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Published by pacheco627, 2017-05-03 00:10:32

Spanish 421 tabajo final

Spanish 421 tabajo final

ABSTRACTO

EL CAMINO DE El Camino de Santiago
SANTIAGO DE contado a través de los ojos
de un peregrino como nunca
antes
Pacheco-Rodriguez,
Gustavo

Español 421

COMPOSTELA

Mi nombre es Juan José, tengo
25 años y nací en Cataluña a
principios del siglo 13. He
vivido toda mi vida en
Cataluña con mis ojos viendo
mucho durante ese tiempo. De todo lo que he visto durante mi niñez y adolescencia, lo único que
me viene frecuentemente la mente es el recuerdo de viendo muchos hombres y mujeres de todas
las edades y razas viniendo a la cuidad y visitando los hospitales y las iglesias1. No tuve ninguna
idea por qué esta gente extranjera venían a Cataluña y especialmente a nuestra cuidad de
Barcelona. Al principio pensé que solamente eran turistas que estaban de vacaciones, pero
cuando le pregunté a mis padres <mama…papa… porque hay muchos extranjeros visitando los
hospitales y las iglesias? Porque solo duran poco tiempo en la cuidad y luego se desaparecen?>
me di cuento de lo que estaba pasando. Los extranjeros utilizaban nuestra cuidad como punto de
comienzo para el Camino de Santiago2.

Cuando me di cuenta de lo que en realidad estaba pasando, comencé a obtener más
información sobre este camino y lo que este viaje implicaba exactamente. Descubrí que la
peregrinación es un hecho universal por toda gente y todas religiones3. Hacer una peregrinación
es acercarte a Dios. Para los Cristianos, quienes formaron parte de la iglesia, Jesucristo era un


1 Fernández Arenas, Arsenio., and Pablo Huarte Arana. Los Caminos De Santiago. Barcelona: Ediciones La

Polígrafa, 1965. Print.

2 Lacarra, José María. Estudios De Alta Edad Media Española. Valencia, 1971. Print.
3 Lacarra, José María. Estudios De Alta Edad Media Española. Valencia, 1971. Print.

peregrino en el mundo y cuando acabo su peregrinación volvió al Padre4. Los Cristianos ven el
Camino de Santiago como una meta última para todos los Cristianos antes de volver al Padre5.

Después de muchos años y tanto pensamiento decidí a hacer el viaje y caminar el Camino
de Santiago hacia Santiago de Compostela en Galicia. Supe que no era un camino fácil por lo
que he escuchado por otra gente. Aparte de la lluvia, el sol y las montañas, los elementos
naturales, la gente mala también era una dificultad porque asaltaban a los peregrinos6. Pero no
pensé mucho en eso porque supe que la Orden de Santiago existía y servía para proteger los
peregrinos.

Me empecé a listarme para el viaje unos días después porque el punto de reunión era en
Barcelona. Al llegar al punto de reunión noté que las razas de los peregrinos eran alemán,
italiano y francés7. Supe que había extranjeros por mis experiencias de niñez, pero nunca
imagine que había mucha gente en excesiva. Ahora entiendo porque hay mucha gente extranjera
que vive en la cuidad de Barcelona. Eran cuarto antes de las seis y la gente ya estaba ansiosa por
comenzar la caminata hacia Compostela. Nunca he escuchado otro lenguaje aparte del catalán y
cuando los escuche por primera vez me enamoré con ellos. Nunca he escuchado algo tan
hermoso que el lenguaje francés.

A las siete en punto, comenzamos la caminata hacia Monserrat. Durante la caminata
hacia Monserrat el viaje fue relajante y hermoso. Como no había ninguna nube en el cielo, el día
fue perfecto para camina por la parte urbana de la cuidad. Pasé por un montón de llanuras de


4 Fontana I Làzaro, Plácido Suárez, Villares, and Villares, Ramón. Historia De España. Barcelona] : [Madrid]:

Crítica ; Marcial Pons, 2007. Print.

5 Quesada Marco, Sebastián. Curso De Civilización Española. 1a ed. Madrid: Sociedad General Española De

Librería, 1987. Print.

6 Vázquez De Parga, Luis, José M. Lacarra, and Juan Uría Ríu. Las Peregrinaciones a Santiago De Compostela.

Vol. 3. Madrid: Consejo Superior De Investigaciones Científicas, 1949. Web.

7 Lacarra, José María. Estudios De Alta Edad Media Española. Valencia, 1971. Print.

hierba y vi muchos animales como vacas y caballos. No fue algo excepcional porque he pasado
mucho tiempo en el lado de la agricultura de la cuidad cuando trabajé para Don Jairo. Tome el
tiempo como una señal de Dios asegurándome que El ve lo que estoy haciendo y me esta
protegiendo mientras hago esta peregrinación.

Llegamos a Monserrat antes de las seis y media de la noche con los pies y los cuerpos
adoloridos aparte de las ampollas8. Nunca pensé que fuera una caminata tan agotadora y eterna.
Nos alojamos en Monserrat por la noche ya que era demasiado noche para continuar. El grupo se
quedo en un granero que soportaba tanta gente. Allí me dormí en el suelo cubierto en alfalfa. La
aroma fue tan horrible que muchos se durmieron afuera con tal de no oler la aroma de los
animales. En mi mente yo pensé <pues la razón por la que no pueden soportar este olor es porque
son de alto mantenimiento>.

De mucho rato empecé a hablar con un compañero de viaje, llamado Félix. Era de
Alemania y hablaba con un acento muy fuerte. Después de muchas horas hablando, supe que la

8 Granero Gallegos, A.; Ruiz Juan, F. y García Montes, M. E. (2006) Lesiones y problemas físicos padecidos por

senderistas y cicloturistas en una ruta por etapas. El caso del camino de Santiago. Revista Internacional de
Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol. 6 (22) pp. 99-109. Web.

razón por la que esta haciendo la caminata hacia Compostela es por su padre quien esta
enfermo9. Eran ya las cinco de la mañana y no dormí casi nada por andar conversando con Félix.
Supe que el viaje hacia Lérida iba ser duro cuando solo me dormí por una hora.

Bueno, empezamos el viaje hacia Lérida cerca de las seis de la mañana. No estaba tan
ilusionado porque mi cuerpo me dolía y mis pies se sentían pesados10, además el camino era más
largo. Eran ya nueve horas de camino y no he visto nada de vegetación, sólo tierra. Empecé a
imaginar lo que mis padres podrían estar haciendo ahorita y como se sienten sin mi presencia.
Todavía me recuerdo de las últimas palabras que me dijo me padre, <Vete con Dios hijo>. Mis
padres son quienes me dan motivo para continuar esta peregrinación.

Cuando caminé sobre una colina
empecé a ver muchas cosechas de frutas.
Había cosechas de fresas, melones,
sandías, de todas clases11. Me pregunte
yo solo <donde hay cosechas tiene que
haber una cuidad cercana>. Y si, a unos
minutes después llegamos a la cuidad de
Lérida.

Allí nos dormimos en unos
hospitales proporcionados por la cuidad.


9 García de Cortázar Ruiz de Aguirre, José Angel. El Hombre Medieval Como "Homo Viator": Peregrinos Y

Viajeros. Instituto de Estudios Riojanos, 1994. Web.

10 Granero Gallegos, A.; Ruiz Juan, F. y García Montes, M. E. (2006) Lesiones y problemas físicos padecidos por

senderistas y cicloturistas en una ruta por etapas. El caso del camino de Santiago. Revista Internacional de

Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol. 6 (22) pp. 99-109. Web.
11 Fernández Arenas, Arsenio., and Pablo Huarte Arana. Los Caminos De Santiago. Barcelona: Ediciones La
Polígrafa, 1965. Print.

Sin el olor de los animales y el frio, me dormí cómodo pero mi cuerpo todavía me dolía y esta
vez con más dolor. La siguiente mañana nos dimos cuenta que había dos rutas diferentes. Una
ruta iba hacia Burgos y la otra continuaba hacia Huesca. Habían muchas diferencias entre los
peregrinos sobre cual camino tomar y al final decidimos dividirnos en dos grupos. Yo, Félix, y
otros dos tomamos la ruta hacia Burgos y los demás continuaron con el camino hacia Huesca.

Han pasado cinco días desde que nos dividimos en Lérida. Desde entonces, hemos
continuado nuestro viaje con más ganas de llegar a Compostela, tratando de demostrarle a los
demás que nosotros no nos equivocamos. Estos últimos dos días fue bastante caliente. Incluso,
uno de nuestros miembros sufrió agotamiento por calor12. Tuvimos que ubicarnos debajo de un
árbol porque Ramón no pudo caminar. Cuando pensé que nos íbamos retrasar unos día, vi un
niño caminado en la distancia. Al principio pensé que estaba alucinando, pero cuando el niño se
acerco noté que un señor lo acompañaba. Al llegar el señor, grande de edad, nos dijo “necesitan
ayuda? Tarazona esta algunos minutos de aquí.” Cuando escuche esto, pensé <Gracias Dios, se
que me estas viendo>. Después de algunos minutos llegamos a Tarazona, y cuando llegamos la
gente, especialmente los niños, se nos quedaban mirando. Hubo un silencio al principio pero
poco después la gente del pueblo nos dio la bienvenida con los brazos abiertos. El señor nos dijo
que no han visto peregrinos en mucho tiempo y es por eso que se quedaron asombrados de
nuestra presencia. Allí nos quedamos en una casita con una pareja anciana. Tuvimos que
esperarnos un día en el pueblo porque Ramón todavía no estaba en buenas condiciones para
continuar.


12 Granero Gallegos, A.; Ruiz Juan, F. y García Montes, M. E. (2006) Lesiones y problemas físicos padecidos por

senderistas y cicloturistas en una ruta por etapas. El caso del camino de Santiago. Revista Internacional de

Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol. 6 (22) pp. 99-109. Web.

El siguiente día empacamos nuestras cosas y continuamos con nuestro viaje. Descansados
y alimentados, nos sentimos confiados del resto del camino. Antes de irnos, la pareja anciana nos
dio unos panes para el viaje, les dimos las gracias por todo y nos fuimos. Antes de irnos de
Tarazona, le pregunte al señor sobre la más cercana ciudad, y me dijo que era Soria y que era un
viaje de cuatro días13.

Tengo cuatro horas caminando por las colinas y mis pies y rodillas me están doliendo14.
Creo que caminando mucho y no tomando suficiente descanso me ha perjudicado. Nunca he
tenido un dolor tan doloroso como el que estoy sintiendo ahorita15. Me da ganas de llorar pero
tengo que hacerme fuerte para los demás. Después de muchas horas decidimos dormirnos debajo
de unos arboles muy altos. Durmiéndonos en estos arboles nos sacaba de peligro de los coyotes y
otros animales salvajez.

Hemos estado caminando por cuarto días y no hemos comido desde ayer porque Félix
decidió comerse todos los panes cuando estábamos dormidos. Aunque no hemos comido, el
clima esta a favor de nosotros con nubes tapando el sol de vez en cuando. Mirando las nubes y
viendo la altitud de ellas me hizo reflexionar del dolor que sufrí el primer día. Cuando
reflexionaba del dolor me dije <Hablando del dolor, ya no siento mis pies, perdí todo sentido en
mis pies>. Me preocupaba esto porque no teniendo sentido en mis pies no era una buena señal de
mi salud. Me ocupé de esté pensamiento hasta que llegue a una ciudad chiquita. Cuando vi la
ciudad y sus casas pequeñas con vacas y caballos alrededor de la ciudad, supe que hemos llegado


13 Fernández Arenas, Arsenio., and Pablo Huarte Arana. Los Caminos De Santiago. Barcelona: Ediciones La
Polígrafa, 1965. Print
14 Granero Gallegos, A.; Ruiz Juan, F. y García Montes, M. E. (2006) Lesiones y problemas físicos padecidos por

senderistas y cicloturistas en una ruta por etapas. El caso del camino de Santiago. Revista Internacional de

Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol. 6 (22) pp. 99-109. Web.
15 del Campo, Luis. "La Medicina En El Camino De Santiago." Príncipe de Viana 27.102 (1966): 169. Print.

a Soria. Supe que esta ciudad pequeña no tenia mucho que dar ya que era una ciudad de campo.
Caminando por la ciudad noté que la gente era más morena, tipo indígena, quizás porque no
había mucho Europeo que visitaba estas zonas de la nación. Gente de ciudades grandes como
Barcelona eran más güera y alta.
Allí conocimos a un hombre joven
que hablaba el catalán. Aunque
hablaba catalán, era difícil de
entenderlo porque su forma de
hablar era diferente a nuestra forma.
De todo que nos dijo, solo entendí que nos íbamos a quedar en su casa. Durante la cena, la
comida que nos proporcionó era humilde, sopa de ajo. Después de quedarnos dos días en la
ciudad, decidimos continuar nuestro viaje hacia Brugos, nuestro siguiente destino.

Hace cuatro días desde que estuvimos en Soria y todavía me recuerdo de lo que me dijo
el hombre <el viaje a burgos es largo y te tomara por lo menos cuatro días, dependiendo en el
clima>. Cuando pienso que va llover, me recuerdo de esas mismas palabras que el hombre me
dijo. El sol se estaba metiendo cuando notamos un cambio en el clima. De repente empezó hacer
mucho frio y mucho aire. Los arboles se movían de un lado a otro, hasta Félix nos dijo “hay esos
arboles se ven como si se van a caer.” Corrimos hacia un lugar para protección, no nos importaba
donde, soló queríamos salir del abierto. Corrimos casi una media hora hasta que vimos unas
luces en el lejano. Cuando nos acercamos, luces alumbraban alrededor de una pared grande que
protegía una ciudad. Le rogué a Dios que esta ciudad sea de Brugos porque no aguantaba más el
clima ni la caminata. Cuando llegamos a la ciudad nos quedamos en un casa cerca del palacio.

La hospitalidad de la
gente me hizo sentir
como un rey.
Tristemente no estaba
de vacaciones y tuve
que hacerme la idea que
esta no era mi vida.
Hace dos semanas
desde que estábamos en Burgos y hemos perdido dos miembros del grupo por razones de salud.
Yo y Félix éramos los últimos del grupo. Hambrientos, cansados, adoloridos, y flacos era una
buena descripción de nosotros16. La fe que teníamos al comienzo del viaje se nos había ido y no
sabíamos por qué todavía estábamos vivos después de tanto esfuerzo y ausencia de comida.
Pensando que toda la esperanza se nos había desaparecido, me encontré algunos signos que
decían “Santiago de Compostela, al frente.” Miré a Félix y le dije “llegamos.” Nunca he visto
Félix llorar pero cuando lo vi, una emoción de alegría se me salió y empecé a llorar también. Nos
abrazamos y seguimos hacia Compostela con los brazos uno detrás de otro. Durante la caminata
a Compostela, el imagen de mi padre sonriendo se me vino a la mente. Las lagrimas rodaron por
mi cara una vez más. Cuando llegamos a la cima de la colina, pudimos ver la línea de la ciudad
Compostela. Félix y yo nos alojamos en la cima de la colina por un para de minutos para
disfrutar de la gran vista de esta ciudad santa. Tome esta oportunidad para darle gracias a mi



16 del Campo, Luis. "La Medicina En El Camino De Santiago." Príncipe de Viana 27.102 (1966): 169. Print.

Señor quien me protegió durante el Camino de Santiago de Compostela porque sin él no hubiera
llegado y no hubiera tenido las experiencias que algún día le diré a mi familia.

Bibliografía

del Campo, Luis. "La Medicina En El Camino De Santiago." Príncipe de Viana 27.102
(1966): 169. Print.

Fernández Arenas, Arsenio., and Pablo Huarte Arana. Los Caminos De Santiago.
Barcelona: Ediciones La Polígrafa, 1965. Print

Fontana I Làzaro, Plácido Suárez, Villares, and Villares, Ramón. Historia De España.
Barcelona] : [Madrid]: Crítica; Marcial Pons, 2007. Print.

García de Cortázar Ruiz de Aguirre, José Angel. El Hombre Medieval Como "Homo
Viator": Peregrinos Y Viajeros. Instituto de Estudios Riojanos, 1994. Web.

Granero Gallegos, A.; Ruiz Juan, F. y García Montes, M. E. (2006) Lesiones y problemas
físicos padecidos por senderistas y cicloturistas en una ruta por etapas. El caso del
camino de Santiago. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física
y el Deporte vol. 6 (22) pp. 99-109. Web.

Lacarra, José María. Estudios De Alta Edad Media Española. Valencia, 1971. Print.

Quesada Marco, Sebastián. Curso De Civilización Española. 1a ed. Madrid: Sociedad
General Española De Librería, 1987. Print.

Vázquez De Parga, Luis, José M. Lacarra, and Juan Uría Ríu. Las Peregrinaciones a
Santiago De Compostela. Vol. 3. Madrid: Consejo Superior De Investigaciones
Científicas, 1949. Web.


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