The words you are searching are inside this book. To get more targeted content, please make full-text search by clicking here.
Discover the best professional documents and content resources in AnyFlip Document Base.
Search
Published by ENRIQUE VALDEZ, 2023-02-19 10:44:32

Boletin 19 FEBRERO 2023

Boletin 19 FEBRERO 2023

19 de Febrero del 2023 Volumen 62 Numero 08 IGLESIA DE CRISTO Fco. I Madero 368 Nte. TORREON COAHUILA Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. Isaías 53:11 RVR1960 ¿Es Cristo Jesús Nuestra Expiación? Juan el Bautista reconocio a Jesu s como el Cordero sacrificial de Dios cuando anuncio Su llegada diciendo: "He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo". (Juan 1:29). El Nuevo Testamento se refiere a Jesu s como "nuestra pascua" (1 Corintios 5:7). En Su cuerpo, Cristo callo ante Sus acusadores (Isaí as 53:7), cargo con el peso de la ira de Dios por nuestros pecados (1 Pedro 2:24) y experimento la muerte (Hebreos 2:9). El sacrificio de Jesucristo fue mejor que cualquier otro sacrificio porque Su sacrificio fue para siempre, haciendo provisio n para quitar nuestros pecados una vez y para siempre Hebreos 9:8-14 ¿Por qué es tan Importante que Jesús Resucitó de entre los Muertos? El significado de nuestra salvacio n depende de la resurreccio n de Cristo de entre los muertos (1 Corintios 15: 3–4, 14). El cristianismo no podrí a existir si Jesu s nunca hubiese conquistado la muerte, y su resurreccio n lo separa de cualquier otro lí der religioso. Jesu s profetizo su propia muerte y resurreccio n, y luego sello sus promesas al cumplir esas dos cosas. La resurreccio n de Cristo de entre los muertos es tan importante para la fe cristiana como el nacimiento virginal (Isaí as 7:14; Mateo 1:18, 25; Lucas 1:27), la deidad de Cristo (1 Juan 4:15, 5: 5; Juan 10:30), la expiacio n de nuestros pecados a trave s de Cristo (Romanos 5: 10– 11; 2 Corintios 5:21). Todas son verdades absolutas. Un aspecto importante de la resurreccio n es que fue profetizada antes de que se cumpliera. Jesu s profetizo su propia muerte y resurreccio n en los evangelios (Marcos 8:31). Esto demuestra que Jesu s conocí a su divinidad como hijo de Dios y su destino para salvar a la humanidad al conquistar la muerte. El Antiguo Testamento tambie n describe la resurreccio n de Cristo y la expiacio n por los pecados (Salmo 16: 10–11; Isaí as 53:12). ACTIVIDADES Domingo: Estudio Bíblico: 10:00a.m. Adoración: 11:00a.m. Adoración: 6:30p.m. Jueves: Estudio Bíblico: 7:00p.m. Viernes: Clase Mujeres: 7:00p.m. Clase Varones: 7:00p.m.


el camino para todos los que creen en e l (1 Corintios 15: 22–23). Nuestra fe no tiene sentido y es en vano si Jesu s permanecio en su tumba (1 Corintios 15:17). Podemos creer en el amor de Dios y que Jesu s tiene la capacidad de darnos la vida eterna cuando creemos en E l, porque pudo vencer a la muerte (Juan 3: 16–18). Nuestra Propiciación La palabra propiciacio n lleva la idea ba sica de aplacar o satisfacer, concretamente hacia Dios. La propiciacio n es un acto entre dos partes que implica apaciguar la ira de alguien que esta ofendido y ser reconciliado con e l. La necesidad de apaciguar a Dios, es algo que muchas religiones tienen en comu n. En las antiguas religiones paganas, así como en muchas religiones hoy en dí a, se ensen a la idea de que el hombre aplaca a Dios ofreciendo varias ofrendas o haciendo sacrificios. Sin embargo, la Biblia ensen a que Dios mismo ha proporcionado el u nico medio por el cual se puede aplacar Su ira y el hombre pecador puede reconciliarse con E l. En el Nuevo Testamento, el acto de la propiciacio n siempre se refiere a la obra de Dios y no a los sacrificios o a las ofrendas dadas por el hombre. La razo n de esto es que el hombre es totalmente incapaz de satisfacer la justicia de Dios, excepto que pase la eternidad en el infierno. No hay ningu n servicio, sacrificio o regalo que el hombre puede ofrecer para apaciguar la santa ira de Dios, o satisfacer Su perfecta justicia. La u nica satisfaccio n o propiciacio n, que pueda ser aceptable a Dios y que pueda reconciliar al hombre con E l, tení a que ser hecha por Dios. Por esta razo n, Dios Hijo, Jesucristo, vino al mundo en forma de hombre para ser el sacrificio perfecto por el pecado e hizo propiciacio n o "expiacio n por los pecados del pueblo" (Hebreos 2:17). . ¿Es Cristo Jesús Nuestra Expiación? La faceta notable de la profecí a no es que e l morirí a en una cruz, que era una forma comu n de pena capital, sino que no permanecerí a en su tumba como todos los hombres que habí an muerto antes de e l (Lucas 24:24). A lo largo de la vida de Jesu s, e l afirmo ser Dios. Su propia profecí a de muerte y resurreccio n confirma sus aseveraciones de que e l es Dios (Mateo 27:63; 28: 6). Tenemos un Salvador vivo que murio para tomar nuestro merecido castigo. La justificacio n significa que Dios nos declara justos una vez que nos arrepentimos y ponemos nuestra fe en la obra de Jesu s en la cruz. No podrí amos ser justificados si Jesu s hubiese permanecido en su tumba (2 Corintios 5:21). Romanos 4:25 confirma esto diciendo: "Por eso tambie n puede salvar por completo a los que por medio de e l se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos." Ahora Cristo es un intercesor para nosotros entre nuestra naturaleza pecaminosa y la santidad de Dios (Hebreos 7:25). Jesu s conquisto la muerte, da ndonos esperanza para nuestro futuro y fe para la redencio n de nuestros pecados. Es importante para el cristianismo que Jesu s conquisto la muerte y que su poder tambie n vive en nosotros a trave s del Espí ritu Santo, quien guí a a nuestros espí ritus (Romanos 8:11). No podemos depositar nuestra fe en un Salvador que esta muerto, por eso Jesu s se levanto de entre los muertos para darnos esperanza en esta vida (Juan 10:28). El hecho de que Cristo volviese a la vida es fundamental para el cristianismo. 1 Corintios 15 es un gran testimonio de la importancia de su resurreccio n. Fue el primero en levantarse de entre los muertos (1 Corintios 15:20) y despejo


Proverbios 3:5-6 Fí ate de Jehova de todo tu corazo n, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Recono celo en todos tus caminos, Y e l enderezara tus veredas. Gracias a Dios seguimos el camino que Cristo Jesu s nos mostro para agradar a nuestro Padre, las Oraciones de cada uno de nosotros siguen siendo el medio ideal para estar todos unidos en Amor con acciones de gracias por lo permitido, tambie n con las necesidades o adversidades de hermanos, familiares, familia como de pro jimos, que son parte de un proceso que nos permitira crecer en la Voluntad de Dios, unidos en Cristo la victoria segura Gracias a su Amor, sigamos dando las Gracias al Orar por las Bendiciones de la vida tanto de Hermanos en Cristo de la Congregacio n de la Madero como en el mundo, familiares, familia, como tambie n por nuestros pro jimos, demos Gracias tambie n por los alimentos, fuentes de trabajo, estudios de los jo venes, gobierno, situacio n econo mica, como cada situacio n donde sabemos que Cristo Jesu s nos otorga riqueza, con gusto como admiracio n demos Gracias a Dios por cada Hermanos que cumplio un an o ma s de vida o cumplio una meta personal ya sea Espiritual como secular, lo mismo para nuestra familia como pro jimos y al Orar tambie n demos Gracias a Dios por darnos este medio para hablar con EL cua ndo las necesidades o victorias de nuestro Amor este n en nuestra vida ya que sin duda todo es para nuestro Bien estando en su Voluntad. S. Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os sera n an adidas. Seguir a Cristo Jesu s con Amor nos permite asimilar que nuestra vida tiene un propo sito para nuestro crecimiento Espiritual, por eso cuando las necesidades se presentan sabemos a que no estamos solos para salir adelante, Oremos para que el Amor de Cristo nunca se aparte de ningu n Hermano de la Congregacio n como en el mundo, lo mismo sea con nuestros familiares, familia como pro jimos, Oremos para que ma s Hijos de Dios se unan al Cuerpo de Cristo, Oremos por los Hermanos que tienen necesidades de salud Espiritual, fí sica, fuentes de trabajo, adversidades o situaciones que puedan estar debilitando su FE a Dios, igual Oremos por nuestros familiares como familia ya que solo unidos en Amor a Cristo Jesu s nada es imposible, Oremos por los Lí deres Espirituales de la Congregacio n como en otros lugares del mundo, por los lideres terrenales del mundo Oremos para que en ellos obre la sabidurí a Espiritual como el Amor a sus semejantes y ante cada expresio n de Oracio n expuesta o no por nuestros Hermanos Oremos unidos como si fueran las nuestras sabiendo que Cristo Jesu s lo hara O R A C I O N E S


¿Es Cristo Jesús Nuestra Expiación? La palabra propiciacio n se usa en varios versí culos para explicar lo que Jesu s logro a trave s de Su muerte en la cruz. Por ejemplo, en Romanos 3:24-25, los creyentes en Cristo han sido "justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redencio n que es en Cristo Jesu s, a quien Dios puso como propiciacio n por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados". Estos versí culos son un punto clave en el argumento de Pablo en el libro de Romanos y realmente esta n en el corazo n del mensaje del evangelio. En los tres primeros capí tulos de Romanos, Pablo argumenta de que todos, judí os y gentiles por igual, esta n bajo la condenacio n de Dios y merecedores de Su ira (Romanos 1:18). Todos pecaron y esta n destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23). Todos nosotros merecemos Su ira y castigo. Dios en Su infinita gracia y misericordia ha provisto una forma para aplacar Su ira y para que podamos ser reconciliados con E l. Esto es solamente a trave s de la muerte sacrificial de Su Hijo Jesucristo, como el pago por nuestros pecados. Es a trave s de la fe en Jesucristo como el sacrificio perfecto de Dios que podemos ser reconciliados con E l. Es u nicamente por causa de la muerte de Cristo en la cruz y de Su resurreccio n en el tercer dí a, que un pecador perdido que merece el infierno puede ser reconciliado con un Dios santo. La hermosa verdad del evangelio es que los cristianos son salvos de la ira de Dios y reconciliados con E l, no porque "hayamos amado a Dios, sino porque e l nos amo a nosotros, y envio a su hijo en propiciacio n por nuestros pecados" (1 Juan 4:10). Jesu s dijo, "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre, sino por mí " (Juan 14:6). La u nica manera para mitigar la ira de Dios contra el hombre pecador y reconciliarnos con Dios, es a trave s de Jesucristo. No hay otra forma. Esta verdad se comunica tambie n en 1 Juan 2:2: "Y e l es la propiciacio n por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino tambie n por los de todo el mundo". Una parte importante de la obra salvadora de Cristo, es la liberacio n de la ira de Dios; la propiciacio n de Jesu s en la cruz es lo u nico que puede quitar la condenacio n de Dios con respecto al pecado. Aquellos que rechazan a Cristo como su Salvador y se niegan a creer en E l, no tienen ninguna esperanza de salvacio n. Solo pueden esperar el enfrentar la ira de Dios que han acumulado para el dí a del juicio (Romanos 2:5). No hay ninguna otra propiciacio n o sacrificio que puede hacerse por sus pecados. Valoremos lo siguiente con una pregunta muy ba sica: ¿que significa el te rmino salvacio n? Tratar de explicarlo ra pidamente le puede dar un dolor de cabeza, debido a que la palabra salvacio n se utiliza de casi setenta diferentes maneras en la Biblia. Si alguien es rescatado de una derrota segura en la batalla, e l experimenta salvacio n. Si alguien sobrevive una enfermedad que amenaza su vida, esa persona experimenta salvacio n. Si unas plantas reverdecen despue s de estar marchitas, son salvas. Ese es lenguaje bí blico, y realmente no es diferente a nuestra propia lengua. Un boxeador es salvado por la campana, lo que significa que se salvo de perder la pelea por knockout, no que fue transportado al reino eterno de Dios. En resumen, experimentar liberacio n de un peligro claro y presente se puede decir que es una forma de salvacio n.


Click to View FlipBook Version