Mi nombre es Juan José, tengo 25 años y nací en Cataluña a principios del siglo 13. He
vivido toda mi vida en Cataluña con mis ojos viendo mucho durante ese tiempo. De todo lo que
he visto durante mi niñez y adolescencia, lo único que me viene frecuentemente la mente es el
recuerdo de viendo muchos hombres y mujeres de todas las edades y razas viniendo a la cuidad y
visitando los hospitales y las iglesias1. No tuve ninguna idea porque esta gente extranjera venían
a Cataluña y especialmente a nuestra cuidad de Perpiñán-Barcelona. Al principio pensé que
solamente eran turistas que estaban de vacaciones, pero cunado le pregunté a mis padres
<mama…papa… porque hay muchos extranjeros visitando los hospitales y las iglesias? Porque
solo duran poco tiempo en la cuidad y luego se desaparecen?> me di cuento de lo que estaba
pasando. Los extranjeros utilizaban nuestra cuidad como punto de comienzo para el Camino de
Santiago.
Cuando me di cuenta de lo que en realidad estaba pasando, comencé a obtener más
información sobre este camino y lo que este viaje implicaba exactamente. Descubrí que la
peregrinación es un hecho universal por toda gente y todas religiones. Hacer una peregrinación
es acercarte a Dios2. Para los Cristianos, Jesucristo era un peregrino en el mundo y cuando acabo
su peregrinación volvió al Padre. Los Cristianos ven el Camino de Santiago como una meta
última para todos los Cristianos antes de volver al Padre.
Después de muchos años y tanto pensamiento decide a hacer el viaje y caminar el
Camino de Santiago hacia Santiago de Compostela en Galicia. Supe que no era un camino fácil
por lo que he escuchado por otra gente. Aparte de la lluvia, el sol y las montañas, los elementos
1 Fernández Arenas, Arsenio., and Pablo Huarte Arana. Los Caminos De Santiago. Barcelona: Ediciones La
Polígrafa, 1965. Print.
2 de Cortázar, José ángel García, and Ruiz de Aguirre. El hombre medieval como “Homo Viator": peregrinos y
viajeros." IV Semana de Estudios Medievales: Nájera, 2 al 6 de agosto de 1993. Instituto de Estudios Riojanos,
1994.
naturales, la gente mala también era una dificultad porque asaltaban a los peregrinos3. Pero no
pensé mucho en eso porque supe que la Orden de Santiago existía y servía para proteger los
peregrinos.
Me empecé a listarme para el viaje unos días después porque el punto de reunión era en
Perpiñán. Al llegar al punto de reunión note que las razas de los peregrinos eran alemán, italiano
y francés. Supe que había extranjeros por mis experiencias de niñez, pero nunca imagine que
había mucha gente en excesiva. Ahora entiendo porque hay mucha gente extranjera que vive en
la cuidad de Perpiñán. Eran cuarto antes de las seis y la gente ya estaba ansiosa por comenzar la
caminata hacia Compostela. Nunca he escuchado otro lenguaje aparte del catalán y cuando los
escuche por primera vez me enamoré con ellos. Nunca he escuchado algo tan hermoso que el
lenguaje francés.
A las siete en punto, comenzamos la caminata hacia Monserrat. Durante la caminata
hacia Monserrat el viaje fue relajante y hermoso. Como no había ninguna nube en el cielo, el día
fue perfecto para camina por la parte urbana de la cuidad. Pasé por un montón de llanuras de
hierba y vi muchos animales como vacas y caballos. No fue algo excepcional porque he pasado
mucho tiempo en el lado de la agricultura de la cuidad cuando trabajé para Don Jairo. Tome el
tiempo como una señal de Dios asegurándome que El ve lo que estoy haciendo y me esta
protegiendo mientras hago esta peregrinación.
Llegamos a Monserrat antes de las seis y media de la noche con los pies y los cuerpos
adoloridos aparte de las ampollas4. Nunca pensé que fuera una caminata tan agotadora y eterna.
3 Vázquez De Parga, Luis, José M. Lacarra, and Juan Uría Ríu. Las Peregrinaciones a Santiago De Compostela.
Vol. 3. Madrid: Consejo Superior De Investigaciones Científicas, 1949. Web.
4 Granero Gallegos, A.; Ruiz Juan, F. y García Montes, M. E. (2006) Lesiones y problemas físicos padecidos por
senderistas y cicloturistas en una ruta por etapas. El caso del camino de Santiago. Revista Internacional de
Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol. 6 (22) pp. 99-109. Web.
Nos alojamos en Monserrat por la noche ya que era demasiado noche para continuar. El grupo se
quedo en un granero que soportaba tanta gente. Allí me dormí en el suelo cubierto en alfalfa. La
aroma fue tan horrible que muchos se durmieron afuera con tal de no oler la aroma de los
animales. En mi mente yo pensé <pues la razón por la que no pueden soportar este olor es porque
son de alto mantenimiento>.
De mucho rato empecé a hablar con un compañero de viaje, llamado Félix. Era de
Alemania y hablaba con un acento muy fuerte. Después de muchas horas hablando, supe que la
razón por la que esta haciendo la caminata hacia Compostela es por su padre quien esta enfermo.
Eran ya las cinco de la mañana y no dormí casi nada por andar conversando con Félix. Supe que
el viaje hacia Lérida iba ser duro cuando solo me dormí por una hora.
Bueno, empezamos el viaje hacia Lérida cerca de las seis de la mañana. No estaba tan
ilusionado porque mi cuerpo me dolía y mis pies se sentían pesados5, además el camino era más
largo. Eran ya nueve horas de camino y no he visto nada de vegetación, sólo tierra. Empecé a
imaginar lo que mis padres podrían estar haciendo ahorita y como se sienten sin mi presencia.
Todavía me recuerdo de las últimas palabras que me dijo me padre, <Vete con Dios hijo>. Mis
padres son quienes me dan motivo para continuar esta peregrinación.
Cuando caminé sobre una colina empecé a ver muchas cosechas de frutas. Había
cosechas de fresas, melones, sandías, de todas clases6. Me pregunte yo solo <donde hay cosechas
tiene que haber una cuidad cercana. Y si, a unos minutes después llegamos a la cuidad de Lérida.
Allí nos dormimos en unos hospitales proporcionados por la cuidad. Sin el olor de animales y el
5 Granero Gallegos, A.; Ruiz Juan, F. y García Montes, M. E. (2006) Lesiones y problemas físicos padecidos por
senderistas y cicloturistas en una ruta por etapas. El caso del camino de Santiago. Revista Internacional de
Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte vol. 6 (22) pp. 99-109. Web.
6 Fernández Arenas, Arsenio., and Pablo Huarte Arana. Los Caminos De Santiago. Barcelona: Ediciones La
Polígrafa, 1965. Print.
frio, me dormí cómodo pero mi cuerpo todavía me dolía y esta vez con más dolor. La siguiente
mañana nos dimos cuenta que había dos rutas diferentes. Una ruta iba hacia Zaragoza y la otra
continuaba hacia Huesca7. Habían muchas diferencias entre los peregrinos sobre cual camino
tomar y al final decidimos dividirnos en dos grupos. Yo, Félix, y otros dos tomamos la ruta hacia
Zaragoza y los demás continuaron con el camino hacia Huesca. No quise tomar la ruta hacia
Huesca porque sabía que había mala gente que asaltaba a los peregrinos. Los quienes no supieron
de la mala gente se fueron por ese camino. Pensé que iba a ver ese grupo otra vez cuando nos
reuníamos en Compostela pero nunca llegaron a su destino.
7 Fernández Arenas, Arsenio., and Pablo Huarte Arana. Los Caminos De Santiago. Barcelona: Ediciones La
Polígrafa, 1965. Print.
Perpiñán-Barcelona durante el siglo XIII
Paisaje de Perpiñán-Barcelona a Monserrat
Lérida durante el siglo XIII