49 El crescendo del bien ¡He aquí lo que merece el ser humano, una divinidad nacida para ser coronada y vivir eternamente! El músico tiene que ser un apolo: perforar su oído, su corazón, su vista, su mente y cantar, como un ruiseñor de la Montaña del Ruiseñor. ¡Entonces junto a él cantarán todos los ruiseñores del mundo! Para lograr que suene la cítara celestial es necesario venerar a Apolo Citaredo. Solo entonces podrás conseguir el sonido de cuerdas de la lira de Apolo, la acústica de su caparazón de tortuga. Según la leyenda, Hermes, a cambio de un rebaño de vacas, le regaló a Apolo una lira de siete cuerdas hecha de caparazón de tortuga. Místicamente, el caparazón simboliza la protección contra las flechas. La lira empírea está escondida del mundo. El caparazón de tortuga protege a la vulnerable alma humana y las cuerdas doradas alojadas bajo él son los trastes del alma humana. Las siete cuerdas de la lira son las siete notas, teclas blancas de minné. * Cristo en Éfeso conquistó con su música al colegio de doce sumos sacerdotes-perfectos que lo acompañaron durante su visita de las salas blancas para los iniciados. Los hierofantes efesios reconocieron en Cristo una personifi cación de Apolo, y en la Madre Divina, que estaba a su lado, una personifi cación de Artemisa de Éfeso. Los ancianos les pidieron que se quedaran. Decían a la Teoengendradora: “¡Aquí está tu templo! Lo hemos creado para Artemisa de Éfeso. ¡Es un gran honor para nosotros que ella lo haya visitado en tu persona!...”. * Cómo toca Apolo En el seminario “Las diez salas blancas del templo de Artemisa de Éfeso” introduje a los oyentes en el templo de Artemisa. Desde ahora mi interpretación equivale a una iniciación: introduzco en las diez salas blancas del Templo del Univérsum. La música de lo alto. ¡El sonido del Olimpo! En honor de nuestra glorificación del Templo de Artemisa de Éfeso, Apolo me ha regalado su cítara. Al rasguear sus cuerdas, he oído cómo toca Apolo. Quiero desear a cada músico: 1) escuchar la ejecución de Apolo en el Olimpo; 2) escuchar cómo Cristo tocó para la Madre Divina en la Montaña del Ruiseñor; 3) escuchar cómo Cristo tocó en el templo de Artemisa de Éfeso, cuando le entregaron la Cítara dorada, que se guardaba allí milagrosamente. *
' 50 El piano como orfeon Las musas = la música. Todo lo que hacen las musas es musical. Calíope, de καλός, bondadoso (Φιλοκαλία es ‘amor a la bondad’). No es la musa del relato épico, sino aquella que incita a la gente del arte a crear con la fuerza de la bondad no terrenal. (¿De qué otra forma sino a través de la música se puede expresar la bondad?). Melpómene no es la musa de la tragedia (¿qué tragedias hay en los cielos?), ¡sino la música de lo pasional! Irrumpe en el orden tridimensional y consuela a los ungidos que llevan la cruz. ¡Cuántos añoran en el desierto terrenal...! La última y la más elevada de las musas es Polimnia. No es la musa de los himnos, ¡¡¡sino la grandísima suma de los cantos ódicos, que solo pueden ser cantados al Altísimo en todo el conjunto de los mundos: de las glorias, slavas 17, cantatas, magnífi cats!!! Mozart tiene elementos de cada una de las nueve musas: Melpómene (el desierto), Terpsícore (el baile, corros maravillosos), Minné-Erato (la poesía del amor mínnico), Euterpe (la declaración amorosa, el canto del cisne). De Calíope tiene una bondad indecible, que cautiva a los humanos y a los dioses... Y las sinfonías se acaban con el acorde polihímnico del forte. 17 ‘Gloria’ en ruso. (N. del T.) 18 Arconte maligno mencionado en antiguos textos Suena Mozart y empiezan a bailar en corro las nueve musas. Las divinidades se deshacen en lágrimas de felicidad y la gente se olvida de sus programas vetustos, y durante la interpretación se convierten en dioses. * Un diálogo entre divinidades en el Olimpo: —¿Cómo es que el amor de los mortales puede superar al amor divino? —Los humanos son mortales solo en apariencia y por culpa de Yaldabaot18. Pero por su naturaleza teohumana, son inmortales. —¿Y con eso basta...? Bueno, son inmortales, ¡pero nosotros somos dioses! —Lo que diferencia a los terrestres de los olímpicos es que pasan por la muerte y el martirio. ¡El amor que se derrama en un gran pasional supera al amor celestial! Minné es el amor que no existe ni siquiera en los cielos, y Mozart lo demuestra. Él oyó y anotó las armonías que suenan en el Olimpo para los dioses pasionales, incluido nuestro panteón del Segundo Gólgota solovkiano. Serafim el Enternecido19 y la madre Eufrosinia 20 escuchan hoy en día la música de Mozart apolónico. coptos. Según los cátaros medievales, era responsable del remodelado fatal del ser humano. (N. del E.)
51 El crescendo del bien La clave de la técnica pianística El piano lo toca el corazón y las puntas de los dedos. El instrumento se sonoriza con el impulso de la energía del corazón que el músico pone en la ejecución. Lo demás: el hombro, el antebrazo, incluso la palma, están relajados al máximo y sirven de conductores. EL I M P U L S O L IMPULSO N A C E E N E L C O R A- NACE EN EL CORAZ Ó N. ¡El corazón ha de cantar, abrir de par en par las puertecillas de los 144 castillos interiores! La energía de los dedos, a su vez, no se dicta por la fuerza física, sino por la psíquica. Es inútil levantar los dedos sin disponer de esta energía interior. ¡Lo decisivo es el impulso! Y detrás del impulso está el concepto. ¡Olvidaos de los pasajes técnicos! Si en el movimiento de los dedos no se manifiesta la energía espiritual interior, el resultado será un disparate. ¡Nada de técnicas, sino multiplicación de energía espiritual! Cuando el pianista alcanza la altura de espíritu 19 Serafi m el Enternecido − Nombre espiritual del Gran Príncipe Mijaíl A. Romanov (1878-1971). Pasó 39 años en campos del Gulag y fue iniciado en los misterios superiores de la Tierra y el Cielo. Véase la obra del mismo autor Serafim, el patriarca de Solovkí: El Vencedor del Gulag. (N. del E.) debida, sus dedos empiezan a trabajar casi automáticamente. La condición para que haya energía interior es un corazón abierto. Por ejemplo, es mejor entender el staccato como energía enfatizada y el legato como energía suave-melodiosa. Todavía más decisivo es que los castillos interiores canten. Que el intérprete, aún sin tocar las teclas, literalmente trine como un ruiseñor en su interior. Que en él suene el canto del univérsum de la sabiduría, amor, bondad y paz. La energía psíquica es más importante que la física. Y más importante que estas dos es la energía espiritual: la concepción y la visión . Es importante la idea que se realiza con ayuda de la energía liberada a través de los dedos. Es importante el impulso interior que sale del espíritu. Es importante la esfera en la que se encuentra el ejecutante. Lo restante solamente da impulso desde esta esfera, y es dictado de lo alto. 20 Eufrosinia de Pocháev (1917-1993) – Anciana bienaventurada, heredera de la rama del camino práctico de acumulación de espíritu claro. Perseguida por el régimen soviético, instructora y madre espiritual de Juan de San Grial. (N. del E.)
' 52 El piano como orfeon Lo primero es el concepto, la idea espiritual. Si se tiene algo que decir y la música se oye antes que nada con el oído espiritual, se puede tocar el instrumento. Se escuchará la música del Reino que está siendo sonorizada en la membrana auditiva del corazón. El impulso parte del corazón y se transmite a través de las manos, codos y brazos relajados a los dedos, que refl ejan las vibraciones del Espíritu. No es correcto reducir la técnica del piano únicamente al posicionamiento de la mano. La postura corporal no es menos importante. El coxis es el centro energético clave, el pilar. La energía se libra de aquí. La corriente de la energía tiene que ir desde el coxis, atravesando la cabeza, hacia arriba (hacia el cielo). ¡La espalda rectísima! Las nalgas, el coxis han de estar absolutamente tensos, mientras los brazos están relajados al máximo. Los músculos delanteros —los deltoides del hombro y los pectorales— han de relajarse por completo. La muñeca y la mano también. Hay que hacer mucho ejercicio para conseguir esta postura. Ejercicios para el pianista 1. Levantar los brazos y dejarlos caer libremente con un movimiento de látigo. Este movimiento quita la tensión de la espalda, los omóplatos, el cuello, y activa los músculos delanteros. 2. Levantar los brazos como alas de pájaro y dejarlos caer con libertad. Este movimiento da impulso a la energía. Con la concentración en el coxis, la energía empieza a despertar activamente y subir por la espina dorsal hacia arriba, a través de la cabeza: se establece el pilar energético. 3. Relajación de la espalda. El brazo derecho hacia arriba, el izquierdo hacia abajo y, con un movimiento vibratorio, agitar las palmas de las manos. Todo el ejercicio se hace al expirar. Luego la posición de los brazos cambia: el izquierdo está arriba, el derecho abajo. Dos caballeros en un caballo La interpretación en ensemble supone la concepción del misterio de los templarios: ‘dos caballeros montando el mismo caballo’. ¿Por qué son invencibles? ¿Por qué, en general, montan dos en un caballo? ¿Les faltan corceles? ¿Pasan penurias? No. Se trata de la táctica militar más genial. Los caballeros daban el voto de morir por amor. Cada uno podría luchar por sí mismo, con su coraza y armadura. Pero el misterio está en la disponibilidad de dar la vida por el hermano. El que está delante es el primero en entrar en la batalla. Como es de esperar, el
53 El crescendo del bien enemigo le apunta con la lanza o espada. Pero el caballero elude el peligro (vence el miedo a la muerte) y se bate con el que está atacando al hermano sentado detrás. El enemigo recibe un fortísimo golpe espiritual. Esperaba oposición... pero es desdeñado... El enemigo se confunde por una fracción de segundo y, en ese momento, lo abate el segundo caballero, que está siendo defendido por el primero. ¡NO D E F E N D E R S E A S Í M I S M O, S I - O DEFENDERSE A SÍ MISMO, SIN O A L H E R M A N O NO AL HERMANO! ¡MO R I R E L U N O P O R O R I R E L U N O P O R E L O T R O EL OTRO! Este es el secreto de la invencibilidad. Algo tan noble solo es posible en la hermandad o hermanamiento perfecto, cuando el prójimo te es más valioso que tú mismo. To c a r a c u atro m a n o s : dos se hacen uno ‘Dos caballeros en un caballo’ no es solo la estrategia ideal en la batalla, sino también la fórmula perfecta de tocar el piano en ensemble. Uno tiene que dar literalmente su vida por el otro. Solo entonces sonará el ensemble auténtico, es decir, dos se harán uno. El secreto de los templarios: en la batalla no respondes por ti, sino por tu prójimo. Levantas tu espada o lanza, no defendiéndote a ti, sino a aquel que está delante de ti. Y este, a su vez, defiende al que está sentado detrás. Ambos tienen iguales derechos y no entran en la lucha por sí mismos, sino para salvar al prójimo, lo cual multiplica su fuerza un millón de veces. Ninguno se atreve a relajarse en la batalla. Si un hermano se relaja, otro se ve obligado a luchar por los dos. Cuando se toca a cuatro manos, la situación es similar: hay que transubstanciarse, el uno en el otro. Dos se hacen uno, aunque cada uno de ellos responde por sí mismo. Cuando uno se transubstancia en el otro (y con esto tienes que escuchar tu parte y la parte del compañero), surge la suma ideal del ensemble. Tocando a cuatro manos es sumamente importante confiar en el compañero. Si no confío en él, no puedo manifestarme por completo. En el diálogo nos manifestamos absolutamente. Confiando, ¡t o c a m o s e l u n o dentro del otro! El misterio de la unión de la gente es la unión en Dios. Un instrumento musical, una canción, un baile... puede ser de ayuda, todo menos el ‘señor-ten-piedad’ de los curas. * * *
' 54 El piano como orfeon La música como gnosis sobreiluminada LA M Ú S I C A E S L A A S C E N S I Ó N A L O S A M Ú S I C A E S L A A S C E N S I Ó N A L O S CI E L O S , A L IELOS, AL BI E N A M A D O D E L O S IENAMADO DE LOS CI E - L O S , C O N E L F I N D E C O R O N A R S E C O - LOS, CON EL FIN DE CORONARSE COM O V E N C E D O R D E L A S O L E D A D MO VENCEDOR DE LA SOLEDAD. La Divinidad se manifiesta en sumo grado en el estado de abandono. Hay que vivir miles de muertes en los días terrenales para subir al Tálamo, la cima del conocimiento, para poder afirmar como los sufíes antiguos: “Él y yo somos uno, a través de lo cual yo soy la verdad y yo soy Dios”. La música nació del silencio, manifestó el Logos que suena silenciosamente y abarcó los lazos del conocimiento (la gnosis sobreiluminada). La música sabe lo que no se puede expresar con palabras. La música está destinada a introducir a las almas en los Aposentos Nupciales con la divinidad. Es el caramillo del Buen Pastor, al cual las ovejas siguen sin objeción. La humanidad se ha limitado a las notas... y no conoce la notografía, el tono semántico que se esconde en ellas. La existencia regala misterios que están por descifrar. Estos misterios saltan a la vista y a la vez están ocultos. Es menester entrar en ellos y vivir con ellos, no solamente leer. El que pone la Palabra por encima de la Música ¡que ni se acerque al instrumento! El que pone la Música por encima de la Palabra ¡que ni se acerque a la pluma! Cuando escribo poesía, no hay nada superior a la palabra. Cuando toco... la música supera a la palabra. ¡Una abre la otra! Es imposible concebir la Palabra fuera del contexto musical y es imposible entrar en el templo de la Música sin la palabra que la acompaña. El Bienamado habla y se da a conocer en el lenguaje de la música. El compositor solo es Su mensajero y enviado. * To c a r c o m o u n a re vel a c i ó n d i v i n a No toco para la gente. El público, la sala, los aplausos, bravos, bises... son terrenales. Hay que tocar para los dioses. No es obligatorio recibir un mensaje verbal o una indicación de la voluntad divina. Esta sería una compresión muy primitiva acerca de la revelación. LA R E V E L A C I Ó N A R E V E L A C I Ó N E S E L D E S C U B R I M I E N TO D E L A M O R , E S E L D E S C U B R I M I E N TO D E L A M O R , A L L Í D O N D E E S T E A N T E S N O E S TA B A A L L Í D O N D E E ST E A N T E S N O E STA B A.
55 El crescendo del bien Sobre el atril hay una partitura corriente, bastante trillada... Si alguien se pusiera a tocarla, diría: “Es una bagatela. Shostakóvich es mejor, Tchaikovsky es más lírico...”. Y solo un iniciado escucharía el discurso y lo reproduciría de modo original y sin tergiversación, como una revelación divina . * Cuando toco para los dioses, ¡suena una música absolutamente diferente, independientemente de cuál sea mi deseo! Los olímpicos anhelan escuchar palabras de consuelo. Al haber sido calumniados, están encerrados en una especie de Gulag celestial, un campo de concentración del divino estar. A las divinidades luminosas, inmaculadas, bondadosas, fi lántropas, orientadas a ayudar magnánimamente al hombre, les atribuyeron rasgos de espíritus malignos... Y cuando las consolamos desde la Tierra, escuchamos en respuesta: “Gracias, os lo agradecemos... ¡Anhelamos volver a bajar a la Tierra y ayudaros!”. Cuando yo tocaba el concierto n.º 23 de Mozart, Apolo en mi persona decía consolando a los dioses olímpicos: “¡No sufráis, buenas divinidades calumniadas! ¡La Tierra es tan hermosa! Todavía os revelaréis y la gente os escuchará. Nuestro adorado Padre de tres hipóstasis plantará un jardín luminoso de flores y virtudes no terrenales. El calumniador será desenmascarado ¡y resplandeceréis con una bondad, amor, pureza, sabiduría y paz aún mayores que antes!”. Mi interpretación es una invitación a los carabeleros blancos, para que desciendan a la Tierra. ¡Y descenderán! El mal, la lujuria, la usurpación, la mentira (el orden de este mundo) pasarán. Y de nuevo se instaurará la luz de la Atlántida. * A las divinidades bondadosas les están cerradas las puertas del infierno: sería posible que no regresaran de allí. ¡Pero incluso los espíritus infernales oyen la música del Olimpo! ¡Incluso hasta ellos llega la música de la bondad! No se trata de que el Verbo de la Madre Divina, las conversaciones de los dioses o la espiritualidad de los panteones lleguen a las civilizaciones oscuras. Es imposible. ¡Pero la música puede cambiarlas! Cu a nd o sue na l a m ú si c a c el e sti al , el mal en el averno se suspende. Los círculos infernales aguardan inmóviles cuando oyen la cítara de Apolo. * Los habitantes del cielo son admirablemente musicales. Todos los santos y ungidos sin excepción (aunque hayan tenido mal oído durante su vida), cuando se encuentran en el Olimpo, aprenden a tocar alguno de los instrumentos musicales celestiales. *
' 56 El piano como orfeon Liszt crucificó a Mozart. Si Mozart es un Cristo musical, el gólgota de Mozart consiste en que lo tocan rápido. * Abro mi boca únicamente cuando tengo algo que decir. Toco el instrumento (un altar sagrado), cuando estoy lleno desde dentro, cuando la música se vierte. Mozart apuntaba sus conciertos después de haberlos escuchado enteros en su bilocación21 de veinticuatro horas... No me dispongo a tocar sin antes escuchar las mismas esferas que dictaban a Mozart. * En el momento de la interpretación auténtica de la música de Mozart, la Tierra entra en comunicación con miles (!!!) de civilizaciones bondadosas. Se le transmiten las consonancias graciosas del reino empíreo y el mundo terrenal perecedero se transfi gura a ojos vista, se une al rango de los panteones solares. 21 De ‘bi’ y ‘locare’ (Lat. ‘colocar en dos lugares’). Un modo del servicio pasional del devoto, caracterizado por dolores inexplicables y pérdida parcial y temporal de la identidad. Suele ser exteriorizado como presencia simultánea del alma ungida en dos o más lugares. En el caso de algunos ungidos, místicos y visionarios, se reveló como intercambio de fuerzas espirituales para poder aliviar a los más necesitados. La propia experiencia del autor fue descrita en una serie de libros, uno de los cuales es Conversaciones durante la bilocación (2011). (N. del E.) ¡Si los músicos conocieran su predestinación, dejarían todo y se dedicarían solo a la música! ¡Oh, qué necesarios son la mente consagrada, el corazón atravesado, el oído perforado y la vista santificada para sobreiluminarse espiritualmente cuando lees atentamente la notografía! Uniéndose en el músico, estos cuatro dones solares engendran a un genio de sangre auténtica: un minnecantor, citarista, lirista, cálica 22 errante... * B e e th oven y Moz a r t v i ero n en R u s i a el tesoro del arquetipo Entiendo por qué Beethoven, después de conocer a Razumovsky, deseaba tanto ir a Rusia, por qué lloraba de amor componiendo sus ‘Cuartetos rusos’. Entiendo por qué Mozart estuvo dispuesto a aceptar el cargo de maestro de capilla en Ekaterinoslav 23... Dos grandísimos genios, apolo y dionisio musicales, Mozart y Beethoven, identifi caban a Rusia con los cálicas errantes. Veían en ella el tesoro del arquetipo. Cuando toco el Séptimo cuarteto de Beethoven o la Cuarta sinfonía de Tchaikovsky, contemplo la Rusia ideal, la arquetípica. 22 Cálicas en la tradición eslava eran peregrinos del cáliz, ancianos sabios, caballeros itinerantes. (N. del E.) 23 Actual ciudad de Dnipro, Ucrania. (N. del T.)
57 El crescendo del bien ¿Quién más la conoció? Los músicos errantes, minnesíngeres, juglares... Los que tenían acceso al riquísimo panteón hiperbóreo. El apostolado musical UN A B O N D A D TA N A LTA , D E L A C U A L N A B O N D A D TA N A LTA , D E L A C U A L L A H U M A N I D A D N O E S D I G N A , S E R E - LA HUMANIDAD NO ES DIGNA, SE REV E L A A L M U N D O VELA AL MUNDO. ¡Qué paradoja! ¡El Padre es tan bondadoso que derrama océanos de bondad adelantando los plazos, sin esperar a que la humanidad esté preparada para aceptarla! La mejor manera de llevar este mensaje a la gente, de apostolar sobre esta bondad, es el apostolado musical . * * * El orfeón El orfeón24 tiene cuerdas de oro puro y teclas de marfil... Y detrás de él, un sarcófago de purísimo mármol níveo. El Aposento Nupcial con óleos mirríferos... Si el pianista desea penetrar en el misterio del piano como orfeón, debe entender que ante él no hay teclas, sino cuerdas. La mano derecha guía como si fuera un arco, la izquierda cambia las cuerdas. Mientras se toque de forma ‘teclada ’, los macillos seguirán dando golpes en la 24 En esta obra el término ‘orfeón’ adquiere un signifi cado especializado. En sentido estricto, se refi ere al instrumento musical arquetípico que reproduce vibraciones mínnicas; en sentido amplio, está relacionado con el mito Orfeo y el organon (sistema musical que permite expresar el canto de Orfeo). Las vibraciones del orfeón despiertan los inicios divinos en el ser humano. (N. del E.) cabeza de los oyentes. Pero en cuanto la gracia de la cuerda, violinística, prevalezca sobre la ejecución mecánica, ¡en lugar de un piano corriente comenzará a sonar el orfeón! El contacto de cuerda, la extracción del sonido de cuerda. ¡Sentid la tecla como una cuerda! Que la mano del pianista vibre cual mano de violinista. ¡Solo de este modo se puede extraer la música del reino, digna de deleitar a los dioses! ¡Y solo una música así es digna de ser escuchada por el hombre! * La música ha de ser entendida como instrumento para deleitar a las divinidades.
' 58 El piano como orfeon Los artistas: escritores, pintores, bailarines, escultores, arquitectos y otros, ¡no tienen que servir a la gente, sino a los dioses! Los músicos y los poetas han de cantar a los dioses. Los espirituales (los sacerdotes, los devotos) habrían de alcanzar un nivel de espiritualidad que pudiera alegrar a los dioses. ¡No hay que rezar a los dioses (‘perdóname-concédeme’), sino PA R A L O S D I O S E S PARA LOS DIOSES, deleitándolos! La oración es una interpretación en la cítara apolónica para los dioses. Toda nuestra vida es el deleite de los dioses, y los dioses nos responden décuplemente, deleitándonos a nosotros. ¡El objetivo del trabajo creador es encontrar una entonación que conmueva a las divinidades! * ¡Cuando tocaban Mozart y Apolo, fluía una música tan magnífica que los cielos se pasmaban! Apolo tocaba para las divinidades. Mozart se elevaba de la Tierra al Olimpo y conmovía los corazones de los dioses. ¡Quién no prestaría oído a su lira divina! El músico debe ser un apolo. Sus composiciones tienen que cautivar a los dioses y los hombres, los héroes y los semidioses, los oráculos, moiras y cárites. El Olimpo es muy accesible y está abierto. Es de verdad el cielo abierto, a diferencia del cielo de Yaldabaot, que está irremediablemente sellado, es inaccesible, impersonal, apostático (‘una mancha negra’). * Diálogos de dioses El músico tiene que aspirar a permanecer en las esferas celestiales bilocacionales. Estas son las prioridades del Olimpo. Nuestra ejecución son diálogos, conversaciones de los dioses. En los cielos, el discurso humano es imposible. Los cielos conversan entre ellos con la música (!).
T o d o s l o s q u e d e s e e n a p r e n d e r l a s e n s e ñ a n z a s y p r á c t i c a s d e l a e s c u e l a e s p i r i t u a l d e J u a n d e S a n G r i a l están invitados a los seminarios Con la ayuda de guías espirituales, usted puede aprender la práctica de la catarsis, la metanoia, el ayuno, la meditación, la oración contemplativa y respiratoria, las postraciones espirituales, las abluciones curativas en fuentes sagradas. En los centros cátaros, usted puede encontrarse con los cátaros de hoy, conocer el arte y el camino del autor de este libro, Juan de San Grial, co nocer los catálogos de los libros sobre catarismo editados por la Asociación y solicitar cualquiera de ellos. Le invitamos a conocer la música meditativa, interpretada por Juan de San Grial como una manera de tocar las obras de Mozart, Beethoven y Tchaikovski que desarrolla la espiritualidad. Hay disponibles CDs. Contacta con nuestros centros espirituales: Barcelona: [email protected] 636 409 594 / 636 793 989 / 931 579 125 (Laurel) Girona: [email protected] 672 670 444 (Mark) / 673 359 866 ( Juan Carlos) Valencia: [email protected] 622 701 960 / 960 644 649 (Mihail) Madrid: [email protected] 914 717 320 / 672 665 658 (Sofroniy) Cartagena: [email protected] 673 359 830 (Elissa) Albacete: [email protected] 666 073 104 (Isabela) Webs: www.asociacioncatara.com www.juangrial.com
JU A N D E UAN DESA N GR I A L R EL C R E S C E N D O D E L B I E N L CRESCENDO DEL BIEN: Libro de revelaciones musicales, o conceptos comunicados durante la interpretación Editor general: Artemisa Bystron Traducción del ruso: Teo Leónov, Polina Onipchuk Corrección de estilo: Victoria Bonmatí, Artemisa Bystron, Lohengrin García Yzaguirre Corrección ortográfica: Mario de Gracia, Mª Milagrosa Tamarit, Asunción Almela Diseño y maquetación: Melquisedec Sólntsev, Minna Marinévich, Svetlodana Látisheva Este libro no podrá ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso por escrito del editor. Todos los derechos reservados © Juan de San Grial, 2013-2015 © Asociación para el Estudio de la Cultura Cátara, 2017 Tel. +34 972 120 907 www.juangrial.com, www.cataros.org e-mail: [email protected]