2º CERTAMEN PACHAMAMA, SUEÑA Y EMPRENDE

SUEÑA Y EMPRENDE

Yo sí cambio el mundo

II Certamen Antología de Microrrelatos



SUEÑA Y EMPRENDE

Antología de microrrelatos seleccionados
II Certamen AMEIB PACHAMAMA SOBRE EMPRENDIMIENTO

AMEIB PACHAMAMA
Asociación de Mujeres Empresarias Iberoamericanas

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PRÓLOGO

Han pasado casi dos años desde que dimos comienzo a este apasionante
proyecto de crear un libro en el que se reflejara por ejemplo cómo sueña y cómo
emprende una mujer cabeza de familia lejos de su país, o que nos llevase a comprender
que el emprendimiento no consiste únicamente en crear una empresa mercantil. En
su lectura descubriremos personas con carácter resiliente cuya personalidad ha sido
labrada por sus genes, por los avatares de la vida y por las fuerzas del entorno.

No podíamos imaginar muy bien la proyección que tendría SUEÑA Y
EMPRENDE. Hoy no podemos estar más satisfechas por el trabajo realizado:
tertulias con los protagonistas, encuentros literarios, firma de libros en distintas ferias,
como la tradicional Feria del Libro de Madrid, y mucha visibilidad de nuestra red a
nivel local, nacional e incluso internacionalmente.

Somos un gran equipo. Con ideas claras, pero sobre todo con un trabajo serio,
consistente y sostenible con el que estamos dispuestos a seguir sembrando arte, cultura,
emprendimiento y mucha visibilización del talento en favor de la igualdad de
oportunidades entre mujeres y hombres y por el fortalecimiento de la diversidad cultural.

Este 2020 nuestra Asociación cumple 12 años y no dejamos de tener claro que
las personas que formamos parte de esta gran red de emprendedoras y emprendedores
queremos y debemos ser parte de esas fuerzas del entorno que impactan positivamente
en la sociedad.

No en vano escogimos el tema de este segundo certamen de microrrelatos: “Yo
sí cambio el mundo”.

Hacer que nuestro proyecto de vida transforme y estimule a otros es una
decisión, un acto de responsabilidad que no debemos dejar de visionar. Podemos ser
capaces de cumplir todos nuestros sueños, pero no a cualquier precio. Son nuestros
valores y nuestra filosofía los que marcan la diferencia.

Esto lo saben bien nuestros protagonistas, personas que con autenticidad y
valentía nos plasman una experiencia que estoy segura aportará valor a vuestras vidas,
como lo ha hecho conmigo.

Mis sinceros agradecimientos a nuestras queridas Coordinadoras del Área de
Emprendimiento Cultural de AMEIB Pachamama, a la artista María Esther Flórez,
autora de la portada del libro, y a la escritora y editora de Ediciones Ondina Elena Muñoz.

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Muchísimas gracias también a nuestro corrector, Arturo Caprara, por su apoyo
y dirección profesional, a la diseñadora gráfica Ana Manzanares, a los escritores
invitados y por supuesto a nuestro jurado: Antonio Ruiz Pascual, Leticia Quemada
Aliaga y Paloma Moset, reconocidos escritores del colectivo de artistas españoles e
hispanoamericanos “Arte Total”.

Y como no podía ser de otra forma, nuestro agradecimiento grande, inmenso a
las empresas e instituciones que confían en nosotras y que son las promotoras de esta
segunda edición:
PILAR GOMEZ CEBRIAN de Franz Luepke & Co- Professional Business Solutions
MARIA EUGENIA LARRAIN de AIDE Joven- Alianza Internacional para el
Desarrollo de los Jóvenes
VICTORIA MIRANDA de las Delicias de Vicky- comida peruana
MIRYAN CAICEDO de Rompope Manabita
ROXANA TAYTA de TIPIKA-cocina peruana
LILIANA ANDRADE de Ayuda S.L. Atención y Asistencia de Ancianos Servicios Integrales
VIOLETA KONG de Inka Foods- Organic Peruvian Products. Este proyecto empezó
a gestarse sin imaginar siquiera los cambios que nos traería consigo el 2020. A pesar
de todo lo perdido, especialmente de aquellos que hoy ya no están entre nosotros,
podemos sacar muchas lecciones de vida que nos animan a seguir adelante. Es por ello
que no queremos que termine el año sin presentarles en formato digital la 2da. Edición
de “Sueña y Emprende”, deseando que pronto y juntos podamos reunirnos para
celebrarlo…

Un fuerte abrazo,
Ivette Barreto Palacios
Directora Ejecutiva
Asociación de Mujeres Empresarias Iberoamericanas AMEIB Pachamama

Nota: Al usar el artículo neutro “lo” hago referencia a mujeres y hombres en su
conjunto.

“Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente!, ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu
Dios te acompañará dondequiera que vayas… (Josué 1:9)

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En Marzo de 2020, una mañana nos despertamos con la noticia del
Coronavirus, un virus que se expandió por el mundo. Era muy contagioso, no
podíamos salir de casa, teníamos que estar confinados por un tiempo. Poco a poco
fuimos asimilando esta noticia, y el mensaje era que, si queríamos seguir vivos, había
que seguir los consejos de los expertos.

Nadie estaba acostumbrado a estar tanto tiempo encerrado en casa, sin poder
salir. Comenzaron a surgir las ideas. Había que estar ocupados para sobrellevar mejor
el encierro.

Antes del confinamiento estábamos casi a punto de lanzar el libro “SUEÑA Y
EMPRENDE, YO SÍ CAMBIO EL MUNDO”. Libro que propuso la “Asociación
de Mujeres Empresarias Iberoamericanas AMEIB Pachamama”, Segunda Edición.
Un libro que recopiló historias de mujeres emprendedoras, historias reales y contadas
de una manera sencilla y genuina. Un gran jurado seleccionó 25 relatos y con estos se
editó el libro.

Hemos aprendido o re-aprendido muchas cosas en este tiempo. La tecnología
es una de ellas. Las actividades digitales nos han abierto un mundo de posibilidades,
y por esta razón este libro lo lanzamos digitalmente, deseando pronto poder hacerlo
en papel.

Durante el confinamiento la literatura fue en gran parte responsable de que el
encierro fuera más llevadero. Los libros nos llenaron los días de esperanza, de amor,
de ilusión. Los libros siempre nos hacen mejores seres humanos.

María Esther Flórez

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JURADO COMPUESTO POR
ANTONIO RUÍZ. Español. Presidente del colectivo de artistas españoles e hispanoaméricanos
“ARTE TOTAL”. Poeta y escritor.
LETICIA QUEMADA. Poeta y escritora Méxicana. Es miembro de colectivo de poetas y artistas
“Arte Total”
PALOMA MOSET MOSCARDÓ. Escritora, experta en Coaching

Ilustración de la portada: Maria Esther Flórez
Revisión: Arturo Caprara
Diseño Gráfico: Ana Manzanares

No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su
transmisión en cualquier forma o cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación
u otros métodos, sin el permiso previo o por escrito del editor.

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ÍNDICE 9
11
MARTA VÁZQUEZ MARTÍN. La abuela Evelia 13
JESÚS SALVADOR GINER. Jorge 15
Mª JOSÉ DE LAS HERAS CAMPOS. Mujer valiente 17
LAURA PORTILLA. El viaje 19
ÁNGELA Mª ZULUAGA OCAMPO. Un viaje al porqué de las cosas « Más allá de la mente» 21
TERRY FLORES ATOCHE. Almas gemelas 23
JORGE PIES CHACÓN. Memorias que escuchan 25
JIMENA MORENO. Tu alma 27
TANIA BAYAS. Amor en mayúsculas 29
Mº DE LA LUZ DE LA FUENTE LÓPEZ. En pie 31
GABRIELA ARAUJO. Madre sin manual 33
JESSICA A GAMARRA. Mis hijos cambiaron mi mundo 35
MARY PAZ HERNÁNDEZ SÁNCHEZ. De la pesadilla al sueño 37
FRANCISCO CABALLERO BEJARANO. ¡Gabo por siempre! 39
RAQUEL KELLY GABRIEL RIBERA. Querer es poder 41
MALINKA BOZHKOVA TSVETKOVA. Carta de un hombre en apuros 43
JUANA CASTILLO ESCOBAR. Sueños compartidos 45
ANA MARTÍNEZ ÁLVAREZ-BUILLA. Y el hijo pródigo se hizo vegano 47
Mª EUGENIA ARÉVALO RODRÍGUEZ. Colibrí 49
PATRICIA PINTO. Libros para soñar 51
FRANCISCO DAGAL DÍAZ. Un sueño hecho realidad 53
ROSARIO ROMERAL BIEZMA. Una historia de voluntad y sueños 55
ANTONIA LÓPEZ GONZÁLEZ, (TOÑI LÓPEZ). A ti mujer,360
PAZ ARÉS OSSET. Ávila 7

ESCRITORES INVITADOS 59
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ANTONIO RUIZ PASCUAL. Sueña y emprende 63
LETICIA QUEMADA ARRIAGA. EL despertar de mi conciencia, soy lo que decido ser 65
ELENA MUÑOZ ECHEVERRÍA. El mundo en la punta de un lápiz.
LEONOR MERINO GARCÍA. El reloj 67
PALOMA MOSET MOSCARDÓ. Las zapatillas atrevidas. Desde mis zapatillas viejas, quise
cambiar el mundo. Y lo cambié 69

FOTOGRAFIAS DEL I CERTAMEN AMEIB PACHAMAMA SOBRE EMPRENDIMIENTO

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LA ABUELA EVELIA
Marta Vázquez Martín

Si algo detestaba la abuela Evelia era que se pusieran a hablar de su vida en
cualquier reunión familiar. Todo el mundo sabía que tenía un don especial para cultivar,
y era conocida en muchos pueblos de su región, pues frecuentaba los mercados de
hortalizas y frutas, bien para comprar, bien para vender sus propios productos.

—No sé qué le pone usted a las patatas, que saben mucho mejor —decían
muchos compradores.

—Pues qué les voy a poner —contestaba ella—. Tierra encima, tierra buena es
lo que les pongo. Y se reía.

Como la abuela Evelia era huidiza cuando se trataba de comerciantes que
pretendían arrancarle sus secretos con la tierra, dejaba estas cuestiones a sus hijos o
nietos.

Sebastián había cumplido hacía poco los veinte años y se había ofrecido a
ayudarla en las labores del campo, aunque a ella le parecía que su sitio eran los
mercados, porque ahí, no sabía por qué, él lograba vender a buenos precios.

Sebastián se lo había explicado a su abuela muchas veces.
—Es que lo vendes por nada y no puede ser.
—No es nada. ¡Son 20 pesos el canasto! —respondía.
Su nieto, según decía, tenía mentalidad empresarial, pero ella no, jamás la había
tenido. ¿Por qué iba a tener una mentalidad empresarial con unos productos que al
fin y al cabo da la tierra por sí misma?
—Es cierto, son productos de la naturaleza, pero tú los cultivas, los trabajas—
repetía una y otra vez Sebastián.
Era una pena que la abuela Evelia no entendiera esto. A ella le parecía que la
mayor parte del producto era obra de la naturaleza; su propio mérito y esfuerzo no
contaban. Apenas le interesaban las cuentas, no le salían, no porque no supiera

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hacerlas, sumas, restas, alguna división o multiplicaciones. No le gustaban demasiado.
La tierra producía de manera prodigiosa, pero Evelia era una cultivadora excelente y
eso no le parecía ningún mérito.

Las discusiones en este terreno se habían zanjado encomendándole al chico los
asuntos comerciales.

La madre de Sebastián creía que ya era un poco tarde para cambiar la
mentalidad de la abuela. Setenta y tres años manejando azadones día y noche,
esparciendo abonos, dejando las tierras en barbecho, respetando los ciclos de la luz y
de las lluvias...

Ella solo escuchaba a la Pachamama. La oía en cada hoja y en cada tallo, en
cada respiración del tomate o la patata. Miraba la luz del sol, acechaba los cielos en
las temporadas de lluvias y olía los campos plagados de colores y frutos.

Al atardecer regresaba a casa. Entonces seleccionaba los cultivos, preparaba
manojos y cestos. Los mejores, para el mercado. Los otros, para cocinar.
Cada anochecer se despedía de la familia y se preparaba para la jornada siguiente.

—Voy a dormir en la noche, mientras dure —decía.
Y soñaba el sueño de los cultivos y la tierra, el sueño soñado desde niña, que
florecía siempre.

PRIMER PREMIO DEL II CERTAMEN DE MICRORRELATO
AMEIB-PACHAMAMA

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JORGE
Jesús Salvador Giner

Dos amigos, sentados en un banco, comían pipas mientras el sol vespertino
luchaba por dejarse ver entre las nubes blancas. Aún no había vello en las mejillas de
los muchachos y llevaban sus mochilas repletas de libros y cuadernos.

—¿Sabes, Javi? Ayer fui a casa de Marc y resulta que no come carne. Además,
en lugar de tener perros o gatos como mascotas, en su habitación vive un cerdo. ¿Te
lo puedes creer? Incluso alguna vez lo saca a pasear —dijo Jorge, con una sonrisa
burlona en su rostro.

—Yo me lo comería si lo viera —respondió Javi, riendo.
—La profesora de Medio comentó que los cerdos tienen la inteligencia de un
niño de dos años. ¿Será verdad?
—¿Y qué si la tienen? Esos animales solo sirven como comida, no para jugar
con ellos o acariciarlos. Son asquerosos.
—Sí, pero —siguió Jorge— si son inteligentes, quizá no deberíamos hacerles
daño, o sea comérnoslos…
—Anda, tío, eso lo dices ahora, pero si te ponen delante un bocadillo de jamón
serrano… —rió Javi, dándole un codazo a su amigo.
—Sí, está muy rico, la verdad… —secundó Jorge, soltando una carcajada.
Se separaron y, de camino a su casa, Jorge vio un pequeño gato callejero. El
felino se le acercó maullando, con el rabito tieso en señal amistosa. Jorge lo acarició y
pensó en llevárselo. Algo más lejos, en la granja a las afueras del pueblo, un camión de
ganado acababa de llegar. Jorge vio en la distancia a los cerdos apiñados y cómo los
operarios los medio arrastraban para sacarlos de allí. Los guarridos de los animales,
asustados, le llegaban al niño atenuados, pero claramente audibles. Sintió un pequeño
escozor en su interior.

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Cogió al gatito y ahuecó su brazo izquierdo para llevarlo así hasta su casa.
Cuando llegó a la puerta sintió que algo no iba bien en su interior. Su mente no
paraba de imaginar qué futuro tendrían esos otros animales que bajaban a rastras del
camión, obligados a la fuerza y separados de sus madres. ¿Realmente tenía razón Javi,
eran simple comida para los humanos? ¿O había algo más? ¿Por qué hacerles sufrir
de ese modo? ¿Por qué cuidar y apreciar a unos y matar y torturar a otros?
Jorge acarició las pequeñas orejas del gatito y entró en casa. Percibió que
empezaba a entender a Marc, que su mascota no difería mucho de las demás y que, si
quisiéramos, las cosas podrían ser muy diferentes.
Esa noche Jorge no cenó, y se excusó diciendo que le dolía la barriga. Mientras
pensaba, echado en su cama y acariciando el suave pelaje de su nuevo amigo, oía a sus
padres hablar en el salón.
—Una persona puede hacer milagros, Alejandro. Y dos personas…, bueno, dos
personas pueden despertar conciencias y hasta cambiar el mundo —escuchó decir a
su madre.
Jorge cerró los ojos, sonrió y poco después se durmió, convencido de que tenía
razón. Él y Marc tenían mucho de qué hablar.

SEGUNDO PREMIO DEL II CERTAMEN DE MICRORRELATO
AMEIB-PACHAMAMA

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MUJER VALIENTE
María José de las Heras Campos

El comandante acaba de anunciar que tomaremos tierra en apenas unos
minutos. Mi corazón empieza a latir tan deprisa que siento que mi compañero de
asiento lo estará escuchando.

En las largas horas de este viaje he tenido un terremoto de emociones en mi
cabeza y en el corazón. Cuando por fin parecía que me estaba relajando y un dulce
sueño terminaba de apaciguar mi agitado vaivén de sentimientos, la megafonía de la
aeronave me ha devuelto a la realidad. En este momento preferiría volver al punto de
partida, regresar a Madrid y que el viaje comenzara de nuevo.

Cierro los ojos buscando algo que me entretenga y no me haga pensar en el
aterrizaje. Hace tiempo tuve una mala experiencia y desde entonces no me gusta el
momento de tomar tierra.

Mientras trato de controlar mi respiración y mis latidos, pienso en las palabras
de Juan hace ya cinco años: “No serás capaz Marielita, para marcharse de aquí y
emprender una nueva vida hace falta mucho valor, y tú, precisamente tú, careces de
ello”. Después se dio media vuelta con su cigarro en la boca, y me dejó tan tirada como
la ceniza que acababa de caer al suelo.

Pero aquel día era distinto y solo yo lo sabía. Le comuniqué a mi marido la firme
idea de marcharme de mi amado país para devolverles a él y a mi familia una vida más
digna. Juan, sin darse cuenta, me había dado una motivación para que mi decisión
fuera firme y no tuviera marcha atrás.

Sus palabras retumbaron en mi cabeza durante toda la noche: “No serás capaz
Marielita…”. No paré de dar vueltas en la cama mientras su respiración agitada me
devolvía a una realidad que no quería.

—Soy capaz. Soy valiente —repetí aquello como si de un mantra se tratara.
Compré mi pasaje para España, hice las maletas y me marché.

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Hoy regreso a casa. Aún no he aterrizado y ya me angustia la idea de una nueva
despedida. En apenas unas semanas tendré que regresar a mis rutinas, a mi trabajo, a
mi vida a miles de kilómetros de aquí. Nadie dijo que la vida fuera fácil, nadie me contó
que al final acabas acostumbrándote a la distancia. Nadie, nadie…

Llego hasta la escalerilla del avión, una ligera brisa me roza y trato de respirarla
entera para mí. Paradojas de la vida, camino despacio pese a desear con todas mis
fuerzas llegar hasta los míos y fundirme con ellos en un abrazo eterno.

Ya en la terminal del aeropuerto las puertas se abren. Allí están mis padres, mis
hermanos, mis sobrinos, mis amigos, Juan. Abrazos, besos, lágrimas y alegría. Por fin
en casa…

TERCER PREMIO DEL II CERTAMEN DE MICRORRELATO
AMEIB-PACHAMAMA

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EL VIAJE
Laura Portilla

(La vida es un viaje, si no lo emprendes, no tendrás nada que contar)

Mi corazón palpitó con fuerza cuando el teléfono timbró. La voz fuerte y alegre
de Margot, proponiéndome dejar la pasividad de mi pueblo, donde aparentemente no
pasaba nada, para ser independientes y autosustentables, me conmovió. El hecho de
dejar la ciudad e internarme en el corazón de la selva amazónica, donde mi amiga se
encontraba, me producía vértigo. Pero mi espíritu batallador me instó a preparar la
maleta y emprender la aventura. Lo difícil fue tomar la decisión, dejar la comodidad y
enfrentarme a lo desconocido.

El viaje se arregló antes de lo imaginado. Una moto Sukida 150 me llevaría por
los caminos agrestes hacia la Amazonía. Margot celebró mi decisión y monitoreó mi
partida. Google pronosticaba un recorrido satisfactorio que, en comparación con la
realidad, resultaría poco fiable. Decía cuatro horas de ruta atractiva.

Partí el jueves a las 6 a.m., cuando el sol empezaba a desperezarse en los perfiles
de las montañas azuladas de mi pueblo. A los veinticinco minutos de viaje, la
panamericana se ramificó en varias direcciones. Mi piloto y yo nos dirigimos por la
ruta oriental y desde ese momento la vía fue de lastre y piedra. A los pocos kilómetros
divisamos varios tractores que intentaban despejar la carretera, obstruida de lodo
naranja. Mis maletas, aferradas al asiento del vehículo motorizado, tenían lodo
salpicado. Con mucho cuidado pudimos salvar ese obstáculo y proseguir nuestro
recorrido. El paisaje era increíble a cada lado de la carretera, el follaje se tornaba cada
vez más exuberante y de color verde vida, pero de pronto la niebla empezó a caer
lentamente sobre la carretera. La ruta de ascenso nos llevaba cada vez más cerca de
las cumbres de las montañas y sus velos blancos nos envolvían en su soledad
montañosa.

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En mi cabeza bullían mil ideas, miedos, arrepentimientos y esperanzas. De
pronto, el derrame de una cascada atravesó veloz el camino y se precipitó al acantilado,
lo cual detuvo todos mis pensamientos. Habíamos superado muchos obstáculos,
puentes inseguros, trechos donde el deslizamiento de la tierra se había llevado medio
camino, pero esto superaba la imaginación. Era un enfrentamiento conmigo misma.
No podía cerrar los ojos, debía seguir avanzando en medio de la arbitrariedad, sin
voltear la cabeza.

No sé cuánto tiempo pasó hasta que sentí cómo mi corazón desanudaba la
incertidumbre y por fin respiré confiada. Luego el camino fue pedregoso, pero más
regular, la niebla se disipó. El sol brillaba fuerte y pude sentir el olor de la selva
entrando en mis pulmones. Llevaba en mi equipaje el agua fresca del camino y tenía
los ojos enrojecidos por el viento, pero, finalmente, después de trece horas de un
espectacular viaje, llegué a mi destino.

Margot, me abrazó fuerte y me susurró al oído: “Ya estás aquí, vas a ver lo que
haremos”.

Los días siguientes nos instalamos en una pequeña finca autosustentable, donde
podríamos vivir y crecer con nuestro cultivo de cacao, nuestro oro negro, que nos
hacía soñar.

ÁCCESIT

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UN VIAJE AL PORQUÉ DE LAS COSAS, «MÁS ALLÁ DE LA MENTE»
Ángela María Zuluaga Ocampo

“Más allá de la mente”

“Siempre me pregunté por el significado de la vida, pensaba que estábamos en una película
conspiradora, luego crecí y el humanismo y el materialismo empezaron a adoctrinar mi vida, de
tal modo que caí en todos los esquemas tradicionales de la sociedad”

El 14 de enero de 1993, un destello de luz encandiló mi vida. Por un momento
sentí que una ráfaga luminosa en forma de nube capturaba mis sentidos, mi cuerpo y
mi corazón. Descubrí que aquello en lo que creía no era cierto, y que aquello que era
cierto me liberaba.

Desde aquel momento entendí que detrás de un reto hay un tesoro y que todo
cuanto mi mente proyectara podía cumplirse.

Sin embargo, el sueño conspirador del tiempo, la vida y los factores externos
de una sociedad de provincia atraparon de nuevo mi mente, y otra vez caí en el sueño
profundo donde varios flashbacks sincronizados se hicieron reales. Y mientras triunfé,
sufrí. Y mientras amé, lloré. Y mientras crecí, me enredé en la propia mentira que
entendí que era vivir.

Fueron varios años de letargo —el letargo es un espíritu que aún combato de
vez en cuando—, pero ya lo puedo observar, abrazar y perdonar, porque lo que
llamamos vida es solo un sueño, un juego donde existen múltiples posibilidades y
creemos que solo vivimos en una, pero vivimos en todas ¡a la vez y quizá en ninguna!
En el letargo, cada persona dibuja su propia realidad, y mientras tanto, yo comparto
con ustedes mi verdad.

En mi sueño, me invento un plano infinito, con consciencia del Ser espiritual
que somos, mi verdadera esencia, que también es la tuya, porque uno es el universo y

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en un verso se construye una sola alma, la del infinito y la unidad con el Espíritu
creador que “Uno es”.

En el intento de contar un cuento de este plano absoluto logro vibrar en el Todo
con el Todo. Entonces experimento libertad y amor incondicional, impecable,
inmutable, pero luego transmuto, y me pierdo en este cuerpo limitado, mortal, donde
aparecen ideales que creemos importantes: profesionales, personales y familiares, los
cuales, preferiblemente deben estar ligados a la misión de una vida espléndida llena
de confort y abundancia, que también vivo y experimento en esta hermosa verdad
alternativa.

Finalmente concluyo, si este cuento te pareció un barullo, quédate con lo
realmente importante: “Reconoce que estamos directamente conectados con nuestra
esencia espiritual y que lo que sucede en el plano humano o material es tan perfecto
como tu sueño, y en él no existe el sufrimiento, solo existes tú, que le das el valor y el
sentido.

Así que me pierdo en la unión de tus sentidos con los míos, y desde mi
hemisferio derecho me despido, fundida en tus latidos… Trasciende, ama, fluye, sueña,
vuela, todo es posible, controla tu mente y los límites de aquello que proyectas en el
letargo, incoherente opuesto al amor y a la libertad…

Ama, crea, recrea, cree, actúa, vive, fluye, influye…

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ALMAS GEMELAS
Terry Flores Atoche

Llegó a su vida en el momento perfecto. Ella siempre pensó: “El está perdido
buscándome, me encontrará y nuestros caminos viajarán paralelos”.

Lo contaba Xiomara, cuyo nombre significa: “La estrella más hermosa del
universo”

Fin de año de 2007. Nuevos amigos. Las chicas bailaban tomando una copa.
Ella bebía agua, vergonzosa, reservada, con un porte de mujer tradicional.
Un amigo pregunto:

—¿Por qué estás sola? Con lo hermosa que eres... ¿Nadie ha robado tu
corazón? ¿Nadie te regaló un beso?

Ella sonrió, y la sala iluminó con su sonrisa.
—Estoy aquí por y para mis hijos, mi prioridad son ellos y quiero demostrarme
a mí misma que puedo, que soy capaz.
—¿En Honduras, a qué te dedicabas?
—Era supervisora, pero la corrupción, la falta de derechos, tanta injusticia, las
muertes diarias, el miedo y la inseguridad acumulados me hicieron huir en busca de
otro futuro para mi familia. Pero que conste que amo a mi tierra.
—Increíble lo que se vive allá...
—En el amor quiero encontrar a un hombre diferente, especial, que al mirarme
me traspase el alma, lea mi mente, que me estremezca con solo rozarme, que me bese
siempre con pasión y que ame a mis hijos igual que a mí o más.
Dijeron los presentes a Xiomara: “Ese hombre no existe, ¡ja, ja, ja!, sueñas, qué
pena...”.
—Claro que existe. Él está perdido, buscándome.
Terry, un hombre diferente, bendecido especialmente por Dios, procedente de
Perú, al que su familia inculcó valores y principios humanos y le enseñó a emprender

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desde niño, llegó a España en 1994, y emprendió. Durante dieciséis años fue
autónomo, tuvo tres negocios propios y en 2009 cerró todo lo que tanto esfuerzo y
sacrificio le había costado.

Volvió a empezar de cero, se reinventó, retomó el Newark Marketing. Lo
apasiona crear equipos, compartir y no competir. Generar ingresos para otros hace
que llegue el suyo, esa es su filosofía.

La estrella llega a su vida. Él es el líder del equipo, ella una invitada, se cruzan
miradas que traspasan sus almas.

Él preguntó:
—¿Por qué quieres aprender esta profesión?
Ella respondió:
—Es algo diferente, quiero aprender a amar a la gente y a crecer como persona.
—Te ayudaré. Emplearás tu potencial, tus dones y talentos. Liderarás un
equipo, igual o más grande. Viajarás por el mundo.
Dos años de limpia y sincera amistad, y llegó una relación única, especial,
inspiradora, con interrogantes, desafíos, sueños en común. Ahora son líderes del
equipo Orieden (donde entrenan a otros para que desarrollen dones especiales
“Namasté”). Ayudan a cambiar las cosas, entrenan a muchos, y con su historia,
influyen en sus vidas. Hoy Xiomara es directora de Oriflame, una empresa sueca con
un equipo increíble de trabajo que ayuda, lidera y forma. Y viaja por todo el mundo.
Xiomara, hermosa mujer heterosexual, y Terry, un hombre que nació atrapado en un
cuerpo que no le correspondía, es transexual. Juntos están viviendo sus sueños uno a
uno. Sus hijos viven con ellos desde hace seis años.
“De Madrid al cielo”, Terry siempre lo manifiesta alegremente. Sueña en
grande, ¡todos los sueños se cumplen!, y cada emprendimiento es un proceso para
alcanzar el éxito. Todo está en tus manos. Si tú cambias, el mundo cambia.

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MEMORIAS QUE ESCUCHAN
Jorge Pies Chacón

Laura dormía infinitamente en un mundo desierto. No podía despertar, los trazos
y mundos revuelven la noche, los largos y difusos caminos no la dejan llegar. Lo intenta
de nuevo y el vuelo es aún más alto. Recuerda que las memorias escuchan, los sonidos
de los pasos que hicimos en los huertos de emergencia solar, la conjunción existe, los
astros se ponen de acuerdo, no hay respiro alguno. Las fuerzas se juntan en un conjunto
sagrado, las piedras están listas y en cruz. No hay compás de espera, se preparan las
nubes, los cantos se encuentran de nuevo. Nos ponemos de acuerdo, la pelea comienza.
Las altas y tenues montañas tiemblan en ciudades de antaño. Se derrumban los mitos,
se sale a la calle, se amontona el trabajo, no hay guardia posible. Las naves encienden
motores, los espacios secretos se usan, los trajes se ajustan, se escuchan silencios y voces.
Saltan las torres ocultas de miles de sueños, se esconden los pobres y salen los ricos a
contar las monedas. Se mueven los locos y saltan de dicha, no hay respiro posible cuando
se encuentra desierto. Las voces que gritan y cantan los pasados encantos. Las débiles
camas que encuentran colchones pesados de cuerpos desnudos sin piel, son los que
agotan sudores y lágrimas en un mar de revueltos sonoros. Nadie lo entiende, que en
lejanos lugares se encuentre el silencio, en los verdes y grandes solares que reciben las
aguas del mundo. Los vuelos son bajos y rompen de acuerdo al sonido los eternos
momentos de paz en el mundo. Un momento especial recorre los mundos, es el momento
de amar, en lugar de guerrear. Tenemos los días contados y los sueños vacíos son el lugar
para pensar y soñar. Junto los cuerpos y soles marinos en un solo cantar, llegan los monos
de cuerpos salinos, emergen los días y se curan las noches. Despierta de nuevo y recuerda
sus sueños, plasma con fuerza y con brío, recupera el aliento y se muestra feliz. De sus
sueños profundos renace el hacer, los trazos, pinturas, colores y telas. Emprende su
mundo al pintar un mundo distinto lleno de mar, salta otra vez al ver un mundo en paz.

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TU ALMA
Jimena Moreno

¿Y cómo llegué yo aquí? Me pregunto una y otra vez, día tras día. Y mientras
tanto mi pepito grillo me cuenta miles de historias que empiezan en el momento mismo
de mi concepción. Aunque realmente no sé si tengo una idea clara de cómo llegue YO
aquí. ¿Al mundo? ¿A esta ciudad? ¿A este país? ¿A esta familia? Pienso que la vida
misma, cada minuto, cada segundo me da una explicación, a veces clara, otras en forma
de acertijo y alguna que otra vez mediante una sombra absurda y oscura que solo
después de la tormenta se puede explicar. Siento que Dios, el universo, la energía,
como quieras llamarlo, me dice: “Tú ya sabes por qué estás aquí, sabes bien lo que
tienes que hacer. ¿Por qué aún no lo realizas? ¿A qué estás esperando? ¿Que necesitas
que suceda para llevarlo a cabo?”. Y el miedo invade mi alma, mi cuerpo enferma y
descubro la belleza de las emociones, la claridad de la palabra, la sabiduría del
conocimiento, el poder del hacer más, no el del querer. El poder creador, sí, el poder
de crear, de amar, de vivir, de hacer realidad todo lo que YO me merezco, todo lo que
YO necesito, todo aquello de lo que YO soy capaz. Sí, el poder del amor, de la
grandeza, del ser HUMANO, de la infinidad de la creación, el poder de la gratitud de
saber que lo que hago yo aquí es ser ejemplo, ser luz, ser guía, ser verdad. Esa verdad
que sale del alma y que te dice que todo debe cambiar, que TODOS SOMOS UNO,
que solo debemos estar unidos, porque solo así seremos fuertes, solo así seremos felices.
Que no se trata de la sociedad, del político de turno o del directivo de la empresa, no
se trata de tus padres, de tus hijos, de tus amigos, de tu pareja, del que tiene dinero...:
se trata de ti, sí, de ti, de tu despertar, de saber que para que el mundo cambie no
deben cambiar los gobernantes. Para que el mundo cambie debo cambiar YO. Mi
cuerpo debe estar alineado con mi mente y con mi espíritu. Soy YO el motor del
cambio, soy yo el primer saludo de la mañana a esa persona desconocida que se cruza
en mi camino, soy yo el pensamiento positivo de dar las gracias al abrir los ojos y

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sentirme viva, soy yo la palabra de aliento que otro necesita más que YO. Qué bien
se siente una al mirarse en el espejo y sentirse querida, amada, valorada, respetada.
Qué bonito sentir que para cambiar el mundo solo debes dar amor a los demás en la
misma medida en que te lo das a ti. Que para cambiar el mundo debes desaprender lo
vivido para aprender a vivir en el aquí y el ahora. ¡Que el mundo cambia con tu
sonrisa! Ahora ya sabes por qué estás aquí.
Atentamente,
Tu alma

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AMOR EN MAYÚSCULAS
Tania Bayas

Pasó de ser una publicista exitosa y reconocida a nivel nacional a ser una simple
alumna universitaria de Educación Infantil. Lo único que deseaba con casi treinta años
era compartir los años más importantes de su vida con los hijos que estaba buscando.
Ya no le importaban los reconocimientos, los premios o los aplausos. Ni viajar por el
mundo asesorando a empresas u organizando eventos de altísimo nivel. Su deseo de
ser madre la hizo descubrir su nueva pasión y volver a las aulas de una universidad.
La larga espera de seis años, hasta que Dios obró el milagro de enviarle un hijo, le dio
la oportunidad de brindar su amor de madre a setecientos veinte alumnos, que
ocupaban, cada uno de ellos, un rinconcito de su alma. ¡Hasta que sucedió el milagro!
Dos mellizos hermosos nacieron el 26 de abril de 2011. Esta vez el mejor premio de
su vida llegó al mundo. Vio reconocido su trabajo de seis años dedicada a una pasión
que había surgido como fruto de la transformación hormonal que despertó en ella el
deseo de ser madre. Este nuevo título para su currículum era el inicio de una carrera
con la que ayudaría a la sociedad. Quién iba a decirle a la súpermujer y empresaria
agresiva que había sido que cambiaría los escenarios por el patio de un colegio infantil,
o estar con líderes internacionales por estar rodeada de niños con un corazón puro,
que le enseñarían a ella el verdadero significado de esta vida: EL AMOR
INCONDICIONAL. No cabía tanto amor en su pecho cuando sus hijos y sus
alumnos gritaban a coro esa palabra mágica: “Mamá”. De pronto el miedo se apoderó
de ella, está vez tenía la responsabilidad más importante de su vida, guiar a sus hijos
y a sus alumnos por el camino a un nuevo mundo, una nueva sociedad. Una nueva
generación se estaba cociendo en su aula y sentía la llamada de una voz interior que le
gritaba: “Esta es tu verdadera misión en este mundo: GUIAR Y TRANSFORMAR”.
Vio la mejor forma de guiar a los niños a un futuro sin miedos, sin violencia, sin
distinción de razas, sin guerras, sin religiones. Los niños son como un disco duro

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virgen, los puedes programar y cargar con los mejores programas para que su
rendimiento sea del más alto nivel. Pero el principal antivirus es el AMOR, por ellos
mismos, por el prójimo, por la naturaleza, por los animales, por la vida. Con ellos
aprendió que la vida es fácil, y vivirla, un regalo. Sintió que unos niños tan pequeños
no necesitan números y letras, colores ni tecnología, proyectos ni responsabilidades.
Estas criaturas necesitan el amor de una madre y un padre, sobre todo durante los
primeros seis años de vida. Necesitan caricias, y palabras como: “Te amo, hijo, eres
importante para mí, eres valioso, inteligente y valiente”. Ese poder que tiene la
PALABRA no solo lo enseña una maestra en las aulas, es imprescindible que se grabe
en el disco duro directamente de la Fuente: papá y mamá.

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EN PIE
María de la Luz de la Fuente López

De rodillas… Allí estaba ella, postrada ante la mesa del salón, tan pequeña,
rubia de cabellos de oro, con un folio que le dio papá y un lápiz que le había dado
mamá. Miraba con los ojos brillantes de ilusión a su muñeca favorita, que mostraban
por televisión, atenta a cada detalle para poder dibujarla. Tenía que captar en el menor
tiempo posible todo aquello que le permitiera terminar de construirla cuando ya no
pudiera observarla más.

Esa niña fue creciendo en un entorno donde no existían monstruos ni ogros,
brujas o dragones, pero ella se los imaginaba. Creaba un mundo de fantasía que, unos
años más tarde, volvería a aparecer en su vida. Fue creciendo en un mundo de rosas
con espinas a las que ocultaban su encantador olor.

Ella intentaba embellecer todo lo que la rodeaba camuflando ese entorno que
estaba empezando a vivir.

Había sido criada entre algodones, entre sábanas bordadas y cristalería de
bohemia, entre historias de damas y caballeros y sumergida en un mundo de literatura
y arte, pero todo empezaría a desvanecerse y a convertirse en oscuridad.

No conocía el amor, no supo escoger a su príncipe que, por el contrario, se
convertiría en su verdugo. Él supo mostrarle lo peor de la vida, él pudo hacerle creer
que la vida no tenía sentido.

Pero apareció ese brillo de luz, aparecieron esos mofletes sonrosados, esos ojos
brillantes y esa sonrisa desdentada siempre sonriente, tan pequeñita y preciosa.
Apareció su motivo para vivir, para levantarse y luchar. Aquella cosita tan pequeña
no merecía pasar directamente a la oscuridad sin haber vivido la magia.

Ella comenzó a mostrarle que la vida estaba llena de duendes y hadas, dragones
y brujas que lo volvían todo más precioso de lo que era. Con ello comprendió que
guardaba en su interior una luz tan brillante, que no podía dejar que la apagaran.

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Comenzó a poner su corazón y su mente en todo lo que hacía. Amaba a su familia,
amaba su profesión, a su entorno, no se conformaba con “lo estropeado” de la vida y
comenzó a transformarlo, a mejorarlo.

La vida fue acercándole personas que cambiarían su mundo. Aquel señor
elegante que le insistió en lo bello que era poner pasión en lo que hacía en vez de
valorar los beneficios, aquel joven tan bello como una escultura griega que captaba la
belleza oculta de las cosas, aquel joven que la haría llorar… pero de risa. Quienes la
rodeaban le recordarían que nunca estaría sola, la llenarían de energía, de luz.

Ella sabía que no había terminado, no podía quedarse ahí, pausada y conforme,
y se convirtió en un tornado que se desplazaba por el mundo llenándose de belleza y
experiencias. Un tornado que quería arrastrar consigo todo lo posible para que el
mundo pudiera vivir y disfrutar lo que ella estaba disfrutando. Esa energía era ella,
una fuente de la que emanaban ilusiones, belleza y transformaciones…

Ya nunca más estaría de rodillas. Hoy ella está EN PIE.

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MADRE SIN MANUAL
Gabriela Araujo

¿Madre o mujer?
Hace algunos años está pregunta me llevo a pararme, observar y ver qué ocurría
en mi vida. Descubrí a una bella mujer llamada Gabriela, que se veía a sí misma
pequeña, dependiente y lo peor, limitada. Ocupando el papel de madre, empleada,
hermana y, sobre todo, NIÑA BUENA. Todo lo que hacía era para que los demás
fueran felices. Se había olvidado de cuál era el propósito de su vida: SER FELIZ. Se
había olvidado de cómo elegir, sin etiquetas, de hacer lo que el corazón le dictase.
Echó la mirada atrás y vio una vida triste y sin brillo y creyó que no tenía
ninguna oportunidad de cambiarla ni de cumplir sus sueños. Lo irónico es que empezó
a encontrar la solución a raíz de un problema, una situación que la hizo salir a buscar
ayuda por todo Madrid.
Uno de sus roles como mujer era ser la madre de dos adolescentes, un chico y
una chica. Debido a esa sentimiento de pequeñez, la crianza fue una etapa cargada de
muchos inconvenientes, que casi llegó a la categoría de tragedia. Eso fue lo que la hizo
despertar. El dolor de ver que no podía educar a sus hijos en amor y responsabilidad
hizo que se replanteará las cosas. “El problema lo tengo yo”. Sí, era su personalidad,
toda la vida esperando que alguien viniera a salvarla, hasta que un día comprendió
que ella era la única responsable de sus actos egoístas hacia sí misma y hacia los demás.
Cinco años de introspección, y los que quedan… El mayor regalo es
comprender que la ignorancia se cura con la información adecuada. Ahí es cuando
creí en mí misma y empecé mi maravilloso viaje llamado EN FAMILIA SENTIR-
PENSAR-ACTUAR. Mientras me preparaba académicamente vi la posibilidad de
emprender, yo, una mujer que se veía pequeña, no solo en altura, sino por sus
condicionamientos mentales. Que no paraba de repetir, “qué locura”. Por otro lado,
tomé la decisión a raíz de mi experiencia y de ver el dolor de otras familias que, por

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falta de responsabilidad, sufren y sufren enganchadas a esa manera de mal vivir. Cada
paso que di para crear mi empresa fue un reto que debía superar a causa de mis
barreras mentales.

Me veo reflejada en la frase de un gran escritor: “Si quieres que crezca tu
empresa, sé tu mejor versión como ser humano”.

Ahora me dedico ayudar a familias a comprender la necesidad que late detrás
de ese comportamiento que las hace sufrir. Esa Gabriela pequeña ha crecido de la
mano de la perseverancia, haciendo oídos sordos a sus voces internas: “TÚ NO ERES
NADIE PARA TRIUNFAR”. He conocido el éxito entre lágrimas y sonrisas, noches
oscuras y momentos de paz. Solo sé, y estoy convencida de ello, que el camino es largo
y la meta es vivir cada día ayudando a los demás, haciendo lo que tú amas y que te
paguen dinero por ello. ¿Si no, para qué has venido a este mundo?

HOY es el mejor momento para sanar.

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MIS HIJOS CAMBIARON MI MUNDO
Jessica A Gamarra

Una vida llena de retos, es la que me tocó vivir. No fue fácil. Dejé mi casa
cuando tenía diecinueve años. A pesar de la negativa de mi padre, quise salir a buscar
mis sueños, a forjarme un futuro mejor. Lo logré, pero me costó mucho trabajo,
sacrificios, llanto, hambre y frío. A los treinta y dos años emigré a los Estados Unidos
ilusionada a causa de un amor. A los pocos días de conocer en vivo a la persona de
quien me enamoré por Internet, nos casamos. Fruto de ello tenemos dos hermosos
hijos. Mi hija Jessica tiene catorce años. Fue diagnosticada autismo a la edad de dos.
Yo no sabía qué era el autismo, ni siquiera sabía que eso existía. Fue muy duro
aceptarlo, pero lo hicimos y comenzamos a trabajar para sacar adelante a nuestra hija.
Mi hijo Matthew había nacido pocos meses antes. Todo lo que íbamos descubriendo
sobre el autismo era terrible. Cuando Matthew tenía un año armaba rompecabezas de
quinientas piezas. Era sumamente inteligente. A los dieciocho meses Matthew también
fue diagnosticado autismo severo. A los dos años un especialista del habla me dijo que
Matthew, mi hijo pequeño, nunca iba a hablar, que nunca iba a ser capaz de hacer
nada y que era retrasado. Fue lo peor que pude escuchar en mi vida. Me sentía
destrozada. Él no hablaba ni caminaba. Comenzó a pintar, a escribir y a leer a los dos
años y medio, igual que mi hija, demostrando una memoria fotográfica increíble.
Utilizó la pintura como manera de comunicarse. Ahora tiene doce años, más de
quinientos cuadros de su autoría y los expone en Perú, Estados Unidos y Europa.
Habla en inglés y español pero no puede entablar una conversación. Habla de lo que
quiere y le interesa. Es un niño genio. No solamente pinta, sino que además canta, es
un experto en computadoras y electrónica, y está cursando sexto grado, recibiendo la
educación en casa. Mi hija Jessica ya va al instituto, a una escuela Magnet. Los cursos
que recibe son avanzados. Es la más pequeña de su clase. Va a una escuela regular
desde kindergarten. Mis hijos son mi inspiración, mi fuerza, mi ejemplo de lucha, de

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perseverancia, de que sí se puede. Son mis maestros, ellos me enseñaron que la palabra
“rendirse” no existe en su vocabulario, que no es una opción. Pelear y luchar por lo
que uno quiere, eso es lo que ellos hacen día a día cada segundo. Son mi razón de vivir,
de seguir adelante, de decirle al mundo “luchen por sus sueños”. A esas familias que
están recibiendo un diagnóstico similar les digo: no se rindan, saquen adelante a sus
hijos, ellos son capaces de aprender todo lo que ustedes les puedan enseñar. Acepten
el diagnóstico y trabajen por sus hijos, por ustedes. A la sociedad les digo: acéptenlos,
inclúyanlos, conózcanlos, atrévanse a entrar en su mundo, no saben las maravillas que
pueden aprender de ellos, son personas sumamente amorosas, no saben mentir, te dicen
las cosas como las ven, como las sienten, atrévanse a conocerlos, no se arrepentirán,
conocerán el amor más grande que puedan imaginar.

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DE LA PESADILLA AL SUEÑO
Mary Paz Hernández Sánchez

En aquellos momentos le parecía imposible imaginar ninguna salida airosa para
su vida, ni afectiva, ni laboral, ni de ninguna otra forma.

Estaba destrozada. Sentía deseos de morir, y estaba perdida sin saber qué
camino tomar y a quién pedir ayuda. Acababa de separarse después de más de
veintidós años de matrimonio y quedaban bajo su custodia tres hijos que necesitaban
comer todos los días, aparte de todas las demás necesidades de cualquier niño en la
sociedad donde se han criado. Pasó por una tremenda depresión y no sabía cómo
podría cubrir todas las necesidades. Entonces surgió la idea: montaría un negocio
conjugando varias actividades, y decidida a dar el primer paso alquiló un pequeño
local y optó por darse de alta en dos licencias fiscales que pudieran abarcar bastantes
y variadas mercancías y así tener un abanico de posibilidades atractivas en aquel
momento social. Claro está que hubo que recurrir a una primera inversión, y solamente
de pensarlo le temblaban las piernas de incertidumbre al ver en la que se estaba
metiendo. Además tenía que tragárselo todo, pensando en los hijos y en su bienestar
emocional y procurar mantener un estilo de vida parecido al que habían tenido hasta
ese momento.

Al principio fue bastante duro en esas circunstancias. No obstante estaba
resuelta a luchar y no amilanarse, y sobre todo, tenía una gran motivación por salir
adelante sola y demostrarse a sí misma que, aunque no se tenga una carrera
universitaria, se puede ser una mujer autónoma y emprendedora con una vida
económicamente digna.

Los dos primeros años fueron los más duros de llevar, ya que estaba sola y tenía
un horario comercial de lunes a sábado. No podía disfrutar de ningún puente y las
vacaciones para ella no existían, únicamente se dedicaba en cuerpo y alma a atender
a sus hijos, y claro está, el resto de su tiempo era para atender ese negocio, que era el
pan del hogar.

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Luego, después de muchos desvelos, sin ayuda alguna, ni familiar siquiera, en
una completa soledad, ella empezó a notar que las cosas mejoraban, que comenzaba a
remontar poco a poco, año tras año. La situación económica del negocio mejoraba y
decidió contratar a una persona para que la ayudara por las tardes, aunque solo por
tres horas diarias. Claro que no era mucho, pero con eso pudo llegar antes a casa por
la noche y podía ir a alguna consulta médica, o bien ir al centro escolar para hablar
con los tutores de sus hijos.

Ahora que todo ha pasado, vuelve la vista atrás y le parece que todo ha sido un
sueño, pero un sueño constructivo, un sueño que la ha convertido en otra persona,
con valores asentados y con la convicción de que con esfuerzo se puede lograr
cualquier meta. Y todo ello la reforzó interiormente y le dio un valor y una autoestima
que creía perdidas. FUE UN SUEÑO, SÍ, PERO FUE MUY REAL.

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¡GABO POR SIEMPRE!
Francisco Caballero Bejarano

Aquel 17 de abril era un día muy especial para muchos, jueves festivo de
recogimiento, pero para el artista de esta historia lo era mucho más.

Estaba pletórico desde su andar, al sentir la mano suave y delicada de su amada
Ángela. Disfrutaba junto a ella de un lindo paseo mañanero por zonas verdes y algún
parque que aún no conocía, aunque el artista desde hace mucho vivía por allí.

Surcos y frutos nuevos destilaban desde el corazón del artista en esta época de
su vida, alcanzando una plenitud inimaginada junto a ella. Musa e inspiración, le
generaba su fémina correspondencia amorosa. Revertida en alas para soñar, crear y
vivir la realidad del amor anhelado por mucho tiempo. Todo era perfecto: relación,
sentimiento, día y momento. “Vivo y muero por el amor hasta los tuétanos”, pensaba
el artista.

Mas en el aire, un halo de tristeza, un suceso natural y pesaroso como
campanarios enlutados envolvía como una calamidad universal al artista y su amada.
El creador del realismo mágico partía aquel 17 de abril hacía el Macondo celestial.
Ayyy, que pesar, de verdad, cuando el literato de tus amores parte se te arruga el alma,
cerrando a la vez tu corazón, tus puños y tus ojos. Mas hay que transcender como el
amor, su partida no puede quedarse ahí, solo en noticias y cabeceras de periódicos en
el mundo. ¡NO! El tiempo se diluye y el olvido enmarca. Mucho más, fuera de la
madre tierra donde naciste y sin la madre que te parió.

Caminando, el artista pasó por el centro cultural de su barrio, donde en pocos
días iba a inaugurar una exposición, y miró a través del cristal desde la calle, el lugar
estaba cerrado al público en esos días. Recordó por largo tiempo la noticia y al literato
fallecido y, como llave mágica, desde su mente nació una nueva obra. Al son de una
hamaca suspendida en el aire y un sombrero vueltiao que reposa en ella transcienden
las letras de un Gabo renovado. Gabo y su silueta se refleja en la transparencia de

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alma que se vierte en toda su vida y obra. Ha nacido Gabo por siempre en la mente
del artista, la musa llegaba junto al amor de su Amada, que también vive su gran amor
por el artista. La calamidad se doblegaba ante el amor y la creación del artista, como
el realismo mágico de Gabriel García Márquez.

Hoy todos recuerdan su literatura a partir del 17 de cada mes, con mensajes de
amor por su vida y obra, como en su patria natal. “Un millón de mensajes a Gabo”,
completarán la obra Gabo por siempre. Un regalo del artista para la vida, para su
amada, para la patria que lo parió y la que lo acogió.

La amada en su vida también anhelo, desde su vientre: Aurora y Zaira al artista
obsequió. Preciosa familia como realismo mágico nació.

Gabriel García Márquez aún existe, ¡gracias DIOS!

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QUERER ES PODER
Raquel Kelly Gabriel Ribera

Era una mañana hermosa, con mucho sol, cuando pisaba Madrid por primera
vez. No conocía a nadie, me esperaban con una pancarta enorme con mi nombre y
otra persona llevaba una bandera de mi país. Qué vergüenza sentí cuando los vi, todos
ya sabían mi nombre y mi origen, solo faltaba conocer mi propósito. Ah, porque esto
es muy importante, conocer POR QUÉ haces las cosas, el PORQUÉ de tomar una
decisión y esta si era importante, porque dejaba atrás a mi familia, a mis amigos, a mi
gente, mis costumbres, mi comida, todo… ¡¡¡Empezaba una nueva vida!!!

Desde mi tierra natal, venía con mucha ilusión, con un montón de expectativas,
con títulos universitarios debajo del brazo, estudios, idiomas, conocimientos, etc. Pero
nada de esto me servía, ya que no tenía los “famosos papeles” para trabajar. Me
llamaban de empresas que querían que empezase ya, pero sentía tanta impotencia
cuando me pedían el permiso de trabajo. Ni sabía cómo era, pero sí sabía para qué
servía: para mi futuro profesional en España. Yo lo tenía que conseguir, solo era
cuestión de tiempo.

Pasaron los años, con sus más y sus menos. Soy muy creyente y mi confianza
siempre estuvo en Dios. Así que seguí la aventura española y conseguí esa
documentación tan anhelada y soñada. Desde ese momento nadie podría detenerme
y, como todas las mujeres, que tenemos esa fuerza interior inmensa e intensa, seguí
hasta conseguir varios de los objetivos que ya he logrado. Todavía me quedan, pero
todo se puede, solo basta con soñarlo, visualizarlo ¡¡¡y a por ello!!! Que los límites
solo lo ponemos nosotros, están en nuestra mente, porque los obstáculos que se ponen
en nuestro camino sirven para crecer como persona. A mí me sirvieron para aprender
como mujer y para hacer mi carácter más fuerte y firme y para enseñarle a mi hija que
lo que realmente quieres, lo PUEDES lograr, pero tienes que trabajarlo, tener mucha
constancia y no desmayar a pesar de las lecciones que vamos encontrando en nuestra

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aventura por la vida… Somos MUJERES, que por tradición tenemos una fuerza
interior inexplicable… ANIMO A TODAS A LUCHAR POR LO QUE
QUEREMOS, A PERSEVERAR EN NUESTRA META. ¡¡¡QUE VALGA LA
PENA HABER DEJADO NUESTRA ZONA DE CONFORT Y VOLADO
MILES DE KILOMETROS PARA HACER REALIDAD NUESTRO SUEÑO!!!

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CARTA DE UN HOMBRE EN APUROS
Malinka Bozhkova Tsvetkova

Hola, desconocido errante: caminas perdido en tus pensamientos. No ves y no
oyes... ¿Acaso estás triste o abatido por el desconsuelo? ¿Se habrá derrumbado tu
mundo? Estás desanimado y crees que eres el mayor de los desgraciados en este
mundo. No hay salida. ¿¡Quién no lo ha sentido en carne propia!? Déjame contarte
lo que me ocurrió en el 2016.

A mediados del más hermoso de los meses, mayo, Su Alteza el Destino me
colocó ante la prueba más dura de mi vida. Mi primer día de trabajo para ese año, el
día en el que mi jefe llegó a la isla donde yo vivía, me quedé sin trabajo, sin dinero y
sin salud: resbalé en la escalinata en su jardín, me caí y me rompí la pierna. Él me dijo
que estaba arruinado, que no podía asegurarme trabajo, ni siquiera podía pagarme
una indemnización de incapacidad provisional; tampoco podía yo vivir en su casa, tal
y como me había prometido el verano anterior. Por mi parte, unos días antes, me había
quedado sin coche, ya que este se averió seriamente, y por consiguiente estaba sin
dinero, porque la reparación me costó casi un ojo de la cara. Por esas fechas llamó mi
hermana diciendo que nuestra madre llevaba ya varios días en cama (algo que no suele
ocurrirle), había perdido el apetito y pensaba que ya se acercaba su final. Así, a inicios
de la temporada, cuando debía trabajar para sobrevivir hasta la temporada siguiente,
yo yacía en la cama con la pierna escayolada, en la vivienda de mi expareja, quien no
dejó ni un día de emborracharse y de amargar mi lastimosa existencia. Todo esto me
ocurrió a tres mil kilómetros de la patria, de mis allegados... Le pedía cada día a Dios
fuerzas y paciencia para sobrevivir a ello. Día tras día. ¡Y lo logré! Las primeras
buenas noticias llegaron en junio: mamá estaba bien, mi pierna cicatrizaba rápidamente
y me quitaron la escayola diez días antes de lo previsto. A finales de mes obtuve mi
decimocuarto premio en un concurso internacional de mini poesía en España.

En julio, agosto y septiembre, el Destino decidió compensarme: llovieron
buenas ofertas de trabajo y a la pata charera, apretando los dientes, trabajé duramente

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de la mañana a la noche. Finalizando agosto arribó mi decimoquinto premio de un
concurso internacional de poesía en España. Entonces es cuando me pasó algo poco
común que me estremeció, recordándome que soy mujer. Lo he escrito en mi relato
La mujer en mí. Meses más tarde dos partes de este fueron premiadas en concursos
literarios en Bulgaria y en España. Una conocida me propuso una sustitución en
Madrid y a finales de septiembre ya gozaba de la belleza de la capital de España. Debía
cuidar de un hombre mayor de alto coeficiente intelectual, enfermo de esquizofrenia.
En el periodo en el que trabajé para él, escribí tres relatos. Dos de ellos merecieron
máximas distinciones en concursos en España y Estados Unidos, en el transcurso de
este año. En diciembre fue publicado mi poemario bilingüe Miedo/Por (en castellano
y en catalán).

Así, entre bromas y veras, el año se nos escabulló. Haciendo recapitulación,
concluí que a pesar de las vivencias negativas, resultó positivo.

Por lo tanto, hombre, espabila, porque la vida es maravillosa, por más insufrible
que parezca a veces. Ármate de paciencia, no seas malintencionado y él, el milagro,
¡acontecerá! ¡Confía en ello! Por más desesperada que sea la situación en la que te
encuentres. No olvides que en la naturaleza hay equilibrio, después de lo malo viene
lo bueno. Ahora sonrío con mi amplia y contagiosa sonrisa a la que es difícil resistir.
Sonríe tú también: se acercan las fiestas más hermosas. Abre tu corazón a lo nuevo, a
lo bello. Alégrate con las cosas pequeñas que te rodean. Mira cuánta luz se irradia a
nuestro alrededor. Sumérgete en ella y ¡coge a manos llenas, llenas, de la vida! En los
minutos justo antes de llegar del Año Nuevo recuerda que allá, en algún lugar, tienes
un alma gemela que ha rezado por ti y, en este instante, ¡te desea toda la felicidad del
mundo!

Un cálido abrazo de Malinka.

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SUEÑOS COMPARTIDOS
Juana Castillo Escobar

Ni en sueños llegué a pensar lo que podría conseguir, el cambio que iba a tener
lugar en mi vida y en la de muchas personas desconocidas para mí. Personas que, en
un momento determinado pasaron de ser colaboradoras a amigas.

Todo sucedió al crear un taller literario, tan modesto que, prácticamente, le
faltaron alumnos, pero los pocos que tuvo (presenciales y por Internet) escribieron
tan bien que sus obras fueron apareciendo poco a poco en un blog que abrí para
compartirlas en ese mundo inmenso, a veces oscuro, siempre cambiante y maravilloso,
que es Internet.

De aquel modesto taller nacieron una revista y dos libros, la primera gratuita y
los libros fue ese primer sueño compartido, una sorpresa que quise darles a los
alumnos. Escribieron tan bien que decidí dar a conocer aquellos relatos escritos
durante el curso; libros costeados por mí con el dinero que recibí mensualmente por
las clases impartidas… El taller se disolvió, quedaron la revista y una serie de amigos
cibernéticos: lectores, seguidores del blog, familiares, amigos de los alumnos, etc. Todos
ellos se sumaron no solo al blog, sino a aquel sueño transformado en una revista
literario-artística donde caben todas las voces, voces que de lo contrario vivirían
acalladas, escondidas y desconocidas para el mundo, del que llegaron y salieron desde
sus rincones más remotos, trayendo consigo distintos modos de pensar, diversas
culturas, costumbres y diferentes disciplinas (poesía, relato, artículos, pintura,
fotografía, ¡gastronomía!).

Sueños compartidos ¡quién sabe con cuántos miles de personas! ¿Millones,
acaso? ¡Todos son bienvenidos, autores y lectores!

Diez años de revista, en breve subiremos al peldaño número once, un trabajo
ininterrumpido, silencioso, de colaboradores fieles. Algunos de ellos están desde los
comienzos, otros se quedaron en el camino porque la vida los abandonó en los brazos

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de la muerte, y otros decidieron voluntariamente dejar de compartir sus trabajos, tal
vez consideraron que ya habían compartido demasiados o, quizás, les pudo el
aburrimiento, la falta de tiempo o solo Dios sabe qué.

Pero he de decir que siempre, siempre, llegan nuevas voces, nuevos pinceles,
nuevas aportaciones, nuevos sueños que, cada dos meses, compartimos con el mundo
entero, y así seguiremos mientras la ilusión y las fuerzas perduren.

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...Y EL HIJO PRÓDIGO SE HIZO VEGANO
Ana Martínez Álvarez-Builla

Cuando el muchacho volvió a su casa, famélico y lleno del polvo del camino, el
padre corrió a su encuentro con los brazos abiertos, se echó a su cuello y lo besó.

—Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco llamarme hijo
tuyo.

Y el padre dijo a sus sirvientes:
— Vestidle con una túnica, ponedle sandalias en los pies y un anillo en el dedo
y matad al ternero cebado…
— Un momento, padre.
—¿Qué ocurre, hijo?
—Deja tranquilo al becerro. No lo mates. Quiero ponerlo bajo mi tutela.
—Y eso, ¿por qué?
—He visto sacrificar muchos animales para satisfacer la gula de los hombres.
Y he visto su sufrimiento. Quiero que el ternero se quede conmigo. Lo cuidaré y le
daré todo el cariño que merece.
— Pero, entonces, ¿qué vas a comer, hijo?
—Una ensalada verde.

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COLIBRÍ
María Eugenia Arévalo Rodríguez

Érase una vez un pequeño colibrí. Siendo frágil y pequeño, quería volar, volar
muy alto para ver a Dios. Durante muchas horas pensaba y planeaba cómo hacerlo,
hasta que el día en que tendría que poner en práctica aquel plan llegó…

Desperté, sí, al fin, ya que durante muchos años, tuve algunos “amigos” que
estuvieron a mi lado día y noche, “amigos” que poco a poco ocuparon mis pensamientos
y mi corazón, “amigos” que me llevaron a un estado de supervivencia en que buscaba
de manera constante la aceptación y la aprobación de los demás. Llenaron de gran
oscuridad y desolación mi existencia, hasta el punto de que pensaba que solo dejarme
morir sería la solución, mejor dicho: dormir…, una vida dormida y anestesiada al dolor.
Sin embargo, cuanto más sentía ganas de morir, más resistente me hacía. Hasta el
punto de que cuando creí morir mis alas surgieron y empezó la transformación,
descubriendo mi riqueza. Descubriendo aquella riqueza que solo alumbra a través del
resurgir, después de haber superado circunstancias de las que jamás pensé salir. Como
un pequeño colibrí nací, muy pequeña, y como un pequeño colibrí que quiso volar tan
alto para ver a Dios, también busqué respuestas a la pregunta de qué sentido tenía mi
vida. Con un plan divino estoy a miles de kilómetros de donde nací. Aprendiendo
oficios como camarera, comercial en publicidad. Hasta emprendí algunos negocios.
La búsqueda seguía y fundé la Asociación Latino-Española, colaboré con distintas
organizaciones. Mi vida se ha llenado de experiencias y retos, algunos superados, otros
en proceso de superación, y muchos más que me esperan. No termino de aprender,
sobretodo de las personas que en cada periodo o etapa he tenido la bendición de
conocer. De diferentes nacionalidades, religiones, ideologías, estatus sociales, o
tendencias… De cada una de las personas que me han brindado su amistad e
igualmente de las personas que no lo han hecho, he aprendido y sigo aprendiendo
constantemente. En busca de una estabilidad familiar adquirí una vivienda en hipoteca,
sin imaginar lo que vendría después. Como dije, detrás de todo hay un plan, pues con
esta experiencia se afianzaron las mayores fortalezas que sin duda me han llevado a

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ser mejor persona, vivir y compartir situaciones al límite que me han permitido conocer
personas con un talento extraordinario. El derecho a la vivienda es vital para un
desenvolvimiento familiar saludable. Y siendo un derecho constitucional es
responsabilidad de todos hacerlo respetar y cumplir, por lo que me involucré en
distintos espacios y participé en diferentes acciones sociales. Buscando estabilidad,
encontré activismo social. Y en el proceso descubrí que la mayor estabilidad es la fe
en Jesús, que me da paz sin importar las circunstancias, como el diagnóstico de un
tumor, o la pérdida de mi casa después de pagar casi 100 mil euros y muchos otros
episodios difíciles en la familia de los que hemos salido victoriosos. Me han llenado de
fortaleza, valentía y sobretodo de amor a Dios para transmitirlo en mi día a día… Así
conecté con mi pasión por la comunicación y las causas sociales, pasión que llevo en el
alma desde temprana edad. Descubrí la riqueza de vivir encendiendo la luz, siendo luz
conectada a mi Creador, luz para alumbrar y no para deslumbrar. Porque cada uno
tiene una luz propia y única. Así nace el proyecto audiovisual llamado “Encendiendo
la luz TV”. Y actualmente un programa de radio llamado “Ahora es tu tiempo”, con
maravillosas compañeras. Pero sin duda la mayor formación que he recibido es la de
vivir y querer ser mejor cada día, como madre, esposa, como ser humano… Mi reto es
cumplir el propósito de vida. Cambiando yo para que cambie el mundo.

Nota: Me identifico mucho con el colibrí porque es considerado un mensajero y guardián
del tiempo. Al poder volar hacia atrás recuerdo y afianzo mi pasado para aprender de él, para seguir
adelante, y al beber del néctar de las flores, vivo saboreando cada momento por pequeño que sea. Su
aleteo forma el símbolo del infinito, además de que en Los Andes se lo considera símbolo de la
resurrección, porque después de la fría noche, en que parece morir, vuelve a la vida con cada nuevo
amanecer. Eso me recuerda que cada mañana el Sol sale para todos, con nuevas oportunidades.

* “amigos”= miedo, inseguridad, culpa.

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LIBROS PARA SOÑAR
Patricia Pinto

Recuerdo que una vez, al regresar tarde a casa después de haber visto a un
antiguo amor paseando de la mano de su nueva novia, me quedé un rato en el salón
con mi portátil y una lamparita en un rincón desahogando mis penas en un largo
poema, con un vaso de whisky frío a mi lado como mudo compañero.

Estaba escribiendo y llorando. No tengo claro si escribía más o lloraba el doble,
pero estaba ensimismada escuchando a la vez por los auriculares una canción
romántica que me recordaba a mis padres. Ellos siempre ponían canciones mexicanas
y esa en concreto la había guardado en mi memoria por la forma tan especial que tenía
de transmitir una historia. Esa canción me hacía parte de ella y, por muchos años que
pasen, me sigue pareciendo maravillosa.

Estaba triste y veía que podía caer en una depresión, pero me dije: “Hay que
vivir, hay que cambiar el mundo, debo seguir el rumbo que me ha traído aquí desde
pequeña, que es comunicar, pero no solo amor y desamor, sino lo que se puede sentir
en momentos de desasosiego, de injusticia social, los sentimientos que la gente se
guarda por temor. La forma de rimar la alegría, la esperanza, los triunfos, etc., dar a
conocer lo que siente un hispanoamericano y cómo se viven también en España los
misterios del corazón, y la forma de narrarlos.

Me cautiva la expresión cultural de cada nación sobre temas sensibles del alma,
y si se pueden transmitir los sentires a través de las canciones, igualmente me seduce
la idea de tener pinceladas de distintos estilos en un solo libro. Por eso decidí estudiar
Técnico Editorial, para ir uniendo experiencias narrativas desde las distintas facetas
de nuestro gran idioma, el español, e ir compartiéndolas entre hispanohablantes.

Así surgió la editorial Hispano-Chilena Ediciones, con la que editamos en 2019
varios libros de poesía y la novela ilustrada Al borde del Olimpo. Además, editamos
la histórica obra Puente de Poesía, que une a consagrados poetas de Chile y España,

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y que fue prologada por los embajadores de ambos países. Para las presentaciones en
Madrid y Valencia viajaron por primera vez a Europa autores participantes desde
Chile, y en octubre se hizo una gran presentación en la ciudad chilena de Curicó para
entrelazar a estas dos grandes potencias mundiales de la poesía.

Para este 2020 tenemos programada otra antología con los representantes
poéticos del movimiento “Sembrar Poesía”, que reunirá en un libro a todos los países
de habla hispana que lo integran. En septiembre se dará la bienvenida a los
participantes en Madrid.

Los sueños se van realimentando, así que esperamos seguir publicando a
escritores con talento de España y Latinoamérica e ir enriqueciéndonos todos a través
de la literatura, las ilustraciones, la pintura y el arte en general para conocernos más
y mirar juntos a un solo horizonte.

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