SEPTIEMBRE 2019
ARGENTINA
ASOCIACIÓN DE KINESIOLOGÍA
DEL DEPORTE
NEWS AKD LIC. EDUARDO P. TONDELLI
:: CURSO DE INVESTIGACIÓN APLICADA A LA KINESIOLOGÍA DEPORTIVA // Prevalencia e incidencia
:: PASANTÍAS 2019: RELANZAMIENTO de lesiones en un equipo de
rugby amateur en Argentina
LIC. SANTIAGO ANTINORI
// ¿Es posible un modelo
preventivo de rugby?
LIC. ANDRÉS E. THOMAS
JUAN SEJAS
// Conmoción cerebral en
rugby. Reconocimiento,
manejo y retorno al juego
TOM PETERSEN 1
MARK LASLETT, CARSTEN JUHL
// Clasificación clínica del
dolor lumbar. Reglas
diagnósticas con la mejor
evidencia basadas en
revisiones sistemáticas
LIC. PABLO POLICASTRO
// Análisis del artículo
AÑO 22 | N˚ 78
ÓRGANO DE DIFUSIÓN DE LA
ASOCIACIÓN DE KINESIOLOGÍA
DEL DEPORTE
www.akd.org.ar
[email protected]
CURSO DE INVESTIGACIÓN
APLICADA A LA KINESIOLOGÍA DEPORTIVA
ARGENTINA NUESTRA ASOCIACIÓN QUIERE ESTIMULAR A LOS COLEGAS A PRODUCIR
CONOCIMIENTO Y PROMOVER LA INVESTIGACIÓN. JUNTO A ESPECIALIS-
ASOCIACIÓN DE KINESIOLOGÍA TAS QUE NOS ASESORAN EN LA PRODUCCIÓN DE TRABAJOS CIENTÍFICOS,
DEL DEPORTE REALIZAMOS EL PRIMER CURSO QUE FUE DOCUMENTADO EN VIDEO.
CADA MÓDULO FUE DISEÑADO PARA RESPONDER LAS PREGUNTAS HABI-
TUALES QUE NOS HACEMOS CUANDO DECIDIMOS REALIZAR UN TRABAJO
DE INVESTIGACIÓN, PRESENTAR UN PAPER O CONFECCIONAR UNA TESIS.
VPYAISVRIITSAÁURNAWELUCWIEZWIBAS.YITRORRULNOTOUOBCSEVA.1C7ENODMMAA/ÓLPDLDDAEYEUSLILYSDOTO?ELSUISNDTT=UUEPLEBLBVEPCAA,UFYSURSCPSUIUDOSWB:CLLZRIMCIXBAUICSTHEIOMANNEESSKR3VMNMIW5C
COMISIÓN EDITORIAL
DIRECTIVA AKD
LIC. SABRINA ROLANDO - LIC. ANDREA PASSALENTI
PRESIDENTE: Brunetti, Gustavo
VICEPRESIDENTE: Romañuk, Andrés EL ESPACIO DE LA MUJER EN LA KINESIOLOGÍA DEPORTIVA
SECRETARIA: Passalenti, Andrea
PRO-SECRETARIO: Thomas, Andrés La participación de la mujer en el campo deportivo va creciendo progresi-
TESORERO: Pardo, Gonzalo vamente. Cada vez son más las asociaciones que promueven el desarrollo
PRO-TESORERO: Conrado, Adrián para lograr la equidad, y esto es digno de celebración.
Aunque hoy nos es difícil imaginar el mundo del deporte sin la presencia
SEC. PRENSA Y DIFUSIÓN: femenina, históricamente ha sido un lugar ocupado por hombres, aún así
nos encontramos festejando la reciente profesionalización del fútbol feme-
Policastro, Pablo nino en nuestro país.
El contexto social y cultural actual nos ha permitido poner en evidencia
PRO-SECRETARIA PRENSA Y DIFUSIÓN: esta diferencia existente para con nosotras en múltiples ámbitos, de los
cuales nuestra profesión no está exenta.
Sampietro, Matías Hasta hace algunos años, desempeñarse como Kinesiólogas en el deporte
y la investigación científica era inusual, no por falta de interés o recursos,
+ VOCALES TITULARES sino que debimos construir un espacio diferente: el propio, el de la mujer.
Gays, Cristian Demostramos estar a la altura de las demandas y los desafíos profesiona-
Krasnov, Fernando les día tras día, tomando decisiones y ocupando lugares que alguna vez
Trolla, Carlos creímos no eran para nosotras, y así forjamos todos los días ese lugar inci-
Saravia, Ariel piente.
Sarfati, Gabriel Desde la AKD este logro lo celebramos.
Pardo, Juan Pablo Acompañamos a las mujeres en este crecimiento.
Apoyamos, valoramos y participamos abriendo el juego a crear más espa-
+ VOCALES SUPLENTES cios de equidad. Creemos firmemente que estos avances son parte de un
Carelli, Daniel nuevo paradigma que nos aúna para hacernos más fuertes.
Greco, Alejandro
Olea, Martín AKD | SEDE LEGAL
Av. del Libertador 16.664 (1642), San Isidro, Buenos Aires
+ COM. REV. CUENTAS TITULAR Manuela Pedraza 2529 4to C , C.A.BA, Buenos Aires
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AUTOR PREVALENCIA E INCIDENCIA DE
LIC. EDUARDO P. TONDELLI LESIONES EN UN EQUIPO DE RUGBY
AMATEUR EN ARGENTINA
[email protected]
ESTUDIO DESCRIPTIVO EPIDEMIOLÓGICO
RETROSPECTIVO A DOS AÑOS
Kinesiólogo Fisiatra UBA RESUMEN
Kinesiólogo de Plantel Introducción
Superior de Rugby Club El rugby es un deporte de conjunto que está en constante crecimiento,
Los Matreros, Buenos Aires, tanto como de la calidad y cantidad de competencias. Los jugadores es-
Argentina tán sometidos a grandes y altas cargas de entrenamientos y partidos ex-
Kiné, Kinesiología deportiva poniéndolos a un desgaste constante que puede ocasionar lesiones por
y funcional, Buernos Aires, sobrecarga, además de las frecuentes lesiones por contacto. A pesar de
Argentina conocer y de saber cómo es la situación a nivel internacional y nacional, la
Docente UMAI y Favaloro URBA carece datos epidemiológicos contundentes.
www.linkedin.com/in/
eduardo-tondelli-86855877/ Objetivo
Describir la incidencia, frecuencia, prevalencia, localización, momento, tipo
y severidad de las lesiones sufridas en jugadores masculinos del plantel su-
perior de Rugby Club Los Matreros durante dos temporadas competitivas
consecutivas.
Materiales y método
Se registraron las lesiones sobre jugadores de plantel superior (80 en 2017,
95 en 2018) durante dos temporadas consecutivas en 2017-2108. El regis-
tro de cada lesión se realizó según el consenso de World Rugby especi-
ficando diagnósticos, localización, tipo, naturaleza, severidad. Se calculó
incidencia y prevalencias.
Resultados
Según el análisis estadístico, la incidencia de lesiones fue de 33,6/1000
horas-partido-jugador. Las lesiones más frecuentes fueron el esguince de
tobillo (3,3/1000 horas-partido-jugador /11,25%), la lesión estructural de
isquiotibial (1,4/1000 horas-partido-jugador /6,25%) y la conmoción cere-
bral (1,7/1000 horas-partido-jugador/ 4,86%).
Conclusión: Este estudio permitió conocer la incidencia, prevalencia, natu-
raleza, tipo y severidad de las lesiones en dos años. Los datos reportados
podrían optimizar futuras intervenciones en la práctica de este deporte.
PALABRAS CLAVE
Epidemiología, Rugby, Lesión atlética.
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Lic. Eduardo P. Tondelli
INTRODUCCIÓN ““El proceso de adopción
El rugby es un deporte de conjunto que está en constante crecimiento, de características del
tanto en calidad y cantidad de competencias internacionales y nacionales, rugby profesional al
como del número de jugadores. Se estima que a nivel mundial hay 9,1 mi- rugby amateur ha
llones de jugadores repartidos en 121 países. Actualmente en Argentina, traído aparejada una
hay un total de 143.000 jugadores activos. Dentro de las uniones miembros necesidad imperiosa
que conforman la Unión Argentina de Rugby (UAR), la Unión de Rugby de de conocer con
Buenos Aires (URBA) cuenta con 10.600 jugadores activos de plantel supe- exactitud todas las
rior, distribuidos en más de 100 clubes que conforman la unión.1 características de las
Desde la llegada del profesionalismo al rugby en 1995, todo su entorno ha lesiones en el rugby...
ido variando según las demandas de sus nuevas características, los entre-
namientos, la dedicación exclusiva, la preocupación de los responsables
para controlar la nutrición de los jugadores, los exámenes médicos y segui-
mientos, las variables psicológicas influyentes, entre otras.2 Sin embargo,
el rugby de clubes sigue rigiéndose por el amateurismo que siempre lo
caracterizó con fuertes influencias del profesionalismo, generando una va-
riación constante de sus características. Durante el año calendario de una
categoría promedio de URBA se juegan un total aproximado de 30 parti-
dos. La cantidad de estímulos semanales que recibe un jugador de club
son de 4 por semana. Por lo que, están sometidos a grandes cargas de en-
trenamiento y partidos durante la temporada. Es un juego con numerosos
eventos de carreras multidireccionales, contacto y colisiones, intercalados
con períodos de actividad de menor intensidad, como caminar y trotar.3
La combinación de altas demandas físicas, expone a los jugadores a sufrir
lesiones.4
A nivel internacional, se puede encontrar gran cantidad de bibliografía
acerca de prevalencia de lesiones, incidencia, frecuencia de aparición, ju-
gadores que las padecen, entre otros aspectos importantes de las lesiones
en el rugby.5 6 7 8 9
Fuller C et al. reportaron una incidencia en el mundial de rugby 2015 de
90,1/1000 horas-partido-jugador.5 En cambio Williams S. et al (2013) repor-
taron una incidencia de 81/1000 horas-partido-jugador a nivel de clubes
profesionales.6 En rugby amateur la incidencia de lesiones ha sido amplia-
mente reportada en varios estudios, que van desde 5.95/1000 a 99.5/1000
horas-partido-jugador. 7 8 Sin embargo, Yeomans C. et al. (2017)
reportaron la incidencia de lesiones en equipos de rugby amateur, siendo
46.8/1000 horas-partido- jugador.9 A nivel nacional, en la Unión Cordobesa
de Rugby, Antinori S. et al. reportaron una incidencia de 63.4/1000 ho-
ras-partido-jugador, siendo este, el único número actual en nuestro país.10
El proceso de adopción de características del rugby profesional al rugby
amateur ha traído aparejada una necesidad imperiosa de conocer con
exactitud todas las características de las lesiones en el rugby por parte de
los responsables médico-kinésicos de los clubes. La importancia de cono-
cerlas radica en el hecho de ser un punto de partida para poder aplicar los
tratamientos específicos, utilizar las herramientas diagnósticas y terapéuti-
cas de mayor validez, como también de programas de ejercicios preven-
tivos. A pesar de conocer y de saber cómo es la situación a nivel interna-
Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78 | 7
Lic. Eduardo P. Tondelli
“Para la recolección “ cional y nacional, no hemos podido encontrar datos contundentes sobre la
de datos se utilizó el incidencia y prevalencia de lesiones en la URBA. El objetivo de este trabajo
consenso de World es el de describir la incidencia, prevalencia, naturaleza, tipo, localización,
Rugby desarrollado y severidad de las lesiones, sufridas en jugadores del plantel superior de
por el Rugby Injury un club de rugby amateur de la URBA durante las temporadas 2017-2018.
Consensus Group
(RICG) sobre definición MATERIALES Y MÉTODO
de lesiones y En el presente estudio se incluyeron jugadores masculinos de Rugby Club
recopilación de datos Los Matreros fichados en URBA-UAR que participaron durante entrena-
para estudios mientos y partidos de la temporada competitiva en las categorías Primera,
epidemiológicos. intermedia, Preintermedia A y Preintermedia B. No se tomaron en cuenta
las divisiones juveniles e infantiles, como tampoco jugadores que entre-
naron y no jugaron. Los períodos de competencias de temporada fueron
durante los meses de Abril y Noviembre del año 2017, en el período com-
petitivo del torneo de la URBA analizado sobre una muestra de 80 jugado-
res (N=80), y durante los meses de Abril y Noviembre del año 2018, en el
período competitivo del torneo de la URBA analizado sobre una muestra
de 95 jugadores (N=95). Para la recolección de datos se utilizó el consenso
de World Rugby desarrollado por el Rugby Injury Consensus Group (RICG)
sobre definición de lesiones y recopilación de datos para estudios epide-
miológicos.11 Se definió “lesión” como alteración física funcional causa-
da por una transferencia de energía que excedió la capacidad del cuerpo
para mantener su integridad funcional o estructural, que aconteció en un
jugador durante un partido o entrenamiento de rugby, obligado a perder
más de un día de entrenamiento.11 La toma de datos fue realizada exclusi-
vamente por el autor, a través de una planilla modelo brindada por World
Rugby, y traducida al español para su utilización.11 El registro de cada le-
sión se dio en situación de partido y/o entrenamiento, comenzando con el
llenado de todos los ítems del formulario y finalizando el día en el que el
personal médico-kinésico del club otorgaba el alta deportiva al jugador.
Se registró nombre y apellido del jugador, lesiones sufridas previamente,
día de lesión, categoría, posición (back o forward), tipo de lesión (músculo
tendinosa, articular, nerviosa, hueso, piel y otros), localización de la lesión
(cabeza, tronco, miembros superiores y miembros inferiores), momento de
lesión (partido o entrenamiento), situación de contacto o no, y acción del
partido en donde ocurrió la lesión. En función a la severidad, se clasificaron
según los días que el jugador no estuvo disponible para ser utilizado en:
mínimo (2-3 días), ligera (4-7 días), moderado (7-28 días), severo (más de
28 días), lesión catastrófica (pérdida de vida o lesión nerviosa invalidante) y
fin de carrera (abandono del deporte a raíz de esa lesión). No fueron consi-
deradas aquellas supuestas lesiones que implicaron entre 0 a 1 día de en-
trenamiento perdido, según el consenso se las llama “medical attention”, y
no se registran como lesión.11
La totalidad de partidos por día de competencia era de 4, uno por cada
categoría. Se registró la prevalencia mes a mes. Anualmente, la prevalencia
de período se calculó con la siguiente fórmula:
TOTAL DE CASOS EN EL 2017-2018
TOTAL DE POBLACION EN RIESGO 2017-2018
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Lic. Eduardo P. Tondelli
La medida de exposición para partidos se calculó con la siguiente fórmula
PARTIDOS JUGADOS X JUGADORES X DURACIÓN DEL PARTIDO
60
La incidencia fue calculada a través de la siguiente fórmula:
NUMERO DE LESIONES X 1000
MEDIDA DE EXPOSICIÓN PARA PARTIDOS
El cálculo exposición de equipo, se realizó en base a 15 jugadores (8 “La incidencia de
forwards, 7 backs) por equipo, durante 80 minutos, se consideran 4 equi- lesiones fue de
pos, 1 representando cada categoría. No se realizaron excepciones para 33,6/1000 horas-
los jugadores que sufrieron suspensiones temporales o permanentes du- partido-jugador en
rante partido (tarjetas amarillas o rojas), ni hubo partidos que requirieran 2017 y de 26,4/1000
jugar un tiempo adicional. horas-partido-jugador
Para realizar los cálculos de incidencia lesional se tomó en cuenta la base en 2018. La incidencia
lesión/1000 horas-partido-jugador mediante medida de exposición para total fue de 30/1000
partidos. horas-partido-jugador.
“
ANÁLISIS ESTADÍSTICO
Las variables continuas fueron descriptas según media y desvío estándar
o mediana y rango intercuartilo 25-75 (RIC 25-75), según corresponda. Las
variables categóricas se expresaron como n (%). Se utilizó el test de Sha-
piro-Wilk para evaluar normalidad. Para la comparación de las variables
categóricas se utilizó la prueba de Chi2 o el test exacto de Fisher según
corresponda. Los datos fueron analizados con el software R versión 3.3.3(R:
A language and environment for statistical computing, 2017).
RESULTADOS
INCIDENCIA Y PREVALENCIA DE LAS LESIONES
Se registró una Mediana de edad de 25 años, RIQ25-75: (23-29). El to-
tal de entrenamientos y partidos registrados durante las dos temporadas
analizadas fue 179 y de 53 respectivamente. Del total, 26 partidos juga-
dos en 2017 y 27 partidos jugados en el 2018, representó una medida de
exposición de 2080 horas-partido-jugador y 2160 horas-partido-jugador
respectivamente. Las lesiones registradas fueron 144 en total, 70 durante
partidos y 7 durante entrenamientos en 2017; 57 durante partidos y 10 du-
rante entrenamientos en 2018. La incidencia de lesiones fue de 33,6/1000
horas-partido-jugador en 2017 y de 26,4/1000 horas-partido-jugador en
2018. La incidencia total fue de 30/1000 horas-partido-jugador. La inciden-
cia de lesiones en partido fue mayor en los forwards (17,9 /1000 horas-par-
tido-jugador) que en los backs (12,3/1000 horas-partido-jugador). De la
totalidad de las lesiones las proporciones son de 59,7% para forwards y
40,3% para los backs. No se registraron lesiones catastróficas como tampo-
co reincidencias de lesiones previas.
Se registraron las prevalencias absolutas de lesiones por mes, de Abril a
Octubre en 2017 y de Abril a Noviembre, siendo Abril en 2017 y Septiem-
bre en 2018 los meses donde ocurrieron más lesiones. Las prevalencias
Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78 | 9
Lic. Eduardo P. Tondelli
de Abril 2017 y de Septiembre 2018 fueron las más altas para cada año,
representando 36,8% y 22,2% respectivamente. (Gráfico 1)
GRÁFICO 1. FRECUENCIAS ABSOLUTAS DE LESIONES POR MES
2017 2018
“Según el puesto las “ TIPO, NATURALEZA, LOCALIZACIÓN Y SEVERIDAD DE LAS LESIONES.
lesiones varían en sus En la Tabla 1 se representa la severidad de las lesiones. Como se puede
proporciones, siendo observar se registraron tres lesiones que provocaron fin de carrera de los
el esguince de tobillo jugadores afectados, en tres de ellos la lesión fue la ruptura de ligamento
(13,9 %) y la ruptura cruzado anterior. Las lesiones más severas son las articulares 48,9% y las
de ligamento cruzado óseas 26,7%. No se han encontrado diferencias significativas entre las ca-
anterior (5,8 %) las más tegorías de severidad según la posición del jugador (p=0.375) (Tabla 1). Las
frecuentes en forwards tres lesiones más severas son los esguinces de tobillo, la luxación glenohu-
y la lesión estructural meral y las rupturas de ligamento cruzado anterior.
de isquiotibial (12,5 %) Las proporciones de lesiones ocurridas en función de la localización y el
y el esguince de tobillo tipo de lesión están representadas en las tablas 2 y tabla 3 respectivamen-
(8,6 %) en los backs. te. No se hallaron diferencias estadísticamente significativas entre los backs
y los forwards según el tipo de lesión (p=0.134) (Tabla 3).
Las lesiones más frecuentes se representan en la tabla 4. Las primeras tres
afecciones presentan una incidencia lesional de 3,3/1000 horas-partido-ju-
gador para esguince de tobillo (11,3 % del total), 1,7/1000 horas-partido-ju-
gador para lesión estructural de isquiotibial (6,6 % del total) y 1,7/1000
horas-partido-jugador para la conmoción cerebral (4,7% del total). Según
el puesto las lesiones varían en sus proporciones, siendo el esguince de
tobillo (13,9 %) y la ruptura de ligamento cruzado anterior (5,8 %) las más
frecuentes en forwards y la lesión estructural de isquiotibial (12,5 %) y el
esguince de tobillo (8,6 %) en los backs.
De las lesiones totales mencionadas al comienzo del análisis (144), 127
ocurrieron en partido y 17 ocurrieron en entrenamiento. De ellas 93 fueron
lesiones traumáticas (64,9%) y 51 (35,4 %) fueron lesiones no traumáticas,
siendo 44 en partidos (86,3%) y 7 en entrenamientos (13,7%).
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Lic. Eduardo P. Tondelli
TABLA 1. PROPORCIONES DE LESIONES AGRUPADAS SEGÚN SEVERIDAD Y PUESTO
SEVERIDAD POSICION TOTAL
Mínima (2-3 días)
Ligera (4-7 días) BACKS FOWARDS 10
Moderado (7-28 días) 7%
Severo (+28) 6 4 22
Fin de Carrera 4.2 % 2.8 % 15.2 %
Total 11 11 64
7.6 % 7.6 % 44.5 %
21 43 45
14.6 % 29.9 % 31.3 %
19 26 3
13.2 % 18.1 % 2.1 %
1 2 144
0.7 % 1.4 % 100 %
58 86
40.3 % 59.7 %
TABLA 2. LESIONES AGRUPADAS EN FUNCIÓN DE LA TOPOGRAFÍA Y PUESTO
LOCALIZACIÓN DE LA LESIÓN PROPORCIÓN DE LAS LESIONES EN N Y % TOTAL
ZONA GENERAL ZONA ESPECÍFICA BACKS FORWARDS 18 / 12,6 %
5 / 3,5 %
Cabeza/Cuello Cabeza/cara 9 / 6,3 % 9 / 6,3 % 21 / 14,6 %
Miembros Cuello/Columna 0/0% 5 / 3,5 % 3 / 2,1 %
superiores Hombro/Clavícula 5 / 3,5 % 16 / 11,1 % 3 / 2,1 %
Brazo 3 / 2,1 % 0/0% 1 / 0.7 %
Tronco Codo 2 / 1,4 % 1 / 0,7 % 2 / 1,4 %
Antebrazo 0/0% 1 / 0,7 % 5 / 3,5 %
Miembros Muñeca 0/0% 2 / 1,4 % 2 / 1,4 %
inferiores Dedos 4 / 2,8 % 1 / 0,7 % 2 / 1,4 %
Dorsal Superior/Esternón/Costilla 1 / 0,7 % 1 / 0,7 % 5 / 3,5 %
Abdominal 2 / 1,4 % 0/0% 3 / 2,1 %
Lumbar 3 / 2,1 % 2 / 1,4 % 3 / 2,1 %
Pelvis/Sacro 1 / 0,7 % 2 / 1,4 % 13 / 9,1 %
Cadera/Pubis 1 / 0,7 % 2 / 1,4 % 11 / 7,7 %
Muslo Anterior 4 / 2,8 % 9 / 6,3 % 17 / 11,8 %
Muslo Posterior 7 / 4,9 % 4 / 2,8 % 11 / 7,7 %
Rodilla 5 / 3,5 % 12 / 8,3 % 17 / 11,8 %
Pierna/Aquiles 5 / 3,5 % 6 / 4,2 % 2 / 1,4 %
Tobillo 5 / 3,5 % 12 / 8,3 %
Pie 1 / 0,7 % 1 / 0,7 %
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Lic. Eduardo P. Tondelli
TABLA 3. LESIONES AGRUPADAS EN FUNCIÓN DEL TIPO DE LESIÓN Y PUESTO
ZONA CORPORAL TIPO DE LESIÓN PROPORCIÓN DE LAS LESIONES EN N Y % TOTAL
Hueso
Nervio Fracturas BACKS FORWARDS 21 / 14,5 %
Articulación Otras lesiones óseas 10 / 6,9 % 11 / 7,6 % 5 / 3,5 %
Conmoción cerebral 3 / 2,1 % 2 / 1,4 % 9 / 6,3 %
Músculo Lesión de nervio 3 / 2,1 % 6 / 4,2 % 3 / 2,1 %
tendinoso Dislocación/Subluxación 0/0% 3 / 2,1 % 8 / 5,6 %
Esguince/ruptura de ligamento 3 / 2,1 % 5 / 3,5 % 26 / 28,1 %
Piel Lesión meniscal/Lesión discal/ 9 / 6,3 % 17 / 11,8 % 27 / 18,7 %
Otros intrarticular 6 / 4,2 % 21 / 14,6 %
Hematoma/Contusión
Desgarro/Distensión/ 2 / 1,4 % 2 / 1,4 % 4 / 2,8 %
Ruptura muscular (lesión estructural) 18 / 12,5 % 16 / 11,1 % 34 / 23,6 %
Ruptura tendinosa/Bursitis/
Tendinopatía 3 / 2,1 % 3 / 2,1 % 6 / 4,2 %
Abrasión
Visceral 0/0% 1 / 0,7 % 1 / 0,7 %
0/0% 1 / 0,7 % 1 / 0,7 %
En la tabla 4 se representan las lesiones no traumáticas más frecuentes.
Si bien la proporción de desgarros entre los backs fue de 43.5%, y para
los forwards fue de 28.6%, no se hallaron diferencias estadísticamente
significativas (p=0.415). En general de un total de 51 lesiones no traumá-
ticas, 27 de ellas (53%) fueron lesiones musculo tendinosas del miembro
inferior, 25 musculares (49%) y 2 rupturas totales de tendón (4%), repre-
sentando una incidencia lesional de 6,36/1000 horas-partido-jugador. No
se encontraron diferencias estadísticamente significativas según el año
(p=0,53). En la tabla también se pueden observar el número de esas le-
siones en entrenamientos.
En la tabla 5 se muestran acciones del juego en las cuales ocurrieron las
lesiones. La acción de tackle se analizó desde el tackleado y el tackleador,
tanto para backs como para forwards. Las lesiones en los forwards fueron
mayores tanto como tackleadores (15,3%) y tackleados (17,4%), en cambio
para backs la proporción fue la misma (8,3%) en esas categorías. Si bien
son las situaciones en las que más lesiones ocurrieron no hubo diferencias
entre la acción de juego (tackleado/tackleador) y el puesto (p=0,087) en
esta categoría. En los tackleadores la zona lesionada con más frecuencia
fueron los miembros superiores, mientras que en los tackleados los miem-
bros inferiores. Las 2 acciones no traumáticas para la aparición de lesiones
fueron carrera y patear, con una proporción de 29% y 1% respectivamente
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Lic. Eduardo P. Tondelli
TABLA 4. TABLA COMPARATIVA DE LESIONES MÁS FRECUENTES SEGÚN MOMENTO DE PARTIDOS
(CON INCIDENCIA LESIONAL), ENTRENAMIENTOS, POR ACCIÓN TRAUMÁTICA Y ATRAUMÁTICAS.
Esguince Lesión Conmoción Ruptura Luxación Desgarro Desgarro TOTAL
de tobillo estructural cerebral de LCA Gleno de de
de Isquioti- Humeral aductor cuadriceps 144
Número de lesiones 17(11.8) bial 7 (4.9) 6 (4.2) 4 (2.8) 3 (2.8) 127
4 (2.8) ----
9 (6.3) 17
51
en general (proporción en %) 93
Número de lesiones 14 (11) 7 (4.7) 7 (5.5) 6 (4.7) 2 (1.6) 3 (3.1) 4 (1.6)
en partido (proporción en %)
Incidencia lesional 3.3 1.7 1.7 1,4 0.5 0.7 0.5
(lesiones/
1000 horas-partido-jugador)
Número de lesiones 3 (17.7) 2 (11.8) 0 0 2 (11.8) 0 0
en entrenamiento 9 (17.7)
(proporción en %) 8 (8,6) 9 (17.7) --- 3 (5.9) 3 (5.9) 3(5.9) 2 (3.9)
Número de lesiones 0 7(7,5) 3 (3,2) 1(1,1) 0 0
atraumáticas
(proporción en %)
Número de lesiones
traumáticas
(proporción en %)
TABLA 5. LESIONES AGRUPADAS EN FUNCIÓN DE LA SITUACIÓN DE JUEGO ESTRATIFICADAS POR POSICIÓN
SITUACION PROPORCIÓN DE LAS LESIONES EN N Y % TOTAL
Colisión* BACKS FORWARDS 21 / 14.5 %
Ruck 11 / 7.6 % 10 / 6.9 % 1 / 0.7 %
Line out 0/0% 1 / 0.7 % 2 / 1.4 %
Patear** 0/0% 2 / 1.4 % 1 / 0.7 %
Carrera** 1 / 0.7 % 0/0% 29 / 20.1 %
Scrum 14 / 9.7 % 15 / 10.4 % 6 / 4.2 %
Tackleador 0/0% 6 / 4.2 % 34 / 23.6 %
Tackleado 12 / 8.3 % 22 / 15.3 % 37 / 25.7 %
Otro 12 / 8.3 % 25 / 17.4 % 13 / 9.1 %
Total 8 / 5.6 % 5 / 3.5 % 144 / 100 %
58 / 40.3 % 86 / 59.7 %
*Colisiones Accidentales y no accidentales | **Situación del juego no traumática
sobre el total (Tabla 5). La proporción de lesiones en carrera entre los backs
fue de 24.1%, mientras que para los forwards fue de 17.4%, sin diferencias
estadísticamente significativas (p=0.440).
Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78 | 13
Lic. Eduardo P. Tondelli
“Los picos de “ DISCUSIÓN
prevalencia de lesiones En este estudio se describieron los valores de incidencia, frecuencia, pre-
registrados fueron en valencia, tipo, localización, y severidad de las lesiones de un equipo de
Abril (36,8%) 2017, y rugby amateur a dos años. La incidencia de dos temporadas analizadas
Septiembre (22,2%) en este trabajo fue de 30/1000 horas-partido-jugador. Estos resultados
2018. Hasta el no coinciden con los datos publicados Fuller et al. donde este autor re-
momento no se han portó una incidencia de 90.1/1000 horas-partido-jugador en 2015. Sin
encontrado estudios en embargo este estudio presenta aproximadamente tres veces más de ju-
este tipo de población gadores, registrándose estos datos en un período más corto de 7 se-
que reporten mes a manas y además en este estudio la muestra incluida son profesionales.5
mes el valor de En cambio en una revisión sistemática de Yeomans C. et al. presentó un
prevalencia. Una valor de incidencia en una población amateur, cercano al reportado en
posible explicación a este estudio (46.8/1000 horas-partido-jugador), sin embargo este valor es
este comportamiento un promedio de 6 estudios, en los cuales las incidencias reportadas van
temporal en cuanto desde 9/1000 a 52/1000 horas-partido-jugador. 9
a los picos de Los picos de prevalencia de lesiones registrados fueron en Abril (36,8%)
prevalencia podría 2017, y Septiembre (22,2%) 2018. Hasta el momento no se han encontrado
deberse a un exceso estudios en este tipo de población que reporten mes a mes el valor de
de carga física. prevalencia. Una posible explicación a este comportamiento temporal en
cuanto a los picos de prevalencia podría deberse a un exceso de carga
física. La carga física juega un rol clave en la etiopatogenia de lesiones mus-
culo esqueléticas atraumáticas.12 13 Si se registrasen valores inadecuados de
carga aguda y carga crónica, y potenciados por factores circunstanciales
del plantel, podría favorecer a la aparición de dichas entidades.
En cuanto a la naturaleza de las lesiones, el 64,6 % de estas fueron por
mecanismo traumático, dentro de estas el tackle fue la acción de juego
más lesiva (49,3%), pudiendo incluir dos actores, tackleador, que es el
que realiza la acción defensiva y tackleado quien recibe el tackle. Este va-
lor es inverso al reportado por Williams et al. y Yeomans et al. 6 10 Una po-
sible explicación a este comportamiento podría ser el rol de la fatiga en
esta situación de contacto. Gabbett et al. reportó que en situaciones con
altos niveles de fatiga la técnica de tackle iba perdiendo calidad y efec-
tividad.14 A pesar de que la fatiga podría ser una situación lesiva para el
tackleador, en este estudio la población no presentó registro del esfuerzo
percibido así como de otras variables asociadas a fatiga.15 16 Un 35,4% del
total de las lesiones fueron no traumáticas, siendo la carrera la situación
más frecuente (20,1%). Este reporte coincide con los estudios de Yeomans
et al., y Williams et al. y Fuller et al.5 6 9 En cuanto a los tipos de lesiones,
las más frecuentes fueron las articulares siendo el esguince de tobillo la
más representativa, y las músculotendinosas donde predominó la lesión
estructural de músculos isquiotibiales. Estos resultados difieren con los
de Fuller et al. y Yeomans et al. que ubican en primer lugar a las lesiones
articulares de rodilla. 5 9 En un estudio epidemiológico de Mainini et al.
ubican lesión de músculos isquiotibiales en segundo lugar.17 La lesión
estructural de músculos isquiotibiales es una entidad clínica frecuente en
el deporte. Su etiopatogenia puede deberse a múltiples causas como
déficits de fuerza, trastorno de flexibilidad, lesiones previas, entre otras.18
19 20 Debido a la heterogeneidad de posibles causas, su abordaje integral
14 | Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78
Lic. Eduardo P. Tondelli
y temprano podría prevenir posibles episodios.18 20 Con respecto al es-
guince de tobillo su etiología fue mixta, siendo similar la diferencia entre
traumáticas y atraumático. Estas últimas podrían prevenirse con distintas
estrategias. A su vez gran parte de la población estudiada utilizó en su
práctica deportiva intervenciones que podrían alterar el valor reportado.
Si bien este estudio presenta las limitaciones típicas de un diseño retros-
pectivo, es uno de los pocos que reportan datos epidemiológicos en un
equipo de rugby amateur de Argentina. También presenta como forta-
lezas que los datos fueron tomados por un solo evaluador utilizando el
consenso de RICG de World Rugby.11 A su vez, hasta el momento, es el
único trabajo que reporta la prevalencia mes a mes. Futuros estudios de-
berán analizar de forma prospectiva la situación, estableciendo un mayor
tamaño muestral y distintas características demográficas.
CONCLUSIÓN “La lesión estructural “
Este estudio permitió conocer la incidencia, prevalencia, naturaleza, tipo, de músculos
localización y severidad de las lesiones en dos años. Los datos reportados isquiotibiales es una
podrían optimizar futuras intervenciones. entidad clínica
frecuente en el
INTERESES deporte. Su
El autor declara no tener conflicto de intereses. etiopatogenia puede
deberse a múltiples
AGRADECIMIENTOS causas como déficits
A jugadores, Staff, Manager de Rugby Club Los Matreros, Emiliano Nava- de fuerza, trastorno
rro, Fernando Argento, Pablo Policastro. de flexibilidad, lesiones
previas, entre otras.
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16 | Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78
¿ES POSIBLE UN MODELO Lic. Santiago Antinori
PREVENTIVO EN RUGBY?
AUTOR
LIC. SANTIAGO ANTINORI
[email protected]
¿ES POSIBLE UN MODELO PREVENTIVO EN RUGBY? Kinesiólogo Thalus Servicios
El rugby es un deporte histórico a nivel mundial, que en nuestro país ha te- Kinésicos
nido un crecimiento exponencial en los últimos años. Encontrando actual- Kglo. Plantel Superior de
mente en américa un crecimiento anual del 25 % con aproximadamente Rugby Club Universitario
250.000 jugadores activos. 1 El aumento de las competencias nacionales e de Córdoba
internacionales, junto a la creación de equipos franquicia ha potenciado Prevención y Rehabilitación
los requerimientos competitivos locales. En este marco de auge, existe una de lesiones deportivas
fuerte demanda hacia la profesionalización de los agentes satélite encarga-
dos del bienestar del jugador.
La dinámica de un deporte de contacto como este inevitablemente expo-
ne a riesgo lesional a quienes lo practican, de esta manera es bien cono-
cida la incidencia lesional en competencias mundiales e internacionales,
encontrándose cifras como 82,9/1000, 89.1/1000 y 90.1/1000 en los mun-
diales 2007, 2011 y 2015 respectivamente.2,3,4
Pero resulta extremadamente complejo realizar un análisis de estrategias
preventivas en este deporte cuando la literatura local no presenta datos
oficiales para concretar el primer eslabón de reconocimiento del problema
de la cadena preventiva propuesta por Van Mechelen5 y, en ausencia de
datos estadísticos metodológicamente obtenidos y procesados no pode-
mos presentar un escenario de prevención, lo que nos obliga de momento
a utilizar la información que tenemos al respecto obtenida en otras compe-
tencias y traspolarlos a nuestra práctica sabiendo de las diferencias demo-
gráficas, deportivas y culturales que debemos atravesar.
PREVENIR LO IMPREVISIBLE, ¿ES ESTO POSIBLE?
Toda estrategia preventiva debe partir desde la planificación de las activi-
dades a desarrollar. Para ello debemos realizarnos cuestionamientos como
¿qué lesiones esperamos que ocurran?, ¿enfermedades?, ¿Cuáles son las
más serias?, ¿en qué momento ocurren?, ¿Qué mecanismo las causa?, el
propósito de planificar la prevención es mitigar el riesgo previamente re-
conocido al que los atletas están expuestos.6
En este sentido, el rugby tiene una perspectiva doble, con una incidencia
lesional considerable de lesiones de no contacto como el caso de los is-
quiotibiales que representan entre un 6% y 15% y con ratios de incidencia
a nivel internacional de 0.27/1000 horas de exposición en entrenamientos
y 5.6/1000 en partidos, 7, 8,9 y de 6.9/1000 en registros locales. 10
Por otra parte la situación de tackle representa el principal mecanismo
epidemiológicamente analizado en cuanto a situaciones de contacto y le-
sión. La naturaleza balística de estas situaciones de contacto genera altos
momento de aceleración, fuerza y colisión 11 siendo responsables de un
Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78 | 17
Lic. Santiago Antinori
“Discrepancia en las 80% de las lesiones durante partidos internacionales12 y alrededor de un
demandas y registros 60% en registros locales10. (Gráfico 1) Mientras que en un deporte como el
que se observan al futbol los números se acercan a un 44% del total de las lesiones por situa-
comparar disciplinas ciones de contacto.13 Esta discrepancia en las demandas y registros que se
nos obliga a observan al comparar disciplinas nos obliga a replantearnos la eficacia de
replantearnos la un programa preventivo orientado por ejemplo, al control neuromuscular,
eficacia de un cuando observamos altas tasas de lesiones por contacto ya sea con el ri-
programa preventivo val, como con caídas directas al suelo. Como bien sabemos la naturaleza
orientado por ejemplo, de este deporte demanda y exige de manera continua la disputa con el
al control oponente, tanto en formaciones fijas como como en acciones dinámicas
neuromuscular, generadas a alta velocidad y aceleración, lo que en reiteradas ocasiones
cuando observamos genera riesgos y demandas imprevisibles.
altas tasas de lesiones
por contacto ya sea GRÁFICO 1: Porcentaje de lesiones según mecanismos posibles. Extraido de "Análisis epi-
con el rival, como con demiológico de tres temporadas en un equipo senior amateur de rugby en "Argentina".
caídas directas al suelo.
“ ENTONCES ¿ESTAMOS LIBRADOS A SUERTE
ANTE LAS SITUACIONES DE CONTACTO?
Los excesos de aplicación de fuerzas en situaciones de juego de contacto
que esta práctica supone, obligó a profundizar en los riesgos que estas
situaciones implican para jugadores que la practican.14
El registro de lesiones catastróficas no fatales, lesiones espinales, conmo-
ciones cerebrales han llevado a tomar medidas preventivas que estén a la
altura y posibilidad de poder resolver o evitar este tipo de problemáticas,
que en primer medida resultan un problema a futuro para aquellos jugado-
res afectados por alguna lesión invalidante o que genere la disminución de
alguna de su capacidades. 15,16 (Imagen 1). Además representan un proble-
ma sanitario para las instituciones que deben afrontar esos gastos a corto,
mediano y largo plazo. Por último y pensando de manera estrictamente
deportiva, se reconoce que altas tazas lesionales afectan negativamente al
desempeño de equipo en la participación competitiva.17 De esta manera,
el reconocimiento de la extensión de la problemática obligó a profesiona-
les a tomar diferentes estrategias de intervención a fin disminuir las posibi-
lidades de que ocurran este tipo de accidentes. Así, World Rugby investigó
de manera minuciosa más de 600 incidentes que terminaron en un análisis
de golpe de cabeza en 1.516 partidos de primer nivel en todo el mundo
18 | Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78
Lic. Santiago Antinori
entre 2012 y 2015. Un enfoque específico sobre la acción de tackle con- IMAGEN 1: Procedimiento de lesión
sideró una cantidad de condiciones asociadas al mecanismo, incluyendo: catastrófica, UAR, Seguro Rugby.
la presencia de juego sucio; qué pasó en el evento previo; la naturaleza y
ángulo del contacto; la posición de los cuerpos en el punto de impacto;
la altura del tackle; la velocidad relativa en el momento del impacto; la
cantidad de tackleadores; el tipo de tackle; y otras variables. Concluyendo
a partir de esta información que el 76% de todas las lesiones de cabeza
ocurren en el tackle; con una incidencia de lesión para el tackleador de un
72% (dos veces y medio mayor que para el portador), y que la altura del
tackle es un factor importante.18 En este marco las estrategias y decisiones
que se han implementado en diferentes niveles deportivos han apuntado a
utilizar la educación para el reconocimiento y el manejo del paciente trau-
matizado como principal herramienta para mitigar los riesgos producto de
este particular gesto.19
En consecuencia en 2001 la unión de rugby de Nueva Zelanda implementó
de manera conjunta con la Corporación de Compensaciones por Acciden-
tes (ACC) de este país el RugbySmart, un sistema de educación obligatorio
para entrenadores y referees que tiene como objetivo educarlos sobre la
condición del jugador, técnicas seguras en las fases de contacto del juego
y manejo de lesiones20 . (Figura 1). Un análisis retrospectivo realizado en
el año 2008 desde su implementación concluyó en una disminución de
los reclamos realizados a la ACC por cada 100.000 jugadores en cada una
de las áreas a las que el programa apuntó y por contrapartida no tuvo un
impacto significativo en los sitios de lesiones a los cuales no fue dirigido. La
disminución en el número de lesiones denunciadas fue respaldada por los
resultados de encuestas de comportamiento del jugador antes y después
de la aplicación de RugbySmart, notando un aumento de comportamien-
tos seguros en el contacto y técnicas de tackle, scrum y ruck.21
En el año 2008, la Unión Sudafricana de Rugby implementó el BokSmart22,
un sistema de implementación y finalidades similares al RugbySmart.
Un estudio comparativo de las competencias pre aplicación (en tempora-
das 2008 - 2009) versus los años post implementación (2010 – 2013) en-
contró una disminución de lesiones severas anuales en jugadores jóvenes
del 2.5, aunque no halló diferencias significativas para jugadores mayores
en este período.23
En nuestro país, la Unión Argentina de Rugby (UAR) implementó una serie
de modificaciones del reglamento a través del denominado “Rugby Segu-
ro” creado en 2016 con el propósito de prevenir las lesiones catastróficas y
los traumatismos de cráneo, y colaborar para que en todas las situaciones
del juego, sus protagonistas conozcan y lleven adelante las destrezas, téc-
nicas y movimientos correctos generando un ámbito de seguridad. Como
resultado de esto, la UAR reconoció en base a estadísticas que aún no han
sido publicadas, una reducción del 50% en el colapso de los scrums.24
Más allá de la implementación de medidas reglamentarias y educativas,
los kinesiólogos debemos tomar un rol activamente participativo dentro
del Staff. En este sentido, debemos valernos de las mejores intervenciones
disponibles para mitigar el riesgo, trabajando de manera conjunta con pre-
paradores físicos y entrenadores, intentando acceder a medidas que estén
más allá de la simple educación y el cambio reglamentario.
Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78 | 19
Lic. Santiago Antinori
“Debemos valernos “ De esta manera, encontramos que Sewry & Cols.25 realizaron una revisión
de las mejores sistemática sobre intervenciones basadas en ejercicio para la reducción de
intervenciones lesiones en deportes de colisión, sin hallar estudios de alta calidad meto-
disponibles para dológica para analizar.
mitigar el riesgo, Por su parte Emery & Cols.26 en una revisión sistemática con metaanalisisis
trabajando de manera publicada en el año 2017, sugiere que hay un pequeño cuerpo de evi-
conjunta con dencia que sostiene a los programas educativos de manera aislada como
preparadores físicos estrategia para reducir el riesgo de conmoción en deportes de colisión. Sin
y entrenadores. embargo estas estrategias serian útiles para aumentar la identificación y el
manejo de la conmoción en jugadores, padres y entrenadores, y de esta
manera, mejorar la prevención secundaria de lesiones de este tipo.
Las estrategias educativas junto a la reducción de entrenamientos con con-
tacto podrían disminuir los contactos con la cabeza, aunque aún se necesi-
tan más investigaciones que puedan trasladar esta disminución de contac-
tos con la cabeza a una reducción del riesgo de conmoción.26
Por último no se han hallado publicaciones que hayan podido dar cuenta
de estrategias preventivas en la articulación del hombro, probablemente
debido a la dificultad de reducir su incidencia mediante ejercicios simples
de fuerza, reconociendo que ante situaciones de contacto el complejo se
encuentra expuesto a fuerzas que rondan los 1600 newton. 27 Se han suge-
rido mejoras con el entrenamiento de la técnica de tackle aunque aún con
resultados inconclusos. 28
¿PODEMOS MINIMIZAR EL RIESGO DEL “NO CONTACTO”?
Teniendo en cuenta que la perdida de participación deportiva de jugado-
res puede traer resultados negativos en la competencia del equipo, debe-
mos trabajar para maximizar cada una de las posibilidades de disminución
de riesgos y mantenimiento de la competitividad.17
Como anteriormente mencionamos, probablemente las estrategias con las
que contamos para afrontar las situaciones de contacto es aun inconclusa25,
esto obliga a redoblar los esfuerzos por conseguir herramientas simples y
reproducibles que puedan aportar aptitudes físico deportivas que modifi-
quen el perfil de riesgo de situaciones de no contacto.
Las lesiones ligamentarias de rodilla y tobillo conjuntamente con el com-
plejo isquiosural comprenden un 33% de los diagnósticos lesivos por no
contacto en rugby internacional.12 En aproximaciones de competencias
locales de Argentina encontramos a estas tres regiones y sus respectivos
diagnósticos ocupando también las primeras posiciones. 10
En la pasada década hemos experimentado un aumento considerable de
publicaciones que reflejan la eficacia de intervenciones realizadas con el fin
de disminuir potencialmente los riesgos asociados a la práctica deportiva,
fundamentalmente en miembros inferiores. En consecuencia, se registran
reducciones de lesiones de rodilla de un 70% y de esguinces de tobillo
de un 62% en poblaciones juveniles de deportes como el básquetbol,29
reducción de lesiones del complejo isiquiosural de un 70% en poblaciones
de futbol 30 y de manera aún más global, estrategias preventivas como
el FIFA11+ ha demostrado ser efectivo en la disminución de un 32% de
lesiones en futbol e incluso en básquetbol.31 Pero la disimilitud que encon-
20 | Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78
Lic. Santiago Antinori
tramos entre estos deportes y el rugby, es que éste presenta un porcentaje ““Probablemente las
que ronda el 41% de lesiones que afectan al miembro superior, la cabeza y estrategias con las
el cuello12, mientras que en el futbol este porcentaje resulta menor32 lo que que contamos para
supone un interesante desafío al momento de pensar planificar un modelo afrontar las situaciones
preventivo para esta población que presenta un perfil deportivo y lesional de contacto es aun
diferente al resto. inconclusa, esto obliga
De esta manera Stokes & cols. llevaron adelante un ensayo clínico aleato- a redoblar los
rizado que involucró a jugadores semi profesionales, jugadores amateurs y esfuerzos por
jugadores recreacionales de rugby de Inglaterra (Rugby Football Union). En conseguir herramientas
total fueron seleccionados 81 clubes, 41 para grupo intervención y 40 para simples y reproducibles
el grupo control, siendo finalmente 41 clubes seleccionados con 22 clubes que puedan aportar
en grupo intervención y 19 en el grupo control. aptitudes físico
El programa de intervención incluyó ejercicios de propiocepción, movili- deportivas que
dad y fuerza en una estructura progresiva dirigida a miembros inferiores, modifiquen el perfil de
hombros, cabeza y cuello. Además el grupo intervención incorporó un pro- riesgo de situaciones
tocolo de “entrada en calor” con ejercicios de propiocepción y estabilidad, de no contacto.
resistencia, perturbaciones, cutting, pliometría y aterrizajes relacionados al
deporte, todo esto con demandas de calidad de movimiento y alineación
corporal con el feedback de entrenadores. Por su parte el grupo control
incluyo flexibilidad dinámica, y ejercicios de resistencia no direccionado
con un formato de progresión similar al de intervención.
Este protocolo fue implementado dos veces a la semana durante aproxi-
madamente 15 minutos en entrenamientos y una vez a la semana como
“entrada en calor” en partidos.
En conclusión, hallaron una disminución significativa en la incidencia lesio-
nal total y una disminución del 40% de la incidencia de lesiones severas en
el grupo intervención comparado con el grupo control. Particularmente el
grupo intervención se vio beneficiado de un 60% de reducción en conmo-
ciones y un 40% en la incidencia de miembros inferiores comparado con el
grupo control.32
Por su parte Brooks & Cols. analizaron una cohorte de 296 jugadores de
rugby pertenecientes a 12 de 13 clubes de la English Premiership durante
las temporadas 2002 – 2003 y 2003 – 2004. Reportaron lesiones muscula-
res semanalmente considerando zona, mecanismo, severidad y exposición.
Finalmente concluyeron que el curl nórdico podría reducir la incidencia y
severidad de las lesiones musculares de isiquiotibiales durante entrena-
miento y competición.7
Evans & Cols.33 observaron en una cohorte prospectiva de dos grupos de
jugadores de rugby, sometiendo al grupo intervención a ejercicios espe-
cíficos de fuerza y control neuromuscular de la musculatura lumbopelvica,
mientras que el grupo control realizó un protocolo general de ejercicios.
No hallaron disminución en la cantidad de lesiones lumbopelvicas, aunque
si encontraron una disminución notable de la severidad de las lesiones ocu-
rridas en el grupo intervención para con el grupo control.
Por lo tanto, probablemente, contemos con precedentes en la literatura
que deberíamos adaptar y validar a nuestras poblaciones, con el fin de tra-
bajar de manera sistemática sobre aquellas situaciones que están exentas
de la transmisión de fuerzas de un rival o de la misma práctica deportiva.
Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78 | 21
Lic. Santiago Antinori
Tal y como se demostró en otros deportes31, la incorporación de activida-
des direccionadas a estructuras o lesiones específicas, podría traer benefi-
cios en la prevención de esta problemática.
IMAGEN 2: Tres pasos de investigación ne- ¿SABEMOS REALMENTE CON QUE HERRAMIENTAS CONTAMOS?
cesarios para desarrollar y validar un pro- Lamentablemente, la escasez de información publicada en nuestro medio
grama de screening. nos representa el primer problema para pensar preventivamente.
Por otra parte, la utilización de “screenings” como punto de partida para
la prevención de lesiones ha sido discutida en la literatura. Bahr, 34 funda-
menta esta dificultad en la necesidad de cumplir obligatoriamente con tres
steps para poder utilizar los screenings como herramientas válidas. (Imagen
2). En Primer lugar supone encontrar una fuerte relación entre los marcado-
res seleccionados y el riesgo de lesión. En segundo lugar, las propiedades
del test deben ser examinadas en poblaciones relevantes, usando herra-
mientas estadísticas apropiadas. Por último, la necesidad de documentar
que una intervención dirigida sería más beneficiosa que una intervención
cualquiera. Por lo tanto los screenings serían muy útiles para detectar rela-
ciones altamente significativas con el riesgo de lesiones, permitiendo una
mejor comprensión de los factores causales, aunque se discute la posibili-
dad de prevenir lesiones a partir de estas pruebas.34
Desde una perspectiva biomecánica, la lesión puede verse como resultado
de un tejido expuesto de forma aguda a una fuerza que excede su capacidad
de tolerancia normal o a la exposición repetida a fuerzas submáximas que
resultan nocivas. La tolerancia de carga es específica del tejido y depende de
la naturaleza, magnitud y velocidad de carga, además de otras características
intrínsecas del jugador tales como estado físico y antecedentes de lesiones
previas. Las estrategias de entrenamiento preventivo pueden reducir el daño
al tejido a través de la reducción de las fuerzas externas que actúan en el
tejido, alterando la postura, la cinemática y mejorando la capacidad de un
tejido específico para resistir la carga impuesta.35 En este sentido, el manejo
y control de cargas aparecería como una de las opciones más recientes y fia-
bles para monitorear el stress que sufre el jugador, observando en jugadores
de rugby de elite mayor protección contra los cambios de stress en entre-
namiento en aquellos que sostienen una carga crónica de entrenamiento
mayor.36 Entonces, si bien los “screenings” que habitualmente utilizamos se
encuentran metodológicamente discutidos, el simple hecho de monitorear
las condiciones a las cuales se encuentran expuestos nuestros deportistas
podría ser una de las herramientas más validas con las que contamos para
mantenerlos dentro de umbrales seguros en la práctica deportiva.
CONCLUSIÓN
De esta manera, probablemente aún nos queda camino por recorrer en lo
que respecta a la prevención de lesiones en rugby debido a las discrepan-
cias que presenta con respecto a otros deportes.
En primera medida debemos aunar criterios en relación al reconocimiento
y extensión de la problemática que manejamos, estandarizar la toma y el
registro de datos epidemiológicos nos brindaría la posibilidad de anclar el
primer eslabón de la cadena.
22 | Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78
Lic. Santiago Antinori
Reconocer que cambios en las reglamentaciones y educación de los agen- “En primera medida “
tes externos podría tener buenos resultados en el manejo del jugador con- debemos aunar
mocionado así como también en el reconocimiento del mismo, pero aún criterios en relación
no parece haber estrategias claras que puedan evitar este tipo de acciden- al reconocimiento
tes dada la naturaleza de contacto del deporte. y extensión de la
Además la aparición y estandarización de actividades de pre activación en problemática que
partidos y su implementación en entrenamientos podría traer beneficios en manejamos,
la reducción de lesiones de miembros inferiores.32 estandarizar la toma
y el registro de datos
UN LLAMADO A LA ACCIÓN epidemiológicos nos
Es extremadamente necesario que los kinesiólogos que estamos involucra- brindaría la posibilidad
dos en las actividades deportivas seamos conscientes de la necesidad de de anclar el primer
investigar y promover la investigación en nuestro medio. Resulta sumamen- eslabón de la cadena.
te complejo realizar intervenciones sin contar con una base sustentable.
Si bien el acceso y la difusión de la literatura nos han marcado el camino,
probablemente es tiempo de comenzar a transitar nuestro propio sendero.
Ser realmente conscientes de los sesgos que acarrea la aplicación de inter-
venciones que han sido validadas en poblaciones muchas veces diametral-
mente opuestas a nuestra realidad.
Es un trabajo duro en muchas ocasiones. El amateurismo, la falta de recur-
sos e incluso el paradigma de kinesiología con el que estamos intentando
romper nos complejiza aún más. Pero debemos saber que existen herra-
mientas simples y fiables, que se encuentran disponibles para todos aque-
llos que estemos interesados en promover, documentar y difundir nuestra
práctica.
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24 | Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78
CONMOCIÓN CEREBRAL EN RUGBY. AUTORES
RECONOCIMIENTO, MANEJO LIC. ANDRÉS E. THOMAS
Y RETORNO AL JUEGO. [email protected]
xxxxxx
CONMOCIÓN CEREBRAL. DEFINICIÓN Kinesiólogo Fisiatra (UBA)
La conmoción cerebral (CC) es una lesión cerebral traumática que resulta M.P. 5458
en una alteración de la función cerebral. La CC tiene muchos síntomas sien- Kinesiólogo UROBA
do los más comunes: dolor de cabeza, mareos, disturbios en la memoria o (Unión de Rugby del Oeste
problemas de equilibrio. (1) de Buenos Aires)
La pérdida de conocimiento, por haber sido noqueado ocurre en menos Educador Médico World
del 10% de las conmociones cerebrales. La pérdida de conocimiento no es Rugby. Licencia Nro. 1959
un requerimiento para el diagnóstico de una CC. Miembro Comisión Directiva
La CC refleja una lesión funcional más que estructural, es por esto que las AKD
imágenes estándar como TAC o RNM de cerebro son normales (2); la causa Director de BeFit Chacabuco.
de esto es la lesión axonal difusa, generando un daño axonal por estira- Centro de Rehabilitación y
miento y colapso posterior a las 24 o 48 horas que es imperceptible a los Entrenamiento.
estudios de imágenes tradicionales. Esto afecta la función cerebral normal,
generando diferentes síntomas dependiendo del lugar de la lesión. JUAN SEJAS
Más aun, se ha reportado que el 28% de las CC con tomografías computa- [email protected]
das normales demuestran lesiones en los scan de resonancias magnéticas
2 semanas posteriores al trauma, con lesiones tipo contusiones o focos de Terapista Físico (USAL)
múltiples hemorragias axonales, siendo esto asociado con peores pronós- M.P. 1497
ticos. (3) Especialista en Kinesiología
La mayoría de los pacientes que sufren síntomas post CC, sean deportivas del Deporte (U.FAV.)
o no, presentan resolución de los síntomas entre 1 y 2 semanas posteriores Educador Médico World
(4). Sin embargo, existe un subgrupo en el que persisten los síntomas, cono- Rugby. Licencia. Nro. 1955
cido como síndrome de postconmocion. Estos síntomas son más variables Staff Rugby Seguro UAR
que los de una CC inicial y difíciles de determinar, por lo que su prevalencia (Referente URBA)
es difícil de estimar; se estima que ocurre en un 10-15% de los casos (4). Miembro Subcomisión
Además, como consecuencia de múltiples CC, se ha descripto un desorden Seguridad del Juego URBA
neurodegenerativo crónico llamado Encefalopatía Traumática Crónica, que
ha sido muy bien reportado en deportistas que realizan deportes de con-
tacto y militares retirados, y ha tomado gran relevancia tanto en los medios
e investigadores, como en la sociedad en general. Esta condición no es
nueva, ya Martland lo había descripto en 1928 en boxeadores retirados y la
había llamado Síndrome del Borracho Golpeado (Punch Drunk Syndrome),
y ya describía que los traumatismos en la cabeza a repetición podrían cau-
sar desórdenes neurológicos crónicos y progresivos (5).
CONSENSO DE ZÚRICH
En octubre de 2016 se realizo la 5ta conferencia mundial sobre CC en el
deporte, generando el Grupo de expertos creadores del Consenso sobre
Conmoción en el Deporte (CISG), siendo publicado en 2017 (6).
Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78 | 25
Lic. Andrés E. Thomas | Juan Sejas
“La pérdida de“ Este documento es de gran ayuda para todos los profesionales de la salud
conocimiento, encargados de cuidar el bienestar de los deportistas, tanto profesionales
por haber sido como amateurs o recreativos.
noqueado ocurre World Rugby (órgano que regula el rugby a nivel mundial) toma el Bienestar
en menos del Jugador muy seriamente y tuvo un rol central en el desarrollo de las De-
del 10% de las claraciones del Consenso de Zúrich de 2008 y 2012 sobre CC en el Deporte.
conmociones SI bien este documento es el consenso actual entre los expertos mundiales,
cerebrales. los conocimientos en el área avanzan año a año, por lo que es una guía que
La pérdida de puede variar con nuevas investigaciones.
conocimiento Es a partir de este documento que cada organización deportiva mundial,
no es un sobre todo aquellas que representan deportes de colisión como el rugby,
requerimiento han tomado medidas para concientizar entre todos los participantes del
para el diagnóstico deporte la gravedad de esta lesión, y la difusión de información sobre el
de una CC. reconocimiento y manejo inicial de esta lesión, y a los profesionales de la
salud el correcto manejo inmediato y los pasos a seguir para su retorno al
deporte de forma segura.
ESTADÍSTICAS
La CC es una lesión, que años atrás no se tomaba como tal, por lo que las
estadísticas de incidencias hace 20 años no eran incluidas en los reportes.
Como muestra la siguiente figura, la liga inglesa, una de las más poderosas
del mundo comenzó a publicar los índices de incidencia a partir del año
2012, creciendo año a año en cantidad por hora de juego (Figura 1). (7)
Sin embargo, este dato que aparecía como estable desde 2002 habría que
observarlo con cuidado, ya que el conocimiento y la práctica para el reco-
nocimiento y diagnóstico ha mejorado año tras año; por lo que podríamos
inferir que no solo ha aumentado la incidencia, sino que también ha au-
mentado el número de CC reconocidas, siendo antes subdiagnosticadas
(Figura 3).
FIGURA 1
englandrugby.com/news/profesional-rugby-injury-survillance-report-published-1317296
Otro dato importante publicado por la Unión Inglesa de Rugby muestra
que el número total de lesiones aumenta en los jugadores que han sufrido
26 | Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78
Lic. Andrés E. Thomas | Juan Sejas
FIGURAS 2 Y 3
una CC, por lo que podríamos inferir que se transforma en un gran factor
de riesgo para sufrir lesiones musculoesqueléticas (Figura 2).
En una investigación de World Rugby, realizando un relevamiento de las
lesiones durante 1500 partidos, determinaron que (7)
• 76% de las CC ocurren durante la situación de tackle.
• El 72% de las lesiones en la cabeza las sufre el tackleador.
• El riesgo de lesión para ambos jugadores en un tackle a mayor intensidad
aumenta 4,3 veces.
• El contacto cabeza con cabeza aumenta 6,5 las posibilidades de una CC
que un tackle a la altura de las caderas.
Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78 | 27
Lic. Andrés E. Thomas | Juan Sejas
“La CC puede ser FIGURA 4. Publicado en https://www.world.rugby/news/389938
causada por un
golpe en la cabeza, En base a esto se han tomado medidas preventivas para disminuir esta
pero puede también situacion de juego peligroso para el bienestar del jugador. Una medida ini-
ocurrir cuando golpes cial es aumentar las sanciones de conductas peligrosas; de esta manera la
en otras partes del Premiership Inglesa a disminuido un 14,3% la incidencia de CC (Figura 4).
cuerpo resultan en
un rápido movimiento
de la cabeza,
por ejemplo,
lesiones del tipo
del latigazo cervical.
“
FIGURA 5. La educación en la técnica de tackle resulta fundamental para la prevención de
lesiones, entre ellas la CC; la incorrecta colocación de la cabeza al momento del impacto es
una de las principales causas.
¿QUÉ CAUSA LA CONMOCIÓN CEREBRAL?
La CC puede ser causada por un golpe en la cabeza, pero puede también
ocurrir cuando golpes en otras partes del cuerpo resultan en un rápido mo-
vimiento de la cabeza, por ejemplo, lesiones del tipo del latigazo cervical.
¿Quién tiene riesgo de sufrirla?
Las conmociones cerebrales pueden ocurrir a cualquier edad. Sin embargo,
los deportistas niños y adolescentes:
28 | Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78
Lic. Andrés E. Thomas | Juan Sejas
• Son más propensos a la CC
• Tardan más en recuperarse
• Tienen más problemas significativos de memoria y de procesamiento
mental.
• Son más propensos a raras y peligrosas complicaciones neurológicas,
incluida la muerte causada por un único o segundo impacto.
Los deportistas con un historial de dos o más conmociones cerebrales den-
tro del último año tienen más riesgo de lesiones cerebrales adicionales y
recuperación más lenta y deben procurar la atención médica de médicos
experimentados en el manejo de la CC antes de retornar al juego (1).
RECONOCIMIENTO DE LA CONMOCIÓN CEREBRAL FIGURA 6. La altura del impacto al momen-
Muchas ocasiones la conmoción es fácilmente detectable y reconocible, to del tackle es una de las situaciones que
sobre todo cuando los signos y síntomas son muy visibles, como por ejem- se intenta reducir, aplicando sanciones mas
plo la pérdida de conocimiento tras un traumatismo. Sin embargo en mu- duras a quien realiza este tipo de gestos.
chas ocasiones los síntomas no son tan fáciles de identificar, sobre todo
desde la distancia que separa al jugador dentro del campo de juego y el
cuerpo médico al costado del mismo.
Algunos de los síntomas que usted puede ver desde la distancia:
• Pérdida de conocimiento
• Aturdido, mirada perdida
• Se levanta del suelo con lentitud
• Convulsiones
• Respuesta tónica, recostado con brazos rígidos apuntando al cielo
• Pérdida de equilibrio, descoordinado, atáxico, o que no tiene comporta-
miento acorde al juego.
• Sobrexitado, exageradamente emotivo o irritable
• Vómitos
Si el profesional al sospechar una conmoción, se acerca al jugador y lo inte-
rroga, el mismo puede referirle algunos de los siguientes síntomas:
• Dolor de cabeza o sensación de presión en la cabeza pos traumatismo
• Mareos
• Nauseas
• Alteración de la visión (visión doble)
• Confusión, alteración de la memoria, obnubilación, sensación de estar
lento.
• Hipersensibilidad a la luz o el ruido.
Es importante recordar que la pérdida de conocimiento o Knock out ocurre
en menos del 10% de las CC, y es un punto que genera mucha confusión.
En un documento publicado en el año 2013 por McCrory y cols. (8), genera-
do a partir del consenso de expertos en Zúrich en el año 2012, se publica-
ron elementos de reconocimiento de la CC.
A partir de dicho consenso las asociaciones dedicadas a los deportes de
contacto como FIFA, F-MARC, COI, WORLD RUGBY, entre otras, difundie-
Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78 | 29
Lic. Andrés E. Thomas | Juan Sejas
FIGURA 7 ron el Pocket Concussion Recognition Tool (Herramienta Rápida de Reco-
nocimiento de la CC), una herramienta de bolsillo para ayudar a reconocer
la CC no solo a los profesionales de la salud sino a toda persona compro-
metida con el desarrollo de los deportes como coaches, árbitros y depor-
tistas (Figura 7).
Si alguno de estos signos y síntomas es positivo o sospecha que sean po-
sitivos, o si no puede responder las preguntas que evalúan la memoria, el
jugador debe ser retirado del campo de juego para ser evaluado detenida-
mente. En caso de confirmarse el jugador debe ser retirado definitivamen-
te del campo de juego, ser evaluado por un profesional médico y realizar
el protocolo del plan de retorno gradual al juego.
¿Qué preguntas le hace a niños (12 años y menos)? (9)
La imposibilidad de responder a cualquiera de estas preguntas correcta-
mente es una fuerte indicador de CC o por lo menos de conmoción cere-
bral sospechada (CCS).
“¿Dónde estamos?”
“¿Es antes o después del almuerzo?”
“¿Cuál fue su última materia / clase?” o “¿Qué equipo fue el último en
marcar puntos en este partido?”
“¿Cómo se llama su maestra?” o “¿Cómo se llama su entrenador?”
SCAT3™
En la medicina deportiva es bien reconocido que la CC está entre las lesio-
nes más difíciles de diagnosticar, evaluar y manejar. Esto se dificulta más
por el hecho de que no hay una herramienta o método perfecto de diag-
nóstico de la CC.
El diagnóstico clínico sigue siendo el elemento insustituible.
El Método de Evaluación de Conmoción Cerebral Deportiva™ (SCAT3™)
se usa en apoyo del diagnóstico clínico de un médico o profesional de
la salud. El SCAT3™ no debe ser usado como un método independien-
te de diagnóstico de CC, para medir la recuperación o tomar decisiones
respecto de cuándo el deportista está listo para retornar a la competición
después de una CC.
El SCAT3™ es un método de evaluación multimodal diseñado para ser
usado por médicos y profesionales de la salud en apoyo de su evaluación
clínica. El SCAT3™ incluye:
• una evaluación de síntomas
• una evaluación neurológica
• un examen del estado cognitivo o mental
• una evaluación de equilibrio.
El SCAT3™ es una herramienta normalizada para evaluar la CC en depor-
tistas lesionados que puede usarse en deportistas desde los 13 años en
adelante. Para niños de 5 a 12 años, se debe usar SCAT3 Infantil.
Calificación del SCAT3
SCAT3™, presentado después de la Conferencia de Consenso sobre con-
moción cerebral de Zúrich 2012, recomienda que cada item, es decir:
30 | Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78
Lic. Andrés E. Thomas | Juan Sejas
• listado de control de síntomas
• evaluación cognitiva – evaluación de memoria SAC
• evaluación de equilibrio
Cada uno debe ser comparado con la referencia de cada ítem. Cualquier
variación en los resultados de uno o más ítems, es un fuerte indicador de CC.
En ausencia de testeos de referencia, World Rugby ha determinado un
rango de datos de referencia relacionado con más de 700 jugadores de
Rugby. Si no hubiera disponibles datos de referencia, lo que sigue debe ser
fuertemente considerado en favor de un diagnóstico de CC:
Listado de control de síntomas:
• uno o más síntomas declarados en la lista de síntomas que no experi-
mente habitualmente el jugador después de un partido o entrenamiento
de Rugby
Evaluación de equilibrio:
• Tres o más errores en el test de marcha en tándem, o
• Cuatro o más errores en el test de postura sobre una pierna, o
• Falló la evaluación de la marcha en tándem en una de las 4 pruebas; O
Evaluación SAC: “FIGURA 8
Calificación total SAC: 24 o menos
Calificación de concentración (números orden inverso): 2 o menos “En la medicina
Prueba de Memoria diferida: 3 palabras o menos deportiva es bien
En el modulo Manejo de la conmoción cerebral para Médicos y Profesio- reconocido que la CC
nales de la Salud (10) se pueden observar los videos completos donde se está entre las lesiones
aprecia la correcta evaluación de la SCAT3 más difíciles de
diagnosticar, evaluar
CONMOCIONES CEREBRALES RECURRENTES O MÚLTIPLES (10) y manejar. Esto se
Los deportistas con un historial de dos o más conmociones cerebrales en dificulta más por el
el último año tienen mayor riesgo de una lesión cerebral posterior y de una hecho de que no
recuperación más lenta y deben procurar atención médica de un médico hay una herramienta
experimentado en el manejo de la CC antes de retornar al juego. o método perfecto
Además, una historia de múltiples conmociones cerebrales o jugadores de diagnóstico
con síntomas inusuales o recuperaciones prolongadas deben ser evaluados de la CC.
y manejados por profesionales de la salud con experiencia en CC relacio-
nada con el deporte.
Worl Rugby está ocupado en difundir y crear conciencia entre los cuerpos
médicos y los participantes del deporte, incluidos entrenadores, jugadores,
árbitros, preparadores físicos y público en general para el correcto recono-
cimiento y manejo de la CC. Una de las principales campañas tiene como
principal imagen la siguiente (Figura 8).
A la consigna IDENTIFICAR Y RETIRAR deberíamos agregarle REPORTAR;
nos referimos a dejarlo asentado en la tarjeta oficial de partido, de esta
manera el jugador estará inhabilitado automáticamente para jugar hasta al
menos no transcurran los tiempos mínimos de un retorno gradual al juego.
Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78 | 31
Lic. Andrés E. Thomas | Juan Sejas
“Cualquier jugador“ MANEJO DE LA CONMOCIÓN CEREBRAL O DE LA CONMOCIÓN
con CC o CCS debe CEREBRAL SOSPECHADA (10)
ser inmediata y Es muy importante tener el conocimiento y estar debidamente entrenado
definitivamente para el correcto y seguro manejo en la cancha de una CC o de una CCS en
retirado del un entrenamiento o durante un partido.
entrenamiento o Cualquier jugador con CC o CCS debe ser inmediata y definitivamente
partido. Se deben retirado del entrenamiento o partido. Se deben seguir adecuados proce-
seguir adecuados dimientos de emergencia especialmente si se sospecha que puede haber
procedimientos una lesión en el cuello. En este caso el jugador sólo debe ser retirado por
de emergencia profesionales de atención de emergencia de la salud con adecuada capa-
especialmente si citación en cuidado de la columna vertebral.
se sospecha que El personal médico al costado de la cancha, coaches, jugadores o padres y
puede haber una tutores que sospechen que un jugador puede haber sufrido una CC debe
lesión en el cuello. poner todo su esfuerzo para que ese jugador sea retirado del campo de
juego de un modo seguro.
Una vez que haya sido retirado en forma segura, el jugador lesionado no
debe retornar a ninguna actividad ese día y debe ser examinado médica-
mente. La mayoría de las CC evoluciona favorablemente en las primeras
horas.
Manejo urgente de una CC o una CCS
Si alguno de los siguientes signos y síntomas es informado o se observa, el
jugador debe ser transportado para evaluación médica urgente al hospital
más cercano:
• el jugador se queja de fuerte dolor en el cuello
• nivel de consciencia se deteriora (somnolencia)
• confusión o irritabilidad en aumento
• dolor de cabeza fuerte o en aumento
• vomita repetidamente
• inusual cambio de comportamiento
• convulsiones (sacudidas)
• visión doble
• debilidad u hormigueo / ardor en brazos o piernas
En todos los casos de CC o CCS se recomienda enfáticamente que el ju-
gador sea enviado a un profesional médico o del cuidado de la salud para
tener un diagnóstico y recomendación respecto del manejo y retorno a
la práctica, aun cuando los síntomas desaparezcan. Sólo en circunstancias
raras y excepcionales un jugador con CC o CCS no será evaluado médica-
mente.
Primeras 24 horas; Jugadores con CC o CCS:
• no se los debe dejar solos las primeras 24 horas
• no deben consumir alcohol las primeras 24 horas y después deben evitar
el alcohol hasta contar con el alta de un médico o profesional de la salud
o si no estuviera disponible el consejo de un médico o profesional de
la salud, el jugador lesionado debe evitar el alcohol hasta estar libre de
síntomas
• no debe conducir un vehículo motor y no debe volver a conducir hasta
32 | Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78
Lic. Andrés E. Thomas | Juan Sejas
contar con el alta de un médico o profesional de la salud o si no estuviera
disponible el consejo de un médico o profesional de la salud no debe
conducir hasta estar libre de síntomas.
• Reposo del cuerpo, reposo del cerebro
• El reposo es la piedra angular del tratamiento de la CC. Esto implica
el descanso del cuerpo, ‘reposo físico’ y el reposo del cerebro, ‘reposo
cognitivo’.
Esto significa evitar:
• las actividades físicas tales como correr, bicicleta, natación, etc.
• actividades cognitivas, tales como tareas en la escuela, tareas para el
hogar, leer, televisión, video juegos, etc.
Adultos ““El reposo es la piedra
El reposo físico debe durar como mínimo una semana para cualquier ju- angular del tratamiento
gador adulto con CC o CCS. Este descanso físico comprende 24 horas de de la CC. Esto implica
descanso físico y cognitivo total seguido de un reposo relativo (actividad el descanso del
que no induce o agrava los síntomas) por el resto de la semana. Se autori- cuerpo, ‘reposo físico’
zará el regreso con precaución a actividades cognitivas (“pensar”) después y el reposo del
de un reposo obligatorio de 24 horas de reposo total (físico y cognitivo) en cerebro, ‘reposo
la medida que los síntomas asociados a la CC no se agraven. cognitivo’.
Después de un período de una semana de reposo físico el jugador: El reposo físico debe
durar como mínimo
• debe estar libre de síntomas o si existieran síntomas previos a la lesión, una semana para
estos deben haber retornado al nivel previo a la CC con el reposo; cualquier jugador
adulto con CC o CCS.
• debe ser autorizado por un médico o profesional de la salud aprobado
antes de comenzar un programa de Retorno Gradual al Juego; y
• debe seguir (y completar) este programa de Retorno Gradual al Juego
(GRTP) que debe ser consistente con el Protocolo GRTP de World Rugby
incluido más adelante en estos lineamientos.
Niños y adolescentes
El reposo físico será de un mínimo de dos semanas para los niños o ado-
lescentes (18 años o menos) con CC o CCS. Este reposo físico comprende
un mínimo de 24 horas de reposo físico y cognitivo total seguido de un
reposo relativo (actividad que no induce o agrava los síntomas) por el resto
de las dos semanas. Se autorizará el regreso con precaución a actividades
cognitivas (“pensar”) después de un reposo obligatorio de 24 horas de
reposo total (físico y cognitivo) en la medida que los síntomas asociados a
la CC no se agraven.
Después del período de reposo físico de dos semanas el jugador:
• debe estar libre de síntomas o si existieran síntomas previos a la lesión,
estos deben haber retornado al nivel previo a la CC con el reposo;
• debe ser autorizado por un médico o profesional de la salud aprobado
antes de comenzar un programa de Retorno Gradual al Juego; y
• si es un estudiante, debe haber retornado al colegio o actividades ple-
nas de sus estudios;
Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78 | 33
Lic. Andrés E. Thomas | Juan Sejas
• debe seguir (y completar) el programa de Retorno Gradual al Juego
(GRTP) que debe ser consistente con el Protocolo GRTP de World Rugby
incluido más adelante en este artículo.
Los niños y adolescentes deben ser manejados en forma más conservadora
que los adultos. World Rugby requiere que un niño o adolescente con CC o
CCS tenga un reposo físico de por lo menos dos semanas y si después está
libre de síntomas completar un programa de Retorno Gradual al Juego
después de este período mínimo de dos semanas de reposo físico.
FIGURA 9: Técnica de MILS LESIONES ASOCIADAS Y DISTRACTIVAS
Aunque las lesiones de la médula espinal son muy raras en el Rugby, las
“En cada situación de lesiones espinales sin afectar la médula ocurren con mucha más frecuencia.
contacto donde el Las primeras son, sin embargo, lesiones con grandes consecuencias y es
jugador queda tendido por lo tanto importante que los que presten atención al costado de la can-
en el campo de juego, cha sean capaces de reconocer y manejar adecuadamente las lesiones en
cuando se sospeche la columna, en particular aquellas que tienen el potencial de causar daño a
un CC y el jugador la médula espinal .(11)
no tenga su nivel de En cada situación de contacto donde el jugador queda tendido en el cam-
conciencia óptimo po de juego, cuando se sospeche un CC y el jugador no tenga su nivel de
para colaborar con la conciencia óptimo para colaborar con la evaluación, se recomienda tratar al
evaluación, se jugador como PACIENTE CON POTENCIAL LESION CERVICAL.
recomienda tratar En estos casos se debe abordar al jugador con la maniobra de ESTABILIZA-
al jugador como CION MANUAL EN LINEA (MILS), maniobra utilizada para estabilizar ma-
PACIENTE CON nualmente la columna cervical mientras se realiza la evaluación y maniobras
POTENCIAL LESION correspondientes (Figura 9).
CERVICAL. En los casos que se confirme una lesión cervical o que no se puede descar-
tar la misma asociada o no a la CC, se debe mantener MILS hasta inmovi-
lizar con collar cervical y retirar del campo de juego de forma inmovilizada
y controlada. Si bien es una situación de potencial gravedad, si los signos
vitales se encuentran estables, no requiere ser tratado como una situación
de urgencia (Figura 10).
“ FIGURA 10: Maniobra de giro controlado para retirar del campo de juego un jugador con
potencial lesión cervical.
34 | Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78
Lic. Andrés E. Thomas | Juan Sejas
Otro punto a tener en cuenta, son las lesiones distractivas. Estas son lesio- “FIGURA 11: El GRTP debe ser supervisado
nes que llaman mucho la atención por su presentación pero que pueden por el terapeuta en todas sus fases.
distraernos en una primera evaluación de un paciente con un traumatismo
de cráneo. “La principal lesión
La principal lesión distractiva asociada a la CC es la herida sangrante. A distractiva asociada
menudo se presentan en el rugby y otros deportes lesiones sangrantes en a la CC es la herida
rostro o cuero cabelludo, que pueden distraer al terapeuta de una CC. sangrante. A menudo
Se recomienda enfáticamente cuando se presenta esta circunstancia, no se presentan en el
olvidar que por detrás de esa herida que nos llama la atención y ocupa rugby y otros deportes
nuestra atención puede existir asociada una CC, por lo tanto se debe con- lesiones sangrantes
trolar el sangrado a la vez que se evalúa minuciosamente un CCS. en rostro o cuero
cabelludo, que pueden
RETORNO GRADUAL AL JUEGO (GRTP) distraer al terapeuta
Debemos tomar muy en serio el manejo de la CC para cuidar la salud y de una CC.
bienestar de los jugadores responsablemente tanto a corto como a largo
plazo.
Durante el período de recuperación el cerebro puede ser más vulnerable
a lesiones y si el jugador volviera a golpearse antes de estar totalmente
recuperado podrían producirse,
• síntomas durante más tiempo (dolor de cabeza, mareos o repetir inme-
diatas conmociones).
• el aumento de hasta 50% de sufrir lesiones musculares y articulares (des-
garros y esguinces).
• posibles consecuencias psicológicas (ansiedad o depresión, a largo plazo)
• enfermedades degenerativas del sistema nervioso central (a largo plazo
como CTE Encefalopatía Traumática Crónica).
• edema cerebral grave y fatal, conocido como el Síndrome de Segundo
Impacto.
Por tales motivos se recomienda seguir el Programa de Retorno Gradual al
Juego como modo seguro de volver al deporte.
El principio del Programa GRTP (Gradual Return To Play) es garantizar que
los niveles de actividad en aumento no provoquen una recurrencia de sín-
tomas de la CC en el jugador.
El jugador puede progresar a una nueva etapa cada 24 o 48 horas, siempre
que la etapa actual no provoque síntomas.
Todos los jugadores que tengan una sospechada o diagnosticada CC de-
ben seguir un programa de retorno gradual al juego.
El programa GRTP sólo debe comenzar después de haberse completado el
período de reposo recomendado y sólo si el jugador está libre de síntomas
y sin medicaciones que modifiquen los síntomas de la CC.
Si durante la ejecución del programa GRTP el jugador manifiesta o se ob-
serva algún síntoma, se debe retornar a la etapa previa por un período de
24 horas e intentar luego avanzar nuevamente.
World Rugby recomienda que un médico o profesional de la salud califica-
do (Kinesiólogo/Terapista Físico) supervise el GRTP.
Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78 | 35
Lic. Andrés E. Thomas | Juan Sejas
El protocolo de GRTP de World Rugby refleja el mismo protocolo de GRTP
del Consenso Internacional de Zurich sobre CC (actualizado en Berlín 2016)
y contiene 6 etapas,
• la primera etapa es el período de reposo recomendado
• las cuatro etapas siguientes son actividades de entrenamiento restringidas.
• la etapa 6 es el retorno al juego
FIGURA 12: Maniobra de giro controlado para retirar del campo de juego un jugador con
potencial lesión cervical.
Es crítico que todos los síntomas de la CC o de la CCS hayan desaparecido
por completo ante de iniciar el programa GRTP.
FIGURA 13: Diagrama de Retorno al juego de Rugby Seguro (UAR)
RETONO GRADUAL AL JUEGO (GRTP) 6 ETAPAS
El objetivo de ésta progresión, al margen del reposo inicial prioritario, es
acompañar los tiempos y estimular el proceso fisiológico de recuperación
de la función cerebral al tiempo que se controla fundamentalmente la apa-
rición o no de síntomas en relación a la actividad de cada etapa.
Adultos
El reposo físico debe durar como mínimo una semana para cualquier ju-
gador adulto con CC o CCS. Este descanso físico comprende 24 horas de
36 | Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78
Lic. Andrés E. Thomas | Juan Sejas
FIGURA 14: Etapas de GRTP
descanso físico y cognitivo total seguido de un reposo relativo (actividad
que no induce o agrava los síntomas) por el resto de la semana. Se autori-
zará el regreso con precaución a actividades cognitivas (“pensar”) después
de un reposo obligatorio de 24 horas de reposo total (físico y cognitivo) en
la medida que los síntomas asociados a la CC no se agraven.
Después de un periodo de una semana de reposo físico el jugador:
• debe estar libre de síntomas o si existieran síntomas previos a la lesión,
estos deben haber retornado al nivel previo a la CC con el reposo;
• debe ser autorizado por un médico o profesional de la salud aprobado
antes de comenzar un programa de Retorno Gradual al Juego; y
• debe seguir (y completar) este programa de Retorno Gradual al Juego
(GRTP) que debe ser consistente con el Protocolo GRTP de World Rugby
incluido más adelante en estos lineamientos.
Excepciones para adultos:
• El período de una semana es obligatorio independientemente de si el
Jugador adulto ya está libre de síntomas, a menos que el jugador adulto
haya accedido exitosamente a una ‘Atención avanzada de conmoción
cerebral’ (como se define abajo) y haya recibido asesoramiento médico
indicando que el periodo de reposo de una semana no es necesario. (En
todo caso, no hay ninguna excepción para el periodo inicial de 24 horas
de reposo físico y cognitivo total);
• Completar un programa GRTP es obligatorio excepto en casos de CCS
en que el jugador adulto ha accedido exitosamente a una ‘Atención
avanzada de conmoción cerebral’ (como se define abajo) y ha recibido el
alta médica para retornar al entrenamiento o partidos con el fundamento
que de hecho el Jugador no ha sufrido una CC.
Atención avanzada de la conmoción cerebral
World Rugby recomienda enfáticamente que todos los jugadores procuren
el más alto nivel de atención médica disponible después de una CC o CCS.
Este más alto nivel de atención de la CC se brinda en instalaciones de aten-
ción avanzada e incluirá por lo menos todos los que siguen:
Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78 | 37
Lic. Andrés E. Thomas | Juan Sejas
• Médicos con capacitación y experiencia en el reconocimiento y manejo
de la CC y la CCS; y
• acceso a instalaciones de imágenes cerebrales y neurorradiólogos; y
• acceso a un equipo multidisciplinario de especialistas que incluya neu-
rólogos, neurocirujanos, neuropsicólogos, exámenes neurocognitivos,
terapistas de rehabilitación del equilibrio y vestibular.
Un jugador adulto con CC o CCS debe cumplir la semana mínima de re-
poso mencionada a menos que el jugador acceda a una atención de nivel
avanzado de CC verificada por su Unión y haya recibido consejos médicos
de que el período de reposo de una semana no es necesario.
La atención avanzada está generalmente disponible para los equipos pro-
fesionales de Rugby y permite un manejo más personalizado de la CC.
Aun cuando se disponga de la atención avanzada:
• un jugador adulto que haya sufrido una CC no debe retornar al juego
hasta haber sido autorizado médicamente para hacerlo y haya tenido un
período mínimo de reposo completo de 24 horas y esté libre de sínto-
mas;
• un jugador adulto que haya sufrido una CCS no debe retornar al juego
hasta haber sido autorizado médicamente para hacerlo.
Niños y adolescentes
El reposo físico será de un mínimo de dos semanas para los niños o ado-
lescentes (18 años o menos) con CC o CCS. Este reposo físico comprende
un mínimo de 24 horas de reposo físico y cognitivo total seguido de un
reposo relativo (actividad que no induce o agrava los síntomas) por el resto
de las dos semanas. Se autorizará el regreso con precaución a actividades
cognitivas (“pensar”) después de un reposo obligatorio de 24 horas de
reposo total (físico y cognitivo) en la medida que los síntomas asociados a
la CC no se agraven.
Después del período de reposo físico de dos semanas el jugador:
• debe estar libre de síntomas o si existieran síntomas previos a la lesión,
estos deben haber retornado al nivel previo a la CC con el reposo;
• debe ser autorizado por un médico o profesional de la salud aprobado
antes de comenzar un programa de Retorno Gradual al Juego; y
• si es un estudiante, debe haber retornado al colegio o actividades ple-
nas de sus estudios;
• debe seguir (y completar) este programa de Retorno Gradual al Juego
(GRTP) que debe ser consistente con el Protocolo GRTP de World Rugby
incluido más adelante en estos Lineamientos.
Los niños y adolescentes deben ser manejados en forma más conservadora
que los adultos. World Rugby requiere que un niño o adolescente con CC o
CCS tenga un reposo físico de por lo menos dos semanas y si después está
libre de síntomas completar un programa de Retorno Gradual al Juego
después de este período mínimo de dos semanas de reposo físico.
Los estudios muestran que más del 80% de las CC se resuelven en un pe-
ríodo corto (de 7 a 10 días) si se cumplen y respetan los tiempos de reposo.
Esto puede demandar más tiempo en niños y jóvenes.
38 | Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78
Lic. Andrés E. Thomas | Juan Sejas
Durante las sucesivas etapas y actividades físicas progresivas del programa
GRTP es fundamental observar la aparición o manifestación de síntomas.
FIGURA 15: Pautas de alarma durante el GRTP.
Los estudios refieren que un 10 a 15% pueden mantener síntomas persis-
tentes o recurrentes considerados como Síndromes Pos Conmoción (SPC)
y generalmente se asocian a cefaleas y/o mareos cervicogénicos, o dolores
y/o contracturas cervicales, o problemas vestibulares e incluso disfuncio-
nes visuales que requerirán del tratamiento del especialista indicado (Ki-
nesiólogo/Terapista Físico).
Estas situaciones pueden requerir tratamiento específico por días, semanas
o meses y deben resolverse por completo para poder iniciar el GRTP.
Es probable que el mismo mecanismo de lesión y fuerza de impacto afecte
a la estructura cervical provocando una lesión por el efecto látigo o por
falta de estabilidad previa y adecuada al riesgo de impacto del deporte .(12)
PREVENCIÓN
World Rugby y las Uniones locales trabajan permanentemente en el aná-
lisis, estudio y actualización de éstos programas como en la modificación
del reglamento y educación y capacitaciones en técnicas seguras con el
objetivo de reducir el riesgo de lesiones.
Con respecto a disminuir la cantidad de conmociones recientemente se ha
modificado la altura legal del tackle que es la situación que más incide en el
mecanismo de lesión, junto a la recomendación de la enseñanza de técni-
Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78 | 39
Lic. Andrés E. Thomas | Juan Sejas
“No existe una cas seguras en ésta destreza enfatizando la posición correcta de la cabeza.
única prueba de Se recomienda también la aplicación del programa ACTIVATE de preven-
diagnóstico en la ción de lesiones que ha evidenciado en sus pruebas la reducción de hasta
que los médicos un 60% en el riesgo de CC. Este programa promueve la práctica de ejer-
se puedan apoyar cicios de activación neuromuscular cervical, fortalecimiento y flexibilidad
en el diagnóstico muscular cervical acorde a las demandas del deporte y etapas del jugador.
de CC en el
ambiente deportivo. (13) (14)
El diagnóstico de
CC es una evaluación FIGURA 16: ejercicios de fortalecimiento de la musculatura cervical en adultos.
clínica apoyada
en una serie de
dominios que
incluyen síntomas,
función de la
memoria y equilibrio.
“
FIGURA 17: ejercicios de fortalecimiento de la musculatura cervical en niños menores de 15
años.
Los mejores resultados en cuanto a prevención se lograrán aplicando el
programa de ejercicios específicos a lo largo del año y con una frecuencia
de tres o más veces por semana.
Se recomienda que éste programa sea guiado por un profesional de la
salud calificado (Kinesiólogo / Terapista Físico).
CONCLUSIÓN
Identifique y retire: cualquier deportista que se sospeche tiene una CC
debe ser retirado del partido y evaluado por un profesional médico con
matrícula capacitado en la evaluación y manejo de la CC.
40 | Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78
Lic. Andrés E. Thomas | Juan Sejas
No existe una única prueba de diagnóstico en la que los médicos se pue-
dan apoyar en el diagnóstico de CC en el ambiente deportivo. El diag-
nóstico de CC es una evaluación clínica apoyada en una serie de domi-
nios que incluyen síntomas, función de la memoria y equilibrio.
No hay un retorno al juego el mismo día para un deportista al que se le
ha diagnosticado una CC.
Los deportistas a los que se les ha confirmado una CC pueden irse a casa
si tienen el apoyo necesario, permanecer en el lugar hasta el final del
partido o ser trasladado a un centro de emergencias.
La base del tratamiento es el reposo físico y cognitivo relativo hasta que
desaparezcan los síntomas y luego un programa gradual de esfuerzo an-
tes de volver a jugar.
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14.https://www.bath.ac.uk/announcement/targeted-excercise-programme-can-dramatica-
lly-cut-injuries
Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78 | 41
AUTOR CLASIFICACIÓN CLÍNICA DEL DOLOR
TOM PETERSEN 1 LUMBAR: REGLAS DIAGNÓSTICAS
MARK LASLETT 2,3 CON LA MEJOR EVIDENCIA BASADAS
CARSTEN JUHL 4,5 EN REVISIONES SISTEMÁTICAS
[email protected]
1 Back Center Copenhagen, Mimersgade 41, INTRODUCCIÓN
2200 Copenhagen N, Denmark. Los resultados del examen clínico se utilizan en la atención primaria para
2 PhysioSouth Ltd, 7 Baltimore Green, Shir- brindar un diagnóstico inicial a los pacientes con dolor lumbar y síntomas
ley, Christchurch 8061, New Zealand. relacionados con las piernas. El propósito de este estudio fue desarrollar la
3 Southern Musculoskeletal Seminars, Christ- mejor evidencia de Reglas de Diagnóstico Clínico (CDR, por sus siglas en
church, New Zealand. inglés) para la identificación de los trastornos anatomopatológicos más co-
4 Research Unit for Musculoskeletal Function munes en la columna lumbar; es decir, discos intervertebrales, articulacio-
and Physiotherapy, Department of Sports nes sacroilíacas, articulaciones facetarias, huesos, músculos, raíces nervio-
Science and Clinical Biomechanics, Universi- sas, tejido nervioso periférico y sensibilización del sistema nervioso central.
ty of Southern Denmark, Odense, Denmark. Métodos: se combinó una estrategia de búsqueda electrónica sensible uti-
5 Department of Rehabilitation, University lizando las bases de datos MEDLINE, EMBASE y CINAHL, con búsqueda
Hospital of Copenhagen, Herlev and Gen- manual y seguimiento de citas para identificar los estudios a elegir. Los cri-
tofte, Niels Andersen Vej 65, 2900 Hellerup, terios de inclusión fueron: personas con dolor lumbar con o sin síntomas re-
Denmark. lacionados con las piernas, antecedentes o hallazgos de exámenes físicos
adecuados para su uso en atención primaria, comparación con estándares
de referencia aceptables e informes estadísticos que permitieran el cálculo
del valor diagnóstico. Dos revisores realizaron, de forma independiente,
las evaluaciones de calidad utilizando la herramienta Quality Assessment
of Diagnostic Accurancy Studies (Evaluación de Calidad de los Estudios de
Precisión Diagnóstica). Se incluyeron los hallazgos del examen clínico que
fueron investigados por al menos dos estudios y se consideraron para la
CDR los resultados que cumplieron con nuestro umbral predefinido de un
LR positivo ≥ 2 o LR negativo ≤ 0.5.
Resultados: sesenta y cuatro estudios cumplieron con los criterios elegi-
bles. Pudimos construir CDRs prometedores para el disco intervertebral
sintomático, la articulación sacroilíaca, la espondilolistesis, la hernia discal
con afección de la raíz nerviosa y la estenosis espinal. Las pruebas clínicas
individuales parecieron menos útiles que los grupos de pruebas que están
más en línea con la toma de decisión clínica.
Conclusiones: esta es la primera revisión sistemática de estudios de preci-
sión diagnóstica que evalúa los hallazgos de los exámenes clínicos por su
capacidad para identificar los trastornos anatomopatológicos más comu-
nes en la columna lumbar. En algunas categorías de diagnóstico tenemos
evidencia suficiente para recomendar una CDR. En otras, sólo tenemos evi-
dencia preliminar que necesita ser probada en estudios futuros. La mayoría
de los hallazgos fueron probados en la atención secundaria o terciaria. Por
lo tanto, la precisión de los hallazgos en un entorno de atención primaria
aún no se ha confirmado.
42 | Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78
Tom Petersen - Mark Laslett - Carsten Juhl
PALABRAS CLAVE
Precisión diagnóstica; sensibilidad y especificidad; examen clínico; clasifi-
cación del dolor lumbar; toma de decisiones clínicas.
ANTECEDENTES ““La identificación de
La identificación de subgrupos de pacientes con dolor lumbar (LBP, por
sus siglas en inglés) orientados al diagnóstico, pronóstico y tratamiento subgrupos de
ha estado en la agenda de investigación durante muchos años [1, 2]. El ra- pacientes con dolor
zonamiento diagnóstico con un enfoque estructural / anatomopatológico lumbar orientados
es común entre los fisioterapeutas [3], y se considera como un componente al diagnóstico,
esencial del modelo biopsicosocial .[4–6] Dentro de este modelo, se hizo pronóstico y
hincapié en el rol de las consideraciones psicosociales y en cómo estos tratamiento ha estado
factores pueden interferir con la recuperación. De hecho, existe evidencia en la agenda de
de buena calidad sobre el valor predictivo de un conjunto de factores psi- investigación durante
cosociales para un resultado más deficiente en pacientes con LBP [7, 8]. Estos muchos años.
factores son multifactoriales, están interrelacionados y están débilmente
asociados al desarrollo y pronóstico del LBP [9], que podría ser una de los las
explicaciones de por qué los efectos de los tratamientos dirigidos a esos
factores de riesgo se han descrito como pequeños, principalmente a corto
plazo, y hubo poca evidencia de que los tratamientos psicosociales fueran
superiores a otros tratamientos activos [7, 10].
Tal vez sea hora de girar el péndulo hacia el “Bio” en el modelo biopsico-
social. Hay muchos ejemplos en medicina donde la patología se ha identifi-
cado antes de que se desarrollaran tratamientos efectivos, lo que hace que
sea un desafío continuo generar nuevos conocimientos de diagnóstico en
los cuales basar estrategias de tratamiento más efectivas en el futuro. Junto
con los fisioterapeutas, muchos investigadores del campo del LBP sienten
que no es posible elegir el tratamiento más efectivo para el paciente indi-
vidual sin una mejor comprensión del componente biológico del modelo
biopsicosocial [4].
En 2003, estos autores sugirieron un sistema de clasificación de diagnósti-
co de LBP basado en una revisión de la bibliografía [11, 12]. Este sistema fue
utilizado total o parcialmente en estudios de pronóstico y resultados por
otros grupos de investigación .[13-15] El presente estudio está impulsado por
la evidente necesidad de una actualización basada en la evidencia reciente.
La relevancia de una clasificación diagnóstica actualizada es la siguiente:
Primero, los patrones de diagnóstico de los signos y síntomas de la historia
clínica y el examen físico pueden ayudar al fisioterapeuta a explicar el ori-
gen del dolor al paciente y a dirigir el tratamiento a la estructura dolorosa.
Los pacientes con LBP persistente a menudo tienen ideas erróneas sobre
lo que está sucediendo ,[16] y es posible que se les haya dado todo tipo
de explicaciones especulativas para sus síntomas que den como resultado
ansiedad y confusión. Estos pacientes a menudo buscan una explicación
sobre lo que está mal ,[17] y nuevas evidencias sugieren que ofrecer expli-
caciones claras e información sobre la etiología, el pronóstico y los trata-
mientos puede mejorar los resultados del paciente [7]. Dar una explicación
Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78 | 43
Tom Petersen - Mark Laslett - Carsten Juhl
“Un diagnóstico“ basada en la mejor evidencia puede contribuir a 1) reducir la confusión y el
caos conceptual del paciente, 2) asegurarnos de que el fisioterapeuta sepa
clínico basado en lo que está pasando, 3) se ha sugerido que visualizar el beneficio potencial
la evidencia con una del tratamiento dirigido a la estructura dolorosa (imágenes mentales) tiene
precisión aceptable potencial en el manejo del dolor [18, 19], 4) siempre que los esfuerzos anterio-
reducirá la necesidad res tengan éxito, motivar al paciente a abrir una ventana terapéutica.
de métodos de En segundo lugar, se ha enfatizado en los documentos de consenso la ne-
diagnóstico invasivos cesidad de estudios que prueben el efecto de las estrategias de tratamien-
o costosos. to para los subgrupos de pacientes con LBP en atención primaria [1, 20], así
como en las guías europeas actuales .[21] La orientación del tratamiento a
las clasificaciones basadas simplemente en las características pronósticas
del paciente no ha tenido un éxito convincente en la búsqueda de modali-
dades de tratamiento que sean más beneficiosas que otras .[22] Una clasifi-
cación de diagnóstico puede ayudar a generar hipótesis sobre qué moda-
lidades de tratamiento tienen más probabilidades de abordar la fuente del
dolor para futuras pruebas en ensayos aleatorios.
Finalmente, un diagnóstico clínico basado en la evidencia con una preci-
sión aceptable reducirá la necesidad de métodos de diagnóstico invasivos
o costosos (a menudo con un tiempo de espera y gastos sustanciales).
El enfoque de esta revisión es describir el valor diagnóstico de los signos y
síntomas para su uso en atención primaria sin acceso a métodos paraclíni-
cos confirmatorios. El fisioterapeuta no debe inducir a error al paciente, por
lo que es importante distinguir entre las etiquetas de diagnóstico que se
pueden administrar a los pacientes con una confianza razonable y aquellas
que sólo sugieren sospecha de la mejor evidencia de anatomía patológica.
Por lo tanto, es de interés identificar signos y síntomas con el potencial de
diagnosticar fuentes y causas comunes de LBP, es decir, discos interverte-
brales, articulaciones sacroilíacas, articulaciones facetarias, huesos, raíces
nerviosas, músculos, tejido nervioso periférico y sensibilización del sistema
nervioso central.
A lo largo de esta revisión, utilizamos el término Clinical Diagnostic Rule
(CDR- Regla de Diagnóstico Clínico), lo que significa que hemos aplicado
una regla de decisión clínica en el campo del diagnóstico clínico. Una regla
de decisión clínica “es una herramienta clínica que cuantifica las contri-
buciones individuales que varios componentes de la historia, el examen
físico y los resultados básicos de laboratorio hacen para el diagnóstico,
pronóstico o posible respuesta al tratamiento en un paciente. Las reglas
de decisión clínica intentan probar formalmente, simplificar y aumentar la
precisión de las evaluaciones diagnósticas y pronósticas de los profesona-
les de la salud .[23]
El objetivo de este trabajo fue desarrollar Reglas de Diagnóstico Clínico
multifacéticas para la columna lumbar utilizando puntuaciones de precisión
de diagnóstico individuales basadas en la mejor evidencia para su uso en
la práctica clínica y la investigación de atención primaria. De ser posible, los
hallazgos de un solo examen clínico se agruparían en CDR según criterios
bien definidos.
Elementos de informe preferidos para revisiones sistemáticas y declaración
de metanálisis.
44 | Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78
Tom Petersen - Mark Laslett - Carsten Juhl
MÉTODOS
El informe de esta revisión se basó en los Preferred Reporting Items for
Systematic Reviews and Metaanalyses Statement (PRISMA - Elementos de
informes preferidos para revisiones sistemáticas y enunciación de metaná-
lisis) .[24]
Criterios de elegibilidad y selección de estudios
Para ser incluidos los estudios debían cumplir los siguientes criterios:
1) Los participantes tenían LBP con o sin dolor en las piernas.
2) Uso de un estándar de referencia apropiado como se indica en la Tabla 1.
3) Evaluación de al menos un hallazgo clínico disponible para los profesio-
nales de atención primaria de la salud.
4) Presentación de datos que permitan el cálculo de sensibilidad y especi-
ficidad.
Para algunas categorías diagnósticas, se encontraron revisiones sistemáti- ““Una regla de decisión
cas recientes que cubren nuestra temática. Se incluyeron las que cumplían
con los principios recomendados por la Colaboración Cochrane .[25] En otras clínica “es una
categorías, donde las búsquedas en las revisiones sistemáticas incluidas herramienta clínica
terminaron antes de 2011, nuestras búsquedas se realizaron hasta mayo de que cuantifica las
2015 a partir de la fecha en que se terminó la búsqueda de esas revisiones. contribuciones
En las categorías en las que no se encontraron revisiones sistemáticas, reali- individuales que varios
zamos búsquedas sistemáticas en las bases de datos electrónicas PubMed, componentes de la
Embase y CINAHL. Uno de los autores (TP) revisó los resultados de búsque- historia, el examen
da de las bases de datos (títulos y resúmenes). Se seleccionaron todos los físico y los resultados
títulos y resúmenes de los estudios que parecían comparar los resultados básicos de laboratorio
de los hallazgos de los exámenes clínicos en pacientes con LBP con los de hacen para el
los estándares de referencia de diagnóstico para la revisión del texto com- diagnóstico, pronóstico
pleto. Se revisaron las listas de referencias de los estudios seleccionados o posible respuesta
para estudios adicionales. De ser necesario, se estableció contacto con los al tratamiento en
autores para aclarar los informes inciertos. La extracción de datos de los un paciente.
estudios seleccionados fue preparada por un autor (TP) y el segundo autor
(ML) revisó el formulario completo de extracción de datos para verificar su
exactitud. Cualquier desacuerdo se resolvió mediante discusión. En los ha-
llazgos de diagnóstico en los que no se encontraron estudios que presen-
taran sensibilidad y especificidad, se incluyeron estudios que presentaban
valores predictivos (solo sensibilidad). Se extrajeron valores de precisión
diagnóstica para los hallazgos de los exámenes clínicos investigados por al
menos dos estudios.
Para algunas categorías diagnósticas, se encontraron revisiones sistemáti-
cas recientes que cubren nuestra temática. Se incluyeron las que cumplían
con los principios recomendados por la Colaboración Cochrane .[25] En otras
categorías, donde las búsquedas en las revisiones sistemáticas incluidas
terminaron antes de 2011, nuestras búsquedas se realizaron hasta mayo de
2015 a partir de la fecha en que se terminó la búsqueda de esas revisiones.
En las categorías en las que no se encontraron revisiones sistemáticas, reali-
zamos búsquedas sistemáticas en las bases de datos electrónicas PubMed,
Embase y CINAHL. Uno de los autores (TP) revisó los resultados de búsque-
Revista AKD • Septiembre 2019 • Año 22 Nro. 78 | 45
Tom Petersen - Mark Laslett - Carsten Juhl
“Actualmente no“ da de las bases de datos (títulos y resúmenes). Se seleccionaron todos los
títulos y resúmenes de los estudios que parecían comparar los resultados
existe un consenso de los hallazgos de los exámenes clínicos en pacientes con LBP con los de
con respecto a los los estándares de referencia de diagnóstico para la revisión del texto com-
criterios para evaluar pleto. Se revisaron las listas de referencias de los estudios seleccionados
la calidad de las para estudios adicionales. De ser necesario, se estableció contacto con los
pruebas de autores para aclarar los informes inciertos. La extracción de datos de los
diagnóstico. estudios seleccionados fue preparada por un autor (TP) y el segundo autor
(ML) revisó el formulario completo de extracción de datos para verificar su
exactitud. Cualquier desacuerdo se resolvió mediante discusión. En los ha-
llazgos de diagnóstico en los que no se encontraron estudios que presen-
taran sensibilidad y especificidad, se incluyeron estudios que presentaban
valores predictivos (solo sensibilidad). Se extrajeron valores de precisión
diagnóstica para los hallazgos de los exámenes clínicos investigados por al
menos dos estudios.
Estándares de referencia
En esta revisión, utilizamos los mejores estándares de referencia disponi-
bles para el diagnóstico de la principal fuente y causa de LBP. Consulte la
Tabla 1. Se informaron los resultados de las pruebas de índice si fueron
investigadas por al menos dos estudios utilizando el mejor estándar de
referencia disponible.
Evaluación de la calidad
Los estudios originales se recuperaron con el texto completo y se calificaron
de forma independiente según la calidad y el riesgo de sesgo mediante la
Evaluación de la Calidad de los Estudios de Precisión Diagnóstica (Quality
Assessment of Diagnostic Accuracy Studies, QUADAS) de acuerdo con las
recomendaciones del Manual Cochrane para Revisiones Sistemáticas de
DTA .[26] Todo desacuerdo se resolvió mediante discusión. En algunos ca-
sos, uno de los autores presentes fue coautor de un artículo o no pudimos
adquirir los documentos originales incluidos en revisiones anteriores. En
estos casos, los resultados de QUADAS se transfirieron de la revisión en
cuestión al presente documento.
Clasificación de las recomendaciones
Actualmente no existe un consenso con respecto a los criterios para eva-
luar la calidad de las pruebas de diagnóstico .[27] En este estudio, los valo-
res diagnósticos que coincidían en más de dos tercios de los estudios se
incluyeron en nuestras recomendaciones finales. La clasificación descen-
diente de las recomendaciones, de fuerte a débil, se realizó en casos con
riesgo grave de sesgo debido al sesgo de verificación, sesgo de verifica-
ción parcial, verificación diferencial, sesgo de incorporación o sesgo de
revisión de la prueba.
Medidas de precisión diagnóstica
Para que sea clínicamente útil, consideramos que el punto de corte para
que un hallazgo clínico se considere que incluye a un trastorno es un una
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TABLA 1. ESTÁNDARES DE REFERENCIA PARA ESTRUCTURAS DOLOROSAS DE LA COLUMNA LUMBOSACRA
ESTRUCTURA ESTÁNDAR DE REFERENCIA
Disco intervertebral
Articulación facetaria Discografía provocativa con verificación de control discal
Articulación sacroilíaca Procedimiento de doble bloqueo en el espacio articular o en la inervación
Afección de la raíz nerviosa Procedimiento de doble bloqueo en espacio articular.
Resonancia magnética, mielografía o hallazgos quirúrgicos con o sin hallazgos
Estenosis espinal clínicos.
Espondilolistesis Opinión de expertos basadas en radiografías, resonancia magnética o hallazgos
quirúrgicos con o sin hallazgos clínicos
Fractura
Estructuras miofasciales Rotación del plano sagital o movimiento de desplazamiento en radiografía
Nervio periférico funcional o desplazamiento en radiografía estática
Sensibilización central Radiografías, tomografía computada o resonancia magnética
No disponible
No disponible
Consenso de expertos
razón de probabilidad (LR, Likelihood ratio) positiva superior a 2,0 ,[28] lo
que significa que una prueba de índice positivo al menos duplicará la
proporción de tener el trastorno en comparación con no tenerlo. Esto
significa que si la probabilidad pretest es 0.3, las probabilidades posttest
son 0.3 / 0.7 = 0.43 y si el LR es 2.0, la probabilidad posttest es 2* 0.43
= 0.86 y la probabilidad postest se puede estimar en 0.46. Para que un
hallazgo clínico útil descarte el trastorno, consideramos que el valor de
corte es un LR negativo inferior a 0,5 ,[28] lo que significa que una prueba
de índice negativo reducirá las probabilidades de tener el trastorno al
menos a la mitad en comparación con no tener el desorden. En general,
el el cambio de la probabilidad pretest a la probabilidad posttest de tener
el trastorno en cuestión depende de la probabilidad pretest.
En resumen, se incluyeron los hallazgos del examen clínico que fueron
investigados por al menos dos estudios. Los valores de diagnóstico que
estuvieron de acuerdo en más de dos tercios de los estudios y cumplieron
con nuestro umbral predefinido de LR positivo ≥ 2 o LR negativo ≤ 0.5
fueron considerados para el CDR.
Estadística
Se consideró un metanálisis en los casos en que se pudo establecer ho-
mogeneidad de la evidencia clínica. La heterogeneidad clínica se evaluó
comparando la similitud de las muestras de pacientes, el rendimiento de
las pruebas y los estándares de referencia. Sin embargo, si los estudios
fueron clínicamente heterogéneos, se realizó una síntesis cualitativa de
los mismos según los principios de síntesis de la mejor evidencia .[29]
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Tom Petersen - Mark Laslett - Carsten Juhl
“El valor de la“ RESULTADOS
La Tabla 2 resume los hallazgos en cada una de las categorías de diagnós-
centralización para tico que son compatibles con más de un estudio.
descartar el dolor de Debido a las poblaciones de estudio heterogéneas, el rendimiento de
la articulación las pruebas de índice y la elección de estándares de referencia, solo se
sacroilíaca fue usaron estadísticas descriptivas para resumir los hallazgos de los estudios.
respaldado por un A continuación se presenta el valor diagnóstico de los hallazgos en cada
estudio más con categoría.
estándares de
referencia de bloqueo Disco intervertebral
único que informaron Una revisión sistemática previa del diagnóstico clínico de discos interver-
un LR negativo tebrales (DI) ha terminado la búsqueda bibliográfica en febrero de 2006
aceptable. .[30] Por lo tanto, los autores actuales realizaron búsquedas en las bases de
datos desde esa fecha hasta mayo de 2015. Se incluyeron tres estudios
[31-33] de la revisión Hancock y un estudio [34] de nuestra búsqueda actuali-
zada (Tabla 2).
La evidencia es suficiente para constituir una Regla de Diagnóstico Clí-
nico (CDR). Recomendamos el uso de la centralización de los síntomas
durante el examen físico. Dos estudios que utilizaron un criterio estricto
para la centralización (cambio de dolor en la región más alejada del cuer-
po) informaron niveles altos de LR positivo [32, 33], lo que significa que una
prueba positiva es útil para determinar el diagnóstico. Un estudio utilizó
criterios menos estrictos para la centralización (cambio en cualquier pun-
to de dolor más lejano] [31], Sin embargo, un LR positivo de 2.1 incluso en
este estudio indica la presencia de relativamente pocas pruebas de falsos
positivos.
Articulación sacroilíaca
Una revisión sistemática previa de diagnósticos clínicos de las articulacio-
nes sacroilíacas concluyó la búsqueda bibliográfica en febrero de 2006
.[30] La búsqueda actual comenzó en esa fecha hasta mayo de 2015. Se in-
cluyeron cuatro estudios [32, 44 –46] de la revisión de Hancock y tres estudios
[47–49] de nuestra búsqueda actualizada (Tabla 2).
La evidencia es suficiente para elaborar una CDR. Recomendamos el uso
de la regla de Laslett [44] que comprende al menos 3 de 5 hallazgos positi-
vos de los siguientes, del examen físico: distracción, compresión, manipu-
lación de muslo, prueba de Gaenslen o manipulación del sacro.
La regla fue apoyada por dos estudios adicionales donde los compuestos
de al menos 3de 5 pruebas positivas resultaron en niveles altos de LR
positivo [45, 48]. Solo hay una ligera diferencia en las pruebas incluidas en
los compuestos.
Recomendamos que no se agregue ninguna centralización del "compues-
to de Laslett" al CDR ya que aumenta el IP positivo sin comprometer el
LR negativo. El valor de la centralización para descartar el dolor de la arti-
culación sacroilíaca fue respaldado por un estudio más con estándares de
referencia de bloqueo único que informaron un LR negativo aceptable .[32]
Además, recomendamos el uso del hallazgo en la exploración física de
dolor dominante en el área de la cresta ilíaca posterosuperior. Este ha-
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llazgo solo se investigó en un estudio utilizando el estándar de doble
bloqueo .[49] Sin embargo, la utilidad está respaldada por el hecho de
que todos los estudios incluidos incluyeron pacientes con localización del
dolor en el área de la cresta ilíaca postero superior y es una suposición
lógica que una interpretación estricta de la ubicación del dolor; es decir,
el dolor dominante en el área de la cresta ilíaca posterosuperior opuesto
a cualquier nivel de dolor, aumentará la especificidad de este hallazgo.
TABLA 2. PRECISIÓN DIAGNÓSTICA DE LAS PRUEBAS CLÍNICAS PARA LOS DIAGNÓSTICOS LUMBARES
INVESTIGADOS POR MÁS DE UN ESTUDIO
ESTRUCTURA SENSIBILIDAD ESPECIFICIDAD LR POSITIVO LR POSITIVO
(IC 95%)
(IC 95%) (IC 95%) (IC 95%)
Disco intervertebral
Estudios que apoyan una regla diagnóstica 0.64 (0.46–0.79) 0.70 (0.50–0.86) 2.1 (1.2–3.9) 0.52 (0.32–0.86)
Centralización (P) Donelson 1997 [31] 0.47 (0.22–0.73) 0.95 (0.62–1.0) 9.4 (0.6–146.9) 0.56 (0.35–0.91)
Centralización (P)a Young 2003 [32] 0.40 (0.28–0.54) 0.94 (0.73–0.99) 6.9 (1.0–47.3) 0.63 (0.49–0.82)
Centralización (P)a Laslett 2005 [33]
Estudios que no apoyan una regla diagnóstica
Ninguno
Hallazgos adicionales informados por más
de un estudio
Dolor que cruza la línea mediaa (H) Young 2003 [32] 0.27 (0.11–0.52) 0.38 (0.14–0.69) 0.4 (0.2–1.2) 1.96 (0.76–5.03)
Dolor en la línea media solamente (H) 0.03 (0.00–0.14) --- --- ---
Schwarzer 1995 [34]
Articulación facetaria 0.13 (0.07–0.22) 0.84 (0.76–0.90) 0.8 (0.4–1.7) 1.03 (0.92–1.16)
Regla sugerida por Revel: 5 de 7 hallazgos
positivos Manchikanti 2000 [35] 0.22 (0.14–0.32) 0.85 (0.77–0.91) 1.5 (0.8–2.6) 0.92 (0.80–1.05)
1.1 (1.0–1.2) 0.39 (0.18–0.96)
Más de 65 años (H) 0.94 (0.86–0.98) 0.17 (0.10–0.25) 1.0 (0.9–1.1) 0.76 (0.34–1.66)
Alivio del dolor en posición recostada (P) 0.9 (0.5–1.6) 1.03 (0.91–1.17)
Dolor no aumentado con tos (P) 0.90 (0.82–0.95) 0.13 (0.08–0.21) 1.1 (0.8–1.4) 0.94 (0.70–1.26)
Dolor no aumentado con flexión delantera (P) 0.16 (0.09–0.25) 0.82 (0.73–0.88) 0.7 (0.3–1.2) 1.05 (0.95–1.16)
Dolor no aumentado al levantarse de la flexión (P) 1.0 (0.8–1.2) 1.07 (0.71–1.61)
Dolor no aumentado con hiperextensión (P) 0.55 (0.44–0.65) 0.48 (0.39–0.58) 1.1 (0.8–1.4) 0.94 (0.70–1.26)
Dolor no aumentado con extensión/rotación (P) 0.7 (0.3–1.2) 1.05 (0.95–1.16)
Dolor no aumentado al levantarse de la flexión (P) 0.10 (0.05–0.18) 0.86 (0.78–0.92) 1.0 (0.8–1.2) 1.07 (0.71–1.61)
Dolor no aumentado con hiperextensión (P)
Dolor no aumentado con extensión/rotación (P) 0.68 (0.57–0.77 0.30 (0.22–0.40) 0.07 (0.01–1.15)
0.55 (0.44–0.65) 0.48 (0.39–0.58)
0.10 (0.05–0.18) 0.86 (0.78–0.92) 0.48 (0.27–0.87)
0.68 (0.57–0.77) 0.30 (0.22–0.40)
Estudios que apoyan ítems de la regla sugerida 0.96 (0.71–1.00) 0.48 (0.30–0.67) 1.9 (1.3–2.7)
por Revel 0.63 (0.41–0.82) 0.76 (0.52–0.92) 2.7 (1.1–6.3)
Alivio del dolor en posición recostada (P)
Bloqueo individual Revel 1998 [38]
Alivio del dolor en posición recostada (P)
Bloqueo individual Revel 1992 [37]
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ESTRUCTURA SENSIBILIDAD ESPECIFICIDAD LR POSITIVO LR POSITIVO
(IC 95%) (IC 95%)
(IC 95%) (IC 95%)
Estudios que no apoyan ítems de la regla 0.19 (0.10–0.32) 0.66 (0.54–0.78) 0.6 (0.3–1.1) 1.21 (0.98–1.51)
sugerida por Revel 0.19 (0.12–0.29) 0.75 (0.69–0.81) 0.8 (0.5–1.3) 1.07 (0.94–1.12)
Más de 65 años (H) Manchikanti 1999 [36] 0.0 (0.0–0.13) 0.88 (0.82–0.93) 0.0 (—) 1.13 (1.07–1.20)
Más de 61 años (H) Manchikanti 2008 [41] 0.36 (0.16–0.61)
Sin dolor con extensión/rotación (P) Schwarzer 0.11 (0.39–2.8) 0.36 (0.15–0.65) 0.6 (0.2–1.3) 1.77 (0.74–4.24)
1994 [42] 0.91 (0.83–0.95) 1.2 (0.4–4.3) 0.98 0.84–1.13
Sin dolor con hiperextensión (P) Fairbank 1981[43] 0.48 (0.37–0.59
Regla sugerida por Revel Bloqueo individual a 0.54 (0.40–0.67 0.50 (0.41–0.59) 1.0 (0.7–1.3) 1.05 (0.80–1.37)
Laslett 2004 [40] 1.00 (0.78–1.0) 0.47 (0.35–0.60) 1.0 (0.7–1.4) 0.99 (0.67–1.44)
1.00 (0.74–1.0) 0.11 (0.02–0.44) 1.3 (0.9–1.4) NA
Hallazgos adicionales informados por más de
un estudio 0.91 (0.62–0.98) 0.17 (0.11–0.27) 1.2 (1.1–1.3) NA
Inicio traumático (H) Manchikanti 2000 [35]
0.91 (0.62–0.98) 0.87 (0.68–0.95) 7.0 (2.4–20.4) 0.11 (0.02–0.68)
Inicio traumático (H) Manchikanti 1999 [36]
Sin centralización (P) 0.85 (0.72–0.99) 0.78 (0.61–0.89) 4.2 (2.1–8.2) 0.12 (0.02–0.76)
Bloqueo individuala Young 2003 [32] 0.79 (0.65–0.93) 4.0 (2.0–7.9) 0.19 (0.07–0.47)
Sin centralización (P) 0.82 (0.52–0.95)
Bloqueo individuala Laslett 2006 [39] 0.57 (0.37–0.74) 1.9 (1.1–3.2) 0.32 (0.09–1.19)
0.91 (0.62–0.98) 0.78 (0.61–0.89) 4.2 (2.1–8.2) 0.12 (0.02–0.76)
Articulación sacroilíaca 0.79 (0.65–0.93) 4.0 (2.0–7.9) 0.19 (0.07–0.47)
Compuesto Laslett: sin centralización y 3 de 5 ha- 0.85 (0.72–0.99) 0.57 (0.37–0.74) 1.9 (1.1–3.2) 0.32 (0.09–1.19)
llazgos positivos: distracción, compresión, empuje
del muslo, prueba de Gaenslen, empuje del sacro 0.82 (0.52–0.95) 0.89 (0.71–0.97) 4.4 (1.3–15.4) 0.62 (—)
(P)a Laslett 2003 [44]
0.45 (0.18–0.75)
Regla Laslett: 3 de 5 hallazgos positivos solos (P)a
Laslett 2003 [44]
Estudios que apoyan los ítems de la regla Laslett
Compuesto van der Wurff 3 de 5 hallazgos posi-
tivos: distracción, compresión, empuje del muslo,
prueba de Gaenslen, prueba de Patrick (P) van der
Wurff 2006 [45]
Compuesto Stanford 3 de 5 resultados positivos:
prueba de Patrick, empuje de muslo, prueba de
Gaenslen, compresión, empuje del sacro (P)
Stanford 2010 [47]
Regla Laslett: 3 de 5 hallazgos positivos solos (P)a
Laslett 2003 [44]
Estudios que apoyan los ítems de la regla Laslett
Compuesto van der Wurff 3 de 5 hallazgos posi-
tivos: distracción, compresión, empuje del muslo,
prueba de Gaenslen, prueba de Patrick (P) van der
Wurff 2006 [45]
Compuesto Stanford 3 de 5 resultados positivos:
prueba de Patrick, empuje de muslo, prueba de
Gaenslen, compresión, empuje del sacro (P) Stan-
ford 2010 [47]
Compuesto Ozgocmen 3 de 5 hallazgos positivos:
prueba de Patrick, empuje de muslo, prueba de
Gaenslen, Mennell, empuje de sacro (P) Ozgocmen
2008 [48]
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