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Published by Saint John's School, 2023-05-15 12:15:09

Perfiles 2023

Perfiles 2023

Mi querido Salinas José Carlos Olivera (2024) Los hermosos atardeceres violetas y anaranjados, me brindan la felicidad y la nostalgia de mi juventud. El agua es clara como el cristal, en donde se aprecia el fondo de la bahía que brilla con un verde profundo que me trae viejos recuerdos llenos de alegría y emoción. “La naturaleza se complace con la simplicidad”. Es decir, lo simple tiende a pervivir. Mi Salinas, sobrevive todo. ¡Me distinguen por mi olor a océano con la combinación de madera seca y grama recién cortada! Mi combinacion favorita. ¡Siempre me encuentran en el mismo lugar, en la bahía de Salinas, enfrentando los amaneceres y atardeceres del Sur! Mi segundo hogar. Al mediodía empiezo a sentir la sensación de comodidad; todo el mundo se agrupa dentro de la casa y el ambiente se percibe con mayor profundidad, colores más vívidos y aire más fresco. Todo esto es mi Salinas.


Mi dulce columpio Brianna Carlo (2024) Para celebrar mi nacimiento, tus brazos fueron decorados por un gran columpio. Tus ramas se estiraron tras los límites de la antigua casa para ofrecerme el fruto de tu labor y donarme tu sombra. Me aceptaste como era. ¡Qué generoso fuiste al regalarme tu ser! Sé que siempre te he adorado. Nuestras vidas han estado entretejidas desde el principio. Me regalaste mi infancia. En tus ramas me escondí del miedo. Allí pasé bellos atardeceres, embarrada en mangó. Mi piel estaba reseca por el lodo y mis pies ennegrecidos por la tierra. Viví sin tener idea de lo que era una preocupación.


Lara Carlo (2027)


Ojalá Paulo Colón (2024) Cabaña de la naturaleza Llena de vida Todo a tu alrededor está lleno de verde Verde hermoso y crujiente Libre como mi infancia Los rayos de sol que caen entre los árboles te iluminan El canto de los pájaros me llena de felicidad y amor La felicidad que habitaba en mícuando era menor La suave acústica del río Me acuerda la paz y tranquilidad que tenía en el viejo lar Sin preocupaciones, sin problemas Los animales corren libremente Sin destino, sin ningún pensamiento Así era yo El tiempo pasa Guardo una memoria que no se puede repetir La infancia se deja atrás Ojalá pudiera regresar


El billar Karla Ocasio (2023) Son las 5 de la mañana, y me encuentro subiendo montañas Vestida con mis pijamas de Blancanieves Y las botas de lluvia Que me quedaban como zapatos de payaso Me acerco a la casa La cumbia se escucha más y más alta Tomo la guayaba que pide ser alimento Mientras las montañas desean ser descubiertas Y mi abuelo compra buñuelos para la despedida Cinco años después, regreso Y mi abuelo me recibe con las manos abiertas Ya mis botas me sofocan los pies Y mis pijamas me quedan cortas Vuelvo a alimentar los caballos Después de montarlos Redescubro las montañas Siento que estoy en el cielo Me disfruto el silencio


Oasis Franco Arco (2024) Esa playa llena de emociones Donde el sol ilumina Y la arena es más suave Arena que quema, pero llena de energía Arena en la que jugaba hasta el atardecer Atardeceres que calmaban todo Allí se empezaba esa fogata Entre risas y felicidad Playa escondida por el verde Que cuando te acercas eres azul y crema Playa llena de amistades y familiares Con los que pasaba el tiempo disfrutando de mi niñez Esa brisa que silba cuando toca el pino Y las olas que me gritan Me dan la energía para seguir nadando en ese oasis


Julianna Murray (2026)


El Grito Omar Oquendo (2024) Cuando necesito un escape Cuando necesito esa libertad Lejos del alboroto de la ciudad Basta solo el canto del gallo por la mañana Mi refugio Mi escape Mi campo de Lares Me acaricia la grama alta Y me arropa el viento de las montañas El sonido del silencio Y el cantar de lo coquíes por la noche calman ¡Cuánto quisiera estar ahí! En mi refugio Mi escape Mi campo de Lares Mi hogar en las montañas, al lado del lago El agua cristalina refleja la naturaleza Se adentra en mí, limpia, libre y gratuita Mi medicina mental Mi refugio Mi escape Mi campo de Lares Allí no existe la presión del trabajo Camino con pereza Por una vereda abierta donde soy libre Descanso mis ojos en la belleza del paisaje


La fortaleza verde Sebastián Delgado (2024) Desde que gateaba has estado presente en mi vida Recuerdo cómo junto a la pared formaste una fortaleza de aroma y amparo que arropaba cada esquina del patio con su belleza Siempre me preguntaba qué había más allá de tu verde De qué mundo me estabas escondiendo Soñaba con poder escalarte y apreciar la vista desde la cima, mas llegó el viento hambriento Ese viento que me despertó, que me enseñó lo que había más allá que había un mundo listo para mí que por tanto tiempo el verde no me dejó ver Se llevaron tu flora, pero no tu esencia Recuperaste tus hojas y tu aroma Volviste a ser el gran arbusto que fuiste Pero a mí me tocó despedirme y dejarte atrás


Mia Michelle (2023)


Pablo y yo Adrián Calderón (2024) Ya llegó la primavera, la temporada de tu resplandor Tiempo en que hueles a humedad y tu pelo se mueve más El sonido de tus hojas se vuelve música y tus flores se convierten en fruto Me acuerdo de las historias que contaba la doña y de lo mucho que lloraba cuando te dejaban acicalao’ tus panas Pasamos por Hugo, Irma y tu preferida, María Te trataron de arrancar de raíz y te dejaron calvo, pero tu raigambre sostuvo tu corazón No olvidaré el placer que me daba llegar y verte Me acurrucaba entre tu sombra y estudiaba Hacía los trabajos contigo mientras escuchabas mis quejas sobre Ms. Torres Me hiciste ser niño y cuidaste de mí Tú y yo nos críamos juntos, como un gato y sus crías Ahora que estoy grande, me tengo que ir Es hora de decirle adiós a mi gran amigo, Pablito


Andrea Cabrer (2027)


Jardín infinito Giovanni Dávila (2024) Jardín infinito, infinito de color Color que ilumina cualquier día nublado Color que brilla con todo su esplendor Jardín de grama verde, lustre, con vida Vasto de plantas y palmas que florecían mientras yo crecía Con un olor fresco, húmedo, que despertaba en las mañanas Olor que permeaba cuando el día era tan joven como yo Jardín de juego, amable, poco de palabras Corría y pisaba su piel verde, pero no le molestaba Me brindaba sus hojas y sus flores, sin que yo le preguntara De pequeño aprendí a cuidarlo y a amar lo que me regalaba Jardín de sabiduría, desarrollo, reflexión Disfrutaba estar contigo por horas, junto a tu guardián león León que te protegía, que te defendía como si fuese rey En las buenas y en las malas, los tres juntos nos quedábamos Jardín infinito, finito es nuestro tiempo juntos Esperaba nuestra despedida siempre, pero aún así me tomó por sorpresa El tiempo pasa y todo cambia, pero ahí todavía permaneces Junto con tu guardián león te encuentras, esperando mi regreso Jardín infinito, infinitamente creciendo Y yo infinitamente floreciendo, mientras finitamente pasa mi tiempo


Valeria Larrache (2023)


Reseña crítica - Pasiones, Rosa Montero Lorenzo Núñez (2024) Afortunadamente, los grupos de Español Honor todavía tienen la tarea de leer durante el verano. En undécimo grado, la lectura es Pasiones, de la española Rosa Montero. El objetivo de esta reseña es motivar a los estudiantes del próximo año a leer detenidamente una fascinante colección de reportajes periodísticos cuyo tema unificador es las distintas maneras de vivir el amor. ¿Cómo se expresa el amor? Rosa Montero plantea, en su libro Pasiones, que el amor en la vida real “empieza justamente donde el cuento acaba”. Desde luego es obvio, si uno se deja llevar por los reportajes de Montero, que el amor no es nada como un cuento de hadas; es complejo y contradictorio. El “amor no-correspondido” aparece en varios reportajes y es uno de los conceptos que más contribuye al desarrollo de la idea central del libro. Por ejemplo, en el reportaje sobre Juana I de Castilla y Felipe el Hermoso, se ve muy claramente el “amor no-correspondido”. Juana, está desesperadamente enamorada de Felipe, pero Felipe no le corresponde; por el contrario, se aprovecha del amor para adquirir poder. Con relación al “amor no-correspondido” están también las relaciones codependientes. No solo en la relación de Juana y Felipe sino también en la de Marco Antonio y Cleopatra. Marco Antonio era un hombre débil, que dependía de Cleopatra para gobernar el Imperio Romano. Por su parte, Cleopatra era una megalómana que dependía de Marco Antonio para acumular más poder político y militar. Es notable destacar las diferentes motivaciones que mantienen unidas a las parejas. Desde motivaciones políticas, deseo de controlar a la pareja, codependencia psicológica, idolatría y sumisión hasta un verdadero sentimiento de solidaridad y unión entre seres humanos. Rosa Montero se sirve de su increíble habilidad como narradora para ofrecernos un retrato de cada una de las manifestaciones del amor, en una balanceada mezcla de datos históricos y opinión, historia y ficción. El libro, definitivamente, presenta la complejidad del amor. Como he señalado anteriormente, la autora desarrolla la idea de que el amor no es solo complejo, sino también contradictorio. La contradicción más grande que se ve en los reportajes son las relaciones abusivas. Uno se pregunta por qué algunas parejas siguen juntas en medio de maltrato y sufrimiento extremos. Un ejemplo de esto último es la relación de Oscar Wilde y Alfred Douglas. Douglas abusaba de Wilde constantemente, pero, cuando Wilde intentaba abandonarlo, se comportaba como un dócil amante que escribía delicadas cartas de amor y de petición de perdón. Indudablemente, las relaciones de maltrato, siempre llevan a lo que los psicólogos llaman “círculo de la violencia”. La relación de Douglas y WIlde era una constante entrada y salida de una espiral de violencia que pudo haberlos llevado a la muerte. Fue un círculo de violencia del cual ninguno de los dos se pudo liberar, por lo tanto, era un amor contradictorio porque tenían una relación ultra-abusiva y dañina pero no podían separarse.También la pareja formada por Arthur Rimbaud y Paul Verlaine también es un ejemplo de una relación completamente dañina que se mantuvo a pesar de que abusaban el uno delotr todo el tiempo. La de ellos fue una relación sadomasoquista, y al igual que Douglas, Rimbaud también le escribía cartas a Verlaine para que volviera, perpetrando de esa forma el ciclo de violencia. Rosa Montero presenta una visión del amor más real que las historias de princesas y príncipes. Una visión más profunda y matizada que que se convierte en una lectura atrayente, llena de veracidad, intriga y pasajes de una gran belleza narrativa. Pasiones logra hacer que el lector reflexione sobre lo que verdaderamente es el amor y hace que uno se dé cuenta de que el amor no es color de rosa ni tan simple como las historias te harían creer. Por eso, le recomiendo el libro a cualquier persona que realmente le interese saber sobre el verdadero mecanismo del amor y lo que conlleva estar en una relación de pareja.


José Carlos Olivera (2024)


La mujer progresa Andrea Ávila (2023) Durante el periodo del 1929 al 1959, Puerto Rico experimentó grandes desarrollos feministas que contribuyeron a la prosperidad de la mujer puertorriqueña, incluyendo la extensión del sufragio, nuevos derechos laborales y mayor acceso a la educación universitaria (Cabrera Salcedo). Detrás de estas nuevas oportunidades y del movimiento feminista en su totalidad, se encontraban notables íconos feministas como Ana Roque de Duprey, quienes sentaron las bases para el progreso continuo de los derechos de las mujeres en la isla. Sin embargo, una gran parte del progreso al cual contribuyeron se centró en beneficiar a mujeres como ellas—blancas y de clase alta (Brandman). Por ende, a pesar de los grandes desarrollos que adelantaron la condición social de la mujer puertorriqueña en esta época, el impacto del movimiento feminista fue significativamente limitado a la minoría de la población que ya disfrutaban de privilegios sociales y económicos. A principios del siglo XX, la desigualdad de género estaba profundamente arraigada en Puerto Rico. Una gran parte de esta desigualdad se llevaba a cabo por la condición colonial de la isla y la percepción de la mujer como propiedad de su marido; esencialmente, las mujeres eran vistas como seres inferiores, lo cual se manifestaba en su diario vivir (Meléndez). Por ejemplo, se esperaba que las mujeres priorizan sus responsabilidades domésticas, por lo cual su acceso a la educación era limitado y una gran parte de las mujeres eran analfabetas (Ruiz). Además, aunque el derecho al voto en elecciones municipales se extendió a las mujeres en 1922, todavía carecían del derecho al voto en elecciones nacionales (Acosta-Belén). En respuesta a las injusticias enfrentadas por las mujeres de esta época, se desencadenaron varios movimientos feministas cuyo objetivo era obtener progreso; sin embargo, las definiciones de progreso variaban significativamente. Con la meta de obtener el sufragio para las mujeres en las elecciones nacionales, Ana Roque de Duprey creo la Liga Feminista Puertorriqueña en el 1917, en el cual mujeres de clases adinerada “abogaban por el derecho al voto femenino amparado en la Ley Jones” ("Liga Femínea Puertorriqueña" par. 3). Una crítica que recibió Roque de Duprey es que su visión del feminismo era elitista y no tomaba en cuenta la realidad de la mujer típica puertorriqueña, ya que al reclamar el derecho al voto únicamente se enfocaba en el de las mujeres que sabían leer y escribir—un grupo extremadamente limitado en la isla durante este tiempo (Acosta-Belén). A pesar de ser reconocida como la fundadora del movimiento feminista puertorriqueño, Ana Roque de Duprey era una de muchas liderando este movimiento. Sin embargo, Roque de Duprey era una mujer blanca, alfabeta y de clase alta, por lo cual recibió y continúa recibiendo mayor reconocimiento que mujeres como Juana Colón y Luisa Capetillo (Martínez-San Miguel). Además de estar en la minoría, dado que Juana Colon era una mujer afrodescendiente analfabeta y Luisa Capetillo una mujer socialista que iba en contra de las normas de género, su definición del progreso era radical para su época. Ambas seguían una idea del progreso interseccional que tomaban en cuenta la realidad económica y social de las mujeres puertorriqueñas del siglo XX. Cuando visualizaban el progreso, visualizaban progreso para todes, no solo los de la clase elite. Colón entendía que una gran parte de la batalla por el derecho al voto era la educación, ya que esta empodera a las mujeres y asegura que el electorado entienda sus “derechos, su sistema político, las contiendas que se les pide que decidan, y cómo y dónde votar” ("Women, Peace and Security: Chapter 5 - Voter and Civic Education" n.p.). Con esto en mente, estableció varias escuelas y becas para extender el acceso a la educación a través de Puerto Rico. Además, se enfocó en proveer oportunidades de desarrollo profesional para los maestros, ya que consideraba que la calidad de educación estaba directamente relacionada con la calidad de los maestros en el salón (López). Similarmente, al abordar el tema del sufragio para las mujeres, Capetillo enfatizó la importancia de las mujeres de la clase obrera y organizó varios sindicatos de mujeres, incluyendo el primer sindicato de trabajadoras del tabaco en Puerto Rico, para abogar por mejores condiciones laborales y expandir su base de soporte en su lucha por el sufragio para las mujeres. Al igual que feministas como Capetillo y Colon, mi visión del progreso consiste en progreso para todes y toma en cuenta la realidad que enfrentaron las mujeres puertorriqueñas durante los años 1929-1959. En contraste a Roque de Duprey pienso que, si solo una minoría de la población puertorriqueña podía beneficiarse de derechos críticos, en realidad no se había logrado el progreso necesario. Aunque no se puede


negar que estas tres mujeres, a pesar de sus definiciones diferentes del progreso, lograron conseguir grandes cambios para la isla, aun en el año 2023 aún no hemos logrado el progreso total. Por ejemplo, las mujeres afrodescendientes y las mujeres transgéneros son sistémicamente victimizadas por la policía y el sistema de justicia, lo cual pone en riesgo su bienestar y, en instancias, hasta sus vidas. Además, al igual que en los años 1929 al 1959, las mujeres aún no disfrutan de los mismos beneficios que sus compañeros de trabajo hombres, a pesar de que se ha prohibido la discriminación salarial basada en el sexo o género. Definitivamente, todavía tenemos un largo camino por recorrer si realmente deseamos la prosperidad de todas las mujeres. Para lograr esto no debemos poner al lado aspectos críticos de la identidad de la mujer como su raza, clase económica o religión; en cambio, debemos crear soluciones interseccionales que tomen en cuenta estas diferencias para garantizar la equidad, no solo la igualdad.


El valor no tiene género Malena Torres (2024) Hace 19 años, Sofia García nació en Sevilla España. Desde muy temprana edad su abuelo, el Sr. Gregorio, la había llevado a las corridas de toros. Sofia no tenía hermanos, y vivía en un apartamento en el centro de la ciudad junto a sus padres. Su madre, María, siempre la motivaba a lograr sus sueños y la apoyaba en sus decisiones. María había estudiado enfermería y se había hecho ella sola con muchos sacrificios antes de conocer a su esposo Ricardo, mientras estudiaban en la Universidad de Sevilla. Ricardo, por su parte, había trabajado para una empresa de embutidos en el área de compras y tenía una visión tradicional respecto al rol de la mujer en la sociedad. Tan pronto nació Sofía, a solicitud de Ricardo, María tuvo que dejar de trabajar para dedicarse completamente a ella. Fue a la edad de 6 años que Sofía se interesó en ser torera. A escondidas de Ricardo, el Sr. Greogorio la llevaba a las corridas de toros de Sevilla. Era algo mágico, pues a tan corta edad, mientras su abuelo la cargaba en sus hombros de camino al automóvil, le confesó por primera vez, que quería ser torera. El Sr. Gregorio había decidido no decirle nada a sus padres, pues no lo tomó en serio. Decidió llevarla el fin de semana a jugar de torera con unos becerros. Y así fue. Pero, para su sorpresa, Sofía se plantó con capa roja frente a los becerros a quienes les hizo frente sin ningún temor. No podía creer la postura de su nieta quien había imitado con mucha gracia lo que había visto en las corridas la semana anterior. A su regreso, el Sr. Greogorio le contó lo que había sucedido a María, quien se entusiasmó con las habilidades y valentía de su hija. Aun con la oposición de su esposo, dos semanas después, María inscribió a Sofía en la Escuela Taurina de Sevilla, donde se inició en esta actividad. Once meses después, el Sr. Gregorio falleció de causas naturales, pero aún así, Sofía continuó con sus deseos de ser torera. Sofía dio su primer paso como torera en su debut en las “Novilladas de Sevilla”, y se coronó como la única aspirante a torera en España que le cortó las dos orejas a tres novillos. En las novilladas los aspirantes a toreros se habían enfrentado a novillos de dos años para exhibir sus habilidades taurinas. El público quedó deleitado con las habilidades de Sofía quien se convirtió de inmediato en la aspirante a torera más admirada. Llegó el día más importante de su vida. Día en que compartiría promoción junto al prestigioso torero Juan Marquez en la Plaza de Sevilla y tendría su turno para torear por primera vez a Sofía. En el público solo estaba María, ya que su padre había decidido no asistir, pues pese a sus triunfos, insistió que torear era faena exclusiva de hombres. El sorteo del toro que le tocó lidiar a Sofia recayó en “Envilecido”, un toro negro bien bravo, enorme y fuerte de casi 1,200 libras de peso. Era sin lugar a duda, el más peligroso de toda la corrida. Al verlo, Juan, con muchos años de experiencia como torero, le comentó, “Por favor, ten mucho cuidado. Esto no va a ser fácil”.


Al salir el toro, inmediatamente comenzó a atacar a los caballos de los ujieres que estaban en la arena. Eran tan violentos y certeros los ataques con los cuernos que, en cuestión de segundos, los caballos se habían desplomado al suelo muertos. Antes de Sofia enfrentarse a Envilecido, ya éste había matado a 8 caballos, y los ujieres habían tenido que protegerse tras las vallas protectoras de la arena. Llegado el momento de Sofía, ésta salió a la arena sin ningún temor. El público estaba de pie, y Sofía se plantó frente a Envilecido; lo enfrentó con fuerza, valor y destreza. Tan pronto la vio, Envilecido corrió hacia ella enfurecido. Pero con mucha gracia y elegancia, Sofía le dio un pase magistral con su capa roja. El público la aplaudió frenéticamente; no podía creer el valor de la torera que apenas había debutado. Envilecido volvió hacia ella con más fuerza, pero Sofía no se inmutó. Continuó demostrando sus habilidades y destrezas durante el encuentro taurino con increíbles pases llenos de elegancia y maestría. Los minutos transcurrían y Sofía siguió creciendo con la ocasión mientras el público la continuaba aplaudiendo. Aunque Envilecido lucía cansado con su lengua por fuera, pues había recibido 18 banderines, demostraba mucho valor y peligrosidad. El espectáculo había sido magistral, ya que el público incluso había sacado pañuelos blancos pidiendo el indulto de Envilecido. Sofía no podía creer que en su debut como torera se estaba solicitando el indulto de Envilecido. Ella no podía estar más complacida; estaba haciendo historia como torera, y no tendría que darle muerte a Envilecido, quien la ayudó a lograr el mayor sueño de su vida. No solo la ayudó a debutar exitosamente como torera, sino también a hacer historia, tanto para ella como para todas las mujeres que sueñan en ser toreras. María lloraba de alegría y emoción desde su asiento en los palcos. Ricardo la acababa de llamar para dejarle saber que había visto la corrida de su hija en la TV y le comentó que estaba bien orgulloso de Sofía por su logro. Mientras, Juan, el experimentado torero, que no podía creer lo que acababa de presenciar, comentó para sí. ¿Quién dijo que el valor tiene género?


Viajes sin vuelos de regreso Brianna Carlo (2024) Mientras disfrutaba de una cena familiar típica fui interrumpida por la sensación de inquietud que demoraba el aire. Nunca hubiera sabido que ese día me robaría mi inocencia. Me mantuve quieta mientras inspeccionaba los rostros de mis hermanas en búsqueda de una explicación. La voz lejana de mi madre desde la cocina me instó a terminar mi comida. No estaba segura qué había sucedido. Pero, al ver la expresión que portaba mi madre al voltearse, supe que no podía ser bueno. Como si fuera rutinario, mi mamá me apuró a terminar mis vegetales mientras mis hermanas se excusaban de la mesa. Ella nos recordó que teníamos que recoger a mi padre del aeropuerto y nos aconsejó que comenzáramos a ponernos nuestros zapatos. Rápidamente, me amarré los gabetes y agarré el trozo de pan blanco que quedaba en mi plato y me dirigí hacia la puerta donde mi mamá me esperaba con una paciencia inusual. Esa misma sensación de angustia quedó encapsulada en el carro cuando cerré la última puerta. Compartí pocas palabras durante el camino. Me sentía cada vez más preocupada. Mi padre había viajado solo a Florida para visitar a mi abuela cuya salud continuaba deteriorándose después de ser diagnosticada con Parkinsons. A los 12 años, yo era demasiado ingenua para saber que mi padre temía no poder despedirse de su madre. Por eso, decidió tomar el primer vuelo que salía de la isla después del Año Nuevo de 2019. Pocos días después, regresaría a Puerto Rico con tan solo una mochila, listo para tener la inminente conversación con sus hijas. Mi madre se detuvo en la terminal y mi padre la saludó con un beso al montarse en el carro. Las luces se encendieron al estacionarnos, revelando los ojos llorosos de mi padre. Ambos se voltearon hacia nosotras, una señal reveladora de malas noticias. Con voz temblorosa, mi papá inmediatamente nos aseguró que nuestros abuelos habían tenido una vida gratificante juntos. Mi garganta se apretó. Después de una alarmante pausa, mi papá finalmente confesó que mi abuelo había fallecido inesperadamente. Me sentí como si me estuvieran estrangulando y, de repente, me invadió una ola de náuseas que me dejó incapaz de tragar el pequeño pedazo de pan que había estado saboreando anteriormente. El silencio se apoderó del mundo. Lo único que podía escuchar era el zumbido lejano de un avión despegando. Mi visión parecía nublarse. Sentía un nudo en mi garganta de pan húmedo que detenía mi respiración. Una luz tenue parecía parpadear en mi dirección. Cuando finalmente enfoqué mis ojos de nuevo, me sorprendió ver que el carro se estaba moviendo y me encontraba mirando los postes de luz que iluminaban las calles. Nadie había dicho ni una palabra antes de que mi padre interrumpió el silencio. Él expresó su agradecimiento al tener la oportunidad de despedirse de mi abuelo, el hombre que lo crió como si fuera su propio hijo. La muerte era un concepto desconocido en mi simple vida. Recuerdo haber luchado para encontrar mi rumbo mientras un torbellino de emociones me bombardeaba. Llegué a la mórbida conclusión de que nunca lo podría ver de nuevo y que todas mis memorias con él serían únicamente recordatorios de su vivacidad. No pude evitar sentirme celosa de mi padre por poder tener cierre. El tormento que inundaba el carro alimentaba mi ira con cada respiro que tomaba. Irracionalmente resentí a mi madre por saber de la muerte de mi abuelo primero y no advertirme con tiempo. Por alguna razón desconocida, pensé que haberlo sabido antes me hubiera traído más paz. El dolor de perder a alguien que amo robó una gran parte de mi inocencia. Esa noche, cuando el carro se detuvo frente a casa como había hecho antes cientos de veces, una niña más valiente se bajaría para continuar batallando su desconsuelo con la certeza de que todo en la vida es finito.


Dar las cosas por hecho Franco Arco (2024) La vida te enseña a apreciar los momentos y las cosas cuando te quita algo que amas y aprecias. Tenía 7 años cuando mi familia pasó un susto muy grande. Mi perra a los 7 años de vida se puso mala de salud y la llevamos al veterinario. Fue diagnosticada con cáncer y tuvo que ser operada para extirparle el tumor. La operación fue exitosa. Después de su operación, estuvo unos cuantos meses en recuperación. Una vez recuperada, tuvo unos 4 años de buena salud. En mayo de 2017, la empezamos a notar débil otra vez y decidimos llevarla nuevamente al veterinario; le había vuelto el cáncer. Los doctores nos dijeron que ya el cáncer se había regado por todos sus órganos y que ya no se podía hacer nada para tratarlo. Nos dijeron que le diéramos unos días para ver si mejoraba, para prolongar lo que le quedaba. Unos tres días después se puso muy mala y mi familia, con la ayuda de los doctores, decidió ponerla a dormir para que no tuviera que sufrir más. Recuerdo que fue un viernes después de la escuela cuando, de repente, en el carro, me dieron la noticia que mi perra había fallecido. De inmediato empecé a llorar sin parar. Cuando llegué a casa, me encontré con su collar en la mesa y todos sus juguetes recogidos al lado de la puerta. Al pasar al patio, el sitio en el que ella se pasaba gran parte del tiempo, recordé todas las memorias que tenía de ella y todos los momentos lindos que me trajo. Pero también me hizo darme cuenta de que los días no están garantizados y que no puedes dar las cosas por hecho. También me confirmó que debo apreciar los momentos que paso con la gente que amo porque el fin del ciclo de vida puede llegar en cualquier momento.


La Grinch Melrose Pineau (2024) Desde ese día, dejé de esperar con impaciencia la Navidad y, en cambio, comencé a odiarla. Mi familia siempre ha sido grande y cariñosa, pero el único que realmente me consolaba al final del día era mi perro. Me acuerdo del día que lo recogimos del criador, cuando su pelaje aún era de color negro intenso y marrón caramelo, su nombre todavía era “Fetch” y su energía no tenía límites. Recuerdo que cuando vimos sus ojos marrones claros, sus orejas levantadas y su cola meneando con emoción, toda mi familia supo de inmediato que entre todos los perros que estaban allí, él era el que queríamos llevar a casa. Al abrazarlo, tuve un momento de apreciación. Sentí que nunca me estaría sola. No olvido nuestros primeros días con él, días con poco sueño, días limpiando el suelo cuando se impacientaba, días tratando de buscar el nombre perfecto. Teníamos algunos nombres en mente; “Chewbacca”, por su parecido con Chewbacca de Star Wars, o “Boots”, por sus patas blancas, pero cuerpo negro. Pero el nombre que más nos gustó fue “Milou”, por el perro de la serie “Tintin”, que habían leído mis padres de adolescentes y con la que mi hermano estaba obsesionado. Así que, en pocos días, Milou era parte de la familia. Se había acostumbrado a dormir para que nosotros también pudiéramos. Aprendió a hacer lo que necesitaba afuera y no en la alfombra, y todos nos enamoramos de él y viceversa. Íbamos al parque todos los días para tirar su pelota de tenis y admirar la forma en que la perseguía como si no hubiera nada más importante en el mundo. Llenó el vacío en nuestra familia. Ya cuando nos mudamos a Puerto Rico, nada cambió. Caminábamos en la playa todos los días al atardecer, siempre con una pelota de tenis. Los días andando a Milou con mi familia fueron son los que más aprecio. Cuando necesitaba a alguien, abrazaba a Milou fuertemente, lloraba sobre él y, de alguna manera, él sabía cuando yo necesitaba consuelo y siempre estaba allí. La forma en que me saludaba cuando llegaba a casa de la escuela me hizo sentir que cualquier dificultad que enfrentara durante el día, valdría la pena. Cuando la escuela se puso difícil y estresante, lo superé pensando en volver a casa para ver a mi hermoso perro y llevarlo a andar. Hay algo en la relación entre una mascota y su dueño que no se puede encontrar en una relación normal entre personas. Eso es la lealtad sin fin. Sabía que Milou siempre estaría allí, esperándome en casa. Nunca pensé que ese privilegio me sería quitado tan pronto. Cada año su pelaje se volvió más claro y sus huesos más débiles. Era un día de escuela, como cualquier otro, justo antes de las vacaciones de Navidad, que mi madre me envió un mensaje diciendo que Milou fue diagnosticado con diabetes. Al escuchar esto, mi mente empezó a correr en todas direcciones. No supe lo grave que era hasta que llegamos a Francia para Navidad y Milou empezó a tener convulsiones de nuevo. El veterinario le dio un glucómetro y le prescribió inyecciones de insulina. Cada 8 horas, le inyectaba insulina para ayudar a bajar sus niveles de azúcar en la sangre. Pensé que con todos estos medicamentos y todo lo que estábamos haciendo por él, se iba a mejorar, pero no fue el caso. Normalmente, la Nochebuena es una noche emocionante llena de felicidad y risas. Y así fue al principio de la noche. Todos abrimos nuestros regalos, cantamos, reímos, gritamos, y sonreímos para las fotos. Mis primas le regalaron a Milou un cerdito de juguete que ya él había destruido 30 minutos después. Mientras comíamos, mi madre se fue con Milou afuera sabiendo que no estaba bien. 30 minutos después, volvió y, cuando vi a Milou en sus brazos, temblando, pero rígido, mi corazón se hundió. Mi padre se levantó rápidamente para llevarlo al veterinario. Aunque yo sabía que podría ser la última vez que lo vería, no me atreví a decirle adiós, no en su condición actual. Cuando mi tía llamó a mi hermano y a mí a otro cuarto unos 15 minutos después, ya sabía que había perdido a mi persona favorita. Hoy, su cerdito se sienta en mi estante, y ya no me gusta la Navidad.


Las cuatro etapas del duelo telefónico Andrea Ávila (2023) Mientras mi maestra discute el objetivo de la clase de hoy, escucho una suave vibración en mi bulto e instantáneamente me acerco para silenciarla antes de que alguien se dé cuenta. Sin embargo, me vence en agarrar el teléfono y, de repente, todos los ojos están puestos en mí. Risas y expresiones inquisitivas llenan el salón. “¡Mi abuela tiene ese teléfono!” exclama alguien. “¿Puedes tomar fotos con él?”, otros preguntan. Recuerdo haber sido bombardeada con preguntas incómodas y humillada. Durante mi niñez solían decir que era esa niña “perfecta” que todos los padres deseaban—me iba bien en la escuela, hacía y mantenía amistades fácilmente y, sobre todo, seguía las reglas y respetaba la autoridad. Sin embargo, las cosas cambiaron un poco cuando, como una típica adolescente, comencé a transgredir los límites de lo que estaba permitido. Reacia a aprender de las advertencias que recibía luego de cada infracción, un día en marzo de 2022, mi mamá decidió abruptamente detener este comportamiento. Creyendo que el mejor castigo era literalmente aislarme del mundo, reemplazó mi iPhone con un “flipphone” de aquellos que se usaban en los 90. Lo que siguió fue lo que llamo: “Las cuatro etapas del duelo telefónico”. Negación “No es gran cosa, la vida puede continuar como de costumbre”. Pensé que todavía podría conectarme con mis amigues a través de mensajes de texto, sin saber, por supuesto, que enviar mensajes de texto a través de un “flip-phone” era bastante frustrante. Esta frustración llevó a… Ira Estaba enojada con mi mamá, enojada con mi situación y enojada con mis amigues que lentamente comenzaron a desaparecer porque no podía enviar mensajes de texto como antes. Me sentía desconectada y totalmente aislada. Sin embargo, con el pasar de las semanas y meses, mi enojo comenzó a volverse interno porque sabía que no tenía a nadie a quien culpar, sino a mí misma. Esa realidad me hizo hacer una pausa, respirar hondo y cambiar a la etapa de… Reflexión Sin mi iPhone, me encontré con tiempo en mis manos que me propuse utilizar de manera productiva. Para llenar mis días, busqué actividades que incluían nuevos pasatiempos, nuevas personas y perspectivas. De pequeña, me encantaba leer, sin embargo, ahora de adolescente, envidiaba a aquellos que encontraban tiempo para la lectura recreativa, además del trabajo escolar y actividades extracurriculares. Ahora, sin un celular con el cual distraerme, pude reavivar ese amor por la lectura. También fomenté mi amor por el ejercicio, priorizando tanto mi salud mental como física al descubrir nuevas formas de relajamiento. Mi experiencia con el “flip-phone” me dio el valor para cuestionar la calidad de mis relaciones existentes, filtrando lo superficial y forjando nuevas amistades. Sin la capacidad de enviar mensajes de texto, aprendí a comunicarme en un nivel más profundo, usando palabras en lugar de emojis para expresar mis sentimientos. También comencé a comprender la sabiduría detrás del castigo y, en poco tiempo, entré en la etapa final. Aceptación Hoy me despierto con el sonido de mi alarma, indicando que es hora de ir a la escuela. Ya no me acerco a mi mesita de noche con la esperanza de que un iPhone haya mágicamente reemplazado mi “flip-phone”. La etapa de duelo ha terminado y, con eso, llega el final de "iPhone Andrea”—la chica cuya vida una vez giraba en torno a su teléfono, ahora ha sido reemplazada por "Flip-Phone Andrea". Ya no me preocupa lo que los demás piensen de él ni de mí. Este teléfono viejo y obsoleto me ha permitido estar más en sintonía con el mundo que me rodea mientras descubro la belleza de la simplicidad y el valor de la conexión humana.


La capacidad José Carlos Olivera (2024) Lo recuerdo como si fuese ayer. Tendría cuatro años y llevaba mi vestimenta ‘formal’ para la boda... Khakis, una guayabera y las “chanclas” de cuero. Pronto me enfrenté a mi hermano nuevo. Ambos estábamos dudosos sobre cómo comenzar una vida nueva, una vida juntos. Estábamos tan nerviosos que agarramos nuestros juguetes y nos sentamos en silencio en el piso, cada uno en lo suyo. Agarramos nuestros perros, nos ubicamos con ambas de mis hermanas y los cuatro, para asistir a la novia, bajamos el ascensor y nos dirigimos hacia la ceremonia. Caminamos unos cien pies para llegar a la playa. El día fue inolvidable. La arena fue muy cooperadora; el sol brindó la temperatura perfecta; las olas bendijeron los oídos de de todos los asistentes con sonidos angelicales al igual que las palabras de mi tío cuando oficialmente unió a nuestras familias en una. Fue un momento memorable. Luego, me lleno de dudas. Sin embargo, decido cogerle la mano izquierda a mi padre, mientras mi hermano le toma la derecha. Es ahí cuando nos dice: “Son sus rocas”. Adentro del salón, consigo sentarme al lado de mi hermana, solo para dejarme llevar por mis pensamientos… ¿Qué tal si no quiero más hermanos? ¿Qué hago si no me gusta mi nueva familia? ¿Por qué necesito amar a más gente? Me arrepiento de haber contemplado esos pensamientos. Hoy día, 13 años después, me echo a llorar al pensar sobre la posibilidad de que mi familia no hubiera existido. Resultó ser que sí, que en realidad éramos “nuestras rocas”. Hoy me pregunto qué tipo de vida hubiera tenido sin su presencia e influenciaen mi vida. En mi experiencia, la familia, por más que uno trate de negarlo, la conforman las personas más impactantes e importantes para el crecimiento de uno. Por eso, elegir a tales seres es un proceso extremadamente complicado y gratificante a la vez, que vale la pena.


Alexa Giulimondi (2025)


Hambrientos de sabiduría Karla Ortiz (2023) Hambrientos de sabiduría. Soñando con una mejor educación mientras el Gobierno les roba. Sin dinero y sin futuro, los niños de seguro se ahogan en la ignorancia. La falta de oportunidades y la inequidad son una injusticia que late en el corazón de la mayoría de los parceros. Una formación de excelencia para colegios, y una jerarquía de mediocridad para las escuelas públicas. Las instituciones educativas del país están desfalcadas. Los colegios privados son más valorizados. Mientras las calles se desbordan de jóvenes que gritan por una oportunidad, gritan por la justicia, gritan por las escuelas públicas que han sido descalificadas por el Gobierno, los colegios prosperan con su ayuda.


Sigues sonriendo mientras ellos siguen sufriendo Melrose Pineau (2024) Estos son los niños de tu isla, de tu pueblo. El mismo pueblo que se supone que debes proteger, que debes ayudar a mejorar. Dices que son tu prioridad, que harás todo en tu poder. Pero más de la mitad de ellos sigue sufriendo en las calles o en casas a punto de colapsar, y tú los dejas. Los decepcionas con educación inaccesible, alimentación insuficiente y falta de refugio seguro. Les estás negando una vida digna. Eres un disco rayado. Prometes y siempre mientes. Ya sabemos que no podemos confiar en tu palabra. ¿Pero por qué? ¿Es que simplemente no te importa, ¿O es que no los puedes ver desde allá arriba?


El amor engaña Paulo Colón (2024) Víctimas de la violencia De cada 100,000 mujeres, 37 lo experimentan Todo inicia con una discusión que acaba en una pelea Orando para que todo termine La ilusión de los hombres es ser siempre superiores Subestiman el valor de la mujer Primero vienen las amenazas y los insultos, robustos y astutos Dejan vulnerable la mente y el corazón de la mujer Cobarde negligente, de estado descontrolado En su mente se vuelve el rey de su peón Posee el deseo de ejercer poder Ellas acaban con golpes y bofetadas Marcas en su rostro y manchas rojas en la pared Prisionera del alcalde, atrapada como si estuviera encarcelada Si opinas mucho, no sigues las reglas Pones tu vida en riesgo Muchas vidas se han perdido por el abuso Ya 216 de ellas este año ¿Por cuánto tiempo más pasará esto? Este abuso injusto debe parar


Aquí y allá Andrea Ávila (2023) Una isla diaspórica, tres millones aquí, pero seis allá. Ante la incapacidad de alimentar a sus hijos, una madre soltera se embarca a Florida. Allá cualifican para almuerzos gratuitos —aquí el Gobierno es sordo a sus gritos. Huyéndole al desempleo y a la deuda, un doctor recién graduado se muda a Nueva York. Allá disfruta de incentivos al practicar su pasión —aquí cada día le reducen la pensión. Olas nostálgicas han inundado las tierras estadounidenses. La cotorra se ha convertido en águila, el jardín florido en el hogar de los valientes. 78 municipios unidos, 50 estados polarizados. Allá añoran su patria, pero aquí la incertidumbre los mata.


Mariana Wingard (2026)


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