Los Barcos del cielo

Iberia Escribe

Los barcos
del cielo

Mauricio D. Ovalle

Los barcos de cielo

Mike es un niño de 11 años que vivía con sus padres y su perro
Milo en Nueva York. Es un niño sociable, gracioso y en algunos
casos, valiente. Un día regresó temprano a su casa y como sus padres
aún estaban trabajando, hizo sus quehaceres acompañado de Milo.

Cuando terminó, escuchó voces afuera, se asomó por la ventana,
pero no había nadie, así que salió a investigar. Al salir, junto a Milo,
no podía creer lo que estaba viendo. Habían dos barcos levitando
sobre la calle. En uno había un hombre moreno, barbudo y gordo y
en el otro un hombre blanco, mejor vestido y delgado. Ambos
estaban discutiendo por un mapa y cuando el moreno vio a Mike y
Milo los agarró inmediatamente de rehén y le dijo al otro:
- Dame el mapa o me los llevo.

El otro le entregó el mapa y entonces el moreno soltó a Mike y a
Milo y ordena a la tripulación a irse de ahí inmediatamente. Mike y
Milo estaban confundidos y Mike pregunta:
- ¿Quiénes son ustedes?

- Yo me llamo Alex –responde el dueño del barco- y esta es mi
tripulación, venimos de Cielia una ciudad ancestral del cielo. El
que casi los captura se llama León y es el criminal más buscado
de toda Cielia junto a su tripulación.

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Sabiendo esto, Mike pregunta:
- ¿Y para qué es el mapa que le diste?

- Es para hallar el tesoro más preciado de Cielia, la botella sagrada
y quien beba de ella se hará inmortal –respondió Alex. Mike lo miraba
con asombro por la historia. – Pero solamente los humanos comunes
pueden acceder a la habitación donde esta la botella porque nosotros,
somos seres místicos.

En ese segundo, Mike grito emocionado: - ¡Yo puedo ir con ustedes!,
porque, como tu dijiste, solo los humanos comunes pueden acceder al
tesoro y yo lo soy. Después de analizar la propuesta de Mike, Alex
accedió. Y así comenzó el viaje de Mike, Milo, Alex y su
tripulación. Durante el viaje a Mike le surge una duda,

- ¿Cómo sabes el camino hacia el tesoro? –pregunta.

Alex sonriendo respondió: - Porque el mapa que le di a León es falso,
yo tengo el verdadero.

Mike contuvo la risa por la graciosa trampa. Mientras charlaban,
alguien gritó:

- ¡Hemos llegado!

Todos bajaron y buscaron la recámara, Milo olfateó hasta que olió
algo extraño y luego ladró muy fuerte. Mike y Alex fueron a
inspeccionar la pared. De pronto, Alex gritó:

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- ¡Mike, presiona este botón rápido!
Mike obedeció entusiasmado y cuando lo presiono, la pared se abrió
mostrando la botella con el líquido sagrado. En ese instante se
escucha una carcajada, Todos descubrieron que era León y su
tripulación. Éste, burlándose, dijo:

- ¿En serio creyeron que me iban a engañar con un viejo y tonto
mapa falso? Pues no me van a engañar tan fácilmente.

León saltó del barco y aterrizó justo en frente del niño y su perro, y
los apartó del camino, Alex quería atacarlo, pero Mike lo detuvo y le
contó su plan. Cuando León se bebió el contenido de la botella,
Mike cerró la puerta, dejando a León atrapado allí por siempre.
Mike, Milo. Alex y los demás salieron de allí rápidamente para que la
tripulación de León no los atrapara.
Al salir de allí, Mike dijo:

- Lamento que haya perdido esa botella.

- ¡Bromeas! –dijo Alex- detuviste al criminal más buscado de
Cielia, tú solo con tu perro. Ambos son grandiosos.

A Mike le brillaron los ojos y Milo ladró contento. Al llegar a casa,
Mike preguntó:

- ¿Los volveré a ver?

3

- Tranquilo, los visitaremos, pero hasta entonces, cuídense –
respondió Alex.

Mike y Milo se despiden de sus nuevos amigos y, mientras entran a
su casa, el barco se aleja volando al horizonte de vuelta a su hogar.

FIN

4

Mauricio Durán Ovalle
Ganador del concurso Iberia

Escribe del año 2019.

El día menos esperado
puedes vivir una
aventura fantástica,
disfruta la historia de
Mike y Milo y
descubre otro mundo.