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Published by Marvin's Underground Latino USA, 2018-08-12 13:16:39

desarrollo-humano

desarrollo-humano

Bienestar en la adultez tardía Pregunta2 de la guía

En general, los adultos mayores sufren menos trastornos mentales, son más felices y se sienten más ¿Qué estrategias y
satisfechos con la vida que los adultos más jóvenes (Mroczek y Kolarz, 1998; Wykle y Musil, 1993; recursos contribuyen
Yang, 2008). De hecho, un estudio reciente realizado con 340 000 adultos demostró que la feli- al bienestar y la
cidad suele ser alta aproximadamente a los 18 años, disminuye hasta que la gente alcanza los 50 salud mental de los
años y luego tiende a aumentar de nuevo hasta los 85 años, momento en que alcanza niveles incluso adultos mayores?
más altos que en los años de la adolescencia (Stone, Schwartz, Broderick y Deacon, 2010). ¿Cómo
se explica esta notable capacidad de afrontamiento y qué contribuye al envejecimiento exitoso?

El aumento de la felicidad al final de la vida puede reflejar en parte el valor de una perspec-
tiva madura, pero también la supervivencia selectiva de la gente más feliz. Con todo, existen
algunas variaciones y disparidades sociales entre las cohortes. Por ejemplo, los baby boomers mues-
tran niveles más bajos de felicidad que las cohortes anteriores y posteriores, lo que tal vez obedece
al inmenso tamaño de su generación, a las presiones resultantes de la competencia por la educación,
el empleo y la seguridad económica, así como a los turbulentos eventos sociales de sus años for-
mativos. La incidencia de las desigualdades de género, raciales o étnicas y educativas en la felicidad
se ha reducido o, en el caso del género, ha desaparecido, en especial desde mediados de la década
de 1990. Además, es posible que las desigualdades sociales tengan menos efecto en la vejez en la
medida que los cambios biológicos, los eventos de la vida, la capacidad para afrontar el estrés y el
acceso a la asistencia social y los servicios de apoyo juegan un papel más importante (Yang, 2008).

AFRONTAMIENTO Y SALUD MENTAL afrontamiento
Pensamiento y conductas adap-
El afrontamiento se refiere a los pensamientos y conductas adaptativas que se proponen aliviar tativas dirigidos a reducir o aliviar
el estrés que surge de condiciones dañinas, amenazantes o desafiantes. Se trata de un aspecto el estrés que surge de condicio-
importante de la salud mental. Vamos a examinar dos aproximaciones teóricas al estudio del nes dañinas, amenazantes o
afrontamiento: el modelo de las defensas adaptativas y el de valoración cognoscitiva. Luego desafiantes.
veremos un sistema de apoyo al que recurren muchos adultos mayores: la religión.

George Vaillant: defensas adaptativas ¿Qué contribuye a mostrar una buena salud men- Aunque el uso del
tal en la vejez? De acuerdo con tres estudios prospectivos de 60 años, un factor predictivo “habla dirigida al anciano” (el
importante es el uso de defensas adaptativas maduras cuando se afrontan problemas en un uso de palabras o frases
momento más temprano de la vida. del tipo “¿Cómo nos hemos
sentido?” o “¡Buena chica!”)
Vaillant (2000) estudió a los supervivientes de sus estudios anteriores así como a una pretende demostrar el deseo
submuestra de mujeres del estudio de Terman de los escolares sobredotados de California naci- de ayudar o amabilidad, es
dos alrededor de 1910. Los que en la vejez mostraban el mejor ajuste psicosocial eran los que, más probable que se con-
más temprano en la adultez, habían usado defensas adaptativas maduras como el altruismo, el sidere degradante o condes-
sentido del humor, la supresión (no desanimarse), la anticipación (planear para el futuro) y la cendiente.
sublimación (reorientar las emociones negativas a empresas productivas).
Balsis y Carpenter, 2006.
¿Cómo funcionan las defensas adaptativas? De acuerdo con Vaillant (2000), pueden modificar
la percepción de la gente hacia los hechos que no pueden cambiar. Por ejemplo, en los estudios modelo de valoración
mencionados, el uso de defensas adaptativas predijo el funcionamiento físico subjetivo, aunque cognoscitiva
no pronosticó la salud física objetiva según la medición de los médicos. Modelo de afrontamiento pro-
puesto por Lazarus y Folkman
Las defensas adaptativas pueden ser inconscientes o intuitivas. En contraste, el modelo de que postula que, a partir de la va-
valoración cognoscitiva, que estudiaremos enseguida, destaca las estrategias de afrontamiento loración continua de su relación
elegidas de manera consciente. con el ambiente, las personas eli-
gen estrategias de afrontamiento
Modelo de valoración cognoscitiva Según el modelo de valoración cognoscitiva (Lazarus apropiadas para lidiar con situa-
y Folkman, 1984), las personas eligen de manera consciente estrategias de afrontamiento de acuerdo ciones que ponen a prueba sus
a cómo percibe y analiza una situación. El afrontamiento incluye cualquier cosa que un individuo recursos normales.
piensa o hace al tratar de adaptarse al estrés, sin importar lo bien que funcione. Elegir la estrategia
más apropiada requiere una revaloración continua de la relación entre la persona y el ambiente.

Estrategias de afrontamiento: enfocadas en el problema o en la emoción Como señalamos
en el capítulo 13, las estrategias de afrontamiento pueden enfocarse en el problema o en la emoción.

PREGUNTA 2 DE LA GUÍA Bienestar en la adultez tardía 577

afrontamiento enfocado en el El afrontamiento enfocado en el problema implica el uso de estrategias instrumentales u
problema orientadas a la acción para eliminar, controlar o mejorar una condición estresante. Por lo gene-
Según el modelo de valoración ral, este tipo de afrontamiento predomina cuando la persona ve una oportunidad realista de
cognoscitiva, estrategia de afron- cambiar la situación. El afrontamiento enfocado en la emoción se dirige a “sentirse mejor”:
tamiento dirigida a la elimina- controlar la respuesta emocional a una situación estresante para aliviar su efecto físico o psico-
ción, manejo o mejoramiento de lógico. Es probable que este tipo de afrontamiento predomine cuando la persona concluye que
una situación estresante. poco o nada puede hacerse para modificar la situación.

afrontamiento enfocado en la Las respuestas enfocadas en el problema a una serie de reprimendas severas del empleador
emoción pueden consistir en trabajar más, poner en práctica maneras de mejorar las habilidades laborales
De acuerdo con el modelo de o buscar otro empleo. Las respuestas enfocadas en la emoción pueden consistir en negarse a
valoración cognoscitiva, estrate- pensar en la reprimenda o convencerse a uno mismo de que el jefe en realidad no pretendía ser
gia de afrontamiento dirigida a tan crítico. La investigación ha distinguido dos tipos de afrontamiento enfocado en la emoción:
manejar la respuesta emocional proactivo (confrontar o expresar las emociones o buscar apoyo social) y pasivo (evitar, negar o
a una situación estresante cuyo suprimir las emociones o aceptar la situación tal como es).
objetivo es reducir su efecto fí-
sico o psicológico.

Diferencias de edad en la elección de los estilos de afrontamiento Los adultos mayores son

más propensos que los más jóvenes a adoptar el afrontamiento enfocado en la emoción (Blan-

chard-Fields, 2007); esto es cierto sobre todo en el caso del anciano de edad avanzada (Martin

et al., 2008). Por lo general, el afrontamiento enfocado en la emoción es menos adaptado que

el afrontamiento enfocado en el problema, pero sólo cuando hay algo realista que pueda hacerse

acerca del problema. Cuando no existe una solución puede ser más adaptado controlar las emo-

ciones negativas o desagradables. Además, el uso conjunto del afrontamiento enfocado en la

emoción y el enfocado en el problema ofrece un rango más amplio y más flexible de respuestas

a los eventos estresantes.

En estudios en que se preguntó a adultos tempranos, de mediana edad y adultos mayores

cómo lidiarían con diversos tipos de problemas, los participantes, sin importar su edad, elegían

más a menudo estrategias enfocadas en el problema (fuese a través de la acción directa o anali-

zando el problema para tratar de entenderlo mejor). Las mayores diferencias de edad aparecieron

en los problemas con implicaciones emocionales o estresantes muy elevadas, como el de un

hombre divorciado al que sólo se le permite ver a su hijo los fines de semana pero quiere verlo

más a menudo. En esas situaciones, era más probable que los adultos de todas las edades eligie-

ran estrategias enfocadas en la emoción, pero los adultos mayores elegían estrategias enfocadas

en la emoción (como no hacer nada, esperar a que el niño fuese mayor o tratar de no preocuparse

por ello) más a menudo que los adultos más jóvenes (Blanchard-Fields et al., 2004).

Al parecer, la gente desarrolla con la edad un repertorio más flexible de estrategias de afron-

tamiento. Los adultos mayores pueden emplear estrategias enfocadas en el problema, pero utilizan

mejor que los adultos más jóvenes la regulación emocional cuando la situación parece requerirlo,

es decir, cuando una acción enfocada en el problema sería inútil o contraproducente (Blanchard-

Fields et al., 2004).

El afrontamiento enfocado en la emoción puede ser de particular utilidad para afrontar lo

pérdida ambigua que la terapeuta familiar Pauline Boss (2007) llama una pérdida ambigua (vea el recua-
Una pérdida que no está definida
con claridad o que no implica un dro 19.1). Boss aplica ese término a las pérdidas que no están definidas con claridad
cierre.
o que no implican un cierre, como la pérdida de un ser querido que todavía vive

con la enfermedad de Alzheimer o la pérdida de

la tierra natal, que los inmigrantes ancianos pue- ¿Qué tipo de afrontamiento suele
den sentir mientras vivan. En tales situaciones, utilizar más: el enfocado en el problema

la experiencia puede enseñar a la gente a aceptar o el enfocado en la emoción? ¿Qué tipo

lo que no se puede cambiar, una lección que usan más sus padres? ¿Y sus abuelos?
muchas veces es reforzada por la religión. ¿En qué tipo de situaciones parece ser
más eßcaz cada tipo de afrontamiento?
Los estilos de afrontamiento no sólo se rela-

cionan con el bienestar emocional y psicológico,

sino también con el bienestar físico. En general, las personas más felices son más sanas, y la forma

en que un individuo afronta las pruebas y tribulaciones de la vida se relaciona con una serie de

resultados de salud importantes. ¿A qué se debe la existencia de dicho vínculo? La investigación

sugiere que el afrontamiento adaptado se relaciona con la salud a través de las trayectorias de la

578 CAPÍTULO 18 Desarrollo psicosocial en la adultez tardía

hormona del estrés (Carver, 2007). En un estudio realizado con más
de 500 adultos mayores, los que usaban estrategias de afrontamiento
enfocadas en el problema y buscaban apoyo social cuando enfrentaban
eventos estresantes en el curso del día exhibían niveles más bajos de
cortisol, una hormona del estrés, (O’Donnell, Badrick, Kumari y
Steptoe, 2008).

¿La religión o espiritualidad influyen en la salud y el La actividad religiosa parece
ayudar a mucha gente a
bienestar? La religión adquiere cada vez más importancia para afrontar el estrés y las
mucha gente a medida que envejece. En una encuesta aplicada a una pérdidas en la vejez; algunas
muestra nacional representativa, casi 50% de los adultos estadouniden- investigaciones sugieren que
ses en sus setenta y ochenta dijeron que asistían todas las semanas a su efecto en la salud y el
los servicios religiosos (Cornwell, Laumann y Schumm, 2008). La religión parece desempeñar un bienestar puede ser real.
papel de apoyo para muchos de ellos. Algunas posibles explicaciones incluyen el apoyo social, la
motivación para adoptar estilos de vida saludables, la percepción de ejercer control sobre la vida Control
por medio de la oración, la promoción de estados emocionales positivos, la reducción del estrés y ¿Puede...
la fe en Dios como una manera de interpretar las desgracias (Seybold y Hill, 2001). Pero, ¿con-
tribuye realmente la religión al progreso de la salud y el bienestar? identificar cinco mecanismos
adaptativos maduros
Muchos estudios sugieren una conexión positiva entre la religión o espiritualidad y la salud identificados por Vaillant y
(Lawler-Rowe y Elliot, 2009). De hecho, una revisión de los estudios con una metodología relativa- examinar cómo funcionan?
mente adecuada encontró una reducción de 25% en el riesgo de mortalidad entre los adultos sanos describir el modelo de
que asistían cada semana a los servicios religiosos (Powell, Shahabi y Thoresen, 2003). Otra revisión valoración cognoscitiva del
reveló asociaciones positivas entre la religiosidad o espiritualidad y medidas de salud, bienestar, satis- afrontamiento y explicar
facción matrimonial y funcionamiento psicológico y asociaciones negativas con el suicidio, delincuen- la relación entre edad y
cia, criminalidad y consumo de drogas y alcohol (Seybold y Hill, 2001). Al parecer, las conexiones elección de las estrategias de
entre salud y espiritualidad se deben en parte a que es más probable que las personas que asisten a afrontamiento?
una iglesia practiquen conductas saludables y tengan niveles más altos de apoyo social. Curiosamente, examinar cómo se
la variable crucial es la pertenencia a la iglesia per se más que la frecuencia con que se asiste (Lawler- relacionan la religiosidad y la
Row y Elliot, 2009). Aunque el estudio mencionado sólo se enfocó en la pertenencia a la iglesia, es espiritualidad con el riesgo
probable que la participación en otras tradiciones y comunidades religiosas actúe de manera similar. de mortalidad, la salud y el
bienestar en la vejez?
De las investigaciones sobre religión y espiritualidad, son relativamente pocas las que se
realizaron con minorías raciales o étnicas. En uno de esos estudios, entre 3 050 ancianos esta-
dounidenses de origen mexicano, los que asistían a la iglesia una vez por semana tenían un riesgo
de mortalidad 32% menor que los que no lo hacían nunca. Este índice se mantuvo cuando se
controlaron las características sociodemográficas, salud cardiovascular, actividades de la vida coti-
diana, funcionamiento cognoscitivo, apoyo social, conductas saludables, salud mental y salud
percibida (Hill, Angel, Ellison y Angel, 2005). En el caso de los ancianos negros, la religión se
relaciona de manera estrecha con la satisfacción con la vida y el bienestar (Coke, 1992; Coke y
Twaite, 1995; Krause, 2004a; Walls y Zarit, 1991). Un factor especial es la creencia de muchas
personas negras de que la iglesia los ayuda a sostenerse cuando deben confrontar la injusticia
racial (Ellison, Musick y Henderson, 2008).

MODELOS DE ENVEJECIMIENTO “EXITOSO” U “ÓPTIMO”

Debido al número cada vez mayor de adultos mayores activos y saludables, el concepto de enve-
jecimiento ha cambiado. El envejecimiento exitoso u óptimo ha reemplazado en buena medida la
idea de que el envejecimiento es resultado de procesos intrínsecos inevitables de pérdida y dete-
rioro. Como se vio en el capítulo 17, en las tasas de envejecimiento intervienen factores modifi-
cables, de lo cual se deduce que algunas personas pueden envejecer con más éxito que otras (Rowe
y Kahn, 1997). Una revisión reciente de las publicaciones sugiere que aproximadamente una
tercera parte de los adultos mayores de 60 años envejecen de manera exitosa (Depp y Jeste, 2009).

Una cantidad considerable de trabajos ha identificado tres componentes principales del enve-
jecimiento exitoso: 1) la evitación de la enfermedad o de la discapacidad relacionada con la
enfermedad, 2) el mantenimiento de un elevado funcionamiento físico y cognoscitivo y 3) la par-
ticipación constante en actividades sociales y productivas (actividades remuneradas o no, que
crean valor social). Quienes envejecen con éxito suelen contar con apoyo social, emocional y

PREGUNTA 2 DE LA GUÍA Bienestar en la adultez tardía 579

Control material, lo cual favorece la salud mental, y en la medida que se mantengan activos y producti-
¿Puede... vos no se consideran viejos (Rowe y Kahn, 1997). Otro enfoque hace hincapié en el bienestar
subjetivo y la satisfacción con la vida (Jopp y Smith, 2006). De manera sorprendente, no existe
explicar qué se entiende acuerdo acerca de lo que constituye el envejecimiento exitoso (Depp y Jeste, 2009).
por envejecimiento exitoso
u óptimo y por qué es Mucha gente sostiene que las definiciones del envejecimiento exitoso u óptimo están cargadas
polémico el concepto? de valores. Según los críticos, esos términos pueden suponer una carga más que una liberación
para los ancianos porque los presionan para satisfacer estándares que no pueden o no quieren
cumplir. De acuerdo con esos críticos, el concepto de envejecimiento exitoso no presta suficiente
atención a las restricciones que pueden limitar las elecciones del estilo de vida. No todos los adul-
tos poseen buenos genes, educación o circunstancias favorables para “construir el tipo de vida que
eligieron”. Un resultado no buscado de etiquetar a los ancianos como “exitosos” o “no exitosos”
es que puede dar lugar a que se culpe a las víctimas y se las conduzca a utilizar estrategias contra-
producentes contrarias al envejecimiento. También tiende a degradar a la vejez en sí y a negar la
importancia de aceptar o adaptarse a lo que no puede ser cambiado (Holstein y Minkler, 2003).

Con esas preocupaciones en mente, veamos algunas teorías e investigaciones clásicas y actua-
les acerca del envejecimiento.

teoría de la retirada Teoría de la retirada frente a la teoría de la actividad ¿Quién muestra un ajuste más
Teoría del envejecimiento, pro- sano a la vejez: una persona que observa tranquilamente pasar al mundo desde una mecedora o
puesta por Cumming y Henry, una que se mantiene ocupada de la mañana a la noche? De acuerdo con la teoría de la retirada,
que sostiene que el envejeci- por lo regular el envejecimiento implica una reducción gradual de la participación social y una
miento exitoso se caracteriza por mayor preocupación por sí mismo. De acuerdo con la teoría de la actividad, cuanto más activos
el distanciamiento mutuo de la permanezcan los ancianos, mejor envejecen.
persona anciana y la sociedad.
La teoría de la retirada fue uno de los primeros enfoques que tuvieron influencia en la
teoría de la actividad gerontología. Sus defensores (Cumming y Henry, 1961) consideraban que el distanciamiento es
Teoría del envejecimiento, pro- una condición universal del envejecimiento. Sostenían que los declives del funcionamiento físico
puesta por Neugarten y otros, y la conciencia de la proximidad de la muerte dan por resultado un retraimiento gradual inevi-
que sostiene que para envejecer table de los roles sociales (trabajador, cónyuge, padre); además, dado que la sociedad deja de
con éxito, la persona debe man- proporcionar a los adultos mayores roles útiles, el distanciamiento es mutuo. Se cree que el
tenerse tan activa como le sea distanciamiento es acompañado por la introspección y por el acallamiento de las emociones. Sin
posible. embargo, después de más de cuatro décadas, esta teoría ha recibido poco apoyo de la investiga-
ción independiente y ha “desaparecido en buena medida de las publicaciones de trabajos empí-
ricos” (Achenbaum y Bengtson, 1994; p. 756). Parecería que el desarrollo de esta perspectiva
teórica tuvo más que ver con el clima social e intelectual general de la época en que fue desa-
rrollada que con algún proceso normativo del envejecimiento (Moody, 2009).

En contraste con ella, la teoría de la actividad vincula las múltiples tareas que desarrolla una
persona con la satisfacción con la vida. Según la teoría de la actividad, somos lo que hacemos
(Moody, 2009). Dado que las actividades suelen estar vinculadas con roles y conexiones sociales.
Entre mayor sea la actividad que mantengamos en esos roles, más satisfechos es probable que este-
mos. La gente que envejece bien conserva tantas actividades como le es posible y encuentra susti-
tutos para los roles perdidos (Neugarten, Havighurst y Tobin, 1968). En realidad, la investigación
ha encontrado que la pérdida de los principales roles de identidad es un factor de riesgo que incre-
menta la posibilidad de disminuciones del bienestar y la salud mental (Greenfield y Marks, 2004).

No obstante, la teoría de la actividad, tal como se encuadró de manera original, hoy se
considera demasiado simplista. En la investigación inicial (Neugarten et al., 1968), la actividad
por lo general se asociaba con satisfacción. Sin embargo, la historia no termina aquí. Por ejem-
plo, parece que conservar relaciones sociales de alta calidad, cosa que es más probable para una
persona que se mantiene activa, puede explicar muchos de los hallazgos iniciales (Litwing y
Shiovitz-Ezra, 2006). Además, buena parte de las personas desconectadas muestran un buen
ajuste. Hallazgos de este tipo sugieren que aunque la actividad puede funcionar mejor para la
mayoría de la gente, el distanciamiento puede ser apropiado para algunos y que puede ser riesgoso
generalizar acerca de un patrón particular de envejecimiento exitoso (Moen, Dempster-McClain
y Williams, 1992; Musick, Herzog y House, 1999).

Una versión más específica de la teoría de la actividad propone que lo importante para
llevar una vida exitosa son la frecuencia y la intimidad social de las actividades (Lemon, Bengtson

580 CAPÍTULO 18 Desarrollo psicosocial en la adultez tardía

y Peterson, 1972). En varios estudios, el número de actividades en que par-
ticipaban los ancianos o la frecuencia con que lo hacían se relacionaban de
manera positiva con el bienestar y con la salud física pronosticada, con el
estado funcional y cognoscitivo, con la incidencia de la enfermedad de Alzhei-
mer y con la supervivencia. De acuerdo con una encuesta aplicada a una
muestra nacional representativa, que mencionó antes en el capítulo, cerca de
75% de los adultos de mediana edad tardía y de los adultos mayores socia-
lizan con los vecinos, asisten a servicios religiosos, se ofrecen como voluntarios
o asisten a reuniones por lo menos de manera semanal. Quienes están en sus
ochenta tienen una probabilidad dos veces mayor de hacerlo que quienes
están en sus cincuenta (Cornwell et al., 2008).

Sin embargo, las incongruencias en la definición de actividades hace difí-
cil la comparación de los estudios. Además, la mayor parte de la investigación
sobre la teoría de la actividad ha sido correlacional. Si se encuentra una
relación entre los niveles de actividad y el envejecimiento exitoso, ello no
revelaría si la gente envejece bien porque es activa o si la gente permanece
activa porque está envejeciendo bien.

Teoría de la continuidad Esta teoría, propuesta por el gerontólogo Robert

Atchley (1989), hace hincapié en la necesidad de las personas de mantener

una conexión entre el pasado y el presente. Según esta perspectiva, la actividad

es importante, pero no por sí misma sino en la medida que representa la

continuación de un estilo de vida y ayuda a los adultos mayores a conservar

un autoconcepto similar a lo largo del tiempo. Para los adultos mayores que Los ancianos que se sienten útiles para otros,

siempre fueron activos y participativos puede ser importante mantener un como este abuelo con su nieto, tienen mayor

alto nivel de actividad. Muchas personas retiradas son más felices cuando probabilidad de envejecer con éxito.

realizan trabajos o actividades recreativas similares a las que disfrutaron en el

pasado (J. R. Kelly, 1994). Las mujeres que ejercieron múltiples roles (como esposa, madre, teoría de la continuidad

trabajadora y voluntaria) tienden a mantenerlos, y a cosechar los beneficios, a medida que enve- Teoría del envejecimiento, des-
jecen (Moen et al., 1992). Aunque por lo general se relaciona el hecho de mantenerse activo en crita por Atchley, que sostiene
la vejez con el bienestar, también importan los niveles de referencia de la actividad en momentos que para envejecer con éxito la
más tempranos de la vida (Pushkar et al., 2009). Por ejemplo, la gente que de joven fue menos gente debe mantener un equili-
activa puede resultarle mejor mantenerse en la proverbial mecedora. brio de continuidad y cambio en
las estructuras internas y exter-

Por supuesto, no siempre es posible la continuidad de las actividades, pero es probable que los nas de su vida.

adultos mayores sean felices en la medida que puedan mantener sus actividades favoritas. En un

estudio longitudinal que se realizó durante 34 años con una muestra representativa de suecos de 18

a 75 años, aquellos que, en su vejez, participaron en una actividad recreativa como la lectura, el

ejercicio de un pasatiempo o la jardinería por lo general también habían participado en esa actividad

durante la edad media, aunque las tasas de participación disminuyeron y algunos adultos mayores

tuvieron que adaptarse a deterioros visuales, motores o cognoscitivos (Agahi, Ahacic y Parker, 2006).

El papel de la productividad Algunos investigadores se enfocan en la actividad productiva, con Control
o sin remuneración, como la clave para envejecer bien. En un estudio realizado con más de 1 200 ¿Puede...
adultos mayores, tanto el número de actividades productivas como el tiempo que se les dedicaba se
relacionaron con el bienestar subjetivo y los sentimientos de felicidad (Baker, Cahalil, Gerst y Burr, comparar la teoría de la
2005). De igual modo, un estudio longitudinal que se realizó durante seis años con 3 218 adultos retirada, la teoría de
mayores en Manitoba, Canadá, reveló que las actividades sociales y productivas (como visitar a la familia, la actividad y la teoría
el trabajo doméstico y la jardinería) se relacionaban con la felicidad manifestada por el individuo, de la continuidad?
con un mejor funcionamiento físico y menor posibilidad de morir seis años después. Las actividades
solitarias, como la lectura y el trabajo artesanal, no brindaban beneficios físicos pero se relacionaban examinar la importancia de la
con la felicidad, tal vez porque promovían un sentido de compromiso con la vida (Menec, 2003). productividad en la adultez
tardía?
Algunas investigaciones sugieren que la participación frecuente en las actividades recreativas
puede ser tan beneficiosa para la salud y el bienestar como la participación frecuente en activi-
dades productivas aunque este efecto puede ser mayor para las mujeres (Agahi y Parker, 2008).
Puede ser que cualquier actividad regular que exprese o mejore algún aspecto del sí mismo pueda
contribuir al envejecimiento exitoso (Herzog et al., Franks, Markus y Holmberg, 1998).

PREGUNTA 2 DE LA GUÍA Bienestar en la adultez tardía 581

optimización selectiva con Optimización selectiva con compensación De acuerdo con Baltes y sus colaboradores
compensación (Baltes, 1997), el envejecimiento exitoso implica optimización selectiva con compensación.
Mejoramiento de todo el funcio- Este modelo describe estrategias que permiten a la gente adaptarse al equilibrio cambiante de
namiento cognoscitivo mediante crecimiento y decadencia a lo largo de la vida. En la niñez los recursos se utilizan principalmente
el uso de las capacidades más para el crecimiento y en la adultez temprana para maximizar el éxito reproductivo.
fortalecidas para compensar las
que se han debilitado. En la vejez los recursos se dirigen cada vez más al mantenimiento de la salud y al manejo
de las pérdidas (Baltes y Smith, 2004; Jopp y Smith, 2006). En la adultez tardía, la optimización
¿Se siente satisfecho selectiva con compensación puede permitir a los adultos conservar recursos mediante la selección
con alguna de las deßni- de menos y más significativas actividades o metas en las cuales concentrar sus esfuerzos; la opti-
ciones de envejecimiento exi- mización o aprovechamiento de los recursos disponibles para alcanzar sus metas; y la compensación
toso u óptimo que se pre- de las pérdidas por medio de la movilización de los recursos de maneras alternativas para alcan-
sentaron en esta sección? zar sus metas, como en el uso de prótesis auditivas para compensar la reducción de la audición
Justißque su respuesta. (Baltes, 1997; Baltes y Smith, 2004; Jopp y Smith, 2006; Lang, Rieckmann y Baltes, 2002). El
célebre pianista Arthur Rubinstein, quien ofreció su concierto de despedida a los 89 años, com-
Control pensó las pérdidas motrices y de memoria mediante la reducción de su repertorio, la práctica
¿Puede... más frecuente y tocando de manera más lenta antes de los movimientos rápidos (que ya no podía
tocar a la máxima velocidad) para acentuar el contraste (Baltes y Baltes, 1990).
explicar la manera en que la
optimización selectiva con Las mismas estrategias de manejo de la vida se aplican al desarrollo psicosocial. De acuerdo
compensación ayuda a los con la teoría de la selectividad socioemocional de Carstensen (1991, 1995, 1996), los adultos
adultos mayores a enfrentar mayores se vuelven más selectivos acerca de los contactos sociales, es decir, mantienen el contacto
las pérdidas? con amigos y familiares que pueden cubrir mejor sus necesidades actuales de satisfacción emo-
cional. De modo que si bien los adultos mayores pueden tener menos amigos, los que tienen
son más cercanos y les brindan contacto social más gratificante.

La investigación ha encontrado que el uso de la optimización selectiva con compensación
se asocia con resultados positivos del desarrollo, entre ellos, mayor bienestar (Baltes y Smith,
2004). Sin embargo, a la larga, los ancianos pueden alcanzar el límite de sus recursos y es posi-
ble que los esfuerzos compensatorios parezcan ya no funcionar. En un estudio longitudinal de
cuatro años con 762 adultos, los esfuerzos compensatorios se incrementaban hasta la edad de 70
años, pero luego disminuían. Ajustar los estándares personales a los cambios en lo que es posible
tener éxito puede ser esencial para conservar una perspectiva positiva de la vida (Rothermund y
Brandtstädter, 2003). La discusión acerca de qué constituye un envejecimiento exitoso u óptimo
y qué contribuye al bienestar en la vejez está lejos de ser zanjada, y es posible que nunca lo esté.
Una cosa está clara: las personas difieren mucho en las maneras en que pueden, quieren y logran
vivir en los últimos años de su vida.

3 de la guía Cuestiones prácticas y sociales
Pregunta
¿Cómo enfrentan los relacionadas con el envejecimiento
adultos mayores las
decisiones “La jubilación no está en mi vocabulario. ¡No van a deshacerse de mí de esa manera!” dice la
relacionadas con el
trabajo, el retiro, los comediante y actriz Betty White, quien a los 89 años disfruta del renacimiento de su carrera con
recursos financieros
y los arreglos de apariciones en programas de entrevistas, comerciales en el Súper Tazón y una presentación como
vivienda?
invitada en Saturdays Night Live. Además de eso, recientemente firmó contrato para dos libros
Betty White es la
persona más vieja que ha distintos y es activista a favor del bienestar de los animales.
hecho una presentación en
Saturday Night Live. La resolución de retirarse y de cuándo

hacerlo es una de las decisiones más cruciales A pesar de que más mujeres
sobre el estilo de vida al aproximarse a la adul- desarrollan la enfermedad de Alzheimer,
tez tardía. Esas decisiones afectan la situación los hombres suelen presentar de manera
financiera y el estado emocional de las personas, más temprana problemas de olvido, una
así como la forma en que pasan sus horas de tendencia que puede tener consecuencias
vigilia y las maneras en que se relacionan con prácticas más inmediatas para quienes
la familia y los amigos. La necesidad de propor- entran en las últimas etapas de la vida.
cionar apoyo financiero para grandes cantidades
de ancianos retirados tiene serias implicaciones Petersen et al., 2010.

582 CAPÍTULO 18 Desarrollo psicosocial en la adultez tardía

EL ENVEJECIMIENTO EN ASIA

Los desafíos que plantea el envejecimiento de la población son por la familia. Para detener esta tendencia, el gobierno ha conver- 18.1
comunes en las sociedades orientales y occidentales, pero las di- tido en obligación legal el cuidado de los familiares ancianos y ha
versas tradiciones culturales y sistemas económicos influyen en las otorgado una disminución de los impuestos a quienes les brinden
formas en que enfrentan esos desafíos. En particular en el oriente ayuda financiera (Lin et al., 2003; L. G. Martin, 1988; Oshima, 1996).
asiático, el cambiante equilibrio entre jóvenes y viejos sumado al
rápido desarrollo económico ha ocasionado un trastorno social y En las áreas urbanas de China, donde el alojamiento es escaso,
presiones culturales que han alterado las antiguas tradiciones. los padres continúan viviendo con los hijos adultos, por lo gene-
ral hombres casados, de acuerdo con la costumbre patriarcal tra-
Un resultado drástico del envejecimiento de la población es dicional (Pimentel y Liu, 2004; Silverstein et al., 2006; Zhang, 2004).
que hay menos jóvenes que cuiden de los viejos. Por ejemplo, se Sin embargo, en las áreas rurales, donde muchos adultos en edad
proyecta que para 2030 Japón tendrá dos veces más adultos ma- laboral han emigrado a las ciudades en busca de trabajo, la dismi-
yores, casi 40% de ellos de al menos 80 años, que niños. Es proba- nución de los hogares multigeneracionales socava los ideales de
ble que las reservas para pensiones estén agotadas y que los Confucio. Con todo, ante la ausencia de pensiones públicas uni-
costos del retiro y la atención médica de los ancianos consuman versales y programas de cuidado de largo plazo, los padres ancia-
casi tres cuartas partes del ingreso nacional (Dobriansky et al., nos dependen todavía en gran medida de sus hijos. En una
2007; Kinsella y Phillips, 2005; WuDunn, 1997). provincia rural, más de la mitad (51%) de los padres ancianos vive
con sus hijos adultos, sus nietos o ambos, y casi todos reciben
En China, el crecimiento de la población mayor de 60 años es ayuda material de sus hijos, aunque para muchos de ellos dicha
más rápido que en cualquier otro país importante. A mediados ayuda es menos importante que conservar la tradición de un
de siglo, casi 430 millones de chinos (un tercio de la población) hogar multigeneracional (Silverstein et al., 2006).
estarán retirados (United Nations, 2007). En su rápida transición a
una economía de mercado, China no ha establecido un sistema Debido a la política china de un solo hijo, en vigor desde 1979,
de seguridad para la vejez que funcione con plenitud; y la estabi- se espera que los hijos adultos únicos, por lo general las nueras
lidad de ese sistema se ve amenazada por el aumento constante que pueden estar en la fuerza de trabajo, cuiden de dos padres y
del número de retirados aunado a la disminución de la propor- cuatro abuelos, una tarea que perderá viabilidad a medida que
ción de trabajadores. Una posible solución —elevar la edad del pasen los años. El envejecimiento de la población ha incremen-
retiro que en la actualidad es baja— haría más escasos los traba- tado la prevalencia de las discapacidades y enfermedades cróni-
jos para 30% de los egresados universitarios que carecen de em- cas y ha aumentado la necesidad de cuidados de largo plazo. El
pleo (Dobriansky et al., 2007; French, 2007). gobierno empezó a desarrollar programas de prevención de las
enfermedades y sistemas de cuidado de largo plazo, pero no es
En toda Asia, una gran proporción de ancianos vive con sus seguro que se cuente con el financiamiento suficiente para cu-
hijos de acuerdo con la tradición confuciana de la obligación es- brir los costos crecientes de la atención médica (Kaneda, 2006).
piritual de ayudar y cuidar de los padres. Sin embargo, esta tradi-
ción se ha debilitado. En Hong Kong, China, Corea y Japón, son ¿En qué sentido el envejecimiento
muchos los adultos mayores que ahora viven solos (Dobriansky en Asia es similar al envejeci-
et al., 2007; Kinsella y Phillips, 2005; Silverstein, Cong y Li, 2006). miento en Estados Unidos? ¿En
qué difieren?
Todos esos cambios han hecho menos factible la tradición de
cuidar de los ancianos en el hogar. El ingreso a instituciones
—prácticamente inexistente en 1960— se considera una violación
a las obligaciones tradicionales, pero la explosión de la población
mayor japonesa está en vías de superar el cuidado proporcionado

para la sociedad, sobre todo a medida que los baby boomers empiezan a retirarse. Otro problema 583
social es la necesidad de contar con planes de vivienda y cuidado apropiados para los ancianos
que ya no pueden arreglárselas solos. (En la sección de Ventana al mundo se presenta un informe
de los problemas relacionados con el apoyo a los ancianos en Asia.)

TRABAJO Y RETIRO

El retiro se estableció en muchos países industrializados a finales del siglo xix e inicios del xx a
medida que aumentaba la expectativa de vida. En Estados Unidos, la creación del sistema de segu-
ridad social en la década de 1930, aunada a los planes de pensión patrocinados por las empresas
negociados por los sindicatos, hizo posible que muchos trabajadores se retiraran con seguridad
financiera. A la larga, el retiro obligatorio a los 65 años se convirtió en una práctica casi universal.

PREGUNTA 3 DE LA GUÍA Cuestiones prácticas y sociales relacionadas con el envejecimiento

Aunque disponga de Sin embargo, en 1983 se aprobó una enmienda en la que se elevó a 67 años la edad en que se
más tiempo para disfrutar cumplen los requisitos para obtener los beneficios de la jubilación para las personas nacidas en 1960
de una copa de vino después o después, y se establecieron penalidades más estrictas para la jubilación temprana a los 62 años.
de que se jubile, desafor- A pesar de esos cambios, la cantidad de personas que reciben beneficios ha seguido en aumento de
tunadamente pagará más por acuerdo con la demografía cambiante de Estados Unidos (Duggan, Singleton y Song, 2007).
ello al día siguiente. Los
viejos metabolizan el vino de En la actualidad, el retiro obligatorio casi se ha declarado ilegal en Estados Unidos como una
manera más lenta y tienen forma de discriminación por edad (salvo en el caso de ciertas ocupaciones, como los pilotos de
menos líquido en su cuerpo. aerolíneas), y la línea entre trabajo y retiro no es tan clara como antes. Ya no existen normas con-
Por consiguiente, el nivel cernientes al momento del retiro, de cómo hacer planes para ello y de lo que se hará después. Los
de alcohol en la sangre se adultos disponen de muchas opciones. Por lo general, los factores que más pesan en la decisión son
eleva con mayor rapidez y es las consideraciones financieras y de salud. Para muchos adultos mayores, el retiro es un “fenómeno
probable que esto resulte escalonado que implica múltiples transiciones fuera y dentro del trabajo remunerado y no remune-
en resacas más severas. rado” (Kim y Moen, 2001, p. 489). Sólo 40% de los adultos mayores que dejan de trabajar en sus
cincuenta y sesenta lo hacen de manera definitiva; el resto regresa a un trabajo de medio tiempo o
National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism, 2010. de tiempo completo antes de salir de manera permanente de la fuerza de trabajo (Maestas, 2010).

¿A qué edad espera Tendencias que afectan al trabajo y al retiro en la vejez La mayoría de los adultos
retirarse? ¿Por qué? De que pueden retirarse lo hacen, y con el aumento de la longevidad, pasan más tiempo en el retiro
retirarse, ¿cómo le gustaría que en el pasado (Dobriansky et al., 2007; Kim y Moen, 2001; Kinsella y Velkoff, 2001). Sin
pasar su tiempo? embargo, la proporción de trabajadores mayores de 65 años aumentó notablemente entre 1997
y 2007, alcanzando un récord de 56% en 2007. Se espera que continúe el incremento en el
envejecimiento de la población laboral (U.S. Bureau of Labor Statistics, 2008b).

¿Cómo influye la edad en las actitudes hacia el trabajo y el desempeño
laboral? Antes de la recesión económica, que empezó en 2007, a las personas que seguían
trabajando después de los 65 años por lo general, les gustaba su trabajo y no lo encontraban
demasiado estresante. Solían contar con mayor educación y mejor salud que quienes se retiran
más temprano (Kiefer, Summer y Shirey, 2001; Kim y Moen, 2001; Parnes y Sommers, 1994).
Sin embargo, el clima económico cambiante ha significado que muchos empleados viejos ahora
se vean obligados a trabajar no porque lo deseen sino porque los obliga su situación financiera
y el escalamiento de los costos médicos (Sterns, 2010).

Contrario a los estereotipos de discriminación por edad (viejismo), los trabajadores viejos a
menudo son más productivos que los más jóvenes. Aunque tal vez trabajen de manera más lenta
que los jóvenes, son más precisos (Czaja y Sharit, 1998; Salthouse y Maurer, 1996; Treas, 1995).
Un factor clave puede ser la experiencia más que la edad, cuando las personas mayores se
desempeñan mejor puede deberse a que han realizado ese trabajo, o uno similar, por más tiempo
(Cleveland y Lim, 2007).

En Estados Unidos, la Age Discrimination in Employment Act (ADEA) que se aplica a
empresas con 20 o más empleados, protege a los trabajadores de 40 o más años contra la dene-
gación de empleo, el despido, un pago menor y del retiro forzado a causa de la edad. Sin
embargo, muchos empleadores ejercen presiones sutiles sobre los empleados viejos (Landy, 1994)
y puede ser difícil comprobar los casos de discriminación por edad. Cada año se entablan aproxi-
madamente 14 500 demandas por discriminación por edad (enfocadas principalmente en deci-
siones de cese más que de contratación), lo cual sugiere que la discriminación por edad sigue
siendo un factor en el empleo de los adultos mayores (Neumark, 2008).

La vida después del retiro El retiro no es un evento único sino un proceso dinámico de
ajuste que se conceptualiza mejor como una forma de toma de decisiones. Los recursos personales
(salud, posición socioeconómica y personalidad), económicos y los de las relaciones sociales (como
el apoyo de la pareja y los amigos) pueden influir en la forma en que sobrellevan los retirados
esta transición (Wang y Shultz, 2009). También puede hacerlo el apego de la persona al trabajo
(van Solinge y Henkens, 2005).

En un estudio longitudinal de dos años con 458 hombres y mujeres casados, relativamente
sanos de 50 a 72 años, los hombres cuya motivación en el trabajo había sido baja tendían a
disfrutar de un incremento durante el “periodo de luna de miel” inmediatamente posterior al
retiro, pero el retiro continuo se asociaba con un aumento en los síntomas depresivos. En el caso

584 CAPÍTULO 18 Desarrollo psicosocial en la adultez tardía

de las mujeres, el retiro (suyo o del marido) influía menos en su bienestar, pero Alrededor de 500 000
su estado de ánimo resultaba más afectado por la calidad del matrimonio. En ancianos estadounidenses
hombres y mujeres el principal predictor del estado de ánimo era el sentido de participan como voluntarios
control personal (Kim y Moen, 2002). en el programa Senior Corps.
Estas voluntarias están
La posición socioeconómica puede influir en la manera en que los retirados construyendo un hogar para
pasan su tiempo. Un patrón común, el estilo de vida enfocado en la familia, una familia de escasos
consta sobre todo de actividades accesibles, de bajo costo, que giran alrededor de recursos por medio del
la familia, el hogar y los compañeros: conversar, ver televisión, visitas a familiares programa Habitat for
y amigos, entretenimiento informal, jugar cartas o hacer simplemente lo que se Humanity.
presente. Otro patrón, inversión equilibrada, es característico de las personas con
mayor educación, que asignan su tiempo de manera más equitativa entre la fami- estilo de vida enfocado en la
lia, el trabajo y la recreación (J. R. Kelly, 1987, 1994). Esos patrones pueden familia
cambiar con la edad. En un estudio, los retirados más jóvenes que estaban más Patrón de actividad en el retiro
satisfechos con su calidad de vida eran los que viajaban con regularidad y asistían que gira alrededor de la familia,
a eventos culturales, pero después de los 75 años, la actividad basada en la familia el hogar y los compañeros.
y el hogar proporcionaba más satisfacción (J. R. Kelly, Steinkamp y Kelly, 1986).
inversión equilibrada
El trabajo voluntario guarda una estrecha relación con el bienestar durante el retiro (Hao, Patrón de actividad en el retiro
2008). En una muestra de adultos de 65 a 74 años participantes en el estudio MIDUS, el trabajo que el tiempo se distribuye entre
voluntario predecía una emocionalidad positiva. También tendía a proteger contra las disminucio- la familia, el trabajo y la
nes del bienestar asociadas con las pérdidas de las principales identidades de roles (Greenfield y recreación.
Marks, 2004) y disminuía la salud mental (Hao, 2008). En Japón, se estimula a trabajar como
voluntarios a los adultos mayores sanos y activos. En un estudio longitudinal de este sector, quie- Control
nes se consideraban útiles para otros y para la sociedad tenían mayor probabilidad de sobrevivir ¿Puede...
seis años más tarde, incluso después de hacer ajustes a la calificación que asignaban a su salud
(Okamoto y Tanaka, 2004). Es importante advertir que es más probable que los adultos mayores describir las tendencias que
que se ofrecen como voluntarios tengan mayores recursos que los que no lo hacen (Li y Ferraro, en la actualidad inciden
2005). Sin embargo, a pesar de este sesgo de selección, parece que el voluntariado tiene un efecto sobre el trabajo y el retiro en
positivo en los adultos mayores. la vejez?

Las muchas trayectorias al retiro significativo y placentero tienen dos cosas en común: hacer mencionar hallazgos
cosas satisfactorias y tener relaciones satisfactorias. Para la mayor parte de los ancianos, ambas “son sobre la relación entre
una extensión de las historias que desarrollaron en el curso de la vida” (J. R. Kelly, 1994, p. 501). envejecimiento y habilidades
y actitudes hacia el trabajo?
SITUACIÓN FINANCIERA DE LOS ADULTOS MAYORES
examinar cómo puede influir
Desde la década de 1960, la Seguridad Social ha proporcionado la mayor parte del ingreso de los el retiro en el bienestar
ancianos estadounidenses, 37% en 2008. Otras fuentes de ingreso incluyen ganancias de activos y describir dos patrones
(13%), pensiones privadas (19%) y utilidades (30%) (Federal Interagency Forum on Aging comunes del estilo de vida
Related Statistics, 2010). La dependencia de la Seguridad Social y del ingreso de activos aumenta después de él?
de manera drástica con la edad y disminuye junto con el nivel de ingreso (Federal Interagency
Forum on Aging-Related Statistics, 2006). analizar la situación
económica de los adultos
La Seguridad Social y otros programas gubernamentales, como Medicare, que cubre el seguro mayores y los problemas
básico de salud para los residentes en Estados Unidos de 65 años en adelante o que estén discapa- concernientes a la Seguridad
citados, han permitido a los ancianos estadounidenses, como grupo, llevar una vida bastante cómoda. Social y los planes de
Desde 1959 la proporción de adultos mayores que viven en la pobreza cayó de 35% a menos de pensiones?
10% en 2008 (Administration on Aging, 2009), y la tasa de pobreza para los adultos mayores hoy
es menor que la de la población total (U.S. Census Bureau, 2010b). Sin embargo, con una pobla-
ción que envejece y una proporción menor de trabajadores que contribuyen al sistema de Seguridad
Social, parece probable que, a menos que se hagan cambios, a la larga disminuirán los beneficios,
aunque el momento y la gravedad del problema no se han precisado con claridad (Sawicki, 2005).

Las mujeres —en especial si son solteras, viudas, separadas o divorciadas, o si antes fueron
pobres o trabajaron sólo medio tiempo durante la edad media— tienen mayor probabilidad que
los hombres de vivir en la pobreza durante la vejez. También existen diferencias étnicas, la pro-
babilidad de vivir en la pobreza es mayor entre los afroamericanos y los hispanos viejos (con tasas
de 23 y 17% respectivamente) que entre los estadounidenses blancos viejos (con 7.4%). Las tasas
más altas de pobreza se encuentran entre las ancianas hispanas (20%) y las afroamericanas (27%)
que viven solas (Federal Interagency Forum on Aging Related Statistics, 2010).

PREGUNTA 3 DE LA GUÍA Cuestiones prácticas y sociales relacionadas con el envejecimiento 585

FIGURA 18-1 Mujeres Hombres

Arreglos de vivienda de Otro Otro
hombres y mujeres de 65
años en adelante que no 19% 9%
están en instituciones,
Estados Unidos, 2008. Viven con el esposo Viven solos

Debido en parte a la mayor 42% 19%
expectativa de vida de las
mujeres, es más probable que Viven solas Viven con la esposa
ellas vivan solas (en especial
cuando envejecen), mientras 40% 72%
que los hombres son más
propensos a vivir con la esposa.
La categoría “otros” incluye a los
que viven con hijos adultos,
otros familiares o no familiares.

Fuente: Federal Interagency Forum on Aging-Related Statistics, 2010.

ARREGLOS DE VIVIENDA

Por lo regular, en los países en desarrollo, los adultos mayores viven con hijos adultos y con sus
nietos en hogares multigeneracionales, aunque esta costumbre está en descenso. En los países
desarrollados, la mayoría de los ancianos viven solos o con una pareja o cónyuge (Kinsella y
Phillips, 2005).

En Estados Unidos en 2008, 4.1% de los adultos de 65 años en adelante residían en
diversos tipos de alojamiento para adultos mayores en los que por lo general hacían uso de los
servicios de apoyo (Administration on Aging, 2009). Debido a la mayor expectativa de vida de
las mujeres, casi 72% de los hombres no institucionalizados pero sólo alrededor de 42% de las
mujeres no institucionalizadas vivían con el cónyuge. Casi 19% de los hombres y 40% de
las mujeres vivían solos, aunque la proporción de quienes viven solos aumenta con la edad. Por
ejemplo, para la edad de 75 años, casi la mitad de todas las mujeres viven solas. Aproximada-
mente 9% de los hombres y 19% de las mujeres vivían con otras personas, familiares o no,
incluyendo parejas e hijos. De acuerdo con sus tradiciones, los ancianos pertenecientes a grupos
minoritarios, en especial los de origen asiático e hispano, son más propensos que los ancianos
blancos a vivir en hogares de familia extensa (Administration on Aging, 2006; Federal Intera-
gency Forum on Aging-Related Statistics, 2006; figura 18-1).

Los arreglos de vivienda por sí solos no dicen mucho acerca del bienestar de los adultos
mayores. Por ejemplo, vivir solo no necesariamente implica la falta de cohesión familiar y apoyo,
sino que puede reflejar la buena salud, autosuficiencia económica y deseo de independencia de
la persona mayor. Asímismo, vivir con hijos adultos nada nos dice acerca de la calidad de las
relaciones en el hogar (Kinsella y Velkoff, 2001).

envejecer en el lugar Envejecer en el lugar En los países desarrollados, la mayoría de los ancianos prefieren, de
Permanecer en el propio hogar, ser posible, permanecer en su hogar y su comunidad (Kinsella y Phillips, 2005). Esta opción,
con o sin ayuda, durante la vejez. conocida como envejecer en el lugar, tiene sentido para quienes pueden manejarse por sí solos
o con ayuda mínima, cuentan con un ingreso adecuado o la hipoteca pagada, pueden manejar
los gastos de mantenimiento, se sienten contentos en el vecindario y quieren ser independientes,
tener privacidad y estar cerca de sus amigos, hijos adultos o nietos. Los cuidadores más informales,
como los familiares, que atienden en el hogar a las personas que envejecen lo hacen de buen
grado, pero eso puede representar para ellos una fuente importante de estrés y preocupación
(Sanders, Stone, Meador y Parker, 2010). En parte como respuesta a esa situación, las comuni-
dades en que la jubilación ocurre de manera natural (CJON) son vecindarios en que una pro-
porción importante de los residentes son adultos mayores. En general, estas comunidades no son
resultado de la planeación deliberada sino del envejecimiento simultáneo de los residentes de la
comunidad o de la emigración de grandes cantidades de adultos mayores a una localidad particu-
lar. Una iniciativa nacional de la U.S. Administration on Aging propone mejorar los servicios de

586 CAPÍTULO 18 Desarrollo psicosocial en la adultez tardía

apoyo para las personas que viven en dichas comunidades (Bernstein, 2008) un proceso que Cuanto más vieja es
probablemente adquiera mayor importancia con el envejecimiento de la población. la persona, más probable es
que considere que la tele-
Los ancianos con impedimentos que les dificultan arreglárselas por completo por sí solos, visión es una necesidad más
muchas veces pueden permanecer en su hogar con apoyos menores como las comidas, transportes que un lujo. Los jóvenes
y ayudas médicas en el hogar. También con la ayuda de rampas, barras de sostén y otras modifica- muestran el patrón opuesto.
ciones dentro de su casa (Newman, 2003). La mayoría de los ancianos no necesitan mucha ayuda,
y quienes la necesitan a menudo pueden permanecer en la comunidad si cuentan al menos con una Taylor y Wang, 2010.
persona de la cual depender. En realidad, el factor individual más importante que mantiene a las
personas fuera de las instituciones es estar casado. En la medida que una pareja goce de una salud
relativamente buena, por lo común puede vivir de manera bastante independiente y cuidar uno del
otro. El problema de los arreglos de vivienda es un tema cada vez más apremiante y el ingreso a
una institución es más probable cuando uno o ambos pierden su fortaleza, enferman o no pueden
valerse por sí mismos, o cuando uno de ellos muere (Nihtilä y Martikainen, 2008).

Veamos más de cerca los dos arreglos de vivienda más comunes para los adultos mayores
sin un cónyuge —vivir solos y vivir con hijos adultos— y luego la vida en instituciones y formas
alternativas de vivienda grupal.

Vivir solos Dado que las mujeres viven más tiempo que los hombres y tienen mayor probabi-
lidad de enviudar, en Estados Unidos las ancianas tienen un riesgo dos veces mayor que los
hombres de vivir solas, probabilidad que se incrementa con la edad. Los adultos mayores que
viven solos tienen mayor probabilidad que los que viven con el cónyuge de ser pobres (Admi-
nistration on Aging, 2009) y de terminar en una institución (Kaspar, Pezzin y Rice, 2010).

El cuadro es similar en la mayor parte de los países desarrollados: las mujeres ancianas tienen
mayor probabilidad de vivir solas que los ancianos. El crecimiento de hogares de ancianos sol-
teros ha sido estimulado por la mayor longevidad, los mayores beneficios y pensiones, el incre-
mento de la propiedad de la casa, el aumento de los alojamientos con facilidades para los
ancianos, la mayor disponibilidad de apoyo comunitario y una reducción de la ayuda pública
con los costos de las casas de reposo (Kinsella y Phillips, 2005).

Podría parecer que la gente mayor que vive sola, en particular los viejos de edad avanzada, es
solitaria. Sin embargo, factores como la personalidad, las capacidades cognoscitivas, la salud física y
una red social reducida desempeñan un papel mayor en la soledad (Martin, Kliegel, Rott, Poon y
Johnson, 2007). Las actividades sociales, como asistir a un centro para personas de la tercera edad o
hacer trabajo voluntario, pueden ayudar a los ancianos que viven solos a mantener sus vínculos con
la comunidad (Hendricks y Cutler, 2004; Kim y Moen, 2001). La soledad tiene una relación más
estrecha con la discapacidad y el alejamiento del mundo social que con la edad per se (Jyhla, 2004).

Vivir con los hijos adultos Históricamente, en muchas sociedades africanas, asiáticas y lati-
noamericanas los ancianos esperaban vivir y ser cuidados en los hogares de sus hijos o de sus nietos,
pero este patrón está cambiando con rapidez. En los países desarrollados, la mayoría de los ancianos,
incluso en circunstancias difíciles, prefieren no tener que vivir con sus hijos (Kinsella y Phillips,
2005). Son renuentes a convertirse en una carga para sus familias y a renunciar a su libertad.
Integrar a otra persona al hogar puede ser inconveniente y la privacidad y las relaciones de todos
pueden verse afectadas. El padre puede sentirse inútil, aburrido y aislado de sus amigos. Si el hijo
adulto está casado y el cónyuge y el padre no tienen una relación armoniosa, o si los deberes del
cuidado son demasiado pesados, el matrimonio puede verse amenazado (Shapiro y Cooney, 2007.)
(El cuidado de los padres ancianos se revisa en el capítulo 16 y más adelante en este capítulo.)

El éxito de dichos arreglos depende en buena medida de la calidad de la relación que exis-
tió en el pasado y de la habilidad de ambas generaciones para comunicarse con absoluta fran-
queza. La decisión de mudar a un padre al hogar de un hijo adulto debe ser mutua y es
necesario que se considere con mucho cuidado. Es preciso que padres e hijos respeten la digni-
dad y autonomía del otro y que acepten sus diferencias (Shapiro, 1994).

Vivir en instituciones El recurso de internar a los ancianos en instituciones no familiares
para su cuidado varía considerablemente alrededor del mundo. El ingreso a instituciones era raro
en las regiones en desarrollo, pero lo es cada vez menos en el sureste asiático, donde la dis-
minución de la fertilidad ha tenido como resultado una población que envejece con rapidez y

PREGUNTA 3 DE LA GUÍA Cuestiones prácticas y sociales relacionadas con el envejecimiento 587

Un movimiento reciente escasez de cuidadores familiares (Kinsella y Velkoff, 2001). En algunos países como Inglaterra,
a favor de obtener la “asig- Dinamarca y Australia, los programas integrales de visitas geriátricas domiciliarias han logrado
nación sistemática” en las mantener bajos los ingresos a los asilos (Stuck, Egger, Hammer, Minder y Beck, 2002).
residencias para personas
mayores implica que los En todos los países, la probabilidad de vivir en una casa de reposo aumenta junto con la
mismos cuidadores atiendan edad. En Estados Unidos, de alrededor de 1% entre los 65 y 74 años a 15.4% de los 85 años
a un anciano de manera re- en adelante (Administration on Aging, 2009). La mayoría de los residentes en casas de reposo
gular en lugar de la rotación en todo el mundo, y casi tres de cada cuatro en Estados Unidos son mujeres (Federal Interagency
común de los cuidadores. Forum on Aging-Related Statistics, 2004; Kinsella y Velkoff, 2001). Además del género, la
Esta sistematicidad permite pobreza y la vida solitaria incrementan significativamente el riesgo de ingresar a una institución
una mejor supervisión del de largo plazo (Martainkainen et al., 2009).
cuidado y la condición de la
persona mayor y le brinda a En Estados Unidos, el número de residentes en asilos se incrementó de manera notable desde
ésta la oportunidad de es- finales de la década de 1970 debido al crecimiento de la población mayor, pero su proporción
tablecer relaciones con los respecto de la población anciana disminuyó de 5.1% en 1990 a 4.1% en 2008 (Administration
cuidadores. on Aging, 2009). Esta disminución puede atribuirse en parte al descenso de la proporción de la
población anciana con discapacidades. Además, la liberalización de la cobertura de cuidado a
Span, 2010. largo plazo de Medicare y el surgimiento generalizado de seguros privados de cuidado a largo
plazo estimularon un cambio del ingreso a instituciones a opciones de vivienda alternativa menos
costosas (que se revisan en la siguiente sección) y a la atención médica en casa (Ness, Ahmed y
Aronow, 2004). Sin embargo, a medida que los baby boomers envejecen y de continuar las tasas
actuales de ingreso en los asilos, se proyecta que el número de residentes aumentará de manera
abrupta (Seblega et al., 2010). Dicho crecimiento representará una carga considerable sobre
Medicaid, el programa nacional de seguro médico para las personas de bajos ingresos y la fuente
principal de pagos por el uso de asilos (Ness et al., 2004).

Las leyes federales establecen requisitos estrictos para los asilos y otorgan a los residentes el
derecho de elegir sus propios médicos y a estar plenamente informados acerca de su atención y
tratamiento, y a estar libres del abuso físico o mental, el castigo corporal, el aislamiento invo-
luntario y las restricciones físicas o químicas. Algunos estados capacitan a defensores voluntarios
para actuar como abogados de los residentes de los asilos, explicarles sus derechos y resolver sus
quejas sobre cuestiones como la privacidad, tratamiento, alimentos y problemas financieros.

Un elemento esencial de la buena atención es la oportunidad de que los residentes tomen
decisiones y ejerzan cierto control sobre sus vidas. Entre 126 residentes en casas de reposo para
personas mayores, quienes vivían en residencias que apoyaban su autonomía mostraron incre-
mentos en las percepciones de las opciones y libertad de que disponían. A su vez, esos cambios
perceptuales dieron lugar a aumentos en la motivación para intentar diversas actividades cotidia-
nas y se relacionaron con ajuste y bienestar psicológico (Phillippe y Vallerand, 2008).

En los complejos residenciales
para retirados, los adultos
mayores cuentan con servicios
de apoyo que mantienen sus
mentes activas. Estas mujeres
están tomando una clase de
cómputo en una universidad
comunitaria cercana.

588 CAPÍTULO 18 Desarrollo psicosocial en la adultez tardía

TABLA 18-1 Arreglos de vivienda en grupo para adultos mayores

Instalación Descripción
Hotel para retirados
Hotel o edificio de departamentos remodelado para satisfacer las necesidades de adultos
Comunidad de retirados mayores independientes. Proporciona los servicios característicos de un hotel (conmuta-
dor, servicio de limpieza, centro de mensajes).
Vivienda compartida
Desarrollo grande, con unidades independientes propias, alquiladas o de ambos tipos.
Departamento accesorio u A menudo dispone de servicios de apoyo e instalaciones recreativas como en las comu-
oportunidad de vivienda rural nidades de adultos activos.
para ancianos (ECHO, por sus
siglas en inglés) La vivienda puede ser compartida de manera informal por los padres adultos y sus hijos
o por amigos. En ocasiones, las organizaciones sociales ponen en contacto a personas
Vivienda conjunta que necesitan de un lugar donde vivir con individuos que poseen casas o departamen-
tos con habitaciones adicionales. Por lo general, la persona mayor tiene una habitación
Instalación de vivienda asistida privada pero comparte la sala, el comedor y la cocina y puede intercambiar servicios
como tareas domésticas ligeras por la renta.
Hogar sustituto
Comunidad de cuidados Unidad independiente creada para que una persona mayor pueda vivir en un hogar
continuos para retirados familiar remodelado o en un remolque en los terrenos del hogar de una familia,
a menudo, pero no necesariamente, la de un hijo adulto. Las unidades brindan
privacidad, cercanía a los cuidadores y seguridad.

Complejos de departamentos privados o subsidiados por el gobierno o casas rodantes
diseñadas para adultos mayores a quienes se les proporciona alimentos, servicio de lim-
pieza, transporte y actividades sociales y recreativas, y, en ocasiones, atención médica.
Un tipo de vivienda conjunta se denomina hogar grupal: un organismo social que posee
o renta una casa reúne a un pequeño número de residentes ancianos y contrata a ayu-
dantes que se encargan de las compras, de cocinar, de hacer la limpieza pesada, de
conducir y de dar orientación. Los residentes atienden sus necesidades personales y se
responsabilizan de algunas tareas cotidianas.

Vivienda semiindependiente en un cuarto o departamento propio. Es similar a la vivienda
congregada, pero los residentes reciben atención personal (baño, vestido y aseo) y pro-
tección de acuerdo con sus necesidades y deseos. Los hogares de pensión y asistencia
son similares pero más pequeños y ofrecen cuidado y supervisión más personal.

Los propietarios de una residencia unifamiliar reciben a un adulto mayor que no es
familiar y le proporcionan comida, aseo de la habitación y atención personal.

Vivienda a largo plazo planeada para proporcionar una amplia gama de alojamiento
y servicios para ancianos acaudalados a medida que cambian sus necesidades. Un resi-
dente puede vivir primero en un departamento independiente; luego mudarse a una
vivienda conjunta con servicios como limpieza, lavandería y comidas; luego a una instala-
ción de vivienda asistida y por último a un asilo. Las comunidades que brindan cuidados
son similares pero garantizan vivienda y cuidado médico o de enfermería por un periodo
específico o vitalicio; requieren una cuota elevada de ingreso además de pagos mensuales.

Fuente: Laquatra y Chi, 1998; Porcino, 1993.

Opciones alternativas de vivienda Algunos adultos mayores que no pueden o no quieren A medida que en-
mantener una casa, no necesitan cuidados especiales, no tienen familiares cercanos, prefieren un vejezca y que posiblemente
escenario o clima distinto, o quieren viajar se mudan a casas en la ciudad sin mantenimiento o quede al menos parcialmente
con mantenimiento bajo, a condominios, departamentos cooperativos o de renta o a casas móvi- incapacitado, ¿qué tipo de
les. Un segmento relativamente nuevo pero creciente del mercado de vivienda es el de comuni- arreglo de vivienda preferiría?
dades de adultos activos de edad calificada. En esas comunidades, para personas de 55 años en
adelante, los residentes pueden encontrar muy cerca de su casa diversas oportunidades recreativas,
como gimnasios, canchas de tenis y cursos de golf.

Para aquellos que no pueden o no quieren vivir de manera totalmente independiente, ha surgido
una amplia variedad de opciones de alojamiento grupal, muchas de ellas se muestran en la tabla
18-1. Algunos de esos nuevos arreglos permiten que las personas mayores con problemas de salud
o con discapacidades reciban servicios o atención sin sacrificar su autonomía, privacidad o dignidad.

Una opción popular es la vivienda asistida, alojamiento para los adultos mayores (Hawes,
Phillips, Rose, Holan y Sherman, 2003). Las instalaciones de vivienda asistida permiten a los
inquilinos vivir en un espacio propio similar a su hogar a la vez que les ofrecen fácil acceso a

PREGUNTA 3 DE LA GUÍA Cuestiones prácticas y sociales relacionadas con el envejecimiento 589

Control servicios de atención personal y médica las 24 horas. En la mayor parte de esas instalaciones, una
¿Puede... persona puede cambiarse, cuando sea necesario, de la relativa independencia (donde cuenta con
servicios de limpieza y de alimentos) a la ayuda con el baño, vestido, administración de medica-
comparar varios tipos mentos y uso de una silla de ruedas para desplazarse. Sin embargo, las instalaciones de vivienda
de arreglos de vivienda asistida varían mucho en el alojamiento, operación, filosofía y tarifas, y las que ofrecen privacidad
para adultos mayores, su y servicios adecuados por lo general no están al alcance de personas con ingresos moderados y bajos
prevalencia relativa y sus a menos que se deshagan de sus bienes o los gasten para complementar su ingreso (Hawes et al.,
ventajas y desventajas? 2003). De hecho, las instalaciones se encuentran de manera desproporcionada en las áreas en que
habitan residentes con niveles más altos de educación e ingreso (Stevenson y Grabowski, 2010).

4 de la guía Relaciones personales en la vejez
Pregunta
¿Cómo cambian las Nuestros estereotipos sobre los ancianos a menudo nos llevan a creer que la vejez es una época de
relaciones
personales en la soledad y aislamiento. Con frecuencia, el trabajo es una fuente conveniente de contacto social; quie-
vejez y qué efecto
tienen en el nes han estado retirados por mucho tiempo tienen menos contactos sociales que los que se retiraron
bienestar?
más recientemente o los que continúan trabajando. Para algunos adultos mayores, las enfermeda-

des les dificultan salir y ver gente. En general, los adultos mayores manifiestan tener en sus redes

sociales apenas la mitad de personas de las que afirman tener los adultos más jóvenes (Lang, 2001),

y las redes sociales de los hombres suelen ser algo menores que las de las mujeres (McLaughlin,

Vagenas, Pachana, Begum y Dobson, 2010). Sin embargo, la investigación sugiere que si bien la

edad puede producir una disminución del tamaño de las redes sociales, los adultos mayores conser-

van un círculo cercano de confidentes (Cornwell et al., 2008). Además, las relaciones que los adultos

mayores conservan son más importantes que nunca para su bienestar (Charles y Carstensen,

2007) y los ayudan a mantener la agudeza de su mente y su memoria (Crooks, Lubben,

Petitti, Little y Chiu, 2008; Ertel, Glymour y

Berkman, 2008). En una encuesta del National Las personas tienden a ganar
Council on Aging (2002), sólo alrededor de uno inteligencia emocional con la edad. Res-
de cada cinco adultos mayores estadounidenses ponden con mayor empatía a sucesos o
dijo que la soledad era un problema serio y casi estímulos tristes, pero son mejores para
nueve de cada 10 consideraron a la familia y los replantear esa información de una forma

amigos como la máxima prioridad para tener una positiva.

vida significativa. Seider, Shiota, Whalen y Levenson, 2010.

TEORÍAS DEL CONTACTO SOCIAL Y DEL APOYO SOCIAL

De acuerdo con la teoría de la caravana social (que se presentó en el capítulo 16), al envejecer
los adultos mantienen su nivel de apoyo social mediante la identificación de los miembros de su
red social que pueden ayudarlos y la evitación de los que no los apoyan. A medida que se alejan
los antiguos compañeros de trabajo y amigos casuales, la mayoría de los adultos mayores conser-
van un círculo interno estable de caravanas sociales: los amigos cercanos y los familiares en
quienes pueden confiar y que tienen una fuerte influencia en su bienestar (Antonucci, 1991;
Antonucci y Akiyama, 1995; Kahn y Antonucci, 1980).

La teoría de la selectividad socioemocional ofrece una explicación algo diferente de los cambios
en el contacto social (Carstensen, 1991, 1995, 1996). A medida que el tiempo restante se reduce,
los adultos mayores deciden pasar su tiempo con personas y llevan a cabo actividades que satis-
facen sus necesidades emocionales inmediatas. Una estudiante universitaria puede tolerar a un
maestro que le desagrada en aras de obtener el conocimiento que necesita; un adulto mayor quizá
esté menos dispuesto a pasar su precioso tiempo con un amigo que le pone los nervios de punta.
Los adultos tempranos que disponen de media hora libre pueden pasarla con alguien a quien les
gustaría llegar a conocer mejor; los adultos mayores tienden a pasar su tiempo libre con alguien
a quien conocen bien.

Por consiguiente, aun cuando las redes sociales de los adultos mayores son más reducidas
que las de los adultos más jóvenes, suelen tener relaciones muy cercanas (Cornwell et al., 2008)
y a sentirse más satisfechos con ellas (Fiori, Smith y Antonucci, 2007). Sus sentimientos positi-

590 CAPÍTULO 18 Desarrollo psicosocial en la adultez tardía

vos hacia los antiguos amigos son tan fuertes como los de los adultos tempranos, y sus senti-
mientos positivos hacia la familia son todavía más fuertes (Charles y Piazza, 2007).

Entre una muestra nacional representativa, los adultos mayores tendían a ver a los amigos
menos a menudo, pero veían a la familia casi con tanta frecuencia como antes. Este hallazgo,
congruente con la teoría de la selectividad socioemocional, sugiere que a medida que la gente
envejece invierte el tiempo y la energía que le quedan en el mantenimiento de relaciones más
íntimas. De acuerdo con la teoría de la caravana social, los investigadores también encontraron un
equilibrio cambiante de apoyo tangible, informativo y emocional; a medida que envejecen, los adul-
tos, en especial los hombres, dan menos apoyo a los otros pero reciben más. A medida que los
adultos mayores renuncian a parte del apoyo que antes recibían de los amigos, obtienen más apoyo
emocional de una red más pequeña de vínculos familiares (Shaw, Krause, Liang y Bennett, 2007).

LA IMPORTANCIA DE LAS RELACIONES SOCIALES

El apoyo emocional ayuda a los ancianos a mantener la satisfacción con la vida ante el estrés y
el trauma, como la pérdida del cónyuge o un hijo, de una enfermedad que pone en riesgo la
vida o de un accidente (Krause, 2004b), y los vínculos positivos suelen mejorar la salud y el
bienestar. Sin embargo, las relaciones conflictivas pueden jugar un papel negativo aun más
grande. Una encuesta longitudinal aplicada a 515 adultos mayores reveló que las relaciones
difíciles o desagradables —dañadas por la crítica, el rechazo, la competencia, la violación de la
privacidad o la falta de reciprocidad— pueden ser estresores crónicos (Krause y Rook, 2003).

Como antes en la vida, las relaciones sociales van de la mano con la salud (Bosworth y
Schaie, 1997; Vaillant, Meyer, Mukamal y Soldz, 1998). Las personas socialmente aisladas tien-
den a ser solitarias, y la soledad puede acelerar su deterioro físico y cognoscitivo (Hawkley y
Cacioppo, 2007; Holtzman et al., 2004). Por otro lado, los sentimientos de inutilidad para los
demás son un fuerte factor de riesgo para las discapacidades y la mortalidad (Gruenewald, Kar-
lamangla, Greendale, Singer y Seeman, 2007).

Los vínculos sociales pueden ser literalmente un salvavidas. En un estudio longitudinal que
se realizó durante 10 años con 28 369 hombres, los que estaban socialmente más aislados tenían
una probabilidad 53% mayor de morir por enfermedad cardiovascular que los hombres con más
relaciones sociales y casi el doble de probabilidad de morir por accidentes o suicidio (Eng, Rimm,
Fitzmaurice y Kawachi, 2002). Para las ancianas, que a menudo son viudas y viven solas, el
apoyo emocional es esencial. En un estudio que se prolongó durante 10 años con mujeres fin-
landesas de 80 años, las que recibían mayor apoyo social —un sentido de ser necesitada y valo-
rada, una sensación de pertenencia e intimidad emocional— mostraron una probabilidad dos
veces y media menor de morir dentro del periodo del estudio que las que recibieron menos
apoyo. Por otro lado, el apoyo relacionado con la asistencia no hacía diferencia en la mortalidad
(Lyyra y Heikkinen, 2006). Esos tipos de efectos están bien establecidos en las publicaciones, de
hecho, una revisión de múltiples estudios que incluyó datos de más de 300 000 participantes
demostró que las relaciones sociales sólidas son tan importantes para la salud y la mortalidad
como el tabaquismo, la obesidad y el abuso del alcohol (Holt-Lunstad, Smith y Layton, 2010).

LA FAMILIA MULTIGENERACIONAL

La familia tiene características especiales durante la vejez. Históricamente, las familias rara vez

abarcaban más de tres generaciones. Hoy, muchas familias en los países desarrollados incluyen

cuatro o incluso cinco generaciones, lo que hace posible que una persona sea al mismo

tiempo abuelo y nieto (Costanzo y Hoy, 2007).

La presencia de tantos miembros de la fami-

lia puede ser enriquecedora (McIlvane, Ajrouch

y Antonucci, 2007) pero también puede crear ¿Alguna vez vivió en un hogar

presiones especiales. Es probable que un número multigeneracional? ¿Cree que podría ha-
creciente de familias tenga por lo menos un inte- cerlo? ¿Qué aspectos de este estilo de
grante que ha vivido el tiempo suficiente para vida le resultan o no atractivos y
desarrollar varias enfermedades crónicas y cuyo por qué?

PREGUNTA 4 DE LA GUÍA Relaciones personales en la vejez 591

cuidado puede ser agotador a nivel físico y emo- Para describir a esos cuidadores
cional (C. L. Johnson, 1995). Ahora que el ha surgido el término de la generación
grupo de más rápido crecimiento de la pobla- sándwich.
ción es el de 85 años en adelante, muchas per-

sonas de 68 años o más, cuya salud y energía

pueden estar tambaleantes, operan como cuidadores. Por lo general, la carga de este cuidado

intergeneracional recae en las mujeres (Grundy y Henretta, 2006), lo que en buena parte se debe

a las normas de los roles de género que identifican a las mujeres como cuidadoras (Brody, 2004).

Las maneras en que las familias manejan esos problemas suelen tener raíces culturales. Por

ejemplo, no sorprende que las personas de culturas que hacen gran énfasis en los lazos familiares

sean más receptivas a las necesidades de sus padres ancianos y más propensas a ofrecer apoyo

que la gente de culturas más individualistas (Kalmijn y Saraceno, 2008; Tomassini, Glaser y

Stuchbury, 2007). Esos diversos patrones culturales influyen en las relaciones familiares y las

Control responsabilidades con la generación anterior. Por ejemplo, la familia nuclear y el deseo de los
¿Puede...
adultos mayores de vivir aparte reflejan los valores del individualismo, la autonomía y la inde-
decir cómo cambia el
contacto social en la vejez pendencia que dominan en Estados Unidos. Las culturas hispana y asiática por tradición desta-
y analizar las explicaciones
teóricas de ese cambio? can las obligaciones lineales o intergeneracionales en que el poder y la autoridad recaen en la

explicar la importancia del generación anterior, un sistema de creencias que difiere notablemente de los valores culturales
contacto y apoyo social
positivo y citar la evidencia que dominan en Estados Unidos (C. L. Johnson, 1995) y que tiene implicaciones para el tipo
a favor de una relación entre
interacción social y salud? de cuidado que la gente está dispuesta a brindar a sus padres ancianos. Existen indicaciones de

examinar los problemas que que el ritmo acelerado de la globalización tendrá como resultado el alejamiento de los lazos más
conciernen a la nueva familia
multigeneracional? orientados a la familia que se encuentran en muchos países a favor del estilo individualista más

característico de las naciones económicamente más estables (Costanzo y Hoy, 2007).

En lo que resta de este capítulo revisaremos más de cerca las relaciones de la gente mayor

con la familia y los amigos. También examinaremos las vidas de los adultos mayores que se divor-

ciaron, volvieron a casarse o enviudaron, de los que nunca contrajeron matrimonio y de los que

no tuvieron hijos. Por último, consideraremos la importancia de un nuevo rol, el de bisabuelo.

Pregunta5 de la guía Relaciones matrimoniales

¿Cuáles son las A diferencia de otras relaciones familiares, el matrimonio —al menos en las culturas occidentales
características de los contemporáneas— por lo general se realiza por consentimiento mutuo. Por consiguiente, su
matrimonios efecto sobre el bienestar tiene características de la amistad y de los vínculos de parentesco (Anto-
longevos al final de nucci y Akiyama, 1995). Puede proporcionar el nivel emocional más alto y la más baja moral
la vida y qué efecto que experimenta una persona. ¿Qué sucede con la calidad del matrimonio en la vejez?
tienen en esta época
la viudez, el divorcio MATRIMONIO DE LARGO PLAZO
y las nuevas
nupcias? Puesto que las mujeres por lo general se casan con hombres mayores y los sobreviven, y dado
que es más probable que los hombres vuelvan a casarse después del divorcio o la viudez, en todo
el mundo son muchos más los hombres que las mujeres que están casados en la vejez (Federal
Interagency Forum on Aging-Related Statistics, 2010; figura 18-2).

Las parejas casadas que siguen juntas en la adultez tardía tienen mayor probabilidad que las
parejas de mediana edad de manifestar mayor satisfacción y menos problemas de ajuste en sus
matrimonios (Orathinkal y Vansteenwegen, 2007). Debido a que en los años recientes se ha
vuelto más fácil obtener el divorcio, es probable que las parejas que permanecen juntas hayan
resuelto sus diferencias y llegado a acuerdos satisfactorios para ambas partes (Huyck, 1995). Los
hijos tienden a convertirse en una fuente de placer y orgullo compartido más que de conflicto
(Carstensen, Graff, Levenson y Gottman, 1996). De acuerdo con el Estudio del envejecimiento
exitoso de MacArthur, los hombres reciben apoyo social principalmente de sus esposas, mientras
que las mujeres dependen más de los amigos, familiares e hijos (Gurung, Taylor y Seeman, 2003).

La forma en que las parejas resuelven los conflictos es clave para la satisfacción matrimonial
durante la adultez. Las personas que tienen muchos problemas en sus matrimonios suelen ser
ansiosas y deprimidas, mientras que las que tienen matrimonios con menos desavenencias suelen

592 CAPÍTULO 18 Desarrollo psicosocial en la adultez tardía

Hombres Mujeres FIGURA 18-2

Porcentaje Porcentaje Estado civil de la
100 100 población
estadounidense de 65
90 65-74 90 65-74 años en adelante por
grupo de edad y sexo,
80 75-84 79 80 75-84 76 2008.
84 y más 72
84 y más Debido a la mayor
70 longevidad de las mujeres,
70 éstas tienen mayor
probabilidad que los
60 60 57 hombres de ser viudas en la
50 55 53 vejez mientras que es más
probable que en esa etapa
50 los hombres estén casados o
vuelvan a casarse.
40 38 40 37
30 15
30
25 Casadas
20
20 19
10
10 10 63 7 444 14
75
445 0
0

Nunca Divorciados Viudos Casados Nunca Divorciadas Viudas
se casaron se casaron

Nota: Casados incluye casados, cónyuge presente; casados, cónyuge ausente, y separados. Ésta se refiere a la
población civil no institucionalizada.

Fuente: Federal Interagency Forum on Aging-Related Statistics, 2010.

tener mayor satisfacción con la vida y autoestima (Whisman, Uebelacker, Tolejko, Chatav y
McKelvie, 2006) y a mostrar niveles más altos de satisfacción en su matrimonio (Schmitt, Kliegel
y Shapiro, 2007). Los patrones de solución de conflictos tienden a permanecer bastante constan-
tes a lo largo del matrimonio, pero la mayor capacidad de las parejas mayores para regular sus
emociones puede hacer que sus conflictos sean menos severos (Carstensen et al., 1996).

Las personas casadas son más sanas (Schoenborn, 2004) y viven más tiempo que la gente
soltera (Kaplan y Kronick, 2006), pero la relación entre matrimonio y salud puede ser diferente
para los maridos que para las esposas. Mientras que estar casado parece tener beneficios para la
salud de los ancianos, la salud de las ancianas parece estar más relacionada con la calidad del matri-
monio (Carstensen et al., 1996).

En la vejez, el matrimonio es sometido a una prueba severa por la edad avanzada y las enfer-
medades físicas, aunque una relación marital cercana puede moderar los efectos psicológicos negati-
vos de las discapacidades funcionales pues reduce la ansiedad y la depresión e incrementa la
autoestima (Mancini y Bonanno, 2006). Los cónyuges que deben cuidar de sus parejas discapacita-
das pueden sentirse aislados, enojados y frustrados, en especial si ellos también tienen mala salud.

Muchas parejas que permanecen juntas en
la vejez dicen que son más felices en el
matrimonio de lo que fueron en los años
de su juventud. Los beneficios
importantes del matrimonio incluyen
intimidad, compartir y un sentido de
pertenecerse uno al otro.

593

Dichas parejas se ven atrapadas en un círculo vicioso: la enfermedad crea tensiones en el matrimonio,
las cuales pueden agravar la enfermedad, llevar la capacidad de afrontamiento hasta el punto de
ruptura (Karney y Bradbury, 1995) y poner en mayor riesgo la vida del cuidador (Graham et al.,
2006). De hecho, un estudio con más de 500 000 parejas en Medicare reveló que cuando uno de
los cónyuges era hospitalizado, aumentaba el riesgo de muerte del otro (Christakis y Allison, 2006).

Un estudio longitudinal de 818 parejas ancianas pudo captar la frágil naturaleza del cuidado
conyugal en la vejez. Apenas una cuarta parte de las 317 personas que cuidaban de su cónyuge
al inicio seguían haciéndolo cinco años más tarde; el resto había muerto, o bien sus cónyuges
habían muerto o habían ingresado a residencias de cuidado de largo plazo. Además, alrededor
de la mitad de las 501 personas que al inicio no cuidaban de sus cónyuges, se convirtieron en
cuidadores en los siguientes cinco años. Los individuos de ambos grupos que pasaron a un cui-
dado intensivo por lo general tenían mala salud y más síntomas de depresión (Burton, Zdaniuk,
Schulz, Jackson y Hirsch, 2003).

La calidad de la experiencia de cuidado puede influir en la manera en que los cuidadores
reaccionan ante la muerte de la persona a la que han atendido. En un estudio se entrevistó a los
cuidadores antes y después de la pérdida del cónyuge. Aquellos que, antes de la muerte, habían
otorgado más prioridad a los beneficios (“me hace sentir útil”, “me permite apreciar más la vida”)
que a las cargas del cuidado afirmaban tener mayor pena después de la muerte, lo cual sugiere
que el dolor era acentuado no sólo por la muerte de la pareja sino también por dejar de ser el
cuidador (Boerner, Schulz y Horowitz, 2004).

VIUDEZ

Así como los ancianos tienen mayor probabilidad que las ancianas de estar casados, por razones
similares las ancianas tienen mayor probabilidad que los hombres de ser viudas. Las mujeres suelen
sobrevivir a sus maridos y, en comparación con los hombres, es menos probable que vuelvan a
casarse. Como muestra la figura 18-2, la probabilidad de haber enviudado es mucho mayor entre
las mujeres estadounidenses de 65 años en adelante que entre los hombres de la misma edad
(Federal Interagency Forum on Aging-Related Statistics, 2010). Sin embargo, a medida que dismi-
nuye la brecha de género en la expectativa de vida, como sucede en Estados Unidos desde 1990,
una proporción creciente de hombres mayores sobrevivirán a sus esposas (Hetzel y Smith, 2001).
Para los 65 años de edad, la probabilidad de viudez es cuatro veces mayor en las mujeres que en
los hombres (Federal Interagency Forum on Aging-Related Statistics, 2010); y la probabilidad de
ser internado en una institución luego de la muerte del cónyuge es mucho mayor entre los viudos
viejos que entre las viudas ancianas (Nihtila y Martikainen, 2008). En la mayoría de los países,
más de la mitad de las ancianas son viudas (Kinsella y Velkoff, 2001). En el capítulo 19 se anali-
zan las cuestiones concernientes al ajuste a la viudez.

Control DIVORCIO Y NUEVAS NUPCIAS
¿Puede...
El divorcio en la vejez no es común; en 2005, sólo alrededor de 11% de los adultos estadouni-
comparar la satisfacción denses de 65 años en adelante se habían divorciado y no habían vuelto a casarse (Administration
marital en la adultez media y on Aging, 2006). Sin embargo, esas cifras casi se duplicaron desde 1980 y es probable que
la adultez tardía? continúen en aumento a medida que las cohortes más jóvenes con mayores proporciones de
personas divorciadas lleguen a la adultez tardía (Administration on Aging, 2006).
explicar las diferencias de
género en la prevalencia de Volver a casarse en la vejez puede tener un carácter especial: entre 125 hombres y mujeres
la viudez? con niveles altos de educación e ingreso, quienes habían vuelto a casarse en la vejez parecían
tener más confianza y aceptación, y menos necesidad que en sus matrimonios previos de com-
decir por qué es raro el partir los sentimientos personales profundos. Los hombres, pero no las mujeres, tendían a mos-
divorcio en la vejez e trarse más satisfechos en sus nuevos matrimonios de la vejez que en los matrimonios durante la
identificar el carácter mitad de la vida (Bograd y Spilka, 1996).
especial de las nuevas
nupcias en la adultez tardía? Volver a casarse tiene beneficios sociales. Las personas mayores casadas tienen menor pro-
babilidad que quienes viven solas de necesitar ayuda de la comunidad. Las nuevas nupcias podrían
ser alentadas si se permite que la gente conserve la pensión y los beneficios de la seguridad social
derivados de un matrimonio anterior y por la mayor disponibilidad de alojamientos grupales y
otras opciones de vivienda compartida.

594 CAPÍTULO 18 Desarrollo psicosocial en la adultez tardía

Estilos de vida y Pregunta6 de la guía

relaciones no matrimoniales ¿Cómo transcurre la
vida de los adultos
VIDA DE SOLTERO mayores que nunca
se casaron, de los
En la mayor parte de los países, 5% o menos de los ancianos y 10% o menos de las ancianas nunca que cohabitan y de
se casaron. En Europa, esta diferencia de género puede reflejar la cuota de hombres casaderos que se los que sostienen
cobró la Segunda Guerra Mundial, cuando la cohorte anciana actual estaba en edad de casarse. En relaciones
algunos países latinoamericanos y del Caribe, las proporciones de personas que nunca se casaron homosexuales?
son mayores, lo que quizá se debe a la prevalencia de uniones por consenso (Kinsella y Phillips, ¿Cómo cambia la
2005). En Estados Unidos, sólo cerca de 4% de los hombres y mujeres de 65 años en adelante amistad en la vejez?
nunca se casaron (Federal Interagency Forum on Aging-Related Statistics, 2010; vea la figura 18-2).
Es probable que este porcentaje se incremente a medida que envejezcan los adultos que hoy se
encuentran en la mediana edad porque grandes proporciones de esa cohorte, en especial entre los
afroamericanos, han permanecido solteros (U.S. Bureau of the Census, 1991a, 1991b, 1992, 1993).

En Estados Unidos, las personas ancianas que nunca se casaron tienen mayor probabilidad
que los divorciados o los viudos de preferir la soltería, y aunque es más común que vivan solos
y que reciban poco apoyo social, son menos dados a sentirse solitarios (Dykstra, 1995). Es menos
factible que experimenten la “presión de la soltería”: estresores crónicos, prácticos y emocionales
que se atribuyen a la falta de una pareja íntima. Las razones pueden ser que quienes nunca se
casaron tampoco pasaron por el estrés de terminar un matrimonio y a que en la adultez temprana
desarrollaron habilidades y recursos como la autonomía y la confianza en sí mismos que los ayuda
a afrontar la soltería. También disponen de más recursos tangibles y gozan de mejor salud, de
mayor educación e ingreso que quienes han estado casados (Pudrovska, Schieman y Carr, 2006).

Las mujeres blancas que nunca se casaron afirmaron sentir más presión de la soltería que
sus contrapartes masculinas. Dado que las mujeres de las cohortes más viejas fueron socializadas
para considerar normativos los roles de esposa y madre, es posible que enfrenten actitudes cul-
turales negativas si no se casan. La presión de la soltería es menor entre las mujeres negras que
entre las mujeres blancas, ya que debido a la escasez de hombres negros casaderos, la soltería es
normativa y estadísticamente prevalente entre las mujeres negras (Prudrovska et al., 2006).

La probabilidad de salir en citas es mucho mayor para los hombres mayores que antes estu-
vieron casados que para las mujeres mayores que antes estuvieron casadas, lo que quizá se debe
a la mayor disponibilidad de mujeres en este grupo de edad. La mayoría de los ancianos que
salen en citas son sexualmente activos pero no esperan casarse. Tanto entre los blancos como
entre los negros, los hombres están más interesados en la relación romántica que las mujeres,
quienes tal vez temen verse atrapadas en los roles de género tradicionales (K. Bulcroft y O’Conner,
1986; R. A. Bulcroft y Bulcroft, 1991; Tucker, Taylor y Mitchell-Kernan, 1993).

COHABITACIÓN 595

Cada vez es mayor la probabilidad de cohabitación entre los adultos mayores, igual que entre
los adultos más jóvenes, pero en su caso, la cohabitación suele venir después de un matrimonio
previo y no antes. En la actualidad, más de un millón de adultos mayores estadounidenses, 4%
de la población no casada, cohabita, y de ellos, nueve de cada 10 estuvieron casados antes (S. L.
Brown, Lee y Bulanda, 2006).

Los ancianos que cohabitan tienen ciertas desventajas en comparación con las personas
mayores que vuelven a casarse. Quienes cohabitan, en particular las mujeres, suelen tener menos
ingresos y es menos probable que sean propietarios de sus viviendas. Por otro lado, en compa-
ración con los adultos mayores sin pareja, suelen tener mayores ingresos familiares y es más
probable que tengan empleo de tiempo completo. En comparación tanto con los que volvieron
a casarse como con los que no tienen pareja, son menos propensos a ser religiosos y a tener
amigos o familiares que vivan cerca (S. L. Brown et al., 2006).

La cohabitación parece desfavorecer en particular a las mujeres. Por ejemplo, tienen una proba-
bilidad tres veces mayor de no contar con seguro médico que las mujeres que volvieron a casarse o

PREGUNTA 6 DE LA GUÍA Estilos de vida y relaciones no matrimoniales

La intimidad es importante las que no tienen pareja. En el caso de los hombres no existe tal diferencia. De hecho, el estado civil
para las lesbianas ancianas, implica más diferencia en general para las mujeres que para los hombres (S. L. Brown et al., 2006).
como lo es también para los
ancianos heterosexuales. RELACIONES GAY Y LÉSBICAS
Contrario a los estereotipos,
las relaciones homosexuales Existe poca investigación sobre las relaciones homosexuales en la vejez, debido en gran medida a
en la vejez son fuertes y que la cohorte actual de adultos mayores creció en una época en que era poco común vivir abier-
brindan apoyo. tamente como homosexual. El autoconcepto de los ancianos gays y lesbianas que reconocieron su
homosexualidad antes del surgimiento del movimiento de liberación homosexual en la década de
1960, por lo general fue moldeado por el estigma que prevalecía entonces contra la homosexualidad.
Es más probable que quienes llegaron a la mayoría de edad después del apogeo del movimiento de
liberación (y del cambio en el discurso público que trajo consigo) vean su homosexualidad sencilla-
mente como una condición: una característica del sí mismo como cualquier otra (Rosenfeld, 1999).

Las relaciones homosexuales al final de la vida suelen ser fuertes, de apoyo y diversas. Muchos
homosexuales tienen hijos de matrimonios anteriores; otros tienen hijos adoptados. Las redes de
amistades o grupos de apoyo pueden sustituir a la familia tradicional (Reid, 1995). Quienes han
sostenido relaciones estrechas y sólidas en la comunidad homosexual suelen adaptarse a la vejez
con relativa facilidad (Friend, 1991; Reid, 1995).

Los principales problemas de muchos gays y lesbianas ancianos surgen de las actitudes
sociales: relaciones tensas con la familia de origen, discriminación en los asilos y en otros sitios,
falta de servicios médicos o sociales y de apoyo social, políticas insensibles de los organismos
sociales y, cuando la pareja enferma o muere, tener que lidiar con los proveedores de atención
médica, problemas del duelo y de la herencia, y falta de acceso a los beneficios de la seguridad
social de la pareja (Berger y Kelly, 1986; Kimmel, 1990; Reid, 1995).

Control AMISTADES
¿Puede...
La mayoría de los ancianos tiene amigos cercanos y, como en la adultez temprana y la adultez
examinar las diferencias media, quienes cuentan con un círculo activo de amigos suelen ser más sanos y felices (Antonucci
entre los solteros que y Akiyama, 1995; Babchuk, 1978-1979; Lemon et al., 1972; Steinbach, 1992). Las personas que
nunca se casaron y los que pueden confiar sus sentimientos y pensamientos y que pueden hablar acerca de sus preocupacio-
estuvieron casados en la nes y su dolor con los amigos suelen manejar mejor los cambios y las crisis del envejecimiento
vejez? (Genevay, 1986; Lowenthal y Haven, 1968) y a vivir más tiempo (Steinbach, 1992). El elemento
de elección en la amistad puede ser muy importante para los ancianos, quienes quizá sientan que
decir por qué las ancianas se les escapa el control sobre su vida (R. G. Adams, 1986). La intimidad es otro beneficio
que cohabitan pueden estar importante de la amistad para los adultos mayores, quienes necesitan saber que todavía son
en desventaja? valorados y queridos a pesar de las pérdidas físicas y de otro tipo (Essex y Nam, 1987).

analizar las fortalezas y los Los ancianos disfrutan más el tiempo que pasan con sus amigos que el que pasan con sus
problemas de las relaciones familias. Como antes, las amistades giran alrededor del placer y la recreación, mientras que las rela-
homosexuales en la vejez? ciones familiares suelen implicar necesidades y tareas cotidianas (Antonucci y Akiyama, 1995; Larson,
Mannell y Zuzanek, 1986). Los amigos son una fuente importante de disfrute inmediato; la familia
identificar características proporciona mayor apoyo y seguridad emocional. Por consiguiente, las amistades tienen el mayor
específicas de la amistad en efecto positivo sobre el bienestar de los ancianos; pero cuando las relaciones familiares son malas o
la vejez? inexistentes, los efectos negativos pueden ser profundos (Antonucci y Akiyama, 1995). De acuerdo
con la teoría de la selectividad socioemocional, los adultos mayores suelen tener sentimientos posi-
tivos más fuertes hacia los viejos amigos que hacia los amigos más recientes (Charles y Piazza, 2007).

Por lo regular, la gente recurre a los vecinos en las emergencias y a los familiares para los
compromisos de largo plazo, como el cuidado; pero de vez en cuando los amigos cumplen ambas
funciones. Si bien no pueden reemplazar al cónyuge o la pareja, pueden ayudar a compensar la
falta de ellos (Hartup y Stevens, 1999), desempeñando el papel de un pariente ficticio, una
familia psicológica. Entre 131 adultos mayores de los Países Bajos que nunca se habían casado
o que eran divorciados o viudos, los que recibían altos niveles de apoyo emocional y práctico de
los amigos tenían menos probabilidad de sentirse solos (Dykstra, 1995).

De acuerdo con las teorías de la caravana social y de la selectividad socioemocional, las
amistades de muchos años a menudo persisten hasta edades muy avanzadas (Hartup y Stevens,
1999). Sin embargo, en ocasiones los traslados, la enfermedad o la discapacidad hacen difícil

596 CAPÍTULO 18 Desarrollo psicosocial en la adultez tardía

mantener el contacto con los viejos amigos. Aunque muchos ancianos hacen nuevas amistades,
incluso después de los 85 años (C. L. Johnson y Troll, 1994), los adultos mayores son más
propensos que los adultos más jóvenes a atribuir los beneficios de la amistad (como el afecto y
la lealtad) a individuos específicos, que no pueden ser reemplazados con facilidad si mueren,
ingresan a un asilo o se mudan (de Vries, 1996).

Vínculos de parentesco Pregunta7 de la guía

no matrimoniales ¿Cómo son las
relaciones de los
Algunas de las relaciones más duraderas e importantes en la vejez no son resultado de la elección adultos mayores con
mutua (como sucede en los matrimonios, cohabitaciones, relaciones homosexuales y amistades), los hijos adultos y
sino de los lazos de parentesco, que veremos a continuación. con los hermanos?
¿Cómo se adaptan a
RELACIONES CON LOS HIJOS ADULTOS la condición de ser
bisabuelos? ¿Cómo
Los vínculos entre padres e hijos mantienen su fuerza en la vejez. Los hijos proporcionan un transcurre la vida de
los ancianos que no
vínculo con otros miembros de la familia, en especial con los nietos. Los padres que establecen tienen hijos?

una buena relación con sus hijos adultos tienen menor probabilidad de sentirse solos o deprimi-

dos que aquellos cuya relación con sus descendientes no son tan buenas (Koropeckyj-Cox, 2002).

La mayoría de los ancianos tienen hijos, pero, debido a las tendencias globales hacia la reduc-

ción de las familias, tienen menos hijos que en las generaciones previas (Dobriansky et al., 2007;

Kinsella y Phillips, 2005). En los países europeos, cerca de un tercio de los adultos en sus sesenta

viven con un hijo adulto y casi la mitad vive en un radio de 24 kilómetros. Esas proporciones se

mantienen bastante estables o se incrementan con la edad. La residencia conjunta es más

común en los países mediterráneos más tradicionales (Grecia, Italia y España) y es

menos usual en los países escandinavos (Dinamarca y Suecia) que cuentan con bue-

nos servicios de asistencia social y otorgan mayor

importancia cultural a la autonomía. Cerca de la Un estudio en que se pidió a
mitad de los padres ancianos menores de 80 años participantes de 60 a 90 años que eva-
afirman tener contacto con un hijo, más a luaran a un hombre que alardeaba acerca
menudo con una hija, al menos una vez a la de sí mismo o de su hijo demostró que
semana (Hank, 2007). En Estados Unidos, es la jactancia acerca de los logros de las

más probable que los inmigrantes que ya eran personas cercanas a nosotros (proce-
viejos al llegar al país vivan con hijos adultos y so conocido como darse lustre) puede
dependan de ellos (Glick y Van Hook, 2002). dar lugar a que se perciba a una persona
como menos capaz.
La relación entre madre e hija suele ser

muy cercana. En un estudio, los investigadores Tal-Or, 2010.

grabaron conversaciones entre 48 parejas madre-

hija principalmente estadounidenses de origen europeo y con alta educación. Las madres eran

mayores de 70 años y tenían buena salud. Se pidió a cada pareja que construyera un relato acerca

de una ilustración de una mujer mayor y una joven. Las conversaciones se caracterizaron por la

calidez y el afecto mutuos, el aliento y el apoyo, con pocas críticas u hostilidad. Tanto las madres

como las hijas tenían su relación en alta estima y manifestaban que tenían entre sí muchos sen-

timientos positivos y pocos negativos (Lefkowitz y Fingerman, 2003).

El equilibrio de la ayuda mutua entre los padres y sus hijos adultos tiende a cambiar a

medida que los padres envejecen, ya que ahora son los hijos quienes proporcionan más ayuda

(Bengtson et al., 1990, 1996). La disposición de las madres, pero no de los padres, a pedir ayuda

a los hijos adultos refleja sus estilos anteriores de crianza. Es más probable que las madres cálidas

y sensibles pidan ayuda financiera o consejo personal que las madres que fueron más dominan-

tes o restrictivas durante la adolescencia y la adultez temprana de sus hijos (Schooler, Revell y

Caplan, 2007). En Estados Unidos y otros países desarrollados, los apoyos institucionales como

la seguridad social y Medicare han asumido algunas responsabilidades hacia los adultos mayores

que antes correspondían a los miembros de la familia; pero muchos hijos adultos proporcionan

ayuda importante y cuidado directo, como vimos en el capítulo 16. La tendencia a reducir el

PREGUNTA 7 DE LA GUÍA Vínculos de parentesco no matrimoniales 597

Investigación en acción

MALTRATO A LOS ANCIANOS

18.2 Una mujer de mediana edad llega en su vehículo hasta la sala En casi nueve de cada 10 casos de maltrato con un perpetrador
de emergencias de un hospital de una ciudad estadounidense de conocido, esa persona es un miembro de la familia; y dos de cada
tamaño mediano. Saca del automóvil a una frágil anciana (que tres de esos perpetradores son los cónyuges o los hijos adultos
parece algo confundida) y la lleva en una silla de ruedas a la sala (National Center on Elder Abuse & Westat, Inc., 1998). La negligen-
de emergencias, de donde se escabulle calladamente y se va, cia de los cuidadores familiares por lo regular no es intencional.
sin haberse identificado (Barnhart, 1992). Muchos no saben cómo proporcionar el cuidado apropiado o tam-
bién tienen problemas de salud. Los estados mentales de los cuida-
El “abandono de las abuelitas” es un ejemplo de abuso de los dores y de las personas mayores a su cuidado pueden reforzarse
ancianos: maltratar o abandonar a los ancianos dependientes o entre sí. Cuando las mujeres ancianas que reciben cuidado informal
violar sus derechos personales. El maltrato puede clasificarse en de largo plazo se sienten respetadas y valoradas por sus cuidadores,
cualquiera de seis categorías: 1) abuso físico: uso de la fuerza física es menos probable que se depriman (Wolff y Agree, 2004).
que puede causar daño corporal, dolor físico o discapacidad; 2)
abuso sexual: contacto sexual no consentido con una persona an- Otros tipos de abuso hacia los ancianos deben reconocerse
ciana; 3) abuso emocional o psicológico: ocasionar angustia, dolor o como formas de violencia doméstica. Los abusadores necesitan
aflicción (como la amenaza de abandono o ingreso en una institu- consejo o tratamiento para reconocer lo que están haciendo y
ción); 4) explotación financiera o material: uso ilegal o inapropiado ayuda para reducir el estrés generado por el cuidado (AARP,
de los fondos, propiedades o bienes de un anciano; 5) negligencia: 1993). Los grupos de autoayuda pueden auxiliar a las víctimas a
negativa o incapacidad para cumplir cualquier parte de las obliga- reconocer lo que sucede, que no tienen que soportar el maltrato
ciones o deberes hacia un anciano, y 6) negligencia hacia sí mismo: y a averiguar cómo ponerle fin o alejarse de él.
conductas de una persona anciana deprimida, frágil o mental-
mente incompetente que ponen en riesgo su salud o seguridad, En su opinión ¿qué medidas pueden
como el hecho de no comer o beber adecuadamente o de no to- tomarse para reducir el maltrato
mar los medicamentos recetados (National Center on Elder Abuse hacia los ancianos?
& Westat, Inc., 1998). La American Medical Association (1992)
agregó una séptima categoría: violación de los derechos personales,
por ejemplo, el derecho de la persona anciana a la privacidad y a
tomar sus decisiones personales y médicas.

tamaño de las familias significa, en potencia, menos cuidadores familiares para los padres ancia-
nos enfermos (Kinsella y Phillips, 2005), lo que aumenta las presiones de quienes fungen como
cuidadores, presiones que pueden conducir al maltrato de un paciente frágil “difícil” (vea el
recuadro de Investigación en acción).

Los padres ancianos que pueden hacerlo a menudo continúan brindando apoyo financiero
a sus hijos. En los países menos desarrollados, los padres ancianos aportan su colaboración en
tareas domésticas, el cuidado de los niños y la socialización de los nietos (Kinsella y Phillips,
2005). Los ancianos siguen mostrando mucha preocupación por sus hijos (Bengtson et al., 1996),
se preocupan si sus hijos tienen problemas graves y pueden considerar esos problemas como signo
de su fracaso como padres (G. R. Lee, Netzer y Coward, 1995; Pillemer y Suitor, 1991; Suitor,
Pillemer, Keeton y Robison, 1995; Troll y Fingerman, 1996). Muchos ancianos cuyos hijos
adultos padecen una enfermedad mental, retraso, discapacidad física o están aquejados por alguna
otra enfermedad grave actúan como cuidadores primarios mientras ambos viven (Brabant, 1994;
Greenberg y Becker, 1988; Ryff y Seltzer, 1995).

Además, una cantidad cada vez mayor de adultos mayores, en particular afroamericanos, se
encarga o contribuye a la crianza de sus nietos o bisnietos. Como se vio en el capítulo 16, esos
cuidadores no normativos, empujados a la crianza activa en un momento en que no esperan ese
papel, suelen sentirse presionados. A menudo mal preparados física, emocional y financieramente
para la tarea, es posible que no sepan a dónde acudir para recibir ayuda y apoyo (Abramson, 1995).

¿Qué hay acerca del número creciente de adultos mayores sin hijos vivos? De acuerdo con
cuestionarios y entrevistas aplicados a una muestra nacional representativa de adultos de mediana
edad tardía y de adultos mayores, el efecto de la falta de hijos sobre el bienestar es influido por
el género y por los sentimientos de la persona al respecto. Las mujeres sin hijos que dijeron que

598 CAPÍTULO 18 Desarrollo psicosocial en la adultez tardía

habría sido mejor tener un hijo eran más propensas a sentirse solitarias y deprimidas que las
mujeres que no estaban de acuerdo con esa afirmación. No fue ése el caso de los hombres, pro-
bablemente debido a la mayor importancia de la maternidad para la identidad de las mujeres.
Sin embargo, era más probable que las madres y los padres que habían tenido malas relaciones
con sus hijos experimentaran soledad o depresión. Por consiguiente, la paternidad o maternidad
no garantizan el bienestar en la vejez, y la falta de hijos no necesariamente la perjudica. Lo que
cuenta son las actitudes y la calidad de las relaciones (Koropeckyj-Cox, 2002).

RELACIONES CON LOS HERMANOS Control
¿Puede...
Los hermanos y las hermanas desempeñan papeles importantes en las redes de apoyo de los
ancianos. Los hermanos, más que otros miembros de la familia, proporcionan compañía, igual explicar cómo cambian en la
que los amigos, pero también apoyo emocional (Bedford, 1995). El conflicto y la rivalidad abierta adultez tardía el contacto y la
por lo general disminuyen en la vejez, y algunos hermanos intentan resolver las disputas ante- ayuda mutua entre los padres
riores; sin embargo, pueden permanecer algunos sentimientos subyacentes de rivalidad, sobre y sus hijos adultos y cómo
todo entre los varones (Cicirelli, 1995). puede afectar a los ancianos
la falta de hijos?
La mayoría de los hermanos ancianos dicen estar dispuestos a proporcionar ayuda tangible examinar la importancia de
y que recurrirían a un hermano para recibirla en caso necesario, pero en realidad son relativa- las relaciones fraternas en la
mente pocos los que lo hacen, salvo en emergencias como la enfermedad (cuando pueden con- vejez?
vertirse en cuidadores) o la muerte del cónyuge (Cicirelli, 1995). En los países pobres es más identificar diversos
probable que los hermanos proporcionen ayuda económica (Bedford, 1995). Sin importar cuánta valores que los bisabuelos
ayuda brinden en realidad, la disposición de los hermanos a ayudar es una fuente de confort y encuentran en su papel?
seguridad en la vejez (Cicirelli, 1995).
Bessi y Sadie Delany fueron
Cuanto más cerca vivan los ancianos de sus hermanos y más hermanos tengan, más probable grandes amigas durante toda su
es que confíen en ellos (Connidis y Davies, 1992). Las reminiscencias de las experiencias com- vida. Los hermanos ancianos
partidas se rememoran con más frecuencia en la vejez y pueden ser de ayuda para evaluar la vida son una parte importante de la
y poner en perspectiva la importancia de las relaciones familiares (Cicirelli, 1995). red de apoyo de cada uno, y las
hermanas son especialmente
Las hermanas son muy importantes para el mantenimiento de las relaciones familiares y el vitales en el mantenimiento de
bienestar, posiblemente debido a la expresividad emocional de las mujeres y su papel tradicional las relaciones familiares.
en la crianza (Bedford, 1995; Cicirelli, 1989, 1995). Los ancianos que están más cercanos a sus
hermanas se sienten mejor acerca de la vida y se preocupan menos por la vejez que quienes no
tienen hermanas o vínculos fuertes con ellas (Cicirelli, 1977, 1989).

Aunque la muerte de un hermano en la vejez puede entenderse como una parte normativa
de esa etapa de la vida, los supervivientes se afligen intensamente y pueden volverse solitarios y
depresivos. La pérdida de un hermano representa no sólo la pérdida de alguien en quien apoyarse
y un cambio en la constelación familiar, sino tal vez una pérdida parcial de la identidad. Llorar
por la muerte de un hermano es hacerlo por la integridad perdida de la familia original dentro
de la cual uno llegó a conocerse, y puede hacer que el superviviente se percate de la cercanía de
la muerte (Cicirelli, 1995).

CONVERTIRSE EN BISABUELOS

A medida que los nietos crecen, los abuelos suelen verlos con menos frecuencia (vea la revisión
del tema de los abuelos en el capítulo 16). Luego, cuando los nietos se convierten en padres, los
abuelos adquieren el nuevo papel de bisabuelos.

Debido a la edad, al deterioro de la salud y la dispersión de las familias, los bisabuelos
suelen participar menos que los abuelos en la vida del niño y, dado que las familias de cuatro o
cinco generaciones son relativamente nuevas, existen pocas directrices que gocen de acepta-
ción general respecto a lo que se supone que deben hacer los bisabuelos (Cherlin y
Furstenberg, 1986). No obstante, la mayoría de ellos consideran satisfactoria esta nueva
función (Pruchno y Johnson, 1996). Ser bisabuelo ofrece un sentido de renovación
personal y familiar, una fuente de diversión y una señal de longevidad. Cuando se
entrevistó a 40 bisabuelos y bisabuelas de 71 a 90 años, 93% de ellos hicieron comen-
tarios como “La vida comienza de nuevo en mi familia”, “Verlos crecer me mantiene
joven” y “Nunca pensé que viviría para verlo” (Doka y Mertz, 1988, pp. 193-194).
Más de una tercera parte de la muestra (en especial las mujeres) tenían una relación

cercana con sus bisnietos. Era probable que quienes tenían las relaciones más íntimas vivie-
ran cerca y fueran cercanos también a los padres y los abuelos del niño, y que a menudo
ayudaran con préstamos, regalos y con el cuidado de éstos.

Los abuelos y los bisabuelos son importantes para sus familias. Son fuentes de sabidu-
ría, compañeros de juego, vínculos con el pasado y símbolos de la continuidad de la vida
familiar. Están involucrados en la última función generativa: expresar el deseo humano de
trascender a la mortalidad comprometiéndose en la vida de las futuras generaciones.

Resumen y términos clave
de la guía

Pregunta1 Teoría e investigación sobre el • Dos modelos contrastantes del envejecimiento exitoso
desarrollo de la personalidad u óptimo son la teoría de la retirada y la teoría de la
actividad. La primera tiene poco sustento y los hallaz-
¿La personalidad cambia en la vejez? ¿Qué problemas gos relativos a la segunda son diversos. Nuevos
y tareas específicas enfrentan los ancianos? progresos de la teoría de la actividad incluyen a la
teoría de la continuidad y a la importancia de la
• La etapa final propuesta por Erik Erikson, integridad del yo actividad productiva.
frente a la desesperanza, culmina en la virtud de la sabiduría
o aceptación de la vida propia y la muerte inminente. • Baltes y sus colaboradores sugieren que el envejeci-
miento exitoso, tanto en el campo psicosocial como en
• Erikson sostenía que la gente debe mantener una el cognoscitivo, puede depender de la optimización
participación vital en la sociedad. selectiva con compensación.

• Los rasgos de personalidad suelen permanecer bastante afrontamiento (577)
estables en la adultez tardía, según la manera en que se
midan. modelo de valoración cognoscitiva (577)

• La personalidad de los adultos mayores de las cohortes afrontamiento enfocado en el problema (578)
recientes parece ser menos rígida que la de las cohortes
previas. afrontamiento enfocado en la emoción (578)

pérdida ambigua (578)

Pregunta • La emocionalidad tiende a ser más positiva y menos Pregunta teoría de la retirada (580)
negativa en la vejez, pero los rasgos de personalidad teoría de la actividad (580)
pueden modificar este patrón. teoría de la continuidad (581)
optimización selectiva con compensación (582)
integridad del yo frente a desesperanza (575)
de la guía
de la guía
3 Cuestiones prácticas y sociales
2 Bienestar en la adultez tardía relacionadas con el envejecimiento

¿Qué estrategias y recursos contribuyen al bienestar y
la salud mental de los adultos mayores ?

• George Vaillant detectó que el uso de defensas adaptati- ¿Cómo enfrentan los adultos mayores las decisiones
vas maduras en la adultez temprana predice el ajuste relacionadas con el trabajo, el retiro, los recursos
psicosocial en la vejez. financieros y los arreglos de vivienda?

• En la investigación basada en el modelo de valoración • Algunos adultos mayores continúan en el trabajo remu-
cognoscitiva, los adultos de todas las edades por lo nerado, pero la mayor parte de ellos ya se retiraron. Sin
general prefieren el afrontamiento basado en el problema, embargo, muchas personas retiradas inician nuevas ca-
pero cuando la situación lo requiere los adultos mayores rreras o realizan trabajo remunerado o voluntario de tiem-
recurren más que los adultos más jóvenes al afronta- po parcial. A menudo el retiro es un proceso escalonado.
miento basado en la emoción.
• Los adultos mayores tienden a sentirse más satisfechos
• Para muchos adultos mayores, la religión es una fuente con su trabajo y a menudo son más productivos que los
importante de afrontamiento enfocado en la emoción. La más jóvenes. La edad tiene efectos positivos y negativos
conexión entre religión o espiritualidad y la salud, sobre el desempeño laboral y las diferencias individuales
longevidad o bienestar es una nueva e importante área son más importantes que las diferencias de edad.
de estudio.
• El retiro es un proceso continuo. Los recursos persona-
• El concepto de envejecimiento exitoso u óptimo refleja el les, económicos y sociales pueden afectar la moral.
número cada vez mayor de adultos mayores sanos y
vitales, pero existe una disputa respecto a la manera de • Los patrones comunes del estilo de vida después del
definir o medir este concepto y sobre su validez. retiro incluyen un estilo enfocado en la familia, la
inversión equilibrada y el esparcimiento serio.

600 CAPÍTULO 18 Desarrollo psicosocial en la adultez tardía

• La situación financiera de los ancianos estadounidenses Pregunta • A medida que aumenta la esperanza de vida también lo
ha mejorado y pocos viven en la pobreza. La probabili- hace la longevidad potencial del matrimonio. En la vejez
Pregunta dad de ser pobre en la vejez es mayor entre las mujeres Pregunta más hombres que mujeres están casados. Los matrimo-
hispanas y afroamericanas. nios que se mantienen hasta la adultez tardía suelen ser
Pregunta relativamente satisfactorios.
• En los países en vías de desarrollo, es común que los
ancianos vivan con sus hijos o nietos. En los países ricos • Aunque cada vez es mayor la proporción de hombres
la mayoría de los ancianos viven con el cónyuge o solos. viudos, las mujeres tienden a sobrevivir a sus maridos y
Los ancianos de los grupos minoritarios tienen mayor es menos probable que vuelvan a casarse.
probabilidad que los ancianos blancos de vivir con
miembros de la familia extensa. • El divorcio es inusual entre la gente mayor, y la mayoría
de los adultos mayores que se divorciaron volvieron a
• En los países desarrollados la mayoría de los adultos casarse. Quienes vuelven a casarse pueden relajarse
mayores prefieren envejecer en el lugar. Casi todos más en la vejez.
pueden permanecer en la comunidad si cuentan con la
ayuda del cónyuge o de alguien más. de la guía

• La probabilidad de vivir solos es mayor entre las ancia- 6 Estilos de vida y relaciones no
nas que entre los ancianos. matrimoniales

• En los países desarrollados, los ancianos por lo general ¿Cómo transcurre la vida de los adultos mayores que
no esperan vivir con los hijos adultos ni quieren hacerlo. nunca se casaron, de los que cohabitan y de los
que sostienen relaciones homosexuales? ¿Cómo
• El ingreso a instituciones es inusual en los países en vías cambia la amistad en la vejez?
de desarrollo. En Estados Unidos, sólo 4.5% de la • Un porcentaje pequeño pero creciente de adultos llega
población de 65 años y más está en alguna institución.
La probabilidad de ingresar en una institución es mayor a la vejez sin haberse casado. Los adultos que nunca se
en el caso de las ancianas, los adultos que viven solos o casaron son menos propensos a sentirse solitarios que
que no participan en actividades sociales, los que tienen los divorciados o viudos.
mala salud o discapacidades y aquéllos cuyos cuidado- • Los adultos mayores tienen mayor probabilidad de
res se sienten abrumados. cohabitar después que antes del matrimonio.
• Muchos gays y lesbianas se adaptan al envejecimiento
• El rápido crecimiento de las alternativas a la vida en una con relativa facilidad sobre todo si conservan tanto las
institución incluyen las instalaciones de vivienda asistida relaciones como la participación en la comunidad gay.
y otros tipos de alojamiento grupal. El ajuste puede ser influido por la condición del
reconocimiento de su homosexualidad.
estilo de vida enfocado en la familia (585) • La mayoría de los adultos mayores tiene amigos
inversión equilibrada (585) cercanos y quienes los tienen son más sanos y felices.
envejecer en el lugar (586) • Los ancianos disfrutan más el tiempo que pasan con los
amigos que el que pasan con la familia, pero ésta es la
de la guía fuente principal de apoyo emocional y práctico.

4 Relaciones personales en la vejez de la guía

¿Cómo cambian las relaciones personales en la vejez 7 Vínculos de parentesco no
y qué efecto tienen en el bienestar? matrimoniales

• Las relaciones son importantes para los ancianos, aunque ¿Cómo son las relaciones de los adultos mayores con
la frecuencia del contacto social disminuye en la vejez. los hijos adultos y con los hermanos? ¿Cómo se
adaptan a la condición de ser bisabuelos? ¿Cómo
• De acuerdo con la teoría de la caravana social, las transcurre la vida de los ancianos que no tienen hijos?
reducciones o cambios en el contacto social durante la • Los padres ancianos y sus hijos adultos se ven a
vejez no disminuyen el bienestar porque se mantiene un
círculo interno estable de apoyo social. De acuerdo con menudo o están en contacto frecuente, se preocupan
la teoría de la selectividad socioemocional, los ancianos por el otro y se ofrecen ayuda. Muchos padres ancianos
eligen pasar su tiempo con la gente que contribuye a son cuidadores de sus hijos adultos, sus nietos o
incrementar su bienestar emocional. bisnietos.
• En algunos aspectos la falta de hijos no parece ser una
• La interacción social se asocia con la buena salud y desventaja en la vejez.
satisfacción con la vida, mientras que el aislamiento es • Los hermanos suelen ofrecerse apoyo emocional y, en
un factor de riesgo para la mortalidad. ocasiones, también apoyo tangible. En particular, las
hermanas mantienen los vínculos fraternos.
• La manera en que funcionan las familias multigeneracio- • Por lo regular los bisabuelos se involucran menos que
nales en la vejez a menudo tiene raíces culturales. los abuelos en la vida de los niños, pero la mayoría

de la guía encuentra que el papel es gratificante.

5 Relaciones matrimoniales

¿Cuáles son las características de los matrimonios
longevos al final de la vida y qué efecto tienen en esta
época la viudez, el divorcio y las nuevas nupcias?

Resumen y términos clave 601

¿Sabía que…? Sumario19capítulo Manejo de
Sumario la muerte
y el duelo
Los muchos y cambiantes significados de
la muerte y del proceso de morir La llave para la cuestión
Enfrentar la muerte y la pérdida de la muerte abre la
Pérdidas significativas puerta de la vida.
Aspectos médicos, legales y éticos: el
“derecho a morir” —Elisabeth Kübler-Ross,
Encontrar significado y propósito en la Death: The Final Stage of Growth, 1975
vida y en la muerte

¿Sabía que...

un notorio deterioro cognoscitivo, en
ausencia de una enfermedad física
conocida, puede predecir la muerte
casi 15 años antes de que suceda?

la investigación ha cuestionado las
viejas ideas de un patrón único
“normal” de duelo?

los pequeños de cuatro años com-
prenden hasta cierto punto lo que
sucede después de la muerte, pero no
es sino hasta que están bien adentra-
dos en los años escolares que lo
comprenden del todo?

En este capítulo revisaremos lo que
piensan y sienten las personas de
diferentes culturas acerca de la muerte y
el proceso de morir. Examinaremos
patrones de duelo y la manera en que la
gente afronta las pérdidas significativas.
Revisaremos las preguntas planteadas
sobre el soporte de la vida y reflexiona-
remos sobre si la gente tiene derecho a
morir. Por último, consideraremos la
manera en que afrontar la muerte
puede dar mayor propósito a la vida.



1. ¿Cómo difieren entre las culturas las actitudes y costumbres concernientes a la muerte y cuáles son las
implicaciones de la “revolución de la mortalidad” en los países desarrollados?

2. ¿Cómo enfrentan las personas el proceso de morir y cómo elaboran el duelo por una pérdida?

3. ¿Qué desafíos específicos se relacionan con sobrevivir a un cónyuge, un padre, un hijo o a un aborto
espontáneo?

4. ¿Cómo han cambiando las actitudes hacia la aceleración de la muerte y a qué preocupaciones dan lugar esas
prácticas?

5. ¿Cómo puede superarse el miedo a la muerte y aceptarla como un hecho inminente?

1 de la guíaPregunta Los muchos y cambiantes significados

¿Cómo difieren entre de la muerte y del proceso de morir
las culturas las
actitudes y La muerte es un hecho biológico, pero también incluye aspectos sociales, culturales, históricos,
costumbres religiosos, legales, psicológicos, del desarrollo, médicos y éticos, todos los cuales suelen estar estrecha-
concernientes a la mente relacionados.
muerte y cuáles son
las implicaciones de Aunque la muerte y la pérdida son experiencias universales, tienen un contexto cultural e
la “revolución de la histórico. Las actitudes culturales y religiosas hacia la muerte y los moribundos influyen en la
mortalidad” en los forma en que los individuos se enfrentan con su propia muerte. La muerte puede significar una
países desarrollados? cosa para un anciano japonés, imbuido de las enseñanzas budistas de aceptación de lo inevitable,
y tener un significado distinto para un joven estadounidense de tercera generación, de origen
Incluso cuando la japonés, que ha crecido en la creencia de que uno dirige su propio destino. La muerte solía
muerte cerebral ha ocurri- ocurrir temprano y con frecuencia en la vida de una familia y comunidad, y era una compañera
do es posible que algunos constante en el hogar. Hoy, en la mayoría de los países la gente vive más tiempo, por lo que la
reàejos espinales ocasionen muerte sucede con menos frecuencia y es menos notoria.
movimiento. En una variación
particularmente escalofrian- Veamos más de cerca la muerte y el duelo en el contexto cultural e histórico.
te conocida como la señal
de Lázaro, la persona muerta EL CONTEXTO CULTURAL
levanta los brazos y los
cruza sobre su pecho. Las costumbres concernientes a la inhumación y remembranza de la persona muerta, la transfe-
rencia de los bienes e incluso las expresiones de duelo varían mucho entre las culturas y a menudo
Urasaki, Tokimura, Kumai y Yokota, 1992. son regidas por preceptos religiosos o legales que reflejan el punto de vista de la sociedad respecto
de lo que es la muerte y lo que sucede después de ella. Los aspectos culturales de la muerte
La mayoría de los incluyen el cuidado y la conducta hacia el moribundo y el fallecido, el escenario en que suele
gladiadores murieron como ocurrir la muerte y las costumbres y los rituales de duelo, desde el velatorio irlandés durante toda
resultado de lesiones cere- la noche, en que los amigos y familiares brindan a la memoria de la persona muerta, a la shivá
brales traumáticas. judía de una semana de duración, en la cual los dolientes se desahogan y comparten recuerdos
del fallecido. Algunas convenciones culturales, como izar una bandera a media asta después de
Kanz y Grossschmidt, 2006. la muerte de una figura pública, están codificadas en la ley.

En la antigua Grecia, los cuerpos de los héroes eran incinerados en público como señal de
honor. La cremación todavía es una práctica generalizada entre los hindúes en India y Nepal. En
contraste, la cremación está prohibida en la ley judía ortodoxa por la creencia de que los muertos
volverán a levantarse para el juicio final y la posibilidad de ganar la vida eterna (Ausubel, 1964).

En Japón, los rituales religiosos alientan a los supervivientes a mantener contacto con el fallecido.
Las familias construyen en el hogar un altar dedicado a sus ancestros, hablan con los seres queridos
fallecidos y les ofrecen comida o cigarrillos. En Gambia, los muertos son considerados parte de la
comunidad; entre los nativos americanos, los hopi temen a los espíritus de los muertos y tratan de
olvidar a la persona fallecida lo más pronto posible. En Egipto los musulmanes expresan su dolor

604 CAPÍTULO 19 Manejo de la muerte y el duelo

con muestras de profunda pena; por su parte, a los musulmanes de Bali se les alienta a suprimir la Control
tristeza, a reír y estar alegres (Stroebe, Gergen, Gergen y Stroebe, 1992). Todas esas prácticas y ¿Puede...
costumbres diversas ayudan a la gente a enfrentar la muerte y elaborar el duelo por medio de signi-
ficados culturales conocidos que proporcionan un sostén en medio de la turbulencia de la pérdida. dar ejemplos de diferencias
transculturales en las
Algunas costumbres sociales modernas evolucionaron a partir de otras antiguas. El embalsama- costumbres y actitudes
miento se remonta a la antigua práctica de la momificación que era común en Egipto y China: relacionadas con la muerte?
preservar el cuerpo para que el alma pueda regresar a él. Una costumbre tradicional judía es no dejar
nunca sola a una persona agonizante. Los antropólogos sugieren que la razón original de ello puede
haber sido la creencia de que los espíritus malignos rondan y tratan de entrar al cuerpo agonizante
(Ausubel, 1964). Dichos rituales ofrecen a las personas que enfrentan una pérdida algo predecible e
importante que hacer en un momento en que de otra forma se sentirían confundidas e indefensas.

LA REVOLUCIÓN DE LA MORTALIDAD tanatología
Estudio de la muerte y el pro-
Hasta el siglo xx, en todas las sociedades a lo largo de la historia, la muerte era un suceso fre- ceso de morir.
cuente, esperado, en ocasiones bienvenido como la terminación pacífica del sufrimiento. Cuidar
en casa a un ser querido agonizante era una experiencia común, como lo es todavía en algunas cuidado de hospicio
comunidades rurales. Atención cálida, personal, cen-
trada en el paciente que padece
Desde el siglo xix han tenido lugar grandes cambios históricos concernientes a la muerte y el una enfermedad terminal y su
proceso de morir, sobre todo en los países desarrollados. Los avances de la medicina y los servicios familia.
médicos, los nuevos tratamientos para enfermedades que alguna vez fueron fatales y una población
más educada y consciente de la salud han dado lugar a una revolución de la mortalidad. En la cuidado paliativo
actualidad es menos probable que las mujeres mueran en el parto; los infantes tienen mayores Atención dirigida a aliviar el dolor
posibilidades de sobrevivir al primer año y es más probable que los niños alcancen la adultez; los y el sufrimiento y a permitir que
adultos tempranos tienen mayor oportunidad de alcanzar la vejez y las personas ancianas a menudo los enfermos terminales mueran
pueden superar enfermedades que antes se consideraban fatales. En la década de 1900, las causas en paz, con tranquilidad y digni-
principales de muerte en Estados Unidos eran enfermedades que afectaban con más frecuencia a dad. También se le conoce
los niños y las personas jóvenes: neumonía e influenza, tuberculosis, diarrea y enteritis. Hoy, a pesar como cuidado reconfortante.
de los incrementos recientes de las muertes, posiblemente relacionadas con las drogas, de personas
en sus veinte y en la edad media temprana, así como de un repunte del suicidio durante la mitad
de la vida, casi tres cuartas partes de los decesos en Estados Unidos ocurren entre las personas de
65 años en adelante; además, alrededor de la mitad de esas muertes se deben a cardiopatías, cáncer
y apoplejía, las tres causas principales de muerte en la adultez tardía (Xu et al., 2010).

En el curso de todo este progreso para mejorar la salud y prolongar la vida, puede haberse
perdido algo importante. Al mirar la muerte a los ojos, poco a poco, día tras día, la gente que
creció en sociedades tradicionales asimiló una verdad importante: morir es parte de la vida. A
medida que la muerte se ha convertido en un fenómeno de la adultez tardía, se ha convertido
en algo “invisible y abstracto” (Fulton y Owen, 1987-1988, p. 380). El cuidado de los mori-
bundos y de los muertos se convirtió sobre todo en una tarea de profesionales. Las convenciones
sociales como ingresar a la persona moribunda en un hospital o un asilo y rehusarse a discutir
abiertamente sobre su condición reflejan y perpetúan actitudes de evitación y negación. La muerte
—incluso de los muy ancianos— dejó de verse como el fin natural de la vida para considerarse
como el fracaso del tratamiento médico (McCue, 1995).

En la actualidad, el panorama cambia de nuevo. La tanatología, el estudio de la muerte y
el proceso de morir, está suscitando interés y se han establecido programas educativos para ayu-
dar a la gente a enfrentar la muerte. Debido a los costos exorbitantes del cuidado hospitalario
prolongado de personas con enfermedades terminales, muchas muertes ocurren ahora en casa,
como era usual en todo el mundo.

EL CUIDADO DE LOS MORIBUNDOS

En conjunto con la tendencia creciente a enfrentar la muerte con más honestidad, han surgido
movimientos que tratan de humanizar el proceso de morir. Éstos incluyen el cuidado de hospi-
cio y los grupos de apoyo y autoayuda para las personas agonizantes y sus familias.

El cuidado de hospicio es la atención personal, compasiva, centrada en el paciente y su familia
para las personas con enfermedades terminales. Se enfoca en el cuidado paliativo (llamado también

PREGUNTA 1 DE LA GUÍA Los muchos y cambiantes significados de la muerte 605

cuidado reconfortante): el alivio del dolor y el sufrimiento, el

control de los síntomas, el mantenimiento de una calidad

de vida satisfactoria y la posibilidad de que el paciente muera

en paz y con dignidad. El cuidado de hospicio por lo regu-

lar tiene lugar en el hogar, pero también puede proporcio-

narse en un hospital u otra institución como un hospicio, o

bien cómo una combinación de ambos enfoques. Por lo

general, los familiares participan de forma activa. El cuidado

paliativo también puede iniciarse más temprano en una

enfermedad que todavía no es terminal y puede dar lugar a

mejoras en la calidad de la vida. Por ejemplo, en un estudio

que siguió a pacientes que habían recibido un diagnóstico

reciente de cáncer de pulmón con metástasis, quienes empe-

zaron a recibir cuidado paliativo inmediatamente después

del momento del diagnóstico presentaron mayor calidad de

El cuidado de hospicio pretende aliviar el dolor de los pacientes y vida, mejor condición emocional e incluso un tiempo
tratar sus síntomas para mantenerlos tan cómodos y alertas como sea de supervivencia mayor que los pacientes que sólo recibie-
posible. También trata de ayudar a las familias a enfrentar la ron atención oncológica estándar (Temel et al., 2010).

enfermedad y la muerte. ¿Qué significa preservar la dignidad del paciente que

agoniza? Un equipo de investigación decidió preguntar a los propios pacientes. A partir de

Control entrevistas con 50 pacientes canadienses con cáncer terminal avanzado, los investigadores con-
¿Puede... cluyeron que la preservación de la dignidad no sólo depende de cómo se trate a los pacientes
sino de cómo son considerados, “Cuando los pacientes son vistos, y lo saben, como seres dignos

examinar la revolución de de honor y estima por quienes cuidan de ellos, es más probable que se preserve la dignidad”

la mortalidad en los países (Chochinov, Hack, McClement, Harlos y Kristjanson, 2002, p. 2259).

desarrollados?

identificar las principalesPreguntaEnfrentar la muerte y la pérdida
metas del cuidado de
hospicio? La muerte es un capítulo importante del desarrollo humano. La gente cambia en respuesta a la
muerte y la agonía, sea la propia o la de un ser querido. ¿Qué cambios muestran las personas
2 de la guía poco antes de la muerte? ¿Cómo llegan a aceptar su inminencia? ¿Cómo maneja el duelo? ¿Cómo
cambian a lo largo del ciclo de vida las actitudes hacia la muerte?
¿Cómo enfrentan las
personas el proceso CAMBIOS FÍSICOS Y COGNOSCITIVOS
de morir y cómo QUE PRECEDEN A LA MUERTE
elaboran el duelo por
una pérdida? Incluso sin padecer una enfermedad identificable, alrededor de los 100 años —cerca del límite
actual del ciclo de vida humana— las personas tienden a experimentar deterioros funcionales,
descenso terminal pierden el interés en comer y beber y fallecen de manera natural (Johansson et al., 2004; McCue,
Deterioro en las habilidades cog- 1995; Rabbitt et al., 2002; Singer, Verhaeghen, Ghisletta, Lindenberger y Baltes, 2003; B. J.
noscitivas que a menudo se ob- Small, Fratiglioni, von Strauss y Bäckman, 2003). Dichos cambios también han sido advertidos
serva cerca del final de la vida. en personas más jóvenes cuya muerte está próxima. En un estudio longitudinal que se realizó
También se le conoce como de- durante 22 años con 1 927 hombres, se observaron descensos marcados en la satisfacción con la
terioro terminal. vida en el año previo a la muerte, sin que importase cómo calificaran su salud los participantes
(Mroczek y Spiro, 2005).

El descenso terminal, o deterioro terminal, se refiere específicamente a la decadencia general
que se observa en las habilidades cognoscitivas poco antes de la muerte incluso cuando se controlan
factores como los demográficos y de salud (Weatherbee y Allaire, 2008). Este efecto ha sido revelado
por estudios longitudinales que se realizaron en diversos países y no sólo en las personas muy ancia-
nas (Johansson et al., 2004; T. Singer et al., 2003; B. J. Small et al., 2003), sino también en adul-
tos de un rango amplio de edades (Rabbitt et al., 2002; B. J. Small et al., 2003), sin síntomas de
demencia. Se ha encontrado que las pérdidas en la velocidad perceptual predicen la muerte con una
anticipación de casi 15 años (Thorvaldsson et al., 2008). Los descensos en la habilidad verbal y el
razonamiento espacial son otros indicadores importantes del descenso terminal (Rabbitt et al., 2002;
Thorvaldsson et al., 2008).

606 CAPÍTULO 19 Manejo de la muerte y el duelo

Algunas personas que han estado a punto de morir hablan acerca de expe- Cuando el cerebro es privado de oxígeno,
riencias cercanas a la muerte, las cuales involucran a menudo la sensación de estar surgen ciertas imágenes debido a las
fuera del cuerpo o de ser succionado en un túnel con visiones de luces brillantes alteraciones en la corteza visual que pueden
o encuentros místicos. Esas afirmaciones son sumamente subjetivas y las escépticas resultar en la percepción de un túnel, como las
por lo general se interpretan como resultado de los cambios fisiológicos que acom- imágenes que manifiestan ver las personas que
pañan al proceso de morir. De acuerdo con un anestesiólogo holandés, es proba- han tenido experiencias cercanas a la muerte.
ble que las experiencias cercanas a la muerte se deban a procesos biológicos en el
cerebro y que las semejanzas en los informes individuales acerca de las experiencias
sean un reflejo de las estructuras corporales comunes que son afectadas por el
proceso de morir, en particular, la privación de oxígeno que ocurre en nueve de
cada 10 personas agonizantes (Woerlee, 2005). Sin embargo, no todos los que
sufren privación de oxígeno experimentan una experiencia cercana a la muerte.
En un estudio realizado con pacientes cardiacos que fueron “regresados” después
de la muerte clínica, sólo alrededor de 18% informó de una experiencia cercana
a la muerte (van Lommel, van Wees, Meyers y Elfferich, 2001). Por consiguiente,
la anoxia no puede ser la única causa de esas experiencias.

Algunas personas pueden tener una predisposición biológica a las experien-
cias cercanas a la muerte. Un estudio reveló una alteración en el funcionamiento
de los lóbulos temporales de personas que experimentan imaginería cercana a
la muerte (Britton y Bootzin, 2004). En otro estudio se encontró que, en com-
paración con pacientes similares que no habían vivido una experiencia cercana
a la muerte, era más probable que los pacientes que la habían vivido durante la
resucitación hubieran pasado por múltiples sesiones de resucitación cardiopul-
monar durante su estancia en el hospital y muriesen en el curso de los 30 días
posteriores a su experiencia cercana a la muerte (van Lommel et al., 2001).

DE CARA A LA PROPIA MUERTE

La psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross, en su trabajo pionero con personas agonizantes, encontró

que la mayoría de ellas agradecía la oportunidad de hablar abiertamente acerca de su condición

y estaba consciente de la cercanía de la muerte, incluso si no se les había comunicado formal-

mente su estado. Después de hablar con unos 500 enfermos terminales, Kübler-Ross (1969,

1970) bosquejó cinco etapas en el proceso de aceptación de la muerte: 1) negación

(“¡Esto no me puede estar pasando a mí!”); 2) ira (“¿Por qué a mí?”); 3) negociar por

tiempo extra (“Si sólo pudiera vivir para ver a mi hija casada, no pediría nada más”);

4) depresión y, por último 5) aceptación. Tam-

bién propuso una progresión similar en los sen- ¿Cómo confrontan la muerte las
timientos de las personas que enfrentan un duelo personas condenadas a la pena capital?
inminente (Kübler-Ross, 1975). En una revisión de sus últimas declara-
ciones se encontró que era más probable
El modelo de Kübler-Ross ha sido criticado que los reclusos encarcelados en el
y modificado por otros profesionales que traba-

jan con pacientes agonizantes. Si bien las emo- pabellón de la muerte hablaran de perdón,

ciones que ella describió son comunes, no todos alegaran inocencia, guardaran silencio,
pasan por las cinco etapas y no necesariamente hablaran de amor, hicieran activismo y
en la misma secuencia. Por ejemplo, una persona comentaran sobre las creencias en la vida
puede oscilar entre la ira y la depresión, o puede después de la muerte.

sentir ambas cosas a la vez. Desafortunadamente, Heflick, 2005.

algunos profesionales de la salud asumen que

esas etapas son inevitables y universales, mientras que otros sienten que han fracasado si no

pueden llevar al paciente a la etapa final de aceptación.

La muerte, al igual que la vida, es una experiencia individual. Para algunas personas la

negación o la ira pueden ser formas más sanas de enfrentar la muerte que la aceptación tranquila.

Los hallazgos de Kübler-Ross, con todo lo valiosos que son para ayudarnos a entender los sen-

timientos de quienes enfrentan el final de la vida, no deben considerarse el único modelo o el

criterio de una “buena muerte”.

PREGUNTA 2 DE LA GUÍA Enfrentar la muerte y la pérdida 607

duelo PATRONES DE AFLICCIÓN ¿Deberían recetarse medicamentos
Pérdida, debida a la muerte, de para el duelo? Un estudio demostró que
alguien a quien se siente cercano El duelo —la pérdida de alguien a quien la per-
y el proceso de ajustarse a la
pérdida. sona se siente cercana y el proceso de ajustarse a aproximadamente la mitad de los docto-
ella— puede afectar casi todos los aspectos de la res creen que la medicación para el duelo
aflicción vida de un superviviente. Con frecuencia, el duelo está justißcada a pesar del riesgo de
Respuesta emocional experi- genera un cambio de estatus y rol (por ejemplo, uso prolongado o adicción.
mentada en las primeras fases
del duelo. de ser esposa a viuda o de ser hijo a huérfano). Cook, Biyanova y Marshall, 2007.

Puede tener consecuencias sociales y económicas,

como la pérdida de amigos y en ocasiones de ingresos. Pero primero se presenta la aflicción, la

respuesta emocional que se experimenta en las primeras fases del duelo.

La aflicción, como la agonía, es una experiencia sumamente personal. En la actualidad, la inves-

tigación ha cuestionado las viejas ideas de un único patrón de aflicción “normal” y de un programa

“normal” de recuperación. Alguna vez se consideró que una viuda que hablaba con su difunto marido

presentaba un trastorno emocional, pero ahora se reconoce que es una conducta común y útil (Lund,

1993b). Algunas personas se recuperan con bastante rapidez después del duelo, otras nunca lo hacen.

trabajo de aflicción El modelo clásico del trabajo de aflicción El patrón clásico de aflicción incluye tres
Resolución de los problemas psi- etapas en que la persona doliente acepta la dolorosa realidad de la pérdida, de manera gradual
cológicos relacionados con la rompe el vínculo con la persona muerta y se readapta a la vida desarrollando nuevos intereses y
aflicción. relaciones. Este proceso del trabajo de aflicción, la solución de los problemas psicológicos rela-
cionados con la pena, a menudo adopta la siguiente trayectoria, aunque al igual que las etapas
¿Qué consejo le daría de Kübler-Ross, puede variar (J. T. Brown y Stoudemire, 1983; R. Schulz, 1978).
a un amigo acerca de qué
decir —y qué no decir— a 1. Choque e incredulidad. Inmediatamente después de una muerte, los supervivientes suelen
una persona en duelo? sentirse perdidos y confundidos. A medida que toman conciencia de la pérdida, el
aturdimiento inicial cede el paso a sentimientos abrumadores de tristeza y llanto frecuente.
Esta primera etapa puede durar varias semanas, sobre todo después de una muerte
repentina o inesperada.

2. Preocupación por la memoria de la persona muerta. En la segunda etapa, que puede durar
de seis meses a dos años o algo así, el superviviente trata de aceptar la muerte, pero no
puede hacerlo todavía. Una viuda quizá reviva la muerte de su marido y toda su relación.
De vez en cuando puede verse embargada por los sentimientos de que su difunto esposo
está presente. Esas experiencias disminuyen con el tiempo, pero pueden repetirse —tal vez
durante años— en ocasiones como el aniversario de bodas o de la muerte.

3. Resolución. La última etapa habrá llegado cuando la persona doliente renueva el interés
en las actividades cotidianas. Los recuerdos de la persona que falleció traen consigo
sentimientos de cariño mezclados con tristeza en lugar del dolor agudo y la añoranza.

Algunas personas se recuperan Múltiples variaciones de la aflicción Aunque el patrón descrito sobre el trabajo de aflic-
con rapidez de la pérdida de un ción es común, éste no necesariamente sigue una línea recta del choque a la resolución. Un
ser querido, otras nunca lo equipo de psicólogos (Wortman y Silver, 1989) encontró tres patrones principales de aflicción.
hacen. Según el patrón comúnmente esperado, el doliente pasa de una aflicción elevada a una baja. En
el patrón de ausencia de aflicción, el doliente no experimenta de inmediato ni más tarde una

aflicción intensa. De acuerdo con el patrón de aflicción crónica el doliente per-
manece afligido por un largo tiempo (Wortman y Silver, 1989). La aflicción
crónica puede ser muy dolorosa y la aceptación resulta más difícil cuando
una pérdida es ambigua, como cuando un ser querido ha desaparecido y
se supone que está muerto (vea Apartado 19.1, Investigación en acción).
En otro estudio, los investigadores entrevistaron a 1 532 adultos
mayores casados y luego hicieron entrevistas de seguimiento con 185 per-
sonas (161 mujeres y 24 hombres) cuyos cónyuges habían muerto. Las
entrevistas tuvieron lugar seis meses y luego cuatro años después de la
pérdida (Boerner, Wortman y Bonanno, 2005; Bonanno, Wortman y
Nesse, 2004; Bonnano et al., 2002). Por mucho, el patrón más común (que
presenta 46% de la muestra) fue la resiliencia: un nivel bajo de aflicción

Investigación en acción

PÉRDIDA AMBIGUA

Una mujer cuyo esposo estaba en el World Trade Center en el el concepto de pérdida ambigua a situaciones en que el ser que- 19.1
momento de los ataques terroristas del 11 de septiembre de rido está físicamente presente pero psicológicamente ausente,
2001, no creyó que estuviera muerto hasta meses más tarde, como en la enfermedad de Alzheimer, la adicción a las drogas y
cuando se encontró un fragmento de sus huesos durante los otras enfermedades mentales crónicas.
trabajos de limpieza. Las víctimas del tsunami en el sureste asiá-
tico en 2005 aún no superan la pérdida de sus parejas, hijos y Las personas que toleran mejor la pérdida ambigua suelen tener
padres que fueron arrastrados por las olas gigantes sin dejar hue- ciertas características: 1) Son profundamente espirituales y no espe-
lla. Mujeres y hombres de edad media volaron a Vietnam y a Cam- ran entender lo que sucede en el mundo, pues tienen fe y confianza
boya en búsqueda de los restos de sus esposos y padres, cuyos en lo desconocido. 2) Son optimistas por naturaleza. 3) Pueden
aviones fueron abatidos décadas atrás. mantener dos ideas opuestas al mismo tiempo (“Necesito reorgani-
zar mi vida pero mantener viva la esperanza”), lo que les permite vi-
Manejar la muerte de un ser querido ya de por sí es difícil en vir con la incertidumbre. 4) A menudo crecieron en una familia o
circunstancias normales. Pero cuando no hay un cuerpo, y por ende cultura en que el dominio, el control y la búsqueda de respuestas
no hay evidencia clara de la muerte, puede ser más difícil enfrentar eran menos importantes que aprender a vivir con lo que hay.
el carácter irrevocable de la pérdida. Esto es cierto sobre todo en la
cultura estadounidense con su tendencia a negar la realidad de La terapia puede ayudar a la gente a “entender, afrontar y se-
la muerte. “La gente anhela un cuerpo”, dice la terapeuta familiar guir adelante después de la pérdida, incluso si ésta aún es con-
Pauline Boss (2002, p. 15)“porque, paradójicamente, tener el cuerpo fusa” (Boss, 1999, p. 7). Contar y escuchar anécdotas acerca de la
les permite dejarlo ir”. Ver el cuerpo les permite superar la confusión, persona desaparecida puede ser el inicio del proceso de cura-
“proporciona la certeza cognoscitiva de la muerte” y por ende per- ción. La reconstrucción de los rituales familiares puede ratificar
mite que el doliente empiece su duelo. Sin un cuerpo, los supervi- que la vida familiar continúa.
vientes sienten que se les escamoteó la oportunidad de despedir y
honrar de manera apropiada al ser querido. A su vez, los terapeutas que trabajan con personas que sufren
pérdidas ambiguas necesitan ser capaces de tolerar la ambigüe-
Boss aplica el término pérdida ambigua (introducido en el ca- dad. Deben reconocer que no se aplican las etapas clásicas del
pítulo 18) a las situaciones en que la pérdida no está definida con trabajo de aflicción descritas en este capítulo. Presionar a alguien
claridad y por lo tanto resulta confusa y difícil de resolver. Este para que haga un cierre ocasionará resistencia. Las familias pue-
estado no es un trastorno psicológico sino un trastorno de rela- den aprender a manejar el estrés de la pérdida ambigua a su
ción en que el duelo permanece bloqueado y no puede ocurrir la propio ritmo y manera.
resolución. No es una enfermedad sino una fuente de estrés ago-
biante. Cuando la pérdida carece de confirmación tangible, se le Fuentes: Boss, 1999, 2002, 2004, 2006, 2007; Boss, Beaulieu, Wieling,
niega a la gente el ritual y el cierre emocional, por lo que puede Turner y LaCruz, 2003.
quedar inmóvil, incapaz de continuar la tarea necesaria para reor-
ganizar las relaciones y los roles familiares. La pérdida va y viene, ¿Ha experimentado alguna vez una
lo que crea agotamiento físico y emocional, y el apoyo de los pérdida ambigua o conoce a alguien
amigos y de la familia puede disminuir. Boss también ha aplicado que la haya sufrido? De ser así, ¿qué
estrategias de afrontamiento pare-
cieron más eficaces?

que disminuía de manera gradual. Los dolientes resilientes expresaban la aceptación de la muerte Control
como un proceso natural. Después de su pérdida dedicaban relativamente poco tiempo a pensar y ¿Puede...
hablar de ello o a buscar el significado de la muerte, aunque la mayoría afirmaba sentir añoranza
y punzadas emocionales durante los primeros seis meses. Esos hallazgos ponen en tela de juicio el resumir los cambios que
supuesto de que hay algo malo si una persona en duelo sólo muestra una aflicción moderada. pueden ocurrir en una
Demuestran que “estar bien” después de una pérdida no es necesariamente una causa de preocu- persona cercana a la muerte?
pación sino una respuesta normal de muchos adultos mayores (Boerner et al., 2005, p. P72).
mencionar posibles expli-
El conocimiento de que la aflicción asume diversas formas y patrones tiene implicaciones caciones de las experiencias
importantes en la ayuda que se puede brindar a la gente para lidiar con la pérdida (Boerner et al., cercanas a la muerte?
2004, 2005; Bonanno et al., 2002); la tabla 19-1 presenta algunas sugerencias para ayudar a
quienes han perdido un ser querido. Así como puede ser innecesario e incluso dañino esperar que mencionar las cinco etapas
todos los pacientes agonizantes experimenten las etapas de Kübler-Ross también puede serlo exhor- de Kübler-Ross de confrontar
tar o conducir a los dolientes a trabajar una pérdida o esperar que sigan un patrón establecido de la muerte y explicar por qué
reacciones emocionales. Y aunque la terapia de duelo puede ayudar a algunas personas (en parti- su trabajo es controvertido?
cular en corto plazo y en especial a quienes experimentan grandes dificultades para ajustarse a una
pérdida), muchos no la necesitan y se recuperarán por sí solos si se les da el tiempo para hacerlo identificar las tres etapas
que suelen describirse
como trabajo de aflicción
y examinar los nuevos
hallazgos sobre las
variaciones que presenta?

PREGUNTA 2 DE LA GUÍA Enfrentar la muerte y la pérdida 609

TABLA 19-1 Cómo ayudar a alguien que ha perdido
a un ser querido

Estas sugerencias de profesionales de la salud mental pueden permitirle ayudar a algún
conocido a transitar por el proceso de aflicción.

• Comparta la pena. Permita o aliente a la persona doliente para que hable acerca de
sus sentimientos de pérdida y comparta los recuerdos de la persona fallecida.

• No ofrezca un falso consuelo. Decir cosas como “Todo será para bien” o “Lo supera-
rás en algún tiempo” no ayuda. En lugar de ello, exprese simplemente pena y tómese
el tiempo para escuchar.

• Ofrezca ayuda práctica. Cuidar a los niños, cocinar y hacer diligencias son formas de
ayudar a alguien que está afligido.

• Sea paciente. La recuperación de una pérdida importante puede llevarse mucho
tiempo. Esté disponible para hablar y escuchar.

• Sugiera ayuda profesional cuando sea necesario. No dude en recomendar la ayuda
profesional cuando parezca que alguien experimenta demasiado dolor para afrontarlo
solo.

Fuente: National Mental Health Association, s.f.

(Neimeyer y Currier, 2009). El respeto por las diferentes formas de mostrar aflicción puede ayu-
dar a los dolientes a manejar la pérdida sin hacerlos sentir que sus reacciones son anormales.

ACTITUDES HACIA LA MUERTE Y LOS
MORIBUNDOS A LO LARGO DEL CICLO VITAL

No hay una sola forma de ver la muerte a cualquier edad; las actitudes de las personas al respecto
reflejan su personalidad y experiencia, así como lo cerca que creen que están de morir. Sin embargo,
existen amplias diferencias en el desarrollo. Tal como sugiere el modelo del momento de los
eventos, es probable que la muerte no signifique lo mismo para un hombre de 85 años con dolo-
res artríticos insoportables, una mujer de 56 años en la cima de una brillante carrera como abogada
que descubre que tiene cáncer de mama y un chico de 15 años que muere por una sobredosis de
drogas. Los cambios típicos en las actitudes hacia la muerte a lo largo del ciclo vital dependen
tanto del desarrollo cognoscitivo como del momento normativo o no normativo del evento.

Niñez y adolescencia De acuerdo con la investigación temprana de los neo-Piagetanos (Speece
y Brent, 1984), en algún momento entre los cinco y siete años, la mayoría de los niños llega a
entender que la muerte es irreversible, que una persona, animal o flor muerta no pueden regresar
a la vida. Casi a la misma edad, los niños se percatan de otros dos conceptos importantes acerca de
la muerte: primero, que es universal (todas las cosas vivas mueren) y por ende inevitable; y segundo,
que una persona muerta no funciona (todas las funciones de la vida terminan al morir). Antes de
eso, los niños pueden creer que ciertos grupos de personas (como los maestros, los padres y los
niños) no mueren, que una persona lo bastante lista o afortunada puede evitar la muerte, y que
ellos podrán vivir para siempre. También pueden creer que una persona muerta todavía puede pensar
y sentir. Esos estudios sugieren que los conceptos de irreversibilidad, universalidad y cese de las
funciones por lo general se desarrollan durante el cambio del pensamiento preoperacional al de
las operaciones concretas, cuando los conceptos de causalidad comienzan a adquirir madurez.

Investigaciones más recientes indican que ya desde los cuatro años los niños pueden lograr
una comprensión parcial de lo que sucede después de la muerte, la cual puede no completarse
sino hasta muy adentrados en los años escolares. En una serie de estudios realizados en dos escue-
las suburbanas afiliadas a una universidad, la mayoría de los alumnos de preescolar y de jardín de
niños demostraron saber que un ratón muerto nunca volverá a estar vivo o a crecer para conver-
tirse en un ratón viejo, pero 54% dijo que el ratón todavía necesitaba comer. A los siete años,
91% de los niños mostraron un conocimiento consistente de que los procesos biológicos como
comer y beber cesan al morir. Sin embargo, cuando se plantearon preguntas similares en términos
psicológicos (“¿Todavía tiene hambre?”), los niños de esta edad y los más jóvenes fueron menos

610 CAPÍTULO 19 Manejo de la muerte y el duelo

TABLA 19-2 Manifestaciones de aflicción en los niños

Menores de 3 años 3 a 5 años Niños en edad escolar Adolescentes

Regresión Incremento de la Deterioro del desempeño Depresión
Tristeza actividad escolar ocasionado por la pérdida Quejas somáticas
Temor Constipación de concentración, la falta de interés Conducta delictiva
Pérdida del apetito Ensuciarse y de motivación, el fracaso para ter- Promiscuidad
Fracaso para Mojar la cama minar las tareas y por tener ensoña- Intentos de suicidio
desarrollarse Ira y berrinches ciones en clase Abandonar la escuela
Trastornos del sueño Conducta fuera de
Retraimiento social control Resistencia a asistir a la escuela
Demora del desarrollo Pesadillas Episodios de llanto
Irritabilidad Episodios de llanto Mentiras
Llanto excesivo Robos
Mayor dependencia Nerviosismo
Pérdida del habla Dolor abdominal
Dolores de cabeza
Desgano
Fatiga

Fuente: Adaptado de AAP Committee on Psychosocial Aspects of Child and Family Health, 1992.

consistentes. Sólo 21% de los alumnos del jardín de niños y 55% de los estudiantes de los grados La confusión de
iniciales de la primaria sabía, por ejemplo, que un ratón muerto ya no se siente enfermo, en los niños se relaciona con
comparación con 75% de los estudiantes de los últimos grados de primaria de 11 a 12 años. La su desarrollo cognosciti-
comprensión de que los estados cognoscitivos cesan al morir se rezagó aún más; sólo 30% del vo. En el marco piagetano
grupo del último grado de primaria respondió de manera consistente preguntas acerca de si los que revisamos en capítulos
pensamientos, sentimientos y deseos persisten después de la muerte (Bering y Bjorklund, 2004). anteriores vimos que los
niños tienen dißcultades con
Los niños pueden entender mejor la muerte si se les presenta el concepto a una edad temprana el pensamiento abstracto,
y se les alienta a hablar al respecto. La muerte de una mascota puede proporcionar una oportu- por lo que pueden resultar-
nidad natural. Si otro niño muere, es necesario que los maestros y los padres intenten disipar la les confusos los eufemis-
ansiedad de los niños. En el caso de los niños con enfermedades terminales, la necesidad de mos usados para describir
entender la muerte puede ser más apremiante y más concreta. Sin embargo, es posible que los la muerte.
padres eviten mencionar el tema, sea por su propia dificultad para aceptar la perspectiva de la
pérdida o porque tratan de proteger a su hijo. Al obrar de esa manera pueden perder la oportu-
nidad de que el niño y la familia se preparen emocionalmente para lo que viene (Wolfe, 2004).

Como en el caso de su comprensión de la muerte, la forma en que los niños muestran
aflicción depende de su desarrollo cognoscitivo y emocional (tabla 19-2). En ocasiones los niños
expresan su aflicción por medio de la ira, el mal comportamiento o la negativa a reconocer una
muerte, como si la pretensión de que una persona siga viva lo hiciera realidad. Pueden sentirse
confundidos por los eufemismos de los adultos: que alguien “expiró”, o que la familia “perdió”
a alguien o que alguien se “quedó dormido” y nunca va a despertar.

Adaptarse a la pérdida es más difícil si el niño tenía una relación problemática con la persona
muerta; si el padre superviviente depende demasiado del niño; si la muerte fue inesperada, en
especial si se trató de un asesinato o un suicidio; si el niño ha tenido problemas conductuales o
emocionales previos; o si carece del apoyo de la familia y la comunidad (AAP Committee on
Psychosocial Aspects of Child and Family Health, 1992). Los padres y otros cuidadores adultos
pueden ayudar a los niños a lidiar con el duelo explicándoles que la muerte es fatal e inevitable
y que ellos no la ocasionaron con su mala conducta o sus pensamientos. Los niños necesitan que
se les asegure que seguirán recibiendo el cuidado de adultos cariñosos. Por lo general es reco-
mendable hacer algunos cambios, en la medida de lo posible, en el ambiente, las relaciones y las
actividades cotidianas del niño; responder sus preguntas de manera sencilla y honesta; y alentarlo
a hablar de sus sentimientos y de la persona que murió (AAP Committee on Psychosocial Aspects
of Child and Family Health, 2000).

Los adolescentes no suelen pensar mucho en la muerte, a menos que se enfrenten directa-
mente con ella. Muchos de ellos corren riesgos innecesarios. Hacen autostop, manejan ¡con impru-

PREGUNTA 2 DE LA GUÍA Enfrentar la muerte y la pérdida 611

dencia o experimentan con drogas y sexo, a menudo con resultados trágicos.
En su urgencia por descubrir y expresar su identidad, tienden a concentrarse
más en el cómo viven que en cuánto tiempo es probable que vivan.

Adultez Los adultos tempranos que han concluido su educación y han ini-

ciado sus carreras, el matrimonio o la paternidad por lo general están impa-

cientes por vivir la vida para la que se han preparado. Si de repente son golpeados

por una enfermedad o lesión potencialmente fatal, es probable que experimenten

una extrema frustración e ira. Las personas que desarrollan enfermedades ter-

minales en sus veinte y treinta tienen que enfrentar las cuestiones de la muerte

y la agonía en una edad en que deberían resolver los problemas de la adultez

temprana como establecer una relación íntima. En lugar de tener una larga vida

de pérdidas como preparación gradual para la pérdida final de la vida, todo su

mundo se derrumba de manera repentina.

En la edad media, la mayoría de los adultos entiende que realmente van a

morir. Sus cuerpos les envían señales de que ya no son tan jóvenes, ágiles y fuer-

tes como alguna vez lo fueron. Piensan con frecuencia creciente cuántos años más

les quedan y en aprovecharlos (Neugarten, 1967). A menudo, sobre todo después

de la muerte de ambos padres, adquieren la conciencia de ser la generación mayor

o la siguiente en la línea para morir (Scharlach y Fredriksen, 1993). Los adultos

de edad media y edad tardía pueden prepararse para la muerte tanto en términos

emocionales como prácticos mediante la elaboración de su testamento, la planifi-

Los riesgos innecesarios que a veces corren los cación de sus funerales o planteando sus deseos a la familia y los amigos.
adolescentes pueden tener resultados trágicos. Los adultos mayores pueden experimentar sentimientos encontrados acerca

de la perspectiva de morir. Los quebrantos físicos, además de otros problemas y

pérdidas de la vejez, pueden disminuir su gusto por la vida y su voluntad de vivir (McCue, 1995).

Algunos adultos mayores, desisten de alcanzar metas no satisfechas. Otros pueden esforzarse

más para aprovechar el tiempo que les queda. Muchos tratan de prolongar el tiempo

restante adoptando estilos de vida más sanos o luchando por la vida incluso cuando

están muy enfermos (Cicirelli, 2002). Cuando

piensan o hablan acerca de su muerte inminente, Trate de imaginar que tiene una en-
algunos adultos mayores expresan temor. Otros, fermedad terminal. ¿Cuáles cree que se-
en especial los religiosos devotos, comparan la rían sus sentimientos? ¿En qué serían si-

muerte con quedarse dormidos, una transición milares o diferentes de los descritos en el

Control sencilla e indolora a la otra vida (Cicirelli, 2002). texto con referencia a su grupo de edad?
¿Puede... De acuerdo con Erikson, los adultos mayo-

res que resuelven la última alternativa crucial de integridad frente a desesperanza (vea el capítulo

analizar la forma en que 18) logran aceptar tanto lo que hicieron con su vida como su muerte inminente. Una forma de
las personas de diferentes lograr esta resolución es por medio de una revisión de la vida que se analiza más adelante en el
edades entienden y afrontan capítulo. Las personas que sienten que su vida ha tenido significado y que se han adaptado a sus
la muerte y el duelo? pérdidas pueden estar mejor preparadas para enfrentar la muerte.

Pregunta3 de la guía Pérdidas significativas

¿Qué desafíos Las pérdidas especialmente difíciles que pueden ocurrir durante la adultez son la muerte del
específicos se cónyuge, de un padre y de un hijo. La pérdida de un hijo potencial en un aborto espontáneo o
relacionan con el nacimiento de un niño muerto también pueden ser experiencias dolorosas pero por lo regular
sobrevivir a un atrae menos apoyo social.
cónyuge, un padre,
un hijo o a un aborto SOBREVIVIR AL CÓNYUGE
espontáneo?
Dado que las mujeres tienden a vivir más tiempo que los hombres y a ser más jóvenes que sus
maridos, es más probable que enviuden. También suelen enviudar a una edad más temprana.
Alrededor de 25% de las mujeres estadounidenses, pero menos de 7% de los varones, han perdido
a su cónyuge a los 65 años (Federal Interagency Forum on Aging-Related Statistics, 2010).

612 CAPÍTULO 19 Manejo de la muerte y el duelo

El estrés de la viudez a menudo repercute en la salud física y mental. El dolor de la pérdida Las viudas ancianas tienen
puede afectar el sistema inmunológico y dar por resultado dolores de cabeza, mareos, indigestión mayor probabilidad que los
o dolor en el pecho. También implica mayores riesgos de discapacidad, consumo de drogas, viudos de permanecer en
hospitalización e incluso de muerte (Stroebe, Schut y Stroebe, 2007). En un estudio finlandés contacto con los amigos y
de gran escala, los hombres que perdieron a sus esposas en el periodo de cinco años del estudio de beneficiarse del apoyo de
tenían una probabilidad 21% mayor de morir en ese mismo lapso que los hombres que perma- una red social.
necieron casados, y la probabilidad de morir fue 10% mayor entre las mujeres viudas que entre
las que no enviudaron (Martikainen y Valkonen, 1996). El riesgo de muerte natural o suicidio
es mayor en los primeros meses después de la pérdida y es más elevado en el caso de los adultos
tempranos. El dolor ocasionado por la pérdida también puede dar lugar a problemas de memo-
ria, pérdida del apetito, dificultad para concentrarse y a un riesgo mayor de sufrir ansiedad,
depresión, insomnio y disfunción social. Esas reacciones pueden oscilar de ser muy breves y
ligeras a ser extremas y muy duraderas, algunas veces incluso por años (Stroebe et al., 2007).

Las relaciones sociales inciden en la buena salud. Por consiguiente, la pérdida de la compa-
ñía puede ayudar a explicar la elevada probabilidad de que una persona que ha enviudado, en
especial un hombre, siga pronto a su cónyuge a la tumba (Ray, 2004). Sin embargo, también
cabe una explicación más práctica: quizá después de la muerte del cónyuge no habrá nadie que
le recuerde a una anciana que tome sus medicinas o que se asegure de que un hombre siga una
dieta especial. Quienes reciben esos recordatorios (digamos, de los hijos o de los trabajadores de
la salud) tienden a mejorar los hábitos de salud y la salud (Williams, 2004).

La calidad de la relación matrimonial que se ha perdido puede influir en el grado en que
la viudez afecta la salud mental. En un estudio, personas viudas que habían sido muy cercanas
o dependientes de sus cónyuges tendían a experimentar mayor ansiedad y añorar más a sus
parejas seis meses después de la muerte que las personas viudas que no habían sido tan cercanas
o dependientes (Carr et al., 2000). La pérdida del esposo puede ser especialmente difícil para
una mujer que ha estructurado su vida y su identidad para agradarle o cuidarlo (Marks y Lam-
bert, 1998). Dicha mujer no sólo habrá perdido un compañero, sino también un rol importante,
tal vez crucial (Lucas et al., 2003).

La viudez también puede dar lugar a problemas prácticos. Las viudas cuyos esposos eran el
principal sostén pueden experimentar penurias económicas o caer en la pobreza (Hungerford, 2001).
Por su parte, es probable que los viudos tengan que pagar por los servicios domésticos que propor-
cionaba su esposa como ama de casa. Cuando ambos cónyuges trabajaban, la pérdida de un
ingreso puede ser un evento difícil de superar. Para las mujeres, la consecuencia principal
de la viudez probablemente sea la presión económica, mientras que para los hombres las
consecuencias mayores pueden ser el aislamiento social y la pérdida de intimidad emocional
(Pudrovska et al., 2006). Las viudas ancianas son más propensas que los viudos a mantener
el contacto con los amigos de los que reciben apoyo social (Kinsella y Velkoff, 2001).

En última instancia, la aflicción de la pérdida puede ser un catalizador de la
introspección y crecimiento que permitan descubrir aspectos sumergidos de uno
mismo y aprender a sostenerse sobre los propios pies (Lieberman, 1996). En un estu-
dio, las viudas hablaban y pensaban en sus difuntos maridos décadas después de la
pérdida, pero esos pensamientos rara vez las afectaban. Más bien, esas mujeres decían
que habían incrementado su fortaleza y que habían adquirido mayor confianza en sí
mismas como resultado de la pérdida (Carnelley, Wortman, Bolger y Burke, 2006).

PÉRDIDA DE UN PADRE EN LA ADULTEZ

La pérdida de un padre es difícil en cualquier momento, incluso en la adultez. En
entrevistas a profundidad con 83 voluntarios de 35 a 60 años, se encontró que la
mayoría de los hijos adultos dolientes seguían experimentando aflicción emocional —que
iba de la tristeza y el llanto a la depresión y los pensamientos de suicidio— después de
uno a cinco años, en especial después de la muerte de la madre (Scharlach y Fredriksen,
1993). Sin embargo, la muerte de uno de los padres puede ser una experiencia que obliga
a madurar porque empuja a los adultos a resolver importantes problemas del desarrollo, a
obtener un sentido más fuerte de sí mismos y a adquirir una conciencia más apremiante y

PREGUNTA 3 DE LA GUÍA Pérdidas significativas 613

TABLA 19-3 Autorregistro del efecto psicológico de la muerte
de uno de los padres en los hijos adultos

Efectos Muerte de la madre Muerte del padre
(porcentaje) (porcentaje)

Autoconcepto 29 43
Más “adulto” 19 20
Mayor confianza en sí mismo 11
Más responsable 14 4
Menos maduro 8 3
Otros 19 17
Ningún efecto 12

Sentimientos acerca de la mortalidad 30 29
Mayor conciencia de la propia
mortalidad 19 10
Mayor aceptación de la muerte propia 10 4
Hacer planes concretos respecto
de la muerte propia 10 18
Mayor temor a la muerte propia 14 16
Otros 17 23
Ningún efecto
29
Religiosidad 26 2
Más religioso 11
Menos religioso 3 10
Otros 60 59
Ningún efecto
28
Prioridades personales 35 13
Mayor importancia a las relaciones personales 16
Mayor importancia a los placeres sencillos 10 7
Mayor importancia a la felicidad personal 8
Menor importancia a las posesiones materiales 5 8
Otros 20 36
Ningún efecto 14
16
Trabajo o planes profesionales 29 10
Dejar el trabajo 15 6
Ajustar las metas 5
Cambiar de planes debido a las necesidades 10
de la familia 4 19
Mudarse 13 39
Otros 34
Ningún impacto

Fuente: Scharlach, A. E. y Fredriksen, K. I. (1993). “Reactions to the death of a parent during midlife”. Omega:
Journal of Death and Dying, 27, p. 311. Tabla 1, Derechos reservados en 1993 por Baywood Publishing Com-
pany, Inc. Reproducido con autorización de Baywood Publishing Company Inc. en el formato de texto a tra-
vés de Copyright Clearance Center.

realista de su propia mortalidad, junto con un mayor sentido de responsabilidad, compromiso y
apego a los otros (M. S. Moss y Moss, 1989; Scharlach y Fredriksen, 1993, Tabla 19-3).

Con frecuencia, la muerte de uno de los padres implica cambios en otras relaciones. Un
hijo adulto doliente puede asumir más responsabilidad por el padre superviviente y por mantener
unida a la familia (Aldwin y Levenson, 2001). Las intensas emociones del duelo pueden acercar
a los hermanos, o pueden distanciarse por las diferencias surgidas durante la enfermedad final
del padre. La muerte de un padre puede hacer que un hijo adulto se sienta libre para dedicar
más tiempo y energía a las relaciones que fueron descuidadas de manera temporal para satisfacer

614 CAPÍTULO 19 Manejo de la muerte y el duelo

las demandas del cuidado; o bien puede permitirle terminar una relación que se mantenía para
satisfacer las expectativas del padre (M. S. Moss y Moss, 1989; Scharlach y Fredriksen, 1993).

La muerte del segundo padre puede tener un efecto especialmente grande. El hijo adulto puede
experimentar un sentido más agudo de mortalidad ahora que ha desaparecido el amortiguador de la
generación mayor (Aldwin y Levenson, 2001). Esta conciencia puede ser una oportunidad de creci-
miento que dé lugar a una perspectiva más madura de la vida y a un mayor aprecio del valor de las
relaciones personales (Scharlach y Fredriksen, 1993). El reconocimiento del carácter irrevocable de
la muerte y de la imposibilidad de decir algo más al padre fallecido motiva a algunas personas a
resolver los problemas que afectan sus vínculos con los vivos mientras todavía hay tiempo. Algunas
personas se reconcilian con sus hijos adultos. En ocasiones, los hermanos distanciados tratan de
resolver sus dificultades cuando se percatan de que ya no está ahí el padre que los unía.

PÉRDIDA DE UN HIJO ¿Ha perdido a un
padre, un hermano, un cón-
Un padre rara vez está preparado emocionalmente para la muerte de un hijo. Este evento, no importa yuge, un hijo o un amigo?
a qué edad ocurra, representa un golpe duro y antinatural, un suceso prematuro que, en el curso Si no es así, ¿cuál de esas
normal de las cosas, no debería haber ocurrido nunca. Los padres pueden sentir que fracasaron, no pérdidas imagina que sería
importa cuánto hayan amado y cuidado al hijo, y puede resultarles difícil dejarlo ir. Si el matrimo- más difícil de soportar y por
nio es sólido, la pareja puede acercarse más, apoyándose uno al otro en su pérdida compartida. En qué? Si ha experimentado
otros casos, la pérdida debilita y a la larga destruye al matrimonio (Brandt, 1989). Los padres, en más de uno de esos tipos de
especial las madres, que han perdido a un hijo corren un riesgo mayor de ser hospitalizados por pérdida, ¿en qué se diferen-
enfermedad mental (Li, Laursen, Precht, Olsen y Mortensen, 2005). El estrés por la pérdida de un ciaron sus reacciones?
hijo puede incluso apresurar la muerte de un padre (Li, Precht, Mortensen y Olsen, 2003).

Muchos padres no saben si hablar con un hijo que padece una enfermedad terminal sobre
su muerte inminente, pero quienes lo hacen tienden a lograr una sensación de cierre que los
ayuda a afrontar luego la pérdida. En 2001, un equipo de investigación sueco entrevistó a 449
padres de ese país que hacía cuatro o nueve años habían perdido a un hijo por cáncer. Alrededor
de una tercera parte de los padres dijeron que habían hablado con sus hijos acerca de su muerte
y ninguno de ellos se arrepentía de haberlo hecho, mientras que 27% de quienes no plantearon
el tema lo lamentaba.

El efecto del duelo de los padres puede variar de acuerdo con factores como la edad del
hijo, la causa de la muerte y el número de hijos que sobreviven. En un estudio longitudinal, 219
parejas holandesas que habían perdido un hijo participaron en un estudio durante 20 meses
después de la muerte. La pena era más grande entre mayor fuera el hijo (hasta la edad de 17
años). Los padres cuyo hijo había sufrido una muerte traumática sufrían más que aquellos cuyo
vástago había muerto por una enfermedad o trastorno o que quienes habían experimentado un
aborto espontáneo o una muerte neonatal. Los padres que esperaban la muerte y los que tenían
otros hijos expresaban menos dolor. Las madres tendían a llorar más la pérdida que los padres.
Conforme pasaba el tiempo, la pena tendía a disminuir, en especial entre las parejas que volvían
a embarazarse (Wijngaards-de Meij et al., 2005).

Aunque cada padre doliente debe afrontar a su modo la aflicción, algunos han descubierto que
la pena disminuye cuando se sumergen en el trabajo, en sus intereses o en otras relaciones o se
unen a un grupo de apoyo. Algunos amigos bien intencionados aconsejan a los padres que no
piensen demasiado en su pérdida, pero recordar al hijo de una manera significativa puede ser lo
que necesitan hacer. Cuando se les preguntó qué les había ayudado más a afrontar la muerte de
su hijo, 73% de los padres cuyos hijos habían fallecido en unidades de cuidado intensivo dieron
respuestas religiosas o espirituales. Mencionaron la oración, la fe, conversaciones con sacerdotes o
la creencia de que la relación entre padre e hijo perdura más allá de la muerte. Los padres también
afirmaron que fueron guiados por la intuición y la sabiduría, por valores internos y virtudes espi-
rituales como la esperanza, la confianza y el amor (Robinson, Thiel, Backus y Meyer, 2006).

DUELO POR UN ABORTO ESPONTÁNEO

En un templo budista de Tokio se colocan pequeñas estatuillas de bebés acompañadas por
juguetes y regalos como ofrendas a Jizo, un ser iluminado que se cree que vela por los fetos
perdidos y abortados y que a la larga, por medio de la reencarnación, los guía a una nueva vida.

PREGUNTA 3 DE LA GUÍA Pérdidas significativas 615

Control Se celebra el ritual de mizuko kuyo, un rito de disculpa y remembranza, como una forma de
¿Puede... hacer las paces con la vida abortada (Orenstein, 2002).

identificar desafíos La palabra japonesa mizuko significa “niño de agua”. Los japoneses budistas creen que la
específicos involucrados en vida fluye gradualmente en el organismo, como el agua, y un mizuko se encuentra en algún lugar
la pérdida de un cónyuge? del continuo entre la vida y la muerte (Orenstein, 2002). En contraste, en inglés no existe una
palabra especial para designar a los fetos abortados y entre los estadounidenses no se efectúa
analizar los modos en que ningún tipo de ritual tradicional para llorar por esa pérdida. Las familias, los amigos y los pro-
la pérdida de un cónyuge fesionales de la salud por lo regular evitan hablar acerca de esas pérdidas, que a menudo se
o un padre puede ser una consideran insignificantes en comparación con la pérdida de un hijo (Van, 2001). La pena puede
experiencia de maduración ser más desgarradora si no se cuenta con apoyo social.
para un adulto?
¿Cómo afrontan los futuros padres la pérdida de un hijo que nunca conocieron? La experien-
explicar por qué es raro cia de pérdida de cada persona o pareja es única (Van, 2001). En un pequeño estudio, 11 hombres
que los padres estén cuyo hijo había muerto en el útero dijeron que la frustración y la impotencia los había invadido
emocionalmente preparados durante y después del alumbramiento, pero varios encontraron consuelo en el apoyo a su pareja
para la muerte de un hijo? (Samuelsson, Radestad y Segesten, 2001). En otro estudio, los padres dolientes percibieron que la
ayuda que recibían de sus cónyuges y familias era más valiosa que la de sus médicos. Algunos
sugerir cómo ayudar a los padres afligidos obtuvieron beneficios de un grupo de apoyo, pero otros no (DiMarco, Menke y
futuros padres a afrontar un McNamara, 2001). Sea que estén casadas o que vivan juntas, la probabilidad de separación de las
aborto? parejas que sufren un aborto espontáneo antes de la vigésima semana de gestación es 22% mayor
al de las parejas que tienen un embarazo exitoso. Cuando el aborto espontáneo ocurre después de
la semana 20 de gestación, el riesgo se eleva hasta 40% (Gold, Sen y Hayward, 2010).

En respuesta a los deseos de muchos padres que han experimentado el nacimiento de un hijo
muerto, a partir de julio de 2011 en 28 estados se promulgaron leyes que proporcionan certificados
de nacimiento de los bebés que nacieron muertos a fin de reconocer y validar los nacimientos.

4 de la guía Aspectos médicos, legales
Pregunta
¿Cómo han y éticos: el “derecho a morir”
cambiando las
actitudes hacia la ¿Tienen las personas derecho a morir? De ser así, ¿en qué circunstancias? ¿Debería permitirse o
aceleración de la ayudarse a una persona con una enfermedad terminal a cometer suicidio? ¿Debería un médico
muerte y a qué prescribir un medicamento que aliviará el dolor pero puede acortar la vida del paciente? ¿Qué hay
preocupaciones dan acerca de aplicar una inyección letal que acabará con el sufrimiento del paciente? ¿Quién decide
lugar esas prácticas? que no vale la pena prolongar una vida? Ésas son algunas de las espinosas preguntas morales,
éticas y legales que enfrentan los individuos, las familias, los médicos y la sociedad, preguntas que
se relacionan con la calidad de vida, y con la naturaleza y las circunstancias de la muerte.

SUICIDIO

Aunque el suicidio ha dejado de ser un delito en las sociedades modernas, todavía existe un estigma

hacia éste fundamentado en parte en las prohibiciones religiosas y en parte en el interés de la

sociedad por preservar la vida. Una persona que expresa pensamientos suicidas puede ser consi-

derada mentalmente enferma. Por otro lado, cada vez son más quienes consideran que

la elección del momento de morir de un adulto

maduro es una decisión racional y un derecho

que debe defenderse. La mayoría de la gente cree que lo
Las tasas de suicidios en Estados Unidos que motiva a los terroristas suicidas es
el extremismo religioso. Sin embargo, un
empezaron a disminuir a finales de la década de pequeño y polémico grupo de investigado-
1990, luego de un aumento de 25% entre 1981 res sostiene que su impulso se encuen-
y 1997. Sin embargo, entre 2006 y 2007 ocu- tra, simplemente, en el mismo deseo de
rrió un incremento significativo de 3.7% (Sah- suicidarse y los mismos factores de
youn, Lentzner, Hoyert y Robinson, 2001; Xu riesgo de otras poblaciones clínicas.
et al., 2010), con más de 34 500 personas que
se quitaron la vida en 2007. Aun así, la tasa de Lankford, 2010.

616 CAPÍTULO 19 Manejo de la muerte y el duelo

suicidio en Estados Unidos —11.5 muertes por cada 100 000 habitantes Porcentaje

(Xu et al., 2010— es menor que en muchos otros países industrializados 5

(Kinsella y Velkoff, 2001). 4 3.9 Hombres
Es probable que las estadísticas subestimen el número de suicidios; 3 3.4 Mujeres

muchos quedan sin registrarse y algunos (como los “accidentes” automo-
vilísticos y las sobredosis “accidentales” de medicamentos) no se reconocen
como tales. Además, las cifras sobre los suicidios a menudo no incluyen

los intentos de cometerlo; se estima que en Estados Unidos, entre 20 y
60% de las personas que cometen suicidio lo intentaron antes, y que alre- 2

dedor de 10% de los individuos que intentan suicidarse se quitarán la vida

en el curso de los próximos 10 años (Harvard Medical School, 2003). 1 1.1 0.4 0.6
En la mayor parte de las naciones, las tasas de suicidio aumentan con 0.9
0 Intentó
la edad y son más elevadas entre los hombres (Kinsella y Velkoff, 2001; Nock Tuvo pensamientos Hizo algún suicidarse
et al., 2008), aunque más mujeres consideran o intentan cometerlo (figura serios de suicidio plan suicida
19-1). Las mujeres jóvenes, solteras con poca educación y las que son muy
impulsivas, ansiosas o deprimidas tienen mayor riesgo de presentar pensa-

mientos y conducta suicidas (Nock et al., 2008). Históricamente, la proba- FIGURA 19-1
bilidad de tener éxito en los intentos suicidas era mucho mayor en los
hombres, pero en los años recientes esta brecha disminuyó considerablemente Pensamientos y conductas suicidas el
y la probabilidad de los intentos suicidas es apenas marginalmente mayor año anterior en adultos, por género.

entre los hombres (National Survey on Drug Use and Health, 2009). Las Fuente: SMHSA, 2009a.

tasas de suicidio de los hombres son más altas sobre todo porque es mucho

más probable que utilicen métodos confiables, como armas de fuego, mientras que las mujeres

son más propensas a elegir otros medios, como envenenamiento o la horca. Más de la mitad de los

suicidios logrados son por disparo (CDC, 2007a; Kung et al., 2008; Miniño et al., 2007).

Entre los grupos raciales y étnicos, los hombres blancos y los nativos americanos tienen las

tasas de suicidio más altas. La probabilidad de cometer suicidio entre los ancianos negros es

apenas un tercio de la de los ancianos blancos (NCHS, 2006), tal vez debido

al aspecto religioso y a que están acostumbrados a los golpes duros (NCHS,

1998; NIMH, 1999a). Sin embargo, las tasas de suicidio entre las personas

negras, en especial las más jóvenes y con menos educación, se han incrementado

de manera significativa desde mediados de la década de 1980 (Joe, Baser, Bree-

den, Neighbors y Jackson, 2006).

Debido a un alza que no ha sido explicada y que se observó recientemente

en el suicidio durante la mitad de la vida (tabla 19-4), las tasas de suicidio en

Estados Unidos alcanzan ahora un récord en el caso de los adultos en sus cua-

renta e inicios de los cincuenta y luego disminuyen para volver a aumentar

después de los 75 años (Xu et al., 2010). (En el capítulo 11 se examina el

suicidio de adolescentes.)

El riesgo de cometer suicidio aumenta de manera considerable si existe una

historia familiar de suicidio o de intentos de cometerlo. Es posible que una apa-

rente vulnerabilidad hereditaria esté relacionada con la baja actividad de la sero-

tonina, un químico regulador de los estados de ánimo y los impulsos de la

corteza prefrontal, la sede del juicio, la planificación y la inhibición (Harvard

Medical School, 2003).

Aunque algunas personas que intentan suicidarse ocultan cuidadosamente

sus planes, casi todas dan señales de advertencia: hablar de la muerte o del

suicidio, regalar sus bienes más preciados, abusar de las drogas o el alcohol, y

mostrar cambios de personalidad como ira, tristeza, aburrimiento o apatía

inusuales. Las personas que están a punto de quitarse la vida tal vez descuiden

su apariencia y duerman o coman mucho más o mucho menos de lo habitual. La tasa más alta de suicidio se presenta entre los
A menudo muestran signos de depresión, así como dificultad inusitada para hombres blancos de 75 años en adelante,
concentrarse, pérdida de autoestima y sentimientos de impotencia, desesperanza mientras que el riesgo aumenta entre los
o pánico (American College of Emergency Physicians, 2008; Harvard Medical hombres de 85 años o más. Los ancianos tienen
School, 2003). mayor probabilidad que las personas más
jóvenes de sufrir depresión y aislamiento social.

PREGUNTA 4 DE LA GUÍA Aspectos médicos, legales y éticos: el “derecho a morir” 617

TABLA 19-4 Cambios en las tasas de suicidio por edad,
Estados Unidos 1999-2003

Las tasas de suicidio aumentaron más entre las personas de edad media y disminuyeron las de
los ancianos, cuyo riesgo se mantiene de todas maneras como el más alto.

TASA DE SUICIDIOS POR CADA 100 000 HABITANTES

Grupo de edad Tasa en 1999 Tasa en 2003
15 a 24 10.1 9.7
25 a 34 12.7 13.0
35 a 44 14.3 15.6
45 a 54 13.9 17.7
55 a 64 12.2 15.5
65 a 74 13.4 12.6
75 a 84 18.1 16.3
85 y más 19.3 15.6

Fuente: Xu et al., 2010.

En el mundo, el sitio A quienes sobreviven a las personas que acaban con su vida se les conoce como “las otras
más popular para cometer víctimas del suicidio”. Muchos se culpan por no haber reconocido las señales. “Repiten de manera
suicidio es el Puente de obsesiva los sucesos que condujeron a la muerte, imaginando cómo habrían podido prevenirla y
Golden Gate en San Fran- reprochándose por no haberlo hecho” (Goldman y Rothschild, s.f.). Debido al estigma vinculado
cisco, California. con el suicidio, esos supervivientes suelen luchar solos con sus emociones en lugar de compar-
tirlas con otros que quizá podrían comprenderlos. (La tabla 19-5 enumera las señales de adver-
Fleming, 2010. tencia del suicidio y los pasos a seguir si alguien amenaza con suicidarse.)

eutanasia pasiva ACELERAR LA MUERTE
Retención o descontinuación
deliberada del tratamiento que En febrero de 1990, a la edad de 26 años, Terri Schiavo se desplomó de repente. Debido a la
prolonga la vida de una persona privación de oxígeno en su cerebro, entró en lo que los médicos diagnosticaron como un estado
con una enfermedad terminal vegetativo persistente. (En dicho estado, aunque técnicamente está viva, la persona no tiene
para finalizar su sufrimiento o conciencia y sólo presenta un funcionamiento rudimentario del cerebro.) El esposo de Schiavo,
permitirle morir con dignidad. Michael, insistía en que Terri no habría querido vivir en esas condiciones y, en 1998, pidió que
se desconectara la maquinaria que la mantenía con vida. Los padres de la mujer discreparon
eutanasia activa amargamente sobre cuáles habrían sido los deseos de Terri y negaban que su condición fuese
Acción deliberada para acortar la irreversible. Estalló una batalla legal de siete años que, debido a la intensa controversia pública
vida de una persona que padece sobre el tema de la aceleración de la muerte, se caracterizó por una intervención sin precedentes
una enfermedad terminal con el del congreso en el proceso judicial. Finalmente, la Suprema Corte de Estados Unidos ratificó la
objetivo de finalizar su sufri- decisión de las cortes inferiores de que Terri no tenía esperanza de recuperación. En marzo de
miento o permitirle morir con 2005 se retiró el tubo que la alimentaba y murió menos de dos semanas más tarde (Annas, 2005).
dignidad; también se le conoce
como asesinato por compasión. Hasta hace pocas décadas, casi no se escuchaba hablar sobre la idea de acelerar la muerte para
ayudar a un ser querido que sufría. El cambio de actitud hacia la aceleración de la muerte puede
atribuirse en gran medida al rechazo hacia las tecnologías que mantienen a los pacientes vivos en
contra de su voluntad, a pesar del intenso sufrimiento, y en ocasiones incluso después de que,
para todo propósito práctico, el cerebro ha dejado de funcionar.

La muerte de Terri Schiavo es un ejemplo de eutanasia pasiva: retener o descontinuar un
tratamiento que podría prolongar la vida de un paciente con una enfermedad terminal, como
los medicamentos, sistemas de soporte vital o tubos de alimentación. En contraste, en la euta-
nasia activa (llamada en ocasiones asesinato por compasión), se lleva a cabo una acción directa y
deliberada para acortar una vida. Eutanasia significa “buena muerte”; ambos tipos de eutanasia
pretenden terminar con el sufrimiento o permitir que la persona con una enfermedad terminal
muera con dignidad. Sin embargo, por lo general la eutanasia activa es ilegal, mientras que en
algunas circunstancias la eutanasia pasiva no lo es. Una cuestión importante concerniente a

618 CAPÍTULO 19 Manejo de la muerte y el duelo

TABLA 19-5 Prevención del suicidio

SEÑALES DE ADVERTENCIA DEL SUICIDIO: En el momento de
• Sentimientos depresivos, de abatimiento o tristeza excesiva. su muerte, más de una
cuarta parte de los pacien-
• Sentimientos de desesperanza, minusvalía, de no tener metas en la vida, junto con la tes ancianos son incapaces
pérdida de interés o de placer por hacer las cosas. de tomar decisiones acerca
de su atención médica. Esto
• Preocupación por la muerte, la agonía o la violencia, o hablar acerca de querer morir. ilustra por qué, con toda la
dißcultad que implican, las
• Buscar acceso a medicamentos, armas u otros medios para cometer suicidio. discusiones acerca del ßn
de la vida son importantes.
• Cambios de humor muy marcados: sentirse en las nubes un día y terriblemente aba-
tido al día siguiente. Silveira, Kim y Langa, 2010.

• Sentimientos de gran agitación, ira o irritación no controlados o de venganza. instrucciones anticipadas
(voluntad en vida)
• Cambios en los hábitos de alimentación y de sueño, en la apariencia, conducta o Documento que especifica el
personalidad. tipo de cuidado que desea la
persona en caso de una enfer-
• Conducta arriesgada o autodestructiva, como manejar de manera imprudente o con- medad terminal o incapacitante.
sumir drogas ilegales.

• Tranquilidad repentina (una señal de que la persona tomó la decisión de intentar
suicidarse).

• Crisis de la vida, traumas o contratiempos, como problemas en la escuela, el trabajo
o las relaciones, pérdida del empleo, divorcio, muerte de un ser querido, dificultades
financieras, diagnóstico de una enfermedad terminal.

• Poner todos los asuntos en orden, entre ellos, regalar las pertenencias, visitar a los
familiares y amigos, preparar un testamento o escribir una nota suicida.

SI ALGUIEN AMENAZA CON SUICIDARSE
• Mantenga la calma.

• Tome la amenaza con seriedad.

• No deje sola a la persona. Impida el acceso a las armas de fuego, cuchillos, medica-
mentos o cualquier otro objeto que la persona pueda usar para cometer suicidio.

• No trate de manejar solo la situación. Llame al 911 o al número local de respuesta en
emergencias. Llame al médico de la persona, a la policía, al equipo local de intervención
en crisis o a otras personas que estén capacitadas para ayudar.

• Mientras espera, escuche con atención a la persona. Hágale saber que la escucha y
mantenga el contacto ocular; acérquese a ella o sostenga su mano.

• Haga preguntas para determinar qué método de suicidio considera y si tiene un plan
organizado.

• Recuérdele que la ayuda está disponible.

• Si la persona intenta el suicidio, llame de inmediato para pedir ayuda médica de emer-
gencia y, de ser necesario, administre los primeros auxilios.

Fuente: Adaptado de American College of Emergency Physicians, 2008.

cualquier forma de eutanasia es si es voluntaria, es decir, si se lleva a cabo a petición directa o
para cumplir los deseos expresados de la persona que muere.

Instrucciones anticipadas El caso de Terri Schiavo tal vez habría sido muy diferente si ella
hubiera dejado por escrito las instrucciones para cumplir sus deseos. En el caso de Nancy Cruzan,
la Suprema Corte estadounidense sostuvo que una persona cuyos deseos se conocen claramente
tiene el derecho constitucional de rehusar o descontinuar el tratamiento que la mantiene con
vida (Cruzan v. Director, Missouri Department of Health, 1990). Los deseos de una persona men-
talmente competente pueden exponerse por anticipado en un documento llamado instrucciones
anticipadas (voluntad en vida), el cual contiene las disposiciones sobre cuándo y cómo descon-
tinuar la atención médica infructuosa. Desde entonces, los 50 estados de ese país legalizaron
alguna forma de instrucciones anticipadas o adoptaron otras previsiones que rigen la toma de
decisiones relacionadas con el fin de la vida.

PREGUNTA 4 DE LA GUÍA Aspectos médicos, legales y éticos: el “derecho a morir” 619

Un documento de voluntad en vida puede incluir disposiciones específicas relacionadas con las

circunstancias en que debe descontinuarse el tratamiento, qué medidas extraordinarias deben tomarse

para prolongar la vida (si es que acaso debe tomarse alguna), y qué tipo de manejo del dolor se

desea. La persona también puede especificar, por medio de una tarjeta de donador o una firma en

la parte posterior de su licencia de conductor, que sus órganos sean donados a alguien que necesite

un trasplante. Dicha planificación anticipada no sólo es benéfica para la persona que ago-

niza, sino también para la familia. Decidir un plan de acción en el caso de que la muerte

sea inminente mejora la atención recibida al final

de la vida y produce niveles más altos de satisfac- A partir de mayo de 2011, más de
ción familiar, así como disminuciones en el 110 500 personas esperan la donación de un
estrés, ansiedad y depresión en los familiares del órgano en Estados Unidos, y la necesidad
paciente con una enfermedad terminal (Detering, es particularmente aguda en el caso de los
Hancock, Reade y Silvester, 2010). candidatos pertenecientes a grupos mino-

En algunos casos la legislación sobre la volun- ritarios. ¿Donaría usted un órgano para un
tad en vida sólo se aplica a los pacientes con enfer- amigo o familiar que lo necesitara? ¿Para
medades terminales, y no a quienes están un desconocido? Justißque su respuesta.

incapacitados por la enfermedad o lesiones pero The need is real, s.f.

que pueden vivir muchos años bajo un dolor

intenso. Las instrucciones anticipadas tampoco pueden ayudar a muchos pacientes en coma o en

poder duradero del abogado estados vegetativos persistentes. Dichas situaciones pueden ser cubiertas por un poder duradero del
Instrumento legal que designa a
un individuo para tomar decisio- abogado, el cual designa a otra persona para tomar decisiones si el creador del documento pierde la
nes en caso de que el poder-
dante esté incapacitado para capacidad para hacerlo. Varios estados han adoptado una forma simple conocida como poder médico
hacerlo.
duradero del abogado expresamente para tomar decisiones acerca de la atención médica. Sin embargo,

incluso con las instrucciones anticipadas, muchos pacientes han sido sometidos a tratamientos pro-

longados e infructuosos en contra de sus deseos expresos (SUPPORT Principal Investigators, 1995).

Dichas situaciones llevaron a la American Medical Association a formar una Fuerza de tarea

sobre la calidad del cuidado al final de la vida. Muchos hospitales cuentan ahora con comités de

ética que crean directrices, revisan casos y ayudan a los médicos, pacientes y familiares con las

decisiones relativas al cuidado al final de la vida (Simpson, 1996), y algunos hospitales emplean

a asesores de ética de tiempo completo.

suicidio asistido Suicidio asistido: ventajas y desventajas El suicidio asistido —en el que un médico o
Opción en la que un médico o alguien más ayuda a una persona a provocarse la muerte, por ejemplo, mediante la prescripción u
alguien más ayuda a la persona a obtención de medicamentos o permitiendo que el paciente inhale un gas mortal— por lo general
terminar con su vida. se refiere a situaciones en las cuales personas con enfermedades terminales incurables solicitan ayuda
para terminar con su vida. El suicidio asistido todavía es ilegal en la mayoría de los países, pero
en los años recientes ha estado en primer plano del debate público. En principio puede ser similar
a la eutanasia activa voluntaria, en la cual, por ejemplo, el paciente solicita, y recibe, una inyección
letal, salvo que en el suicidio asistido la persona que desea morir lleva a cabo el hecho real.

En Estados Unidos, el suicidio asistido es ilegal en casi todos los estados, pero a menudo
ocurre de manera encubierta, sin regulaciones. La American Medical Association se opone a que
los médicos ayuden en el proceso de morir por ser contrario al juramento de “no hacer daño”.
A pesar de que se les permite proporcionar medicamentos que pueden acortar la vida si el pro-
pósito es aliviar el dolor (Gostin, 1997; Quill, Lo y Brock, 1997), algunos se rehúsan por razo-
nes de ética personal o médica (APA, 2001).

Los argumentos éticos a favor del suicidio asistido se basan en los principios de autonomía y
autodeterminación: que las personas mentalmente competentes deberían tener el derecho a con-
trolar la calidad de su propia vida y el momento y la naturaleza de su muerte. Los defensores
del suicidio asistido dan un gran valor a la preservación de la dignidad e individualidad del ser
humano que agoniza. Los argumentos médicos sostienen que el médico está obligado a tomar
todas las medidas necesarias para aliviar el sufrimiento. Además, en el suicidio asistido el paciente
es quien en realidad da los pasos para terminar con su vida. Un argumento legal es que la lega-
lización del suicidio asistido permitiría la regulación de las prácticas que ahora ocurren de cual-
quier modo por compasión hacia los pacientes que sufren. Se argumenta que es posible disponer
salvaguardas adecuadas contra el abuso mediante la combinación de la legislación y la regulación
profesional (APA, 2001).

620 CAPÍTULO 19 Manejo de la muerte y el duelo

Algunos especialistas en ética y derecho van más allá. Favorecen la legalización de todas las En septiembre de
formas de eutanasia voluntaria con salvaguardas en contra de la eutanasia involuntaria. Según 1996, un australiano de 66
dichos eruditos, el problema principal no es cómo ocurre la muerte sino quién toma la decisión. años de edad con un cáncer
En principio, no ven diferencia entre desconectar un respirador, retirar los tubos de alimentación, de próstata avanzado fue
aplicar una inyección letal y prescribir una sobredosis de píldoras a petición del paciente. Sos- la primera persona en morir
tienen que si puede disponerse abiertamente de ayuda en el proceso de morir, se reduciría el legalmente por medio de un
temor y el desamparo, pues ello permitiría a los pacientes controlar su propio destino (APA, suicidio asistido.
2001; Brock, 1992; Epstein, 1989; Orentlicher, 1996).

Los argumentos éticos en contra del suicidio asistido se concentran en dos principios: 1) la
creencia de que es incorrecto quitar una vida, incluso con consentimiento y 2) la preocupación
por la protección de los desfavorecidos. Quienes se oponen a brindar ayuda en el proceso de
morir señalan que, a menudo, la autonomía se ve limitada por la pobreza, la discapacidad o la
pertenencia a un grupo social estigmatizado, y temen que las personas que componen esas cate-
gorías puedan ser sometidas a presiones sutiles para elegir el suicidio con la contención de costos
como factor subyacente. Los argumentos médicos en contra del suicidio asistido incluyen la posi-
bilidad de un diagnóstico erróneo, la posibilidad de disponer en el futuro de nuevos tratamien-
tos, la probabilidad de un pronóstico incorrecto y las creencias de que ayudar a alguien a morir
es incompatible con la función del médico como sanador y que las salvaguardas adecuadas no
son posibles. Los argumentos legales en contra del suicidio asistido incluyen preocupaciones acerca
de la posibilidad de hacer cumplir las salvaguardas y las demandas legales que se suelen incoar
cuando existe desacuerdo familiar respecto a que sea correcto terminar con una vida (APA, 2001).

Dado que no siempre se tiene éxito con la autoadministración de pastillas, algunos oponentes
afirman que el suicidio asistido por el médico llevaría a la eutanasia activa voluntaria (Groenewoud
et al., 2000). Advierten que el siguiente paso en la resbaladiza pendiente sería la eutanasia invo-
luntaria, no sólo en el caso de los enfermos terminales sino de otros, como las personas con dis-
capacidades, cuya calidad de vida se percibe como disminuida. Los oponentes afirman que las
personas que quieren morir a menudo sufren una depresión temporal y que podrían cambiar de
opinión con tratamiento o cuidado paliativo (APA, 2005; Butler, 1996; Hendin, 1994; Latimer,
1992; Quill et al., 1997; Simpson, 1996; P. A. Singer, 1988; P. A. Singer y Siegler, 1990).

Legalización de la ayuda de los médicos en el proceso de morir Desde 1997,
cuando la Suprema Corte de Estados Unidos decidió de manera unánime dejar a los estados la
decisión de regular la ayuda de los médicos en el proceso de morir, en varios estados se presen-
taron medidas para legalizar el suicidio asistido de enfermos terminales, pero hasta ahora Oregon
es el único estado que aprobó dicha ley, la ley a favor de la muerte con dignidad (Death with
Dignity Act). En 1994, los habitantes de ese Estado votaron por permitir que los pacientes
mentalmente competentes a quienes dos médicos les hubieran asegurado que tenían menos de
seis meses de vida, solicitaran una prescripción letal con fuertes salvaguardas para asegurar que
la petición era seria y voluntaria y que se habían considerado todas las otras alternativas. En enero
de 2006, la Suprema Corte confirmó la ley de Oregon (Gostin, 2006; Greenhouse, 2005).

¿Cuál ha sido la experiencia con esta ley? La legalización del suicidio asistido ha resultado
en mejoras en el cuidado paliativo así como en incrementos en el número de muertes que ocu-
rren en el hogar en lugar del hospital (Steinbrook, 2008). Desde que se promulgó la ley a favor
de la muerte con dignidad (Death with Dignity Act, DWDA), los funcionarios estatales de salud
fueron informados de que 460 pacientes con enfermedades terminales se quitaron la vida, 53 de
ellos en 2009. Las preocupaciones mencionadas con mayor frecuencia por los pacientes que
solicitaron y utilizaron prescripciones letales fueron la pérdida de autonomía (97%), la pérdida
de dignidad (92%) y la pérdida de la capacidad para realizar las actividades que hacían la vida
placentera (86%) (Oregon Health Authority, s. f.).

La eutanasia activa aún es ilegal en Estados Unidos, pero no en los Países Bajos, donde en
2002 entró en vigencia una ley que permite la eutanasia voluntaria de pacientes en estado de
sufrimiento continuo, insoportable e incurable. En tales casos los médicos pueden inyectar una
dosis letal de medicamentos. En 2005 se informó que 1.8% de las muertes ocurridas en los
Países Bajos fueron resultado de la eutanasia o el suicidio asistido (Van der Heide et al., 2007).

Antes de 2002, tanto el suicidio asistido como la eutanasia activa eran técnicamente ilega-
les en los Países Bajos, pero los médicos que participaban en esas prácticas podían evitar las

PREGUNTA 4 DE LA GUÍA Aspectos médicos, legales y éticos: el “derecho a morir” 621

acciones judiciales bajo estrictas condiciones de ¿Considera que debería legalizarse
registro y supervisión del gobierno (Simons, el suicidio asistido? De ser así, ¿qué
1993). En Suiza y Bélgica (Steinbrook, 2008) salvaguardas deberían proporcionarse?
existe todavía una situación similar. En Fran- ¿Su respuesta sería la misma o distinta
cia, una ley que entró en vigencia en febrero en el caso de la eutanasia activa volun-
de 2006 autoriza a los médicos a no adminis- taria? ¿Ve una distinción ética entre la
trar un tratamiento médico innecesario o a eutanasia y la sedación excesiva de los

intensificar el alivio del dolor, incluso si esas enfermos terminales?

decisiones de manera involuntaria apresuran la

muerte. En muchos casos, el suicidio asistido ocurre independientemente de las leyes en contra,

aunque su práctica es clandestina (Steinbrook, 2008).

El escritor Aldous Decisiones en el final de la vida y actitudes culturales Es difícil comparar la expe-
Huxley, conocido por su riencia de los Países Bajos (que cuentan con una población homogénea y una cobertura médica
novela distópica Un mundo universal) con la de un país tan grande y diverso como Estados Unidos. No obstante, con la
feliz (Brave New World), cantidad cada vez mayor de estadounidenses que favorecen la eutanasia de un paciente con una
murió mientras estaba dro- enfermedad incurable que desea morir, algunos médicos de ese país han decidido ayudar a los
gado por una inyección in- enfermos que solicitan ayuda para acelerar su muerte. Una encuesta nacional que se realizó con
tramuscular de LSD que, a 1 902 médicos cuyas especialidades incluyen la atención de pacientes agonizantes encontró que,
petición del escritor, le fue de quienes habían recibido solicitudes de ayuda para suicidarse (18%) o inyecciones letales (11%),
aplicada por su esposa. cerca de 7% había accedido al menos una vez (Meier et al., 1998).

Control El primer estudio representativo de las decisiones sobre el final de la vida en seis países
¿Puede... europeos (Bélgica, Dinamarca, Italia, Países Bajos, Suecia y Suiza) encontró importantes diferen-
cias culturales. En los seis países los médicos informaron haber omitido o suspendido tratamien-
explicar por qué en tos para prolongar la vida (por lo general medicamentos, seguidos de hidratación o nutrición),
ocasiones no se reconoce pero la frecuencia variaba de manera considerable, de 41% de las muertes en Suiza a 6% en
la intención de cometer Italia (Bosshard et al., 2005). Las formas activas de muerte asistida por el médico eran más
suicidio y mencionar las frecuentes en los Países Bajos y Bélgica (van der Heide et al., 2003). En una encuesta posterior
señales de advertencia? con los médicos de los mismos seis países, las muertes con ayuda directa del médico eran poco
examinar los problemas comunes, pero entre la cuarta parte y la mitad de todas las muertes (23% en Italia, 51% en
éticos, prácticos y legales Suiza), los médicos tomaron decisiones que la aceleraron, como usar sedación profunda acom-
involucrados en las pañada a veces de la suspensión de la nutrición e hidratación artificiales (Bilsen, Cohen y Deliens,
instrucciones anticipadas, 2007). La mayoría de los estadounidenses (alrededor de 84%) apoyan el derecho de una persona
la eutanasia y el suicidio con una enfermedad terminal a decidir si se le debe mantener o no con vida con un tratamiento
asistido? médico, y aproximadamente 70% están de acuerdo en que existen ciertas circunstancias en que
se debería permitir a una persona morir. Sólo 22% de los estadounidenses creen que siempre
debe hacerse todo lo posible para salvar la vida de un paciente (Parker, 2009a).

Opciones para el final de la vida y preocupaciones por la diversidad Un resultado
beneficioso de la controversia sobre la ayuda para morir fue que se dirigió la atención a la necesidad
de contar con un mejor cuidado paliativo y de prestar más atención a la motivación y estado
mental de los pacientes. Cuando los médicos hablan de manera franca con sus pacientes acerca de
los síntomas físicos y mentales, sus expectativas, sus temores y metas, sus opciones de atención al
final de la vida, sus preocupaciones familiares y su necesidad de significado y calidad de vida pueden
encontrarse maneras de disminuir esas preocupaciones sin quitarse la vida (Bascom y Tolle, 2002).

En Estados Unidos, con su población étnicamente diversa, es necesario abordar los temas
de la diversidad social y cultural cuando se deben tomar decisiones para el final de la vida. La
planificación de la muerte es incongruente con los valores tradicionales de los navajo, quienes
evitan el pensamiento y el habla negativos. Las familias chinas quizá traten de proteger a la
persona moribunda de la información desfavorable, inclusive el conocimiento de su muerte
inminente. Los inmigrantes recientes de México o Corea quizá creen menos en la autonomía
individual de lo que es habitual en la cultura dominante en Estados Unidos. Entre algunas
minorías étnicas el valor de la longevidad puede tener prioridad sobre la salud. Por ejemplo,
tanto los afroamericanos como los hispanos son más propensos que los estadounidenses de origen
europeo a preferir tratamientos que mantengan la vida independientemente del estado de la
enfermedad o de su nivel educativo (APA Working Group on Assisted Suicide, 2005).

622 CAPÍTULO 19 Manejo de la muerte y el duelo

Los problemas de la aceleración de la muerte serán más apremiantes a medida que la pobla-
ción envejezca. En los años por venir, tanto los tribunales como el público se verán obligados a
aceptar esos problemas a medida que cada vez más personas reclamen el derecho a morir con
dignidad y con ayuda.

Encontrar significado y propósito 5 de la guía
Pregunta
en la vida y en la muerte ¿Cómo puede
superarse el miedo a
La lucha por encontrar significado en la vida y en la muerte —que a menudo es dramatizada en la muerte y aceptarla
libros y películas— ha sido confirmada por la investigación. Algunos estudios que han examinado como un hecho
la religión y la muerte han encontrado que esas creencias por lo general son benéficas para el inminente?
moribundo (Edmondson, Park, Chaudoir y Wortmann, 2008). En un estudio con 39 mujeres
con una edad promedio de 76 años, las que vieron mayor propósito en la vida tenían menos
temor a la muerte (Durlak, 1973). Por otro lado, de acuerdo con Kübler-Ross (1975), enfrentar
la realidad de la muerte es una clave para llevar una vida significativa.

Es la negación de la muerte lo que en parte es responsable de la vida vacía, sin sentido [de la gente];

porque cuando uno vive como si fuera a hacerlo para siempre se vuelve demasiado sencillo pospo-

ner las cosas que uno sabe que debe hacer. En contraste, cuando uno entiende a plenitud que cada Algunos teóricos
día que uno despierta podría ser el último, se toma el tiempo de ese día para crecer, para convertirse han sugerido que una de las
en más de lo que uno es en realidad, para tender la mano a otros seres humanos (p. 164). principales funciones de
la religión es proporcionar
REVISIÓN DE LA VIDA consuelo ante la certeza de
nuestra muerte.
En Un cuento de navidad, de Charles Dickens, Scrooge cambia su manera codiciosa y cruel de
ser después de ver visiones fantasmales de su pasado y de su muerte futura. En la película It’s a Edmondson et al., 2008.

Wonderful Life, cuando un ángel ayuda a George Bailey (interpretado por Jimmy Stewart) a ver

al mundo sin él, se da cuenta de lo importante que es su vida. Esos personajes ficticios dan más

propósito al tiempo restante por medio de la recapitulación de la vida, un proceso de remem- recapitulación de la vida

branza que permite a las personas apreciar la relevancia de su vida. Remembranza de la propia vida

Por supuesto, esta revisión puede ocurrir en cualquier momento. Sin embargo, puede tener un para valorar su relevancia.

significado especial en la vejez, cuando puede fomentar la integridad del yo, que según Erikson es la

última tarea crucial del ciclo vital. A medida que se acerca el final del trayecto, las personas pueden

ver en retrospectiva sus logros y sus fracasos y preguntarse cuál fue el significado de su existencia. La

conciencia de la mortalidad puede ser un impulso para reexaminar los valores y ver bajo una nueva

luz las experiencias y acciones personales. Algunas personas encuentran la voluntad para terminar

tareas inconclusas, como reconciliarse con familiares o amigos distan-

ciados y de esta forma alcanzar un sentido satisfactorio de cierre.

No todos los recuerdos son igualmente propicios para la salud

y el crecimiento mental. Los ancianos que usan las remembranzas

para comprenderse a sí mismos muestran la mayor integridad del

yo, mientras que los que sólo consideran los recuerdos placenteros

muestran menos integridad. La mayoría de quienes están mal

adaptados recuerdan sucesos negativos y están obsesionados con

arrepentimientos, desesperanza y temor a la muerte; su integridad

del yo ha cedido el camino a la desesperación (Sherman, 1993;

Walasky, Whitbourne y Nehrke, 1983-1984).

La terapia de recapitulación de la vida puede ayudar a enfocarse

en el proceso natural de revisión de la vida y hacerlo más consciente,

deliberado y eficiente (Butler, 1961; M. I. Lewis y Butler, 1974).

Los métodos que suelen usarse para descubrir los recuerdos en dicha Compartir recuerdos evocados por un álbum fotográfico es
terapia (que también pueden usar los individuos por sí mismos) una manera de recapitular una vida. Esta revisión puede
incluyen la grabación de una autobiografía; la elaboración del árbol ayudar a la gente a recordar eventos importantes y motivarla
familiar; dedicar tiempo a revisar álbumes de recortes, de fotografías, para que reconstruya relaciones dañadas o que complete
cartas antiguas y otros objetos de interés; hacer un viaje retrospectivo tareas inconclusas.

PREGUNTA 5 DE LA GUÍA Encontrar significado y propósito en la vida y en la muerte 623

a los escenarios de la niñez y la adultez temprana; reunirse con antiguos compañeros de clase,
colegas o familiares distantes; describir las tradiciones étnicas; y resumir la vida laboral.

Control DESARROLLO: UN PROCESO PERMANENTE
¿Puede...
Al final de sus setenta, el artista Pierre-Auguste Renoir padecía una artritis paralizante y bron-
explicar por qué hacer una quitis crónica, además de haber perdido a su esposa. Pasaba sus días en una mecedora y su dolor
recapitulación de la vida era tan grande que no podía dormir durante la noche. Era incapaz de sostener la paleta o de
puede ser muy útil en la tomar un pincel, tenían que atárselo a su mano derecha. Pese a todo, en ese periodo produjo
vejez y cómo puede ayudar a pinturas brillantes, llenas de color y vitalidad. Al final, aquejado por la neumonía permanecía en
superar el miedo a la muerte? la cama, mirando las anémonas que su asistente había recogido. Reunió la fuerza suficiente para
bosquejar la forma de esas hermosas flores y, luego —justo antes de morir— recostarse y susurrar:
decir qué tipos de recuerdos “Me parece que empiezo a entender algo al respecto” (L. Hanson, 1968).
son más propicios a la
recapitulación de la vida? Incluso el proceso de morir puede ser una experiencia de desarrollo. Como planteó un
profesional de la salud, “hay cosas que deben lograrse, que se cumplen al morir. Dedicar tiempo
mencionar varias actividades a nuestros allegados y obtener un sentido final y duradero de valor personal, y la disposición
usadas en la terapia de para dejar ir son elementos invaluables de una buena muerte” (Weinberger, 1999).
recapitulación de la vida?
Dentro de un ciclo vital limitado, nadie puede aprovechar todas sus capacidades al máximo,
explicar cómo puede ser cumplir todos sus deseos, explorar todos sus intereses o experimentar todas las riquezas que ofrece
el proceso de morir una la vida. La vida humana está definida por la tensión entre las posibilidades de crecimiento y un
experiencia de desarrollo? tiempo finito para crecer. Al elegir qué posibilidades seguir y al buscarlas hasta donde sea posible,
incluso hasta el mismo final, cada persona contribuye a la historia inacabada del desarrollo humano.

Resumen y términos clave
de la guía

1 Los muchos y cambiantes significados • Ahora existe un renovado interés por entender y lidiar de
de la muerte y del proceso de morir manera realista y compasiva con la muerte. Los ejem-
Pregunta plos de esta tendencia son un interés cada vez mayor
Pregunta
¿Cómo difieren entre las culturas las actitudes y por la tanatología y la creciente importancia del cuidado
costumbres concernientes a la muerte y cuáles son de hospicio y el cuidado paliativo o reconfortante.

las implicaciones de la “revolución de la mortalidad” tanatología (605)

en los países desarrollados? cuidado de hospicio (605)

• La muerte tiene aspectos biológicos, sociales, culturales, cuidado paliativo (605)

históricos, religiosos, legales, psicológicos, del desarro- de la guía
llo, médicos y éticos.

• Las costumbres que rodean a la muerte y el duelo 2 Enfrentar la muerte y la pérdida
varían de manera considerable de una cultura a otra,

según la perspectiva que tenga la sociedad de la ¿Cómo enfrentan las personas el proceso de morir y

naturaleza y las consecuencias de la muerte. Algunas cómo elaboran el duelo por una pérdida?

costumbres modernas evolucionaron de creencias y • Con frecuencia, las personas sufren deterioros cognos-
prácticas antiguas. citivos y funcionales poco antes de la muerte.

• Las tasas de mortalidad disminuyeron de manera • Algunas personas que están próximas a morir tienen
drástica durante el siglo XX, en especial en los países experiencias “cercanas a la muerte” que pueden ser
desarrollados. resultado de cambios fisiológicos.

• En Estados Unidos, casi tres cuartas partes de las • Elisabeth Kübler-Ross propuso cinco etapas para afrontar
muertes ocurren entre los ancianos, y las causas la muerte: negación, ira, negociación, depresión y
principales son las enfermedades que afectan sobre aceptación. Esas etapas y su secuencia no son universales.
todo a los adultos mayores.
• No existe un patrón universal del proceso de aflicción. El
• A medida que la muerte se convirtió en un fenómeno patrón más estudiado pasa del choque y la incredulidad
sobre todo de la adultez tardía, se tornó en gran medida a la preocupación por el recuerdo de la persona
“invisible” y el cuidado de los moribundos tiene lugar en fallecida y por último a la resolución. Sin embargo, la
aislamiento por parte de profesionales. investigación ha encontrado amplias variaciones y la

prevalencia de la resiliencia.

624 CAPÍTULO 19 Manejo de la muerte y el duelo

Pregunta • Los niños desarrollan de manera gradual su compren- conflicto familiar, problemas financieros y dolencias
sión de la muerte. Los niños pequeños pueden entender incapacitantes. Los intentos suicidas son más numero-
Pregunta mejor la muerte si ésta es parte de su propia experien- Pregunta sos que las muertes reales.
cia. Muestran aflicción de acuerdo con su edad, y
encuentran sustento en el desarrollo cognoscitivo y • La eutanasia y el suicidio asistido se vinculan con
emocional. polémicos temas éticos, médicos y legales.

• Aunque los adolescentes por lo general no piensan • Para evitar el sufrimiento innecesario por medio de la
mucho en la muerte, la violencia y la amenaza de prolongación artificial de la vida, por lo general se
muerte forman parte de la vida cotidiana de algunos de permite la eutanasia pasiva con el consentimiento del
ellos, que suelen correr riesgos innecesarios. paciente o con instrucciones anticipadas. Sin embargo,
esas instrucciones no se siguen de manera consistente.
• La comprensión y aceptación de la inminencia de la En la actualidad, la mayoría de los hospitales cuentan
muerte aumentan durante la adultez. con comités de ética para abordar las decisiones
relativas al cuidado en el final de la vida.
descenso terminal (606)
duelo (607) • La eutanasia activa y el suicidio asistido por lo regular
aflicción (608) son ilegales, pero se ha incrementado el apoyo público
trabajo de aflicción (608) para que los médicos ayuden en el proceso de morir. El
estado de Oregon tiene una ley que permite el suicidio
de la guía asistido por el médico de enfermos terminales. Los
Países Bajos y Bélgica legalizaron la eutanasia y el
3 Pérdidas significativas suicidio asistido.

¿Qué desafíos específicos se relacionan con • Omitir o suspender el tratamiento de recién nacidos
sobrevivir a un cónyuge, un padre, un hijo o a un que no pueden sobrevivir o que sólo pueden hacerlo
aborto espontáneo? con una calidad de vida extremadamente mala se ha
convertido en una práctica con mayor aceptación que
• Las mujeres tienen mayor probabilidad de enviudar más en el pasado, en especial en algunos países europeos.
jóvenes que los hombres; además, pueden experimen-
tar la viudez de manera diferente. La salud física y • La controversia sobre la ayuda para morir ha dirigido la
mental tiende a disminuir después de la viudez, pero atención a la necesidad de un mejor cuidado paliativo y
para algunas personas ésta puede convertirse en una de entender el estado mental del paciente. Es necesario
experiencia positiva de desarrollo. considerar los temas de la diversidad social y cultural.

• La muerte de un padre puede precipitar cambios en el eutanasia pasiva (618)
yo y en las relaciones con los otros. eutanasia activa (618)
instrucciones anticipadas (voluntad en vida) (619)
• La pérdida de un hijo puede ser muy difícil porque ya poder duradero del abogado (620)
no es lo que normalmente sucede. suicidio asistido (620)

• Dado que la sociedad estadounidense por lo general no de la guía
considera el aborto espontáneo y el nacimiento de un
niño muerto como pérdidas significativas, quienes las 5 Encontrar significado y propósito en
experimentan muchas veces deben lidiar con ellas con la vida y en la muerte
poco apoyo social.
¿Cómo puede superarse el miedo a la muerte y
de la guía aceptarla como un hecho inminente?

4 Aspectos médicos, legales y éticos: el • Cuanto más significado y propósito encuentre la gente
“derecho a morir” en su vida, menos suele temerle a la muerte.

¿Cómo han cambiado las actitudes hacia la • La recapitulación de la vida ayuda a la gente a prepa-
aceleración de la muerte y a qué preocupaciones rarse para la muerte y le da una última oportunidad de
dan lugar esas prácticas? completar tareas inconclusas.

• Si bien el suicidio ya no es ilegal en las sociedades • Incluso el proceso de morir puede ser una experiencia
modernas, todavía hay un estigma en torno a él. de desarrollo.
Algunas personas defienden el “derecho a morir”, en
especial en el caso de individuos con enfermedades Recapitulación de la vida (623)
degenerativas crónicas.

• Es probable que se subestime el número de suicidios. A
menudo se relaciona con depresión, aislamiento,

Resumen y términos clave 625


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