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Frida y Octavio. Dos voces para hablar de amor y dolor

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Published by juanmjurado, 2017-05-23 17:27:04

INVOLVE. Proyecto 2017

Frida y Octavio. Dos voces para hablar de amor y dolor

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FRIDA KAHLO
OCTAVIO PAZ

Dos voces para hablar de amor y dolor



AGOSTO 2017



FRIDA KAHLO
OCTAVIO PAZ

Dos voces para hablar de amor y dolor

Proyecto INVOLVE

Ciudad de México
Agosto de 2017

No es necesario buscar en los poemas o contemplar las
obras de arte para saber que el dolor y el amor, por
separado o formando alianzas entre ellos, son persistentes
compañeros de nuestros días.

Aún así, detengámonos por unos minutos en unas y en otras
para leer y observar, jugar con las imágenes y las palabras,
reflexionar sobre ambos sentimientos, compartir y terminar
alimentando nuestra creatividad a través de las
producciones de Frida Kahlo y Octavio Paz, figuras
universales de la cultura mexicana.

El proyecto INVOLVE vuelve a Ciudad de México, lugar que
vio nacer a los dos creadores que nos guiarán en esta
actividad, este diálogo propuesto como lugar de encuentro
alrededor de nuestras propias experiencias.



DOLOR

8

HIMNO ENTRE RUINAS

[...]
¡Estatua rota,
columnas comidas por la luz,
ruinas vivas en un mundo de muertos en vida!

Cae la noche sobre Teotihuacán.
En lo alto de la pirámide los muchachos fuman marihuana,
suenan guitarras roncas.
¿Qué yerba, qué agua de vida ha de damos la vida,
dónde desenterrar la palabra,
la proporción que rige al himno y al discurso,
al baile, a la ciudad y a la balanza?
El canto mexicano estalla en un carajo,
estrella de colores que se apaga,
piedra que nos cierra las puertas del contacto.
Sabe la tierra a tierra envejecida.
[...]

La columna rota (1944) 9

Sin esperanza (191405)

DEPRECACIÓN

[...]
Morir

sabiendo que morir es regresar
adonde no sabemos,

adonde,
sin esperanza, lo esperamos.

Morir
reconciliado con los tres tiempos
y las cinco direcciones,

el alma
-o lo que así llamamos-
vuelta una transparencia.

Pido
no la iluminación:

abrir los ojos,
mirar, tocar al mundo
con mirada de sol que se retira;
pido ser la quietud del vértigo,
la conciencia del tiempo
apenas lo que dure un parpadeo
del ánima sitiada;

pido
frente a la tos, el vómito, la mueca,
ser día despejado,

luz mojada
sobre tierra recién llovida
[...]

11

Henry Ford Hospital (193122)

VUELTA

[...]
Camino hacia atrás

hacia lo que dejé
o me dejó

Memoria
inminencia de precipicio

balcón
sobre el vacío

Camino sin avanzar
estoy rodeado de ciudad

Me falta aire
me falta cuerpo

me faltan
la piedra que es almohada y losa
la yerba que es nube y agua
Se apaga el ánima

Mediodía
puño de luz que golpea y golpea
Caer en una oficina

o sobre el asfalto
ir a parar a un hospital

la pena de morir así
no vale la pena
Miro hacia atrás
ese pasante ya no es sino bruma.
[...]

13

14

FUENTE

[…]
No hay nada atrás, las raíces están quemadas, podridos

los cimientos,
basta un manotazo para echar abajo esta grandeza.
¿Y quién asume la grandeza si nadie asume el desamparo?
Penetro en mi oquedad: yo no respondo, no me doy la cara,
perdí el rostro después de haber perdido cuerpo y alma.
Y mi vida desfila ante mis ojos sin que uno solo de mis actos

lo reconozca mío:
¿y el delirio de hacer saltar la muerte con el apenas golpe de

alas de una imagen
y la larga noche pasada en esculpir el instantáneo cuerpo del

relámpago
y la noche de amor puente colgante entre esta vida y la otra?

No duele la antigua herida, no arde la vieja quemadura, es una
cicatriz casi borrada

el sitio de la separación, el lugar del desarraigo, la boca por
donde hablan en sueños la muerte y la vida

es una cicatriz invisible.
Yo no daría la vida por mi vida: es otra mi verdadera historia.
[…]

Autorretrato con collar de espinas (1940) 15

16

DOLOR
AMOR

17

El sueño (194108)

INSOMNIO

Quedo distante de los sueños.
Abandona mi frente su marea,
avanzo entre las piedras calcinadas
y vuelvo a dar al cuarto que me encierra:
aguardan los zapatos, los lazos de familia,
los dientes de sonreír
y la impuesta esperanza:
mañana cantarán las sirenas.

(Y en mi sangre
otro canto se eleva: Yo no digo
mi canción sino a quien conmigo va...)
Sórdido fabricante de fantasmas,
de pequeños dioses oscuros,
polvo, mentira en la mañana.
Desterrado de la cólera y de la alegría,
sentado en una silla, en una roca,
frente al ciego oleaje: tedio, nada.
Atado a mi vivir
y desasido de la vida.

19

Las dos Fridas (129039)

HABITACIÓN DE HOTEL

A la luz cenicienta del recuerdo
que quiere redimir lo ya vivido
arde el ayer fantasma. ¿Yo soy ese
que baila al pie del árbol y delira
con nubes que son cuerpos que son olas,
con cuerpos que son nubes que son playas?
¿Soy el que toca el agua y canta el agua,
la nube y vuela, el árbol y echa hojas,
un cuerpo y se despierta y le contesta?
Arde el tiempo fantasma:
arde el ayer, el hoy se quema y el mañana.
Todo lo que soñé dura un minuto
y es un minuto todo lo vivido.
Pero no importan siglos o minutos:
también el tiempo de la estrella es tiempo,
gota de sangre o fuego: parpadeo

21

22

ESCRITO CON TINTA VERDE

La tinta verde crea jardines, selvas, prados,
follajes donde cantan las letras,
palabras que son árboles,
frases que son verdes constelaciones.

Deja que mis palabras desciendan y te cubran
como una lluvia de hojas a un campo de nieve,
como la yedra a la estatua,
como la tinta a esta página.

Brazos, cintura, cuello, senos,
la frente pura como el mar,
la nuca de bosque en otoño,
los dientes que muerden una brizna de yerba.

Tu cuerpo se constela de signos verdes
como el cuerpo del árbol de renuevos.
No te importe tanta pequeña cicatriz luminosa:
mira al cielo y su verde tatuaje de estrellas.

Árbol de la esperanza, mantente firme (1946) 23

24

AMOR

25

26

MUTRA

[...]
la diosa de ojos verdes y palabras humanas que plantó en nuestro

pecho sus razones como una hermosa procesión de lanzas,
la reflexión sosegada ante la esfera, henchida de sí misma como

una espiga, mas inmortal, perfecta, suficiente,
la contemplación de los números que se enlazan como notas o

amantes,
el universo como una lira y un arco y la geometría vencedora de

dioses, ¡única morada digna del hombre!
y la ciudad de altas murallas que en la llanura centellea como

una joya que agoniza
y los torreones demolidos y el defensor por tierra y en las

cámaras humeantes el tesoro real de las mujeres
y el epitafio del héroe apostado en la garganta del desfiladero

como una espada
y el poema que asciende y cubre con sus dos alas el abrazo de la

noche y el día
y el árbol del discurso en la plaza plantado virilmente
y la justicia al aire libre de un pueblo que pesa cada acto en la

balanza de un alma sensible al peso de la luz,
¡actos, altas piras quemadas por la historia!
Bajo sus restos negros dormita la verdad que levantó las obras: el
hombre sólo es hombre entre los hombres.

Y hundo la mano y cojo el grano incandescente y lo planto en mi
ser: ha de crecer un día

Autorretrato en la frontera entre el abrazo de amor del 27
universo, la tierra (México), yo, Diego y el Señor Xólotl (1949)

28

DÍA

¿De qué cielo caído,
oh insólito,
inmóvil solitario en la ola del tiempo?
Eres la duración,
el tiempo que madura
en un instante enorme, diáfano:
flecha en el aire,
blanco embelesado
y espacio sin memoria ya de flecha.
Día hecho de tiempo y de vacío:
me deshabitas, borras
mi nombre y lo que soy,
llenándome de ti: luz, nada.

Y floto, ya sin mí, pura existencia.

El tiempo vuela (1929) 29

30

PIEDRA DE SOL 31

[...]
voy entre galerías de sonidos,
fluyo entre las presencias resonantes,
voy por las transparencias como un ciego,
un reflejo me borra, nazco en otro,
oh bosque de pilares encantados,
bajo los arcos de la luz penetro
los corredores de un otoño diáfano,

voy por tu cuerpo como por el mundo,
tu vientre es una plaza soleada,
tus pechos dos iglesias donde oficia
la sangre sus misterios paralelos,
mis miradas te cubren como yedra,
eres una ciudad que el mar asedia,
una muralla que la luz divide
en dos mitades de color durazno,
un paraje de sal, rocas y pájaros
bajo la ley del mediodía absorto,

vestida del color de mis deseos
como mi pensamiento vas desnuda,
voy por tus ojos como por el agua,
los tigres beben sueño en esos ojos,
el colibrí se quema en esas llamas,
voy por tu frente como por la luna,
como la nube por tu pensamiento,
voy por tu vientre como por tus sueños.
[...]

Diego en mis pensamientos (1943)

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