ensangrentada de un parásito. Intentando
ahuyentarme. Advertirme. Ojalá hubiéramos podido
hablar. Me hubiera gustado hacerle unas cuantas
preguntas.
Mientras observo el vapor que sale del hoyo del
suelo, me pregunto dónde estará Archos ahora. Me
pregunto si realmente seguirá vivo, como dijo Carl.
¿Podrá sentir culpabilidad o pena o vergüenza?
Y, como si tal cosa, he pronunciado mi último
adiós: a Archos, a Jack y al antiguo mundo. No hay
forma de volver al punto en el que empezamos. Las
cosas que hemos perdido ahora solo existen como
recuerdos. Lo único que podemos hacer es seguir
adelante lo mejor posible, con nuevos enemigos y
aliados.
Me vuelvo para marcharme y me paro en seco.
Ella está de pie en la nieve, sola y pequeña, entre
las marcas dejadas en la capa de hielo por las tiendas
retiradas hace mucho tiempo.
Cherrah.
Ha pasado por todo el horror por el que yo he
pasado, pero cuando veo la curva femenina de su
cuello, de repente me cuesta creer que una criatura tan
hermosa y frágil pueda haber sobrevivido. Mis
recuerdos dejan lugar a muchas dudas: Cherrah
600
chamuscando amputadores, gritando órdenes a través
de una lluvia de escombros, llevando cuerpos a rastras
lejos de los parásitos.
¿Cómo es posible?
Cuando ella sonríe, veo todo el maravilloso
potencial del universo brillando en sus ojos.
—¿Me has esperado? —le pregunto.
—Me pareció que necesitabas algo de tiempo —
contesta.
—Me has esperado —repito.
—Eres un chico listo —dice—. Deberías haber
sabido que todavía no he acabado contigo.
No sé por qué ha ocurrido nada de esto ni qué va a
suceder ahora, pero cuando Cherrah me coge la mano,
algo endurecido se ablanda en mi interior. Recorro el
contorno de sus dedos con la vista, le vuelvo a apretar
la mano y descubro que Rob no me ha quitado mi
humanidad. Solo estuvo guardada a buen recaudo
durante un tiempo.
Cherrah y yo somos supervivientes. Siempre lo
hemos sido. Pero ahora es el momento de que vivamos.
601
Fin
602
AGRADECIMIENTOS
Mi sincero agradecimiento al profesorado, los
alumnos y el personal del Instituto de Robótica de la
Universidad Carnegie Mellon y el departamento de
informática de la Universidad de Tulsa por inculcarme
la pasión por la tecnología y los conocimientos para
escribir sobre el tema.
Esta novela no se habría escrito sin la entusiasta
ayuda de mi editor, Jason Kaufman (y el increíble
equipo de Doubleday), mi agente, Laurie Fox, y mi
representante, Justin Manask. No sé cómo darles las
gracias.
Los cineastas de Dream Works SKG expresaron su
alentador entusiasmo y su apoyo por esta novela desde
el principio, y se lo agradezco a todos.
Quiero dar las gracias especialmente a los amigos,
la familia y los colegas que me prestaron sus ojos y sus
oídos, entre ellos Marc Acito, Benjamin Adams, Ryan
Blanton, Colby Boles, Wes Cherry, Courtenay
Hameister, Peggy Hill, Tim Hornyak, Aaron Huey,
Melvin Krambule, Storm Large, Brendan Lattrell, Phil
Long, Christine McKinley, Brent Peters, Toby
Sanderson, Luke Voytas, Cynthia Whitcomb y David
Wilson.
603
Por último, todo mi amor para Anna y Cora.
604
605