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Published by AETXY, 2019-09-23 14:08:06

23 - Junio 2004

Xin Yi 2004

CADAU NADAS Cuento chino Todo sigue igual. La rutina hace metástasis en el calendario, pero la
mente cabalga y se desdobla. ¿Un faro? Aquella mujer, su beso, los
A falta de sustancia más espesa, hoy la columna se ha puesto capri­ niños... y ese olor a canela. J.M no se atreve a hablar de lo que vio
chosa y quiere llenarse con un relato, eso sí, basado en un pecho real: antes de darse por muerto. En alguna parte de su pensamiento, el
el mío, aun dolorido tras un reciente encuentro de automóviles. Tiempo ha dejado de tener ningún valor.

J.M no percibe el impacto hasta una décima de segundo después, Ocurrió un par de años después de su nuevo nacimiento. J.M se
cuando abre los ojos y sabe de su coche volando hacia distraía viendo por televisión un documental sobre el camino de
el segundo vehículo que tiene enfrente. El tiempo se Santiago. Unas imágenes aéreas, la costa gallega y de pronto,
detiene con su macabra magia. La mente se abre a
todos los pensamientos, como un paraguas. A en un breve lateral de la imagen, aquél faro que se repelía una
J.M le llena un súbito y profundo olor a canela y otra vez en su memoria. Dos días después recorría la costa
al tiempo que contempla con sangre fría un del norte de Galicia poseído por un hambre insaciable.
rápido desfile de imágenes: Un faro. Un
pueblo que se sabe hermoso. Una casa Dio con el pueblo. Dio con la casa de las hortensias. Llamó a la puer­
con grandes hortensias en el porche, ta, la mujer le recibió con el mismo beso. "Se han escondido", le
una mujer que rezuma amor, tres susurró.Entró en la cocina y se agachó para recibir el abrazo alboroza­
niños que le esperan escondidos tras la do y festivo de los tres niños. Cenaron juntos. Durmió a los niños. Se
puerta de la cocina. acostó junto a la mujer y se dejó amar. Esa noche llovió sobre la costa.
nítidas, las Una brisa fresca se coló en el cuarto. "El martes, cuando vuelvas de
vida feliz. Madrid, arreglas esa ventana", dijo ella antes de apagar la luz. J.M se
acurrucó tras la espalda de su mujer y se dejó dormir. Olía a canela.
rrO::ooil En ocasiones el cere­
bro divide el tiempo en Despertó súbitamente con el ruido del primer impacto. Detrás suyo. Por
8 lonchas de milésimas de el retrovisor tuvo tiempo de ver como aquél Audi levantaba el morro en
=eorno segundo, como ahora. En el aire y se le venía encima. J.M cerró los ojos y se agarró con fuerza
�en ·-2meoe: una de esas lonchas su al volante. Sintió el olor a canela, sintió la mar que se colaba por la ven­
coche sigue su vasallaje a las tana, desamó a su mujer, se despidió de sus tres hijos, salió de su casa
leyes de la
Irremisiblemente. Crack. tras el beso con el que siempre se despedían y
emprendió el viaje a Madrid, donde esa misma tarde
tenía cita para hablar de sus últimos análisis médicos.

�==e<I) W:.rreooo: ¿ Un faro? [email protected]

E''8<o(. <I) La memoria busca en vano. ¿Hortensias? Pero no, ni
el pueblo, ni la casa, ni la mujer ni aquellos hijos:
erno ninguna de esas cosas le pertenecen. Dos lonchas
más de tiempo y su coche impactará contra el otro.
ro en J.M da por cosa hecha su propio final. Una
�� desazón salobre e incómoda acompaña a su con­
ciencia en este último tramo; ambas se van con
-e en<I) ..., la sospecha firme de que la muerte se ha equi­
,!r_o51-..m!0!1 vocado con su expediente.
-e;n ro
i5,
ro ro

--=�<rerIoo)-eeaoot3 J.M despertó de un coma de tres días en la habitación 314 de
·183 �� Traumatología del Hospital Ramón y Cajal. Sus compañeros habían
hecho un buen trabajo. "por tres centímetros..." le dijeron señalando al
-e o<I) .... corazón. Cinco meses de intensa rehabilitación después J.M se incor­
poraba de nuevo al hospital, esta vez como titular de su puesto en la
ID g, sección de Oncología. Fiesta de bienvenida, segundo cumpleaños,
--<e:5I:5)i- 0.'orºü2o algunos chistes, la vida que volvía.
oro. uen
(:f:)i ..!!1
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CUATRO. ¿Por qué lloras? barriadas, pero en estos días en que la muerte ha mostrado su
Cuando me encuentro con mis amigos, nos sentamos y les pre­ rostro, estos son parajes yermos.
gunto qué tal. Algunos callan, otros no pueden sostener su llan­ Van quedando menos velas encendidas, muchas parecen
to. ¿Por qué lloras?, nos preguntamos. sucias y las flores se han marchitado, de manera que aún se
No es indiscreción, queremos ir un poco más allá de la destacan más esos iconos torturados que parecían de otros
cortesía. Tratamos de ofrecer palabras, además de consuelo. tiempo, cristos crucificados y dolorosas.
Queremos saber cómo decimos nuestro dolor. En unos días retirarán estos rastros y los sustituirán por algún
- "Lloro de rabia y desesperación. Nuestra vida instalada en et monumento de piedra o metal, cuando las cicatrices de sus
lujo se ha terminado", dice Lucía. "En su lugar, el dolor y ta heridas apenas se distingan de todas las demás.
culpa, el sinsentido humano llenándolo todo..."
SIETE. Pharmakon
- "Lloro por desbordamiento", dice María, "En situaciones así Durante estos días, el gobierno de la Comunidad de Madrid ha
me olvido de mi misma y desaparezco en /os otros. Y me pier­ ocupado con un comunicado la mayoría de los espacios de
do en su desasosiego sufriente". publicidad del metro: La Comunidad de Madrid agradecida. Es
- "Yo soy extranjera", nos cuenta Sylvia. "Aunque lleve treinta un comunicado lleno de grandes palabras, sin imágenes. Son
años aquí, lo soy. Y estos días, he recibido tantas llamadas de momentos solemnes donde sólo se permite pensar y decir en
mi país... La familia, /os amigos; todos estamos bien - tes he blanco o en negro.
respondido, pero se me ha hecho un nudo en el pecho que no El negro está reservado para el primero de sus siete párrafos:
puedo soltar''. Ella ha sido la última en dejar el llanto y hablar: "Madrid acaba de sufrir la mayor catástrofe de su historia".
"lloro cuando pienso en que si algo me ocurriera, toda esa
gente se preocupa por mí, Me angustio y me deshago porque Sloterdijk: "en la arena política, el recuerdo siempre se utiliza
me siento querida". como pharmakon o como arma. En este terreno es soberano

Son mujeres las que lloran. Los hombres esta vez nos expre­ quien decide acerca de la dosis que hay que tomar''. Las autori­
samos desde otra distancia: "/a vida continúa" o "tenemos que dades parecen tener una dosis única, y nos la ofrecen tal cual."
hacernos cargo de ta situación" decimos, más serios que de ...la acción criminal de unos asesinos sin entrañas", continúa el
costumbre, más preocupados. párrafo dedicado a las palabras negras.
Los tres párrafos siguientes están llenos de palabras blancas:
CINCO. Velas agradecimiento a los profesionales, a los vecinos, a los
Hay miles de velas encendidas en la estación de Atocha. Junto españoles, a los extranjeros, a todos. Porque todos hemos
con pasquines escritos a mano, dibujos, fotos o banderas; gri­ estado en el lugar que nos correspondía. El quinto dice así:
tos silenciosos de rabia, expresiones de apoyo. Hay peluches "Este agradecimiento tiene que llegar también a todos tos
de niño y vírgenes pero, ante todo, un mar de velas que pare­ medios de comunicación que ayudaron desde el primer
cen sostener con sus frágiles llamas el recuerdo de los muer­
tos y el testimonio de los vivos. momento a informar a los ciudadanos y que siguen ayudando a
Me muevo y observo esta ceremonia sin oficiantes ni claros /as víctimas con su apoyo y acción constantes".
perfiles. Pero no falta el ritual para canalizar los sentimientos: Dicen todos y dicen siempre. "Podemos afirmar con orgullo que
esa manera de movernos, de caminar; la cercanía física en la los madríleños, todos los madrileños, supieron cumplir con sus
que permanecemos, la manera de dirigir nuestras miradas... Y
sosteniendo todo esto, el calor de tantas velas, este extraño deberes cívicos... todos han cumplido con su deber".
horno que crea la reunión de todas las llamas y que tanto me
sorprende por su intensidad. Su ardor seca el aíre y los rostros, Perversión aduladora.
y otorga a los ojos el brillo adecuado de los duelos. Para terminar, cambian a tercera persona y nos convierten en
héroes anónimos. "Ellos han escrito una de /as grandes pági­
SEIS. Santa Eugenia, El Pozo nas de la historia de Madrid, que estará para siempre junto a
Yo también he tomado este tren, a sabiendas de que no hubiera /as más heroicas de la larga historia madrileña".
visitado El Pozo del Tío Raimundo ní Santa Eugenia de no Como yo, muchos se detienen a leer el comunicado. A tratar de
haber ocurrido algo así. Han pasado diez días desde la matan­ dar con la dosis adecuada que no funda por completo nuestra
za y en cada estación se repiten las escenas de Atocha: las soberanía.
velas rojas y los afiches, las fotos y las flores. Pero cuando,
dejando las estaciones, me meto entre las casas, encuentro un C'-·
paraje desolado: calles vacías, sin alma, edificios iguales,
viviendas ubicadas en ningún lugar... :=-- >CI)
Hace t_reinta o cuarenta años, los más pobres fueron apilán­
dose en este sur como un ejército de supervivientes. Habitaban "O •CI)
las chabolas y la miseria, y algunos, también el coraje y la
lucha por algo mejor. � ::J
Pero ahora que ya no quedan casi chabolas, Madrid se me ·-0
hace un monstruo de ladrillo y hormigón que avanza hacia :.r=C:l::'l.
aquel sur, devorándolo todo a su paso. Estoy seguro de que en -Clol-
estas viviendas la vida será más digna que en aquellas ::J "fü
(f)
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CCfl)l
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..!!:! (Viene de página 3)
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e Y llega mayo, y con mayo
Q)
Las Jornadas de convivencia de La vid:
E
Q)
cii

cii Por lo que parece ser, este ha sido el año del agua, en cuanto a con­
vivencias se refiere, -claro está-. Llega mayo con un tiempo espléndi­
o do, y llega también el fin de semana de La Vid, y ¿qué ocurre?, pues
que va a ocurrir, que también llueve; pero esta vez la lluvia como que
"eO

-�Q)

..e

Cll nos toma el pelo, me explico: Nos levantamos para desayunar y llueve,
:::J
C)
Cll llega la hora de practicar y deja de llover, peeero... cuando decimos

ro aquello de ¿hacemos una tablita más?, ¡zas! la lluvia y así todo el fin
:C.lol de semana. Me recordaba a la Maestra Hui Fang, cuando nos explica

E
� ese movimiento de espada un tanto peculiar y que dice iªhola si, ahola

•Q) no, ahola... pincha!
(C.l)l

¡jJ
C'-· Bueno por hoy ya vale, espero haber conseguido mi meta, y que como

C(.ll) os decía al principio, no es otra que arrancaros una sonrisa, o dos.

Q)
"O
oe Ahora bien, no quiero despedirme sin dejaros con esta reflexión, a la

vista de lo arriba explicado ¿estamos de acuerdo en que el espíritu del
C)

e Xin Yi existe?
:::J

o

E

8 Ahí queda eso.
Cf) Un beso enorme para todos Masha


Q)
o
·-0




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