The words you are searching are inside this book. To get more targeted content, please make full-text search by clicking here.
Discover the best professional documents and content resources in AnyFlip Document Base.
Search
Published by Libreotecas Sucre, 2020-06-06 14:11:32

Orange puede con todo by Camila Alvarez

Orange puede con todo by Camila Alvarez

Orange puede
con todo



Orange puede con todo

Orange no decía una palabra, ni una sola

mirada podían sus ojos brindar a su madre
desconsolada.



La abuela salió de ese trance recordando a
su pequeño nieto. Se dispuso a ir a
buscarlo, pero el doctor que atendía a su
hija le dijo que aún estaba inconsciente y a
pesar de eso se encontraba estable; al cabo
de una hora puede que la encuentre
despierta, más aliviada la abuela salió a
recoger a su nieto.



Sebastián no sabía nada, aunque a su corta
edad tal vez ya sabía que las marcas de su
madre no eran simplemente golpes o caídas
que ella inventaba y contaba haciéndose a
la tonta a todas sus amigas y familiares.



Él la amaba, tal vez más que a su pelota
favorita. Cuando su profesora les permitía
dibujar lo que más amaban, él la dibujaba a
ella con una sonrisa más grande que sus
ojos, su padre un hombre bueno y
trabajador que simplemente se enoja fácil,
eso le decía su madre.



Lo que él no creería era que ese mismo
hombre que le había comprado la pelota que
tanto le gustaba mandó a su madre al
hospital. ¿Con qué palabras explicarle lo
que pasó? Ambos subieron al auto en
camino hacia el hospital.



- Abuela, ¿Qué hago por mamá? Quiero
llevar algo para ella - expresó Sebastián.

- Puedes escribirle una carta cariño,
diciéndole cuánto la amas.

- Eso no es suficiente.

- Le puedes dar algo que tú ames, como
muestra que ella es todo lo que necesitas.

- ¡Tienes razón! ¿Podemos ir a la casa a
recoger algunas cosas? - La mujer accedió.



Al llegar, su nieto tomó una mochila y
guardó algo en ella, la abuela quiso ordenar
la casa un poco, ya que todo estaba un
desastre, subió a la alcoba de su hija y
encontró la cama llena de sangre, y
comenzó a llorar; ninguna mujer merece
esto pensó.



Orange despertó, con un dolor en la cara, el
cuello y la espalda, pero comenzó a llorar
por desesperación, por cansancio emocional,
tal vez los que pasaban afuera de su
habitación escuchaban su llanto
desgarrador. Ninguna mujer merece temer
por su vida a manos de un tirano hipócrita -
empezó a hablar en voz alta- ninguna mujer
merece que la amenacen, ninguna mujer
merece que un hombre haga de su vida un
pedazo miserable de existencia.



El hombre algunas veces cuenta estas
atrocidades como proezas de su virilidad, el
hombre lo hace porque puede, porque se
cree con el derecho de hacerlo, porque no
tiene pena de quedar como tonto cuando
responda que se cayó de las escaleras en
frente de sus amigas, claro, él no va a
consolar a su hijo que llora
desesperadamente por tantos gritos y
golpes que escucha, él no lo vive, no lo
siente, pero igual lo hace.



Sebastián entró en la habitación y
rápidamente, tratando de no ver el rostro
desfigurado de la madre, le dio su mochila
con “algo” dentro. Orange lloró sin consuelo
alguno porque Sebastián le entregaba su
pelota, el objeto más sagrado para él,
entonces miró a su hijo y se dio cuenta que
él era el verdadero amor de su vida, nunca
necesitaría nada más que él, ahí lo
comprendió, ambos saldrían adelante, con o
sin un padre.



Así termina mi reporte profesora -decía la
niña- mi padre es Sebastián y siempre nos
cuenta esta historia de mi valiente abuela
Orange, él ahora creó un albergue para
mujeres y sus hijos que sufren de violencia
y ya no sufran igual que él y lo llamó
“ORANGE PUEDE CON TODO”.




Click to View FlipBook Version