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EL SENTIMIENTO DE UN PUEBLO

El Ayuntamiento de San Cristóbal de Segovia ha animado a su población a dejar plasmados sus sentimientos durante el confinamiento a través de textos y relatos. La publicación "Sancris siente, Sancris cuenta" es el fruto de esas aportaciones colectivas y expresan el sentimiento de un pueblo durante la dura primavera de 2020. Vaya también el más vivo recuerdo por todos aquellos que nos dejaron.

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Published by puntoinformacionjuvenil, 2020-06-01 09:08:35

SANCRIS SIENTE, SANCRIS CUENTA

EL SENTIMIENTO DE UN PUEBLO

El Ayuntamiento de San Cristóbal de Segovia ha animado a su población a dejar plasmados sus sentimientos durante el confinamiento a través de textos y relatos. La publicación "Sancris siente, Sancris cuenta" es el fruto de esas aportaciones colectivas y expresan el sentimiento de un pueblo durante la dura primavera de 2020. Vaya también el más vivo recuerdo por todos aquellos que nos dejaron.

“SanCris siente,
SanCris cuenta”

Vivencias de los habitantes de
San Cristóbal de Segovia durante el confinamiento.

Libro electrónico colaborativo editado
con motivo del día del libro. Abril de 2020.

San Cristóbal de Segovia, como el resto del mundo, ha vivido durante este
confinamiento por el Covid-19, una etapa difícil que nos ha retado como personas
y como sociedad.
Creemos que después de todo ello saldremos mejores, aunque hayamos pasado
miedo, soledad… y en otras ocasiones nos hayamos reencontrado con nosotros
mismos y hasta con algunas personas que estaban más cerca de lo que creíamos.
Otros se fueron……..
En un intento por paliar esa soledad, y apelando a la inquietud artística que todos
llevamos dentro, el Ayuntamiento de San Cristóbal de Segovia desde la Concejalía
de Cultura a través de la biblioteca municipal, se lanzó una idea que fue recopilar
esas vivencias en forma de textos e ilustraciones. Aquí van.

Y sí, saldremos de esto.
Somos VIDA.

Diana García de Lucas

ENCERRADOS PERO A LA VEZ LIBRES
Es ahí cuando se valora la naturaleza, el contacto, el silencio.
Cuando tienes tiempo a escuchar tu mente y parar el tiempo.
Tiempo que te hace reflexionar, valorar y descubrir.
Descubres desde un mínimo cantar de un pájaro a una estrella que esta ahí todas
las noches, hasta un simple aroma que te lleva al recuerdo.
Aprendes a valorar lo que es el tiempo, ese tiempo que no tenemos, el que
ocupamos.
El refrán “el tiempo es oro” cuan razón tiene, puesto que ahora se aprecia.
El confinamiento tiene sus ventajas y desventajas, para mi parecer más ventajas.
¿Cuánto tiempo pasas con tu familia? ¿Cuánto tiempo respiras tranquilo?

¿Cuántas veces ves el amanecer y el anochecer? ¿Te has dado cuenta que te has
reencontrado contigo mismo? Algunos de una manera, otros de otra, porque
tristemente el ritmo que llevamos opaca nuestra vida, dejándola en segundo plano
y es ahí cuando el tiempo entra fuerte y te hace valorar, pensar, sentir y darte
cuenta lo que no veías por esa…. falta de tiempo.

Se dice que el conocimiento es la suma de la razón y la experimentación, es lo que
estamos viviendo, razón por el tiempo que hay para reflexionar y experimentación
por el tiempo a ocupar, cual no estamos acostumbrados, pero sentimos.

Podemos decir que somos conocedores de nosotros mismos gracias a este encierro.

No se vosotros, pero el reflexionar te hace pensar que todo se puede cambiar y
mejorar.

Que el tiempo pare por un momento, es sano para todos.

Ivanna Figueroa



PESADILLA O REALIDAD
¿Es una pesadilla o es realidad? Es la pregunta que me hago todos los días al
levantarme de la cama. Todavía, a fecha de hoy, no me puedo creer lo que está
sucediendo.
Parece una película de terror, pero lo peor de todo es que no lo es, los personajes
no son actores, son personas de carne y hueso , y la película no es de ficción sino
que es el año 2020, es la actualidad, es el presente que nos toca vivir.

¡Maldito Coronavirus!. Nuestras vidas nunca van a ser iguales en el futuro. Nos
acordaremos siempre de las personas que no han podido vencer a éste asqueroso
virus, de los familiares, amigos y personas cercanas que no han podido despedir a
sus seres más queridos, del ruido de las sirenas llevándose a personas enfermas con
la esperanza que se recuperen, hospitales colapsados, sanitarios dejándose la piel
para salvar vidas, del Ejército desinfectando y montando hospitales de campaña,
niños confinados en sus casas mirando por la ventana con cara de tristeza y
preguntándose por qué no pueden salir a la calle , guantes, mascarillas, distancia
de seguridad….
El sentimiento de tristeza me invade y me pregunto: ¿Los humanos hemos hecho
las cosas tan mal para que nos suceda esto? No encuentro respuesta y creo que
nunca la voy a encontrar.

Mar Sánchez Pérez



EN UN SEGUNDO

Yo soy del 45 y mi vida, como las de los de mi generación, ha sido muy dura;
vivimos la posguerra lo que significa que sufrimos muchas penurias como el frío,
trabajo sacrificado desde muy pequeños, la imposibilidad de acceder a la
educación, enfermedades y numerosas muertes a tu alrededor. ..y un sinfín de
circunstancias que hacían la vida triste y calamitosa.
Por eso, en estas circunstancias y a pesar de lo doloroso que es la situación, he de
decir que me siento ante todo afortunada por estar sana, tener casa, disfrutar del
sol en el patio, con la nevera llena, calefacción…y la compañía, aunque sea en la
distancia de familiares y amigos, cosas que tenemos gracias a nuestros abuelos, los
que ahora son los primeros en dejarnos atacados por la enfermedad.

Pienso que esto puede ser una lección de vida y pensar que, aún en plena
pandemia, somos unos privilegiados porque este tipo de calamidades, o peores, las
viven muchas personas diariamente en muchos lugares del mundo y nadie se
percata hasta que nos quitan ciertas comodidades.

A lo largo de estos años, con más o menos
fortuna, lo que si he llegado a pensar es
que, realmente el ser humano es frágil y su
vida se va tal como vino, en un segundo.



Marta Sancha

SOLEDAD, CONSUELO Y ESPERANZA
El acueducto no está acostumbrado a esta soledad, a no tener turistas a sus pies
venidos de todo el mundo a contemplarlo y llevarse en las cámaras sus piedras, su
altura, su majestuosidad. Ciudad fantasma, todo es tristeza y pena. El pueblo
donde resido ha empequeñecido porque precisamente a un pueblo le hacen
grande sus gentes, y ahora guardan “el quédate en casa” para lograr salir de esta
situación. Pueblo de San Cristóbal, como todos, enmudecido, no tienes bares
donde reunirse para charlar, refrescarse y jugar en la tarde una partida de tute; la
iglesia cerrada a cal y canto, y así, otros lugares de ocio donde sus vecinos se
reúnen a hacer distintas actividades, de salud o entretenimiento.
No me canso de escribir y plasmar estas sensaciones que no nos habían tocado
vivir, que yo a mi edad, a mis 71 años no había experimentado jamás. Tengo que
confesar que cuando escribo estas letras, 18-4-2020 me pregunto si a mis ojos les
quedará alguna reserva de lágrimas porque he llorado y estoy llorando mucho.

Soy una persona muy sensible y me duele ver en el mundo tanto dolor, tanto
sufrimiento que este virus está causando en tantas familias, tantos ataúdes juntos
con nombre y apellidos, historias que llegan hasta nosotros, tan cercanas,
desgarradoras. Queda la tristeza, el dolor y el frío en la despedida de los que se
van. Sólo se me ocurre pedir a Dios y decirle Señor, no nos mandes tanto dolor
que nos está ahogando a la humanidad entera, ten compasión, y para aquellos tus
hijos que se ha llevado este virus, te pido les abras las puertas del cielo. A sus
familiares fortalécelos, llénalos de fe y amortigua el dolor de sus almas. Que
nuestras oraciones reviertan en todo el mundo y esto pare, y estemos más cerca
de ti, tengamos más presencia de ti. Algo debemos hacer mal cuando nos mandas
los dolores del alma, recemos unos por otros mucho, mucho. La oración cicatriza
heridas revierte en las almas consuelo, esperanza y amor a ti, nuestro Dios, que al
final tienes que ser nuestra meta, que este dolor que está padeciendo el mundo se
transforme y nos concedas al finalizar nuestros días poderte contemplar Señor, y
nada de estos sufrimientos se pierdan. ¡Seguro que no!

Antonio Sanz Baeza

Víctor Picallo Cacho

CÓMO VIVO EL CORONAVIRUS
Para muchas personas la banda sonora de esta pandemia es la canción de resistiré,
para mí sin embargo la canción que me viene a la cabeza es la de “Quién me ha
robado el mes de abril” de Sabina, porque así es como me siento, como si alguien
me hubiese robado no ya un mes sino varios meses de mi vida.
Meses en los que mi vida es irreal, parecida a una pesadilla que no me deja
centrarme en nada, no me deja leer, no me deja hacer actividades que en otros
momentos de mi vida eran muy satisfactorias.
Pandemia que me han robado las visitas de mis hijos, mis comidas de fin de semana
con ellos, oyéndoles hablar de sus vidas, de sus alegrías y tristezas, meses que me
han robado los abrazos de mis nietos, su alegría, sus abrazos, sus achuchones.
Pandemia que me ha robado las reuniones con mis hermanos y sobrinos, nuestras
celebraciones de cumpleaños se limitan ahora al wasap, ¡!qué haríamos sin el
bendito wasp!!

Pandemia que no me deja reunirme con mis amigos,
que no me deja tomarme un café en un bar, que no me
permite hablar con mis vecinos más que de ventana a
ventana.
Pandemia que me ha robado a personas muy queridas a
las que ni siquiera he podido despedir como merecían y
a cuyas familias no he podido acompañar.
Y a pesar de todo soy afortunada, tengo una buena casa,
una familia con la que hablo a diario por teléfono y en
estos momentos una buena salud.
Quiero creer que todo esto pasará y que nos hará un poco más un poco más
sabios, un poco más solidario, ¡¡ojalá!! Deberíamos hacerlo por todos los que han
luchado desde el primer día de esta pandemia para que los demás tuviésemos una
vida un poco más fácil.



ABRIR LA PUERTA
Llevo desde el 15 de marzo dentro de casa con una persona que no es consciente
de la situación actual, cuyo único pensamiento es que le abra la puerta para salir a
la calle. Lo único que le puedo decir es que estamos encerrados y no tengo llave.
Es muy duro pero soy capaz de hacerlo porque pienso que es nuestra forma de
ayudar a todos los que están luchando fuera, por todos los demás.
Cumpliremos las normas hasta que llegue el día que podamos volver a abrazarnos.

Gregoria Hernanz Mínguez

Mario García de Lucas

DÍA DEL LIBRO
En un día tan especial para mí, me cuesta celebrarlo en soledad, yo amante de la
lectura y acostumbrada a compartirlo rodeada de libros y de muchos de

vosotros...cuánto os echo de menos…
Deciros que, cuando volvamos a vernos y
encontrarnos, a todos nos faltará alguien y si no es así
echaremos en falta a alguien…eso ya sucede….
Ya nada será como era, ni nosotros mismos ni nuestras
calles, ahora tan silenciosas…ni nuestras gentes…
Saldremos de nuestras casas llenos de dudas y miedos,
también ilusionados por seguir aquí.

Tendremos que aprender a relacionarnos de otra forma; parte de nuestro rostro
estará cubierto por una mascarilla, pero otra parte muy importante quedará al
descubierto….los ojos… y los ojos de una persona dicen mucho; a través de ellos
podemos manifestar muchas cosas…así que no dejes de sonreír con los ojos y
abrazar con el alma….
Y ahora refugiémonos en un libro… mi recomendación literaria….el principito.
“Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno
pueda encontrar la suya”
Con todo mi cariño para todos y en especial para los que echan de menos a
alguien.

Nora Cárdaba

“De esta salimos mejores”

CADA MOMENTO

Durante todo este confinamiento, he sentido
distintas cosas que me gustaría compartir con
vosotros. Para empezar, me he dado cuenta de
lo importante que es disfrutar cada momento
y aprovecharlo al máximo cuando somos
libres, la importancia que tienen los abrazos y
los besos a familiares, amigos y personas de tu
entorno (creo que no dejaré pasar ni uno
cuando todo esto pase).
Además, he tenido una mezcla de sentí-
mientos...

Cada día sentía pena, angustia, rabia cuando veía las
cifras en el telediario, pero una vez que se va calmando
todo, ya me siento algo mejor.
Cada día, cuando salgo a aplaudir a todas las personas
que se la juegan por los demás, se me pone la piel de
gallina de poder ver a tanta gente unida por ese acto y a
la vez pienso que me encantaría poder haber llegado a
ser alguien del sector sanitario (en concreto, una
enfermera), porque estaría ahí, al pie del cañón, dando
lo mejor de mí por ayudar a los demás.
De manera resumida, estas y otras cosas han sido las
cosas que he ido sintiendo en estos días, y que de verdad
espero que pasen pronto.

¡Mucho ánimo y fuerza a todos!

Mario García de Lucas

“Todo saldrá bien”

HORIZONTES Y ADAPTACIÓN
Quiero empezar por el final y es agradeciendo a todos y a todas por la importante
misión que estamos cumpliendo al quedarnos en casa para que “ese bichito que
nos busca para contagiarnos” como decía aquel niño, no nos encuentre.
Dicen que hay una especie de roedores llamados lemmings que caminan hacia el
horizonte sin fin hasta que acaban exhaustos. Curiosamente esa finalidad “sin fin”
les mantiene con vida. Algo así nos pasaba a nosotros antes del confinamiento,
admitámoslo, y la vida de alguna forma era eso, pues definíamos caminos en
nuestra vida antes de este encierro sin pensar que más allá del horizonte habría
otro nuevo horizonte y otro y otro, y que eso nos mantenía motivados y vivos: Ese
próximo cumpleaños, la llegada de las vacaciones, ese proyecto soñado, ese libro,
ese paseo, ese encuentro con los nuestros,…

Me parece importante que con la edad nos acostumbramos a sustituir los planes
sin mayor problema: si quien cumple años ha tenido que salir lo aplazaremos, si
en el paseo hay un árbol atravesado damos un rodeo... Pues ahora es cuando esos
pequeños aprendizajes toca ponerlos de verdad en práctica, y a lo grande, como
una prueba de profesionales de la vida, y ayudando a otros a verlo así. La
adaptación. Adaptarse es una máxima de la naturaleza.
Sólo espero que tengamos la responsabilidad individual necesaria (incluso por
egoísmo, para no ser contagiados) y no tratemos de autoengañarnos ni nos lo
tenga que recordar un guardia civil, porque no es posible tener a uno por cada
vecino/a. El riesgo está ahí, y restarle importancia en nuestra mente genera justo
el efecto contrario en nosotros y en los demás. ¿De qué sirve el sacrificio de
autónomos confinados, de profesionales sanitarios / fuerzas del orden / tenderos /
recogedores de basura y otros muchos más haciendo esfuerzos extra y de qué sirve
mi esfuerzo confinado si los “listos” se lo saltan? Entiendo que somos latinos, pero
ahora no toca. Esto es muy duro. Apelo a la responsabilidad individual.

La situación nos ha impuesto un horizonte que ahora mide justo lo largo que es el
pasillo, y confieso que me disgusta no saber qué horizonte temporal tendrá. Pero
sé que este horizonte corto de distancia y largo de tiempo es el que en sus efectos
asegurará la salud de los demás y la mía, y que así lo celebraremos. Celebrar pero
sobre todo seguir vivos después, con este nuevo horizonte (que siempre
necesitamos) el tránsito es más fácil.
Dibujo: Alicia Monedero Merino

Alicia Monedero

PACO, AGAPITO, DALÍ Y LOS CHICLES CHEIW
De niño, los relojes de Dalí me parecían hechos de chicles Cheiw. Curiosamente
citar esa marca nos delata a los que ya hemos vivido un tiempo importante, el que
marcan precisamente los relojes. Pero estos días los relojes se han estirado y a la
vez endurecido, como los chicles Cheiw si aún quedasen en los cajones viejos.
Mis padres tuvieron dos vecinos: “Agapito el relojero” y más tarde “Paco el
relojero”. Cuando yo era niño les pedí hacer un reloj flexible para plasmar los
tiempos que a veces se hacen taaaaaaaaan largos como las esperas del médico o a
veces tan cortos como cuando se vive algo que nos gusta, como aquellos infinitos
pero a la vez brevísimos veranos de la infancia. El primer problema con ese reloj
deseado fue que mecánicamente no se podía y yo le volvía loco a “Paco el
relojero”, y además cada día debía ser distinto, las actividades de cada día
distintas, por lo cual decidí hacer algo para darlo sentido y fue no buscar un reloj
a priori o “predictivo” sino tomar los relojes como algo para contar el tiempo
pasado, pues además no me convencía que los relojes clásicos dispusieran mi

futuro con su inexorable tic-tac fijo cuando realmente se vive de forma flexible y
en parte impredecible. Así fue que decidí crear círculos de papel con ángulos
mayores y menores según cada evento, de forma que por ejemplo las películas
malas eran de casi 180 grados (parecía haber pasado medio día perdiendo el
tiempo) pero las buenas aunque durasen más tenían un ángulo minúsculo. Un
problema de mi invento inviable era dejar a cero el tiempo entre acostarme y

levantarme, pues aunque hubieran transcurrido
horas, yo lo consideraba dos instantes "hábiles"
contiguos. Coleccioné durante unos años bastantes
círculos pintados, y constaté que el tiempo
cronológico de verano y su apariencia no era igual
que el de invierno, pues estar confinado en casa era
más grato con frío y por tanto su tiempo se hacía
más corto que cuando apetecía salir. Mientras, en
verano un solo minuto sin mi bicicleta BH, mi cubo
de Rubik y mi Spectrum parecía eterno.

Treinta y pico años más tarde hoy recuerdo todas aquellas reflexiones, paradojas,
contradicciones y ansias por representar el tiempo y cómo se gestionaba en la
mente. Ahora me toca desempolvarlo del recuerdo para entender el paso del
tiempo y especialmente de este tiempo, y porque confieso que rompe mis
esquemas esperar al fin de este confinamiento real mientras se quedó congelada la
canción que no canté o la visita que no hice en el instante "hábil" inmediatamente
anterior. Hoy hay una paradoja nueva, y es que disfruto “en diferido” de aquellos
atardeceres del pasado, porque el presente es un
claustro y el futuro una duda. En este tiempo,
estando confinados, ha pasado de todo y a la vez no
ha pasado nada, pero la antigüedad de lo que parece
tan reciente es insoslayable. Todo tan lejos, todo tan
cerca. Tempus fugit pero ¡caramba, lo que dura!.

Kike Crespo

“Cada día falta un día menos”

Alicia Monedero

PARECE QUE TENÍA QUE OCURRIR
Papá, la penúltima vez que estuve en tu casa discutí contigo por algo que me
parecía importante. Nunca me había hecho valer, pero ese día por fin di mi
opinión, que era diferente a la tuya. ¿Tenía que ocurrir todo esto para darme
cuenta que no era tan importante? Parece que tenía que ocurrir.
Si no llego a verte vivo después gracias al destino, que nos hizo coincidir antes del
confinamiento, no me hubiera perdonado verte la última vez recordando el
disgusto que nos llevamos. Parece que tenía que ocurrir.
Cada cual tiene su razón y todos tienen razón, porque cada cual tiene la suya. No
se trata de llegar a un acuerdo (ojalá) sino de aceptar las diferencias. Aprendido.
Parece que tenía que ocurrir.
A otros les pasa ahora. Son momentos difíciles porque la situación de

confinamiento nos pone a prueba y se mezclan las pasiones con las razones.
Aprendido. Parece que tenía que ocurrir.
Por cierto, como sigo siendo humano sigo siendo mezquino: No te lo diré nunca,
pero yo tenía razón (mi razón). Tú también tenías razón, evidentemente, la tuya.
Parece que he estropeado el final, pero lo importante es que no te lo diré. Os
quiero.

Sara Cárdaba

YO PISARÉ SAN CRISTÓBAL abriré de nuevo las alas
NUEVAMENTE más temprano que tarde, sin reposo.
Retornarán los libros, las canciones
(Adaptada de la canción "yo pisaré las calles que traerán alegría cristalina.
nuevamente" de Pablo Milanés) Renacerá mi pueblo de su ruina
y sonarán de nuevo tenedores.
Yo pisaré las calles nuevamente Un niño jugará en una alameda
de lo que fue San Cristóbal confinada, y cantará con sus amigos nuevos,
y en la plaza del CUM ya liberada y ese canto será el canto del suelo
me detendré a llorar por los ausentes. a una vida dormida y que despierta.
Yo vendré del desierto confinante Yo pisaré las calles nuevamente
y saldré a Pradovalle y a los campos de lo que fue San Cristóbal confinada,
y evocaré desde un cerro mirando y en la plaza del CUM ya liberada
el camino de Trescasas por Nabales. me detendré a llorar por los ausentes.
Yo unido al que hizo mucho y poco
al que quiere la salud recuperada

Mario García de Lucas

“Sé que mi esfuerzo en el confinamiento
es bueno para mí y para los demás”

“Esto lo paramos entre todos”

Alicia García Marín

MI DIARIO
Voy a comenzar hablando de este confinamiento diciendo que siempre he
querido escribir un diario. Ahora veo que es el momento, ya no sólo por escribirlo
(que siempre quise hacerlo), sino por plasmar un poco, esta época, ya que tengo
tiempo.
Todo empezó cuando…..bueno, todo, no sería muy correcto decirlo. Quiero
situarme en mi vida “normal” hasta que el confinamiento empezó. Ya casi no
salía, últimamente me quedaba mucho en casa sin salir, parecía que notaba que
algo se estaba “cociendo”, pensaba que mi vida cambiaría, pero no de esta
manera.
Hoy 23 de Abril del 2020 día del libro (por ello estas palabras), han pasado justo
39 días que hemos estado sin poder salir de nuestras casas, incluso cuando lo
escribo me cuesta creerlo, 39 días en los cuales sólo he salido para comprar.

Cuando iba a comprar, me daba cuenta, que se me olvidaba el móvil; un síntoma
tan simple, pero con tanto significado… parece que ahora es más emocionante e
importante, ir con los ojos bien abiertos para ver lo que pasa en el mundo, que
estar mirando el móvil cada cinco segundos, para ver si alguien escribiese; quizá
porque aunque estemos cada uno en nuestras casas y estemos solos no nos
sentimos como tal. En este tiempo, he estado conmigo misma descubriendo
cosas, cosas que me gustan, me apasionan; he estado realizando cosas que siempre
quise hacer. Tengo más contacto con mi familia, amig@s, vecinos… es una época
llena de enseñanzas. Me encanta por las mañanas, ver el sol, que entra por mi
ventana, una luz preciosa, y el sonido del piar de los pájaros, junto con el silencio
de las calles..un nuevo día para seguir creciendo, para seguir aprendiendo;
cuidándonos unos a otros. Un tiempo de oportunidad para hacer las cosas mejor.

Alicia García Marín

Alicia García Marín

MÚLTIPLES destellos de luz , destellos de esperanza
Múltiples soluciones, múltiples colores siempre avanza
Al amanecer comienza , no sólo el día mirando al frente, con tu gente
Sino la idea entra dentro de ti y hallaras.
Busca , despierta, se tu mism@ Destellos de luz, destellos de esperanza.
respira, sueña El amor está en el aire
busca tu verdad contagio de risa, contagio de amor,
y sigue hacia delante Estamos en paz, estamos en serenidad
todo por vivir, todo por soñar. Respira, conecta, mira al cielo
Múltiples soluciones, múltiples colores Templanza, sosiego
todo tiene un orden, una misión Respira ,sopla, crea
ir hacia delante Juega, busca,
busca en ti Estamos en paz, estamos en serenidad
te descubrirás, alucinaras, Comparte, con toda la humanidad.
todo tiene un orden, una misión
confía en ti, confía Alicia García Marín

Alicia García Marín


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