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La Biblia habla de hombres y mujeres que fueron marcados por Dios y sus vidas no fueron las mismas. En nuestro diario caminar con Dios también recibiremos marcas. Esas marcas nos recuerdan quién es y para que nos llamó. Son cicatrices porque regularmente esas marcas producen dolor, pero luego vemos la recompensa de parte de Dios.

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Published by Misael Amancio, 2018-04-24 23:15:02

Cicatriz Una Vida Marcada Por Dios

La Biblia habla de hombres y mujeres que fueron marcados por Dios y sus vidas no fueron las mismas. En nuestro diario caminar con Dios también recibiremos marcas. Esas marcas nos recuerdan quién es y para que nos llamó. Son cicatrices porque regularmente esas marcas producen dolor, pero luego vemos la recompensa de parte de Dios.

Keywords: Cicatriz

CICATRIZ

Diseño de la Portada y Diagramación: Anamaria Torelli
Corrección de estilo: Diez Veces Mas Group
[email protected]

Primera Edición en República Dominicana

Noviembre 2016, MISAEL AMANCIO

No se permite la reprodución total de este libro (con excepción
de citas breves) de ninguna manera ni por ningun medio sin la
autorización escrita del autor.

Todas las porciones de las escrituras corresponden a la
traducción Reina Valera 1960, al menos que se indique lo
contrario.

ISBN
Noviembre 2016

AGRADECIMIENTOS

Agradezco en primer lugar a la fuente de inspiración
de este libro, el Espíritu Santo, por ser pieza importante en estos
escritos, guiando mi vida a cumplir los propósitos de nuestro
Padre celestial.
Agradezco a mis padres, por sus consejos, su cuidado
y protección. Gracias por creer en los sueños y en todas las ideas
que se me ocurrían.
Agradezco a mis dos hermanas Doraliz y Jahmeysel
por su apoyo incondicional y formar parte de nuestro equipo de
trabajo.
Agradezco a mi hijo espiritual adoptivo Carlos Castro,
por ser de gran ayuda e inspiración en este proyecto, este libro te
lo dedico a ti, mi hijo.
Agradezco a mi Iglesia La Gran Bendición, por su
amistad y apoyo a nuestro talento, pues varios capítulos de este
libro nacieron de nuestras predicaciones y conferencias en aquel
lugar.
Agradezco a mis amigos Riqui Gell y su esposa
Anamaria Torelli, por creer en este proyecto como si fuera suyo,
siendo mi guía y mentor en todo este trayecto.

Agradezco a la organización editorial: «Diez Veces
Más» por el apoyo incondicional, porque a pesar de mis escasos
recursos no se limitaron a ofrecerme su servicio, sino que
abrazaron el proyecto sin condiciones.
Agradezco a cada persona que de una y otra manera
aportó un granito de arena para que este proyecto que antes era
un sueño, hoy sea una realidad. ¡Muchas gracias!

CONTENIDO

13 Derribado, pero no destruido
17 Las marcas de Cristo
21 Cicatriz ¿Qué es?
23 La casa del Alfarero
29 La fe puesta a prueba
35 Cicatriz en medio de las heridas
39 Un gran amigo
43 Cicatriz en medio de la crisis
49 Parecido a su padre
53 Cicatriz en medio del desierto
59 El reino de Dios
(Modus operandi)
65 Cicatriz en medio de la depresión
75 Cicatriz en los sueños
85 De rodillas en mi habitación
89 Reto de Valientes
95 ¿Cuáles son tus marcas?
97 Las cicatrices nos enseñan
99 Frases para reflexionar



C I C AT R I Z

INTRODUCCIóN

Estoy inmensamente agradecido que tomaras la decisión de leer
estos versos y capítulos, escritos de un corazón inspirado por
Dios, dispuesto a servir y dar lo mejor. Pido al Señor que estas
páginas puedan enriquecer tu vida y te ayuden a crecer como
persona.
Mi objetivo es lograr construir y edificar un mejor estilo
de vida basado en la palabra de Dios, logrando así dejar un legado
que sea un marco de referencia para las futuras generaciones.
Vivimos en un mundo sin esperanza, gente que cada día
se levanta buscando una razón de ser en la vida, una solución a
sus problemas, una respuesta a todas sus interrogantes. Personas
que viven heridas, en depresión, esclavos del pecado, como si
estuvieran llevando una carga muy pesada.
La vida es así, llena de momentos, algunos buenos, otros
malos, por supuesto, muchos de esos momentos marcan de una
manera tan profunda la vida que te dejan una cicatriz, a veces
visible, como las cicatrices que vemos en el rostro de aquellos
que sufrieron un terrible accidente.
En el alma radica la mente, la voluntad, las emociones,
el intelecto y el entendimiento. Cuando hablo de cicatrices del
alma me refiero aquellos momentos en los que algunas de estas

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MISAEL AMANCIO

áreas se vieron afectadas, tanto que al ver o sentir la marca que
ha quedado, recordamos aquel momento con dolor.
Tal es el caso de la madre que tuvo un hijo; ese día
jamás lo olvidará, pero la historia hubiese sido diferente si el
padre de ese niño hubiese estado cerca o si lo hubiese tenido
en condiciones sociales más favorables. O que tal los tres niños
en un tren jugando, un padre únicamente observándolos y un
hombre reclamándole al padre porque no controla a sus hijos y
la respuesta de aquel padre: «su madre acaba de morir y no sé
cómo darles la noticia». O el caso de un hombre que creyó estar
amando a su esposa y por tantas ocupaciones no cumplía con
las expectativas y ella en vez de confrontarlo, decidió buscar una
persona más.
Todos estos casos dejan cicatrices en el alma. Personas
que jamás pudieron ser las mismas. Pero la pregunta ante todos
estos problemas es como cerrar la herida y ver la cicatriz, saber
que ya todo pasó buscando la posibilidad de un nuevo comienzo.
Déjame y te muestro algo, en la vida mientras más profunda
sea la herida más visible será la cicatriz, pero no te avergüences,
al principio serás como un diamante en bruto, un arte lleno de
garabatos, que aunque parezca barato, no tengas temor, el gran
artista (Dios) está diseñando su obra maestra y pronto llegará el
día de tú exhibición.

Mientras más fuerte sea el dolor,
más visible será

el poder de Dios en ti

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C I C AT R I Z

Las cicatrices en el alma es recordar sin dolor, que todo
pasó, que no eres el mismo, que aun estás vivo pero más fuerte
que ayer.
Cicatriz es un libro de inspiración, fe y esperanza, en
el cual pretendo que entiendas cuales son aquellas cicatrices
(marcas) que Dios coloca en tu vida con grandes propósitos.
¡Qué empiece la aventura!

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C I C AT R I Z

Derribado,
pero no destruido

Peter, el hijo del Pastor Mark Coleman, heredó de su padre la
pasión por las excursiones a pie. Cuando él tenía sólo 5 años,
los dos planearon caminar alrededor de una montaña y acampar
junto a un lago. Mark le dijo a su hijo que sería un recorrido muy
duro. Le avisó que se cansarían mucho pero que tendrían que
seguir caminando para poder llegar al lago antes del anochecer.
El trayecto fue aun más largo y duro de lo esperado. El
niño empezaba a cansarse, pero siguió caminando. Se resbaló
con unas piedras sueltas, pero continuó. Se cayó y se rasgó los
vaqueros por la rodilla, pero siguió andando.
Finalmente, después de deslizarse una vez más,
«colmando el vaso», se sentó en una piedra grande y comenzó
a llorar. Al acercarse su padre y empezar a hablarle, Peter le
interrumpió diciendo: «Lo sé, papá, está bien que llore, siempre
que siga caminando».

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MISAEL AMANCIO

Si tu viaje es largo y duro hoy, está bien parar y descansar
(incluso llorar), ¡siempre que sigas caminando! No importa, y
repito, no importa cuántas veces hayas caído o caigas, lo único
verdaderamente importante es que «no estás destruido». Aún
hay en ti un hombre o una mujer capaz de levantarse y seguir
luchando.

«…estamos atribulados en todo, pero no angustiados…
derribados, pero no destruidos… no mirando nosotros las
cosas que se ven, sino las que no se ven, pues las cosas que
se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas».

2 Corintios 4:8,9b,18

Dios te ama demasiado como para dejarte postrado y
darte la espalda, Él jamás hará algo así. Cuando las personas que
más amas te fallen, descubrirás que Dios es diferente, Él nunca
te decepcionará. Puedes estar atribulado, en apuros, perseguido,
derribado, pero Dios te seguirá amando. Él se jugará por ti
cuando otros te borren de la escena y te dejen solo; Él dará la
cara por ti.

Recuerda, el fracaso, el dolor, la desilusión y la pérdida
forman parte de la vida; no pienses que es algo raro y que solo
te sucede a ti. Para nada. Nos sucede a todos. Es más, nadie nos
prometió una vida sin sufrimiento. Lo importante es aferrarse
a Dios y lograr que la angustia, la desesperación, el desamparo
y la aparente destrucción se conviertan en peldaños para tu
conquista. Aférrate y sigue luchando. Tienes que volver a la
batalla, debes alcanzar aquello que soñaste. Quizás lo consigas
con algunas modificaciones, pero lo alcanzarás.

Cuando estás en las manos de Dios, atraviesas fuertes
procesos pero cada uno de ellos tienen un propósito, esto dejará
una cicatriz y te harás más fuerte, aumentará tu fe, y recordarás
que si Dios lo hizo una vez, lo hará otra vez.

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C I C AT R I Z

Cada proceso en tu vida
tendrá un propósito

que dejará una cicatriz
y esto te harás más fuerte

Cada ser humano tiene un propósito en la vida, nadie
es mejor que nadie, todos de alguna manera estamos aquí para
glorificar a Dios en lo que hacemos, pero no todos estamos
dispuesto a pagar el precio que conlleva ser un instrumento en
las manos de Dios. Cada situación Dios la utiliza como un barro
en manos del alfarero que nos moldea y nos capacita para hacer
su voluntad.
La biblia dice que la voluntad de Dios es agradable y
perfecta, por eso a nosotros nos conviene servir y obedecer a
Dios en todo tiempo, pues Él siempre nos dará lo mejor, aunque
no entendamos los sufrimientos y dificultades en la vida, Dios
siempre las permite para nuestro bien, pues algo bueno Dios
saca de cada proceso que nos impulsa mas allá de nuestras
capacidades y habilidades.
En una ocasión un cantante declaró lo siguiente:

«Las cicatrices muchas veces son buenas, porque te recuerdan
las batallas y guerras que haz librado, ten en cuenta que
Dios te marcará con una, siempre, pero es para
que recuerdes tu victoria en Él».
Christopher Henry.

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MISAEL AMANCIO

Dios se hace más fuerte cuando somos débiles y las
cicatrices nos recuerdan esto: «que si vivimos dependiente de
Dios y su fuerza, nada será imposible».

Al ver cada cicatriz recordarás
que si Dios lo hizo una vez,
lo hará otra vez.

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C I C AT R I Z

Las marcas
de Cristo

«Cuando Tomás llegó, los otros discípulos le dijeron:
— ¡Hemos visto al Señor! Pero él les contestó: —

No creeré nada de lo que me dicen, hasta que vea las
marcas de los clavos en sus manos y meta mi dedo en
ellas, y ponga mi mano en la herida de su costado».

Juan 20:25 TLA.

El primer ejemplo de una vida marcada por Dios es nuestro
Señor Jesús, tal y como muestra este pasaje, los discípulos
fueron los primeros y tal vez los únicos en ver las cicatrices de
sus manos y su costado. Aunque la biblia solo habla de esas dos
marcas como una evidencia para que Tomás pudiera creer, sé
que todo su cuerpo estaba marcado (cicatrizado) por todos los
golpes y latigazos que recibió por amor a nosotros.
Al igual que Jesús nosotros seremos marcados por Dios,
también te quedarán cicatrices al tomar tu cruz y seguir a Jesús,
y a veces esas cicatrices serán bien visibles para que las personas

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MISAEL AMANCIO

de poca fe como Tomás, puedan ver las evidencias y crean en el
poder de Dios.
Las cicatrices de Jesús me infunden esperanza. Desde la
perspectiva del cielo, aquel momento representaba el suceso más
doloroso que haya podido ocurrir en la historia del universo,
pero que luego de la resurrección sería recordado como el más
hermoso, lleno de amor, fe y esperanza. ¡Él no está muerto, Él
vive!

Gracias a la resurrección de Cristo, tenemos esperanza
en que las lágrimas que derramamos, los golpes que recibimos,
el dolor emocional que sentimos y la pena por perder a seres
queridos, algún día serán solo recuerdos en vez de heridas, como
las cicatrices de Jesús.

Las cicatrices me enseñaron
que ayer vivía en un lamento pero
que hoy solo quedan recuerdos.

Nada es para siempre.



«De ahora en adelante, que nadie me cause problemas
con esas cosas. Pues yo llevo, en mi cuerpo, cicatrices que

muestran que pertenezco a Jesús».
Gálatas 6:17

Otro ejemplo de una vida marcada por Dios, es el
apóstol Pablo, traía en su cuerpo las evidencias de las heridas y

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C I C AT R I Z

azotes que había recibido por amor a Cristo, las cuales indicaban
a quién le pertenecía, y a quién rendía un servicio libre y glorioso.
Pablo había sido procesado en diferentes situaciones
de su vida por cumplir con la voluntad de Dios. En su cuerpo
habían varias cicatrices que demostraban su fe y pasión por la
causa de Cristo, pero entendió que era necesario para que cada
sueño y propósito de Dios se cumplan su vida.
Las cicatrices espirituales son las marcas que Dios envía,
con el objetivo de cambiar y crecer formando el carácter de
Cristo en tu vida.
Nosotros tenemos cicatrices de un pasado doloroso,
algunas son causadas por nuestros pecados, pero otras son las
huellas de que Dios nos ha sostenido con fuerza para que no
caigamos en las garras del mal, estas cicatrices dadas por Dios,
les llamo: «marcas espirituales». Dios puede marcar tu vida
espiritualmente a través de una palabra, una canción, frase, crisis,
enfermedad, herida, traición, oración, prédica, conferencia, un
libro, una historia, un testimonio, consejo y podemos escribir
otro libro acerca de las marcas utilizadas por Dios para cambiar
vidas, ya que Él es infinito en poder.

Las marcas de Cristo en mi vida

Cuando estuve pasando por un momento de depresión,
fueron muchas las marcas que Dios utilizó para cambiar mi vida,
sanarme y moldear mi carácter.
Pero hay una de ellas que me impactó, pues yo decía que
nunca iba a ser un instrumento útil en las manos de Dios, tenía
baja autoestima, me sentía al menos y en un concierto efectuado

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MISAEL AMANCIO

por un gran amigo llamado Marcos Yaroide, Dios me dijo: «te
voy a usar, aunque tú no quieras». Esa fue una de las marcas que
Dios utilizó para levantarme del suelo y seguir caminando. Esa
palabra ha sido una cicatriz espiritual que me llevó de la derrota
a la conquista.

Las cicatrices en el pasado
son las que nos preparan en el

presente para abrir
puertas en el futuro.

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C I C AT R I Z

Cicatriz
¿Qué es?

A Sheyla no había nada que le gustara más que montar en bici.
Pero un día no vio un bordillo y cayó al suelo ¡Qué daño! Se hizo
un corte en el codo y una rozadura en la rodilla. Su hermano
Mike la ayudó a levantarse y utilizó su camiseta para frenarle la
hemorragia del codo. ¡Vaya...! -dijo-. ¡Parece que te va a quedar
una bonita cicatriz!

¿Qué es exactamente una cicatriz?

Una cicatriz es un trozo de piel de color rosa claro, marrón o
blanquecino que se desarrolla sobre la parte del cuerpo donde
previamente había un corte, un rasguño, una rozadura u otro
tipo de herida. Las cicatrices son la forma que tiene la piel
de «repararse» después de sufrir una herida. Mírate la piel,
probablemente ya tienes una o varias cicatrices. Mucha gente
tienen. ¿Por qué? Porque hay muchas cosas que dejan cicatriz,
desde las caídas, como la de Sheyla, hasta las operaciones.

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MISAEL AMANCIO

¿Por qué salen las cicatrices?

Independientemente de la causa de la herida, he aquí
cómo se «repara» la piel: la piel envía colágeno (unas fibras
resistentes de color blanco que actúan como puentes) para
reconectar el tejido lesionado. Mientras el cuerpo realiza su
labor curativa, la herida se cubre temporalmente de un tejido
seco y duro denominada costra.
La función de la costra es proteger la herida mientras se
cura la piel lesionada que hay debajo. Al final, la costra se seca y
se cae sola, dejando tras de sí la piel reparada y a menudo, una
cicatriz.
Las cicatrices forman parte de la vida y son un recuerdo
de lo que le ha pasado a uno. Para algunas personas, tienen un
significado especial. Es posible que un niño de tu clase tenga una
cicatriz en el pecho porque le operaron del corazón cuando era
un bebé. O tal vez tengas cicatrices de la varicela. Hace siglos,
los guerreros solían mostrar con orgullo sus cicatrices como
símbolo de su valentía y para impresionar a sus amigos con
relatos emocionantes sobre cómo se las hicieron. A lo mejor tú
tienes alguna historia que contar acerca de tus cicatrices en el
cuerpo.

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C I C AT R I Z

La casa
del Alfarero

Los seres humanos pasan por un proceso académico para
convertirse en profesionales. Después de hacer una carrera se
especializan en postgrados, maestrías y doctorados, a fin de
complementar sus conocimientos y poder servir mejor en su
área. De igual manera, para ser un hombre y una mujer de Dios
hay que pasar por el proceso (universidad) de Dios. A esto yo le
llamo la casa del Alfarero; que es el taller del Maestro donde cada
día somos moldeados para brindar un mejor servicio a Dios.
La casa del Alfarero ha sido el lugar donde Dios ha
formado grandes cicatrices en mi vida, donde ha sanado mis
heridas, donde he sido probado en el fuego, he sido quebrantando,
pulido y purificado para ser un instrumento útil en la manos del
Alfarero.
Todos los días tenemos que visitar la casa del Alfarero,
para conocer y entender la perfecta voluntad de Dios para
nuestras vidas.

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MISAEL AMANCIO

Veamos lo siguiente:

«Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo:
Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis
palabras. Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que
él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él
hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra
vasija, según le pareció mejor hacerla. Entonces vino a
mí palabra de Jehová, diciendo: ¿No podré yo hacer de
vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová.
He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así

sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel».
Jeremías 18:1-6 RVR1960

Jeremías visitó la casa del alfarero a petición de Dios.
Allí aprendió que el alfarero rechaza de vez en cuando alguna
vasija debido a su pobre calidad.

En la casa del alfarero podemos observar que hay tres
ingredientes importantes: el barro, la rueda y el alfarero. Estos
simbolizan tres enseñanzas espirituales para nosotros.

1La rueda: representa las circunstancias de nuestras vidas,
las adversidades que nosotros enfrentamos día tras día.

Hay circunstancias duras que vienen a nuestras vidas.
Puede que hoy te encuentres en alguna de ellas, o que están por
llegar, estas circunstancias son la rueda de Dios, para acercarte
a la presión de la mano del alfarero, y si tu no resistes, y si tu
voluntad no echa a perder el trabajo del alfarero de modo que
murmures, o te quejes, o termines sintiéndote amargado y con

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C I C AT R I Z

resentimientos en tu corazón. Pero si aceptas el trabajo del
alfarero, entonces la presión será quitada y los problemas se
solucionaran, y el vaso tomará la forma que el alfarero quiera
darle. Pero si te resistes, si tu voluntad es como una basurita en
el barro que no permite que el alfarero pueda moldearte como
debe, entonces al alfarero tendrá que quitar esa basurita que te
está estorbando, volver a amasarte y ponerte una vez más sobre
la rueda.

2 El barro: simboliza al hombre, del cual tiene la
soberanía, para hacer con el algo precioso que sea para su
honra y gloria, y si mientras Dios está formando el vaso algo
sale mal, Él tiene la cualidad de corregirlo para que salga bien.
Cuando el barro está inmanejable, cualquier otro alfarero tiraría
ese barro, pero no nuestro Dios. La biblia dice que Él lo toma y
lo vuelve a amasar, porque nos ama.

3 El alfarero: simboliza a Dios el creador, con completo
derecho sobre el barro, para moldearlo, a su parecer. La
biblia dice:

«Mas antes, oh hombre, ¿Quién eres tú, para que alterques
con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formo:
¿Por qué mas haces así?»
Romanos 9:20.

El Señor quiere moldear nuestra vida, como barro en
las manos del alfarero, Él quiere ponernos en la rueda de la vida
y a través de ella formar la vasija que ya ha diseñado de ti en su
mente.

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MISAEL AMANCIO

«Ahora pues, Jehová, Tu eres nuestro padre, nosotros
barro, Y tú el que nos formaste, así que obra de tus manos

somos todos nosotros».
Isaías 64:8.

Jeremías no menciona el horno del alfarero, pero tenía
que estar allí, ninguna vasija sirve para algo mientras no haya
atravesado el horno. El calor le da al barro fuerza y belleza, e
incrementa su utilidad y valor.
Job atravesó el horno del dolor, y dijo: «Mas Él conoce
mi camino, me probará y saldré como el oro».
Los tres jóvenes hebreos fueron arrojados en el horno
y descubrieron que el Alfarero estaba allí en el fuego con
ellos…Dios sabe exactamente cuánto calentar el horno, conoce
justamente cuántas pruebas podemos soportar.
Los cristianos que han vividos protegidos fuera de
los hornos de Dios, se pierden muchas de las bendiciones que
reciben quienes han estado dispuesto a sufrir con Cristo y por
Él. Cuando las pruebas nos salen al paso, debemos rendirnos al
Alfarero y permitirle que haga su voluntad.
Dios quiere que seamos instrumentos útiles, una vasija
no produce nada, solo recibe, contiene y da, recibimos sus
bendiciones y las damos a otros.
Todo lo que Dios pide es que estemos a su disposición,
que seamos limpios y estemos vacíos de nosotros para que El nos
pueda llenar de su poder, y revelación.

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C I C AT R I Z

Que el Señor nos ayude a ser vasijas de honor, apropiadas
para el uso del Maestro, si no te dejas moldear por Dios, tendrás
pérdidas y nunca llegarás a ser lo que Él se ha determinado,
pero si te dejas moldear, serás la vasija que Él ha soñado, donde
depositará todo el peso de su revelación y serás el hombre o la
mujer de revelación que Dios quiere que seas.

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C I C AT R I Z

La fe puesta
a prueba

Las malas experiencias en la vida hacen que nuestra fe en Dios
disminuya, si bien es cierto que muchas personas confiesan creer
que Dios tiene poder para sanar, libertad o restaurar, pero que
ese poder está limitado a algunas personas específicas y no creen
que ese mismo poder está disponible para ellos. En muchas
ocasiones escucho personas decir: «Dios es poderoso pero no
puede sanar el cáncer que tengo», a otros decir: «Jesús pudo
sanar a la mujer que sufría de un flujo de sangre pero no puede
sanar mi enfermedad», y otros confiesan que Jesús murió en la
cruz por nuestros pecados pero no creen que pueda perdonar su
pecado. Otros dicen: «soy un ser humano lleno de maldad no
creo que Dios se fije en mi». Entonces me pregunto ¿para qué
sirve la fe? La palabra de Dios dice:

«La fe es la confianza de que en verdad sucederá
lo que esperamos; es lo que nos da la certeza
de las cosas que no podemos ver».
Hebreos 11:1

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MISAEL AMANCIO

La fe es tener la plena confianza en Dios de que uno va
a recibir lo que espera y estar seguro de que algo existe aunque
no lo puedas ver. Por la fe Abraham, Noé, Moisés, David y
muchos otros más lograron ser aprobados por Dios y recibir lo
prometido. Sin fe es imposible agradar a Dios.
He aprendido que a Dios no lo mueve tu lástima sino
tu fe, tenemos a un Dios que no tiene límites y que si tú decides
creer en sus promesas y vivir una vida para glorificar su nombre,
Él puede cumplir tus sueños, sanar tus heridas y transformar tu
vida.

Tú decides si creer o dudar

Las experiencias en la vida pueden conducirnos a
dos tipos de actitudes; a creer que Dios puede obrar a nuestro
favor o simplemente a vivir con dolor y temor. La decisión es
nuestra, si decidimos tomar el camino de la fe tenemos que saber
que la fe en Dios siempre será puesta a prueba: pasaremos por
desiertos, atravesaremos tormentas, vendrán crisis; en ocasiones
seremos propensos a las heridas, dolor y sufrimientos, otras
veces tropezaremos y fracasaremos, pero si no desmayamos, y
mantenemos la fe, veremos su poder obrar a nuestro favor.
Dios promete estar en cada etapa y en cada situación dejando
una huella de Él en nosotros, a las cuales le llamo «cicatriz» que
servirá para aumentar nuestra fe y seguir avanzando hacia lo
prometido.

A Dios le agrada tu fe

En su paso por la tierra Jesús elogiaba la fe de las
personas que se atrevían a dar un paso fuera de lo común para
acercarse a Él. En una ocasión Jesús confesó:

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C I C AT R I Z

«De cierto de cierto os digo, que ni aun en Israel he
hallado tanta fe, y declaro lo siguiente:
Ve, y como creíste te será hecho.

Y su criado fue sanado en aquella misma hora»
Mateo 8: 10,13

Jesús dijo a la multitud que muchos judíos religiosos,
que podrían formar parte del reino, serían excluidos por haber
perdido su fe.
La gran fe de aquel centurión (oficial romano encargado
de 80 soldados) pudo sanar su criado sin Jesús hacer acto de
presencia, pues él creía que con tan solo Jesús declarar la palabra,
su criado recibiría sanidad.
Nosotros no podemos ver a Jesús cara a cara pero si
podemos sentirle y tocarle por medio de la fe. Quizás piensas que
estoy exagerando pero quiero que entiendas que tu fe moverá a
Dios a hacer cosas que nunca podrías imaginar, no porque Dios
sea un mago o un ser que está para cumplir deseos, sino porque
Él anhela personas que no se limitan al tiempo y los recursos,
personas que no están mirando los problemas, enfermedades o
situaciones en sus vidas, sino que a pesar de todo han decidido
serle fiel y a creer en su palabra hasta el final. Ellos verán la gloria
de Dios.
Si amas a Dios con todo, dispuesto a darlo todo,
haciendo un compromiso de fidelidad de por vida, te garantizo
que eres un candidato a que Dios cumplas tus sueños y seas un
instrumento para llevar vida y esperanza a otros. Recuerda no es
tu lastima lo que mueve a Dios sino tu fe. Tú decides.

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MISAEL AMANCIO

Jesús, la resurrección y la vida

En una ocasión Jesús dijo: «Yo soy la resurrección y la
vida; el que cree en mi, aunque este muerto, vivirá». Juan 11:25
Cuenta la historia bíblica que un amigo de Jesús llamado
Lázaro estaba muy enfermo, pero Jesús no se encontraba en aquel
lugar, entonces María y Marta, hermanas de Lázaro, acudieron a
Jesús en busca de ayuda. Creían que podía ayudarles porque
habían visto sus milagros, pero Jesús no se apresuró a visitarles
sino que se tomó dos días más en el camino. Podríamos pensar
que Jesús no se preocupaba por sus amistades, pero en la historia
se narra que es todo lo contrario, Jesús amaba a esta familia y
a menudo les visitaba, conocía su dolor pero no respondió
enseguida. Su demora tenía un propósito específico. El tiempo
de Dios, en especial sus demoras, tal vez nos haga pensar que
no responde, o no lo hace como quisiéramos. Pero Él suplirá
nuestras necesidades de acuerdo con su programa y propósito
perfecto. El nunca llega tarde, siempre llega justo a tiempo. Por
eso debemos tener paciencia, pues tiene control de nuestras
vidas y situación.
Cuando Jesús llegó aquel lugar, ya Lázaro tenía cuatro
días de haber muerto y estaba en el sepulcro. Lo interesante de
esta historia es que para Jesús no estaba muerto sino dormido,
aunque para ellos si había muerto. Jesús se acercó a la tumba y
lloró amargamente, pues también era humano, con emociones y
sentimientos. Pero en medio del dolor, la muerte y las lagrimas
por la pérdida de un ser querido, algo grande estaba a punto de
acontecer. Pues a veces pensamos que en medio de nuestra difícil
situación Dios está ausente, pero déjame decirte que al igual que
Jesús que estuvo presente en esa situación, y que también lloró

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C I C AT R I Z

por la pérdida de su amigo, nuestro Dios nos entiende claramente
cuando estamos tristes, por cualquiera que sea la situación, Él
está presente y siente todo lo que nosotros sentimos.
Jesús, a ver a Marta y María llorar por la pérdida de su
amigo, sintió compasión y también lloró, y les dijo: «¿No te he
dicho que si crees, verás la gloria de Dios?». Entonces mandó a
quitar la piedra y alzando sus ojos al cielo, dijo: «Padre, gracias
te doy por haberme oído, Yo sabía que siempre me oyes; pero lo
dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean
que tú me has enviado. Y habiendo dicho esto, clamó a gran
voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, atadas las
manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario.
Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir».
Jesús había demostrado que tiene poder para sanar y
dar vida. La palabra de Dios declara que Jesús es el camino, la
verdad y la vida, que nadie viene al Padre sino es por Él.

Si decides creer…

Jesús conoce tu situación y lo que estás atravesando en
este mismo momento, por eso a través de este medio ha decidido
invitarte a formar parte de su pueblo redimido, hace mucho
tiempo descendió de los cielos para morir en una cruz por amor,
para limpiarte del pecado y darte una vida en abundancia. Solo
tienes que dar un paso de fe, entrégale tus penas, tus tristezas,
dolor, enfermedad; todas tus cargas, luego toma la decisión de
aceptar su sacrificio, para seguir sus pasos hasta el final de tus
días. Te prometo que veras un milagro en ti, porque jamás serás
igual.

33

MISAEL AMANCIO

Permite que Jesús te sane y deje una cicatriz en ti, que
sirva como señal de su amor, y entiendas que todo es posible.
Solo decides creer.

«Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas,
les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que

Jesucristo sea revelado a todo el mundo».
1 Pedro 1:6-7

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C I C AT R I Z

Cicatriz en medio
de las heridas

Las heridas que más dolor traen son de personas cercanas y
queridas, de familiares y gente de confianza. Tal vez son golpes
intencionales o no, provocados por una palabra o una mala
actitud. Pero lo cierto es que no es lo mismo que un desconocido
nos falte el respeto a que lo haga alguien a quien le hemos abierto
el corazón. Y cuanto más, si esa persona es un padre o alguien a
quien admiramos o amamos.
Mucho se escucha decir que el tiempo es el mejor
remedio para las curas del corazón, del alma herida. Si bien esa
frase puede tener certeza, pero no en su totalidad. El tiempo
ayuda a disipar el dolor, pero no lo quita del todo, porque donde
está la herida que aun no cicatriza, están los malos recuerdos, los
momentos tristes de la vida de esa persona.
Por causa de la maldad el amor de muchos se apagará
(eso lo dice la biblia, no yo). Por esto necesitamos de un amor
sobrenatural que sane nuestro corazón y nos de la capacidad
para volver amar.

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MISAEL AMANCIO

Hay una solución:

«Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió
nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por
herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras

rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo
de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga
fuimos nosotros curados»
Isaías 53,4-5

Estos versículos muestran claramente la obra redentora
de Cristo, la palabra llevó y sufrió quiere decir que aceptó y cargó
con nuestros pecados y sufrimientos en obediencia al Padre como
parte del plan de salvación y redención de toda la humanidad.

No hay una persona en el mundo que pueda entender
por completo tu situación, solo Cristo. Tienes que entender
que Jesús es el médico por excelencia, porque cuando la ciencia
termina es donde Dios comienza.



Una breve historia

Carlos Phillips se casó con la muchacha más linda de su
pueblo. Para su luna de miel se embarcó con ella en un hermoso
yate. Habían transcurrido sólo cuatro días de viaje cuando hubo
un horrible incendio.

La guerra fue de tales proporciones que muchos
murieron y otros sufrieron graves quemaduras. El yate se hundió,
pero algunos lograron salvarse en los botes salvavidas. Uno de
ellos fue Carlos Phillips.

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C I C AT R I Z

Lamentablemente no se supo nada de su esposa. El
dolor y la tristeza embargaron el corazón de Carlos, pero tuvo
que aceptar su suerte. Se dedicó de lleno a su negocio, y en unos
tres años había prosperado bastante. Con esos nuevos recursos
decidió investigar la suerte que había corrido su amada. Contrató
los servicios de un detective privado para que averiguara lo que
pudiera acerca de su esposa desaparecida. El detective descubrió
que una joven con el rostro desfigurado por cicatrices había sido
rescatada, así que se dio a la tarea de encontrarla. Por fin la halló
en una casa a pocas cuadras de la fábrica de Phillips, donde había
estado trabajando como empleada doméstica. No había duda,
era la esposa de Phillips. La desdichada mujer había aceptado ese
empleo porque sabía que así podría, aunque fuera a distancia,
ver al hombre a quien amaba tanto.

Después de derramar muchas lágrimas, se vieron otra
vez cara a cara.

-¿Por qué te escondiste, mi amor? -le preguntó Carlos-.
-Por estas cicatrices -respondió sencillamente ella-.
-¿No sabías que estaba loco por verte? -insistió él-.
-Es que no soportaba que me vieras así -contestó
cabizbaja-. Pensé que sería muy grande tu desilusión.

La esposa de Carlos Phillips ignoraba que el amor de su
esposo no era superficial. La pobre mujer se imaginaba que era
como el amor de los demás hombres que ella había conocido. No
contempló la posibilidad de que fuera un amor incondicional, y
por lo tanto divino, ya que así es el amor de Dios. Aunque hasta
ahora no se nos haya ocurrido, muchos de nosotros somos iguales
que ella. Pues así como ella ignoraba que era incondicional el
amor del hombre con quien se había casado, también muchos
ignoramos lo incondicional que es el amor del Dios-hombre,
Jesucristo, que nos ama como a una esposa.

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MISAEL AMANCIO

Al igual que las quemaduras en el cuerpo de la esposa de
Phillips, el pecado ha dejado cicatrices en nuestra vida, cicatrices
que sin duda nos traen vergüenza. Pero Cristo nos aseguró que
vino al mundo a buscar y a salvar lo que se había perdido, pues
no son los sanos los que necesitan médico sino los enfermos.
Nuestro pasado no lo espanta ni lo confunde. Su amor es más
profundo que las cicatrices de nuestro pecado. Dejemos, pues,
de tratar de ocultárselas. De todos modos, a Él no se le puede
ocultar nada.
Corramos más bien a su encuentro. Cristo ve mucho
más allá de nuestras cicatrices, y anhela vernos tal como somos,
hasta el punto de haber dado su vida para que eso sea posible.

Las Heridas del pasado nos hacen
crecer, ahora somos más fuertes
Luis Marrero, Funky (Cantante)

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C I C AT R I Z

Un gran amigo

A la edad de mis 16 años tuve el honor de recibir el bautismo en
el Espíritu Santo, no podía explicar lo que sentía, era como un
fuego que ardía fuertemente en todo mi interior, ese fuego tomó
mi lengua y comenzaba hablar en un idioma que no entendía,
era algo inexplicable. Desde esa noche mi vida fue marcada por
el Espíritu Santo.
Yo quería conocer más y más del Espíritu, por eso no me
conformé con lo que sucedió esa noche, ni tampoco con lo que
escuchaba, quería comprobar con mi propia experiencia, así que
empecé a profundizar más sobre este poder, cada día me daba
cuenta que no solo era un fuego ardiente dentro de mí, sino más
bien es un ser especial con cualidades especiales.
A través de los años el Espíritu Santo se ha convertido
en mi gran amigo, en un ser que conozco y al mismo tiempo
desconozco, que a veces es grande, que parece inalcanzable y
otra veces pequeño que parece tratable, que me cuida y me guía,

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MISAEL AMANCIO

que me inspira a escribir, cantar y predicar. Siento su presencia
acompañándome en cada paso que doy, es mi compañero en todo
momento y lugar. Él se ha convertido en el centro de todo mi ser,
a veces puedo escuchar su voz tan fuerte como un estruendo,
otra veces solo el silencio, pero es mucho más que un poder, o
una unción, es una persona.
¿Qué clase de amigo te gustaría tener? ¿Te gustaría que
tu amigo te ame, que se interese por ti y tus problemas y que
comparta tu felicidad? ¿Te gustaría que este amigo sea sincero,
que te diga la verdad aun cuando sea dolorosa y que te señale sus
errores con amabilidad para ayudarte a corregirlos?
Quizás te gustaría que tu amigo que sin presumir sea
más sabio, más fuerte y mejor que tu. Y entre más tiempo pasen
juntos, llegarías a ser más como tu amigo, más fuerte, más sabio
y mejor de lo que eres ahora.

«La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la
comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros».

2 Corintios 13:14

La comunión (koinonia) del Espíritu Santo, implica
comunión profunda, compañerismo y participación. Según
el diccionario bíblico Vine, koinonia denota la parte que a
uno le corresponde en algo, una participación, una comunión
reconocida y disfrutada. En contraste concharis y ágape,
donde somos receptores pasivos, koinonia requiere nuestra
participación activa.
Una de las posibles traducciones de koinonia es amistad
íntima. Pero, ¿cuántos creyentes pueden decir que tienen una
relación íntima con el Espíritu Santo? Muy pocos.

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C I C AT R I Z

Hace varios años Dios me había revelado una gran
verdad a través de un estudio bíblico que desarrollé acerca del
Espíritu Santo, la cual dice lo siguiente: «Muchos quieren el
poder del Espíritu Santo pero pocos conocen la persona del
Espíritu Santo»

Estamos tan enfocados en la unción que olvidamos
que es una persona, buscamos con tanto deseo el bautismo, los
dones, hablar en lenguas, sentir el fuego, que pasamos por alto su
amistad y relación. Es bueno recibir unción y poder, pero crééme
que es más interesante y enriquecedor conocer al ser mismo,
pues Él no es algo, es alguien.

Si podríamos definir al Espíritu Santo es igual a decir
que es Dios en nosotros. Somos un templo en el cual Dios quiere
habitar y llenarnos de su presencia.

«Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para
que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad,

al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni
le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con

vosotros, y estará en vosotros».
Juan 14:16-17

Trabajo del Espíritu Santo

• Él es un amigo especial.
• Él te ayudará.
• Él te enseñará.
• Él hará que Dios te sea real.
• Él llenará de amor tu vida.

El Espíritu Santo puede y quiere desarrollar una amistad
intima contigo y ser tu gran amigo, el mejor que hayas tenido en
toda tu vida.

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C I C AT R I Z

Cicatriz en medio
de la crisis

¿Qué es crisis?

Es un estado temporal de trastorno y desorganización,
caracterizado principalmente, por la incapacidad del individuo
para abordar situaciones particulares utilizando métodos
acostumbrados para la solución de problemas, y por el potencial
para obtener un resultado radicalmente positivo o negativo.
Crisis significa al mismo tiempo peligro y oportunidad.
Hoy por hoy nuestro mundo está en crisis, cada vez que
escuchamos las noticias nos damos cuenta de la situación actual
en la que nos encontramos: países en guerra, enfermedades,
pobreza, hambre, desastres naturales, crisis financiera, entre
otros. Cada ser humano experimenta cambios drásticos en
su vida social, económica, emocional y espiritual. Todos nos
hacemos la misma pregunta: ¿Qué podemos hacer?

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MISAEL AMANCIO

Albert Einstein en un artículo expresó lo siguiente:

«No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo
mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a
personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad
nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en
la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes
estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar
‘superado’. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias,
violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las
soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia.
El inconveniente de las personas y los países es la pereza para
encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos,
sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis
no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada
uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es
promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En
vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única
crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por
superarla».

Todos los seres humanos atravesamos por momentos
de crisis, tales como: pérdida de un ser querido, enfermedad
terminal, desempleo, alguien que nos rechaza o nos hiere, y
mas. Por consecuencia experimentamos un cambio radical
que afecta todo nuestro entorno y hasta nuestro interior. Nos
preguntamos:¿Por qué me sucede esto a mí? ¿Qué he hecho
mal? ¿Qué puedo hacer? A veces hacemos declaraciones muy
negativas como: se va a acabar mi vida, me estoy muriendo, yo
tengo la culpa, Dios se olvidó de mí, no creo que sobreviva. Y es
que a veces creemos que es el final y que no hay nada más allá.
Pero alguien una vez dijo: «Lo que parece el final, es un nuevo
comienzo. Lo que no te mata te hace más fuerte».

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C I C AT R I Z

Crisis: Oportunidad de Dios

Quiero que entiendas que Dios permite la crisis para
romper con lo viejo y crear algo nuevo y mejor en ti. Tú dificultad
es una oportunidad para que el poder de Dios se manifieste en ti,
es el tiempo de Dios en ti, tu mejor temporada, Dios convertirá
tu crisis en tu mejor bendición, hará que tu llanto se convierta en
alegría, tu tristeza en sonrisa, y conocerás que tienes a un Dios
sin límites. Nada es imposible para Él. Tú mentalidad cambiará,
tu visión se va ampliar, tu actitud será diferente, ya no serás el
mismo, Dios te mostrará el maravilloso plan que tiene para ti y
esto te servirá para potencializar tus talentos, dones y ministerio
que Dios te ha entregado para servir a otros.
La crisis es la mejor bendición de parte de Dios, porque
en ella aflora lo mejor de ti, te superas a ti mismo y veras la gloria
de Dios.
En la crisis los problemas y las dificultades no cambian,
sino que Dios la permite para que cambies tú.

Aunque quedes hecho polvo de este
proceso de amargura de ese mismo
polvo Dios va hacer una escultura.

Willy González (Redimi2)




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MISAEL AMANCIO

Quiero que entiendas que los procesos son para crecer y
el dolor te ayudará a vencer, pero Dios no dejará que el proceso
te haga daño, ni va a permitir la prueba más allá de tu capacidad.

Recuerda que cuando estás atravesando esos momentos
de crisis no estás solo, tienes a un Dios vivo y poderoso, que si
clamas a Él te responderá y en Él encontrarás la solución.

«…invócame en el día de la angustia;
Te libraré, y tú me honrarás».
Salmos 50:15

Nada es para siempre

Cuenta una leyenda que un famoso rey, un monarca,
lleno de riquezas y poder, un día reunió en un conclave a sus
sabios más importante y les dijo: «necesito que entre todos los
sabios, ustedes lleguen a la conclusión de una frase que me ayude
a pasar el momento más difícil de mi vida, una frase que sirva
de consuelo, y que sea una luz en mi momento más oscuro. Así
que por favor piensen en esa frase, yo la mantendré en secreto y
solo la leeré cuando este en una gran crisis». Así que los sabios
se reunieron y llegaron a la conclusión en una frase. La frase
estaba escrita en un papel muy diminuto que el monarca sin leer
doblo en varias partes y se la coloco dentro de su anillo. Cuenta
la leyenda que un determinado tiempo los enemigos atacaron
a este monarca y redujeron a todo su ejército, el rey tuvo que
escapar en la noche pues todo su guarda real cayo a filo de
espada, el rey se encontraba en una situación sin salida, pues en
el camino hacia adelante había un despeñadero o un risco y atrás
venían los enemigos en la oscuridad buscándolo para cortarle
su cabeza, y pensó en suicidarse pero antes se acordó de la frase,

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C I C AT R I Z

decidió abrir su anillo y leer la palabra que había guardado para
esos momentos, y decía lo siguiente: «Esto también pasará». Así
que esa frase ayudó al rey a tomar valor, en lugar de suicidarse,
decidió ocultarse tras unas rocas y no permitió que sus enemigos
lo encontraran y de ese modo salvó su vida. La leyenda dice que
el rey al acabo de 10 años fue rico otra vez y conquistó reinos. Y
sentó nuevamente en su trono y palacio, y esta vez lejos de estar
en crisis todo el pueblo le aplaudía y decían: «¡Qué viva el rey!,
¡Que viva el monarca!». Uno de los sabios se acercó y le dijo: «Mi
rey usted debería abrir su anillo y volver a leer la frase también
ahora». El rey dijo: «No, porque esta frase la escribieron para mi
peor momento» y el sabio respondió: «No, mi señor, también la
escribimos para estos momentos de victoria». Así que el rey en
medio de una multitud que lo aclamaba abrió el anillo y volvió
a leer: «Esto también pasará». ¿Qué significa esto? que lo bueno
pasará y lo malo también parará. La crisis, pruebas y dificultades
que atravesamos en el mundo son permitidas por Dios para un
propósito, pero son temporales, el momento de aflicción será
breve, el dolor va a desaparecer, pues nada es para siempre. La
palabra de Dios dice que todo tiene su tiempo. Habrá tiempo de
llorar, tiempo de reír, tiempo de paz, tiempo de guerra, todo en
esta vida es pasajero pero tu Dios es eterno.


«En el día del bien alégrate, y en el día
del mal considera».
Eclesiastés 7:14

Dios permite que a todos nos lleguen buenos tiempos y
malos tiempos. Nos ofrece una combinación de ambos tan buena
que no podemos predecir el futuro, ni depender de la sabiduría y
el poder humano.

«…Recibimos el bien de parte de Dios,
¿no recibiremos también el mal?»
Job 2:10

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MISAEL AMANCIO

Cuando estés alegre, gózate y se agradecido sin olvidarte
de Dios, pero en los momentos de crisis, siéntate y reflexiona sin
quejarte ante Dios, para que puedas mejorar y seguir creciendo.
Nuestro Dios es experto en sacar cosas buenas de los tiempos
de crisis. Cuando la vida parezca segura y normal, no permitas
que la autosatisfacción ni la complacencia te haga sentirte
demasiado seguro (no te aferres), porque Dios puede permitir
que la adversidad te haga regresar a Él. Cuando la vida parezca
incierta e incontrolable, no te desesperes: Dios está al timón y
todo obrará para bien. Tienes que saber esto: en todo momento
Dios nos ama, y tiene el control de todas las cosas aunque perezca
lo contrario, nada ni nadie nos podrá separar de su amor. Por
amor a veces permite la crisis para quitar algo que te hace daño y
entregarte algo mejor que sea de bendición.


Tal vez no será fácil, no será
sin dolor, no será de un día
para otro pero saldrás de esta
Willy González, Redimi2

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C I C AT R I Z

Parecido a
su padre

Desde mi niñez siempre visitaba con frecuencia el lugar de trabajo
de mi padre, les confieso que al principio era muy aburrido, no
me gustaba, hacía mucho sol, había mucha maleza, y no me
agradaba la idea de pasar todo un día allí, pero luego con el
tiempo cada día se convertía en una aventura, pues comencé a
conocerlo y descubrir su lado hermoso: comer frutas, conocer
nuevos insectos, montar bicicleta y compartir con la gente.
Había días que pasaba largas horas en la oficina de mi
padre, haciendo mis tareas, leyendo un libro de su biblioteca y
poniendo todo en orden. Pero en otras ocasiones me quedaba
contemplando a mi padre trabajar, observaba como tenía una
capacidad única para resolver conflictos, siempre hablaba con
una paciencia, que a veces desesperaba.
Te cuento todo esto, porque hoy soy lo que soy, gracias
a esos momentos de calidad que compartía junto a mi padre. El
siempre estaba pendiente de mí en todo, y aun lo está. Por eso

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