ROCIÓ NAVARRO, poesía a PUERTAS abiertas. Por Mercedes Franco.
La poesía de Rocío Navarro es de puertas abiertas, como el título de uno de sus libros. Es una poesía con la frescura de la sencillez, esa sencillez que todo lo dice. Su palabra se torna intemporal, por nítida y sencilla. Habla del amor con un acento nuevo y vehemente. Su obra incorpora muchos elementos del paisaje urbano, pero representa un oasis dentro del fárrago de lo postmoderno, un aljibe milagroso, con la serena importancia de las pequeñas cosas. En ese decir de lo puro y bello del mundo se inscribe su poética.<br>luminosa , como ella misma, como esa hermosa infancia que le tocó vivir, en pleno contacto con la naturaleza, con las aves del campo, con las flores y con la huerta de su madre, donde cultivaba cebollas como Miguel Hernández, con la grandeza de lo humilde y ese saber estacional que lo vegetal nos ofrenda amorosamente.<br> Rocío Navarro Amaro nos saluda con su tímida sonrisa y su suave voz de poeta, mientras nos invita con su obra a un vuelo secreto. Su oficio poético no es simple, como pudiera pensarse cuando hablamos de su sencillez. Ella no golpea con su poesía, ni se exhibe con complejas e impúdicas metáforas. No teje artilugios verbales ni ama el rebuscamiento, pero su palabra es sabia y elevada, y aspira a la belleza, porque conoce a fondo el misterio de la poesía.<br>Una gran armonía moldea sus versos, que resuenan y se quedan con el lector por mucho tiempo. Tal vez su gran sensibilidad y esa capacidad de encontrar los sonidos más hermosos responde a un oído forjado por la melodía del instrumento musical que domina, la flauta.<br>Los libros de Rocío se dejan leer con una inocente dulzura, con una antigua resonancia, dónde se percibe el aliento de lo urbano, pero también el llamado de los bosques y lo natural.<br>De ella tenemos "Puertas abiertas", que es su primer poemario y reúne textos desde 1993 hasta 2006.<br>"Aljibe" en cambio incluye su obra más reciente. En ellos está el amor en todas sus manifestaciones, lo erótico, pasando por la cotidianidad, la melancolía y el duelo por el amor ausente.<br>Celebramos a esta poeta y flautista venezolana, que nos permite hoy acceder a sus versos, de profunda y apasionada textura.<br><br>Mercedes Franco.
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