El arte Rupestre del
Valle de Lasana
(SECTORES PONA, DESCANSO EN
LUCIO Y CHACRAS VIEJAS)
Osvaldo Rojas M ondaca
“EL ARTE RUPESTRE DEL
VALLE DE LASANA”
(SECTORES PONA, DESCANSO
EN LUCIO Y CHACRAS VIEJAS)
Osvaldo Rojas Mondaca
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Dibujó: Jannice Rojas Vásquez
Diagramó: Eduardo Aballay Yáñez
Registro de Propiedad Intelectual
Nº 161.073
I.S.B.N.
En trámite
3
Dedicado
Al Pueblo Likan antai
Osvaldo Rojas Mondaca
La raza mártir, nacida
Entre un coro ancestral de volcanes:
Fantástica canción de cuna,
Para arrullar los pasos vacilantes,
Del Dios hombre
En el amanecer de la vida humana,
Sobre el ara mitológica de los andes.
Progenie de Dioses ancestrales;
Padre sol el de la faz de llamas
Y de madre tierra, cuna sempiterna.
Héctor Pumarino Soto
4
5
PRESENTACION
Los umbrales, “las puertas” a otras dimensiones,
donde se viaja entre llamas y se observan los Andes
sentado en los vértices de lejanas constelaciones, donde
cruzamos el vuelo del cóndor.
Grabadas en las rocas de acantilados y valles,
están estas “puertas”, ahí está la recua de llamas guiada
por el guardián eterno, ahí están los hombres sacros, los
guerreros que custodian las entradas al mundo del
comienzo de nuestros tiempos.
En el inicio terreno, los cazadores grababan las
imágenes mágicas que le entregaban el sustento, que le
entregaban la vida, los agricultores andinos, llegaban
masivamente en determinadas épocas del año a reunirse
en torno a estos complejos rupestres, fortaleciendo sus
contactos con otros grupos, en fin, eran habitantes de
los mismos valles, pastores de las mismas praderas, sus
sacerdotes habrían estas “puertas” y viajaban a través
de ellas llevando los ruegos de sus hermanos, volvían
con el mensaje de los Dioses.
Los viajeros, dejaron sus mensajes en sus
refugios, en los sitios de ofrenda, en los caminos que
surcaban las planicies y montañas, necesitaban
protección de sus Dioses, para navegar en el vasto mar
de arena del desierto que los cobijaba.
Hoy los encontramos como mudos testigos de
una historia oculta, pero en sus trazos encontramos al
6
hombre, quien nos abre sus “puertas” y nos entrega con
profunda nobleza su mensaje sin tiempo.
Osvaldo Rojas Mondaca
7
LASANA
ASPECTOS GENERALES
Valle de El Loa ubicado en la región de
Antofagasta a 48 kilómetros al interior de la Ciudad de
Calama, a 22° 20´ latitud sur y a 68° 39´ de latitud
oeste a 2.500 metros sobre el nivel del mar, es parte de
la Comuna de Calama y la componen un conjunto de
casas diseminadas a lo largo del Valle. Actualmente se
encuentra en construcción el pueblo de Lasana el cual
se ubica en un sector adyacente al “Pukara” en un área
de planicie en el sector de mayor amplitud del Valle.
Antiguamente, Chiu-Chiu y Lasana eran un gran
asentamiento humano, como punto obligado entre la
ruta de Potosí a Cobija y entre San Pedro de Atacama y
Cobija. Asimismo, se consideraba a Chiu-Chiu la
capital de la hoy llamada Provincia El Loa, inclusive
los Españoles la denominaron, Atacama la Chica.
Treinta años atrás Lasana y Chiu-Chiu constituían
prácticamente un mismo pueblo; la capilla de Lasana
fue construida en el año 1969 hasta entonces la gente
del Valle asistía a sus prácticas religiosas en la Iglesia
de Chiu- Chiu, la sepultación de sus familiares hasta
pocos años atrás se realizaban en el cementerio de la
comunidad de Chiu- Chiu.
8
GEOLOGIA
El área en la cual se inserta el Valle de Lasana,
corresponde a la “Formación El Loa” FUENZALIDA,
(1957), mioceno superior, plioceno inferior,
posteriormente, BRUGGEN se refiere a éstas con el
nombre de “Calizas del Loa” y describió sus
características litológicas, finalmente, NARANJO y
PASKOFF (1981) separan de ella una secuencia de
limos, arcillas y diatomitas (Formación Chiu- Chiu),
discordante sobre la formación El Loa.
La formación El Loa se dispone, en
discordancia angular, sobre la formación Calama y
sobre la formación Arca en el sector Conchi, e
infrayacente, en discordancia, a la formación Chiu-
Chiu.
Los afloramientos de la formación El Loa, se
exponen en la quebrada, bordeando el Valle del Loa,
constituida por una secuencia estratificada, en capas de
5 mts. a 10 mts. de espesor, de gravas, areniscas,
conglomerados y arcillas en la parte inferior, y calizas,
areniscas calcáreas y travertino, en su porción superior,
en las cuales se intercalan algunas de las ignimgritas
expuestas en la cordillera de los Andes, MARINOVIC
y LAHSEN (1984), las cuales presentan paneles
propicios para el desarrollo del arte rupestre
(ignimgritas rosas).
9
ECOLOGIA
El sistema ecológico que nos presenta la
provincia El Loa en el sector Lasana, corresponde a los
valles típicos de las regiones premontañosas Andinas,
donde las reconocidas condiciones de aridez, con
fuentes de agua dulce escasas, con vegetales duros los
que no alcanzan a generar áreas con sombras, ni peces
ni anfibios, encuentran en la zona condiciones
adecuadas para su expansión. Las mismas condiciones
climáticas y ecológicas otorgan a los reptiles, aves y
mamíferos, un escenario biológico diferente, los dos
últimos grupos están dotados de avanzados sistemas
morfo – fisiológicos que les permiten vivir en zonas de
gran aridez, o de bajas temperaturas, ambas
condiciones presentes en el Valle de Lasana, donde los
días son calurosos y las noches bastante frías.
Las limitadas especies de algunos grupos, así
como sus pequeñas zonas de distribución de muchas
otras, no obstante, reflejan la fragilidad con la que se
han desenvuelto algunas poblaciones en la región
media del Loa, toda esta diversidad, incluso toda la
fragilidad de las poblaciones animales, convierten el
Valle en una zona rica, con elementos biológicos
endémicos, de manera que su protección, que debe ser
progresiva y cada vez más rigurosa, se torna en
nuestros días en una necesidad para el sustento de tan
peculiares comunidades zoológicas G. Ramírez (2005).
10
LA CULTURA ATACAMEÑA
VISION GENERICA
Los Españoles fueron los primeros en señalar
que los habitantes de la región del Loa tenían una
cultura que difería de los demás pueblos andinos (Vivar
1558), fue Max Uhle (1901) el primero en señalar las
características de esta cultura, relacionándola con el
Tiahuanaco en Bolivia, Latcham (1936) siguiendo la
línea de Uhle, desde el punto de vista etnológico
relaciona la cultura Atacameña con la de los Chinchas.
Para Le Paige (1957) la cerámica negra pulida
caracteriza la cultura Atacameña, independientemente
de las relaciones que tenía con otras culturas, la cultura
Atacameña tuvo varias etapas de desarrollo
socioeconómico desde la etapa de los cazadores
recolectores, 12.000 A.C. pasando por los grandes
complejos agrícolas de los períodos medios y tardíos,
hasta las últimas colectividades Atacameñas que se
conservan en el altiplano Chileno, el área de esfera
Atacameña se restringe hasta Quillagua por el Norte y
Taltal por el Sur. Orellana (1963) hace los primeros
esbozos de una nueva cronología de la cultura
Atacameña, distinguiendo dos grandes etapas:
1ra. Etapa Cazadores Recolectores: Representados
generalmente, por grandes complejos de talleres líticos,
con burdas tipologías de fabricación de artefactos,
desgraciadamente, estos grandes complejos se
encuentran generalmente en superficie sin asociación a
11
otras evidencias culturales u orgánicas, razón por la
cual sus cronologías son generalmente de asociación
tipológica, los descubrimientos con fechados físico
químicos para la región, nos proporcionan
antecedentes sobre los cazadores arcaicos en el sector
Chiu- Chiu entre los 2.500 A. C.
2da. Etapa Agro Alfareros: Evidencia el
sedentarismo, la ocupación de los Valles con fines
agrícolas, el desarrollo de los diferentes tipos cerámicos
que identifican la cultura Atacameña, la cerámica roja
pulida, negra pulida, roja violácea e inca, elementos
que evidencian diferentes estados culturales y
cronológicos, las investigaciones arqueológicas, han
avanzado notablemente e innumerables son los trabajos
especializados en la prehistoria de esta zona
Atacameña, nos remitiremos en forma resumida sobre
esta temática, basado en estudios de Le Paige,
Bittmann, Núñez y otros.
Cazadores y Recolectores: Los cazadores y
recolectores llegaron a Chiu-Chiu en el último período
de esta etapa prehistórica, es decir entre los 2.700 y
2.000 A. C., como lo prueban los fechados
radiocarbónicos.
En un área de 14 Kms², se han ubicado más de
70 sitios del complejo Chiu-Chiu. Este complejo
presenta pequeños núcleos humanos, que se asentaban
por temporadas en los diferentes sitios, mientras en
otras estaciones, alternaban sus estadías con las
condiciones climáticas en lo que se denomina
desplazamientos transumánticos, Druss 1976.
12
Entre otros artefactos se incluyen varios tipos de
perforadores y pequeños microlitos, algunos muy bien
tallados a presión, matrices de perforadores, cuentas
líticas, de huesos, cordelería de lana de camélidos,
piedras de molienda, la mayoría de los artefactos líticos
están hechos en calcedonia blanca de la localidad o de
cristales de origen volcánico, también en estos sitios
encontramos una gran cantidad de huesos de aves y
pescado lo que indica el contacto con los habitantes de
la costa, a 212 kilómetros de distancia, la mayoría de
los sitios son campamentos, cada uno con su casa pozo,
algunos de estos sitios agrupaban una serie de casas que
se les denominó “Confluencia I”, Serracino Thomas
1971 y “Loa oeste 3”, Orellana 1971.
Las Primeras Aldeas del Loa: Estos tipos de
campamentos dieron surgimiento a las primeras aldeas
que tenemos en la Provincia de El Loa alrededor de
1.000 a 800 A. C., en la localidad de Chiu-Chiu, a unos
dos kilómetros al Norte del pueblo (Benavente 1981).
Las primeras manifestaciones de cerámica, las
encontramos alrededor de 800 A.C., a lo largo de toda
la quebrada entre Chiu-Chiu y Lasana (Pollard 1978),
esta cerámica a sido denominada Complejo Vega Alta
que es asociada con casas pozo. Posterior a este
período, comenzó el período medio con las
construcciones primitivas de pequeñas ciudades
alrededor del año 400 D.C. (Pollard 1970), en este
período hubo un desarrollo de la cultura Atacameña que
alcanza a Lasana y Chiu-Chiu, como puntos
importantes en sus propios viajes y de otras
comunidades, en el trueque por alimentos de la costa:
pescado, moluscos, sal a cambio de algarrobo, chañar,
13
textiles y cerámicas, asociado a estos aspectos Lasana y
Chiu- Chiu, presentan cementerios de proporciones
extraordinarias, Mostny 1952 y Spahni 1964.
El arqueólogo norteamericano Gordon Pollard,
hizo un estudio sobre el área, con los períodos
temprano, medio y tardío, el cual le permite llegar a un
esquema cronológico por el complejo Lasana que
incluye sitios arqueológicos tales como: Turi, Topaín y
varios sitios en Chiu-Chiu, donde sostiene que las
ciudades fortificadas en esta zona, comenzaron a
construirse en el año 400 D.C., alcanzando su
desarrollo máximo en el año 1.200 D.C. en esta área
tenemos dos “Pukaras”, uno en Lasana y otro en Chiu-
Chiu, estos pertenecen a los períodos Lasana I – II y III
entre el 400 y el 1.535, incluyendo la llegada de los
Incas y su presencia en los “Pukaras”.
14
EL “PUKARA” DE LASANA
Este complejo habitacional Atacameño, es bien
conocido en la literatura arqueológica, su primera
descripción se encuentra en Frezier 1717, seguido por
Bollaert 1860 y Nichols en 1929. La descripción más
extensiva en cuanto a la arquitectura de la ciudad de
Lasana, la realizó el etnólogo Sueco Stig Ryden (1944),
Latcham (1936) y Mostny (1948) hacen descripciones
y referencias a este monumento, Montandon (1951)
publica un cuaderno sobre el “Pukara”, refiriéndose a la
restauración de esta ciudad que se ejecutó en el año
1954.
Predominan en estas casas dos tipos de silos
(bodegas para almacenar alimentos, maíz, algarrobo, y
carne), unos estaban construidos en el exterior y
generalmente, eran sellados completamente y dejaban
una sola ventana chica, el otro tipo de silos se ubicaban
en forma subterránea, en algunas de estas estructuras se
han encontrado tumbas debajo de las piezas (Nichols
1929), sus murallas han sido construidas con piedras
sin labrar, sacadas de zonas aledañas al “Pukara”,
uniéndolas con barro, se utilizó madera de cactus,
algarrobo y chañar, para la construcción de los techos,
sobre los cuales se colocaba un recubrimiento de “brea”
y, sobre esta, barro, esto es posible observarlo hoy en el
piso de las estructuras habitacionales, otra de las
cualidades de esta ciudad Atacameña, es que sus calles
tenían formas serpenteante, para dificultar el ingreso de
masas humanas en un claro indicador defensivo,
fortalecido por un cierre perimetral que incluye el
15
sector que deslinda al río. Pollard 1970, calcula la
población en 1.000 personas, se estima demasiado la
cantidad para esta estructura, aceptándose un promedio
de 500 personas.
16
EL VALLE DE LASANA
Y SU ARTE RUPESTRE
El hombre ha grabado y pintado en superficies
rocosas desde remotos tiempos asociado a las primeras
ocupaciones humanas en la región andina, petroglifos y
pictogramas de diversos períodos existen en variados
ambientes de la zona, dichos vestigios de las
actividades mágico – religiosas de nuestras sociedades
primitivas se encuentran amenazadas por factores
naturales de destrucción y por la acción del hombre.
Numerosos sitios que poseen arte rupestre han
sido dañados por acciones vandálicas, por el desarrollo
urbano o por intentos bien intencionados de proteger
estos grabados con barnices, tizas de diversos tipos, en
algunos casos han sido robados, el deterioro natural es
un proceso constante pero menos dramático, ciclos de
temperaturas extremas, lluvia y sequedad hacen que la
roca se resquebraje, mientras que las afloraciones de
sales y la erosión eólica causan daños irreversibles en
su superficie, el Valle de Lasana no ha estado ajeno a
estas situaciones, razón por la cual fue necesario
registrar el arte rupestre existente en el sector “Pona”,
“Chacras Viejas”, en un trabajo asociado a la
comunidad creando conciencia para su conservación,
capacitando a los lugareños y difundiéndolo a través del
manejo turístico.
Entre “Pona” y “Chacras Viejas”, en el costado
oriental del cajón del Valle de Lasana, existen grandes
17
conjuntos de petroglifos y pictoglifos, los primeros
esculpidos en los grandes peñascos de liparitas a través
de punteados y raspados en estas superficies, las
segundas pinturas compuestas por tierras de color o
sangre animal fijadas con resinas vegetales, expresiones
rupestres que muestran escenas de rebaños de llamos y
hombres que en algunos casos los guían, estas
manifestaciones pueden pertenecer a dos períodos: El
medio (400 – 900 D.C. Lasana I – II) y el tardío (1.000
– 1553 D.C.). Cabe la duda que algunos puedan
pertenecer a la época hispánica, por el hecho de mostrar
formas equinas.
La presencia de estas manifestaciones en este
tipo de lugares (quebradas), es un fenómeno que se
encuentra en casi todo el Norte Grande Chileno. Al
respecto, se conocen dos teorías: La primera (Núñez
1976) propone que estas expresiones son indicadores
de rutas caravaneras que efectuaban el trueque entre
varias etnias, esta se conjuga en el sector Lasana, en
razón que su “Pukara” fue un centro de comercio entre
etnias; la segunda teoría (Van Kessel, 1976), propone
que este arte es un exvoto, ofrenda para un buen viaje,
dedicado a los espíritus que habitan las quebradas, lo
cual también en parte se confirma con los centros
ceremoniales (cajas), que se encuentran en la parte
superior del Valle.
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“EL ARTE RUPESTRE DEL
VALLE DE LASANA”
(SECTORES PONA, DESCANSO
EN LUCIO Y CHACRAS VIEJAS)
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CONJUNTO RUPESTRE
PONA
22
Latitud S 22º 17’ 31,2”
Longitud W 068º 38’ 15,2”
Altura 2.590 m.s.n.m.
Observaciones: Motivos geométricos zoomorfos
Conjunto en antiguos corrales, con denominación
antigua de LA-1, LA-2, LA-3. En conjunto con la
siguiente.
23
Latitud S 22º 17’ 31,2”
Longitud W 068º 38’ 15,2”
Altura 2.590 m.s.n.m.
Observaciones: Conjunto con denominación antigua de
LA-1, LA-2, LA-3. Medidas de roca: Largo 4.8 mts.
Alto 2,8 mts. Ancho 1,3 a 0,6 mts. En conjunto con la
anterior.
24
Latitud S 22º 17’ 32,8”
Longitud W 068º 38’ 12,8”
Altura 2.634 m.s.n.m.
Observaciones: Algunas imágenes con mucha patina.
Clasificación existente LA-C A-1.
25
Latitud S 22º 17’ 32,8”
Longitud W 068º 38’ 12,18”
Altura 2.640 m.s.n.m.
Observaciones: Figura antropomorfa aislada. Sin
numeración anterior.
26
Latitud S 22º 17’ 22,7”
Longitud W 068º 38’ 11,2”
Altura 2.640 m.s.n.m.
Observaciones: Conjunto de figuras en actividades de
pastoreo y rituales.
Pared conjunto LA-1 A-2
27
Latitud S 22º 17’ 29,4”
Longitud W 068º 38’ 10,8”
Altura 2.645 m.s.n.m.
Observaciones: Gran felino asociado al hombre.
Cercano al conjunto LA-1 A-2.
28
Latitud S 22º 17’ 22,7”
Longitud W 068º 38’ 11,2”
Altura 2.640 m.s.n.m.
Observaciones: Gran felino sin asociación. Vecino al
conjunto con el número LA-1 A-2
29
Latitud S 22º 17’ 32,8”
Longitud W 068º 38’ 12.22”
Altura 2.638 m.s.n.m.
Observaciones: Figura antropomorfa con tocado
cefálico. Clasificación existente LA-C A-3.
30
Latitud S 22º 17’ 29,7”
Longitud W 068º 38’ 09,5”
Altura 2.613 m.s.n.m.
Observaciones: Motivos antropomorfos y zoomorfos.
Se observan otras expresiones en el conjunto muy
difíciles de identificar. Vecino al conjunto LA-C 1-A-
7.
31
Latitud S 22º 17’ 29,7”
Longitud W 068º 38’ 09,5”
Altura 2.613 m.s.n.m.
Observaciones: Complejo conjunto de gran felino y
llamas. Clasificación existente LA-C 1-A-7.
32
Latitud S 22º 17’ 22,7”
Longitud W 068º 38’ 11,2”
Altura 2.640 m.s.n.m.
Observaciones: Figuras de llamas, asociadas al hombre
y una cruz cristiana de impresión reciente.
Contaminado con el nombre de Ziriaco Ramírez.
Presenta igualmente trazas de pinturas en rojo no
identificadas, ¿llamas?
33
Latitud S 22º 17’ 46,5”
Longitud W 068º 38’ 16,6”
Altura 2.599 m.s.n.m.
Observaciones: Roca medianamente patinada.
Clasificación existente LA-5.
34
Latitud S 22º 17’ 50,3”
Longitud W 068º 38’ 17,7”
Altura 2.601 m.s.n.m.
Observaciones: Llamas y felinos. Las llamas muy
estilizadas. Clasificación existente LA-7
35
Latitud S 22º 17’ 56,3”
Longitud W 068º 38’ 20,5”
Altura 2.549 m.s.n.m.
Observaciones: Llama muy erosionada. Clasificación
antigua LA-8.
36
Latitud S 22º 17’ 56,3”
Longitud W 068º 38’ 20,5”
Altura 2.549 m.s.n.m.
Observaciones: Motivo, llama sin cabeza muy patinada.
Clasificación antigua LA-9.
37
Latitud S 22º 18’ 04,3”
Longitud W 068º 38’ 24,5”
Altura 2.558 m.s.n.m.
Observaciones: Motivos geométricos con descripción
indefinida. Clasificación existente LA-10.
38
Latitud S 22º 17’ 56,5”
Longitud W 068º 38’ 19,9”
Altura 2.578 m.s.n.m.
Observaciones: Figuras antropomorfas con tocados
cefálicos, posible gorro cuatro puntas. Registro
existente LA-11.
39
Latitud S 22º 17’ 56,5”
Longitud W 068º 38’ 19,9”
Altura 2.578 m.s.n.m.
Observaciones: Figuras antropomorfas con tocados
cefálicos, posible gorro cuatro puntas. Registro
existente LA-11.1.
40
Latitud S 22º 18’ 05,2”
Longitud W 068º 38’ 24,5”
Altura 2.581 m.s.n.m.
Observaciones: Figura felina muy bien conservada,
asociada a la llama. Clasificación existente LA-14.
41
Latitud S 22º 18’ 13,1”
Longitud W 068º 38’ 28,5”
Altura 2.587 m.s.n.m.
Observaciones: Figuras antropomorfas y zoomorfas con
tocados cefálicos. Figuras chamánicas. Clasificación
existente LA-24
42
Latitud S 22º 18’ 14,3”
Longitud W 068º 38’ 27,9”
Altura 2.604 m.s.n.m.
Observaciones: Figuras de llamas estilizadas.
Clasificación existente LA-25.
43
Latitud S 22º 18’ 15,1”
Longitud W 068º 38’ 28,1”
Altura 2.615 m.s.n.m.
Observaciones: Figuras geométricas no definidas.
Clasificación existente LA-26.
44
Latitud S 22º 18’ 16,1”
Longitud W 068º 38’ 28,1”
Altura 2.604 m.s.n.m.
Observaciones: Motivos geométricos de interpretación
compleja. Sin numeración existente.
45
Latitud S 22º 18’ 16,6”
Longitud W 068º 38’ 27,8”
Altura 2580 m.s.n.m.
Observaciones: Conjunto de asociación ganadera y de
caza, nótese el individuo con boleadoras. Clasificación
existente LA-34.
46
Latitud S 22º 18’ 16,7”
Longitud W 068º 38’ 27,8”
Altura 2.612 m.s.n.m.
Observaciones: Llamas en bloque con presencia de
perforación para tiro sin percutar. No presenta
numeración.
47
Latitud S 22º 18’ 20,1”
Longitud W 068º 38’ 31,3”
Altura 2.605 m.s.n.m.
Observaciones: Motivos zoomorfos y geométricos.
Clasificación existente LA-36.
48
Latitud S 22º 18’ 21,1”
Longitud W 068º 38’ 29,0”
Altura 2.588 m.s.n.m.
Observaciones: Llama en muy buen estado escasa
patina. Clasificación existente LA-37.
En conjunto con la siguiente.
49
Latitud S 22º 18’ 23,5”
Longitud W 068º 38’ 31,0”
Altura 2.580 m.s.n.m.
Observaciones: Figuras geométricas y llamas asociadas
al hombre. 2 conjuntos en la misma roca. Clasificación
existente LA-39.
En conjunto con la anterior.
50