Con la habitual calidez de la escritora, en esta novela se confrontan las incidencias de una mujer con los espacios y reflexiones de un marido que la acompaña y de un joven que, sin saberlo, altera los márgenes de sus destinos. La intimidad de cada uno de los personajes se construye mediante descripciones que le dan al texto un carácter cinematográfico.
En la obra se enlazan con placidez la historia de los tres protagonistas, sin que ninguno de ellos sea capaz de escuchar las resonancias que su acción individual tiene sobre la existencia del otro. La memoria personal surge como el único acontecimiento posible en esta novela donde Gisela Cappellin devela vidas ocultas.
Entre los detalles de la edición encontramos, una vez más, el cuidadoso diseño de María Angélica Barreto, quien convierte este trabajo, junto a las otras publicaciones de la autora, en una preciada colección.