51 Fernando Flores Maio Religión en la biblioteca de Borges En la biblioteca personal de Borges, que se encuentra en la fundación que lleva su nombre, se observa que la mayoría de los libros tratan temas de filosofía y religión, y a través de esos autores es posible encontrar claves de la obra de este genio. El autor de “El aleph” nos ha dejado esa maravillosa biblioteca, con lecturas de filósofos y místicos que seguramente han tenido una decisiva influencia en su obra. Los ejemplares de los cuales se muestran fotografías en “La Biblioteca de Borges” (Paripé Books en colaboración con la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, España 2018), del cual soy autor, son menos del 5 % de los que atesora esa Fundación. Y para este libro tomamos casi al azar algunos de ellos (aunque como decía el autor de “El alpeh”, en realidad no hay azar, ya que lo que llamamos azar es nuestra ignorancia de la compleja maquinaria de la causalidad, inspirado seguramente en Spinoza) (1). Magia y mística Acceder a esa biblioteca es como entrar en un universo mágico, místico. Borges era agnóstico, y señaló que los mejores cuentos sobrenaturales ("La vuelta del tornillo" de Henry James, "Donde su fuego nunca se apaga" de May Sinclair, "La pata de mono" de Jacobs, "La casa de los deseos" de Kipling, "El manuscrito encontrado en una botella" de Poe) son obras de escritores que negaban lo sobrenatural. La razón –argumenta- es clara: El escritor escéptico es aquel que organiza mejor los efectos mágicos” (2). Por ejemplo, nos encontramos con libros de Blake, y recordamos lo que Borges decía de él: “En ese autor la belleza corresponde al instante en que se encuentra el lector y la obra y es una suerte de unión mística” (3). En “La Biblioteca de Borges” se encuentran -por ejemplo- fotos de “William Blake. An Introduction”, de Anne Malcolmson (Harcourt, Brace & World Inc), de “Canti dell´innocenza e dell´esperienza” (Edizioni Studio Tesi), y el trabajo de Algernon Charles Swinburne “William Blake. A critical Essay” (Chatto & Windus). Es esa mística la que hallamos en ese espacio sagrado que es la biblioteca personal de Borges. Y pude hacer una experiencia similar a tirar las suertes virgilianas (la antiquísima costumbre de abrir una obra de Virgilio y tomar como un oráculo infalible lo que dijera el primer verso que apareciera), o sea, tomar un libro cualquiera y abrirlo al azar, para encontrar ese texto que fue escrito para mi en un lugar del universo y que renace cada vez que se abre. Con la sospecha, casi certeza, que corresponde a un solo poema infinito.
52 Cuando ya tenía más de 50 años, en "La flor de Coleridge" (4) Borges escribe que Shelley dictaminó que todos los poemas del pasado, del presente y del porvenir, son episodios o fragmentos de un solo poema infinito, erigido por todos los poetas del orbe. Agrega: Claro está que si es válida la doctrina de que todos los autores son un autor, tales hechos son insignificantes.¬ Y luego: Para las mentes clásicas, la literatura es lo esencial, no los individuos. Añade también que George Moore y James Joyce han incorporado en sus obras, páginas y sentencias ajenas; Oscar Wilde solía regalar argumentos para que otros los ejecutaran; “ambas conductas, aunque superficialmente contrarias, pueden evidenciar un mismo sentido del arte. Un sentido ecuménico, impersonal..” En “La Biblioteca de Borges” se pueden ver fotos de “The Portable Coleridge”, de I. A. Richards (Penguin Book) y un trabajo de Hesketh Pearson, “The Life of Oscar Wilde”, que están en la biblioteca de Borges. Otras fotos corresponden al libro “Sartor resartus”, de Thomas Carlyle (Chapman and Hall Ltd), de quien resalta el pensamiento: “La historia universal, escribirá Carlyle, es un texto que debemos continuamente leer y escribir y en el que también nos escriben. Esa perturbadora sospecha de que somos cifras y símbolos de una criptografía divina, cuyo sentido verdadero ignoramos, abunda en los volúmenes de León Bloy y los cabalistas la conocieron” (5). También está la Biblia. Hay fotos de varios libros al respecto: “Cambridge Bible for Schools and Colleges” (Introducción y notas de Herbert E. Ryle), “Biblical Things not Generally know” (Dick & Fitzgerald Publishers), “I Libri poetici della Bibbia”, de Saverio Mattei (Editado por Giuseppe Maria Porcelli), “The Apocryphal New Testament” (Oxford at the Clarendon Press), “The New Testament” (The Gideons International), “The New English Bible” (Oxford University Press. Cambrige University Press), “A Complete Concordance to the Holy Scriptures of the Old and New Testament”, de Alexander Cruden (Thomas Wardle), y “Theology and Philosophy. Leibniz’s Philosophical Writings”, de Ernest Rhys (J.M.Dent and Sons). Pero si bien Borges tiene un gran interés por la Biblia, es un interés literario. Y esto vale también para otros libros que encontramos en la biblioteca personal de él, como “The I Ching or the Book of Changes” (Pantheon Books), del cual tomamos fotos. Y es el mismo interés que puede mostrar, por ejemplo, en la mitología celta (al respecto encontramos un volumen de “The Tain”, Dolmen Editions), o en los mitos griegos, como el libro de Robert Graves “Greek Myths” (Cassell & Company). O en otras de sus lecturas que tienen que ver con el más o allá o las religiones, como otros libros que encontramos en esa misma biblioteca de Borges: el de W.Y. Evans-Wentz, “The Tibetan Book of the Dead” (Oxford University Press), el de Paul Deussen, “The Religion and Philosophy of India. The philosophy of the upanishads” (T. & T. Clark), “The Koran” (Frederick Warne and Co), el de John Dowson “A Classical Dictionary of Hindu Mythology and Religion, Geography, History, and Literature” (Routledge & Kegan Paul LTD), “The Sacred Books of East” (Oxford at the Clarendon Press), y el de Farid al-Din Attar “Muslim Saints and Mystics” (Routledge & Kegan Paul LTD).
53 Pero volviendo a la Biblia, Borges explica que su nombre griego es plural, significa los libros. La define como una biblioteca de los libros fundamentales de la literatura hebrea ordenados sin mayor rigor cronológico y atribuidos al Espíritu, al Ruach. Agrega que abarca la cosmogonía, la historia, la poesía, las parábolas, la meditación y la ira profética. Los diversos autores corresponden a las épocas y a diversas regiones. Son, para el piadoso lector, meros amanuenses del Espíritu, que determina cada palabra y, según los cabalistas, cada letra y su valor numérico y sus posibles o fatales combinaciones. Para Borges el más curioso de esos textos es “Libro de Job”, donde la obra “se limita a ofrecernos espléndidas metáforas” (6). Se podría decir que Borges está sugiriendo un camino, o un juego: buscar las letras adecuadas, aquellas que nos llevan al arquetipo, ya que el nombre es el arquetipo de la cosa. Quizá en el arquetipo, en el nombre, también sea posible hallar esa presencia que desciende fugazmente. Por eso Borges habla mucho de los cabalistas, que se dedicaron a las permutaciones de letras y a complejas variaciones para alcanzar el Nombre que es la Clave. El objetivo era penetrar los arcanos de Dios (7). Entre las fotos de los libros vemos el de S.L. Macgregor Mathers, “The Kabbalah Unveiled” (Routledge & Kegan Paul Ltd), y el de Christian D. Ginsburg, “The Kabbalah” (George Routledge & Sons Limited). Otra forma de felicidad: crear Verán en este libro varias obras de Rudyard Kipling que están en la biblioteca personal de Borges: “From the Sea to Sea” (Macmillan and Co), “Rudyard Kipling’s Works” (A.L. Burt Publisher), “Just so stories” (Macmillan London), y “Rudyard Kipling and his world” (Thames and Hudson). Y sobre Kipling, en el Prólogo a sus relatos, Borges escribe: “Una obra tan diversa presupone muchas dichas y muchos pesares que no sabremos nunca y que no debemos saber”. Pero de Browning, del cual en esa biblioteca encontramos “Poetical Works 1833-1964” (London Oxford University Press), aprendemos que no importa la ventura ni la desventura. Lo que importa es crear, como leemos en: "Browning resuelve ser poeta": Si una mujer comparte mi amor mi verso rozará la décima esfera de los cielos concéntricos; si una mujer desdeña mi amor haré de mi tristeza una música, un alto río que siga resonando en el tiempo. (8) Encontramos además en esa biblioteca a Enrique Banchs con “Prosas” (Academia Argentina de Letras. Compilación y estudio preliminar de Pedro Luis Barcia). Es otro ejemplo que cita Borges de una historia de amor desafortunada que llevó a ese escritor a una obra admirable. Sobre él Borges escribió este poema: La equívoca fortuna / hizo que una mujer no lo quisiera; / esa historia es la historia de cualquiera / pero de cuantas hay bajo la luna / es la que duele más. Habrá pensado / en quitarse la vida. No sabía / que esa espada, esa hiel, esa agonía, / eran el talismán que le fue dado / para alcanzar la página que vive / más allá de
54 la mano que la escribe / y del alto cristal de catedrales. / Cumplida su labor, fue oscuramente / un hombre que se pierde entre la gente; / nos ha dejado cosas inmortales.(9) Siguiendo con los ejemplos y los libros que encontramos en la mencionada biblioteca personal descubrimos “Paradise Lost”, de John Milton (Macmillan and Co), del cual podemos ver fotos. Borges habla de un poeta griego ciego, Tamiris, cuya obra se ha perdido, y que él conoce principalmente por una referencia de Milton, otro ilustre ciego. Precisamente a Milton lo coloca como un ejemplo (mucho más importante que el de él) de un hombre que se sobrepone a la ceguera y que ejecuta su obra: El Paraíso perdido, El Paraíso recuperado, Samson Agonistes, los mejores sonetos que escribió, parte de la Historia de Inglaterra, desde los orígenes hasta la conquista normanda (10). Si para Borges el amor, correspondido o no, lleva a crear, lo más importante es el fruto de esa creación. La meta última del poeta es el poema, el libro infinito. Para llegar a ese objetivo el camino es difícil; está lleno de dolores, de humillaciones. Pero ese es el alimento de los héroes que permite crear (11). Hay una coincidencia entre el pensamiento de Borges y de Kipling, que es central para entender al camino de la felicidad. La divinidad En una conferencia que dio Borges el año anterior a morir (12), habló sobre uno de los filósofos que más admiró, Baruj Spinoza, en quien el autor de “El aleph” confesó haber vislumbrado algo vastísimo, algo misterioso como la música, misterioso como su Dios. En esa conferencia explicó que según Spinoza, cada uno ha sido condicionado por la Divinidad para una serie de hechos. Y esos hechos son paralelos. Según Spinoza, Dios es una sustancia infinita que consta de un número infinito de atributos. Uno de ellos es el espacio, o lo que llama la extensión, y el otro el tiempo, o lo que llama el pensamiento. Pero, además, hay un número infinito de otros atributos. A nosotros solo se nos ha dado sentir dos: el espacio y el tiempo. Pero, paralelamente, en otra serie ocurren infinitas otras cosas que ni siquiera podemos concebir. Y eso vendría a ser el Universo. Si eso es así, cada uno de nosotros ha sido condicionado, y ninguno de nosotros merece ser castigado, o premiado. Con eso se borra la idea del Infierno o del Cielo. Somos autómatas condicionados para un fin, y nuestro arduo deber es el amor de Dios, que vendría a ser no el amor de un Ser, sino el amor de todo este sistema. En cuanto Dios, Spinoza le concede la imaginación; Dios imagina hasta el más ínfimo detalle de nuestras vidas, que además conciernen a todos los atributos infinitos. Y entonces Spinoza aconseja a los hombres, no arrepentirse, la serenidad, si es que depende de nosotros la serenidad. Buscamos algo de Spinoza en la biblioteca personal de Borges, y vimos el libro de E.M. Curley “Spinoza´s Metaphysics: An Essay” (Harvard University Press, Cambridge) y el de Victor Delbos “Le Spinozisme” (Société Française D´Imprimiere et de Librairie), y recordamos que “Spinoza condenó al arrepentimiento, por juzgarlo una forma de la tristeza.
55 El bien y el mal Como en el shinto, en la obra de Borges el bien y el mal se alternan continuamente. Los espíritus del mal actúan alrededor del hombre, pero no provocan grandes crisis espirituales por la convicción de que el dolor es temporal y solo el bien es absoluto y positivo. El hombre del Shinto exhalta la vida y habla con los espíritus que siente a su lado. Borges, con una concepción más cercana al shinto, reconoce la polaridad inherente a la naturaleza humana, pero no llega a una concepción dualista o a una tajante separación entre el bien y el mal. La bondad parece que triunfará. También lo observamos en otros libros que parecen haber influido en sus concepciones, de los cuales vemos fotos, como el de Samuel Beal, “Buddhist Records of the Western World” (Kegan Paul, Trench, Trübner & Co. Ltd), y el de Kiyoaki Murata “Japan´s New Buddhism” (Walker/Weatherhill). Por otro lado, la visión de la realidad que ofrece Dante es muy distinta a esa inocencia que se trasluce en la obra de Borges y en varios de sus autores preferidos. Se evidencia cuando Borges se refiere a La divina comedia, de la cual encontramos varios libros en las fotos que incluimos en esta obra, como la edición de W. M. Jackson (con estudio preliminar de Borges), las de J.M. Dent, de Leonardo y de Rizzoli, y el libro de Richard Boozman, “Dantes Werfe” (Max Heffes Verlag). Infierno o paraíso A Borges seguramente no lo convence la clasificación que hace Dante. Apela a comentadores antiguos, por ejemplo Iacopo della Lana, que explica: "Por considerar el poeta que la vida humana puede ser de tres condiciones, que son la vida de los viciosos, la vida de los penitentes y la vida de los buenos, dividió su libro en tres partes, que son el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso” (13). ¬ Pero el esquema de Dante no parece ser adecuado ni siquiera para el autor. Así al referirse a "El noble castillo del canto cuarto" dice que Homero, Horacio, Ovidio y Lucano son proyecciones o figuraciones de Dante, que se sabía no inferior a esos grandes, en acto o en potencia. Son grandes sombras veneradas que reciben a Dante en su cónclave.¬ Han leído la Ilíada o la Farsalia o escriben la Comedia. Son magistrales en el ejercicio de su arte y, sin embargo, están en el infierno porque los olvida Beatriz (14).¬ Vemos en las fotos el libro de Alfonso Reyes “La Iliada de Homero” (Fondo de Cultura Económica). Y aquí vamos a otro autor que está en la biblioteca personal de Borges, Joseph Conrad, de quien vemos fotos de su obra “Chance” (J.M.Dent and Sons). Si bien Borges hace una profunda reflexión sobre el infierno y el paraíso al analizar La Divina Comedia, le interesa internarse en los infiernos no solo de Dante, sino de otros, como Conrad y de Swedenborg. En el prólogo al libro de Joseph Conrad “El corazón de las tinieblas. Con la soga al cuello”, escribe: “Obra del divino poder, de la suma sabiduría y, curiosamente del primer amor, el infierno de Dante, el más famoso de la literatura, es un establecimiento penal en forma de pirámide inversa, poblado por fantasmas
56 de Italia y por inolvidables endecasílabos. Harto más terrible es el de Heart of Darkness, el río de Africa que remonta el capitán Marlow, entre orillas de ruinas y de selvas y que bien puede ser una proyección del abominable Kurtz, que es la meta. En 1889, Teodor Josef Konrad Korzeniowski remontó el Congo hasta Stanley Falls; en 1902, Joseph Conrad, hoy célebre, publicó en Londres Heart of Darkness, acaso el más intenso de los relatos que la imaginación humana ha labrado” (15). Dante, como Borges señala en el prólogo de “El cementerio marino”, de Paul Valéry, desconoció la “propicia inseguridad” de Valéry, San Pablo, sir Thomas Browne (vemos fotos de libros de este autor, Ed. John Grant), Whitman, Baudelaire o Unamuno. Sólo tuvo “una estricta certidumbre” “con sus reparticiones brutales de condenación y de gloria” (16). Esa “propicia inseguridad” se observa en alguien que era agnóstico, Borges, y está fundamentada siempre en la duda más que en las certezas. “Feliz el que no insiste en tener razón, porque nadie la tiene o todos la tienen”, escribió Borges en su Evangelio apócrifo (17). Lo contrario, la “estricta certidumbre” lleva muchas veces al fundamentalismo y a condenar a los demás. Borges estuvo, “…como Dante y como todos / Los hombres, en el raro Paraíso / Y en los muchos Infiernos necesarios”, como escribe en "The thing I am" (18). La felicidad o el tormento En "Fragmentos de un Evangelio apócrifo" Borges propone: Dichosos los que saben que el sufrimiento no es una corona de gloria.¬ No basta ser el último para ser alguna vez el primero.¬ Hay un rechazo de las flagelaciones masoquistas que acompañan perversamente al cristianismo a lo largo de su historia. En cambio en ese Evangelio apócrifo su autor propone: “Si te ofendiere tu mano derecha, perdónala; eres tu cuerpo y eres tu alma y es arduo, o imposible, fijar la frontera que los divide”.¬ Hay una reinterpretación positiva del hombre, que niega esa visión castrante de gran parte de la ortodoxia eclesiástica católica. “No juzgues al árbol por sus frutos ni al hombre por sus obras; pueden ser peores o mejores”, leemos en el Evangelio apócrifo¬. Dios está haciéndose El tema del bien y del mal remite necesariamente a Dios: ¿Porqué existe el mal? ¿Porqué Dios lo permite? Y tantos otros interrogantes. Quizá una respuesta la da Bernard Shaw, de quien en la biblioteca personal de Borges encontramos “What I Really Wrote About the war” (Constable and Company Limited) y el libro de Margaret Shenfield “Bernard Shaw. A pictorial biography” (Thames and Hudson). Hay un concepto que Borges resalta en Bernard Shaw, quien dijo “God is in the making”, "Dios está haciéndose". Dios es algo que no pertenece al pasado, que quizá no pertenezca al presente: es la Eternidad. Dios es algo que puede ser
57 futuro: si nosotros somos magnánimos, incluso si somos inteligentes, si somos lúcidos, estaremos ayudando a construir a Dios. (19). Dios no condena a nadie al infierno. Dios quiere que todos los hombres se salven. Pero al mismo tiempo Dios ha concedido al hombre el libre albedrío, el terrible privilegio de condenarse al infierno, o de merecer el cielo. La doctrina del libre albedrío -que la doctrina ortodoxa suspende después de la muerte- otro autor preferido de Borges, Swedenborg, la mantiene hasta después de la muerte. Entonces, hay una región intermedia, que es la región de los espiritus. En esa región están los hombres, están las almas de quienes han muerto, y conversan con ángeles y con demonios. Entonces llega ese momento que puede durar una semana, puede durar un mes, puede durar muchos años, no sabemos cuánto tiempo puede durar. En ese momento el hombre resuelve ser un demonio, o llegar a ser un demonio o un ángel. En uno de los casos merece el infierno. Esa región es una región de valles y luego de grietas. Esas grietas pueden ser inferiores, que comunican con los infiernos; o grietas superiores, que comunican con los cielos. Y el hombre busca, conversa y sigue la compañía de quienes le gustan. Si tiene temperamento demoníaco, prefiere la compañía de los demonios. Si tiene temperamento angelical, la compañía de los ángeles” (20). El interés de Borges por los ángeles se evidencia en muchas de sus obras, y también lo encontramos entre los libros de su biblioteca personal, como en “Spiritual Unfoldment II. The Ministry of Angels and the Invisible World of Nature” (The White Eagle Publishing Trust). Borges dice que quien quiera una exposición de todo esto, por cierto mucho más elocuente que la de él, la encontrará en el tercer acto de Man and Superman, de Bernard Shaw. Señala que es curioso que Shaw no mencione nunca a Swedenborg. Pero presume que Shaw llegó a las mismas conclusiones a través de William Blake, que ensaya la doctrina de la salvación que predice Swedenborg (21). Borges reflexiona sobre el “concepto originalísimo” del Cielo y del Infierno que explica ese extraño místico. Advierte que Blake lo repite y Bernard Shaw lo ha resumido vívidamente en el tercer acto de Man and Superman. (22). La ética Se trata de dejar atrás el soborno del cielo. Cuando le pregunté a Borges, en una entrevista que le hice: ¿Quiere decir entonces que Borges no cree en Dios, en el Dios trascendental de los cristianos por lo menos? Respondió: No creo en un Dios personal, no creo que haya un Señor al que le preocupe mi conducta y como dije en un soneto me siento indigno tanto del infierno como del cielo. No creo merecer recompensas ni castigos. Desde luego, creo en la ética. Cuando yo obro sé si he obrado bien o mal. Pero para repetir una hermosa sentencia de un personaje de Shaw, he dejado atrás el soborno del cielo.
58 “ I try to be an ethical man”, trato de ser un hombre ético, afirmaba Borges en The Royal Society of Arts en Londres en 1983 (23). Notas 1) Jorge Luis Borges. “El idioma de los argentinos”. Seix Barral. 1994. 2) En el comentario de “The Haunted Omnibus”, de Alexander Laing “Textos cautivos”. Ob. cit. 3) en el prólogo del libro de William Blake “Poesía Completa”. Biblioteca personal. Ob. cit. 4) Otras inquisiciones. Obras completas. Ob cit. 5) prólogo de “Mystical Works”, de Emanuel Swedenborg. “Prólogos con un prólogo de prólogos”. Obras completas. Tomo 4. Ob. cit. 6) prólogo a la obra de Fray Luis de León “Cantar de Cantares” y “Exposición del libro de Job”. Biblioteca personal. Ob. cit. 7) "El golem". En “El otro el mismo”. Obras completas. Tomo 2. Emecé editores. 1974. 8) “La rosa profunda” (1975. Obras completas. Ob. Cit. 9) “Los conjurados”. Obras completas. Emecé Editores. Obras completas. 1989. 10) “La ceguera”. “Siete Noches”. Ob. Cit. 11) Idem. 12) Conferencia pronunciada en la Sociedad Hebraica Argentina el 1 de abril de 1985. Publicada en “Clarín” el 27 de octubre de 1988. 13) “Nueve ensayos dantescos”. Obras completas. Ob. cit. 14) Idem. 15) Biblioteca personal. Ob cit. 16 Prólogo connunnprólogo de prólogos ob cit 17) “Fragmentos de un Evangelio apócrifo”. Ob. cit. 18) En “Historia de la noche”. Obras completas. Ob. cit. 19 Siete Noches. La cábala. Obras completas. Ob cit. 20) Borges. Emanuel Swedenborg. Borges Oral. Obras completas. Ob. cit. 21) Idem. 22) Idem 23) Jorge Luis Borges. “Borges on Borges”. “In memory of Borges. Constable London in association with the Anglo-Argentine Society. 1988.
59 En memoria de María Kodama Encuentro interreligioso El Foro Ecuménico Social convocó a un encuentro interreligioso en memoria de María Kodama, en el Salón del Rectorado de la Universidad de Belgrano. Los recibieron la Rectora, Marcela Porto, Julieta Bernasconi, directora de la Carrera de Abogacía, y Pablo Dons, director de la Carrera de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales. Hablaron el vicepresidente del Foro, Pbro. David George (Iglesia Anglicana), el Rabino Daniel Goldman (Comunidad Bet El), el Profesor Isa Altekin (Centro de Diálogo Intercultural Alba, Islam), el Pastor Federico Schäfer (Iglesia Evangélica del Río de la Plata) y el Padre Vicente Llambías (Obispado de San Isidro). Estas fueron sus palabras: Borges escribió: “cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento: el momento en que el hombre sabe para siempre quien es.” Teniendo presente estas palabras oremos: Padre Celestial te damos gracias por la vida y obra de María Kodama, que fielmente preservaba, transmitía y difundía la sabiduría de Borges para el beneficio de todos y pedimos que tanto Borges como María gocen de un destino en tu gloriosa presencia. Te damos gracias por la vida de María, por su inteligencia, erudición y amistad. Y especialmente damos gracias por su largo y fiel acompañamiento a Borges y su dedicación a la preservación y difusión de su obra. Pidamos que el espíritu de María se encuentre en un lugar de luz y de paz donde conozca el esplendor de la verdad. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. En el nombre de Dios, el Clemente y el Misericordioso En este día nos encontramos todos juntos para rezar por el eterno descanso de la Sra. María Kodama. Una persona entrañable, una amiga del Centro Alba, que nos abrió las puertas de la Fundación y del Foro Ecuménico Social y a quien vinimos a honrar con nuestras súplicas. Pbro. David George. Iglesia Anglicana. Isa Altekin. Centro de Diálogo Intercultural Alba (Islam)
60 Nuestra tradición coránica reza: “Todos pertenecemos a Allah y a El hemos de retornar”, eso quiere decir que la muerte es parte de la vida, es el cierre de un ciclo que tiene como principio y fin al Supremo Creador, Dios, Allah, el Misericordiosísimo. En la tradición islámica recitamos la Sura Yasin cuando alguien fallece. SURA 36 YA.SIN (YA-SIN). Período de La Meca Este sura, que consta de 83 versículos, fue revelado a mediados del período de La Meca. Toma su título del primer versículo, que es uno de los versículos más cortos del Corán, y que, según algunos, implícitamente significa «un ser humano». Trata, empleando diversas discusiones, de tres de los pilares de la fe, a saber la Unidad Divina, la vida después de la muerte, y la Misión Profética. El Mensajero de Dios, la paz y las bendiciones sean con él, declaró que este sura es el corazón del Corán (at-Tirmizi, «Zawab al-Qur'an»,7) porque despierta los corazones «muertos» a la vida. Él también aconsejó su recitación a la persona agonizante que está en su lecho de muerte. En el Nombre de Dios, el Misericordioso, el Compasivo. 1. Ya. Sin. 2. Por el Sabio Corán, 3. Eres de hecho uno de los Mensajeros (encargados de transmitir el Mensaje Divino), 4. En un camino recto. 5. (Este es) el Libro que está siendo descendido por el Glorioso poseedor de irresistible poder, el Compasivo, 6. Para que puedas advertir a un pueblo cuyos antepasados (cercanos) no fueron advertidos, y que es, por lo tanto, indiferente (a la verdad y la falsedad). 7. La palabra (del juicio de Dios) sin duda resultó ser verdad contra la mayor parte de ellos (los seres humanos, desde el primer día), ya que ellos no creen. Para concluir queremos hacer una súplica: Te pedimos Allah que tengas a María bajo Tu protección, y en la cuerda de Tu seguridad, que pueda tener un eterno descanso bajo Tu manto. Tú cumples las promesas y concedes los derechos, ten piedad de ella. Ciertamente Tú eres el Perdonador y el Más Misericordioso. Amin. Querido Señor en los cielos: has llamado a tu presencia a nuestra hermana y amiga María Kodama. Si bien sabemos que está muy bien cuidada en tu reino, no está más entre nosotros; la extrañamos, ha dejado un vacío que nos parece irremplazable. Su ausencia continúa doliéndonos y nos sigue entristeciendo. Nos Pastor Federico Schäfer. Iglesia Evangélica del Río de la Plata Pastor Federico Schäfer. Iglesia Evangélica del Río de la Plata
61 falta su calor humano, nos falta la luz que ella reflejaba de ti. Así, Señor, tú lo sabes, estamos en duelo por ella. Ayúdanos, pues, a superar los dolores de la muerte, pues la partida de María también nos recuerda, una vez más, que cada uno de nosotros, más tarde o más temprano, tendrá que abandonar esta tierra a la que estamos tan apegados. Y esa realidad, que gustamos reprimir, nos afecta, nos pone mal, nos acongoja. No obstante ello, queremos ser creyentes, queremos confiar en ti, en tu poder, en tu bondad, en tu perdón, en tu promesa. Tú has vencido al mundo y has vencido a la muerte. De ello nos da testimonio tu resurrección. Hace poco lo hemos expresado con vehemencia: ¡El Señor verdaderamente resucitó! Y esa tu resurrección es el anticipo de nuestra propia resurrección. Ello nos debe quitar el temor a la muerte y así también la tristeza por la partida de María, confiando en que algún día todos podamos alabarte y agradecerte en tu presencia. Así hoy te agradecemos por todos los dones con los que, a través de la extensa trayectoria de María por este mundo, nos has bendecido. No vamos a olvidar todo el apoyo, acompañamiento y amor que ha ofrecido a su esposo Jorge Luis Borges, todo lo que ha realizado para la divulgación de la fecunda labor literaria y filosófica de su compañero, todo lo que ha hecho hasta hace muy poco por la educación de los niños, por todo lo que ha colaborado para la labor del Foro Ecuménico Social. Y tú sabes, Señor, que esto es apenas una parte del reflejo de la luz que tú le brindaste y que nos ha iluminado y nos ilumina. Gracias mil por todo aquello que a través de ella nos regalaste y que sería muy extenso detallar en esta oración. Sí, Señor, tú estuviste presente en su humildad, en su sonrisa, en sus escuetas, pero profundas palabras, en su amor hacia sus semejantes. No nos hagas faltar, Señor, todas estas bendiciones. Por ello finalizamos esta oración rogándote, que nos envíes nuevos y jóvenes ángeles como María Kodama para continuar la obra que a través de ella has realizado en medio nuestro, de manera que podamos abandonar la tristeza y recuperar la alegría de estar junto a María en la comunión de tus hermanas y hermanos, y podamos retomar con ahinco las tareas que tú nos encomiendas. Amén. A María la conocí hace muchos años atrás cuando Fernando Flores había organizado en la Fundación Borges un encuentro sobre “Mística y cábala”. Como yo toco de oído algunas cosas de Borges me animé a aceptar la invitación. María kodama estaba en la mesa. Recordé en esa oportunidad algo que se desarrolla en la mística judía, que es el estereotipo del ser humano, que en hebreo se llama Adam Kadmon; Adán es el primer el primer hombre, pero Adán en términos hebreos, bíblicos, significa todo ser humano, y Kadmon es el prototipo, el estereotipo. Jugué, porque así permite la literatura, a pensar que Kadmon y Kodama tenían Rabino Daniel Goldman. Comunidad Bet El
62 letras en común; me gustaba y me gusta esa cuestión lúdica que permite la literatura. Nunca hablé con María acerca de sus creencias. No puedo afirmar que un acto religioso institucional la podría representar; lo que sí puedo afirmar es que María tenía una vocación del sentido de aquella cuestión que tiene que ver con la trascendencia, porque si no no se puede escribir. No se puede hacer literatura si uno no tiene el sentido del absoluto cuestionamiento a la realidad, que permite justamente que la letra pueda verse vinculada, reflejada. En definitiva lo que María podía hacer desde ese lugar de la literatura era una exégesis. Todo escritor hace exégesis de la realidad, y creo que María no estaba exenta de esto. Borges decía que la teología es el grado más elevado de la ciencia ficción. A mí me encanta esa definición, porque ¿cómo uno puede determinar cuál es la diferencia entre realidad y fantasía? o ¿cómo uno puede determinar cuál es la diferencia entre la subjetividad y la objetividad? Solamente a través de la literatura, como uno de los caminos, se puede pensar en este lugar. Añado la idea de que se le haga un homenaje en la universidad. El mundo es diverso, pero nos reunimos en la universidad, que también refleja justamente esa concepción de búsqueda permanente. Y la búsqueda permanente nunca está puesta en una idea unívoca sino que la universidad tiene que ver con la posibilidad pluralista de permitir muchas voces. Entre ellas la voz de María siempre va a seguir reverberando. Entonces creo que este es un homenaje a una persona en la que su búsqueda religiosa no tenía que ver específicamente con una institucionalidad, sino con algo más profundo, que es el sentido misterioso de la letra, que nos deja a cada uno de los seres humanos un lugar que nos lleva y conlleva a la imaginación, que es lo que lo representaba a María. Señor Dios, aquí estamos, los creyentes, cristianos que seguimos a Jesucristo muerto y resucitado, como también nos encontramos quienes están unidos a otras tradiciones religiosas, milenarias y sabias que tocan lo Invisible y al Espíritu. Quizás somos todos simples buscadores, peregrinos, amantes de la palabra que se sueña, escribe, y entrelaza patios o senderos que rodean la Belleza. Señor Dios, aquí estamos, de cara a la frontera de la muerte. Ella que a menudo nos sorprende, vestida amenaza o sencilla compañera de camino, llega siempre. Con afecto, deseamos dar gracias y pedirte por María Kodama. Ubicados en el punto diverso y exacto que nos convoca a cada uno, podemos, en un andar discreto, ensayar algunos pasos y unidos rozar el Misterio que nos contiene. Pienso en María, en su destino de compañera y esposa de nuestro mayor poeta argentino, Jorge Luis Borges. Vínculo que marcará el gozo y su tarea dura, Padre Vicente Llambías. Obispado de San Isidro.
63 cuidar un legado. Para el encuentro de un presente que no pasa, juego con un más allá vivo; imagino el encuentro con Dios; elijo el lenguaje poético para rezar y rozar el Misterio de esta ocasión. Traigo algunos delicados versos, del último Juan Ramón Jiménez: Dios del venir, te siento entre mis manos, aquí estás enredado conmigo, en lucha hermosa de amor, lo mismo que un fuego con su aire. La poesía posee la magia de habitar los dos mundos, va y viene, suelta la vida, toca la muerte y vuelve en palabra recobrada, refresca nuestras palabras vacías o cansadas y nos devuelve desde las situaciones más extrañas o controvertidas. Salimos de una unidad decían los primeros filósofos y nos incorporamos a ella después de la muerte. Señor, aquí en nuestro ahora, pese a la distancia de quienes parten, haznos leves y confiados en tu Misterio. Un poeta cubano, Gastón Baquero, nos recordaba esta misión aérea, capaz de unir los fragmentos: A la poesía- el arte – le toca la cotidiana recreación del mundo, la diaria comprobación de que al hombre no le basta con abrir sus ojos al espectáculo de la creación para aprensarlo en toda su grandeza. Un diario trabajo, mantiene el equilibrio: cada día, puede ser, ha de producirse el misterio, cosecharse la pequeña rama de un trazo poético, yuxtaponiéndose, gracias al tiempo, como un mínimo templo, el poema de cada estación del espíritu. Quién, una vez erigida la torre, impuesto a la tierra el nuevo fruto, dará la explicación de su figura. Pienso en un encuentro, retorna la confianza de Borges, y los versos de Llaneza, allá por el Fervor de Buenos Aires; ellos atraviesan la sala y comunican planos invisibles. Sí Señor, este podría ser nuestro pedido, sabernos aceptados para siempre, amor que conocimos hace tiempo: Conozco las costumbres y las almas y ese dialecto de alusiones que toda agrupación humana va urdiendo. No necesito hablar ni mentir privilegios; bien me conocen quienes aquí me rodean bien saben mi congoja y mi flaqueza. Eso es alcanzar lo más alto, lo que tal vez nos dará el Cielo: no admiraciones ni victorias sino sencillamente ser admitidos como parte de una Realidad innegable, como las piedras y los árboles. Con el delicado trato que tienes con cada uno de nosotros, así respetas nuestros modos; por eso para terminar me animo a sumar la esperanza cristiana que San Pablo nos regaló en su himno al amor en la Carta a los Romanos. Ni muerte, ni vida… ni presente ni futuro… ni altura ni hondura o creatura alguna podrá separarnos del amor de Dios, presente en vos Jesús. Confiados y con cariño te presentamos la vida de María en esta nuestra oración comunitaria. Amén.
64 Sobre los autores y autoras María Kodama: Escritora, traductora y profesora de Letras. Escribió junto a Jorge Luis Borges Breve antología anglosajona, Atlas, la traducción de La alucinación de Gylfi de Snorri Sturluson, y la del Libro de la almohada, de Sei Shonagon, el que además prologó. Creó y presidió la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, y dirigió las revistas Prisma y Proa. Invitada permanentemente por universidades e instituciones de Oriente y Occidente, publicó Homenaje a Borges, Relatos, y -con Claudia Farías G- La divisa punzó. Obtuvo numerosas distinciones. Luce López Baralt es catedrática de literatura española y comparada en la Universidad de Puerto Rico. Doctora honoris causa por esa universidad y por la Complutense de Madrid, vicedirectora de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española y correspondiente de la Real Academia. Ha sido profesora e investigadora de las universidades de Harvard, Yale, Brown, México, Buenos Aires, Rabat, del Colegio de España (Salamanca), y de Granada, entre otras. Obtuvo numerosos premios. Lucas Martín Adur Nobile es Doctor en Letras por la Universidad de Buenos Aires. Se desempeña como docente de literatura latinoamericana en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) y es investigador de Conicet, con un proyecto sobre reescrituras bíblicas en la narrativa argentina contemporánea. Dirige el grupo de investigación FILOCyT "Escrituras de dios. Borges y las religiones" (FFyL, UBA). Ha publicado artículos y capítulos de libros sobre la obra de Borges en medios especializados, argentinos y del exterior. Es parte del comité editorial de la revista literaria El Ansia.
65 Daniel Goldman es egresado de la Universidad Hebrea de Jerusalén / Hebrew Union College (OhioUSA). Doctor of Divinity -Jewish Theological Seminary (NY-USA). Desde 1992 es rabino de la Comunidad Bet El- Argentina. Fundador del Instituto del Diálogo Interreligioso (IDI). Docente de la Universidad Nacional de San Martín. Julio César Crivelli. Abogado. Es Presidente de la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes. Es coleccionista de arte y ha publicado numerosos artículos en medios especializados. Su libro de poemas “La huida” fue guión de un cortometraje que realizó el MALBA. Publicó “Inexorable”. Conferencista en las universidades Brown, Degli Studi Di Roma “Tor Vergata”, Carlos III de Madrid, Fundación Borges, Academia Nacional de Ciencias Económicas y Universidad Católica Argentina. Fernando Flores Maio. Sociólogo, periodista y vicepresidente de la Fundación Borges. Realizador y director de programas de TV de homenaje a Borges en el canal 7 de Argentina y en Cablevisión, y del documental “Borges, el eterno retorno”. Organizador y curador de las muestras del Centenario de Borges, y y “Atlas de Borges”. Autor de “La Biblioteca de Borges” (Paripé Books), de ensayos, de cuentos para niños, y de “Seres Imaginarios de Borges” (Ed. Sudamericana). Director del Foro Ecuménico Social y de los libros revista Foro E www.foroecumenico.com
66 www.foroecumenico.com Anteriores ediciones de Foro E Ecuménico Social
67 Borges era agnóstico pero tuvo experiencias místicas, según él mismo lo comentó, y están presentes en su obra. Las analizamos, particularmente en “El aleph”, “Sentirse en muerte”, y "Mateo, XXV, 30". Un monje Zen de un monasterio de Kiotto le explicó que lo que vivió es el satori o iluminación. Lo analizamos con María Kodama, miembro del Consejo Asesor Internacional del Foro Ecuménico Social y presidenta de la Fundación Borges, el Rabino Daniel Goldman, miembro fundador de ese Foro, los especialistas Luce López Baralt (Universidad de Puerto Rico) y Lucas Adur Nobile (UBA), Julio César Crivelli (Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes), y Fernando Flores Maio (Foro Ecuménico y Fundación Borges).