MINISTERIO DE DESARROLLO AGROPECUARIO
INSTITUTO NACIONAL DE AGRICULTURA
BACHILLER EN AGROPECUARIA
PROYECTO DE MONOGRAFÍA
PRINCIPALES ENFERMEDADES DE LOS PORCINOS
CAPÍTULO 1. ENFERMEDAD INFECCIOSA DE LOS OVINOS
“BRUCELOSIS OVINA”
DOCENTE
MILEIKA MENDOZA
INTEGRANTE
ALLEN CUBILLA
DANA DE LEON
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN PARA OPTAR LA APROBACIÓN
DE LA ASIGNATURA DE INFORMÁTICA
AÑO: 11 C
SEGUNDO TRIMESTRE, 2018
AGRADECIMIENTOS
Primeramente, agradecemos a Dios por darnos salud y la bendición de
poder estar aquí día tras día, a nuestros padres por la paciencia que nos
han tenido para la realización de este trabajo. Agradecemos a todas
aquellas personas que dieron información en Google para poder realizar
este proyecto de investigación. Agradecemos a aquellas personas que
leerán el presente artículo.
Asimismo, agradecemos al presidente de la República por el apoyo
brindado para dicha investigación.
Agradecemos especialmente a el Ing. Jonathan Chávez, quien ha sido un
pilar importante para poder realizar el siguiente proyecto.
DEDICATORIA
Este trabajo está dedicado a la profesora Mileika Mendoza, al profesor
José Ríos, quien nos ha asesorado para realizar este proyecto.
Dedicamos el trabajo a nuestros compañeros; Diana Castillo, Anthony
Pérez, Julaikys Martínez, Kevin Cordero y Fidel Valderrama.
ÍNDICE GENERAL
Tabla de contenido
AGRADECIMIENTOS .......................................................................................................................... 2
DEDICATORIA .................................................................................................................................... 3
ÍNDICE GENERAL............................................................................................................................... 4
RESUMEN DESCRIPTIVO ................................................................... ¡Error! Marcador no definido.
INTRODUCCIÓN.................................................................................................................................. 6
ENFERMEDAD INFECCIOSA DE LOS OVINOS................................................................................. 7
1. BRUCELOSIS OVINA................................................................................................................... 7
1.1 Etiología..................................................................................................................................... 7
1.2 Epidemiologia ........................................................................................................................... 9
1.3 Importancia de la brucelosis ovina........................................................................................ 10
1.4 Patogenia ............................................................................................................................ 11
2. ¿CÓMO SE MANIFIESTA LA ENFERMEDAD? ......................................................................... 15
3. FACTORES DE RIESGO ............................................................................................................ 16
3.4 Factores asociados al hospedador................................................................................... 16
3.5 Factores asociados al amiente.......................................................................................... 18
4. TRANSMISIÓN. .......................................................................................................................... 20
5. SIGNOS CLÍNICOS .................................................................................................................... 22
5.1 Signos clínicos de Brucelosis aguda. ................................................................................... 23
5.2 Signos clínicos de Brucelosis crónica. ................................................................................. 23
5.3 Lesiones post mortem. ........................................................................................................... 24
........................................................................................................................................................... 24
6. MORBILIDAD Y MORTALIDAD. ................................................................................................ 25
7. DIAGNÓSTICO. .......................................................................................................................... 26
7.1 Diagnóstico clínico. ................................................................................................................ 26
7.2 Diagnóstico diferencial........................................................................................................... 26
8. ¿CUÁLES SON LAS VÍAS DE ELIMINACIÓN DE LA BRUCELLA OVIS?................................ 28
9. ¿QUÉ OBSERVAMOS ENTONCES CUANDO HAY BRUCELOSIS EN LA MAJADA? ............ 28
10. BRUCELOSIS EN LOS REBAÑOS......................................................................................... 29
10.1 ¿Cómo se infecta una majada y se contagian los animales? ............................................ 29
10.2 ¿Cómo prevenimos y controlamos? ................................................................................... 30
11. CONCLUCIÓN ........................................................................................................................ 32
12. RECOMENDACIONES............................................................................................................ 33
13. BIBLIOGRAFÍA E INFOGRAFÍA............................................................................................. 34
INTRODUCCIÓN
La brucelosis ovina y caprina causada por la bacteria Brucella melitensis, provoca abortos en
los pequeños rumiantes, con pérdidas económicas considerables. Esta infección causa
pérdidas significativas debido a la disminución de la productividad y las pérdidas comerciales
en muchos países en desarrollo. La principal causa de la brucelosis caprina y ovina es B.
melitensis (biovariedades 1, 2 y 3). La enfermedad se caracteriza por aborto, retención
placentaria, orquitis, epididimitis y, en ocasiones muy infrecuentes, artritis, con excreción de
los microorganismos en las secreciones uterinas y en la leche. B. melitensis es muy patógena
para el hombre y causa la fiebre de Malta, una de las zoonosis más graves del mundo.
B. melitensis constituye un importante patógeno humano. En los humanos, la brucelosis es
una enfermedad grave, debilitante y, algunas veces, crónica que puede afectar diversos
órganos. Aunque la mayoría de los casos se deben a la exposición ocupacional a animales
infectados, las infecciones también pueden ocurrir al ingerir productos lácteos contaminados.
Por otra parte, se podría utilizar B. melitensis en un ataque bioterrorista.
La bacteria Brucella ovis es el agente causal más importante de la epididimitis infecciosa de
los carneros y se encuentra dentro de la lista de las enfermedades de notificación obligatoria
de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
Esta enfermedad está distribuida mundialmente y a diferencia de la Brucelosis bovina o
caprina, no es zoonótica (enfermedad que puede transmitirse de animales a humanos).
La brucelosis al volverse crónica produce lesiones que pueden palparse principalmente en la
cola del epidídimo (perilla), con la consiguiente producción de semen de mala calidad, caída
en la fertilidad y consecuentemente reducciones de un 15 a un 30% de las pariciones.
ENFERMEDAD INFECCIOSA DE LOS OVINOS
1. BRUCELOSIS OVINA
1.1 Etiología
En las ovejas y cabras, la causa principal de la brucelosis es Brucella melitensis, un cocobacilo
o bacilo corto Gram negativo. Este microorganismo es un patógeno intracelular facultativo. B.
melitensis posee tres biovariedades (1, 2 y 3). Las tres biovariedades causan enfermedades
en los pequeños rumiantes, pero su distribución geográfica varía. Ocasionalmente, se
producen infecciones por Brucella abortus y Brucella suis en pequeños rumiantes, pero la
enfermedad clínica parece ser poco frecuente. Las pruebas genéticas e inmunológicas indican
que todos los miembros del género Brucella están estrechamente relacionados, y algunos
microbiólogos han propuesto la reclasificación del género en una especie única (B. melitensis),
que contenga varios serotipos. Esta propuesta causa controversia, y en la actualidad se utilizan
ambos sistemas taxonómicos. En esta ficha técnica, se utiliza la nomenclatura de especies
múltiples.
El agente etiológico responsable por la brucelosis ovina y caprina es B. melitensis si bien en el
caso de los ovinos puede también ser causada por B. ovis aunque en menor medida.
Raramente, se han descrito casos de brucelosis en pequeños rumiantes causados por B.
abortus o B. suis.
Taxonomicamente, el género Brucella pertence al Reino Bactéria, Philum Proteobacteria,
Classe Alphaproteobacteria, Subdivisão 2 (alfa 2), Ordem Rhizobiaeceae, Família
Brucellaceae.
Figura 1. Cocobacilo Brucela melitensis.
1.2 Epidemiologia
Especies susceptibles: el género brucella infecta a las siguientes especies: bovinos, ovinos,
caprinos, saínos, caballos, mula, perros, gatos, conejos, alces, búfalos, venados, corzos,
renos, llamas, jabalís, cabras montesas, zorros, hurones, gacelas, liebres, ratones, hámster,
osos, lobos, caribús y un grande número de aves como perdices, codornices y especies
migratorias. Brucella melitensis puede afectar a la mayoría de los animales domésticos, aunque
los ovinos y los caprinos, especialmente los de explotaciones lecheras, son los más
susceptibles. Los ovinos, al contrario que en los caprinos, presentan una receptividad variable
de acuerdo con las razas. Los caprinos son los hospedadores clásicos de b. Melitensis mientras
que los ovinos son los hospederos preferenciales. Los ovinos son sensibles principalmente a
b. Melitensis aunque también a b. Ovis. Si bien, han sido descritos casos esporádicos de
brucelosis en ovinos y caprinos por b. Abortus e b. Suis. Los perros utilizados en el pastoreo
de rebaños de pequeños rumiantes infectados, también se encuentran frecuentemente
infectados. Así, los perros, gatos y otros carnívoros salvajes, como zorros o lobos, pueden ser
importantes diseminadores mecánicos de la infección, transportando material infectado, como
los fetos o las placentas procedentes de abortos y/o fetos de rebaños de pequeños rumiantes
infectados. Los cerdos son sensibles a la infección por b. Melitensis transmitida por los
pequeños rumiantes presentando cierta importancia en explotaciones saínas donde ambas
especies son criadas en extensivo. Además, cualquier rumiante salvaje en contacto directo o
indirecto con ovinos y/o caprinos infectados, podrá infectarse por b. Melitensis, manteniendo la
infección en el ambiente natural.
En las ovejas y cabras, la causa principal de la brucelosis es brucella melitensis, un cocobacilo
o bacilo corto gram negativo. Este microorganismo es un patógeno intracelular facultativo. B.
Melitensis posee tres biovariedades (1, 2 y 3). Las tres biovariedades causan enfermedades
en los pequeños rumiantes, pero su distribución geográfica varía. Ocasionalmente, se
producen infecciones por brucella abortus y brucella suis en pequeños rumiantes, pero la
enfermedad clínica parece ser poco frecuente.
1.3 Importancia de la brucelosis ovina.
Enfermedad infecto-contagiosa de origen bacteriano causada por cocobacilos Gram negativos
del género Brucella que afecta al humano, así como a diferentes especies de mamíferos
domésticos y silvestres. La distribución de la brucelosis es mundial y en México es considerada
como una enfermedad endémica.
La brucelosis en pequeños rumiantes está causada por Brucella melitensis y Brucella ovis,
provocando abortos con pérdidas económicas considerables. La primera es la responsable de
la enfermedad en humanos. Por el contrario, B. Ovis no es patógena.
Esta infección causa pérdidas significativas debido a la disminución de la productividad y las
pérdidas comerciales en muchos países en desarrollo.
En los humanos, la brucelosis es una enfermedad grave, debilitante y, algunas veces, crónica
que puede afectar diversos órganos. Aunque la mayoría de los casos se deben a la exposición
ocupacional a animales infectados, las infecciones también pueden ocurrir al ingerir productos
lácteos contaminados.
Figura 2. Ovinos pueden contraer B. Ovis
1.4 Patogenia
Brucella spp. desarrolla una patogénesis fundamentalmente semejante a los parásitos
intracelulares, en la medida que las principales vías de entrada varían desde la orofaringe al
aparato genital. De igual modo, el tropismo para los tejidos y células varia como, por ejemplo,
los trofoblastos de la placenta, los pulmones fetales, los macrófagos del sistema monocito-
macrofágico y los aparatos reproductores masculinos y femeninos.
En la evolución de la infección se puede distinguir 4 fases: 1) penetración y migración local y
regional; 2) fase de diseminación septicémica; 3) fase secundaria o estado de adaptación y 4)
fase de auto cura o de enfermedad latente o persistencia.
En la primera fase, las formas bacterianas son captados por las células, inmunológicamente
competentes, a partir de la puerta de entrada, que puede ser aerógena, conjuntival, digestiva
o cutánea, siendo transportadas, libres o en el interior de células fagocitarias, para los ganglios
linfáticos más próximos del lugar de la entrada, donde ocurre la multiplicación. En esta fase
producen infección y dan inicio a la respuesta inmunitaria, pero con una relación serológica
ausente o muy débil.
Si el agente se acantona, provoca una hiperplasia linforreticular, que puede durar varias
semanas y persistir durante meses. Si el agente no se acantona en esta fase, se dirige primero
por vía linfática y después por vía hematógena (bacteriemia transitoria), localizándose en casi
todos los órganos, incluyendo el sistema monocitico-macrofágico (hígado, bazo, ganglios
linfáticos y médula ósea), y órganos reproductores (útero gestante, testículos, vesículas
seminales, glándula mamaria, etc.), provocando sucesivas ondas septicémicas coincidentes
con periodos febriles que en las hembras está directamente relacionados con la infección
placentaria y fetal, causando frecuentemente aborto.
En esta fase, los mecanismos inmunitarios capaces de disminuir la bacteriemia tanto en su
cantidad como en su duración (o em ambos), podría reducir la probabilidad de colonización
brucélica uterino-placentaria. Además, en las hembras gestantes, la invasión y multiplicación
uterino-placentaria es significativamente grande, considerándose que en este órgano no ofrece
resistencia inmunitaria de forma adecuada. La especial afinidad que B. melitensis tiene por el
endometrio gestante y por la placenta fetal provoca la principal manifestación clínica de la
infección en ovinos y caprinos, el aborto durante el último tercio de la gestación o el nacimiento
de animales prematuros con poca viabilidad.
En la tercera fase, fase secundaria o fase de adaptación, la evolución de la infección es variable
dependiendo de la susceptibilidad del hospedador, siendo caracterizada por una localización
aislada de la bacteria, que puede ser placenta, tejido mamario, testículos, articulaciones, etc.
acompañada de la sintomatología correspondiente. También puede ser infectada la glándula
mamaria, siendo los microorganismos excretados en la leche. Esta fase es caracterizada por
la eliminación de Brucella o más frecuentemente, por la infección persistente en la glándula
mamaria, ganglios linfáticos supra mamarios y genitales, con excreción constante o
intermitente de los microorganismos en la leche y en las secreciones genitales.
Los animales generalmente abortan una vez, en el segundo tercio de la gestación, aunque la
reinversión del útero ocurre en las gestaciones subsecuentes con la excreción en fluidos y
membranas. La proporción de hembras infectadas por la primera vez que abortan, varia con
las circunstancias pudiendo puede llegar hasta el 40%. Las hembras que han nacido en
ambientes infectados, generalmente abortan en menor medida que las otras. Esto explica el
elevado número de abortos en explotaciones recientemente infectadas cuando se compara
con las explotaciones en que la enfermedad es enzootia. En los pequeños rumiantes el periodo
de infección no es aparente, evolucionando para un periodo secundario con dos alternativas
biológicas: la infección latente o la cura espontanea o auto cura, que en los ovinos y en los
caprinos es frecuente hasta los dos años de edad. Cuando la bacteria es eliminada totalmente
de los tejidos del hospedador, se denomina “auto cura absoluta”, mientras que la incapacidad
del hospedador para diseminar brucela en el ambiente, se denomina “auto cura funcional”, lo
que en la realidad corresponde al estado de infección latente, cuya trascendencia
epidemiológica é extremadamente importante como anteriormente referido.
Aunque el fenómeno de auto cura en los ovinos es discutible, estando oculto por una baja tasa
de abortos en las hembras infectadas y por su disminución progresiva a lo largo de la vida
reproductora de los animales. De cualquier forma, desde el punto de vista epidemiológico, la
auto cura es un fenómeno de carácter individual, dudoso y no valorable en la práctica que no
debe ser considerado en las estrategias de los programas de control de la enfermedad por las
implicaciones sanitarias nocivas e imprevisibles que pueden producir. Brucella es un
microorganismo intracelular que infectan tanto a las células fagocitarias como a las no
fagocitarias. En las células fagocitarias mononucleares y polimorfonucleares, sobreviven
dentro del fagosoma y se evaden a la destrucción por una serie de mecanismos todavía no
descritos en su totalidad. Si no son destruidas por los mecanismos microbicidas de los
macrófagos, brucella destruye algunas células del hospedador e infectan otras. La base del
establecimiento de una infección crónica parece ser la sobrevivencia dentro de los macrófagos.
La presencia de lipopolisacárido es importante para la sobrevivencia de B. melitensis porque
previene la muerte de los macrófagos, evitando así que estas sean eliminadas. Para que las
bacterias sean destruidas, tienen que ser ingeridas por los fagocitos y estar localizadas en el
interior de los fagosomas, hecho que ocurre con la mayoría de las brucelas. Aun así, existen
evidencias de que la verdadera ingestión no siempre ocurre y que algunas brucelas poseen
procesos de internalización diferentes de los de la fagocitosis. Se piensa hasta el momento,
que no existen diferencias entre la fagocitosis de la brucela y de otras bacterias extracelulares.
Brucella spp. no posee cápsulas antigafocitarias, aunque desarrolla mecanismos de adhesión
a las células. Mediante interacciones tipo lecitina, son capaces de adherirse a los
polimorfonucleares neutrófilos siendo esta adherencia estabilizada por lípidos bacterianos.
La brucela, así adsorbida, promueve la internalización, probablemente sin formar verdaderos
fagosomas. Algunas de las lecitinas identificadas en la superficie de B. melitensis y B. abortus
no se encuentran, o su concentración es mínima en las brucelas no patogénicas para el hombre
como B. neotomae. La eficacia de este mecanismo de internalización y su significado
patogénico es hasta el momento una incógnita. La opsonización con complemento o
anticuerpos favorece la fagocitosis y la destrucción de Brucella spp. Debido, muy
probablemente, al englobamiento de Brucella en verdaderos fagosomas y la activación de los
sistemas bactericidas celulares.
A pesar de todo, la opsonización por si misma no parece resolver la infección, ya que la
existencia de elevados títulos de anticuerpos no es suficiente para eliminar la infección, por lo
menos en el hombre. En los fagocitos se observa un vacuolo que interacciona com el primer
paso de la vía clásica endocítica, llamado endosoma madura. Después, el vacuolo que
contiene la brucela, reacciona con los últimos compartimentos endosómicos donde Brucella
spp. es destruida. O, por el contrario, el vacuolo que contiene Brucella spp. reacciona con un
fagosoma vacuolar e despues con el retículo endoplasmático rugoso para formar un único
compartimento en el cual la multiplicación de Brucella spp. se produce en elevada cantidad.
Brucella spp. también se puede multiplicar en el medio extracelular de los tejidos del hospedor.
Histológicamente, la respuesta del hospedador se manifieta por la formación de un abceso,
infiltración linfocitária y formación linfocitária con necrosis caseosa. Las especies rugosas de
B. canis y B. ovis, raramente asociadas a la brucelosis humana, no tienen capacidad de
multiplicarse en los macrófagos. La supervivencia de las cepas lisas parece estar relacionadas
con la composición de la pared celular y se ha desmostrado por microscopia electrónica, la
presencia de un invólucro externo en las especies de B. melitensis, B. abortus y B. suis.
Además, parece ser que las cepas lisas tienen la capacidad de prevenir o limitar la fusión
lisosomafagosoma, necesaria a la eliminación de las bacterias, y de resistir las enzimas
lisosómicas, después de la fusión.
Se demostró en 1950, que el eritritol era un glúcido que soportaba el crecimiento de B. abortus,
B. melitensis y B. suis, La estirpe B19 de B. abortus atenuada, perdió la capacidad de utilizar
el eritritol, y es la única cepa de Brucella pasible de inhibición en la presencia de este
componente en el medio. Según Smith et al. (1962), este glúcido se encuentre presente en la
placenta de las hembras bovinas, ovinas, caprinos y suinos y se encuentre ausente en los
roedores y en la mujer. De acuerdo con Jawetz et al. (1973; 1989) y Hoover et al., (2002), la
presencia de eritritol en la placenta de los rumiantes puede favorecer el crecimiento de las
brucelas.
2. ¿CÓMO SE MANIFIESTA LA ENFERMEDAD?
La Brucelosis origina lesiones en los genitales del macho produciendo infertilidad o
subfertilidad. Las manifestaciones clínicas más importantes en los carneros son la epididimitis
y la disminución de la fertilidad, debido a la mala calidad del semen, obligando a que se
eliminen reproductores de alto valor genético; además produce aborto en ovejas y nacimientos
de corderos débiles.
En la mayoría de los casos, las lesiones en los testículos y epidídimos solo pueden detectarse
por palpación. Se puede detectar un engrosamiento y endurecimiento especialmente de la
cabeza y cuerpo del epidídimo.
Sin embargo, no todos los animales enfermos presentan lesiones testiculares; se ha
comprobado que hasta un 70 % de los carneros infectados suelen no desarrollar lesiones
palpables, vale decir: sólo el 30 % de los afectados presentan epididimitis. Los demás carneros
pueden tener testículos y eyaculados de apariencia normal, pero igualmente pueden eliminar
bacterias por el semen en forma intermitente. Cuando se utiliza un alto porcentaje de
reproductores machos al servicio (4 % ó más), puede enmascararse el efecto de la enfermedad
sobre la fertilidad, porque usualmente no todos los carneros están afectados y los machos
sanos compensan la incapacidad de los enfermos.
3. FACTORES DE RIESGO
3.4 Factores asociados al hospedador
Aunque los pequeños rumiantes sean hospedadores específicos de B. melitensis, también
son infectados por B. abortus e B. suis aunque la enfermedad clínica es rara. A partir del
momento en que los ovinos son infectados por B. abortus, se convierten en portadores y
pueden excretarla hasta 40 meses después. Los jóvenes son bastante resistentes a la
infección, mientras que los animales gestantes son los más susceptibles (debido a la
producción de eritrol en la placenta).
Cuanto mayor es la edad, mayor es la susceptibilidad, de tal forma que la brucelosis es
considerada una enfermedad de animales adultos. Esto puede ser debido a que el
porcentaje de animales enfermos aumenta con la edad, una vez que, cuanto mayor tiempo
pasa un animal en un ambiente contaminado, mayor es la probabilidad de él mismo se
infecte. Los animales jóvenes pueden ser infectados y aunque no presentan sintomatología
clínica, presentan normalmente una respuesta serológica de una semana de duración. La
susceptibilidad aumenta después de la madurez sexual, ocurriendo principalmente, durante
la gestación.
La susceptibilidad de los ovinos a B. melitensis varia en función del tipo de raza, siendo las
razas lecheras más susceptibles que las de aptitud cárnica. Las razas de rabo ancho son
más susceptibles mientras que las razas ovinas maltesas y sudamericanas parece que
presentan una mayor resistencia a la brucelosis. Por el contrario, las razas de ovejas del
sudoeste de Asia y del Mediterráneo, como la raza Awassi, son muy sensibles a la
brucelosis. La brucelosis se centra en la mayoría de los países de la zona mediterránea,
así como en los países del Sudoeste Asiático mientras que en la región de américa latina
el problema se centra en la brucelosis caprina.
La excreción vaginal en caprinos es superior y más prolongada que en los ovinos durando
menos de 2 a 3 meses. Además, la brucelosis en caprinos conduce a una mayor reducción
de la producción lechera que en los ovinos. El fenómeno de la brucelosis latente en los
ovinos se observa en corderos nacidos de madres infectadas y amamantados con leche
contaminada por Brucella. Los corderos son seronegativos hasta la edad adulta mientras
que, en las hembras, la latencia de la brucelosis se mantiene hasta la primera gestación,
periodo en el cual se desarrolla el proceso patológico.
Así, las hembras infectadas presentan un elevado número de abortos con especial
importancia en hembras primíparas. B. melitensis afecta tanto a machos como a hembras.
En machos provoca orquitis y epididimitis principalmente mientras que, en hembras no
gestantes, la brucelosis se cronifica, caracterizándose por la colonización del sistema
monocito-macrofágico.
Este hecho presenta importantes repercusiones epidemiológicas, dado que, después de
una respuesta inmune inicial, desaparecen los anticuerpos y los síntomas, pudiendo
convertir-se en portadores asintomáticos de difícil detección mediante técnicas serológicas
habituales. Además, en las regiones donde existe B. melitensis en ovinos y caprinos, los
bovinos pueden infectarse con esta bacteria. Todavía no ha sido determinado si B.
melitensis se puede mantener por si solo en una población de bovinos en ausencia de
pequeños rumiantes. B. melitensis provoca aborto en los bovinos de forma semejante a B.
abortus. La colonización de la ubre es frecuente y la excreción en leche puede prolongarse
meses o años pudiendo causar surtos de brucelosis en ganaderos.
3.5 Factores asociados al amiente
El manejo y las condiciones ambientales influencian la trasmisión de la infección. Así, los
partos y la cría en locales oscuros, cerrados y con elevada densidad de animales son
factores de riesgo. La infección entre los rebaños se favorece por la utilización de pastos
comunes y/o agrupamiento de animales infectados. Em muchos países, existe una fuerte
correlación entre la prevalencia de la brucelosis en pequeños rumiantes y la práctica de la
trashumancia.
El principal riesgo de la introducción de la enfermedad en una explotación indemne de
brucelosis pasa por el préstamo de un macho infectado para la cubrición. La capacidad de
supervivencia de Brucella fuera de los hospedadores mamíferos es relativamente grande
en comparación con otras bacterias patogénicas no esporuladas en iguales circunstancias.
Las condiciones favorables son un pH superior a 4, temperatura baja, ausencia de luz
directa y humedad elevada. Brucella puede persistir varios meses en agua, abortados,
placentas, heces, abono, lana, instalaciones, equipamientos y ropa Brucella puede
sobrevivir 40 días en suelo seco y 60 días en suelos húmedos, 144 días a 20ºC y 40% de
humedad relativa, durante varios meses en agua de consumo de 4ºC a 8ºC e dos años y
medio a 0ºC., 30 días en orina, 75 días en fetos abortados, más de 200 días en secreciones
uterinas y varios años en tejidos o medios congelados.
La supervivencia de brucela en abono es duradera desde que no se produzcan
fermentaciones ácidas. La resistencia de brucela a las diferentes condiciones ambientales
se incrementa en presencia de abundante materia orgánica. La supervivencia de Brucella
en leche y en productos lácteos está relacionada con aspectos como el tipo de cura,
humedad, temperatura y/o alteraciones del pH.
En el caso de la leche, la supervivencia de brucela en inversamente proporcional al pH del
producto. Brucella es termosensible, siendo destruida a través de la pasterización mediante
el hervido durante 10 minutos. No resiste a la cura de los quesos desde que esta dure de
cerca de 3 meses si bien en los quesos de pasta blanda acidificados y secos, su
sobrevivencia es superior. De esta forma, la legislación europea obliga a que todos los
quesos fabricados con leche cruda deben ser sometidos a un periodo de cura nunca inferior
a 60 días Al contrario de los productos lácteos, el tiempo de supervivencia de brucela en la
carne es menor, excepto en las congeladas donde el microrganismo puede sobrevivir
durante varios años.
4. TRANSMISIÓN.
Generalmente, la trasmisión de la brucelosis ocurre en los rumiantes a través de la
excreción de los materiales contaminados del aparato genital femenino, 7 constituyendo la
principal forme de trasmisión a otros animales y al hombre. De esta forma, en la mayoría
de las circunstancias, las principales vías de diseminación de la Brucella son la placenta,
líquidos fetales, descargas vaginales expelidas después del parto o aborto, siendo en ese
momento donde son liberadas un gran número de brucelas. En caprinos, la excreción de
los microorganismos por vía vaginal es prolongada y abundante (generalmente 2 o 3
meses).
En las ovejas es generalmente menor, cesando normalmente en 3 semanas después del
parto/aborto. También es común que ocurra la excreción a través de la leche del semen.
Además, brucela puede ser aislada en varios tejidos, tales como en los ganglios linfáticos
de la cabeza, aquellos asociados al aparato reproductor y/o a lesiones artríticas (Blasco, J.
2001). La persistencia de la infección de la 8 El semen puede actuar como vehículo del
agente. La excreción transitoria del agente por la orina y por la heces debe solo ser
considerada en la época del parto y/o aborto y en los jóvenes alimentados con leche de
madres infectadas.
Las vías de infección pueden ser directas o indirectas. En general, el contagio de los ovinos
y caprinos ocurre fundamentalmente a través de las mucosas y serosas del aparato
digestivo y/o del aparato respiratorio, así como a través de la mucosa conjuntival, siendo
menos frecuente la infección por el contacto directo a través de la piel en caso de existencia
de pequeñas erosiones. El contagio directo mediante inhalación de aerosoles contaminados
constituye una de las principales puertas de entrada del agente, teniendo especial
importancia en las zonas secas, donde el paso de los animales levanta nubes de polvo.
Brucella melitensis puede ser trasmitida verticalmente de las madres para las crías. Una
pequeña proporción de corderos y cabritos pueden ser infectados por vía uterina aunque la
mayoría de las infecciones son probablemente adquiridas por el consumo de calostro y/o
leche.
La infección de los caprinos puede ocurrir por el contacto con heridas o cortes, por fluidos
infectados. Aunque se admita de forma general que el tipo de trasmisión sea consecuencia
de la contaminación de instrumentos y/o por la introducción de agentes patogénicos
contaminantes, a través de productos profilácticos o terapéuticos, debe darse
particularmente importancia a la vacunación de las hembras gestantes (Crespo, F. 1994).
En condiciones de alta humedad, bajas temperaturas y ausencia de luz solar, Brucella sp.
Puede permanecer viable durante varios meses en el agua, los fetos abortados, en
estiércol, lana, heno, en el equipo y la ropa. La supervivencia es mayor con bajas
temperaturas, especialmente con temperaturas bajo cero. Los humanos se suelen infectar
al ingerir el organismo (incluso en productos lácteos no pasteurizados y contaminados) o
por la contaminación de las membranas mucosas y de la piel.
5. SIGNOS CLÍNICOS
Los síntomas predominantes en las ovejas y las cabras infectadas de manera natural son los
abortos, las muertes fetales y el nacimiento de crías débiles. Los animales que abortan
pueden retener la placenta. Por lo general, las ovejas y cabras abortan una sola vez, pero en
preñeces posteriores se puede producir una nueva invasión del útero con excreción de los
microrganismos. Algunos animales infectados pueden tener un parto a término, y aún así
excretar el organismo. Se nota una reducción significativa en la producción de leche de los
animales que abortan, y de los animales con ubres infectadas después de una parición
normal. Sin embargo los signos clínicos de la mastitis son poco frecuentes. Se puede
producir epididimitis y orquitis aguda en los machos, lo que provoca infertilidad.
Ocasionalmente, se observa artritis en ambos sexos. Muchas ovejas y cabras no gestantes
permanecen asintomáticas. También se ha asociado a B. melitensis con abortos en el
ganado bovino, y con abortos, orquitis y epididimitis en los camellos. En los rebecos
silvestres, se ha relacionado a este microrganismo con epididimo-orquitis, poliartritis, ceguera
y signos neurológicos, pero no se han informado abortos. En los perros, la infección por B.
melitensis suele ser asintomática, y se ha informado una rápida eliminación de este
organismo. Sin embargo, pueden producirse abortos, orquitis, epididimitis y otros síntomas de
la brucelosis canina.
5.1 Signos clínicos de Brucelosis aguda.
Las principales manifestaciones clínicas en ovinos y caprinos son los abortos y/o partos
prematuros. El aborto ocurre generalmente durante los dos últimos meses de gestación y,
en algunos casos, seguido de retención placentaria y metritis, aunque más evidentes,
ocurren en un porcentaje muy bajo en animales infectados. Otros síntomas como la menor
producción de leche, baja infertilidad o la alta mortalidad de las crías son más
generalizadas, tanto a nivel de los rebaños como de los animales (Radostits, O. et al. 2000).
La infección aguda puede manifestarse con fiebre, diarrea y una rápida pérdida de la
condición corporal. Otros síntomas como el mal estado de la capa, lesiones óseas y artritis
(Maurície, R. y Cost, P. 1998). Otra sintomatología son los episodios intermitentes de fiebre
y conjuntivitis mucopurulenta si bien estos síntomas son poco evidentes en la práctica
(Beer, J. 1981). En los machos, la sintomatología característica es la epididimitis y orquitis
aguda pudiendo desembocar en una infertilidad (Fensterbank, R. 1987).
5.2 Signos clínicos de Brucelosis crónica.
Los animales generalmente abortan una vez, aunque la reinvasión del útero ocurre en
gestaciones posteriores siendo la brucela excretadas con la placenta y descargas
vaginales. Los animales gestantes expuestos a un pequeño número de bacterias pueden
desarrollar una inmunidad auto limitante transformándose en portadores latentes. La
infección persistente de las glándulas mamarias y ganglios linfáticos supramamarios es
común en caprinos donde se produce la excreción de brucela en las lactancias sucesivas.
Sin embargo, fue observado en ovinos que en el caso de una infección auto limitante,
raramente existe excreción de brucela en la leche (Alton, G. 1990). En el caso de los
machos tanto ovinos como caprinos, la epididimitis y la orquitis conducen generalmente a
la infección crónica.
5.3 Lesiones post mortem.
Según Rovid, A. (2013), en la necropsia se pueden hallar lesiones inflamatorias
granulomatosas en el tracto reproductivo, la ubre, los ganglios linfáticos supramamarios,
otros tejidos linfoides, y algunas veces en las articulaciones y las 13 membranas sinoviales.
Se han informado orquitis necrotizante, epididimitis y prostatitis.
Figura 3. Síntomas de B. Ovis.
6. MORBILIDAD Y MORTALIDAD.
B. melitensis es un problema de importancia en los pequeños rumiantes, especialmente en
los países en desarrollo donde las infecciones pueden ser generalizadas. La importancia
relativa de B. melitensis para las ovejas y cabras varía según la región geográfica, y puede
ser afectada por las prácticas de cría de animales y la susceptibilidad de las razas ovinas
en la región. Las prácticas de gestión y las condiciones medioambientales influyen de
manera significativa en la propagación de la infección. La parición de corderos y cabritos
en lugares cerrados, oscuros y en condiciones de hacinamiento favorece la propagación
del organismo, mientras que los partos al aire libre y en un ambiente seco causan una
disminución en la transmisión. La tasa de abortos es alta cuando B. melitensis infecta una
rodeo o rebaño sin vacunación o exposición previa, pero es mucho menor en rebaños en
los que la enfermedad es enzoótica. Los rumiantes suelen abortar únicamente durante la
gestación al infectarse por primera vez. Los cambios inflamatorios en las glándulas
mamarias infectadas generalmente reducen la producción de leche en un 10 % como
mínimo. En los machos, el deterioro de la fertilidad puede ser permanente. No se suelen
producir muertes, excepto en el feto.
7. DIAGNÓSTICO.
La importancia económica de la brucelosis requiere el uso de métodos de diagnóstico
rápido y sensible. La ausencia de síntomas patognomónicos de la infección para confirmar
el diagnóstico clínico de la enfermedad, requiere un examen de laboratorio. El diagnóstico
de la brucelosis se basa tradicionalmente en la detección de anticuerpos circulantes,
seguido del aislamiento bacteriano. Debido a la poca variación entre las especies de
Brucella, su diferenciación en biotipos se basa en las características biológicas y
fisiológicas.
7.1 Diagnóstico clínico.
Se deben considerar las infecciones por brucelosis en los rebaños y rodeos cuando se
producen abortos y muertes fetales sin enfermedad concurrente.
7.2 Diagnóstico diferencial.
Se deben tomar en cuenta otras enfermedades que causan abortos en los pequeños
rumiantes, especialmente la clamidiosis y la coxielosis (fiebre Q). B. ovis también puede
causar epididimitis y orquitis en los carneros.
Figura 4. Brucella melitensis
8. ¿CUÁLES SON LAS VÍAS DE ELIMINACIÓN DE LA BRUCELLA OVIS?
En tos carneros, se elimina por el semen y en algunos casos por la orina. En las ovejas
infectadas la bacteria se elimina por vía vaginal, durante varias semanas tras el parto o
aborto, a través de la placenta, descarga de líquidos, sangre, feto abortado, etc. La infección
de las mamas produce excreción activa en leche que puede durar varias lactancias
sucesivas. Los hijos de ovejas infectadas podrían nacer infectados o bien infectarse al
mamar calostro o leche de madre con Brucelosis.
9. ¿QUÉ OBSERVAMOS ENTONCES CUANDO HAY BRUCELOSIS EN
LA MAJADA?
♦ Repetición de celos en ovejas servidas
♦ Menor porcentaje de parición y destete
♦ Alta mortalidad perinatal
♦ Abortos a término
♦ Nacimiento de corderos débiles
10. BRUCELOSIS EN LOS REBAÑOS
10.1 ¿Cómo se infecta una majada y se contagian los animales?
La enfermedad suele aparecer por primera vez, tras la compra de animales infectados. El
carnero es el diseminador activo de la infección a través del semen. El macho portador, con o
sin lesiones, puede transmitir la enfermedad a otro carnero directamente por saltar entre ellos
o indirectamente a través de una oveja que tiene Brucelosis. En nuestras condiciones de
explotación, muchos ganaderos realizan un servicio continuo, lo que facilita la difusión de esta
enfermedad. Muchos opinan que la transmisión venérea pasiva, a través de la oveja, es la
principal vía de contagio. Una misma oveja suele ser «cubierta» por varios carneros y esto
aumenta o favorece las posibilidades de contagio.
La transmisión directa de carnero a carnero es también frecuente en sistemas de explotación
con «servicio estacionado», ya que los animales al estar juntos durante un largo período y al
entrar en celo, establecen jerarquías de dominancia, caracterizados por frecuente
comportamiento homosexual. Puede transmitirse la B. ovis a través de la mucosa rectal, pero
es mediante la vía oral, como se produce la mayor parte de los contagios de macho a macho,
lamiéndose el prepucio unos a otros. Todas las formas son posibles, sin embargo, la
transmisión venérea pasiva, a través de la oveja, debe considerarse como la vía más
importante de difusión de la infección. Carneritos jóvenes que adquieren madurez sexual e
ingresan por primera vez al servicio son más susceptibles.
En general, la incidencia de la enfermedad se incrementa con la actividad sexual y con la
edad; los animales adultos tienen más probabilidades de infectarse, sin embargo, esto no
significa que sean más sensibles que los jóvenes; se trata de un problema de probabilidades:
cuanto más tiempo permanece un carnero en un medio infectado, mayor probabilidad tendrá
de infectarse.
Los carneros vasectomizados (retajos) pueden también infectarse y ser importantes difusores
de la enfermedad.
10.2 ¿Cómo prevenimos y controlamos?
a) No ingresando animales sin previo examen; exigir un certificado de «libre Brucelosis» al
veterinario asesor del vendedor.
b) Revisando a todos los carneros 2 veces por año. Como rutina un control 60 días antes
del servicio; en los establecimientos donde a la 1ª inspección se detectaron problemas
de infección localizada en ganglios superficiales y orquioepididimitis se recomienda
realizar un segundo examen clínico post servicio dentro de los 30 a 60 días de finalizado
el mismo. Es necesario y fundamental identificar individualmente a los animales,
mediante un sistema seguro y permanente.
c) Eliminando animales con «problemas», para evitar contagio de borregas, ovejas y otros
carneros. Es importante aclarar que con la «castración» NO se evita que éstos animales
continúen infectados. Los positivos deben ser inmediatamente separados del resto y en
lo posible inmediatamente enviados a faena.
d) Cambiar el manejo de los machos, manteniendo los carneritos nuevos, separados de
los adultos de mayor edad.
e) De ser posible, dar servicio a las borregas con carneritos jóvenes, aunque tengan menor
experiencia sexual, pero sí buen peso y «condición corporal».
f) Aplicando un Programa de Salud Preventivo, con un Calendario Sanitario adecuado, y
un sistema de registro de sanidad y producción. Estas medidas forman parte de
programa de buenas prácticas de manejo sanitario. El éxito de cualquier Programa
Sanitario depende de su correcta planificación; de la fijación de objetivos claros y del
uso de mecanismos de control con el veterinario asesor. Tener reproductores sanos y
con posibilidades de brindar un buen servicio es clave para el mejoramiento de las
majadas.
11. CONCLUCIÓN
Esta enfermedad esta presente en todo el país ella en causadas por la recela oves y la
perdida principal es la presencia de corderos débiles al parto, que mueren rápidamente.
En las ovejas se pueden observar abortos por eso debemos llegar a un con esta
enfermedad que seguirá marcando la muerte de las ovejas.
Es importante que las personas tomemos en cuenta lo importante que es controlar la
brucelosis en el hato ovino.
Esperamos que el presente trabajo les haya ayudado a entender mejor
12. RECOMENDACIONES
❖ Tener un programa donde un médico veterinario realice, de forma anticipada a la época
de “encarnerada”, una revisación clínica que consta de la palpación genital, la medición
de circunferencia escrotal y exteriorización del pene.
❖ Durante esta revisación se buscan anormalidades como orquitis y/o epididimitis
(lesiones en testículos o epidídimo), además de lesiones en pene como fimosis o
parafimosis.
❖ Hay que tener en cuenta que no todos los animales infectados van a presentar lesiones,
ni todos los carneros con lesiones van a ser positivos a b. Ovis, ya que se debe tener
en cuenta que estas pueden ser producto de otras infecciones bacterianas del tracto
reproductivo.
❖ Es altamente recomendable realizar un sangrado al total de los carneros para realizar
alguna de las pruebas serológicas disponibles (ELISA, Fijación del complemento o
Doble inmunodifusión en Agar). Se aconseja hacerlo 2 meses antes de la temporada
reproductiva, ya que en caso de tener animales positivos, el productor dispone del
tiempo suficiente para descartarlos y poder adquirir nuevos carneros sanos a los que se
recomienda realizar sangrado y palpación escrotal antes de incorpóralos a la majada.
❖ Es deseable repetir la revisación clínica y sangrado de los animales culminada la época
de servicio (30-45 días) para prevenir los contagios que se producen posteriormente
entre machos.
13. BIBLIOGRAFÍA E INFOGRAFÍA
❖ Por Agrositio. 18/03/2015.
http://www.agrositio.com/vertext/vertext.php?id=165027&se=1000
❖ Kahn CM, Line S, editors. The Merck veterinary manual [online]. Whitehouse Station, NJ: Merck
and Co; 2003. Brucellosis in large animals: Introduction. Available at:
http://www.merckvetmanual.com/mvm/index.jsp?cfile=h tm/bc/110500.htm. Accessed 4 Jun
2007.
❖ World Organization for Animal Health (OIE). Manual of diagnostic tests and vaccines 2004
[online]. Paris: OIE; 2004. Caprine and ovine brucellosis (excluding B. ovis). Available at:
http://www.oie.int/eng/normes/mmanual/ A_00069.htm. Accessed 4 Jun 2007.
❖ EcuRed https://www.ecured.cu/Brucelosis_Ovina
❖ Manazza, Jorge; Spath, Ernesto y Paolicchi, Fernando*. 2006. Rev. del Colegio de Veterinarios
de la Prov. de Bs. As., 11(35):42-44. Grupo Sanidad Animal INTA Balcarce Para mayor
información: [email protected] [email protected]
www.inta.gov.ar/balcarce/gsa www.produccion-animal.com.ar