a sabiendas que era “la cabeza de las provincias de los Chichas”, tal como describe la crónica. “Prosiguió el Adelantado Almagro su viaje por el camino real del Inca que guía a las 1 El ayllu estaba integrado por un conjunto de familias unidas por vínculos de parentesco, religión, territorio y trabajo. Y eran gobernados por los curacas. Parejas, Historia del Hombre. 2012. 2 Palomeque, Los Chichas y las visitas toledanas. 2010. p.4. 3 Ubicado en la boca del río Estarca. 4 “Vilahoma que era como Papa, que tenía a cargo todas las idolatrías de la tierra, los cuales envió el dicho Adelantado (Almagro), delante de sí, en compañía de tres españoles de a caballo y les mandó que no pasasen hasta las doscientas leguas, según los indios y caciques decían iban por cada repartimiento, pidiendo oro para el dicho Almagro. Y así fue público y notorio que en una provincia de Tupisa, doscientas leguas de Cuzco, estuvieron esperando al Adelantado y tenían recogido cantidad de oro y plata y este fue gran principio de se alterar la tierra”. Crónica del Cristóbal de Molina, Relación de muchas cosas acaecidas en el Perú. J.H.U.S. Destrucción del Perú. p.17. La autoría de este documento se le atribuye al clérigo, Bartolomé Segovia.
LOS CHICHAS EN LA COLONIA - 19 - provincias de los Chichas y llegó a Tupiza, donde halló a los incas Paolo y Vilahoma que le estaban esperando y tenían recogido de la tierra por donde habían venido, gran cantidad de oro y plata…” 5 Según esta narración, cuando Almagro partió de Tupiza hacia Copiapó, llegó al “pueblo de frontera del Inca”, donde los nativos sorprendidos por el cerco de belicosos españoles, “mataron a seis españoles de a caballo, para hacer castigo” y tras su huida, en la noche “los españoles derribaron hasta los fundamentos y quemaron todo y le comieron cuanto tenía”6. El encomendero7 de esta zona fue Hernando Pizarro, en cuyo documento de otorgación de la encomienda, emitido en 1539, en la parte final, dice que en los pueblos de indios habían cinco señores de Urunsaya, Vinchuca, Chapora, Condori, Tolaba y Hallapa; y los caciques de Anansuyo8, Chuchulla Comasa o Chuchullama, Siltaba, Yelma y Tucaxa. Sin embargo, en el documento de tasación9 de 1540, se establece que eran diecinueve los pueblos de indios chichas que habitaban esa zona, en una distancia de 30 leguas cada uno, y que adicionalmente vivían dispersas 2.500 almas, en dos parcialidades: Calcha y Talina10. Tras la visita realizada por el español Agustín Ahumada y el oidor de Charcas, Juan Matienzo, a los Chichas, los ayllus quedaron reducidos en tres pueblos: Talina, fundada en 1564, Calcha en 1563 y Santiago de Cotagaita en 156211, mientras que otra cantidad de pobladores nativos huyó para no someterse a ese proceso. Formar reducciones12 era una determinación del Consejo de Indias13 y prelados. Consistía en juntar a los ayllus disgregados, para convertir a los indígenas en 5 Ibidem. p.18. 6 Ibidem. 7 Congreso de la República del Perú. Archivo de la Legislación del Perú (ALP). Libro VI. Título ocho. De los Repartimiento y encomiendas y pensiones de indios y calidades de títulos. Ley v. 1568. 1585. “Que las encomiendas se provean en descendientes de descubridores, pacificadores y pobladores”. 8 Anansuyo significa arriba y chica, mientras que Urunsaya era grande o abajo en la cultura incaica. 9 Un documento de tasación era el resultado del censo de habitantes de los pueblos y en él señalaban las tasas y formas de tributación exigidos a los indígenas de las encomiendas durante la colonia. 10 Palomeque. Los Chichas y las visitas toledanas. 2010. p.14 11 Cotagaita 200 años de libertad y olvido. 2010. p.26. Gobierno Municipal de Santiago de Cotagaita, Comité Bicentenario de la Batalla del 27 de octubre de 1810. Cotagaita 2010. 12 Congreso de la República del Perú. ALP. Libro VII. Título Tercero. Ley primera. De las reducciones y pueblos de indios. 1560, 1575, 1578. 13 Idem. Libro II. Título Segundo. “De el Consejo Real y Junta de Indias”. Creado en 1524, era un organismo supremo de la administración central. Se encargaba de la administración de las colonias y elaboraba leyes y disposiciones para el gobierno de América.
María Elena Chambi Cáceres - 20 - católicos, a través de esa conversión moldearlos con la nueva forma de gobierno, al mismo tiempo empadronarlos para que paguen tributos y asignarles funciones de acuerdo a sus edades. Los eclesiásticos estaban obligados a organizar las reducciones, erigir parroquias para nativos, con dependencia de la Iglesia pero apartadas de ella, la mano de obra era de los aborígenes y el sustento de estas reparticiones eclesiales era con el tributo que éstos pagaban a la Corona14. De hecho las iglesias construidas como catedrales, tanto en Potosí como en los Chichas eran destinadas a los españoles, mientras que las más pequeñas y/o alejadas del centro de la población servían para la evangelización de los indios. Para certificar la producción de los indios, se crearon las cajas de comunidad15 donde registraba la totalidad de los bienes y recaudos de todos los nativos del pueblo, menos oro, plata, reales, joyas, que no tenían derecho a poseer, salvo que sea de propiedad colectiva16. Estas cajas de comunidad o los bienes de los nativos eran administrados por el cura y en muchos casos los corregidores echaban mano de esos recursos. El patrimonio recaudado para la Corona era dispuesto por los oficiales reales, quienes lo registraban en cuatro tipos de libros: uno de ingresos, que era como un libro contable, donde se indicaba por un lado la razón, el número, la ley y peso de las barras de plata, y por otro lado, las partidas de azogue que se distribuían a los mineros. Un segundo libro contenía la lista de gastos necesarios comunes en las parcialidades. El tercero tenía la relación de los censos en cada una de las comunidades, con deudores, impuestos, escrituras, escribanos, etc. Y el último llevaba un inventario con los nombres de los aborígenes y la renta que cada uno de ellos debía pagar.17 En estos textos también se incluía el pago de tributo por parte de los yanaconas, indicando su nombre, origen, el de su mujer e hijos nacidos vivos. Estos libros reales igualmente contemplaban las autorizaciones a los comerciantes que negociaban con Potosí trayendo mercadería desde Buenos Aires, las cartas que se remitían a las autoridades de Potosí y finalmente los ingresos y egresos de las parroquias. 14 Idem. Libro I. Título Segundo. De las iglesias, Catedrales y parroquiales y de sus erecciones y fundaciones. Ley ij 1604. Ley iiij, 1618 Ley v. 1560. 15 Idem. “Libro Sexto. Título quarto. De las caxas de censos y bienes de comunidad y su administración”. Ley ij. Año 1619. 16 Idem. Ley iij. 1649. 17 Idem. Ley ix. 1627.
Remozada iglesia de Calcha Una de las primeras en ser construida en la colonia. Armadura de un español en la Casa de la Moneda de Potosí. Foto: MECHC Foto: MECHC
Plaza e iglesia de Calcha. Plaza de Cotagaita. Foto: MECHC Foto: MECHC
Refinamiento de Plata con fuego de churqui. Expuesto en la Casa de la Moneda de Potosí. Foto: MECHC Foto: Unidad de Turismo Alcaldía de Cotagaita Iglesia de Santa Rosa. Fundada en el año 1634, cuyo registro se halla inscrito en una piedra.
Piedra que funda la iglesia de Santa Rosa. Testimonio fiel de la fundación que hizo el cura sevillano Luis de Vega. Unidad de Turismo Alcaldía de Cotagaita Foto:
LOS CHICHAS EN LA COLONIA - 25 - Los oficiales reales simultáneamente depositaban las riquezas en dinero, minerales y joyas en las cajas reales, destinadas a la Corona. En vista de la colaboración católica en la formación de ayllus, en Chichas los ayllus reducidos que fueron concentraron en Calcha son: Ara, Espala, Tambalis, Mitmiri, Chontola, Sitomacha, Churumata y Pacaxis. Los ayllus de Santiago de Cotagaita: Tulla, Poncori, Manasaia, Quillaca, Zora y Arasaia. Los de Talina: Escaya, Yoscaba, Sinsima, Esmoraca, Yurcuma, Mana (Nazareno) y Espicaya. Los ayllus que formaron parte de Nuestra Señora de Asunción de Calcha, más los de Santiago de Cotagaita compartían un solo gobernador indígena y un sacerdote, ambas autoridades residían en Calcha, pero años después, el 25 de julio de 1562, fue construida la catedral de Santiago de Cotagaita, cuyo nombre fue impuesto por los españoles, ya que dejaron al apóstol Santiago como patrono del lugar. Posteriormente, el 30 de agosto de 1624, elevaron la iglesia de indios que la llamaron de Santa Rosa por orden del cura y vicario Luis de la Vega del episcopado de Sevilla18 y fue a partir de esa descentralización que Cotagaita se constituye en una tercera reducción. Los otros ayllus tenían su gobernador y sacerdote en San Juan de la Frontera de Talina, cuyos primeros documentos escritos por españoles datan de 1564. Antepusieron el nombre de San Juan, en vista de que el santo a ser venerado era Juan Bautista y su celebración fue perpetuada los días 24 de junio de todos los años. La legislación de la época prohibía la existencia de holgazanes, ordenaba que todos estén ocupados en la mita, repartimientos y oficios de labranzas de campo. Si bien la mita estaba plenamente controlada por los azogueros, la agricultura no era descuidada, ya que en la primera tasación realizada en 1550, los pueblos chichas debían pagar 4.800 pesos, 300 fanegas de maíz, aves, miel, sal, cera, aparejos19 e indios de servicio. Las fanegas eran medidas de tierra y los indígenas debían entregar todo lo que habían cosechado en la tierra indicada por los españoles a su comendador, que, como señalamos párrafos atrás, era Hernando Pizarro. 18 Los detalles de las fundaciones de ambas iglesias de Cotagaita se hallan inscritas con lenguaje de la época colonial, en un par de piedras que datan de esa época. Son conservadas por el Gobierno Autónomo Municipal de esa ciudad. 19 Avíos. Diccionario Enciclopédico Color. Lexus. 2006. p.104
María Elena Chambi Cáceres - 26 - La tasación era el resultado de un censo de habitantes privilegiando a los hombres entre 18 a 50 años de edad, porque en él se hallaban los aptos para ir a trabajar al cerro rico de Potosí, a las minas de la región, producir en la agricultura y ser principales tributarios. Incluso para conseguir mayor número de aportantes, los encomenderos hacían casar a los jóvenes con niñas, práctica ésta que fue suspendida por la legislación de 1581. Otro grupo contabilizado eran los muchachos de hasta 17 años, quienes tenían importancia porque podían ser destinados como servicio para las familias españolas y como ayudantes de los curas. Mujeres de todas las edades, igual que el anterior caso, para servidumbre en las casas de los españoles o sacerdotes20. Y finalmente los viejos e impedidos a quienes no se exigía contribución. El partido de los Chichas, ubicado en el sur de Potosí, era considerado un camino importante de salida a Buenos Aires, desde donde llegaban embarcaciones con mercadería de España y salía la riqueza extraída de las minas y cereales producidos en los valles. Este hecho es confirmado en una carta enviada por el oidor de Charcas, Lic. Juan Matienzo, quien le manifiesta al rey, el 2 de enero de 1566, en uno de sus itinerarios, que halló lugares por donde se puede viajar a España, aunque le comenta que muy cerca de esta zona hay chiriguanos, a quienes les temían los españoles ya que éstos demostraban su belicosidad incendiando sus casas y que a punta de flechazos los eliminaban, como lo hicieron con el capitán cristiano, Ñuflo de Chávez en Santa Cruz. En la misma misiva21, Matienzo menciona que en su visita realizada por la nueva ruta, habitan “yndios Chichas” en las poblaciones de: Calcha, Vichacla, Turqui, Ascande, Talina, Calahoyo, Moreta y Casabindo22 y manifiesta que en Calahoyo hay un “tambo real despoblado” y en Casabindo también hay “tambos grandes”, igual que en Moreta. Sugiere asimismo que sean usados como lo hacían los incas antes de su llegada. 20 Congreso de la República del Perú. ALP. Libro Sexto. “Título Doze. De el” servicio personal. Ley xiii. 1618. 21 “De calcha que es pueblo de yndios chichas van a vichacla, pueblo de yndios chichas que ay seys leguas. De allí ascande pueblo de chichas ay cinco leguas de aquí se ha de aduertir que dize luego otro camino acauado este de ascande al turqui que es el pueblo de yndios chichas ay seys legua de allí a palquisa pueblo de chichas cinco leguas/de allí a talina pueblo de indios chichas cinco leguas, de talina a calahoyo tambo real del ynga despoblado cinco leguas….” Colección de publicaciones históricas de la Biblioteca del Congreso Argentino. Levillier. 1918. p.171. 22 Calcha, Ascande, Vichacla, actualmente pertenecen a la provincia Nor Chichas. Talina a Sud Chichas. Calahoyo es el nombre que llevan dos comunidades una situada en la provincia Modesto Omiste, Bolivia y la otra en La Quiaca, Argentina. Casabindo es una población de la Jurisdicción de Jujuy y Moreta también, es un abra en la misma provincia República Argentina.
Libro Real. Está en la biblioteca de la Casa de la Moneda. Donde se registraba la cantidad de riqueza que se llevaba hacia Europa. Era depositado en las cajas reales. Foto: MECHC
Contenido de los libros reales que enviaban a España en 1631 Foto: Casa de la Moneda
LOS CHICHAS EN LA COLONIA - 29 - Los tambos23 de la época incaica eran albergues y centros de acopio de alimentos, lana, leña y otros materiales básicos para la supervivencia como prevención para época de desastres naturales y, al mismo tiempo, eran refugio de los chasquis. La región de los Chichas, según el historiador Pedro De Ángelis, tenía una extensión de norte a sur de 48 leguas, desde Quirbe24, que colindaba con Porco, hasta un arroyo en el extremo sur. Mientras que de ancho el territorio chicheño abarcaba 100 leguas, desde Esmoraca hasta Livilivi y este último se hallaba sujeto en lo civil a Cinti, al decir de Pedro Ignacio Cañete25 Tarija estaba incluida en los Chichas, conforme lo demuestra el mapa del Virreinato de Lima en el Archivo General de Indias26 y diarios personales de los viajeros de la época.27 23 Castillo Morales, Juan. Historia del Perú en el proceso americano y mundial: los Incas y sus contemporáneos. 24 Quirbe se halla ubicada entre Tumusla y Vitichi en la provincia Nor Chichas. 25 Guía histórica, geográfica, física, política, civil del gobierno e intendencia de la provincia de Potosí. Pedro Ignacio Cañete y Domínguez. 1952. p247. 26 “Mapa correspondiente al Virreinato de Lima. Demostración Geográfica de las Provincias que abraza cada Yntendencia de las establecidas en la parte del Perú, pertenecientes a el Virreinato del Río dela Plata, formada por don Joaquín Alos con orden superior del Exmo. Señor Virrey y anuencia del Señor Superintendente”. Ver anexos. 27 “Carta CCCLX provincia de Chichas y Tarija. Biblioteca complutense Ildefonsina·23 Libro. El Viagero Universal Quaderno LXI. Tomo XXI. O noticia del mundo, Antiguo y Nuevo. Obra recopilada de los mejores viajeros por DPEP. Tomo XXI Madrid. Imprenta de Villalpando 1798.”
María Elena Chambi Cáceres - 30 - Curatos Chichas tenía nueve curatos, cinco en la puna y cuatro en los valles de Tarija. Curato era una especie de parroquia con jurisdicción espiritual, a cargo de un cura español, quien extraía rentas a los lugareños para beneficio eclesiástico y cuya misión era evangelizar bajo los principios católicos a los indios, enseñando el idioma y aprendiendo el originario, además de impartir la enseñanza de sometimiento a las nuevas leyes y autoridades. Al parecer, estos sacerdotes llegaron de España forzados, ya que para ellos era un pesar evangelizar en áreas rurales con privaciones, disgustos y trabajos físicos28. Conociendo esta molestia, el rey de España ya ni solicitaba formalmente altos funcionarios sino frailes novatos para los obispados de Indias, conformando con ellos el ejército episcopal, cuyos miembros después aprovecharon esa misión para ganar méritos y ascender en su rango. Posteriormente, el Vaticano aceptó a la Corona dotar de órdenes religiosas, pero con la condición de que el Papa, en su condición de representante de Cristo, tuviese el poder temporal y espiritual sobre las tierras. Cada cuatrocientos indios se erigía un curato, lo que incluía que cada natural podía tener entre sus dependientes hasta cinco miembros, su esposa, muchachos, viejos, huérfanos y forasteros, con lo que sumaban hasta dos mil personas. Como límite mínimo podían sumar hasta 200 indios, y en caso de que no llegasen a ese número, se procuraba reducirlos donde pudieran ser adoctrinados cómodamente. Los indios vivían dispersos en Chichas, Tarija, Lípez y Atacama, lo que motivó que Cañete comentara que: “… los indios viven repartidos, para gozar de los pocos terrenos que hay en los valles con proporción para la siembra”.29 Los cuatro curatos del valle de Tarija se encontraban ubicados en Tarija, Patcaya, Yavi y Omaguaca, de éste último dependían las comunidades de San Andrés de 28 “En indias más religiosos que clérigos más preparados para la dura tarea que allí había que realizar más obligados por sus votos a soportar pobreza y tantas calamidades de todo orden” “Eran obispados rurales con escasos clérigos que tenía que completar el Tesoro Real solo bien provisto de privaciones, disgustos, trabajos, fatiga física”. Ybot León. La iglesia y los eclesiásticos españoles en la empresa de indias. 1963. p. 117. 29 Cañete. Historia física y política de las provincias de Potosí. T1. 1952, p.375
Aparejo. Era usado como sostén para cargar talegas llenas a las mulas y transportarlos por los caminos de herradura. Se halla en el museo histórico provincial de Yavi. Foto: MECHC
Camino Prehispanico-Yavi. Norte argentino Dirección de Turismo- Yavi Foto:
Fuente: Defensa de los derechos de Bolivia ante el gobierno argentino. Saavedra.1906
MAPA DEL VIRREINATO DE LIMA En la parte superior izquierda indica que este mapa: “Corresponde al Virreinato de Lima”. El texto de la parte superior de derecha señala: “Demostración Geográfica de las Provincias que abraza cada Yntendencia de las establecidas en la parte del Perú, pertenecientes a el Virreinato del Río de la Plata, formada por Don Joaquin Alos con orden superior del Excelentísimo Señor Virrey y anuencia del Señor Superintendente. Las marcas de los números indican la Capital o cabeza de cada Yntendencia y el color las Provincias y que componen su jurisdicción” “Nº 1. Villa de Puno Capital de la Yntendencia.” “2. Ciudad de La Paz Capital de Yntendencia.” “3. Villa de Cochavamba Capital de Yntendencia.” “4. Ciudad de Chuquisaca Capital de Yntendencia.” “5. Villa de Potosí Capital de Yntendencia.” “6. Ciudad de Salta Capital de Yntendencia.” En la parte izquierda inferior del texto indica: “Es copia exacta del original que se encuentra en este Archivo Real de Indias” “El Archivero Jefe” Y lleva la firma
LOS CHICHAS EN LA COLONIA - 35 - Iruya y Bacoya; mientas que del curato de Yavi sus anexos eran Puscaya y Acoiti. Éstos llevaban a los curatos de la puna, madera para intercambiar con maíz, trigo, carne y charque, mientras que los pobladores de Lípez proveían de sal. Los cinco curatos de la puna eran Talina, Tupiza, la Gran Chocaya, Santiago de Cotagaita y Calcha. Para intercambiar sus productos tenían un punto de encuentro en el que solían llegar los indígenas jóvenes o mozos con sus mulas cargadas de los cereales por un lado, las carnes y charques por otro, mientras que las llamas llevaban sal de Lípez. El primer curato de la puna, Talina, tenía habitantes indios y mestizos, que producían maíz y trigo, se dedicaban a la arriería30 y contaban con minas de oro. El segundo curato, con sede en Tupiza e identificado como “la cabeza de las provincias de los Chichas” tenía más de 400 almas y en el poblado residían unos cuantos españoles, más que en los otros curatos, quienes se sustentaban con la explotación de las minas de oro y plata en Choroma, Estarca, Nazareno y Portugalete, además del comercio de géneros de Castilla. Dependían de esta jurisdicción Oploca, Salo y Mochará, cuya característica era la producción de trigo, cebada, maíz, papa, alfalfa y ganado caprino, siendo la arriería el principal oficio de los indios. Gran Chocaya cobijaba al tercer curato, descrito como un lugar frígido pero con minas nutridas de profuso mineral y bastante producción de carneros de la tierra y guanacos31. Por su parte, el cuarto curato tenía su asiento en Santiago de Cotagaita, con clima regular y benigno. En él habitaban pocos españoles, muchos mestizos y algunos indígenas, que como ya era común, vivían de la arriería y de la siembra de maíz, trigo, cebada, frutas como higos, duraznos y la única viña en toda la jurisdicción de Chichas, pese a que estaba prohibida su producción. Calcha era el último curato de la puna, sus pobladores cultivaban, igual que en los anteriores, maíz, trigo, cebada y frutas propias del valle, uva, durazno, higo, aunque en menor cantidad, ya que al ser tierras “repartidas” a los españoles, la cosecha de los nativos era únicamente para su abastecimiento. Vitichi dependía de este curato y sus pobladores se dedicaban con mayor intensidad a la crianza de cabras, curtían los cueros para cinchar a los animales, fabricaban cinturones, zapatos y ojotas, que les servía para hacer trueque con ganado, maíz y madera que llegaba de Tarija. 30 Trajinar con bestias de carga. Diccionario Enciclopédico Color, Lexus. 2006 31 Guía histórica, geográfica, física, política, civil del gobierno e intendencia de la provincia de Potosí. Pedro Ignacio Cañete y Domínguez. 1952 p.233
María Elena Chambi Cáceres - 36 - El pueblo de Esmoraca estaba anexado al curato de San Pablo, mientras que la población de Cerrillos era parte de Santa Isabel, ambos pertenecían al partido de Lípez, pero dependían en lo civil de la provincia de Chichas. Era de particular interés de los españoles, debido a que existían minas que generaban abundante oro, plata, además de sal que era imprescindible para el refinamiento del mineral explotado.
Iglesia matriz de Tupiza, testimonia su trascendencia desde principios del siglo XVI Foto: MECHC
Plaza e iglesia de Vitichi. Curato donde se criaban cabras, curtían cueros para cinchar a los animales, fabricaban cinturones, zapatos y ojotas. Foto: MECHC
LOS CHICHAS EN LA COLONIA - 39 - Explotación de mineral El comercio era una actividad significativa en los chichas, zona que se constituía en la única ruta de ingreso a Buenos Aires, de donde llegaban diversos productos. De Paraguay yerba mate, de Córdoba y Tucumán ganado equino y ropa, mientras que de otras provincias argentinas ganado vacuno y mulas, además de vinagres lentejas, telas de algodón, alfombras y artefactos de madera. Sin duda, la actividad económica central fue la explotación de mineral, sobre todo de plata. A principios de la Colonia lo hicieron a la usanza de los oriundos del lugar, con procesos de refinamiento artesanal, generados con la quema de vegetales de la región de los valles. Sin embargo a medida que la demanda de mineral era mayor, predominaban las instrucciones reales de recolección masiva de combustible. En ese contexto, el virrey, Francisco de Toledo32 encarga, en una carta de 5 de enero de 1570 a Garcí Michel, la visita de las provincias de Porco y Chichas con el objeto de apreciar las cantidades de “vegetales combustibles” que existían en esos valles para usarlos en las “guayras”33. Al establecer que existía abundante vegetal -churqui y palqui- que generaba esa región, determina el 2 de agosto de 1575, que se recolecte toda la leña de esos “ámbitos de la jurisdicción de la audiencia de Charcas” ampliando hasta los curatos del valle de Tarija, de donde además, se proveyeron de madera, inclusive para construir casas en Potosí. Este método prehispánico de fundición de metal, fue realizado masivamente durante el siglo XVI y el oficio de guayrador, que lo ejercían únicamente los nativos, fue el más cotizado, pues avivar el fogón en las alturas de los cerros con combustible de vegetales, era de conocimiento exclusivo de éstos. Esas habilidades fueron transformadas posteriormente en la base del trabajo de 32 Toledo fue virrey desde 1569 hasta 1581, gozaba de todos los poderes delegados por el rey, era la autoridad civil, militar y judicial suprema del virreinato, que incluía varias gobernaciones, dentro de cuales se hallaban varios corregimientos. 33 Guayra es una palabra quechua que significa viento y era un pequeño horno hecho de piedra donde se fundía el metal con el fuego que generaban el churqui y palqui.
María Elena Chambi Cáceres - 40 - la mita34, tal como demuestra la “Ordenanza de Minería” de 1573, emitida por el Virrey Toledo, donde obliga a los indios de 18 a 50 años que vivían en un radio de 150 leguas (750 kilómetros) de Potosí, a concentrarse en la Imperial Villa para someterse a las severas condiciones laborales. Es así, que los originarios se trasladaban hacia el cerro Rico, formando columnas de familias llevando consigo lo poco que tenían. La forma de explotación del mineral, consistía en el trabajo primario de dos personas, uno sujetaba el barreno con punta de bronce o cobre y el otro golpeaba el combo cogido por ambas manos35. Con la dedicación a la minería, los mitayos se fueron especializando. Así estaban los barreteros o cortadores de mineral. Los apires o transportadores, que sacaban el mineral desde lo más profundo hasta el exterior. Generalmente trepaban en escaleras ayudados por otro que llevaba una vela atada en la frente o en el dedo meñique, vela que era comprada por el propio indio. La frecuencia del mineral caído al ser ascendido produjo el oficio de los siquepiques, quienes se encargaban de recogerlo36. Los pallires, que a veces eran mujeres, seleccionaban y juntaban el mineral para ser pulverizado. Los pirqueres, estructuraban maderas como soportes internos en el socavón y dentro de la mina estaban los indios morteros, que echaban el mineral para la trituración, tras ese proceso, los temiceros cernían el mineral triturado. La labor subterránea era intensa y resultaba normal que los mitayos mueran por asfixia. Ingresaban al socavón los lunes por unas sogas de cuero y como no salían hasta el sábado, metían para su sustento talegas de maíz, y trabajaban con candelas de sebo. A medida que pasaban los años y viendo que se podía extraer mayor cantidad de mineral en una mayor profundidad, se ampliaba el trabajo cruel con escaleras enclenques que se rompían y producían muertes constantes de los mitayos.37 Para lograr que el mineral extractado sea convertido en plata refinada, posteriormente, 34 La mita era el trabajo rotativo y obligatorio en Potosí, de todos los indios de 18 a 50 años que vivían en 16 provincias del Virreinato. Caciques, yanaconas y extravagantes. Laura Escobari de Querejazu. 2012.p180. 35 Bertolio, Manuel 1919. Manual del minero y buscador de minas p.85, en Historia de la minería andina. Carlos Serrano 2014. 36 Caciques, yanaconas y extravagantes. Laura Escobari de Querejazu.2012.p183. 37 “Los indios huyen a tierras de infieles, otros de despeñan con sus hijos y mujeres y otros quiebran las piernas y brazos de su hijos para no verlos atormentados en la esclavitud decía el conde de Lemus”. Crespo Los Aramayo de los Chichas. 1981. p.20.
Indígenas trabajando. Representación expuesta en la Casa de la Moneda, donde se muestra que avivan el fuego para procesar la plata durante la mita. Foto: MECHC
Plano del cerro rico que hicieron los españoles tras su llegada. Está en la Casa de la Moneda. Foto: MECHC
LOS CHICHAS EN LA COLONIA - 43 - se usó el azogue (mercurio). Consistía en moler el metal hasta convertirlo en polvo o harina, se agregaba agua y luego sal común, compuesto al que lo llamaban mena, luego se mezclaba con azogue y se lavaba esa masa para que se convierta en piñas, posteriormente se procedía a separar la plata del azogue y finalmente se fundía, tanto para el anterior procedimiento como para el actual se necesitaba combustible, que para el caso era la leña recolectada de los valles, cuya obtención se mencionó anteriormente. Durante la segunda mitad del siglo XVI, se ejecutó la mita inmisericorde impuesta por el Virrey Toledo, y resultó contraproducente incluso para los españoles, ya que con esas condiciones laborales se provocó la disminución de población indígena.
SEGUNDA PARTE Relación laboral de los chichas con autoridades españolas
María Elena Chambi Cáceres - 46 - Tarija y los chichas Ante este panorama los hispanos, cuyo apreció especial recaía en las minas de oro y plata, los productivos valles de la región de los chichas y obviamente el resguardo del cerro Rico de Potosí, tomaron un conjunto de medidas para evitar la merma de originarios y simultáneamente frenar el avance de chiriguanos. Entre esas medidas se encontraban, fundar y poblar Tarija por un lado; y por el otro, negociar con los caciques chicheños, un compromiso de reducir la cantidad de mitayos para Potosí y contribuir con la defensa del territorio sureño. Es así que en 1548, Luis de Fuentes fundó la Villa de San Bernardo de la Frontera de Tarija y tras una expedición que realiza Toledo en 1572, le comisiona para que éste emprenda una estrategia que contenga a la avanzada de chiriguanos, nombrándolo Capitán y Justicia Mayor por seis años, con jurisdicción civil y criminal desde el 22 de enero de 1574. Le autoriza llevar al valle unos 50 hombres de Chichas. Asimismo ordena, dos meses después, el 12 de marzo del mismo año, que los caciques de Talina y demás pueblos de chicheños repartan a la Villa de Tarija 140 indios, para que éstos se sumen a la población tarijeña y trabajen en edificación, labranza y guarda de ganado, con un salario mínimo por día y maíz para su comida. Tres años después, el 18 de agosto de 1577, Toledo vuelve a decretar reclutamiento de aborígenes, autorizando recoger a los fugitivos y cimarrones38 de la provincia de Charchas y Chichas, para adoctrinarlos y convertirlos en yanaconas de la Villa de San Bernardo. En esta misión de poblamiento, junto con Luis de Fuentes, se hallaba el español hacendado de Tarija, Gutierre Velásquez de Obando, quien reclutó un grupo de chicheños para llevarlos a ese valle, mérito que le permitió ser propietario de las tierras de Tojo (Tarija) Yavi y Humahuaca (actual norte argentino). Para obligar a los nativos, Gutierre los aprisionó y secuestró los bienes de 200 chicheños de Talina, donó una botija de pólvora cada año, para la defensa de los 38 Cimarrón. Se decía del esclavo que se refugiaba en los montes buscando la libertad
LOS CHICHAS EN LA COLONIA - 47 - huestes, herramientas, semillas, bueyes, rejas y se ocupó de la manutención de varios soldados para ese objetivo.39 Otro que se sumó a la expedición de Luis de Fuentes, fue Juan de Mogollón Acosta, y en retribución a ello se ganó las tierras de Oploca en Chichas. Una vez que reunió a los indios chichas y al ver la resistencia que éstos ponían, Toledo mandó hacer un presidio con puertas en el lugar que sería la plaza de Tarija donde los introdujo a los reclutados chichas y tomatas, formando así una especie de campo de concentración para que se organicen y vayan a detener el paso de los chiriguanos.40 En ese proceso de organización político administrativa de Tarija, el 19 de mayo de 1574 se creó el cargo para dos alcaldes ordinarios. Los alcaldes ordinarios41 fueron instituidos en lugares donde no había gobernador, su periodo de gestión era de un año y tenían las mismas atribuciones de este último en negocios, causas civiles y criminales. Los elegidos para esos cargos debían ser preferentemente descendientes de los descubridores o pacificadores que residían en ese lugar, mientras que los oficiales reales estaban impedidos de postularse42. También se implantaron cuatro cargos de regidores y un procurador, aun así Tarija continuaba bajo jurisdicción de la ciudad de la Plata y la ejecución de la Justicia y el Alguacil Mayor se centralizaban en Chuquisaca por medio de sus tenientes. En 1581, el cargo de Alguacil Mayor lo ocupó Gutierre Velásquez de Obando, por haber contribuido a la labor de pacificación cuando llevó nativos chicheños a la Villa de San Bernardo. En esa su función, construyó un fuerte en el valle, para así evitar la fuga de aquellos. Los privilegios de los pobladores de Tarija, por órdenes de la Corona, era que todos sus delitos sean perdonados y sean tratados como españoles, de modo que no podían ser apresados, ni decomisada ninguna de sus pertenencias, aunque tengan deudas pendientes, con el único objetivo de mantener poblada esa región. Así lo corrobora la provisión de 6 de abril de 1582, cuando el Virrey Miguel Enríquez de Almanza instruye: 39 Archivo Histórico de Jujuy. AH-J C-261 f. 42 y sgte. en “El maestre de campo Don Pablo Bernárdez de Obando su certificación de méritos y su filiación”. Margarita Gentile L. 1994. p.216. 40 La legislación toledana acerca de los yanaconas y la población indígena de Tarija del siglo XVII. Carlos Zanolli. 2012. p 108. 41 Congreso de la República del Perú. ALP. Libro Quinto. Título Tercero. De los Alcaldes Ordinarios. Ley primera. 1537. 42 Idem. Ley vj. 1619.
María Elena Chambi Cáceres - 48 - “A los dichos pobladores y vecinos de dicha villa se les hiciese merced de les conceder las exenciones y libertades que se conceden a los conquistadores y cerca de no poder ser presas sus personas ni ejecutados en sus armas y caballos camas ni vestidos ni en los bueyes ni aparejos de arar” “…y que los vecinos que en ella están no se vayan ni ausenten tiempo de seis años no puedan ser presos por ningunas deudas que deban o debieren a cualesquier personas de cualquier calidad y condición que sean” 43 El mismo año, el Virrey Enriquez, permitió a Luis de Fuentes tener tenientes en Chichas, en los repartimientos de Calcha y Talina para defender a los indios contra los agravios que ejecutaban los soldados de Tucumán. Entre tanto, la vanguardia de chiriguanos, que no cesaba en sus intentos de avanzar por el territorio chicheño, logró en determinando momento imponerse en Talina, donde ingresaron y consiguieron el pago de tributos de sus pobladores, ulteriormente juntos se sumaron en revueltas contra los españoles. En una ocasión, el año 1564, este grupo sublevado cercó la población de Suipacha, atacaron a una decena de frailes y clérigos durante tres días y lanzaron flechas contra la cruz, aunque fueron controlados por el Capitán español, Martín Almendras. Esa desobediencia promovió que los europeos, que consideraban a los chicheños como “mejores indios para las minas y todo lo demás”, aceleren la negociación con los caciques chicheños. 43 Archivo y Biblioteca Histórica – Fondo Colonial. Caja 1583. Doc. 5. 1582 en Zanolli. 2012. p.21.
LOS CHICHAS EN LA COLONIA - 49 - Alianza españoles – chicheños En virtud de aquello, los españoles hicieron una especie de convenio con una fracción de la totalidad de los ayllus de indios chichas, para que éstos envíen aborígenes a Tarija y otro grupo se quede en Talina para frenar el ingreso de chiriguanos a la zona chicheña. Es así, que el 24 de julio de 1573, la expedición europea, encabezada por el Capitán Agustín Ahumada, Visitador General de la provincia Chichas y del repartimiento de puna, inicia un poblamiento desde el pueblo de reducción de San Juan de la Frontera del Valle de Talina, llevando más “indios de jatun chichas” para dotarles de tierras, señalándoles los límites de sus propiedades y autorizándoles a preparar esos dominios para sus sembradíos.44 Para el cacique alcalde de Talina, “Don Esteban Condori” y sus indios destinan un espacio de tierra desde el valle alto de Talina hasta el valle bajo de Tupiza, Estarca y Palquiza. La parte del Pucará45 fue otorgada al capitán español Martín Almendras, mientras que de Sumpora, cerca de Suipacha, hasta Moreta incluyendo Sococha y Mojo, le fue dado al visitador, Fernando Estarcaya, cacique posesionado por el comendador Pedro Zárate. Asimismo Ahumada les advierte que quien osara incumplir ese mandato recibirá “cien azotes y trasquilado públicamente”. 46 A finales de ese mismo año, se identifica a dos caciques importantes: Diego Espeloca, “cacique principal” de los Chichas, de la parcialidad de Anansaya y Hernando Chorolque de la parcialidad de Urinsaya, quienes tenían bajo su control a una diversidad de ayllus, que a solicitud de los españoles podían trasladarlos de un lugar hacia otro. Tras esta especie distribución de tierras, Toledo hace un levantamiento de datos demográficos en 1575, sobre la cantidad de chicheños que tributaban. La cifra 44 ABNB 1573, 24 de julio. S. J. de la F. de Talina. f.27 45 Cerro elevado 46 ABNB 1553. 24 de julio S. J. de la F. Talina.fs.28.
María Elena Chambi Cáceres - 50 - asciende a 833 hombres de 18 a 50 años. En Talina eran 313 y en Calcha 520. Como el acuerdo era exclusivamente con los nativos que ocupaban tierras colindantes con los chiriguanos, deciden que Talina y Calcha sólo envíen el 7% de mitayos y sean exonerados de esa labor cuatro caciques, dos de cada reducción, mientras que los otros repartimientos debían enviar un 15 a 17%. Tasación del Virrey Toledo en los Chichas 6 de febrero de 157547 Parcialidad Tributarios de 18 a 50 años Viejos e impedidos Muchachos de hasta 17 años Mujeres de todas las edades Total Calcha 520 151 511 922 2104 Talina 313 76 209 476 1074 Total 833 227 720 1398 3178 Otro punto de los acuerdos entre españoles y chicheños fue la administración de tambos para los caciques en tierras chicheñas, que lo hacían desde tiempos prehispánicos, según afirma Palomeque. El trabajo en los tambos, era hospedar, alimentar y cuidabar a los animales de los comerciantes o forasteros que viajaban desde Potosí hasta Tucumán y viceversa. El papel de los indígenas chicheños era proveer de comida, vender: gallinas, pollos, carneros, perdices, yerba y leña, con un ingreso monetario, como una especie de privilegio, pues en el resto de tambos, de otras parcialidades, se les impedía la venta de carneros y alimento para los pasajeros o sus caballerías.48 En vista de despotismos frecuentes, la Corona estableció en su legislación, que los españoles y sus allegados deben pagar el precio justo por la comida y hospedaje que se les daba en los tambos, caso contrario se sujetarían a sanciones, sobre todo a aquellos, que agraviando a los indios, conseguían estos servicios de forma gratuita49, orden que no se ejecutaba en los hechos, porque desde 1543 el gobernador Vaca de Castro dictaminó: “... que los caminos, tambos, puentes y recaudo para ello, estuviesen a cargo de los mismos indios, como antes estaba... sin que a los indios 47 Fuente: Tasa de la visita general de Francisco Toledo, 242-244. 48 Congreso de la República del Perú. ALP. Libro Sexto, “Título Treze”. Del Servicio en Chacras, Viñas, Olivares, Obrajes, Ingenios, Tambos, Perlas, Recuas Carreterías, Casas, Ganados y Bogas. Ley iiij. 1596. 49 Idem. Ley v. 1563.